Un himno de consuelo
Débora: Keith Getty es cantautor y padre de familia. Él dice que cantar es parte importante de discipular a la siguiente generación.
Keith Getty: Lo que deberíamos hacer cada vez más es formar creyentes profundos. Y parte de eso está en los himnos que cantamos. Ya sea que seamos padres o abuelos, maestros o pastores, todos nuestros hijos serán influenciados significativamente, en primer lugar, por las canciones que cantan…
Canción: «La cruz excelsa al contemplar»
La cruz excelsa al contemplar
Do Cristo allí por mí murió
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 22 de septiembre de 2023.
Canción:
De todo cuanto estimo aquí
Lo más precioso es Su amor.
Débora: Siempre que realizas un proyecto en casa utilizas herramientas. Piensa en las herramientas que tienes en tu cocina. No me refiero a herramientas como martillos o destornilladores. Tu …
Débora: Keith Getty es cantautor y padre de familia. Él dice que cantar es parte importante de discipular a la siguiente generación.
Keith Getty: Lo que deberíamos hacer cada vez más es formar creyentes profundos. Y parte de eso está en los himnos que cantamos. Ya sea que seamos padres o abuelos, maestros o pastores, todos nuestros hijos serán influenciados significativamente, en primer lugar, por las canciones que cantan…
Canción: «La cruz excelsa al contemplar»
La cruz excelsa al contemplar
Do Cristo allí por mí murió
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 22 de septiembre de 2023.
Canción:
De todo cuanto estimo aquí
Lo más precioso es Su amor.
Débora: Siempre que realizas un proyecto en casa utilizas herramientas. Piensa en las herramientas que tienes en tu cocina. No me refiero a herramientas como martillos o destornilladores. Tu cocina tiene, sartenes, ollas, cuchillos, vajillas, utensilios, electrodomésticos. Todos son herramientas, herramientas que te ayudan a hacer bien lo que necesitas.
Cuando se trata del proyecto de instrucción espiritual, esta semana Nancy nos ha ayudado a ver otra herramienta que podemos utilizar: El Catecismo de Heidelberg. Ya sea que quieras crecer personalmente o invertir espiritualmente en tus hijos o amigos, creo que este catecismo puede ser una herramienta importante en tu «gaveta de discipulado».
Cuando combinamos los principios encontrados de un catecismo sólido con una buena composición musical, ¡los resultados pueden ser poderosos! Esto es algo que nuestro amigo Bob Lepine habló con Keith Getty hace algunas semanas.
Bob es un veterano de la radio cristiana y un miembro del consejo de Revive Our Hearts desde hace algún tiempo. Keith Getty es un compositor de himnos muy conocido. Él y su esposa Kristyn han dirigido el tiempo de alabanza en las conferencias de True Woman.
Escuchemos esta conversación entre Bob Lepine y Keith Getty, estaremos resaltando algunas cosas importantes de los capítulos anteriores en esta serie, «Cristo, nuestro único consuelo en la vida y en la muerte». Aquí está Bob.
Bob Lepine: Hemos escuchado esta semana a Nancy hablarnos sobre la primera pregunta del Catecismo de Heidelberg, un documento del siglo dieciséis que ayudó a definir el restablecimiento del evangelio durante el periodo de la Reforma. ¡La respuesta a la primera pregunta es muy rica!
Nancy: «¿Cuál es tu único consuelo en la vida y en la muerte?»
Audiencia (junto con Nancy):
«Que yo en cuerpo y alma, tanto en la vida como en la muerte, no me pertenezco a mí mismo, sino a mi fiel Salvador Jesucristo, quien con Su preciosa sangre ha hecho una satisfacción completa por todos mis pecados y me ha librado de todo el poder del diablo.
Además, Él me preserva de tal forma, que sin la voluntad de mi Padre celestial, no puede caer ni un cabello de mi cabeza: sí, todas las cosas deben servir para mi salvación.
Por lo tanto, (porque le pertenezco) mediante Su Espíritu Santo, también me asegura que tengo vida eterna y me prepara y dispone de corazón para que viva para Él, de aquí en adelante».
Nancy: Ese es nuestro único consuelo en la vida y en la muerte.
Bob: De hecho, fue esa primera pregunta y su respuesta lo que inspiró un himno que muchos de nosotros hemos cantado en nuestras congregaciones, el himno «Cristo, nuestra esperanza en la vida y en la muerte» –un himno escrito por Keith Getty y su equipo de compositores musicales.
Keith: ¡Es un gusto verte, Bob! Lo gracioso de esto es que estoy sentado en nuestra casa en Irlanda, donde cuatro compositores –Matt Papa, Matt Boswell, Matt Merker, y Jordan Kauflin– estuvieron sentados. Se sentía casi como un parlamento inglés. Había dos bandos en la habitación.
Uno quería escribir un himno llamado, «Cristo, tu esperanza en la vida y en la muerte»; y la melodía estaba más cerca de la muerte que de la vida. (Estoy siendo amable para la melodía que tenían). Y el otro lado tenía su melodía, este canto se llamaba, «Cristo es nuestro y nosotros somos suyos», o algo así. Decía verdades, pero no era el tipo de letra que quisieras cantar. Y dije, «esperen, ¿esa letra no iría mejor con aquella melodía?
Eso pasó a unos cuantos metros de aquí, hasta que por fin se unió todo.
Y no solo porque es una liturgia histórica o porque haya mucho que aprender de estas cosas, sino por el hecho de que las liturgias históricas fueron escritas por excelentes creyentes y poetas que entendían el corazón de la vida.
Así que el Catecismo de Heidelberg, por ejemplo, era muy preciado para Bonhoeffer, quien terminó siendo uno de los pocos cristianos que verdaderamente tuvo la valentía de enfrentarse a Adolfo Hitler y al Tercer Reich. También para Matt Boswell quien es padre y pastor…
Matt Boswell: Uno de mis hijos pasaba por un momento de dificultad pensando sobre la muerte. Por supuesto que como niño, ese tema puede ser aterrador; y como adulto también. La idea del himno «Cristo, nuestra esperanza en la vida y en la muerte» fue que yo quería transmitir algo a mi hijo que pudiera cantar cuando pensara en la muerte.
Débora: Otro de los compositores, Jordan Kauflin, ha encontrado ánimo en la letra de este himno que ayudó a escribir.
Jordan Kauflin: Mi esposa y yo hemos estado lidiando con pruebas en los últimos ocho meses. Uno de nuestros hijos, Jack, tiene doce años de edad; tuvo una reincidencia de Leucemia. Esta le fue detectada a los dos años y medio de edad y el tratamiento había sido completado exitosamente, pero ahora estamos lidiando con esto por segunda vez.
Mientras mi esposa y yo atravesamos por estas pruebas, hemos sido capaces de cantar, «oh, canta aleluya, esperanza eterna, oh, canta aleluya. En la vida y en la muerte digan que ¡nuestra esperanza Cristo es!»
Débora: Este himno está basado en la primera pregunta del Catecismo de Heidelberg, escrito en 1563. Aquí está Keith Getty.
Keith: Así que es una liturgia histórica, es algo importante, pero como Nancy apuntó claramente esta semana…
Nancy: Esta es una verdad antigua pero eterna que está arraigada en la Palabra de Dios. Un catecismo como este es una forma de discipular y formar nuevos creyentes en la fe, discipular y formar niños. Fue escrito con la esperanza de formar niños y jóvenes.
Keith: Aplica para alguien que se encuentra en medio de persecución en Ucrania o Afganistán, o en el liderazgo. Pero también para todos nosotros que oramos por nuestros hijos y nietos, despertándonos en medio de la noche, preguntándonos qué más podemos hacer o pudimos haber hecho. Claramente se refiere a esto también.
Débora: Una de nuestras oyentes llamada Corrie estuvo en la audiencia mientras Nancy grababa la serie de esta semana.
Corrie: Mi esposo y yo estudiamos el Catecismo de Heidelberg en los noventa. Lo estudiamos por varios años. Luego nos mudamos, tuvimos un par de bebés, y más tarde, en 2004, falleció. Durante los siguientes años, recibí consuelo de estos versículos: Ya no me pertenezco, porque fui comprada por precio (1 Cor. 6:19-20).
Y, Dios hace que todas las cosas obren para bien para los que le aman y son llamados de acuerdo a Su propósito (Rom. 8:28). Esas son las verdades en la pregunta y la respuesta número uno. Fue verdaderamente muy reconfortante y aún lo es.
Bob: Cualquiera de nosotros que haya utilizado los catecismos, ya sea en nuestras propias vidas o al instruir a nuestros hijos, sabe que hay una rica verdad en estos catecismos. Pero existe algo muy pastoral sobre esta primera pregunta y respuesta en el Catecismo de Heidelberg, que creo lo hace único del Westminster o de otros catecismos con los que estamos familiarizados.
Es algo que realmente toca el corazón cuando hay algo con lo que estamos luchando: ¿Cuál es nuestro único consuelo en la vida y en la muerte? Es que no somos nuestros. Hay una riqueza ahí.
Keith: Bueno, las dos cosas por las que los catecismos no son conocidos son el idioma y cómo ayudan a enfocar nuestras mentes hacia Dios. Encuentro que el inglés de los catecismos en su idioma original, es algo elegante, pero no siempre es muy acogedor. Pero este catecismo en particular es cálido. Y como dije, ayuda a nuestras mentes de una manera noble a dirigir nuestra vista hacia Dios.
Yo estudié el catecismo durante la escuela para niños The Boys Brigade, y me pareció un poco impersonal. Pero creo que el de Heidelberg es único en el sentido de que nos lleva al corazón de la vida cristiana de una manera rápida.
Nancy: Y hoy en día hay una necesidad desesperante –no solo en los días de la Reforma– por recibir enseñanza bíblica sólida. Mucha gente, incluso en la iglesia de hoy, ¡no conoce las Escrituras!
No conocen las doctrinas básicas de la fe cristiana, y como resultado existe mucha confusión; es común enseñar el error. Tenemos creyentes e iglesias débiles, anémicos, confundidos, guiados de forma incorrecta.
Barb Anderson: Mi nombre es Barb Anderson. He asistido a la iglesia por un largo tiempo, y he estudiado mucho la Biblia y he aprendido mucho sobre la verdad. Fui salva cuando cursaba el séptimo grado –eso fue hace algún tiempo. Gracias, Nancy, ¡este catecismo se presenta de una manera hermosa!
Ayer, cuando leí el correo electrónico que decía lo que escucharíamos hoy, busqué las referencias, y ¡fui tan bendecida! Y pensaba, «¡yo conozco ese versículo!» Fueron puestas hermosamente en orden, y encajan con lo que hemos aprendido. Así que gracias, ha sido una bendición. ¡Es una bendición!
Bob: La mayoría de los niños hoy en día, no están familiarizados con la enseñanza del catecismo o con cualquier otro tipo de catecismo. ¿Les has enseñado esto a tus hijas? ¿Estás usando un catecismo?
Keith: No, lo hemos usado un poco por la canción, «Cristo, tu esperanza en la vida y en la muerte».
Débora: De hecho, ahora escucharemos cantar un poco a la familia Getty, incluyendo a la esposa de Keith, Kristyn y sus tres hijas.
Canción:
¿Quién nos sustenta hasta el final?
En Su amor firme estaré
Oh canta aleluya esperanza eterna
Oh canta aleluya en vida y muerte digan que
¡Nuestra esperanza Cristo es!
Keith: Mi esposa y yo hemos decidido que ese será nuestro siguiente proyecto cuando regresemos, el siguiente año. Hemos estado haciendo un estudio de toda la Biblia, les hemos enseñado a través de los himnos y cosas por el estilo.
De hecho, nos hemos convencido más y más porque nuestra generación piensa que nuestros hijos necesitan sentir que son parte de estas cosas. Esas cosas son importantes y obviamente, tú al ser pastor y consejero sabes mejor sobre esto que yo.
Pero al ver a nuestras hijas interactuar en la escuela, las academias, en las conversaciones en línea, en sus dispositivos electrónicos, con conversaciones que ven en la educación y todos estos lugares, nos hemos dado cuenta de que lo que deberíamos hacer cada vez más, es formar creyentes profundos.
Nancy: Si no les enseñas que lo que dice la Palabra de Dios es verdad, el mundo les enseñará su propia versión. Necesitamos enseñar la fe a nuestros hijos.
Keith: Y parte de esto está en los himnos que cantamos. Ya sea que seamos padres, abuelos, maestros o pastores, todos nuestros hijos serán influenciados significativamente, en primer lugar, por las canciones que cantan.
Es por eso que uno de los contemporáneos de Platón, y de muchos otros, dijo: «No deseo escribir las leyes de mi país si puedo escribir sus canciones».
Porque los cantos hablan de lo que hay en el corazón. Y lo que se dice desde el corazón en una generación, se convierte en ley en la siguiente. Pienso en cantar canciones que sean profundas y a la vez cruciales. Pero por encima de eso, el catecismo nos ayuda a construir bloques sistemáticos. Nos ayuda a tener mejores conversaciones.
He escuchado personas que dicen que es algo rígido, y podría ser. Pero aun así, pienso que es más positivo que negativo. Así que, es gracioso que preguntes…Jonny Gribbs escribió un devocional, así como otros. Estamos emocionados por esto, y emocionados de ver a Nancy hablar a mujeres, madres y abuelas sobre esto.
Nancy: No nos pertenecemos, pertenecemos a otro. Dios dice que cuando caminamos por circunstancias difíciles en nuestra vida –cáncer, COVID, y puedes agregar a esta lista la locura de nuestro mundo hoy en día– no tienes que atravesar todo eso sola.
Dios te creó. Si eres Su hija, Él te ha redimido, y Él está contigo. Él está cuidando de ti, porque no te perteneces a ti misma; le perteneces a Él.
Bob: Recuerdo escuchar una historia de D.L. Moody enseñando a un grupo de niños de segundo grado en Escocia. En su clase les preguntó retóricamente, «bueno, chicos, ¿qué es el pecado exactamente?» Se detuvo por un momento y todos los niños escoceses al unísono comenzaron a recitar la respuesta del catecismo: «El pecado es la transgresión en contra de la ley de Dios…»
Esto tomó a Moody por sorpresa, esto no pasaba cuando enseñaba en los Estados Unidos. Hizo una pausa y dijo, «¡niños, deben agradecer a Dios todos los días por haber nacido en Escocia!»
Ahora, esto pasó hace 150 años. Pero hubo una época cuando el catecismo era enseñado a los niños, así como se les enseña el juramento a la bandera o el Padrenuestro. Y esto es fundamental porque estas verdades quedan plantadas en el corazón del niño.
Rápidamente contaré otra historia: Una ocasión intentamos esto con nuestros hijos. Un día estaba conduciendo con mi hijo de seis años. Él se voltea y me dice: «Oye, papá, ya sé quién es el príncipe del hombre».
Yo dije, «¿a qué te refieres con el príncipe del hombre?»
Él dijo, «el príncipe del hombre… ¡Es glorificar a Dios y disfrutarlo por siempre!» (El niño estaba «citando» lo que entendía del catecismo menor de Westminster: «El fin principal del hombre es glorificar a Dios y disfrutarlo por siempre»). Y pensé, creo que mi enseñanza del catecismo no está funcionando con mi hijo.
Keith: Y Bob, la liturgia, aun cuando es cantada, recitada o practicada de los catecismos, es crucial. Hubo un pastor que durante un evento en su iglesia, uno de esos niños inquietos de unos ocho años de edad (quien probablemente se parecía a mí cuando yo tenía esa edad), se dirige al pastor y frente a todos sus amigos le dice: «Pastor» –tratando de verse inteligente pero a la vez siendo irrespetuoso y agresivo.
Le pregunta, «¿por qué es que usted cada domingo dice, “se seca la hierba, se marchita la flor, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre?”»
El pastor hace una pausa y responde, «por esa misma razón».
Bob: ¡Ah!
Keith: No vivimos la vida a través de las sensaciones y de lo espectacular o a través de los picos emocionales. Ese tipo de cosas pertenecen a la modernidad cristiana de hoy en día. Todo lo que hacen es elogiar para engañar un momento. El ritmo actual y las disciplinas de la vida, son lo que realmente informa a nuestras mentes sobre cosas que no olvidamos.
Nancy: «…y me prepara y dispone de corazón para que viva para Él, de aquí en adelante». ¿Amén?
Audiencia: ¡Amén!
Nancy: ¡Digámoslo creyendo! Necesitamos repetirnos el evangelio; eso nos consuela, nos fortalece.
A menudo recito estas palabras al hacer diferentes actividades durante el día. Una de ellas es cuando me seco el cabello. Tengo uno de esos grandes cepillos redondos que también son secadores, y trato de peinar mi cabello desarreglado.
Y siempre que me cepillo, el cepillo se llena porque ¡mi cabello se cae! Los veo por todos lados: en el suelo, en la mesa, en mi cepillo, y me río cada vez que recito: «Él me cuida de tal manera que ni un cabello puede caer de mi cabeza sin la voluntad de mi Padre celestial que está en los cielos».
Ahora, de verdad estoy bien con perder algo de cabello; preferiría no perderlo todo, aunque eso pudiera suceder. Pero hay pérdidas más grandes. Lo que quiero decir es que incluso en las pequeñas cosas de la vida, Dios cuida de mí. ¡Él conoce los pequeños detalles de mi vida!
Bob: De nuevo, esta primera pregunta sale a relucir, creo que todos nosotros lidiamos con ansiedad. Mary Ann y yo hablábamos sobre esto la semana pasada, sobre cómo los eventos de nuestro día y nuestras vidas personales pueden llevarnos a la ansiedad, así como los eventos de nuestro mundo pueden ser una fuente de ansiedad.
Ella decía que algunas veces cuando se acuesta a dormir, cansada y exhausta, de la nada esos pensamientos vienen a su mente y causan que no pueda dormir fácilmente por todo lo que está pasando en nuestras vidas.
Martin Lloyd-Jones dice que cuando esto pasa, en lugar de escucharnos a nosotros mismos, necesitamos hablarnos a nosotros mismos. Y eso es lo que la primera pregunta y respuesta del Catecismo de Heidelberg nos da. Nos da palabras para hablarnos a nosotros mismos, para recordarnos que ¡tenemos un consuelo en la vida y en la muerte!
Keith: Es verdad. Y esto lo vemos en los salmos, lo vemos en Job. Debería ser una práctica. Así que, de la misma forma, cuando tengamos este sentimiento de ansiedad, en lugar de enojarnos con la gente, tratar de encontrar a alguien con quien hablar, o gritar, o lo que sea, podemos llevar a la práctica cantar o preguntarnos: «¿Qué conozco acerca de Dios? ¿Qué sé acerca de este mundo?»
Bob: Y eso requiere disciplina, no es algo que se da naturalmente en nosotros. Pero podemos aprender a hacer lo que David hizo y aconsejar a nuestra propia alma. Cuando David dijo, «¿por qué te desesperas alma mía? Espera en Dios» (Salmo 42:5). Debemos decirle a nuestra alma cómo pensar y cómo actuar.
Keith: Así es.Aunque te aseguro que si le preguntas a mi esposa, ella puede confirmar que no siempre lo hago.
Bob: ¡Mi esposa diría lo mismo! Pero así es el camino de la fe –mantenernos en el camino de aconsejar a nuestra propia alma.
Nancy: Pienso que todos sentimos algún grado de ansiedad. Estos son días difíciles y locos. Necesitamos como nunca antes –la gente necesita, todos necesitamos– un salvavidas para nuestras mentes, para nuestras emociones.
Hoy vengo a decirte lo que tal vez ya sabes, ese salvavidas es la verdad –es el evangelio. Eso es lo que hace que no nos hundamos. Es lo que nos da esperanza. Es lo que nos da perseverancia. Eso es lo que nos da la perspectiva en este mundo disfuncional.
Durante los últimos meses hemos encontrado tal salvavidas en un fragmento de un documento que fue escrito hace 460 años. El Catecismo de Heidelberg. He recitado estas antiguas palabras, solo una porción de este texto, frecuentemente por las noches –al recostar mi cabeza sobre la almohada, cuando me despierto a mitad de la noche y antes de levantarme. Algunas veces mientras preparo la cena o mientras salgo a realizar diligencias.
Estas palabras se han entrelazado en mi corazón. ¡Me han traído un gran aliento y paz! Me han infundido valentía y fuerza.
Canción:
¿Qué gran verdad paz nos dará?
Bueno es Dios, bueno es Dios
¿Dónde Su gracia se hallará?
En la sangre del Gran Redentor
¿Quién nos da fe cuando hay temor?
¿Quién tiene todo en Su control?
¿Quién nos acerca hacia Él?
Cristo nuestra Roca fiel.
Bob: Este himno es el tema de la conferencia Sing, en la que ustedes participaron en Nashville –una conferencia anual. ¿Por qué decidieron que este fuera el tema y por qué este himno? ¿Está relacionado con los eventos que experimentamos en nuestro mundo hoy en día?
Keith: Sí, Bob, gracias por preguntar. Probablemente son tres las razones principales. Una es que nuestra organización trata sobre himnos para la iglesia. Sentimos que este himno –como el catecismo– es algo vital que el cristiano debe saber.
Así que sentimos que si sacamos algo de esto y lo presentamos como himno a la gente, o incluso esta parte del Catecismo de Heidelberg, eso sería muy valioso.
Lo segundo es que decidimos utilizar este año buscar las oraciones y las liturgias históricas de la iglesia, de la cual esta es una de las mejores.
Como cristianos, en un sentido, nuestro rol en la vida es sostenernos en los hombros de aquellos que han caminado antes que nosotros, aprender humildemente de ellos y pasar el batón más adelante, lo suficientemente adelante hasta llegar a la próxima generación.
Creo que si cada líder de culto, pastor y padre en hispanoamérica tuviera un mayor respeto y conocimiento de las liturgias históricas, los catecismos históricos, las oraciones históricas, todos nosotros tendríamos una vida devocional más rica, todos nosotros tendríamos una vida de culto más rica en nuestras iglesias. Y la tercera razón es, como bien lo dijiste, entre el miedo al COVID, a Putin y a todas estas cosas, la vida y la muerte nunca nos dejan; están entre nosotros. Pero existe una urgencia hacia algunas de estas dificultades que quizás hace cinco años no era urgente.
En nuestra cultura preferimos no hablar sobre la muerte o de lo que sucede después. No es agradable, no se le da publicidad y definitivamente no gana votos para los políticos. Y tristemente, muchas de nuestras iglesias imitan eso. Han quitado la muerte y el juicio de Dios de sus predicaciones.
Y pienso que si hay algo que hace que pensemos sobre esto un poco más, entonces es algo bueno. «Digno es el Cordero quien fue sacrificado», es el canto de Su pueblo. Es el canto de la eternidad. Debe ser el centro de nuestro canto.
La razón es porque principalmente no se trata de una autorrealización o de hacernos temblar, se trata de la vida y la muerte, y de la eternidad y de las cosas que son realmente importantes.
Débora: Durante este mes, nuestro equipo ha dispuesto para ti, la guía de estudio de preguntas del libro «El Cielo gobierna». La misma está disponible en nuestra tienda virtual. Puedes visitar nuestra página avivanuestroscorazones.com y adquirirla.
Canción:
¡Nuestra esperanza Cristo es!
Y al morir yo cantaré: ¡vive Él, vive Él!
Y en recompensa le veré, vida eterna hay en Él
Y levantado yo seré, ya sin pecado estaré
El gozo no terminará, con Cristo siempre estaré.
¡Oh, canta aleluya esperanza eterna!
¡Oh, canta aleluya en vida y muerte digan que
Nuestra esperanza Cristo es!
¡Oh, canta aleluya esperanza eterna!
¡Oh, canta aleluya en vida y muerte digan que
Nuestra esperanza Cristo es!
Débora: Invitándote a tener libertad, plenitud y abundancia solamente en el consuelo de Cristo, Aviva Nuestros Corazones, con Nancy DeMoss Wolgemuth, es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
1 “When I Survey the Wondrous Cross,” The Wonder Kids, 100 Hymns and Praise Songs, ℗ 2009 Wonder Workshop.
2 Keith and Kristyn Getty, Matt Papa, "Christ Our Hope in Life and Death," Single ℗ 2020 Getty Music Label, LLC.
3 Keith and Kristyn Getty, "Christ Our Hope in Life And Death," Evensong (Deluxe / An Evening At Hidden Trace Farm), ℗ 2021 Getty Music Label, LLC.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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