Un drama celestial
Annamarie Sauter: ¿Luchas con pensar que tu vida no tiene sentido?
Nancy DeMoss Wolgemuth: Dios te ha colocado en un lugar para los propósitos de Su reino en este momento, y tú dices: «No me gustan mis circunstancias». Dios entiende eso, pero Él está llevando a cabo el drama celestial y tú desempeñas un papel en él. Él tiene propósitos que son grandes y eternos, y en este momento no sabemos cuáles son esos propósitos. No los podemos ver. Es por eso que tenemos que confiar en que son seguros.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. La lectura bíblica para hoy es Daniel capítulos 1 y 2.
Mujer: «Mi hija hace varios años escuchaba Aviva, porque quería practicar su inglés. Y me decía: Mamá, son buenísimos los programas, ojalá que pronto los traduzcan. Y cuando los tradujeron, me …
Annamarie Sauter: ¿Luchas con pensar que tu vida no tiene sentido?
Nancy DeMoss Wolgemuth: Dios te ha colocado en un lugar para los propósitos de Su reino en este momento, y tú dices: «No me gustan mis circunstancias». Dios entiende eso, pero Él está llevando a cabo el drama celestial y tú desempeñas un papel en él. Él tiene propósitos que son grandes y eternos, y en este momento no sabemos cuáles son esos propósitos. No los podemos ver. Es por eso que tenemos que confiar en que son seguros.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. La lectura bíblica para hoy es Daniel capítulos 1 y 2.
Mujer: «Mi hija hace varios años escuchaba Aviva, porque quería practicar su inglés. Y me decía: Mamá, son buenísimos los programas, ojalá que pronto los traduzcan. Y cuando los tradujeron, me dijo: Mamá, ahora sí te puedo poner la aplicación. Y sí, me encanta que puedo escucharlos en mi casa; desde el primer tema que escuché. Pasé una Navidad pintando un techo y escuchando de la vida de Ana, y puedo recordar muchas cosas.
He sido muy, muy bendecida, muy fortalecida. La vida se va haciendo un poco difícil con los años, no es lo que tú soñaste, pero Dios es bueno, y me anima mucho pensar que Él tiene un plan y que lo está cumpliendo».
Annamarie: Acabas de escuchar el testimonio que una mujer compartió con nosotras en la pasada Conferencia Mujer Verdadera. Y tú, ¿has pensado sobre el plan de Dios para tu vida en este tiempo de la historia?
Para reflexionar acerca de esto escucharemos un mensaje que Nancy enseñó en una conferencia True Woman, titulado «Para un tiempo como este». Este se basa en la historia bíblica de Ester y a través de esta Nancy te mostrará cómo luce tu rendición a Dios y a Su plan.
Ester se vio envuelta en eventos dramáticos del momento histórico en que vivió. Ella tuvo que preguntarse, ¿qué está haciendo el Señor en este tiempo? Aquí está Nancy para ayudarte a pensar acerca de esto.
Nancy: He tenido la oportunidad, en el lago Michigan, de ver atardeceres cuando hay nubes densas y oscuras y no se puede ver el sol. En ocasiones se abre paso entre las nubes un rayo de sol que va cambiando todo el panorama. Así también hay épocas oscuras en la historia de la humanidad, tiempos donde parece que no va a salir el sol. Nubes negras, confusión, y no vemos la evidencia de la presencia de Dios. Bueno, vamos a estar hablando de un tiempo así en la historia del pueblo de Dios. Una historia que sucedió hace aproximadamente 2500 años, cuando Dios hizo salir ese rayo de sol en medio de densa oscuridad e hizo resplandecer Su gloria. Él llamó a una mujer y escogió usarla como un instrumento en Su historia de redención.
Les voy a pedir que vayan en su Biblia al libro de Ester. Nuestro versículo lema es: «¿Quién sabe si para una ocasión como esta has venido al reino?» Y me imagino que sabes que hablaremos del libro de Ester, ¿verdad? No se puede hablar de «ahora es el tiempo» sin echar un vistazo a su vida.
Voy a tocar solo algunos puntos claves de manera bien breve. Hace algún tiempo pasamos semanas enAviva Nuestros Corazones, avanzando versículo a versículo a través del libro de Ester. (Esta serie está disponible en nuestra página web; la puedes escuchar o leer). En realidad, esa serie no se trató de Ester, porque ella no es el personaje principal del libro. El personaje principal es Dios, y por cierto, Su nombre nunca se menciona en el libro, aunque podríamos decir que es una serie sobre la providencia de Dios en los momentos más oscuros de nuestras vidas.
Solo a modo de resumen, permíteme comenzar en el capítulo 1, versículo 1, para que tengamos el escenario de esta historia.
«Aconteció en los días de Asuero, el rey Asuero que reinó desde la India hasta Etiopíasobre ciento veintisiete provincias, que en aquellos días, estando el rey Asuero reinando desde su trono real, en la fortaleza de Susa, en el año tercero de su reinado, ofreció un banquete para todos sus príncipes y servidores, estando en su presencia los oficiales del ejército de Persia y Media, los nobles y los príncipes de sus provincias.Y él les mostró las riquezas de la gloria de su reino y el magnífico esplendor de su majestad durante muchos días, ciento ochenta días».
Podríamos continuar, pero esto nos da un vistazo breve de lo que sucede. Como lo describe, la mayoría de la gente diría: «Este es un lugar en el que me gustaría estar». Tenemos aquí una imagen de gran riqueza y opulencia, pompa, fiesta esplendor, influencia. Hay un tono festivo. Hay una celebración de gala. Hay todo lo que tu corazón podría desear. Hay autoridad, poder, gobierno, dinero, banquetes, fiestas, celebraciones, y sigue y sigue. Aquí no hay crisis económica. Ves esta espléndida imagen de la grandeza del hombre. Asuero es el rey.
Pero en esta historia, como todo en la vida –y quiero que recuerdes esto cuando regreses a tu casa, a tu mundo– siempre hay dos historias sucediendo al mismo tiempo. Siempre hay dos perspectivas, dos visiones del mundo. Hay dos formas de ver la vida. Existe el drama que puedes ver, y luego está el drama detrás del drama. Hay una historia detrás de la historia.
El primer drama, la primera historia, es visible, el drama humano, la historia terrenal. Es el reino del hombre, y eso es lo que vimos descrito en este primer párrafo del libro de Esther. Es la historia obvia. Es la historia que tiene lugar en el ámbito físico y natural, y a menudo parece ser impresionante y poderosa.
Pero debes tener en cuenta que no es la historia principal. Hay una historia detrás de esa historia. Vemos queel reino del hombre está centrado en el yo, en el hombre mismo.Muestra la gloria del hombre. Eso es lo que Asuero estaba haciendo. Pero la gloria del hombre, como nos dice la Escritura, es pasajera, es frágil. Asuero estaba construyendo para sí un castillo de naipes, que es lo que la mayoría de la gente en el mundo hace hoy. El reino del hombre está destinado al fracaso. Se desmoronará.Cuando el hombre construye su propio sistema económico, es seguro que tarde o temprano colapsará.
Puede que no todo se derrumbe en ese momento, pero tarde o temprano lo hará, porque el reino del hombre no es duradero. Esa es la escena humana, el drama humano, la historia humana, perodetrás de ella hay una escena celestial, una historia que no se ve y siempre está sucediendo en el reino espiritual. Es el reino, no del hombre, sino de Dios, que siempre se está moviendo, controla todos los eventos en la tierra y cumple Sus propósitos eternos.
Ahora, en el libro de Esther vemos el reino del hombre, vemos el drama humano tal como se desarrolla. Asuero es un rey poderoso. Ocupa el trono más alto de la tierra en ese momento, pero al mismo tiempo hay un drama invisible, que ni siquiera se menciona en el libro de Esther, y creo que es un indicador del hecho de que la mayoría de las personas en el drama humano, no tiene ni idea de que hay una historia celestial sucediendo al mismo tiempo. Están ajenos a la realidad. Y dices: «La tierra es la realidad». No. Latierra es como neblina. La realidad es lo que está sucediendo en el cielo.
Bueno, Asuero está en su gran trono, pensando que es el rey del mundo. Dios está en su santo trono en el cielo, sobre todos los reyes terrenales. Asuero era un hombre impío y despiadado. En nuestra serie sobre el libro de Esther, hablamos mucho más sobre lo que la historia nos cuenta sobre este hombre. Él piensa que dirige el mundo, pero la mano invisible de Dios se mueve y trabaja detrás de las circunstancias para lograr Sus propósitos.
Ahora, en el capítulo 1, está el drama humano en el que la reina de Asuero, la Reina Vasti, es destituida. Ella ya no es la reina. Luego avanzan rápido cuatro años, y llegas al capítulo 2. El rey se propone encontrar un reemplazo para su reina. Mientras tanto, ha tenido esta gran batalla en Grecia. Regresa y recuerda que echó a su esposa, por lo que decide que necesita otra.
En este punto del capítulo 2, se nos presenta a una joven judía llamada Ester. Sus padres habían muerto y ella había sido criada por un primo mayor llamado Mardoqueo. A través de toda una serie de circunstancias, Ester es llevada al harén del rey, al palacio del rey, bajo la custodia del rey, y tenemos un largo proceso que nos lleva al versículo 17 del capítulo 2:
«Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y ella halló gracia y bondad con él más que todas las demás vírgenes, y él puso la corona real sobre su cabeza y la hizo reina en lugar de Vasti».
Así que Ester es coronada como la Primera Dama de Persia.
Si pensamos en el drama humano, el reino del hombre, a los ojos de algunas personas, esto habría sido considerado un gran honor para Ester, un impulso para su autoestima, un logro del que podría estar orgullosa, una carrera exitosa. Ella pasó de ser nadie a ser la reina de manera bien rápida.
Por otro lado, aún pensando en el drama humano, podrías sentir pena por Ester porque no está viviendo exactamente una vida que la mayoría de nosotras envidiaríamos. Su familia había sido llevada en cautiverio fuera de su tierra natal; ella había quedado huérfana; su «destino» era casarse. «Destino» (entre comillas), porque esa palabra solo existe en el drama humano.
Porque en el drama humano no creen en la providencia, creen en la casualidad. Podríamos decir, desde la perspectiva humana, que «a ella la vida le jugó una mala pasada», al tener que casarse con un hombre orgulloso, incrédulo, colérico y arrogante.
Puedes decir: «Bueno, ella es la reina». Pero está casada con un hombre iracundo, arrogante e incrédulo; y si piensas en lo que le sucedió a su predecesora, su posición no es exactamente segura. Este es el drama humano, el reino del hombre.
Ahora detrás de esto y por encima de esto, invisible, tenemos la historia celestial que se está desarrollando, el reino de Dios. En esta historia, en este reino, en realidad no importa si crees que Ester es un éxito o si la vida le jugó una mala pasada. El hecho es que la historia no es precisamente sobre el éxito o la desgracia de Ester. Hay algo más grande sucediendo aquí. La historia trata sobre Dios y Su plan, Sus objetivos, Sus propósitos. ¿Qué está haciendo Dios? Ester, como todas nosotras, no es la estrella de este drama, sino una participante en el drama celestial de Dios.Fue Dios quien puso a Esther en esa posición. Esto se trata de Él. Dios la colocó en ese palacio para los propósitos de Su reino, lo cual, recuerda esto, en ese momento era totalmente desconocido para ella.
Dios te ha puesto en un lugar y en una posición para los propósitos de Su reino en este momento, y quizás tú dices: «No me gusta mi vida, mis circunstancias». Dios entiende eso, pero Él tiene una historia celestial que se está desarrollando, y tú eres una parte en eso. Él tiene propósitos que son grandes y eternos, y en este momento no sabemos cuáles son esos propósitos. No podemos verlos. Es por eso que tenemos que confiar en que son seguros.
Entonces, ya sea que ganemos o perdamos el concurso de belleza, ya sea que seamos populares o rechazadas, ya sea que obtengas el trabajo de tus sueños o lo pierdas, si eres económicamente próspera, o como sucede a veces, lo pierdes todo, donde aún tenemos que pedir el pan nuestro de cada dia, depender de Dios para esa provisión.
Si tienes niños sanos o niños con necesidades especiales, si tienes antecedentes familiares felices y saludables o disfuncionales, ya sea que tengas salud física o enfermedad; en el plano humano, todas estas cosas importan mucho, pero en el plano celestial no importan en absoluto. En el reino del hombre, la pregunta es: «¿Cómo me afectarán las circunstancias? ¿Cómo cumpliré mis deseos, mis sueños, mis necesidades, mis propósitos?»
En el reino de Dios, la pregunta es diferente: «¿Cómo quiere Dios usar mi posición, mis circunstancias actuales, mi lugar en la vida, para cumplir los propósitos de Su reino en este mundo?»
Hace aproximadamente 160 años, hubo un desastre económico que hizo que las personas clamaran y dependieran de Dios en oración (Oct. 13, 1857). Fue una quiebra financiera masiva. Esa situación fue el combustible para que surgiera un tiempo de avivamiento y de oración nacional históricos en Estados Unidos. Las iglesias se llenaron de personas clamando a Dios día y noche. Las crisis llevan a las personas de rodillas delante de Dios.
Porque no hay circunstancias fortuitas en nuestras vidas. No hay circunstancias fortuitas en este mundo. Incluso aquellos detalles que parecen triviales, que parecen insignificantes, son parte del plan y del proceso divino de Dios. Él siempre está trabajando. Todo lo que podemos ver es aquí, y ahora, y este momento, pero Dios ve todo el tiempo la eternidad. Por eso podemos confiar en Él.
En la vida, en la historia humana, algunas circunstancias que atravesamos parecen no tener ningún sentido. Parecen injustas. Tomemos, por ejemplo, en la historia de Ester, el hecho de que Mardoqueo, el primo de Ester que la ha tomado bajo su protección, es un humilde servidor. Y él descubre un complot para asesinar al rey.
Él expone el complot, todo se soluciona, y sin embargo, no recibe recompensa, por el momento. . . por el momento. Puedes ver quenos lamentamos y lloramos y nos quejamos porque solo estamos mirando el momento. Tenemos que dar un paso atrás y decir: «Señor, Tú tienes una visión más grande, y eso es lo que quiero ver».
Entonces en ese momento Mardoqueo quedó sin recompensa. Por otro lado, Amán quién es un hombre orgulloso y malvado, es promovido y todos se inclinan ante él. No parece justo, ¿verdad? Pero eso es solo por el momento. Dios va a corregir todos los males. Espera en el Señor. Sé paciente, Él actuará.
Entonces, Mardoqueo, como recordarás, se niega a inclinarse ante Amán, por lo que Amán se propone vengarse. Hace que el rey emita un edicto para exterminar a los judíos. Ahora vamos al capítulo 3 de la historia de Ester, y mira el versículo 13:
«Y se enviaron cartas por medio de los correos a todas las provincias del rey para destruir, matar y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un solo día, el día trece del mes doce, que es el mes de Adar, y sus posesiones dadas al saqueo.
Versículo 15: «Salieron los correos apremiados por la orden del rey. El decreto fue promulgado en la fortaleza de Susa, y mientras el rey y Amán se sentaron a beber, la ciudad de Susa estaba consternada» (vv. 13, 15).
¿Ves la palabra consternada? En el reino humano, en las situaciones humanas, hay pánico, ¡hay pánico! En el drama humano en Susa, había pánico, pero en la historia celestial,en el reino celestial, nunca hay un ápice de pánico, solo planes, los planes de Dios, Sus sabios, buenos y eternos planes.
Pasemos al capítulo 4 y observemos el versículo 3:
«Y en cada una de las provincias y en todo lugar donde llegaba la orden del rey y su decreto, había entre los judíos gran duelo y ayuno, llanto y lamento; y muchos se acostaban sobre cilicio y ceniza».
Esta, por cierto, es la respuesta apropiada de los justos cuando prevalecen los malvados. Cuando el pueblo de Dios está en peligro, una y otra vez en las Escrituras, lo ves recurrir al duelo, al ayuno, al llanto y al lamento. Tenemos en los Estados Unidos, un Día Nacional de Oración, pero antes de que se instituyera en los tiempos modernos, no había días de oración, había días de humillación, arrepentimiento y oración.
Este es el tipo de días que necesitamos llamar hoy, días de humillación, de humildad, de cilicio y de cenizas. ¿Dónde están este tipo de respuestas en nuestros días? ¿Con qué frecuencia vemos el luto, el llanto, el ayuno, el lamento, la humillación? El hecho de que hoy no veamos mucho de este tipo de respuestas, me dice que todavía no estamos lo suficientemente desesperados. Dios tiene formas de desesperarnos para que clamemos a Él, para que volvamos nuestros corazones a Él.
En los siguientes versículos, Ester escucha sobre lo que está sucediendo. Mardoqueo está sentado afuera de las puertas del palacio. Ella escucha que él está vestido de cilicio y cenizas. Ester sabía que no debía estar sentado afuera de la puerta del rey vestido de esa manera, así que ella se angustia. Ella no sabe lo que está pasando. Entonces envía a Hatac, uno de sus criados, para saber qué pasaba y por qué. Hatac va donde Mardoqueo, frente a la puerta del rey, y Mardoqueo le cuenta todo lo que sucedió y el dinero que Amán prometió darle al rey por exterminar a los judíos.
Mira lo que dicen los versículos 8 y 9 del capítulo 4:
«Le dio también una copia del texto del decreto que había sido promulgado en Susa para la destrucción de los judíos, para que se lo mostrara a Ester y le informara, y le mandara que ella fuera al rey para implorar su favor y para interceder ante él por su pueblo. Regresó Hatac y contó a Ester las palabras de Mardoqueo».
Mardoqueo le está diciendo a Ester: «Tienes que actuar. Ahora es el momento».
«Entonces Ester habló a Hatac y le ordenó que respondiera a Mardoqueo: Todos los siervos del rey y el pueblo de las provincias del rey saben que para cualquier hombre o mujer que vaya al rey en el atrio interior, sin ser llamado, él tiene una sola ley, que se le dé muerte, a menos que el rey le extienda el cetro de oro para que viva. Y yo no he sido llamada para ir al rey por estos treinta días» (vv. 10-11).
Ella le está respondiendo a Mardoqueo: «Me estás enviando a una misión suicida. Para mí el ir puede resultar muy costoso. Yo podría morir».
Versículo 12:
«Y contaron a Mardoqueo las palabras de Ester. Entonces Mardoqueo les dijo que respondieran a Ester: No pienses que estando en el palacio del rey sólo tú escaparás entre todos los judíos. Porque si permaneces callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una ocasión como ésta tú habrás llegado a ser reina?» (vv.12-14).
Mardoqueo le está diciendo a Ester: «Dios no depende de ti. Él no te necesita para cumplir Sus propósitos. Dios ganará contigo o sin ti, conmigo o sin mí. Él puede traer la liberación de otras fuentes». Pero Mardoqueo le recuerda: «Hay mucho en juego: tu vida, la vida de tu familia, la vida de tu gente».
Y luego está esa oración que nos es tan familiar al final del versículo 14: «¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?»
Quién sabe si esa pregunta era para Esther entonces o es para nosotras ahora,solo Dios lo sabe, y solo el tiempo dirá, en la eternidad quizá, el porqué Dios te ha puesto soberanamente donde estás ahora en este momento de la historia. Se te ha dado un papel que desempeñar, y nadie más puede hacerlo.
Y tal vez piensas: «Bueno es que yo no soy una oradora. Yo no soy líder de nada. No tengo ningún don o habilidades importantes». Estoy diciendo que has sido llamada al reino para un tiempo como este. No estás aquí por accidente. Se te han otorgado privilegios, oportunidades, un lugar en el reino, en el reino humano, para ser utilizados para promover el reino celestial de Dios en este tiempo.
Annamarie: Es tan fácil enfocarnos en la crisis del momento, en la última noticia o controversia. Nancy DeMoss Wolgemuth nos ha recordado algo muy importante: Dios está obrando de maneras que no siempre podemos ver. Esta enseñanza está basada en la historia bíblica de Ester.
Espero que profundices más en lo que has estado escuchando a través del libro digital titulado, «Ester: Confiando en el plan de Dios». Este es un libro de estudio que puedes usar en tu tiempo devocional. Encuéntralo en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com.
Y para acompañar este estudio, espero que puedas unirte a la próxima temporada de «Mujeres de la Biblia». Anteriormente vimos la historia de Abigail y la de Elisabet y ahora añadimos a Ester. Entérate de los detalles allí en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com.
Bueno, hoy Nancy te ayudó a ver un «Un drama celestial». En el programa de mañana, ella te hablará acerca de tu rol en una historia grandiosa.
Nancy: Puedes sentirte como un simple peón moviéndote en un tablero de ajedrez. Pero nunca subestimes el poder de Dios. Nunca subestimes el significado y el impacto potencial de tu fe, de tus oraciones, de tu fidelidad, de tu obediencia. El poder de influencia de una mujer: una Ester, una María, una Sara, una Rut, una Débora, que está llena del Espíritu Santo de Dios y dice: «Sí, Señor, estoy disponible para llevar a cabo tus propósitos». No pienses que tu vida no puede hacer la diferencia.
Annamarie: Escucha más acerca de esto en tu próximo programa de Aviva Nuestros Corazones.
Llamándote a libertad, plenitud y abundancia en Cristo, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de la Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
Me Rindo a Ti, Jonathan & Sarah Jerez ℗ 2016 Aviva Nuestros Corazones.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Disponible ahora por una donación
Recursos del Episodio
Libro de estudio, «Ester: Confiando en el plan de Dios»
Únete a la conversación