Trabaja en el poder del Espíritu Santo, día 5
Débora: Cuando te encuentras con una mujer que está en una situación verdaderamente difícil, necesitas una cosa: una Biblia.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Quiero decirte que cuando estás armada y equipada con este Libro, con la Biblia, y permaneces en él, tienes lo que se necesita para ayudar, servir, enseñar, entrenar, discipular, guiar y aconsejar a las mujeres en los caminos de Dios; para guiarlas a Jesús y ayudarlas a crecer en su fe, para ayudarlas a ser cada vez más como Jesús, espiritualmente maduras.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 14 de agosto de 2024.
Nancy ha estado mostrando lo que significa para nosotras, las que conocemos al Señor, invertir en las vidas de otras mujeres que necesitan conocerlo más. También nos ha mostrado por qué es crucial hacerlo en el poder del Espíritu Santo. Si te perdiste …
Débora: Cuando te encuentras con una mujer que está en una situación verdaderamente difícil, necesitas una cosa: una Biblia.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Quiero decirte que cuando estás armada y equipada con este Libro, con la Biblia, y permaneces en él, tienes lo que se necesita para ayudar, servir, enseñar, entrenar, discipular, guiar y aconsejar a las mujeres en los caminos de Dios; para guiarlas a Jesús y ayudarlas a crecer en su fe, para ayudarlas a ser cada vez más como Jesús, espiritualmente maduras.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 14 de agosto de 2024.
Nancy ha estado mostrando lo que significa para nosotras, las que conocemos al Señor, invertir en las vidas de otras mujeres que necesitan conocerlo más. También nos ha mostrado por qué es crucial hacerlo en el poder del Espíritu Santo. Si te perdiste cualquiera de los episodios anteriores, escúchalo a través de nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com.
Hasta ahora, a lo largo de esta serie, hemos escuchado una gran cantidad de información acerca de cómo compartir de la Palabra de Dios con otras mujeres. Pero no basta solo con oír estas verdades, ¡es necesario ponerlas en práctica!
Escuchemos a Nancy.
Nancy: Quiero darte una encomienda. Quiero aprovechar todo lo que se ha dicho, todo lo que se ha compartido, y presentarlo como un encargo, una encomienda. Yo no tenía este mensaje listo antes de llegar a esta conferencia. He estado escuchando, procesando y percibiendo todo lo que el Señor ha estado haciendo, y tengo la sensación de que debo no solo darte el permiso, no solo darte el estímulo, no solo las herramientas, sino darte una orden, un mandato, un encargo, una encomienda de hacer lo que Dios nos ha llamado a hacer como mujeres que enseñan a mujeres.
Y el pasaje que vino a mi corazón en estos últimos días, al pensar en esta sesión, se encuentra en 2 Timoteo. Vamos a tomar un momento y vamos a leer una parte de esta corta epístola. Me imagino que estás consciente, de que esta carta fue escrita por Pablo; no por Timoteo. Fue escrita por el apóstol Pablo, poco antes de su martirio, poco antes de su muerte, y posiblemente, solo unas semanas antes de que Pablo dejara su ministerio aquí en la tierra para estar con quien él amaba.
Mientras él escribía esta carta, él estaba encadenado en un frío calabozo, pensando en su hijo, su amigo Timoteo, su compañero terrenal más cercano, su hijo en la fe. Ellos habían estado juntos mucho tiempo, pero también habían estado separados por mucho tiempo, aun así, se mantenían en contacto el uno con el otro.
Timoteo era el hombre más joven en la vida de Pablo. Se había convertido en el pastor de la iglesia en Éfeso, y Pablo sabía que iban a atravesar tiempos muy difíciles como cuerpo de Cristo, como cuerpo de creyentes; y quería preparar a su hijo en la fe para lo que vendría, para lo que debía esperar, lo que sería estar haciendo la obra del ministerio en un momento tan difícil como ese. Y quería ayudar a su hijo en la fe a saber cómo hacer frente a las dificultades, ya que iba a ser difícil. Ya era difícil.
Y en ese momento Timoteo tenía la ayuda de Pablo, pero ¿qué pasaría cuando Pablo no estuviera? ¿Qué haría Timoteo? ¿Permanecería fiel? ¿Perseveraría? Y Pablo estaba preocupado por esto.
Yo no soy Pablo, pero me identifico un poco con esa misma preocupación, al pensar en el tiempo en que hemos estado juntas en la Palabra y el momento de separarnos. Y mi preocupación, mi celo santo es que ustedes continúen en las cosas que Dios les ha mostrado, a sabiendas de que lo que les espera al regresar puede ser difícil. Es difícil hacer la obra del ministerio. Es un trabajo bueno, pero es un trabajo duro.
Pero también sabiendo que habrá oposición. Que habrá oposición interna y oposición externa. Estamos viviendo tiempos cada vez más difíciles en nuestro mundo, en este país, y en nuestra cultura. Nos va a empezar a costar ser mujeres de la Palabra, mujeres que aman la Palabra de Dios; que viven la Palabra de Dios; que enseñan la Palabra de Dios.
Y por eso quiero animarlas. Creo que esto es lo que Pablo tenía en mente al pensar en su hijo en la fe. ¿Cómo puedo animarlo a continuar la obra del ministerio? Ese era el pensamiento de Pablo: cuando ya yo no esté más aquí...
Así que él escribe estas palabras. Quiero que me acompañes mientras leo, comenzando en el capítulo 3. De hecho, voy a leer todo el capítulo 3 y los primeros ocho versículos del capítulo 4. Vamos a rasgar la superficie de este pasaje en unos minutos y solo quiero hacer algunos comentarios que creo pueden ser alentadores.
Acompáñame a leer la Palabra del Señor:
«Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; teniendo apariencia de piedad» (2 Tim. 3: 1-5).
Realmente no suena piadoso, ¿verdad? Pero él dice que tendrán apariencia de piedad, pero lo que acabo de describir es la verdadera condición de sus corazones. Ellos niegan el poder de la piedad.
«A los tales, evita. Porque entre ellos están los que se meten en las casas y llevan cautivas a mujercillas (mujeres débiles) cargadas de pecados, llevadas por diversas pasiones, siempre aprendiendo, pero que nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad. Y así como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, de la misma manera estos también se oponen a la verdad; hombres de mente depravada, reprobados en lo que respecta a la fe. Pero no progresarán más, pues su insensatez será manifiesta a todos, como también sucedió con la de aquellos dos.
Pero tú has seguido mi enseñanza, conducta, propósito, fe, paciencia, amor, perseverancia, persecuciones, sufrimientos, como los que me acaecieron en Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Y de todas ellas me libró el Señor. Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús…» (2 Tim. 3:5-12).
¿Cuántas de ustedes dirían que desean vivir una vida piadosa en Cristo Jesús? ¿No estás segura de que quieres levantar tu mano? Todas las que lo desean, y estoy feliz de que lo hagan, déjenme decirles lo que dice la Palabra de Dios:
«Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos. Pero los hombres malos e impostores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Tú, sin embargo, persiste en las cosas que has aprendido y de las cuales te convenciste, sabiendo de quiénes las has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.
Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino: Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción. Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos. Pero tú, sé sobrio en todas las cosas, sufre penalidades, haz el trabajo de un evangelista, cumple tu ministerio. Porque yo ya estoy para ser derramado como una ofrenda de libación, y el tiempo de mi partida ha llegado. He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida» (3:12-4: 8).
Que Dios bendiga la lectura de su Santa Palabra y la avive en nuestros corazones. En el nombre de Jesús, amén.
Vamos a empezar en el capítulo 3, versículo 1: «Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles». Pablo le está diciendo a su protegido en la fe, «no te sorprendas por las dificultades. No te sorprendas por las complicaciones. Entiende esto: Van a suceder. Las cosas no van a ser fáciles. No han sido fáciles hasta ahora, y no se pondrán más fáciles».
Luego describe en los versículos del 2 al 5, a estas personas que serán características del espíritu de la época con todos estos términos: «amadores de sí mismos, avaros, sin amor, calumniadores, traidores, desenfrenados, soberbios, amadores de los placeres».
¿No te suena esto como lo que encontramos en nuestros días? Todo lo que es contrario a Dios. Todo lo que es contrario a la verdad, a la belleza, a la bondad. Y Pablo le está diciendo a su hijo en la fe: «Estos son días en los que necesitas discernimiento. Necesitas coraje. Necesitas fe. Necesitas perseverancia. Necesitas el poder para permanecer. Necesitas que el Espíritu Santo de Dios te dé el poder para funcionar, para servir, no solo para sobrevivir sino para prosperar en una época como esta».
Luego dice en el versículo 6, dice: «Porque entre estos (los que encajan en toda esta descripción de los últimos días), entre ellos están los que...», y ahora comienza a hablar acerca de los falsos maestros, toda una categoría en el Nuevo Testamento, al igual que en el Antiguo, pero aquí los describe de una manera inusual, dice: «Porque entre ellos están los que se meten en las casas y llevan cautivas a mujercillas (mujeres débiles) cargadas de pecados, llevadas por diversas pasiones, siempre aprendiendo, pero que nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad».
Mi querida amiga Mary Kassian hizo una increíble exposición de estos dos versículos en la conferencia Mujer Verdadera 14. Si no la has oído, ve a nuestro sitio web, búscala y escúchala. Fue impresionante, poderosa. Permíteme hacer algunos comentarios al respecto.
A medida que lees esta descripción de lo que ocurre con estas mujeres, me inclino a decir que: «Hemos visto esto antes en alguna parte». ¿Dónde ocurrió esto por primera vez, cuando una mujer débil fue arrastrada por diversas pasiones, quedó atrapada? En el Jardín del Edén, donde vemos por primera vez a una mujer, en la mira del engaño, ingenua, atrapada, atraída al tipo de enseñanza, desde ese entonces hasta ahora, que alimenta las pasiones pecaminosas de las mujeres y las desvía del camino correcto.
Y estas son las mujeres a las que les gusta aprender. Quieren que se les enseñe, pero no saben discernir entre lo que están aprendiendo de los falsos maestros y de los maestros bíblicos. Se desvían de la verdad. Están ansiosas por aprender cosas nuevas, siempre aprendiendo, pero nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.
Y solo pienso en cómo las mujeres en nuestros días son tan vulnerables, tan fácilmente desviadas, sumergidas en toda clase de libros, películas, series de televisión, y cosas que son populares incluso entre las mujeres cristianas. Nunca deja de sorprenderme.
Ahora, no me sorprende que las mujeres que no conocen a Jesús no conozcan la verdad y no tengan ninguna sabiduría. Son necias, de acuerdo a lo que dice la Palabra de Dios, y son arrastradas hacia esas cosas. Así están hechas. Eso es lo que son. Son hijos e hijas de Adán; es oscuridad.
Pero para los hijos de Dios, los hijos de Cristo que profesan conocer, amar y creer este Libro, la Biblia, que sean arrastrados por este tipo de tendencias culturales, es sorprendente para mí. Creo que todo se remonta al analfabetismo bíblico. Realmente no conocen la Palabra de Dios. Incluso, algunas de ellas, que conocen algunas verdades acerca de la Palabra de Dios, no conectan los puntos y no ven cómo esto es diferente de aquello, y lo peligroso que es, si no se alinea con lo que dice la Biblia.
Piensa en algunos de estos reality shows de hoy en día, donde la gente encuentra humor en lo que es perverso; programas que se burlan del matrimonio monógamo; que celebran la promiscuidad sexual, los matrimonios disfuncionales, la confusión de género y la indulgencia egoísta. Programas y libros que le ponen una cara positiva a lo que Dios llama maldad, oscuridad y necedad.
Y hay una gran cantidad de mujeres que se hacen llamar cristianas que aman estas cosas. Se sacian de esas cosas. Se embriagan de estos programas de televisión. No es de extrañar, si son hijas de Dios, y solo Dios sabe. Escucha, si tu mayor deseo es por las cosas de este mundo, cosas de la oscuridad, las cosas del maligno, entonces no es de extrañar que te cuestiones si en realidad eres una hija de la luz. Si eres hija de Dios, vas a tener deseo y hambre por las cosas de Dios.
Ahora, quieres que esa hambre crezca. No es siempre lo que quisieras que fuera, pero vas a tener un corazón que es atraído hacia ella, no un corazón que como un imán, es atraído hacia las cosas de este mundo.
Pero no es de extrañar que muchas de estas mujeres tengan tan poca hambre de la Palabra y tan poca evidencia de gracia y fruto espiritual en sus vidas, porque tienen este apetito constante por las enseñanzas y el entretenimiento contrario a la Palabra de Dios.
Y, por cierto, no es solo el entretenimiento secular. Puedes entrar en casi cualquier librería cristiana hoy en día, y tristemente, encontrar enseñanza. Puedes encender la televisión cristiana y encontrar enseñanza y los maestros son populares. Llenan centros de convenciones, enseñan cosas que son contrarias a la Palabra de Dios. Tienen apariencia de piedad, pero no son verdadaderos. Tenemos que aprender a discernir.
Hay enseñanza hoy que es. . .y odio tener que elegir una sola cosa porque hay tantas, pero pienso en algunos movimientos de hipergracia, por ejemplo, de nuestros días. Ahora, la gracia es algo increíble. No podemos decir o hacer demasiado acerca de lo que es la gracia, pero hoy hay una enseñanza sobre la gracia que hace del pecado algo tan pequeño. Minimiza el pecado. Y la gracia no es tan valiosa y preciosa si no has experimentado lo que es estar bajo la ley y darte cuenta de que no puedes guardar la ley de Dios; que eres transgresor de la ley; y si separas la gracia del verdadero entendimiento de la ley, entonces la gracia es barata. ¡Y la gracia verdadera nunca es barata!
Así que, en esta área y en muchas otras, hay falsas enseñanzas. Y las mujeres están quedando atrapadas. Están siendo desviadas por estas enseñanzas.
Recuerdo una mujer que vino a mí. . . voy a nombrar esto, porque Pablo de hecho lo hace en este pasaje, mencionando nombres. Cuando leí el libro «La Cabaña», salió por primera vez hace años, era muy popular. Recuerdo que esta mujer vino a mí y me dijo que su hijo había estado leyendo este libro y que había tenido un tipo de avivamiento espiritual a medida que lo leía, porque era la primera vez que había experimentado realmente el amor de Dios.
Y entonces ella me dijo: «¿Sabes?, cuando leí ese libro, tuve que suprimir, suspender por un momento mi sentido de la doctrina, porque tengo que admitir que realmente me dio una experiencia del amor de Dios que nunca había conocido antes».
Bueno... y estoy pensando, ¿qué hay de malo con esto que ella me acaba de describir? Yo quiero que las personas conozcan el amor de Dios. Y también digo que si las que estamos enseñando la Palabra de Dios no lo hacemos de una manera que la gente llegue a experimentar el amor de Dios, hay algo malo en nuestra enseñanza.
Pero digo que, si tienes que suspender tu sentido de la doctrina y de la verdad, entonces estás leyendo libros equivocados. No es la verdad. Es peligroso y engañoso.
Hemos tenido este Libro (la Biblia), ¿por cuántos años? ¿Milenios? Y si no puedes conocer el amor de Dios en este Libro, entonces, lo que estás obteniendo de algún otro libro creyendo que es el amor de Dios, probablemente no sea la verdad del amor de Dios. Es falso, y atrapa a las mujeres débiles, y alimenta sus patrones pecaminosos y carnales. Las desvía, las arrastra por el mal camino.
Pablo dijo que estos son los días en los que estamos viviendo. Él comparó esto, en el versículo 8, dijo: «Y así como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, de la misma manera estos también se oponen a la verdad; hombres de mente depravada, reprobados en lo que respecta a la fe».
Pablo de hecho los llama por su nombre. Yo no hago eso muy a menudo. Lo que acabo de hacer, rara vez lo hago. Rara vez menciono el título de un libro. Por un lado, porque cuando viene a salir al aire son cosa del pasado. Ahora bien, hay algunos libros de los cuales debes ser advertida hoy.
Pero no quiero que digas: «¿Cuál es la lista de libros prohibidos de Nancy?» No te voy a decir. Tienes que estar tan familiarizada tú con la Palabra de Dios que cada vez que aparezca algo falso, puedas detectarlo, conocerlo, y estar alerta.
Y no pretendo que causemos un alboroto... Mi trabajo no es maldecir la oscuridad. Es encender la vela de la verdad. Pero hay momentos en los que necesitamos advertir a aquellas que estamos aconsejando, discipulando o ministrando, de estas nuevas tendencias o enseñanzas, y que corren como pólvora. Pasan a través de algunas de nuestras iglesias. Y es por eso que a los ancianos en las iglesias se les ha dado la responsabilidad de pastorear y proteger al rebaño de las enseñanzas de estos lobos salvajes.
Les he dicho a pastores con los que he hablado con el paso de los años: «¿Está consciente de que la mayoría de que la mayoría de las mujeres en su iglesia probablemente están siendo más discipuladas por Oprah que por su predicación?» Porque ellas están escuchando a Oprah todos los días de la semana, y lo están escuchando a usted durante veintiocho minutos una vez a la semana, si es que están escuchando.
Así que debes ser capaz de ayudar a las mujeres a las que estás ministrando, a discernir y a aprender. Estas personas que se oponen a la verdad tienen mentes corrompidas y depravadas. Están descalificadas, son rechazadas, están reprobadas en cuanto a la verdad. No se dejen engañar por ellas.
Ahora, con la misma frecuencia con la que decimos esto, debemos decir: «Aquí está la verdad». Vamos a estudiarla, a sumergirnos en ella y ella en nosotras, para convertirnos en mujeres que podamos discernir.
Y me encanta lo que Pablo dice en el versículo 9: «Pero no progresarán». A veces parece como si estuvieran llegando muy lejos porque sus libros se venden por millones. Pero Pablo dice que, a largo plazo: «no progresarán más, pues su insensatez será manifiesta a todos, como también sucedió con la de aquellos dos».
Déjenme decirles, mujeres, la verdad es mucho más poderosa que cualquier cosa o cualquier persona que pudiera oponerse a ella. Me juego la vida por eso. Estamos nadando contra la corriente en la actualidad. Las cosas que estamos enseñando a las mujeres, parecería que están pasadas de moda, que son irrelevantes, falsas. Y debemos mantenemos en el rumbo diciendo: «La verdad es más poderosa que el engaño. La luz es más potente que la oscuridad».
Al final, la verdad prevalecerá, y la mentira y los que la promueven serán expuestos y traídos a su fin. Los que luchan por la fe, por la verdad de la Palabra de Dios y por el evangelio. . . La gente puede hacerte sentir como si fueras una de esos «evangélicos ignorantes». No seas desagradable ni sarcástica. Sigue sonriendo, sé dulce, sé amable pero aférrate a la verdad, porque aquellos que contienden por la fe y la verdad, van a prevalecer sobre que los que promueven las falsas enseñanzas. Estás del lado ganador si estás en la Biblia, en este Libro y este Libro está en ti.
Y así que Pablo le dice a Timoteo: «Debes saber que estos tiempos difíciles están llegando. Van a empeorar. Serán más difíciles. Habrá oposición. Dentro de la iglesia, habrá falsos maestros que están promoviendo cosas que llevan a las mujeres por mal camino, así como también a los hombres».
Entonces, ¿qué debemos hacer en estos momentos? Bueno, ve conmigo al versículo 14: «Tú, sin embargo...». Todas estas personas están haciendo estas cosas. Y Pablo no dice: «Desarrolla el ministerio derribando, destruyendo y exponiendo a los falsos maestros». Hay un tiempo y un lugar para eso, pero aquí está el consejo básico que él da, la exhortación: Sin embargo, tú, hijo mío, Timoteo, ustedes, mujeres que viven en este mundo y que tienen que lidiar con problemas como estos, «persiste en las cosas que has aprendido y de las cuales te convenciste».
No hay nada asombroso acerca de este consejo. Es como, ¿eso es todo lo que tienes que decir? ¿Permanece en este Libro? Sí. Eso es. «Sabiendo de quiénes las has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras».
Me encanta esto porque he vivido en este Libro desde que aprendí a leer. ¡Me encanta! Lo he leído de principio a fin, no sé, tal vez cientos de veces. No quiero decir un número, porque no estoy segura, pero son muchas. Me encanta, me encanta estudiarlo, quiero estudiarlo hasta mi último aliento cuando vea a Jesús y Él me explique todas las cosas que nunca pude llegar a entender. ¡Me encanta!
Pero a veces comienzas a sentir como que no es suficiente para tratar con las mujeres con las que estás trabajando, mujeres que tienen tantas cargas, tantos dolores, tantas heridas, tantos problemas. Y te sientes, así como: «Si realmente voy a ayudar a estas mujeres, debería tener algo así como, un título en esto o en aquello o enviarlas a este o a aquel profesional».
No estoy diciendo que no existan aquellos que pueden ser útiles y que han estudiado algunas disciplinas y áreas y que tienen la sabiduría para ayudar a las personas de una manera que yo no puedo. Pero quiero decirte esto, cuando estás armada y equipada con la Biblia, con este Libro y continúas en Él, tienes lo que se necesita para ayudar, para servir, para enseñar, entrenar, para discipular, guiar; para aconsejar a las mujeres en los caminos de Dios, para llevarlas a Jesús y ayudarlas a crecer en su fe, para ayudarlas a ser como Jesús, espiritualmente maduras.
«Las sagradas Escrituras que has aprendido desde tu niñez». Pablo le dice: «Permanece en esas Escrituras. Las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús». Y luego él habla de que «toda la Escritura es inspirada por Dios». Cuando este Libro habla, Dios habla. ¿Tienes un sentido de reverencia y asombro por lo que tenemos en este Libro?
Es precioso, da vida, es inspirado por Dios, y Él sopla aliento en nosotras, y es provechoso completamente. Cada una de sus páginas, cada palabra, cada partícula de ella. Es preciosa, es poderosa. Es útil para todo lo que necesitamos, para prepararnos, para hacernos completas, maduras y equiparnos para toda buena obra.
Débora: Ciertamente, estamos en una batalla entre la luz y la oscuridad. ¿Estás tú del lado del vencedor? ¿Estás familiarizada con la verdad de la Palabra de Dios? Para buscar recursos que te ayuden en tu lectura diaria de la Biblia y a enfrentar dificultades en la vida, te invito a visitarnos en AvivaNuestrosCorazones.com. Allí tenemos diversos planes de lectura para ti, incluyendo el Reto Mujer Verdadera 365 Cronológico, y muchos otros recursos que creo que te ayudarán a profundizar en su contenido y hacerlo parte de tu vida.
Recursos como estos han tenido un gran impacto en las vidas de muchas mujeres alrededor del mundo.
¿Has notado cambios masivos en las normas sociales y en el sentido de moralidad en nuestros días? Ante ello, ¿has deseado darte por vencida?
En nuestro próximo episodio, Nancy te recordará por qué este es el tiempo de tener esperanza. Te esperamos aquí, en Aviva Nuestros Corazones.
Viviendo en dependencia del Espíritu Santo, juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.
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