A solas con Dios
Annamarie Sauter: ¿Anhelas crecer en tu caminar con Cristo? Hoy nos acompaña el Pastor Bobby Moore.
Bobby Moore: Quiero que por favor me escuches atentamente. No puedes ser un cristiano que crece cada día en su caminar con Cristo si descuidas tu vida de devoción personal. Es ahí donde vas a crecer. Nuestras iglesias están llenas de cristianos inmaduros o bebés cristianos que nunca han crecido porque no emplean ningún tiempo personal con Dios.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
La porción de la Escritura para hoy es Salmos 51 al 56.
Nos encontramos en la semana número doce del estudio titulado, «En busca de Dios». Esta semana nos estamos enfocando en el tema «Una vida personal de devoción». En semanas anteriores hemos hablado sobre el perdón, la pureza sexual, la vida llena del Espíritu, entre otros. Si …
Annamarie Sauter: ¿Anhelas crecer en tu caminar con Cristo? Hoy nos acompaña el Pastor Bobby Moore.
Bobby Moore: Quiero que por favor me escuches atentamente. No puedes ser un cristiano que crece cada día en su caminar con Cristo si descuidas tu vida de devoción personal. Es ahí donde vas a crecer. Nuestras iglesias están llenas de cristianos inmaduros o bebés cristianos que nunca han crecido porque no emplean ningún tiempo personal con Dios.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
La porción de la Escritura para hoy es Salmos 51 al 56.
Nos encontramos en la semana número doce del estudio titulado, «En busca de Dios». Esta semana nos estamos enfocando en el tema «Una vida personal de devoción». En semanas anteriores hemos hablado sobre el perdón, la pureza sexual, la vida llena del Espíritu, entre otros. Si no escuchaste esos programas, encuéntralos —tanto el audio como las transcripciones— en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com.
Aquí está Nancy.
Nancy DeMoss Wolgemuth: A medida que nos acercamos al final de esta serie de doce semanas, nos encontramos hablando acerca de la importancia de tener una vida personal de oración, lo cual considero que es una de las claves esenciales para mantenernos experimentando avivamiento en nuestras vidas.
Mi padre ha estado con el Señor cerca de 30 años, pero si me preguntaran, «¿cuál es la enseñanza particular más importante que tu padre te transmitió en lo relacionado a la vida cristiana?» Tendría que decir que fue el énfasis que hizo en el tema de encontrarnos con el Señor cada mañana, como lo primero que hagamos cada día, a través de un tiempo de devoción.
Él practicaba eso. Él era un buen ejemplo de cómo hacerlo y realmente nos motivaba, a medida que íbamos creciendo nos invitaba a hacer de esto una práctica en nuestras vidas. A través de los años hice de esto un hábito en mi vida, pero ha habido momentos cuando me he encontrado muy ocupada con las demandas de mi agenda, y empezaba a resbalarme en términos de realmente disponer o de apartar ese tiempo especial con Dios.
El Señor ha utilizado muchos hermanos en mi vida para reforzar este mensaje que escuché de mi padre a medida que yo crecía. En este programa y en el próximo, quiero que escuches de parte de dos de los hombres que han impactado mi vida en lo referente a este tema de una vida de devoción.
En nuestra próxima entrega estaremos escuchando la conversación sostenida con el Dr. Henry Blackaby. Hoy quiero compartir con ustedes una porción del mensaje del Pastor Bobby Moore.
Bobby y su esposa, Joyce, han sido mis amigos por muchos, muchos años. Por muchos años Bobby fue el pastor de la Iglesia Bautista Broadway en la ciudad de Olive Branch, Mississippi.
A través de los años Dios ha utilizado a este humilde y gozoso siervo de Dios para tocar mi vida de muchas maneras, pero ninguna de ellas de una manera tan significativa como lo ha sido con este tema de una vida personal de oración. Así que vamos a escuchar lo que el Pastor Bobby Moore compartirá con nosotros acerca de la prioridad y la práctica de una vida personal de oración.
Bobby: He tenido el gozo de caminar con Dios desde mi niñez. He sido bendecido al haber crecido en un hogar cristiano, haber recibido 14 años de educación cristiana, y haberme sentado frente a algunos de los mejores maestros bíblicos de nuestra generación.
Pero he llegado a convencerme de que es absolutamente imposible que yo pueda cultivar una relación íntima con Dios o que me convierta en la persona que Dios quiere que sea, si no paso tiempo con Él diariamente.
Cada creyente debe entender que no tenemos poder en nosotros mismos para mantener nuestras vidas espirituales. Cada creyente necesita recibir cada día nueva gracia del cielo a través de cultivar una relación cercana con nuestro Señor Jesús. Esto no puede obtenerse a través de una oración precipitada o por medio de una lectura superficial de unos cuantos versículos de la Palabra de Dios.
Debes tomar tiempo deliberadamente para venir a la quietud de la presencia de Dios; para estar en Su presencia y allí reconocer tus debilidades y necesidades, y esperar en Dios por Su Santo Espíritu y así poder ser renovados. Solo entonces podrás esperar ser guardado por el poder de Cristo a lo largo de todo el día; guardado de todas tus tentaciones.
¿Sabes algo?, muchas personas ni siquiera saben lo que significa una vida personal de oración. ¿En qué consiste la vida personal de oración?
Primero, es un momento diario que aparto para desarrollar una profunda, creciente y fresca relación con Dios.
También es un tiempo para celebrar en oración quién es Dios y quién soy yo en Cristo. El momento de oración personal es un tiempo en el cual estás a solas con Dios y celebras lo grande que es Dios y entonces adoras a Dios y celebras la persona que eres en Cristo.
Lo tercero que aprendemos es que la vida personal de oración es un momento en el cual yo me conecto y me comunico con Dios. Si perseveras, si te conectas con Dios, estarás disfrutando de verdadera comunión con Él; una vida de devoción personal.
Las cosas más significativas que Dios ha hecho en mi vida no han sido a través de las prédicas, sino a través de mi tiempo personal con Él, cuando he estado a solas con Dios y Él habla a mi corazón. No traté de duplicar la vida de otra persona o tomar el versículo que otra persona ha tomado de las Escrituras. Solo me encuentro con Dios y me conecto con Él.
En cuarto lugar, es un tiempo para escuchar el consejo de Dios. «Señor, ¿qué quieres que yo haga hoy? ¿Cuál es Tu agenda para mi vida hoy? Date cuenta, si no haces esto, simplemente estarás arrancando el día con tu propia agenda.
La vida de devoción personal es un tiempo en el que reitero mi compromiso. Es un tiempo de dedicación, cuando me dedico por completo a Dios; cuando voy al altar; cuando digo, «Dios, pertenezco a Ti. Te doy lo que soy, todo lo que soy y todo lo que tengo». Es un tiempo de dedicación.
Hay algo más: La vida personal de oración también es un tiempo en el que escribo acerca de algo o llevo alguna crónica sobre mi relación personal con Dios y sobre lo que Dios está haciendo en mi vida. No sé si tú llevas un diario o no. Por mucho tiempo yo no lo llevaba.
He tenido muchos libros en mi biblioteca, pero los mejores libros que tengo representan cerca de 24 o 25 años de diarios, en donde he dejado plasmado lo que Dios me ha dicho y lo que yo le he dicho a Dios.
Miro atrás y observo todo eso, y todo eso me desafía y me refresca y me da mayor confianza en Dios. Sé que lo que Dios hizo en el pasado lo puede hacer en el presente. Necesitas hacer eso. Eso es parte de la vida de devoción personal, y debes poder llegar a hacerlo.
Hay algo más que Dios me está enseñando: La vida de devoción personal es un tiempo en el cual me visto con la armadura de Dios. En Efesios 6, podrás recordar cómo Pablo hablaba acerca de ponernos la armadura de Dios. Necesitamos tomar todas esas piezas cada día, y antes de salir a enfrentar el mundo, debemos vestirnos apropiadamente.
Efesios 6:10-18, nos dice cómo debemos vestirnos. Nos dice qué debemos ponernos. Algunos de nosotros debemos quitarnos algunas cosas antes de ponernos algunas piezas. Eso lo encontramos en el tercer capítulo de Colosenses.
Hay algo más que Dios me está enseñando: La vida de devoción personal es un tiempo de oración e intercesión. No es solo un momento de leer la Palabra de Dios; no es solamente un tiempo de escribir lo que Dios te ha venido enseñando; sino que también es un tiempo de oración y un tiempo de intercesión.
Quiero que tomes tu Biblia y leas Lucas, capítulo 10, empezando en el versículo 38.
«Mientras iban ellos de camino, Él entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Y ella tenía una hermana llamada María, quien también se sentó a los pies del Señor y escuchó Su Palabra. Pero Marta estaba envuelta en servir, y vino a Jesús, y dijo, Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo el Señor, le dijo: Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es necesaria: y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada» (vv. 38-42).
Quiero mostrarte varios puntos, el primero es este: quiero mostrarte aquí la importancia de tener una vida de devoción personal. Observemos lo que dice el versículo 42. Aquí Jesús habla y dice, «una cosa es necesaria», Jesús no dijo: «Servir es necesario», «predicar es necesario», «dar es necesario». Él dijo: «Una cosa es necesaria».
¿Qué estaba haciendo María? María estaba sentada a los pies de Dios y escuchaba Su Palabra. Luego, cuando leemos los versículos que le siguen al capítulo 10 de Lucas, y leemos los 13 primeros versículos del capítulo 11, vemos una de las secciones más maravillosas de la Biblia acerca de la oración.
De modo que la importancia de una vida de devoción personal es que es fundamental para todo lo demás. Y es que no podrás ser en público lo que no seas en privado frente a Dios. Es tan esencial que desarrolles esta vida personal de devoción y oración. Es el fundamento para todo lo demás en tu vida como creyente.
Jesús dijo: «Esto es necesario». «Esta es la única cosa que es necesaria». Por favor, nunca olvides esto. Permite que el Espíritu de Dios selle esa verdad en tu corazón hoy. Este es el aspecto más esencial y fundamental de tu vida cristiana: el tiempo que empleas a solas con Dios.
Hay un segundo punto acerca de la vida personal de oración. No es solo su importancia, miremos el versículo 42 nuevamente, y fijémonos en esta palabra, escogido. Dice: «María ha escogido la buena parte».
Aunque la vida de devoción personal es algo tan esencial e importante, para nosotros es una elección. Muchos cristianos escogen no tener una vida personal de oración. Cuando haces esa elección, has descuidado lo que Jesús dijo que era lo más importante en tu vida.
¿Crees que puedes caminar con Dios si descuidas la parte más importante de tu vida? No, no puedes.
De manera que, no solo es esto importante, sino que es una elección. Y permíteme decirte, es una elección que tienes que volver a hacer repetidas veces hasta que se convierta en un hábito en tu vida que solo vivas para tener esos momentos con Dios en ese tiempo de privacidad. Eso es lo que te ayuda a vivir. Eso es lo que te ayuda a sobreponerte a las pruebas, tentaciones, crisis y retos, y a todo lo demás.
Nota algo más sobre esto. No es solamente la parte más importante, no es solamente una elección que tienes que hacer en tu vida, sino que observa cuáles son los ingredientes de una vida de devoción personal. Hay tres aspectos que son mencionados en este pasaje.
El primer punto que notarás en el versículo 39, es que nos dice, «María se sentó a los pies de Jesús y escuchó Su Palabra». Es un cuadro de adoración. Solo mira el cuadro: ella está sentada a los pies de Jesús. Ella está humillada. Ella está adorando al Señor Jesucristo. Ella está amando al Señor Jesucristo. Ella está rindiendo culto a nuestro Señor Jesucristo. Ese es el primer ingrediente.
El segundo ingrediente es que ella se sentó a Sus pies y escuchó Su Palabra. Escuchando la Palabra de Dios, leyendo la Palabra de Dios, personalizando la Palabra de Dios. Tomar la Palabra de Dios para tu vida es un ingrediente vital en la vida de devoción personal.
Ella adoró a Jesús, y tomó la Palabra de Dios para su propia vida. Esto es tan importante, personalizar lo que Dios dice. No solamente hablar de ello, sino personalizarlo.
Permíteme decirte cómo personalizas esto. En la década de 1960 perdí mi voz. No podía predicar. No podía hablar. Asistí donde tres diferentes doctores, y todos ellos llegaban a la misma conclusión: tienes cáncer en la garganta y necesitas ser operado. No podemos prometerte que luego de la cirugía puedas volver a hablar de nuevo. Esto sucedió en los años 60.
Puedo confesarles que esta noticia me asustó bastante. El enemigo llenó mi vida de miedo. Él me atemorizó por completo –miedo de que no pudiese ser capaz de hablar de nuevo, un miedo de no poder proveer para mi esposa y mis hijos, miedo de no poder predicar de nuevo.
Entonces, un día Dios trajo a mí la lectura de 2 Timoteo 1:7: «Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio».
Me sometí a la cirugía en mi garganta y pueden darse cuenta de que puedo hablar. Aprendí algunas cosas maravillosas mientras atravesaba por esa experiencia de someterme a una cirugía, pero el punto más importante que aprendí fue cómo personalizar la Palabra de Dios.
No puedo decirles cuántas veces he acampado en 2 Timoteo 1:7. Cada vez que el enemigo viene a atemorizarme, cada vez que hay dolor en mi garganta, en lugar de llenarme de pánico yo puedo decir: «Dios, Tú no me has dado espíritu de temor, sino que me has dado un espíritu de amor y de poder y de dominio propio».
Quiero que sepas que yo he vivido en ese versículo. Vivo en ese versículo cada día. Tú deberías hacerlo tuyo e intentarlo. Verás cómo te ayudará; te lo garantizo. De eso se trata el personalizar la Palabra de Dios.
Verás, no es solo memorizarlo, es personalizarlo. Invierto mi vida en lo que Dios dice. «Dios, necesito esto. Soy temeroso». ¿Qué dijo David? «El día en que temo, yo en Ti confío» (Sal. 56:3).
Entonces, parte de la vida de devoción personal no tiene solo que ver con qué tanto yo lea las Escrituras, sino cómo personalizo la Palabra de Dios. María se sentó a los pies del Señor. Lo adoró. Ella personalizó Su Palabra. Ella abrió su corazón a Su Palabra y la tomó para ella.
El tercer ingrediente es la oración. Esto lo vemos en Lucas 11:1-13, y esto es una gran sección sobre la oración. Esto es lo que comprende la vida personal de oración.
Ahora, quiero que observes algo más en ese pasaje. No solamente su importancia, ni solamente que se trata de una elección, ni solo los ingredientes, sino que quiero que mires el corazón. El corazón de una vida de devoción personal lo encontramos en el versículo 39. María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba Su Palabra.
Tú dirás: «Bien, hermano Bobby, ¿cuál es corazón verdadero de una vida de devoción personal a Dios? Es escuchar lo que Dios tiene que decirte. Ese es el corazón de una vida personal de oración: escuchar lo que Dios tenga que decirte.
María escuchó lo que Dios le dijo a ella –no lo que Dios dijo a Marta o lo que dijo a Lázaro, sino lo que Dios le dijo a ella, y ese es el corazón de la vida personal de oración. «Dios, quiero que Tú me hables a mí».
Observemos el versículo 42: «…pero una sola cosa es necesaria…y María ha escogido la parte buena», y veamos la última frase: «la cual no le será quitada».
Lo que tú obtienes en tu vida personal de oración nunca te podrá ser arrebatado. Lo que Dios hace por ti personalmente en tu tiempo a solas con Él, nunca puede ser robado de tu vida. Muchas otras cosas pueden ser tomadas de tu vida, pero el tiempo que empleas a solas con Dios y cuando aplicas la Palabra de Dios en tu vida, nunca perderá el valor.
Te diré algo, esa es una gran promesa para mí. Esto nunca se nos puede quitar. Eso solo enfatiza la importancia de la vida de devoción personal.
Ahora, quiero darte dos o tres valores más de la vida personal de oración. Una vida personal de devoción es esencial para tu crecimiento espiritual. No puedes ser un cristiano que crece cada día espiritualmente, solo asistiendo a la iglesia y escuchando una prédica. No puedes hacerlo. No importa a quién estés escuchando predicar.
Pero permíteme decirte, tu vida personal de devoción es lo que te llevará a crecer espiritualmente. Es a donde vas a añadir musculatura y fortaleza a tu vida espiritual de manera que puedas crecer y mantenerte firme como cristiano.
Escucha lo que Dios nos dice en 2 Pedro 3:18: «Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo». En 1 Pedro 2:2, nos dice: «Desead, como niños recién nacidos, la leche pura de la Palabra, para que por ella crezcáis para salvación».
Cuando Pablo estaba hablando a los ancianos en Atenas, él dijo: «Y ahora…os encomiendo a Dios, y a la Palabra de Su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados» (Hech. 20:32).
Quiero que por favor me escuches atentamente. No puedes ser un cristiano que crece cada día en su caminar con Cristo si descuidas tu vida de devoción personal. Es ahí donde vas a crecer. Nuestras iglesias están llenas de cristianos inmaduros o bebés cristianos que nunca han crecido porque no emplean ningún tiempo personal con Dios. Sencillamente no tienen ese tiempo diariamente.
Escucha lo que Jesús dijo: «Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado» (Juan 15:13, paráfrasis). Escucha lo que dice en Efesios 5: «Maridos, amad a vuestras mujeres así como Cristo amó a la iglesia», y luego dice: «No solo quiero que las amen, sino que las purifiquen en el lavamiento del agua por la palabra» (vv. 25-28).
Entonces lo que sucede es esto: Cuando nos adentramos a la Palabra de Dios, se inicia un mecanismo de purificación en nuestras vidas. Y mientras más dejamos que la Palabra llene nuestras mentes, nuestros corazones y nuestras vidas, mayor será ese proceso de purificación.
Si descuidas la Palabra de Dios, no vas a ser limpio en tus pensamientos, y no pasará mucho tiempo antes de que lo que esté en tus pensamientos se refleje en la realidad de tu vida práctica. La vida personal de oración es esencial para la limpieza espiritual.
En los años 60, asistí a la Primera Iglesia Bautista en Tennessee, para escuchar la prédica de Stephen Olford. Esa mañana él predicó sobre lo que llamó «el tiempo de quietud». Aquél día, cuando predicó acerca de este tiempo de quietud, extendió una invitación a pasar al frente, algo que generalmente no hacían en aquella iglesia.
Como buen bautista que era, llegué y me senté en la parte de atrás. Cuando la invitación fue hecha, Dios verdaderamente golpeó mi corazón porque yo no tenía un tiempo personal de devoción. Yo era un predicador. Era un ganador de almas. Era responsable con mis diezmos. Era un esposo y padre de familia cristiano y vivía una vida limpia. Pero no tenía una vida de devoción personal.
Cuando él extendió aquella invitación, pasé al frente. El doctor Olford me colocó a un lado durante aproximadamente 30 minutos. Luego me llevó a un pequeño cuarto y me mostró cómo él llevaba su vida personal de oración.
Fui salvo a la edad de 19 años, y nunca tuve a nadie que hiciera esto. Había pasado del colegio al seminario, obtuve muchos diplomas y grados, pero no tenía una vida de devoción personal.
Quiero decirles, aparte de ser salvo y aparte de que Dios me dirigió hacia mi esposa, creo que ese día fue uno de los más significativos en mi vida, cuando hice el compromiso de decir: «Dios, voy a encontrarme contigo cada mañana».
Nancy: No creo que pueda olvidar el día que escuché al Pastor Bobby Moore por primera vez predicando el mensaje que acabamos de escuchar. Hace ya muchos años, un mes de agosto, y todo el equipo de nuestro ministerio se encontraba reunido en nuestra Semana Anual de Avivamiento.
En ese momento estaba envuelta en una gran producción, durante 18 meses previos. Mi agenda había enloquecido. Me encontraba viajando. Tenía constantes fechas de cierre de compromisos. Y empecé a hacer cortes en mi tiempo personal de oración y en mi caminar con el Señor.
A medida que escuchaba al Pastor Moore predicar este mensaje ese día, fue como si mi corazón hubiese sido azotado. Pude recibir una profunda convicción. Dios me encontró y me llevó a un lugar de arrepentimiento y me regresó a mi primer amor por Jesucristo.
Sabía que necesitaba hacer grandes cambios en mi agenda, que necesitaba empezar a disponer de ese tiempo como la primera cosa en el día para encontrarme con Dios, sin importar qué otra cosa tuviera que hacer ese día.
Le doy muchas gracias a Dios por Su misericordia y Su gracia, y le doy gracias a Dios por usar al Pastor Bobby Moore y este mensaje que trajo a mi propio corazón un avivamiento fresco y restauración.
Annamarie: ¿Ya tomaste un tiempo hoy para buscar a Dios en Su Palabra y en oración?
Un legado que quisiéramos dejarle a cada oyente y a la próxima generación aquí en Aviva Nuestros Corazones, es el hábito de tener un encuentro diario con Jesús a través de Su Palabra y la oración. Esta es la razón por la que lanzamos el reto Mujer Verdadera 365. Es el plan de lectura que juntas estamos siguiendo este año 2020. Si no has estado siguiendo un plan de lectura y quieres unirte, descarga el PDF con las lecturas diarias en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com. Allí también te puedes suscribir para recibir devocionales diarios relacionados a la lectura del día.
¿Cómo podemos tener una vida de devoción consistente? Mañana, Nancy hablará con Henry Blackaby acerca de esto. Te esperamos aquí para esa conversación.
Buscando a Dios juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de la Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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Recursos del Episodio
En busca de Dios | Semana 11
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