Intencionales en el matrimonio
Débora: Kim Wagner dice que el nido vacío puede ser una etapa emocionante de la vida.
Kim Wagner: Estos días son como una gran aventura para ser capaz de ser fructífera para el Señor. Estoy tan contenta, no importa lo que Él tenga, todo es con la finalidad de ser fructífera. Eso es lo que deseamos ser «hasta el último aliento».
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy 5 de junio de 2024.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Estoy disfrutando mucho esta conversación con mis amigas Kim Wagner, Holly Elliff y Rebecca Lutzer. Estamos hablando acerca de algunas de las bendiciones y los desafíos de la mediana edad, la etapa de la vida del nido vacío… el hecho de que las etapas de la vida cambian. Parece como si solo parpadearas, y ya estás en otra etapa de la vida. El …
Débora: Kim Wagner dice que el nido vacío puede ser una etapa emocionante de la vida.
Kim Wagner: Estos días son como una gran aventura para ser capaz de ser fructífera para el Señor. Estoy tan contenta, no importa lo que Él tenga, todo es con la finalidad de ser fructífera. Eso es lo que deseamos ser «hasta el último aliento».
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy 5 de junio de 2024.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Estoy disfrutando mucho esta conversación con mis amigas Kim Wagner, Holly Elliff y Rebecca Lutzer. Estamos hablando acerca de algunas de las bendiciones y los desafíos de la mediana edad, la etapa de la vida del nido vacío… el hecho de que las etapas de la vida cambian. Parece como si solo parpadearas, y ya estás en otra etapa de la vida. El tiempo pasa tan rápidamente. Así que si estás pensando: «yo no estoy en esa etapa de la vida», no pasará mucho tiempo antes de que estés en ella. Es tan bueno poder preparar nuestros corazones para lo que Dios tiene por delante para nosotras.
Débora: Así es Nancy, estoy totalmente de acuerdo contigo. Y ayer escuchamos la primera parte de la conversación, como parte de una serie que se titula, «Floreciendo en el nido vacío». Escuchemos un breve resumen antes de continuar.
Kim: Yo amo salir con mis hijos adultos y ahora con sus hijos, me encanta. Es tan divertido poder observar a mi hija, es como si yo me estuviera viendo en ella. Ella dirá, «mamá mi instinto de madre me viene naturalmente, y de repente te escucho en mi cabeza diciéndome las cosas que yo estoy diciendo». Y solo el hecho de poder observar eso es una bendición para mí, ahora tengo la oportunidad de poder dedicarle tiempo a estos pequeños y es pura diversión. ¡Me encanta!
Rebecca Lutzer: Me encanta ir a las casas de mis hijas, ellas esperan que hagas las cosas, quieren que estés allí y quieren que las ayudes. Te preguntan de manera muy sutil pero tú sabes que lo que realmente quieren es que vengas y de manera gentil empieces a lavar los platos y les digas, «bien cariño, ¿por qué no te sientas y descansas un poco?»
Acabo maravillándome de cómo mis hijas se preocupan de forma natural por sus hijos, por cocinar, por hacer todas esas cosas, acabo alabando al Señor porque no sé cómo todo esto ocurrió, quiero decir, yo estuve allí pero solo por la gracia de Dios ves como tus hijos no se afectaron por tus errores. He tenido que aprender a mantener la boca cerrada, dejar que ellas sean autónomas y hacer las cosas de la manera que a ellas y a sus maridos les gusta.
Nancy: Entonces cómo saber cuándo hablar y cuándo callar sobre algo.
Holly Elliff: Hay momentos en que solo el Señor da el discernimiento acerca de cuándo hablar y cuándo no hablar.
Nancy: Entonces Holly, ¿generalmente tú esperas a que ellos te pidan consejo?
Holly: Bueno, yo no siempre espero que ellos me lo pidan. Sé que todos los libros dicen, «no hables». Pero debido a la cultura de nuestra familia en la que siempre hemos hablado las cosas, hay un poco más de libertad. Eso no quiere decir necesariamente que doy mi opinión acerca de lo que deben hacer, pero creo que siempre debe haber la libertad de compartir la verdad bíblica de manera sabia o amorosa, una especie no de predicar sino de compartir un poco lo que hay en tu corazón, y creo que el Señor es lo suficientemente sabio para decirnos cuándo callar.
Kim: Creo que hay maneras creativas de hacerlo. Mi regla por lo general es esperar ser invitada a sus vidas para hablarles la verdad, lo que ellos hacen a veces con frecuencia, y muchas veces no. Pero he encontrado que puedo ser creativa al compartirles sobre otras parejas que estamos discipulando o algunas otras de nuestra iglesia, así puedo compartir verdades generales, no cosas privadas, situaciones de las cuales espero que ellos escuchen y puedan aprender.
Yo creo que tenemos que respetar porque ahora ellos son adultos y necesitan manejar estos problemas por sí mismos y no solo depender de mamá para que les diga lo que tienen que hacer.
Rebecca: A veces me gustaría simplemente decir lo que pienso de manera que pueda ayudar en alguna situación, a mis hijas o a los nietos. Pero en el último año he notado que tengo una especie de peso en mi corazón y en mi mente, es el Espíritu Santo el que me detiene, y de hecho pienso lo que me gustaría decir y simplemente me digo, «no, no tengo que decir eso, debo dejar que ellos me pidan consejo o asesoría».
Débora: Acabas de escuchar el repaso del episodio del día de ayer. Si quieres escuchar este episodio completo, puedes encontrarlo en AvivaNuestrosCorazones.com. Ahora, Nancy nos acompaña para continuar la conversación el día de hoy.
Nancy: Estoy encantada de estar conversando con estas tres mujeres que están creciendo en gracia y envejeciendo con gracia, lo que yo también quiero hacer, y todas queremos hacer. Escucha, si tienes veinte años, ¡estás envejeciendo!, y quieres hacerlo con gracia (aunque ninguna de nosotras tiene veinte años).
Vamos a hablar acerca de este tema del matrimonio en la medida que tus hijos crecen y se van de la casa. ¿Cómo te preparas para esa época? ¿Cuáles son algunas de las maneras en que puedes mantener tu matrimonio fresco y en crecimiento? Esa es una etapa de la vida en la que muchos matrimonios no sobreviven. ¿Qué cosas, al mirar hacia atrás, puedes ver que has hecho en tu matrimonio que te mantienen en una buena posición ahora?
Kim: Nancy, mientras todavía teníamos nuestros hijos en casa, nosotros teníamos citas, salíamos solos, y siento que esa fue una parte muy importante; que mantuviéramos esa conexión y mantuvimos el envío de notas de amor el uno al otro. La oración de la noche, la cual siempre hacemos juntos todavía es muy importante para nosotros, ese compromiso de nunca dejar pasar una noche sin orar juntos, no importa dónde estemos y en qué parte del país nos encontremos siempre oramos juntos.
Nancy: Así que un día no «despertaste» y te diste cuenta de que estabas casada con un extraño.
Kim: Así es. Así que ahora es como si estuviéramos en nuestra luna de miel de nuevo. Y, Holly, eso llegará. Tal vez puedes ir a Nueva Zelanda para eso. Es mucho menos estresante, porque no tienes esa presión añadida de, «bueno, tenemos que estar en este juego de pelota…» O cuando los niños son pequeños, los niños van a entrar en tu habitación en cualquier momento. Ya no hay ese estrés añadido ni la presión de las actividades con los niños, o los niños en el hogar… esa atención continua que los niños requieren.
Así que este es el gran tiempo del matrimonio y…¡es divertido!
Holly: Bueno, todavía no estamos ahí, pero este fin de semana pasado, uno de nuestros hijos no estaba en casa y los otros dos estaban en un retiro de jóvenes. Nos despertamos el sábado por la mañana y no había nadie en casa. Pensamos, «wao, es tiempo de fiesta». No había nadie allí, solo nosotros.
Eso fue solo una idea de cómo será algún día, porque en este momento nuestras vidas están ocupadas y con mucho ruido todavía. Fue un día dulce juntos para simplemente ser capaces de sentarnos y hablar y salir y disfrutar de Arkansas, que es precioso. Fue refrescante.
Lo que sucede muchas veces, porque tenemos tantas personas en nuestras vidas, somos la familia de un pastor, somos los que cuidamos a mi mamá que tiene Alzheimer, la vida está llena, y muchas, muchas veces, Billy termina en el último lugar de la lista. Creo que estas cosas hay que hacerlas, y Billy va a sobrevivir aunque yo no satisfaga todas sus necesidades. Pero yo creo que esa es una advertencia, y es difícil de mantener a nuestros maridos fuera del último lugar de la lista. Fue un fin de semana refrescante para que recordáramos lo mucho que disfrutamos el estar juntos.
Rebecca Lutzer: Yo diría que en realidad debemos ser intencionales en planificar tiempo para estar juntos, pues si no es una cosa será otra lo que te mantendrá ocupada. No parecía que tuviéramos una gran cantidad de tiempo cuando nuestras hijas se estaban casando —pues se casaron una después de la otra— y luego los nietos empezaron a llegar. Yo estaba ocupada ayudando y así sucesivamente.
Cuando estamos juntos, y cuando viajamos juntos en viajes de ministerio, realmente disfrutamos el uno del otro, el estar juntos, y esto puede ser muy intenso. Luego hay momentos en los que voy a visitar a nuestras hijas y nietos, que están más lejos, y me ausento durante cuatro o cinco días, así que Erwin se queda solo.
Siempre tengo detalles con él cuando me voy, los cuales son una forma de demostrarle a él que lo amo. Le preparo diferentes tipos de comida y las dejo en el congelador. Preparo cosas con tiempo de modo que él sepa que me preocupo por él. Él nunca se ha quejado. Quizás lo ha hecho, pero simplemente no lo sé… aunque él me ha dado las gracias a menudo por asegurarme siempre de que sus necesidades sean atendidas.
Él ama a nuestras hijas y nietos, y le gustaría ir y estar allí, también. Pero tienen que aprovechar al máximo todo el tiempo que tengan juntos. Ya que muchas veces no podrán estar juntos por diferentes razones.
Holly: Yo creo que la palabra que probablemente viene a mi mente cuando pienso en esto es la palabra intencional, porque si no somos intencionales sobre pasar tiempo juntos, simplemente no sucederá. Al igual que Kim dijo, mi marido y yo tratamos de salir juntos al menos una vez por semana y tener una cita nocturna— por lo general con otra pareja, y lo hemos hecho durante años. Es simplemente una noche para nosotros.
Rebecca: Es solo sentarse y hablar. No hacer nada más. Basta con escucharlo a él.
Holly: Sí, es tan fácil con la presión de la vida cotidiana pensar que eso no es importante, o que pueden dejar de hacerlo. Puedes saber cuando tu matrimonio necesita un reajuste, cuando necesita atención. Algunas de ustedes saben exactamente de lo que estoy hablando. Puedes verlo en tu matrimonio cuando te sientes como si fueran extraños a veces, porque has estado tan ocupada con otras cosas.
Creo que hay temporadas donde tienes que reorganizarte y ser muy intencional sobre el hecho de que quieres mantener esta relación a largo plazo, de modo que cuando seas mayor (que creo que todavía no lo somos), todavía exista una relación allí.
Nancy: Sé que tenemos algunas mujeres más jóvenes que nos escuchan, que están en un matrimonio disfuncional o difícil en este momento, preguntándose si pueden mantener el rumbo, con deseos de salir huyendo de su matrimonio. ¿Qué les dirías a esas mujeres más jóvenes? ¿Por qué vale la pena soportar y mantenerse firme a través de los desafíos? ¿Qué estás experimentando en esta época del matrimonio que pudieras decir: «Estoy tan contenta de que no dejamos que los problemas nos vencieran y destruyeran nuestro matrimonio»?
Rebecca: Debido a que vas a crecer, vas a madurar, y a ver las cosas de manera diferente a medida que pasa el tiempo. Dios cambiará tu corazón. Has invertido demasiado como para tirarlo a la basura. He aconsejado, no solo a mujeres, sino a parejas que quieren terminar con su matrimonio, y les he dicho: «¿Se dan cuenta de lo que están hablando de tirar a la basura? Ustedes no pueden hacer eso. Tienen que salvar este matrimonio porque importa. Es importante para Dios y es importante para tus hijos». Se detienen y piensan al respecto.
Holly: También, es una relación de pacto. Cuando te casas, es un pacto que haces ante Dios. Creo que nuestra sociedad lo toma muy a la ligera. Algunos de los amigos de mis hijos están en su segundo matrimonio ya. Ellos apenas están en sus veinte años. Es trágico, ya que se menosprecia el matrimonio. Esa relación de pacto es preciosa para el Señor, y es aún más valiosa cuando tienes que luchar por ella y ser una campeona para tu matrimonio.
Kim, sé que esto está en tu corazón, porque eso es parte de tu mensaje de vida, luchar por mantener el matrimonio fuerte.
Kim: Sí, si hubiéramos actuado de acuerdo a nuestros sentimientos, a los cinco años de casados, nos habríamos divorciado. A mí me encanta decirles a las mujeres que no importa lo oscuro que esté, si Dios interviene en esa situación, Él puede transformarte a ti y a tu esposo. He visto suceder eso una y otra vez. Nosotros estamos viviendo esto— la alegría de lo que Dios ha hecho y lo que Él puede hacer.
Yo animo a las mujeres a que no traten de arreglarlo, no trabajes por él. En su lugar, trabaja en tu corazón hacia Dios. Dios es tu relación primaria. De la abundancia de tu amor a Dios, ama a tu marido. Ámalo con el tipo de amor de 1 Juan 3:16… Ese amor se demuestra sacrificando tus derechos, tus demandas –no estoy diciendo que te conviertas en una mujer maltratada, sino en sacrificar tu egoísmo, tu yo egoísta, y amar a tu esposo.
Toma Colosenses 3:12-19, y enumera todas estas cosas de las que debemos vestirnos y con toda humildad, compasión… todas estas cosas, y al final dice: «Y las casadas estén sujetas a sus propios maridos». Es como si estuviera escondido allí. Es porque con todas estas cosas debemos vestirnos, son las que nos ayudarán a amar a nuestros maridos y a estar en esa relación con ellos, de la forma como Dios quiere que estemos.
Holly: Creo que para las parejas más jóvenes, también, hay tantos ataques en el matrimonio en estos momentos. El matrimonio en general está bajo ataque, pero especialmente si tienes hijos. Ellos no van a escuchar del mundo que vale la pena luchar por el matrimonio. Ellos no van a escuchar del mundo que mantenerse en el matrimonio por mucho tiempo honra al Señor.
Si ustedes son padres cristianos que están enseñando a sus hijos: «El matrimonio es algo por lo que vale la pena luchar. Vamos a permanecer juntos en nuestro matrimonio porque queremos honrar al Señor», entonces esos niños tienen muchas más posibilidades de caminar hacia su futuro y tener un matrimonio sólido y traspasar esto a sus generaciones. Porque el divorcio es una tragedia. Sé que algunas de las que nos escuchan lo saben.
Me ocupo de madres solteras en la iglesia, que todo el tiempo que están luchando para criar a sus hijos solas. Es difícil. Es difícil criar a los niños aún como pareja en estos días, pero es muy, muy difícil como madre soltera. Como dijo Kim, vale la pena ir ante el Señor y decir: «Ayúdame a ser la mujer que quieres que sea, a amar al marido que me has dado».
Algunas veces me ocupo de una amiga cuyo marido la dejó después de varias aventuras fuera del matrimonio, abandonando a su familia mientras se encontraban en un país extraño. No había nada que ella pudiera hacer después de eso. Y ella está luchando ahora para criar a sus hijos, pero ella quiere que sus hijos sepan que ella todavía cree que el matrimonio es algo bueno, y cómo es el tipo de hogar que Dios quiere que tengamos, porque no lo tienen en este momento. Ella quiere que ellos crean que eso es lo que necesitan.
Nancy: Déjenme volver al matrimonio después de que los niños han crecido. ¿Cómo te libras del aburrimiento, de tomar a tu pareja por sentado? ¿Cómo mantienes la relación fresca y creciendo? Sé que hablamos de la intencionalidad. Pero, ¿cuáles son algunas maneras prácticas, una vez que los hijos están fuera, o sobre todo fuera de la casa? ¿Cómo hacen o qué hacen para no aburrirse el uno del otro?
Kim: Les comparto, una de las cosas que nos gusta hacer los viernes en la noche, es leer libros juntos. Normalmente mi esposo lee y no necesariamente tiene que ser un libro teológico. Puede ser una novela que sea buena, pero por lo general es algo que nos interesa a ambos. El año pasado, él leyó Las Crónicas de Narnia, una vez más. Lo hicimos con nuestros niños, y luego lo hicimos juntos.
Y aquí estamos, los viejos abuelos haciendo esto juntos de nuevo, pero me encanta, nos encanta y luego hablamos de ello. Fue precioso. Estaba viendo a mi esposo casi llorando en esta escena con Aslan, y me puse a llorar también. Me encanta tener ese tipo de diálogo y ternura juntos, donde compartimos cosas en las que los dos estamos interesados, en la intimidad de nuestra casa disfrutando uno del otro.
El sábado por la mañana es nuestro tiempo preferido juntos. Él se toma su café y yo mi té y tenemos nuestro devocional juntos. Después comentamos sobre ello, y luego él comparte conmigo lo que él va a compartir de la Palabra al día siguiente, y así tenemos nuestro momento de relacionarnos y comunicarnos acerca de lo que está pasando en nuestras vidas, pero también de lo que nos sucede espiritualmente.
Rebecca: Creo que tienes que estar casi muerto, o en estado de coma, para estar aburrido. Hay tantas cosas que pasan… cosas que la gente espera de ti, cosas de las cuales eres responsable y que necesitas hacer. Usualmente revisamos nuestras agendas los sábados en la mañana, y las comparamos una con la otra y nos aseguramos de que ambos sepamos lo que va a hacer el otro. A veces hay algunas sorpresas, a veces los dos tenemos algo que hacer el mismo día.
Sin embargo, lo importante es que necesitamos realmente comunicarnos mucho y ser muy amables el uno con el otro. Se siente diferente cuando eres mayor, estás envejeciendo, cuando te relacionas con este hombre al que le dijiste, «sí, acepto» cuarenta y tantos años atrás. Realmente ambos son diferentes ahora. Te ves diferente, te sientes diferente; tienes tus achaques y dolores. Se sienten cómodos el uno con el otro. Simplemente se preocupan mucho el uno por el otro.
Por lo general me gusta decirles a las parejas cuando les digo adiós y sé que no los voy a volver a ver por un tiempo: «Cuídense bien el uno al otro», porque realmente creo que eso es algo en lo que tenemos que pensar —cuidarse el uno al otro.
Nancy: Y el punto llegará, por lo general, cuando uno de ustedes ya esté sin el otro.
Rebecca: Eso ya está sucediendo en nuestro grupo.
Nancy: ¿Y ustedes hablan de eso? ¿Se preparan para eso?
Rebecca y Kim: ¡Claro! Lo hacemos.
Holly: ¿En serio?
Kim: Tal vez es porque es muy reciente que mi papá falleció, y pude ver a mi madre atravesar por todo eso, pero, sí, nosotros hablamos acerca de esto. Y yo le he dicho a mi esposo que sus abuelos todos están en sus noventa, así que espero que él vaya a vivir tanto como ellos. Espero no perderlo, pero sí hemos hablado sobre eso.
Holly: Nancy estaba hablando de pedirle al Señor que le diera ochenta y cinco años de vida. Así que estoy pensando, «está bien, viejo podría ser de ochenta y dos y estar apenas iniciando la vejez».
Rebecca: Podrías no tener ningún dolor ni molestias.
Nancy: Escuchen, mi madre se quedó viuda a los cuarenta años. Mi padre murió de repente. Sabemos que hay viudas más jóvenes. No puedes asumir que vas a tener a tu esposo hasta que tus hijos hayan crecido.
Holly: Eso es verdad Nancy, y no sé si él va a vivir mucho tiempo, pero estoy muy, muy agradecida por los años que el Señor nos ha dado juntos. La mamá de Billy tenía Alzheimer. Mi mamá tiene Alzheimer. Sin embargo, no nos sentamos a hablar, «¿y si ambos tenemos Alzheimer?»
Creo que el Señor quiere que vivamos con la intencionalidad de lo que Él nos ha dado en estos momentos. En este momento nuestros platos están muy llenos con lo que Él nos ha dado hasta ahora. Queremos ser fieles en eso y si el Señor trae a nuestras vidas otra etapa, también soy muy consciente de que el Señor va a ser suficiente para esa etapa de nuestras vidas.
Tenemos la tendencia a mantener nuestro enfoque más en lo que Dios está haciendo en estos momentos.
Nancy: ¿Tú crees que es importante hablar de cosas como (y espero no estar avergonzando a nadie aquí). He estado hablando con muchos de mis amigos casados, y me he encontrado que, en algunos casos, la mujer –y en algunos casos el marido, no tiene ninguna pista sobre su situación financiera. ¿Consideran que es importante tener ese tipo de discusión práctica?
Rebecca: A lo mejor seamos raros, pero nos sentimos muy cómodos al hablar de «si te vas antes que yo, o si yo me voy antes que tú, cómo se vería eso, con nuestra casa, las cosas que tenemos, con relación a nuestros hijos, ¿dónde irías, dónde estaría yo?»
Sí, es importante conocer acerca de las finanzas y dónde está todo… Escribo todos los recibos que hay que pagar, porque así es más fácil para mí encargarme de eso que para él. Pero él necesita saber todo acerca de eso, y yo necesito saber todo acerca de las finanzas, todo en cuanto a su jubilación, cuentas y cosas por el estilo, absolutamente todo.
Yo soy como tú, Nancy. Conozco varios casos en que las parejas no hablan de eso o acerca de muchas otras cosas, y fue un shock y una sorpresa para el marido o la esposa que quedó solo o sola y no tiene ningún conocimiento de nada de eso. No, no creo que sea extraño hablar de ello.
Kim: En esta época de nuestras vidas, nuestra oración es, por el tiempo que sea que tengamos, hemos adoptado el Salmo 92: «El justo florecerá como la palma, crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa del Señor, florecerán en los atrios de nuestro Dios» ( vv. 12-13). Nosotros queremos florecer en nuestros últimos años, sin importar el tiempo que nos quede. Espero que lleguemos hasta los ochenta y cinco o los noventa, si eso es lo que el Señor tiene para nosotros.
Oramos para que esto sea así: «Aun en la vejez darán fruto; estarán vigorosos y muy verdes, para anunciar cuán recto es el Señor, mi roca, y que no hay injusticia en Él» (vv. 14-15). Queremos declarar esto a la próxima generación, que el Señor, Él es Dios. Para mí, ahora mismo, estos días son una aventura— para ser capaz de ser fructífera para el Señor.
Estoy contenta, sin importar lo que Él tenga. Si hoy tengo que sentarme con un ser querido en el hospital porque está muriendo, o si tengo que venir aquí a estar con ustedes, mis amadas amigas para una grabación. . . ser fructífera. Eso es lo que deseamos ser «hasta nuestro último aliento».
Nancy: Quiero lanzar un desafío a las mujeres que están ahora en esa época del nido vacío en su matrimonio. La generación más joven necesita que tu matrimonio refleje algo que ellos anhelen tener. He oído a gente más joven decir: «Yo no conozco ningún matrimonio por el cual sienta respeto. Yo no conozco ningún matrimonio con el cual me identifique de tal forma que quisiera tener uno igual».
Y eso es algo muy triste. Ahora, creo que existen esos matrimonios que vale la pena imitar, pero no es solo una cuestión de que seas feliz con tu pareja en esta temporada. Es un asunto de que si estás casada, ¿qué estás reflejando a tus hijos, a sus amigos, a la generación más joven? ¿Estás reflejando cómo luce un amor desinteresado, cómo se ve el sacrificio, cómo luce vivir para los demás, y que Dios puede traer alegría en cada etapa de la vida a pesar de que hay cosas difíciles y tiempos difíciles?
Qué responsabilidad y privilegio tenemos como mujeres en estos años de edad mediana, (eso es lo que son, técnicamente son pasados la mediana edad) de transmitir una visión para las mujeres jóvenes, y decir: «Vale la pena caminar con Cristo; vale la pena perseguir la fidelidad. Vale la pena amar así a tu compañero; vale la pena trabajar a través de los tiempos difíciles».
Para que ellos vean una pareja que se ama, que todavía son fructíferos, que no viven para sí mismos, creo que eso proyecta una visión. Eso les da a las personas jóvenes algo para seguir y algo por lo que vale la pena vivir.
Débora: Nancy DeMoss Wolgemuth, Kim Wagner, Holly Elliff y Rebecca Lutzer, nos han estado animando a aprovechar y a florecer en la etapa de la vida que llamamos «nido vacío». Si te perdiste la primera parte de esta conversación encuéntrala en AvivaNuestrosCorazones.com.
Cada una de las mujeres de las que escuchaste, al igual que tú y yo, enfrentan retos particulares. Por varios años, Holly cuidó de niños pequeños y de una madre con Alzheimer. Ella tenía que recordarse la verdad continuamente.
Holly: «Esto no es un accidente. Está en tu vida, pero no por accidente. Si está en tu vida, yo estoy en tu vida, entonces hay provisión para lo que tú necesitas». El Señor siempre está en el proceso de enseñarnos a tener su punto de vista. La única manera en que tengo alegría en los momentos difíciles es si estoy buscando la presencia de Dios.
Débora: Mañana escucharás más acerca de esto, la fortaleza que Dios te da para atravesar momentos difíciles. Acompáñanos, aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Invitándote a no solo sobrevivir en la vida cristiana, sino a tener una vida fructífera en Cristo, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Disponible ahora por una donación
Recursos del Episodio
Serie, «Una pareja herida encuentra verdadera esperanza»
Serie, «Cambia de rumbo: Un llamado a la maternidad intencional»
Únete a la conversación