Siempre hay un remanente
Débora: Constantemente están surgiendo autores y predicadores que alegan tener una visión nueva e inusual de Dios. Nancy DeMoss Wolgemuth dice, «enfócate en la Biblia en lugar de enfocarte en la última idea popular».
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Aférrate a lo que ya Él te ha dado en Su Palabra por Su Espíritu que mora en ti. Apégate a eso fuertemente.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 9 de junio de 2023.
¿Te sientes sola cuando tomas decisiones bíblicas mientras la mayoría de las personas a tu alrededor sigue la corriente de la cultura? Nancy te proveerá de esperanza y aliento mientras continúa con la serie titulada, El pecado de la tolerancia. Con nosotras, Nancy.
Nancy: Recientemente encontré una cita en un libro que fue escrito por el pastor Dr. James Boice y el Pastor Phillip Ryken. …
Débora: Constantemente están surgiendo autores y predicadores que alegan tener una visión nueva e inusual de Dios. Nancy DeMoss Wolgemuth dice, «enfócate en la Biblia en lugar de enfocarte en la última idea popular».
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Aférrate a lo que ya Él te ha dado en Su Palabra por Su Espíritu que mora en ti. Apégate a eso fuertemente.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 9 de junio de 2023.
¿Te sientes sola cuando tomas decisiones bíblicas mientras la mayoría de las personas a tu alrededor sigue la corriente de la cultura? Nancy te proveerá de esperanza y aliento mientras continúa con la serie titulada, El pecado de la tolerancia. Con nosotras, Nancy.
Nancy: Recientemente encontré una cita en un libro que fue escrito por el pastor Dr. James Boice y el Pastor Phillip Ryken. Esto es lo que ellos dijeron:
Tristemente, esta no es la mejor hora de la iglesia. Nosotros vivimos en una era de una teología débil y una conducta casual.
«Nuestro conocimiento es insuficiente, nuestra adoración es irreverente y nuestras vidas son inmorales. Aun la iglesia evangélica ha sucumbido al espíritu de esta era. Quizás la manera más simple de decir esto es que el evangelicalismo se ha vuelto mundano».
Ese párrafo pudiera resumir la carta a la iglesia de Tiatira que hemos estado viendo en Apocalipsis capítulo 2. Déjenme devolverme y leer la porción de la carta que hemos leído hasta ahora y luego continuar en la carta en el día de hoy.
Jesús le dice a esta iglesia:
«Pero tengo esto contra ti: que toleras a esa mujer Jezabel, que se dice ser profetisa, y enseña y seduce a mis siervos a que cometan actos inmorales y coman cosas sacrificadas a los ídolos. Le he dado tiempo para arrepentirse, (cuánta misericordia de parte de Dios) y no quiere arrepentirse de su inmoralidad».
Esta es una imagen terrible de cuán obstinados y no arrepentidos pueden ser los pecadores. Luego Él viene con las consecuencias, y dice a partir del versículo 22:
«Mira, la postraré en cama, y a los que cometen adulterio con ella los arrojaré en gran tribulación, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos mataré con pestilencia, (sus seguidores espirituales tendrán serias consecuencias) y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña las mentes y los corazones, y os daré a cada uno según vuestras obras» (vv. 22 y 23).
Ahora, estas son palabras sobrias, palabras serias de advertencia y son la clase de palabras en las que no me deleito al hablar sobre ellas, enseñar sobre ellas. Me gustaría poder pasarle por encima a este tipo de versículos. Pero cuando nosotras comenzamos Aviva Nuestros Corazones, yo hice un pacto con el Señor de que me comprometía a enseñar y hablar Su verdad.
Quiero hacer esto lo más sabiamente posible, con gracia y gentileza, pero hice un pacto con el Señor, que no me importarían las calificaciones o los índices de audiencia, en cuántas estaciones estuviéramos, cuántas personas enviaran dinero para sustentar el ministerio, y en última instancia, si tuviéramos que salir del aire por hablar la verdad, aun así, yo sería fiel al Señor y a Su Palabra. No siempre es fácil pero es muy importante.
Ahora, después de estas serias palabras de advertencia, aprendemos que no todos en la iglesia de Tiatira habían comprado la enseñanza y la filosofía de esta tal Jezabel. Había aún creyentes fieles y gracias a Dios, Jesús tiene una palabra de ánimo y de consuelo para ellos, y también una exhortación.
Leamos lo que Él dice en los versos 24 y 25 del capítulo 2 de Apocalipsis: «Pero a vosotros, a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esta doctrina, que no han conocido las cosas profundas de Satanás, como ellos las llaman, os digo: No os impongo otra carga. No obstante, lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga».
Desmenucemos esto. Dice: «a los demás que están en Tiatira» –el resto de ustedes. Este es un recordatorio de que siempre habrá un remanente, aún donde muchos estén cayendo por el borde del camino, muchos estén siendo seducidos por las falsas enseñanzas y los falsos maestros, y muchos dentro de la iglesia se conviertan en apóstatas. Ellos se están desviando de la verdad, pero algunos son verdaderos creyentes.
Aun en las denominaciones más liberales en las iglesias de hoy en día, hay algunos que son parte del resto, del remanente, aquellos que no han sido atrapados por las enseñanzas y la influencia de Jezabel, ya sea de las Jezabel del primer siglo o de las Jezabel del siglo 21.
Toma nota de donde viven ellas: «el resto de ustedes en Tiatira». Ellos vivían en Tiatira.
Tú dirás, «¿qué es lo profundo acerca de eso?»
Bueno, este es un recordatorio de que nosotras hemos sido llamadas a vivir en el mundo, en este mundo, en este malvado, caído y pecador mundo, donde la gente promueve y enseña y practica cosas falsas. Ellos vivían en Tiatira. Nosotros debemos vivir en el mundo, que para ti puede ser en Nueva York, Chicago, Houston, Argentina, México, Colombia, República Dominicana… Nosotras somos llamadas a vivir en el mundo pero a no ser parte de él. Nuestros corazones no están en el mundo.
Somos llamadas a estar en el mundo. Esto es, no vamos a escapar, pero somos llamadas a ser santas, a estar consagradas, a ser apartadas, hijas de Dios viviendo como luminares en las tinieblas de este mundo, mientras al mismo tiempo, amamos y buscamos alcanzar a aquellos que están en la oscuridad.
Él dice, «pero a vosotros, a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esta doctrina, que no han conocido las cosas profundas de Satanás», ustedes no han aprendido estas cosas.
Esa palabra aprendido viene de la palabra griega ginosko, que quiere decir conocer algo. No solo en tu cabeza sino conocerlo de forma vivencial, conocerlo por experiencia. No es solo un conocimiento intelectual, sino un conocimiento experimental. Y Él dice, «tú no has sido comprada por el conocimiento de esas cosas llamadas las cosas profundas».
¿Cuáles son esas cosas profundas de Satanás a las que Jesús se refiere aquí? ¿Cuáles son aquellas cosas que algunos llaman las cosas profundas de Satanás?
Y he encontrado dos explicaciones básicas o interpretaciones, y yo tengo que decirte que no sé cuál es la correcta, pero creo que cualquiera puede ser.
La primera explicación es que quizás estas personas en esta iglesia habían afirmado estar en las profundidades de las cosas de Satanás.
La otra opción es que ellos habían declarado estar en las cosas profundas de Dios, pero en verdad esas no eran las cosas profundas de Dios, eran las cosas profundas de Satanás.
Permíteme explicar ambas cosas un poco más ampliamente.
Las profundidades de Satanás, las cosas profundas de Satanás –quizás ellos realmente eran las cosas profundas de Satanás. Quizás ellos estaban afirmando estar metidos en las profundidades de Satanás. Jezabel y sus seguidores habían entrado en el conocimiento de las cosas profundas de Satanás. Ellos habían justificado que los creyentes participaran en esas festividades de los gremios que honraban dioses paganos y hacían prácticas inmorales.
Ellos habían incitado a los creyentes a experimentar personalmente con el mal, a aventurarse al territorio de Satanás, meterse en el mundo y aprender sus maneras de primera mano, mostrarles que ellos podían manejarlo o quizás mostrar que Satanás no tenía poder sobre ellos. Ellos podían ir y meterse ellos mismos en las maneras de pensar y de vivir del mundo y salirse con la suya. O quizás podían ir y aprender más de cómo lidiar con estas cosas.
Las personas aún hoy están siendo tentadas por Satanás para que prueben el fruto del «árbol del bien y del mal», y es de esta manera que lo hace:
- Nosotras necesitamos conocer la cultura popular o nuestros hijos necesitan experimentar lo que hay allí en el mundo para que puedan estar equipados para lidiar con ello
- De esta forma ellos no tendrán que tener su cabeza metida en la arena y sabrán lo que está pasando
- Así sabrán cómo alcanzar al mundo.
Ellos necesitan experimentar esto personalmente.
A lo que la Palabra de Dios dice en Romanos capítulo 16 en el versículo 19: «pero quiero que seáis sabios para lo bueno e inocentes para lo malo». No tienes que probar el fruto del mundo para saber que es malo.
Y quizás te preguntes, ¿cómo puedo saber lo qué es malo entonces?
Nosotras tenemos este libro, la Palabra de Dios, que nos dice qué es bueno y qué es malo. Dios ha revelado en Su Palabra qué es verdad, qué es falso, qué es puro, qué es santo y qué no es santo. De esa manera es que nosotras debemos saber distinguir lo bueno y lo malo.
Pablo les dice a los Romanos, en Romanos 16:19: «Pero quiero que seáis sabios para lo bueno e inocentes para lo malo». No quiero que tú lo experimentes personalmente.
No necesitamos demostrar que podemos manejar las profundidades de Satanás. Necesitamos caminar por fe en la victoria de Dios sobre Satanás.
Romanos 16 sigue diciéndonos, después de decir que seamos inocentes para lo malo, él dice: «Y el Dios de paz aplastará pronto a Satanás debajo de vuestros pies» (v. 19).
Esto es todo lo que necesitas saber. No necesitas gustarlo, no necesitas probarlo, no necesitas experimentar las profundidades de Satanás y tampoco tus hijos. Todo lo que necesitas saber por fe es que el Dios de paz aplastará pronto a Satanás debajo de tus pies.
Tú puedes vivir donde está el trono de Satanás, pero no necesitas experimentarlo de primera mano o de manera íntima.
Ahora, quizás ellos estaban afirmando que tenían este conocimiento esotérico de las cosas profundas de Dios. Ellos estaban declarando, «nosotros conocemos realidades espirituales que otras personas están privadas de conocer». Las Escrituras están diciendo aquí que estas en realidad no eran las cosas profundas de Dios; en realidad eran las cosas profundas de Satanás.
Vemos aquí un destello de las semillas tempranas de lo que después fue conocido como el gnosticismo, que viene de la palabra griega gnosis que significa conocimiento. Esta es una filosofía, una teología que viene y va y se reencarna de tantas diferentes formas. Es muy activa y está viva hoy día de múltiples formas, pero es una manera de pensar que se inició en el primer y segundo siglos. Ofrece profundidades, el llamado conocimiento esotérico, un conocimiento secreto especial, un conocimiento espiritual que puedes profundizar dentro de los misterios. Tú puedes tratar de desenredar cosas ocultas, secretos del universo.
¿No te parece que esto suena a Nueva Era? Esto no está solo en el corazón de la filosofía de la Nueva Era, sino que también está el corazón de diferentes maneras de enseñanzas que están llegando a nuestras iglesias hoy día, que están en nuestras librerías cristianas y en aquellos llamados maestros cristianos y predicadores donde ellos claman descubrir nuevas verdades, cosas profundas que solo algunas personas, quienes pagan dinero o compran sus libros, pueden experimentar.
Estas maneras de pensamiento, este secreto, este conocimiento oculto, estas profundidades son fascinación para las personas.
- Apelan a nuestro sentido de independencia
- Apelan al orgullo intelectual de las personas
- Apelan a su carne
Permíteme advertirte, quizás en un tiempo más adelante podamos hacer una serie sobre algunas de estas enseñanzas de hoy día, pero sé cautelosa al escuchar nuevas voces, aquellas que claman tener alguna nueva visión, alguna nueva revelación, algún nuevo entendimiento.
Escuchen amigas, la verdad es que todo lo que estás buscando, todo lo que tu alma necesita y anhela está en Cristo. Tú ves este concepto en Colosenses 2, Quiero leer un texto relativamente largo aquí que nos da este sentido de lo que tenemos en Cristo y cómo el conocimiento que nuestros corazones necesitan se encuentra en Él.
Colosenses 2, comenzando en el versículo 1. Pablo dice:
«Porque quiero que sepáis qué gran lucha tengo por vosotros y por los que están en Laodicea, y por todos los que no me han visto en persona, para que sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo» (el conocimiento del misterio de Dios) (vv. 1-2).
Las personas claman que quieren tener conocimiento profundo, conocimiento secreto. Ellos quieren saber los secretos del universo. Quieren descubrir esos secretos, las profundidades espirituales escondidas, pero Cristo nos ofrece a nosotras, Cristo es para nosotras el conocimiento de los misterios de Dios.
Algunas veces la palabra para conocimiento es la palabra del griego gnosis, g-n-o-s-i-s, pero aquí es una palabra diferente para conocimiento. Es la palabra epignosis, que significa un conocimiento más intenso, un súper conocimiento.
¿Quieres un súper conocimiento de las cosas profundas? ¿Dónde lo encuentras? Lo encuentras en Cristo. El conocimiento del misterio de Dios lo encuentras en Cristo. En Él tú encontrarás todo lo que verdaderamente necesitas y todo lo que tu corazón desea.
En el versículo 3 dice: «En Cristo están escondidos», las personas estaban buscando sabiduría escondida, conocimiento escondido.
Pero en Cristo están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Encontramos esa palabra de nuevo; eso era lo que la gente estaba buscando. Pero Él dice: «Se encuentra en Cristo».
«Esto lo digo para que nadie os engañe con razonamientos persuasivos. Porque aunque estoy ausente en el cuerpo, sin embargo estoy con vosotros en espíritu, regocijándome al ver vuestra buena disciplina y la estabilidad de vuestra fe en Cristo. Por tanto, de la manera que recibisteis a Cristo Jesús el Señor, así andad en Él».
Tú no necesitas todas estas cosas adicionales. No necesitas todos estos libros especiales, programas, clubes y conocimiento secreto, escondido, que aún algunos maestros espirituales, así llamados hoy día, están promoviendo.
Lo que necesitas es estar «firmemente arraigados y edificados en Él (en Cristo) y confirmados en vuestra fe, tal como fuisteis instruidos, rebosando de gratitud».
Escucha, tu corazón debe estar fijo en Cristo, debes tener tu mente fija en Cristo, arraigada y edificada en Cristo y establecida en Cristo, y tendrás una vida que rebosará en acción de gracias. Y estarás plena, llena.
«Mirad que nadie os haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, (hay mucho de esto hoy día: filosofías y vanas sutilezas. Es vano, es decepcionante) según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según (¿quién?) Cristo» (v. 8).
Nosotros seguimos viendo a Cristo aquí. Pablo dice, «Cristo es todo. Créele, conócele, búscale. Arraigada en las profundidades de Cristo, si estás buscando lugares profundos donde ir».
«Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él» (v.9).
En Cristo, el todo de Dios –todo de Dios– toda la plenitud de Dios habita encarnada en Cristo.
Amigas, es todo acerca de Jesús. Es todo acerca de Cristo y no tan solo con relación a la descripción que las personas tienen de Cristo, sino Cristo como nosotras lo vemos revelado en la Palabra de Dios, como el Hijo de Dios, igual con Dios, uno con Dios. Él es Dios, el Hijo de Dios, el Santo Hijo de Dios, enviado a este mundo en forma humana para pagar por nuestros pecados. Cristo como Él es revelado en la Palabra de Dios.
Si hay alguna enseñanza que te desvíe por un momento de poner tu atención, tu afecto, tu corazón en Cristo, entonces necesitas levantar tus antenas y estar sospechosa. Es todo acerca de Cristo.
Pienso que esta parte del pasaje es importante porque me encuentro a mí misma y en los círculos en los cuales interactúo, que existe una tentación a sobre reaccionar cuando vemos que se cede a la mundanalidad que está ocurriendo alrededor de nosotras, y nos vamos al otro extremo, nos volvemos dogmáticas o rígidas y ponemos límites donde las Escrituras no lo hacen.
Pienso que es por esto que Jesús dice a esta iglesia, «no has comprado estas enseñanzas. Bien por ti, pero yo no voy a poner ninguna otra carga sobre ti».
Esto me recuerda un pasaje en Hechos 15, al cual hicimos referencia antes en esta serie, donde el concilio de Jerusalén, los líderes de la iglesia, se reunieron para determinar si los gentiles convertidos necesitaban guardar la ley del Antiguo Testamento. Hablamos sobre este pasaje anteriormente, pero al concluir esa reunión, ese concilio, los líderes escribieron una carta. En esa carta ellos decían, «no pondremos ningún yugo sobre vosotros, mas que os abstengáis de cuatro cosas».
Entre esas cosas estaban estas dos: «abstenerse de las cosas sacrificadas a los ídolos y abstenerse de fornicación».
¿Cuáles eran esas dos cosas que aquellos en Tiatira promovían como permisibles para los creyentes? Bueno, comer en las festividades de los ídolos las cosas que habían sido sacrificadas a los ídolos y la inmoralidad sexual, la fornicación. Estas eran las dos cosas que de acuerdo a los diez mandamientos, de acuerdo a la ley de Dios no eran permitidas. Esto es la Palabra de Dios. Esto es la ley moral de Dios que aplica al Antiguo y al Nuevo Testamento para los creyentes de todos los tiempos.
Así que en el concilio de Jerusalén, la conclusión, el veredicto fue: «no vamos a poner ningún otro yugo más que guardar la ley moral de Dios, la cual es una expresión de tu verdadera fe en Cristo».
Ahora, ¿qué sucedió? Los fariseos en los días de Jesús, los legalistas le añadían a la ley de Dios sus propias tradiciones e imponían esas tradiciones a todo el mundo. Ellos agregaban muchas cargas pesadas a las personas. Sin embargo Jesús dijo: «Mi yugo es fácil, ligera mi carga». Yo no voy a poner sobre ustedes otras cargas. Este es el amor de Dios: que obedezcamos Sus mandamientos y Sus mandamientos no son gravosos». Nosotras estamos capacitadas para poder cumplir Sus mandamientos por el Espíritu Santo que mora en nosotras.
Así que este es el punto: Nosotras no podemos poner sobre nosotras o sobre otros cargas mayores de las que Dios pone.
Por ejemplo: en nuestra reacción a la inmoralidad y a la promiscuidad, lo cual rompe nuestros corazones, nos afligimos, miramos a nuestro alrededor, y vemos esta cultura del enganche y una cultura que abunda en inmoralidad e inmoralidad rampante aun en la iglesia. Y como reacción a esto lo que puede pasar algunas veces es que empezamos a implicar que el sexo es pecaminoso y que los jóvenes, varones y hembras, no debían atraerse el uno al otro, ¡cuidado! ¡Cuidado! ! ¡Cuidado! ¡Cuidado! Les estamos poniendo grilletes a las personas, les estamos poniendo cadenas, yugos que no fueron establecidos por Dios y son opuestas a la Palabra de Dios lo cual es llamado en Santiago 2, «la ley de la libertad».
Así en la medida en que esto se relaciona a la moralidad, nosotras necesitamos enseñar acerca del sexo y enseñar que el correcto uso del sexo es hermoso; es sagrado. Jesús dijo, «no voy a poner sobre ti otras cargas».
Debemos asegurarnos de que no estamos poniendo cargas que sean más grandes y pesadas que las que están en la Palabra de Dios.
Él dijo: «Todo lo que tienes que hacer es: "lo que tienes, retenlo hasta que yo venga"».
Esto parece estar en contraste con aquellos que creen las falsas enseñanzas de Jezabel. Están aferrándose a doctrinas de una u otra manera. Puedes no darte cuenta, o puede parecerte que no es una doctrina, pero tú crees en la doctrina, tú practicas la doctrina, y algunos en esta iglesia estaban abrazando la falsa doctrina de Jezabel, la enseñanza permisiva, la enseñanza de libertinaje, la perversión de la gracia. Pero otros estaban aferrados a la verdad de la Palabra de Dios. Y Jesús dijo: «lo que tienes, retenlo hasta que yo venga».
Retén lo que ya Él te ha dado a ti en Su Palabra por Su Espíritu que mora en ti. Aférrate fuerte. Esta es una palabra fuerte que significa que tú tienes que ser intencional acerca de esto. No quieres irte a la deriva espiritualmente. No siempre va a ser fácil aferrarte fuerte a la Palabra de Dios, y no des por sentado que tú no podrías caer presa bajo la seducción de las Jezabel de hoy día. Aférrate a esto.
Hice un estudio esta semana de todas las referencias que pude encontrar en las Escrituras de aquello a lo que tenemos que aferrarnos. Aquí algunas de esas cosas:
- Nosotras debemos asirnos del Señor (Deut. 10:20; 11:22).
- Debemos asirnos de Su Palabra y de la sana doctrina (Sal. 119:31; Prov. 4:4; 1 Cor. 15:2; Fil 2:16; 2 Tes. 2:15; 2 Tim. 1:13; Tito 1:9; Apoc. 3:3).
- Debemos asirnos de aquello que es bueno (Oseas 12:6; Rom.12:9).
- Debemos asirnos a nuestra confianza, nuestra esperanza, la seguridad que nuestra fe nos da a través de Cristo (Heb. 3:6; Heb 4:14; Heb. 6:18; Heb.10:23).
- Y de manera suprema debemos asirnos a Cristo (Col. 2:19; Apo. 2:13).
Jesús dijo: «lo que tienes, retenlo hasta que yo venga».
Sé fiel a Él. Aférrate de Él, a Su Palabra, a Su verdad. Sin importar lo que otros puedan decir o hacer, Él siempre será suficiente. Las profundidades, los tesoros, la plenitud de toda la sabiduría y el conocimiento se encuentran en Cristo.
Débora: Si sientes que te aferras a la verdad bíblica mientras que otros se van a la deriva, Nancy DeMoss Wolgemuth te ha estado trayendo aliento. Este mensaje es parte de la serie, El pecado de la tolerancia. Esta serie está basada en la carta a la iglesia de Tiatira, que se encuentra en el libro de Apocalipsis.
Estamos muy agradecidas con todas las que nos han escrito y nos han dejado saber que Aviva Nuestros Corazones es una motivación para sus vidas. Una oyente dijo:
Yo quiero tomar un tiempo para agradecerles la forma en que me ayudan y motivan a mantenerme fiel, como una mujer piadosa obediente a mi Señor y Salvador Jesucristo. Yo aprecio de verdad el hecho de que las Escrituras son su punto focal de instrucción. Muy pocos ministerios piadosos están orientados específicamente a las mujeres y yo doy gracias a Dios por ti, Nancy. Tu sacrificio es mi bendición.
Muchas gracias, hermana. Ciertamente muchas se han sacrificado para bendecir a otras mujeres a través de Aviva Nuestros Corazones. Algunas oyentes han hecho sacrificios económicos para que nosotras podamos estar transmitiendo estos episodios hoy. Así que muchas gracias por tu apoyo.
Jesús se refiere a Sí mismo como el lucero de la mañana. Es una estrella que aparece cuando la noche está casi por terminar. ¿Qué significa esto para ti y para mí hoy? Descúbrelo el lunes, aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Manteniéndonos firmes en la verdad de la Palabra, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de La Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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