Salvaje vs Sabia
Annamarie Sauter: Vivimos en una sociedad que nos enseña a ser agresivas, salvajes… «¿quieres algo? Ve por ello». Pero, ¿qué nos dice el Señor en Su Palabra sobre el comportamiento que exhibe una mujer sabia? Con nosotras Mary Kassian.
Mary Kassian: Muchas de nuestras jóvenes hoy en día están inactivas en el reino de Dios, están perdiendo el tiempo. Simplemente todo su propósito es salir a capturar un hombre porque piensan que eso es lo que va a satisfacerlas. No hay ningún hombre sobre la faz de la tierra que pueda satisfacer tus necesidades, ni uno solo.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Las mujeres siempre se han enfrentado a la tentación, y eso se remonta a Génesis, capítulo 3, en el huerto del Edén. En muchos sentidos, creo que las tentaciones que enfrentan las mujeres …
Annamarie Sauter: Vivimos en una sociedad que nos enseña a ser agresivas, salvajes… «¿quieres algo? Ve por ello». Pero, ¿qué nos dice el Señor en Su Palabra sobre el comportamiento que exhibe una mujer sabia? Con nosotras Mary Kassian.
Mary Kassian: Muchas de nuestras jóvenes hoy en día están inactivas en el reino de Dios, están perdiendo el tiempo. Simplemente todo su propósito es salir a capturar un hombre porque piensan que eso es lo que va a satisfacerlas. No hay ningún hombre sobre la faz de la tierra que pueda satisfacer tus necesidades, ni uno solo.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Las mujeres siempre se han enfrentado a la tentación, y eso se remonta a Génesis, capítulo 3, en el huerto del Edén. En muchos sentidos, creo que las tentaciones que enfrentan las mujeres hoy en día son diferentes a las que enfrentaron sus madres o sus abuelas.
Hoy, mi amiga Mary Kassian, va a describir algunos de los desafíos que enfrentan las mujeres en el mundo actual. Ella nos va a señalar una solución que te puede servir por el resto de tu vida. Mary ha sido una invitada habitual aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Hoy vamos a escuchar un mensaje que ella dió en la primera conferencia «Mujer Verdadera» en 2008. Mary también es la autora del libro, Girls Gone Wise in a World Gone Wild (Chicas sabias en un mundo salvaje). Vamos a escuchar el mensaje de Mary, haciendo un contraste entre una mujer salvaje y una mujer sabia.
Mary Kassian: La mayoría de ustedes ha oído hablar del fenómeno de «Mujeres volviéndose salvajes» y de los autobuses que van por todo el país a diferentes playas, sobre todo cuando hay vacaciones de primavera. Por el precio de una camiseta, a las mujeres jóvenes se les pide hacer todo tipo de cosas. Por decir, «si te doy una camiseta, ¿desnudarías tus pechos para mí?» Y estas mujeres lo hacen. Incluso hacen cosas que son mucho más vulgares y rudas.
Me acuerdo del tiempo en que tales cosas eran vergonzosas, y que ni siquiera pensarías en algo así. Hubiera sido repugnante pedírselo a una mujer. Pero los tiempos han cambiado y las mujeres han cambiado, y las jóvenes se han vuelto salvajes.
¿Has notado cuán agresivas se han vuelto las jóvenes? (Para ustedes las mujeres que son un poco mayores). Para ustedes, las mujeres que son más jóvenes, han crecido en una sociedad que les enseña a ser muy agresivas, si hay algo que tú quieres, vas por ello.
Así que vamos a estar hablando de algunos pasajes de la Escritura. Voy a estar haciendo un contraste entre lo que el Señor nos enseña de cómo debemos ser como mujeres. Su Palabra nos da algunos lineamientos acerca de cómo debe ser nuestro comportamiento.
A Nancy le encanta enseñar de este pasaje también. Yo lo hago un poco diferente, pero es un pasaje muy certero y revelador que está en Proverbios capítulo 7, y que me gustaría que vieras ahora.
En este pasaje hay un padre hablando con su hijo acerca de cómo ser inteligente y cómo vivir sabiamente. Él le da una advertencia sobre cierto tipo de mujer. Este pasaje describe una imagen de la mujer salvaje, del tipo de mujer que el padre quiere que su hijo evite.
Así que al tomar este pasaje y un poco del capítulo anterior (capítulo 6), podemos pintar la imagen en contraste. Veremos veintiún contrastes entre lo salvaje y lo sabio desarrollándose.
Leeremos el capítulo completo:
«Hijo mío, guarda mis palabras, y atesora mis mandamientos contigo. Guarda mis mandamientos y vivirás, y mi enseñanza como la niña de tus ojos. Átalos a tus dedos, escríbelos en la tabla de tu corazón. Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana, y llama a la inteligencia tu mejor amiga, para que te guarden de la mujer extraña, de la desconocida que lisonjea con sus palabras. Porque desde la ventana de mi casa miraba por la celosía, y vi entre los simples, distinguí entre los muchachos a un joven falto de juicio, pasando por la calle cerca de su esquina; iba camino de su casa, al anochecer, en medio de la noche y la oscuridad. Y he aquí, una mujer le sale al encuentro vestida como ramera y astuta de corazón. Es alborotadora y rebelde, sus pies no permanecen en casa; está ya en las calles, ya en las plazas, y acecha por todas las esquinas. Y lo agarra y lo besa, y descarada le dice: Tenía que ofrecer ofrendas de paz, y hoy he cumplido mis votos; por eso he salido a encontrarte, buscando tu rostro con ansiedad, y te he hallado. He tendido mi lecho con colchas, con linos de Egipto en colores; he rociado mi cama con mirra, áloes y canela. Ven, embriaguémonos de amor hasta la mañana, deleitémonos con caricias. Porque mi marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje; se ha llevado en la mano la bolsa del dinero, volverá a casa para la luna llena. Con sus palabras persuasivas lo atrae, lo seduce con sus labios lisonjeros. Al instante la sigue, como va el buey al matadero, o como uno en grillos al castigo de un necio, hasta que una flecha le traspasa el hígado; como el ave que se precipita en la trampa, y no sabe que esto le costará la vida. Ahora pues, hijos míos, escuchadme, y prestad atención a las palabras de mi boca. No se desvíe tu corazón hacia sus caminos, no te extravíes en sus sendas. Porque muchas son las víctimas derribadas por ella, y numerosos los que ha matado. Su casa es el camino al Seol, que desciende a las cámaras de la muerte».
Vayamos a Proverbios capítulo 6 y leamos los versículos 23 al 26.
«Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza luz, y camino de vida las reprensiones de la instrucción, para librarte de la mujer mala, de la lengua suave de la desconocida. No codicies su hermosura en tu corazón, ni dejes que te cautive con sus párpados. Porque por causa de una ramera uno es reducido a un pedazo de pan, pero la adúltera anda a la caza de la vida preciosa».
Este pasaje pinta el cuadro de un cierto tipo de mujer. Esta mujer no es una mujer conforme al corazón de Dios. Ella es el tipo de mujer de la cual los hombres tienen que tener cuidado. Creo que como verás, mientras desglosamos este pasaje, este es el tipo de mujer que la sociedad dice que debemos ser. El primer punto de diferencia entre una mujer salvaje y una mujer sabia es la perspectiva.
Número 1: Una mujer salvaje está preocupada por la apariencia externa. Está preocupada de cómo se ve, de su aspecto físico. Está preocupada por vestirse de una manera que sea seductora, que sea atractiva. Ella pasa mucho tiempo, como lo hacen las chicas de esta serie de televisión llamada Sexo en la ciudad, en esos zapatos de diseñador. Ahora, a mí me gustan los zapatos. Somos mujeres, nos gustan los zapatos. Pero esto es solo una preocupación por lo externo, por cosas externas, por la apariencia.
Cuando contrastas esto con los otros pasajes, la mujer sabia sabe que la apariencia física es secundaria a la condición espiritual del corazón, que el hombre mira la apariencia exterior, pero realmente Dios mira el corazón. Ella se preocupa por su propio corazón. Ella tiene un carácter noble, está vestida de fortaleza y dignidad en lugar de la última moda. Entonces ese es el punto número uno, perspectiva.
Número 2: Factor de modestia. Vemos que esta mujer, la mujer salvaje, es aquella que presume su cuerpo como una prostituta, lo dice en el versículo 10. Hemos tirado la modestia por la ventana, ¿cierto? Las mujeres jóvenes son enseñables, y muchas veces las mujeres mayores también… Las ves cómo se visten y puedes decir, «¿qué estás pensando?»
Tengo tres hijos y algunos ya están justo en la cúspide de ser adultos. Mi hijo mayor tiene veinticuatro años; se acaba de casar con la joven más hermosa del mundo. Mi segundo hijo está listo para cumplir los veintidós años, y el más joven tiene diecinueve años. Así que tengo estos tres chicos en casa.
Recuerdo un día en que salí con uno de ellos y vimos a una mujer que iba pasando. La joven pasó por delante y estaba vestida muy, muy seductoramente. Estaba mostrando todo. Pasó a nuestro lado y no era solo lo que estaba vistiendo, era también su manera de caminar. Ella le dio a mi hijo una mirada. Así que le pregunté a mi hijo, «¿qué es lo que estás pensando y sintiendo? ¿Qué piensas cuando ves a una mujer así?» Esa es una pregunta bastante atrevida. Pensé que él podría querer evitarla.
Y él me dijo: «Mamá, para ser honesto, ella despierta la masculinidad en mí, pero no atrae al hombre en mí».
«Esa es una buena respuesta, cariño», le dije.
Pero es cierto, y tenemos que cuidar cómo nos vestimos. Ahora a las mujeres se les enseña a usar su sexualidad como poder, que si tú te vistes de una manera en la que puedas seducir a un hombre, en la que puedas ser sexual, eso es de gran alcance. Son las mujeres sensuales quienes tienen el poder. Esa es una mentira de la boca del infierno, lo es. Una mujer que es sabia viste modestamente. Las palabras en los pasajes son…modesta, moderada, decorosa. El factor importante de la feminidad en Dios, es lo contrario.
Ahora déjame contarte, yo me crié en una familia. Tenía cinco hermanos. Yo era la única mujer. Según cuenta la historia, mi mamá estaba orando insistentemente por una niña y después de cuatro chicos, ella no dejaba de orar. Una noche se despertó y un ángel le dijo en el oído, «si quieres una niña, esta noche es la noche», por lo que ella despertó a mi papá… y nueve meses más tarde nací en el Día de la Conmemoración. ¿Cuál es el punto de eso?
El punto de esto es que yo crecí en un ambiente exclusivamente masculino. Yo era la única chica. Mi mamá quería desesperadamente que yo fuera una niña femenina, y eso era lo último que yo quería ser. Yo no era una niña femenina. Casi me daban palpitaciones al ponerme esos vestidos de vuelos. El color rosa no era una palabra en mi armario y yo era más que feliz al no tener que usar maquillaje y hacerle de niña tierna. Nunca lo entendí. Las niñas me daban miedo, me asustaban.
Pero el Señor me convenció de que Él hizo a las mujeres y las hizo mujeres hermosas y Él quiere que disfrutemos de nuestra feminidad; este es el punto número 3. Muchas de nosotras vamos por todas partes muy desaliñadas y no nos importa. No llevamos maquillaje y yo soy de esa manera la mitad del tiempo. A menudo, tengo que ser muy intencional acerca de ser femenina. Tengo que pensar, «ok, mi esposo me ha visto suficientemente fea en varios días consecutivos».
Permítanme leerles un versículo que podría sorprenderles. Me sorprendió cuando lo encontré. Está en Deuteronomio 22, versículo 5. Dice lo siguiente:
«La mujer no vestirá ropa de hombre, ni el hombre se pondrá ropa de mujer; porque cualquiera que hace esto es abominación al Señor tu Dios».
¡Wao! Eso es un poco sorprendente ¿no? Esto es muy interesante para mí y creo que el punto de esto no es tanto, «ah, las mujeres no deberían usar pantalones». No podemos hacer reglas duras y rápidas, porque creo que las reglas van a ser distintas de una cultura a otra.
Pero creo que el propósito de esto es el siguiente: Dios nos creó, hombres y mujeres y quiere que sus hombres sean hombres y sus mujeres sean mujeres. Así que para algunas de nosotras que hemos crecido en esta cultura, esto va a requerir de un poco de trabajo y un poco de intencionalidad. Algunas se sienten atraídas a vestir sin modestia y a vestir de una manera que es sensual y a otras simplemente les encantan esas sudaderas y pantaloneras y no quieren desprenderse de ellas, ¿cierto?
Así que el Señor tiene que desafiar nuestros corazones, para corregirnos y para llevarnos a un equilibrio en nuestra feminidad. Soy muy competente en muchas cosas, muy independiente, pero hay algo que Dios valora sobre la feminidad y es esa suavidad con la que Dios la ha hecho –este es otro factor de feminidad.
Número 4: El lenguaje corporal. Vemos aquí que la mujer salvaje es coqueta; ella es físicamente atrevida y provocativa, es descarada. En el pasaje se utiliza la palabra descarada, así que ella es la que se acerca, agarra al joven y lo besa. Lenguaje corporal –ella es muy coqueta y provocativa.
La mujer sabia guarda su dignidad; ella no recurre al encanto engañoso. Vemos en los pasajes de la Escritura las palabras pureza, decoro, digna de respeto, no usa el encanto engañoso. Las mujeres sí tienen poder, solo en términos de seducir a los hombres. Todas sabemos lo que significa intentar ser descarada, intentar ser atrevida, ser la que toma la iniciativa de acercamiento.
Número 5: Tiempo y energía. La mujer salvaje se la pasa en lugares en los que podría atraer a hombres. Ella está al acecho. Se nos dice en el pasaje que está en las plazas de las calles; que está en cada esquina, en los lugares públicos, los lugares en los que va a estar fuera como cebo para mirar, para buscar y atrapar a los hombres.
La mujer sabia, por otro lado, está ocupada con la misión personal, no en atrapar a los hombres. Ella está ocupada con buenas obras, no come el pan de balde. Sus brazos están para los pobres, sus manos para el menesteroso.
Yo estaba hablando con uno de mis hijos acerca de la mujer que un día iba a encontrar y con la que se casaría. Le dije: «Cuando encuentres a esta mujer, no va a estar allí sin nada que hacer y poniéndose a sí misma en lugares para encontrarte. Esta mujer va a ser una mujer de misión. Ella tendrá la misión y el propósito para el reino de Dios».
Muchas de nuestras jóvenes hoy en día están inactivas en el reino de Dios, están perdiendo el tiempo. Simplemente todo su propósito es salir a atrapar a un hombre, porque piensan que eso es lo que va a satisfacerlas. Pero como hemos hablado esta mañana, no hay un hombre sobre la faz de la tierra que pueda satisfacer tus necesidades. Ni uno. Ahora, si el Señor te bendice con una gran relación, esa es una cosa maravillosa y hermosa.
Brent y yo hemos estado casados por veinticinco años y es la relación más rica y más hermosa con la que cualquier mujer podría soñar desde una perspectiva terrenal. Pero aun así, él no es el que en última instancia satisface mis necesidades. Es el Señor Jesucristo, quien me da mi identidad, mi confianza en lo que soy. Tengo que ocuparme de las cosas del Señor, al igual que todas ustedes.
En este momento solo me voy a dirigir a las mujeres jóvenes no casadas, las que son solteras. ¿Qué es eso de que mujeres cristianas estén saliendo a los bares? No entiendo eso. Tú puedes llamarme anticuada; podrías decir que estoy fuera de la realidad, pero en mi mente, tú estás permitiéndote esos momentos de estar al acecho en la esquina de la calle, en cada esquina, por ahí, dando una señal. Tratando de tener el tipo de mentalidad masculina que la Escritura dice que no deberías tener.
Número 6: La búsqueda. Tengo que hacer una confesión. Había una chica que llamaba a mi hijo menor. Esto fue antes de los teléfonos celulares. Ella estaba llamando y llamando y llamando y llamando y yo solo ejercité mi autoridad parental, llamé a la compañía telefónica y pedí que bloquearan su número.
Antes de hacer eso, intenté otra táctica. Le dije: «Voy a tomar tu mensaje. Sí, él está sentado allí en el sofá, pero voy a tomar tu mensaje y él te llamará de vuelta». Pero a las jóvenes hoy en día se les enseña que ellas pueden ser las iniciadoras en una relación, que en realidad no importa. «Tú debes ir por lo que tú quieres. Si ves a un chico que deseas, ve por él, búscalo, persíguelo».
Déjame te cuento lo que esto hace. Lo he visto una y otra vez, que son mujeres las que han hecho esto, son las que han conseguido al chico y las que iniciaron la relación. Ellas le llaman por teléfono, lo buscan, lo persiguen, consiguen la boda corriendo y están en control de la relación. Cinco, diez años después, ellas lo odian porque es un adicto a la televisión. Están cansadas de hacer de todo y manejar la casa y tener un hombre que es pasivo o pasivo agresivo.
La forma en la que buscas noviazgo se convierte en la forma en la que te relacionas cuando te casas. La forma en que te relacionas con los hombres, en general, establece las pautas para tu matrimonio. Son importantes los patrones que estableces y cómo te relacionas, y se nos dice en las Escrituras que esa mujer, la mujer salvaje, es la mujer que sale, que se apodera de él, la mujer que lo busca y se aprovecha de él.
En cambio, la mujer sabia es la mujer que se lo gana con una conducta pura y santa, ella ganó a su marido. Sara respetaba a Abraham como amo. En otras palabras, hay una reverencia y una pureza y un «yo no voy a salir a conseguir, yo voy a ser un premio que vale la pena conseguir. Yo voy a ser una mujer de Dios, y a ser digna de buscar, porque Dios lo dice».
Es como la santidad, la relación y el cuadro entero de Cristo buscando a Su iglesia. Si estamos hablando de un hombre y una mujer siendo como una mini imagen de la relación entre Cristo y la iglesia y además, una relación intertrinitaria, donde aprendemos mucho sobre Dios, porque hombres y mujeres han sido creados a Su imagen. Si ese es el caso, entonces esto verdaderamente importa.
Las mujeres de Dios saben cómo tener ese dulce y suave espíritu, saben que la pureza y la santidad dicen: «Yo confío en Dios. Yo no tengo que ir a buscar y estar a cargo. Dios está a cargo, y puedo confiar mi vida a Él».
Número 7: Decencia. Recuerden que estamos hablando de los puntos que distinguen a una mujer salvaje de una mujer sabia. Una mujer salvaje se pone a sí misma en situaciones potencialmente comprometedoras. Vemos en este pasaje que ella sale en la oscuridad de la noche. «Cariño, ¿qué haces afuera en la noche oscura? ¿Para qué lo estás invitando a tu casa?»
Ahora, cuando les ministro a mujeres universitarias, a las que se visten seductoramente; las que inician, van tras el chico, dejan que venga a sus apartamentos y luego se lamentan diciendo: «No me respetó», cuando él no puede controlarse a sí mismo. No sean tontas. Decencia —lo que es propio, bueno y adecuado. Es importante.
Es una gran novedad en este momento que se puede tener un compañero de habitación del sexo opuesto. ¡Eso no es correcto! ¡No está bien! No es honorable.
La Biblia dice que la mujer sabia se mantiene alejada de las situaciones potencialmente comprometedoras; que ella es una mujer de decencia; ella entiende que lo que es correcto, es bueno y que incluso evita la apariencia del mal.
Mi mamá no me dejaba salir en un carro al lago con un chico. Pensaba que solo estaba siendo, ya sabes, muy maternal. Algunas de ustedes pueden pensar que estoy siendo maternal en este momento, pero yo no lo creo. Creo que estoy siendo bíblica.
Una mujer sabia se mantiene alejada de las situaciones potencialmente comprometedoras. Ella es digna de respeto. Yo respeto quien soy, respeto cómo Dios me creó para que fuera, me respeto lo suficiente para ni siquiera acercarme un poquito al límite. Puedes pensar que soy anticuada, pero yo elijo, porque no soy una cobarde y débil, elijo estar de pie contra el mundo y hacer lo que es correcto y no le daré ninguna oportunidad al enemigo.
Y chicas, eso es lo que estamos haciendo cuando nos ponemos en situaciones potencialmente comprometedoras. Si estamos en un negocio, trabajamos en una oficina, y salimos solas para el almuerzo con un chico, no es apropiado. Si voy a un viaje de negocios y salgo con un colega masculino, solo él y yo para tomar un café, no es apropiado. No está bien. Eso deshonra al Señor; deshonra a mi marido, y le estoy dando al enemigo una oportunidad. ¡Es solo una pequeña erosión! ¡No viene como una gran caída! Por lo general, es poco a poco como el enemigo avanza sobre nuestro territorio.
Número 8: Influencia. Una mujer salvaje es manipuladora e intrigante. El versículo 10 nos dice que ella tiene un corazón astuto, así que trata de armar un complot. Ella trata de escribir el guión y manipular para conseguir lo que quiere. Esto ocurre antes del matrimonio, y esto sucede también después del matrimonio –esta astucia de corazón, para manipular a nuestros muchachos.
Una mujer sabia, por otro lado, evita el engaño, la astucia y la manipulación. Se nos dice que las mujeres sabias no son chismosas y no son entrometidas. Ahora las mujeres son bastante buenas en esto, ¿no es así? Podemos bailar en la cabeza de un hombre, y él ni siquiera darse cuenta. Pero, ¿cómo honramos a Dios cuando buscamos manipular? Nosotras no le honramos.
Eso nos lleva a un punto número 9: nuestros hábitos al hablar. Una mujer imprudente, no sabia, habla halagando, seduciendo, manipulando, o tal vez llorando, suplicando o quejándose. El pasaje dice, palabras seductoras, palabras persuasivas, diciendo cosas que no deberían ser dichas; mientras que la Escritura nos dice que una mujer sabia es sensata y prudente con sus palabras. Ella influye incluso sin palabras, se nos dice en el pasaje. Ella habla con sabiduría, y ella no habla maliciosamente.
Nuestros hábitos al hablar son importantes, y podemos honrar nuestro diseño de la forma en que Dios nos ha creado cuando lo honramos con nuestra boca.
Número 10: La prominencia. Se nos dice que la mujer salvaje es egocéntrica, que clama por atención. Ella es ruidosa—yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo—se trata de mí; se trata de mis necesidades, de lo que yo quiero. Se trata de que no me siento satisfecha. Se trata de que necesito atención; necesito esto; necesito aquello. Es una mujer que reclama; mientras que una mujer sabia es alguien centrada en los demás. Ella no está centrada en sí misma, está enfocada en los demás, y está feliz de servir.
La Biblia dice que una mujer sabia da comida a su familia, porciones para sus criadas; su marido toma su asiento en la puerta de la ciudad, y ella tiene un espíritu manso. Ella está de acuerdo con eso (ver Proverbios 31). ¡Uf! ¡Ouch! ¡Qué difícil! Se nos ha enseñado en nuestra cultura: «Mujer, si tú eres igual a los hombres, entonces debes tomar tu lugar en las puertas de la ciudad, eso es por lo que debes luchar, y él debe estar allí ayudándote para que lo logres».
Esa es la sabiduría del mundo. Pero la Biblia dice que una mujer sabia no clama por prominencia para sí misma.
Solo tienes que pensar en las Escrituras y las palabras que se nos enseñan acerca de Cristo, «el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre» (Filipenses 2:6-9).
Nancy: Esta sí que es una verdad clave y fundamental: Dios está a cargo y yo puedo confiarle mi vida. Hemos estado escuchando la primera parte de un mensaje que Mary Kassian dió en «Mujer Verdadera 2008». Ha sido increíble para mí en todas las conferencias de «Mujer Verdadera» ver a miles de mujeres que vienen de todos los Estados Unidos y de otros países del mundo, atraídas por un deseo común. Ellas quieren ver a Dios cultivar en sus vidas las cualidades de una mujer sabia a la cual Mary acaba de describir.
Mary ha escrito un libro excelente que se titula, Girls Gone Wise in a World Gone Wild (Chicas sabias en un mundo salvaje). Este es un gran recurso para mujeres de cualquier edad. Recuerdo la primera vez que lo estuve leyendo y pensé: «Este es un libro que me gustaría haber escrito». Está tan lleno de grandes ideas que se pueden aplicar a todas las estaciones de la vida. Es un libro que creo que es particularmente valioso para mujeres en edad universitaria, las mujeres en sus veinte años, mujeres jóvenes que están lidiando con algunos problemas particularmente difíciles, en nuestra cultura y en nuestro mundo.
Así que, madres, abuelas, ustedes que pueden tener una hija o nieta joven adulta, este libro es una gran herramienta para regalarle a esa joven.
Annamarie: Gracias Nancy. Visítanos en nuestra tienda en línea en AvivaNuestrosCorazones.com. Allí tenemos disponible para tí este libro de Mary, en español titulado, Chicas sabias en un mundo salvaje. Adquiere tu copia o si ya lo leíste y fuiste bendecida, regálaselo a una amiga. En este Mary expande mucho más los puntos sobre los que escucharás a lo largo de esta serie de programas.
Mary Kassian nos dice que una mujer sabia es una mujer de convicciones muy, muy fuertes. Una mujer que a pesar de todo, e incluso cuando le es doloroso y difícil, decide hacer lo correcto y confiar en Jesús.
Ella nos hablará más acerca de esto, mañana, aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Siendo sabias en un mundo salvaje juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
La lectura bíblica para hoy en el Reto Mujer Verdadera 365 es Deut 14 al 16
Todas las Escrituras son tomadas de la Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
Me Rindo a Ti, Jonathan & Sarah Jerez ℗ 2016 Aviva Nuestros Corazones.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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