Salmo 126, día 10
Annamarie Sauter: Con nosotras Byron Paulus.
Byron Paulus: El avivamiento no es un toque emocional, sino un cambio completo.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Aquellas de ustedes que tienen algún tiempo escuchando Aviva Nuestros Corazones saben que no estamos aquí para promover un ministerio. No estamos aquí para promover un nombre o una persona o una organización. Estamos aquí para promover la verdad de la Palabra de Dios y el poder de Su Palabra, y la misión de avivamiento, particularmente en los corazones de las mujeres.
Hoy quiero hacer una pequeña excepción para este propósito mayor. Esta semana hemos tenido el privilegio de tener en el estudio a Byron Paulus y a su esposa Sue. Y aprovechando que tenemos a Byron en el estudio, hemos querido, una vez más, darle el micrófono y que nos …
Annamarie Sauter: Con nosotras Byron Paulus.
Byron Paulus: El avivamiento no es un toque emocional, sino un cambio completo.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Aquellas de ustedes que tienen algún tiempo escuchando Aviva Nuestros Corazones saben que no estamos aquí para promover un ministerio. No estamos aquí para promover un nombre o una persona o una organización. Estamos aquí para promover la verdad de la Palabra de Dios y el poder de Su Palabra, y la misión de avivamiento, particularmente en los corazones de las mujeres.
Hoy quiero hacer una pequeña excepción para este propósito mayor. Esta semana hemos tenido el privilegio de tener en el estudio a Byron Paulus y a su esposa Sue. Y aprovechando que tenemos a Byron en el estudio, hemos querido, una vez más, darle el micrófono y que nos permita hacerle unas cuantas preguntas sobre Life Action Ministries, el ministerio Life Action.
Ahora, para aquellas de nuestras oyentes que pueden estar confundiéndose, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Life Action Ministries, y Aviva Nuestros Corazones es parte de la división de mujeres de Life Action. Estamos en la misma página. Tenemos la misma misión. Estamos comprometidos con el mismo objetivo para el corazón de las personas.
Algunas mujeres han asistido a las conferencias de Aviva Nuestros Corazones. Han escuchado Aviva Nuestros Corazones en la radio, leen mis libros, y muchas de ellas tal vez no sepan que existe este ministerio que es mucho más grande que Nancy DeMoss Wolgemuth y Aviva Nuestros Corazones, cuyo objetivo es llevar el mensaje no solo a las mujeres, sino a familias completas, a las iglesias, a los jóvenes y a los niños. Hay mucho más de lo que conocen como Aviva Nuestros Corazones.
Gracias por tomar este tiempo para unirte a nosotras y compartir con nuestras oyentes acerca de esto hoy.
Byron: Bueno, gracias a ti, Nancy, ha sido un gozo para mí también formar parte de la familia de Aviva Nuestros Corazones.
Nancy: Yo solo quiero hacerte algunas preguntas de las que ya conozco las respuestas, pero creo que hay cosas que nuestras oyentes tal vez no saben y que quieren saber. Algunas tal vez solo quieren saber cómo se originó Life Action. Cuánto tiempo ha existido y por qué comenzó. ¿Cómo empezó todo?
Tú has estado aquí más tiempo que yo. No estuviste desde el momento mismo en que se inició, pero bastante cerca. Dinos un poco acerca de los antecedentes del ministerio.
Byron: Bueno, yo creo que el proceso de inicio de nuestro ministerio se ha convertido en un fundamento sobre el cual Dios, por Su misericordia, puede bendecir. No fue ninguno de nosotros. Yo no estaba ahí. Tú no estabas ahí, así que no podemos tomar el crédito.
Nuestro fundador se llamaba Del Fehsenfeld Jr., y era un pastor de jóvenes en Florida quien tuvo un ministerio muy exitoso. Si pueden imaginarse esto, oyentes, él anunciaba sus reuniones de oración de los sábados por la noche de la siguiente manera: «No hay pizza, no hay fiesta, no hay refresco, solo mucha oración y mucho poder».
Nancy: Eso fue a fines de los años 60, cuando necesitabas ofrecer pizza, fiesta y refresco si querías que los jóvenes asistieran a cualquier actividad; y aquí él está diciendo, «nosotros no ofrecemos nada de eso, solo ven a orar».
Byron: Tienes razón. Eso fue lo que atrajo a los adolescentes, y creo que él se dio cuenta de algo que es tan cierto hoy como lo era a fines de los años 60 y aún a principios de los 70. Es que en lo profundo aún de los corazones de los adolescentes, inclusive en los adolescentes de hoy, ellos se dan cuenta de que hay más que fiesta, hay más que refresco y pizza. Ellos tienen un deseo por el poder de Dios y Su presencia.
Nancy: Lo más asombroso fue que sí venían a orar.
Byron: Ellos vinieron y siguen viniendo, y fue en una de esas reuniones de oración que Dios comenzó a poner en el corazón de nuestro fundador, esta idea de un ministerio completamente dedicado a creerle a Dios por otro despertar espiritual en nuestra nación.
Él comenzó a recibir ideas que Dios imprimió en su corazón acerca de equipos que viajarían a través de los Estados Unidos con un énfasis muy familiar, ministrando a mujeres, ministrando a hombres y a familias completas…
Nancy: …en el contexto de la iglesia local.
Byron: …en el contexto de la iglesia local.
Una pequeña e interesante nota adicional, que probablemente recuerdas bien, es que ese primer año le recomendaron que buscara consejo. Así que viajó por todos los Estados Unidos, se reunió con más o menos 120 líderes, y simplemente les dijo, «aquí está lo que Dios puso en mi corazón…¿qué opinas?» Y en cada caso le dijeron, «esa es una tremenda idea, pero nunca funcionará».
Nancy: ¡Estamos muy contentos de que no les creyó!
Byron: Amén. Él regresó a Florida y clamó a Dios: «Dios, yo no entiendo esto. Tú me dijiste que hiciera esto, y ahora todos ellos me están diciendo que no funcionará».
Y Dios imprimió eso en su corazón: «Nunca olvides esto. No funcionará sin Mí». Necesita ser un ministerio que dependa totalmente de Dios y de lo que Él puede hacer. Qué retrato para todas nuestras vidas; por supuesto que necesitamos a Dios y depender de Él para hacer lo que nosotros mismos no podríamos hacer jamás.
Nancy: Él siempre nos recordaba eso. Del era el director del ministerio cuando yo entré, a finales de los años 70 y era un hombre que realmente solo quería que supiéramos que no éramos nosotros. Que no se trataba de nosotros. No era acerca de lo que nosotros podíamos hacer, sino que queríamos un ministerio que fuera una demostración del Espíritu y del poder de Dios.
Byron: Así empezó el ministerio. Comenzamos a ir a iglesias locales…
Nancy: ¿…en el 1971?
Byron: Sí, a principios de los 70, 71 y 72, y Dios continuó bendiciendo y usando el mensaje y el mensajero con poder. Comenzamos a ver iglesias realmente tocadas por el poder de Dios. Este fue un acercamiento único, en el sentido de que les pedíamos a las iglesias, tal como lo hacemos hoy, que apartaran períodos extendidos de oración para clamar al Señor.
Nancy: ¿Qué quieres decir con eso?
Byron: Quiero decir, dos veces a la semana, tres domingos al mes, o un mínimo de diez días. En algunos casos, según Dios comenzaba a moverse, se extendía más; hasta una tercera semana solo para tomar tiempo suficiente para esperar en Él. En el Antiguo Testamento la palabra esperar no es pasiva, sino que significa «constantemente confiar o buscarle a Él», con todo nuestro corazón, esperar a que venga y nos visite.
Así que yo creo que lo que realmente estaba en su corazón (y es lo que está en nuestros corazones hoy), no era solamente juntarnos en otra serie de reuniones con buenas canciones y excelente predicación y lo mejor de lo que puedes planear, sino realmente llamar al pueblo de Dios a reunirse, especialmente en una iglesia local a decir «Señor, estamos esperando que vengas».
Nancy: Esas no eran reuniones diseñadas primeramente para alcanzar a las personas fuera de la iglesia, que es lo que en esos días se escuchaba sobre los avivamientos. A veces en el sur todavía se usa esa palabra de esa manera cuando hay un servicio de predicación evangelística. Pero estos servicios estaban diseñados para ministrar la vida de las personas en esa iglesia.
Byron: Ciertamente… piensa en Habacuc que dijo, «aviva, oh SEÑOR, tu obra en medio de los años» (3:2), «¿no volverás a darnos vida para que tu pueblo se regocije en ti?» (Sal. 85:6).
Nosotros encontramos que cuando íbamos a una comunidad o a una iglesia local y pasábamos tiempo concentrados en una relación vertical, y en reconciliar esa relación, entonces, podíamos ver como en los días siguientes, Dios tocaba los corazones cuando nos enfocábamos en las relaciones horizontales, en nuestros hogares, en nuestros matrimonios, con los hijos, aún dentro de la iglesia o en el lugar de trabajo; tomar tiempo para realmente decir, «Señor, ¿vendrías y nos visitarías?»
Oye, de vez en cuando, paremos todo…
Nancy: Sí, saquemos tiempo.
Byron: …y sí, buscar al Señor de esa forma concentrada.
Nancy: Así que, actualmente en Life Action Ministries hay cuatro equipos que viajan nueve o diez meses al año, llevando esta clase de ministerio a las iglesias locales, unos cincuenta más o menos al año, por diez días, dos semanas, o más. Dinos cómo luce uno de esos equipos. Si uno de ellos llega a mi iglesia, ¿cómo se verá para aquellos que tal vez nunca han experimentado esto?
Byron: Bien, bueno, en cada equipo hay unas quince o veinte personas, y están aquellos que llamamos evangelistas itinerantes, que predican el mensaje de avivamiento. Hay un gran énfasis en la familia, con instructores familiares, ministros de jóvenes, trabajadores de niños, ministros de niños, un equipo de alabanza y músicos. Llegan a una iglesia y ministran a cada grupo de edad de la familia.
Creemos que en la Escritura se encuentra el preparar el camino para la presencia de Dios, así como Juan el Bautista, que tuvo un mensaje con doble propósito, si recuerdas, de arrepentimiento y de volver el corazón de los padres hacia los hijos, de los hijos hacia los padres, y de preparar el camino para la presencia física de Dios. Así que ese énfasis familiar y de arrepentimiento allana el camino para la presencia de Dios espiritualmente y el derramamiento de Su Espíritu.
Se nos llama el equipo de avivamiento de Norteamérica centrado en la familia, ya que vamos a esas iglesias y ministramos a cada grupo de edad de la familia. Hay algo para los niños de cuatro y cinco años, y para los de primer grado. Lo llamamos el Club de la Felicidad, donde aprenden principios de avivamiento a su nivel de edad.
Nancy: Es asombroso lo que esos niños pueden captar.
Byron: Oh sí que lo es.
Nancy: Principios de obediencia, humildad, y arrepentimiento.
Byron: Luego tenemos el Club Dinamita para los que cursan primaria, y ellos aprenden esos principios de avivamiento, y luego entre la juventud, y un gran énfasis en el matrimonio y la crianza. Te diré que algunas de las cosas que hemos visto a Dios hacer cuando esposos o esposas se toman el tiempo para decir, «Dios, voy a enfocarme en mi relación contigo», dejando todo a un lado por un momento. Luego que Dios se encuentra con ellos, usualmente obra milagros de restauración.
Nancy: Hemos visto eso en tantos matrimonios. Estoy pensando en aquella reunión en la iglesia en Nueva York en donde una pareja que no pensaba asistir terminó yendo.
Byron: Sí, si bien recuerdo era una iglesia grande, y allí estaba una pareja que dos años antes se había separado y divorciado. Ninguno de los dos se había vuelto a casar. Uno se había ido a Hawái y el otro a Florida. Habían perdido toda comunicación y contacto el uno con el otro, pero ambos decidieron regresar a su ciudad en Nueva York para vacacionar en la misma semana.
Ambos fueron invitados a asistir a uno de los servicios y fueron la misma noche. Uno se sentó en un lado del auditorio y el otro del otro lado. Ellos no tenían ni idea de que estaban en el mismo estado, mucho menos en el mismo edificio.
El Espíritu de Dios comenzó a darles convicción. Pronto uno de ellos se levantó de su asiento y fue al cuarto de consejería o al cuarto de oración, y luego el otro se levantó más tarde y se dirigió a un cuarto que se encontraba justo al cruzar el pasillo donde estaba su antigua pareja.
Allí, con sus rodillas y rostros ante Dios, se arrepintieron de su pecado, se quebrantaron ante Dios y fueron honestos con Él. Luego de encontrarse con Dios se levantaron de donde estaban arrodillados, salieron al pasillo en el mismo momento, se encontraron y se abrazaron, se pidieron perdón el uno al otro, y unas semanas más tarde, uno de los miembros de nuestro equipo tuvo el privilegio de casarlos nuevamente. Lo último que oí de ellos fue que él estaba sirviendo como pastor, y ella, su esposa, en el ministerio; esa es la obra milagrosa de Dios en reconciliar los matrimonios.
Nancy: Es precioso. Y esta conversación me hace recordar algunos tiempos… Recuerdo que en el área de Fort Worth a finales de los 80...tú, Sue y yo recientemente estuvimos con una pareja que estuvo en esa reunión, ¿hace cuánto? Tal vez quince o dieciocho años y fue profundamente impactada.
Aquella reunión fue programada para durar tres semanas, de domingo a domingo, en una iglesia cuyo pastor había estado allí por años. Él era un fiel hombre de Dios que había estado enseñando la Palabra de Dios. Ellos tenían muchos estudiantes del seminario en esa iglesia, pero Dios comenzó a encontrarse con la gente y a exponer cosas que estaban ocultas a medida que la luz brillaba en esa iglesia.
Fue obvio, y yo estuve en esa reunión la mayor parte del tiempo, y recordé, mientras estuvimos con esta pareja el fin de semana pasado, cómo dos semanas se volvieron tres, cuatro, cinco, y la reunión se extendió seis semanas. La gente venía noche tras noche. Fue interesante. Esa pareja nos decía que en esos tiempos ellos tenían niños de segundo y cuarto grado, y la gente decía, «¡no hay manera en que nuestros niños puedan hacer esto!» Ellos tienen que ir a la escuela. Tú sabes, no hay forma de que podamos sacarlos noche tras noche.
Ellos dijeron, «nuestros niños obtuvieron las mejores notas de todo su tiempo escolar durante esas seis semanas», porque Dios los sostuvo, pero Dios también estaba trabajando en los corazones de sus niños. Fue algo bueno ver a esta pareja ahora, años después, de hecho, tal vez debería compartir un poco acerca de lo que Dios hizo en el matrimonio de esa pareja en particular.
Byron: Bueno, fueron tantas las cosas que pasaron. Como recordarás, fueron seis semanas y siete domingos. No era un asunto de si podías o no lograr que la gente fuera. ¿Podías lograr que se quedaran en casa? Ellos querían seguir, aun después de ese séptimo domingo. Y era porque Dios estaba ahí.
Tú recuerdas, y llegaremos a algunas de esas otras ilustraciones, pero vaya, ¿recuerdas el caballero que voló desde Nashville, Tennessee? Era un líder denominacional muy conocido. Él caminó hacia la parte trasera de ese auditorio y dijo, «no pasaron cinco minutos de estar ahí, cuando tuve que postrarme ante el Señor, no de una forma mística o por algo emocional, sino porque la presencia de Dios estaba allí». Así que él también se encontró con Dios de una forma profunda.
Tienes razón, esa pareja, y hay tantas otras parejas e ilustraciones. Pero en el caso de esta pareja, Dios realmente trajo gran convicción, de manera individual, acerca de la infidelidad en su matrimonio; tanto en el esposo como en la esposa. Ahora, ellos no sabían lo que estaba sucediendo en el corazón de su cónyuge.
Nancy: Infidelidad que había sucedido en el pasado.
Byron: Era del pasado y ya no estaba sucediendo en ese momento.
Nancy: Pero tenían que confesarlo.
Byron: Había pasado algún tiempo. Pero ellos sabían que para estar bien con Dios, necesitaban un consejero bíblico y tratar el asunto de manera bíblica. Ellos sabían que nunca podrían tener la intimidad y la unidad que Dios quería en su matrimonio, a menos que trataran con eso.
Ellos salieron. Él la sacó y ella le dijo, «tengo que compartir algo contigo que no vas a creer, y tal vez nunca me perdones por ello». Fue muy difícil.
Luego él le dijo a ella, «cualquier cosa que hayas hecho no puede ser tan mala como lo que yo he hecho».
Bueno, como podrás imaginarte, ambos terminaron compartiendo cómo habían sido infieles y Dios inundó sus corazones con la gracia del perdón mutuo. Ahora, todos esos años hasta el día de hoy, ellos han estado sirviendo al Señor fielmente, ministrando, enseñando, entrenando otras parejas, siendo mentores, en general siendo grandemente usados por el Señor.
Nancy, yo recuerdo que tú y yo, y otra persona (no puedo recordar quién fue) regresamos dieciocho meses más tarde. ¿Lo recuerdas? Un viernes y sábado por la noche.
Nancy: Sí, y los entrevistamos uno tras otro.
Byron: Fue un trabajo tan poderoso de Dios. Nosotros solo queríamos saber si el fruto realmente había permanecido. Creo que fueron veintitrés o veinticuatro individuos o parejas que entrevistamos.
Recuerdas a la señora que pienso que lo resumió todo, ella dijo, «ustedes no lo entienden». Nosotros estábamos haciendo preguntas, «¿realmente había permanecido?»
Ella dijo, «ustedes no lo entienden. El avivamiento no es un toque emocional sino un cambio completo».
Nancy: Es un cambio completo.
Byron: ¡Qué definición de avivamiento!
Nancy: «No solo un toque, sino un cambio completo».
Lo más importante es orar. Pidan a Dios que prepare el corazón de los líderes, sus propios corazones, y que clamen a Él por avivamiento en su medio.
Yo creo que a través de la historia Dios ha usado diferentes ministerios e itinerantes para ayudar a buscarle a Él juntos. Nosotros llegamos y oramos juntos, buscamos al Señor juntos, reímos juntos, lloramos juntos, y le pedimos a Dios que nos visite a nosotros y a ellos como cuerpo de Cristo.
Más allá de nuestros equipos itinerantes, si pudiéramos hablar solo un poco de las cosas que Dios está haciendo. Hemos iniciado un ministerio de impacto universitario.
Nosotros somos un ministerio para la familia. Por eso es que tenemos la división del ministerio de mujeres. Ahora, creemos que Dios quiere unir las familias en una forma más profunda y con relaciones más íntimas. En el verano tenemos campamentos familiares en donde la familia completa puede venir y ser ministrada, ministramos a los niños, los adolescentes, y los adultos. Nuevamente, todo con el énfasis del avivamiento del corazón, avivar nuestros corazones y ver lo que Dios hace en nuestras familias como resultado.
Annamarie: Hoy nos acompañó Byron Paulus, director del ministerio One Cry, Un clamor (en español), él regresará con nosotras para orar. Él ha estado conversando con Nancy DeMoss Wolgemuth y ayudándonos a entender a qué nos referimos cuando hablamos de avivamiento. Es el poder sobrenatural de la Palabra de Dios transformando vidas, familias, iglesias y comunidades.
Con este programa concluimos la serie El clamor de los cautivos. Si te perdiste alguno de los programas anteriores, escúchalo, descárgalo o leelo en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com. Y cuando nos visites, te animo a profundizar en lo que hemos estado compartiendo contigo adquiriendo el libro Quebrantamiento: El corazón avivado por Dios, escrito por Nancy. Encuéntralo en nuestra tienda en línea, allí en AvivaNuestrosCorazones.com.
Bien, aquí están Nancy y Byron de regreso con nosotras para concluir nuestro tiempo juntas.
Nancy: Byron, ¿podrías cerrar este tiempo en oración? Quiero pedirte que ores por Aviva Nuestros Corazones y por nuestro ministerio, por nuestras oyentes, muchas de las cuales realmente tienen un corazón y un deseo de ver a Dios moverse. Unamos nuestros corazones y oremos para que Dios realmente mande ese avivamiento.
Dios no tiene que usar a Life Action Ministries o a Aviva Nuestros Corazones. Nosotros queremos verlo a Él, solo queremos estar ahí cuando Dios decida soplar sobre Su pueblo una vez más. ¿Orarías por nosotras?
Byron: Señor, juntos clamamos como Isaías. Con nuestros corazones unidos al de las oyentes que oran en sus carros, en la casa o en sus lugares de trabajo. Señor, nos volvemos a ti. Oh que abras los cielos, Dios, que desciendas. Que las montañas de nuestras vidas y corazones, cualesquiera que estas sean, sean montañas de amargura o dolor, de conflictos no resueltos, de impureza moral o sexual; Dios, cualquier montaña que sea Dios, ¿podrías descender y echarlas abajo junto con cualquier obstáculo que se interponga entre nosotros y lo que Tú quieres hacer en nuestra generación en este día?
Señor, oro que comiences en cada uno de nuestros corazones, en mi corazón, en el de Nancy. Oh Dios, ¿harías un trabajo fresco en cada una de nuestras vidas? Te pedimos que nos des convicción de pecado porque, «bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios» (Mat. 5:18). Queremos verte Señor.
Dios, oramos que te muevas profunda y poderosamente. Y cualesquiera que sean esas fortalezas Dios, libéranos de eso y que seamos libres para poderte buscar con todo nuestro corazón. ¿Enviarías a nuestras iglesias a nuestros corazones hoy un avivamiento a la antigua, lleno del poder del Espíritu Santo? Y Dios Tú sabes con cuánta frecuencia oro por Tu iglesia, ¿Tratarías con los corazones fríos, complacientes y carnales tan prevalecientes hoy, Señor, y los cambiarías por humildad, honestidad y hambre, y los llenarías con esperanza de lo que puedes hacer?
Señor, oro que pongas un sentido de urgencia en cada uno de nuestros corazones y nos des entendimiento de Tus caminos. Oro para que unas Tu iglesia hoy. «Mirad cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía» (Sal. 133:1). Tú envías Tu bendición allí y nos lo dices en Tú Palabra.
Señor, ¿enviarías un espíritu de arrepentimiento, restitución y reconciliación? ¿Dios, podrías regresar a tantos que hoy están perdidos, resultando en una miríada de conversiones como leemos en la historia? Dios, que se aclaren las conciencias, se resuelvan los conflictos y que se abrace la gran comisión.
Oh Dios, oro que haya una gran cosecha de almas como resultado del trabajo que Tú harás en Tu iglesia. Oro que no seamos tan mundanos sino que tengamos mentes enfocadas en el cielo y que los hogares de tus hijos se levanten por la justicia y la verdad; y oh Dios, que Tu Espíritu Santo venga y habite en medio de Tu pueblo. Dios, haz Tu obra en Tu iglesia.
Dios te entregamos no solo nuestras iglesias y comunidades sino esta nación a Ti, ¿lo harías otra vez? ¿Dios estarías complacido en limpiar nuestra nación? Y Señor ¿pondrías un sentido de urgencia en el corazón de tus hijos? Y Dios, ¿lo harías en esta nación como lo has hecho en la historia, transformando cada segmento de nuestra cultura y nuestra sociedad con el poder de Tu Palabra y el poder de Tu Espíritu? Ven Dios. «Ven Señor Jesús» (Apoc. 22:20). Hazte presente en medio nuestro. Haz Tu obra a Tu manera y para Tu gloria.
Señor, oro por Aviva Nuestros Corazones. Oh Dios, ¿podrías bendecir este ministerio? Dios, ¿harías que eso no sea solo una frase, sino una realidad en los corazones de las mujeres alrededor del mundo, que sus corazones experimenten el increíble gozo, la libertad, los frutos y la plenitud que resultan de haber sido renovados y que nuestros corazones estén en armonía contigo?
Así que Señor, te pido que proveas para cada una de sus necesidades. Oro que lo uses para levantar una generación de mujeres que sean usadas por Ti como instrumentos en nuestra generación para transformar sus naciones para Tu gloria. Gracias Señor por lo que vas a hacer. Te lo pedimos en el poderoso nombre de Jesús, amén.
Annamarie: Clamando a Dios juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
La lectura bíblica para hoy en el Reto Mujer Verdadera 365 es Proverbios capítulos 1 al 3.
Todas las Escrituras son tomadas de la Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
A Ti Sea la Gloria, Para Su Gloria, El Fin Desde El Principio ℗ 2018 PSG.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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