Reconsiderando la sexualidad, día 5
Annamarie Sauter: Dannah Gresh nos habla sobre la importancia de no luchar solas contra la pornografía.
Dannah Gresh: No creas la mentira de que puedes con esto tú sola porque el enemigo anda como león rugiente, buscando a quien devorar (ver 1 Pedro 5:8). No sé mucho sobre leones ni de cómo cazan, pero estoy segura de que no van por toda una manada. Ellos van detrás de la presa que está sola, ¿no es así?
Así que no estés en esto sola. Corre hacia la esposa de tu pastor; ve a una amiga piadosa. Dile, «¡lucha conmigo de rodillas en oración por mi matrimonio!»
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Estoy muy agradecida por esta conversación que hemos tenido esta semana con Dannah Gresh y la Dra. Juli Slattery. Y antes de continuar, si te …
Annamarie Sauter: Dannah Gresh nos habla sobre la importancia de no luchar solas contra la pornografía.
Dannah Gresh: No creas la mentira de que puedes con esto tú sola porque el enemigo anda como león rugiente, buscando a quien devorar (ver 1 Pedro 5:8). No sé mucho sobre leones ni de cómo cazan, pero estoy segura de que no van por toda una manada. Ellos van detrás de la presa que está sola, ¿no es así?
Así que no estés en esto sola. Corre hacia la esposa de tu pastor; ve a una amiga piadosa. Dile, «¡lucha conmigo de rodillas en oración por mi matrimonio!»
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Estoy muy agradecida por esta conversación que hemos tenido esta semana con Dannah Gresh y la Dra. Juli Slattery. Y antes de continuar, si te encuentras con niños pequeños, estaremos discutiendo algunos temas para adultos, y querrás distraer su atención o ponerte audífonos.
Estos días han sido de mucho provecho para mí. Ha sido alentador y retador; es un tema difícil en un mundo lleno de pecado. Y al visualizar esto durante estos últimos días, creo que el Señor ha estado tocando de una manera muy tierna los corazones de muchas de nuestras oyentes.
Quizás Él está diciendo: «Esto es algo con lo que debes lidiar; es algo que has mantenido enterrado o escondido que necesitas sacar a la luz». O quizás Él te está dando esperanza por fracasos pasados, vergüenza pasada o ayuda para poder ayudar a otras que están lidiando con este tema de la semana, Reconsiderando la sexualidad. Necesitamos hablar de esto; necesitamos pensar en esto.
Es triste que en muchos casos durante estas décadas, el mundo ha estado hablando mucho más acerca de la sexualidad que la iglesia. Y entonces, muchos adultos en la iglesia han crecido con muchos conceptos errados, pensamientos equivocados, torcidos, distorsiones, mentiras acerca del sexo y de la sexualidad.
Y el enemigo ha estado haciendo este trabajo comenzando en Génesis capítulo 3, y aún al día de hoy, al esclavizar a las personas y hacerles creer cosas que no son verdad en esta área que fue creada para glorificar a Dios y para conectar nuestros corazones y nuestro entendimiento al evangelio.
Cuando Satanás roba la verdad sobre la sexualidad y el sexo, esta robando la verdad que no quiere que sepamos sobre el pacto de amor redentor de Dios… ¡Esto es importante! Así que voy a hacer silencio y presentaré a nuestras invitadas: Dannah Gresh y Juli Slattery.
Juli, has escrito este maravilloso libro, Reconsiderando la sexualidad (disponible en inglés), y esperamos que esta conversación haya despertado el deseo de profundizar en este tema en la etapa de vida que se encuentran y en toda situación. Juli, tú abarcas muchas de ellas. Pero tu libro no es una enciclopedia para dar todas las respuestas a todos los problemas.
Es una base para el discipulado en especial el área del discipulado sexual; para ayudarnos a pensar de la manera en que Dios piensa, renovando nuestra mente sobre el diseño de Dios para el sexo y por qué es importante. Así que gracias por escribir sobre esto. Gracias por unirte a nosotras para conversar de esto aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Dra. Juli Slattery: Gracias por invitarme y darme permiso de hablar sobre estas cosas ¡Sé que son conversaciones retadoras!
Nancy: Estamos muy agradecidas por la sabiduría, la gracia, el amor y la verdad que escuchamos viniendo de ti y por mi amiga de toda la vida, Dannah Gresh. Dannah, hemos hablado con muchas mujeres durante todos estos años. Hemos ministrado en conferencias juntas. Hemos escrito libros juntas. Has tenido un grán sentir por las mujeres, especialmente las jóvenes y las niñas, ¡para llevar la verdad de Dios en esta área!
Dannah: Sí. Es mi deseo que al plantar la verdad a los diez, once, doce, trece, catorce años de edad, en nuestras hijas, estemos evitando alguno de los dolores que quizás de otra forma puedan experimentar. ¡Yo amo, amo, amo plantar la verdad en las niñas!
Nancy: Y no solo evadir su dolor sino ayudarlas a amar la plenitud. Eso es de lo que hablamos en Aviva Nuestros Corazones: libertad, plenitud, y abundancia en Cristo. ¡Anhelamos eso en cada área de nuestras vidas!
Libertad de la esclavitud, tanto en lo relacionado a nuestra sexualidad pasada o a nuestras adicciones sexuales presentes, vergüenza, culpabilidad. Pero también la plenitud, experimentar la plenitud que Dios desea que nosotras tengamos. Y luego a dar fruto. Hablaremos de esto en nuestro siguiente programa.
Hay más cosas de las que queremos hablar, así que tendremos un programa más acerca de cómo ayudar a otras mujeres a experimentar libertad, plenitud y abundancia en Cristo, con relación a su sexualidad.
Ahora, como prometimos, hoy voy a hacerles a ustedes dos algunas preguntas. Sé que ambas reciben muchos correos, cartas y llamadas de mujeres, principalmente de líderes de ministerios de la iglesia, preguntando sobre temas difíciles acerca de la sexualidad, ya sea de sus propias experiencias o para tratar de ayudar a otras.
Juli, tú haces muchas sesiones de preguntas y respuestas cuando das conferencias sobre este tema. No vamos a dar respuestas completas, o a profundizar mucho en estas, pero sí quisiera que ustedes respondieran para que comencemos a pensar bíblicamente.
Así que quisiera comenzar orando, porque necesitamos la sabiduría de Dios. Y Dannah, te pediré que abras esta conversación y digas, ¡Señor ayúdanos! ¡Ayúdanos a hacer esto bien!
Dannah: Sí. ¡Me encantaría hacerlo!
Señor, gracias por esta oportunidad de reunirnos como amigas, algunas separadas por muchos kilómetros y continentes, pero Tu Espíritu está con cada una de nosotras. Guíanos mientras hablamos, guíanos mientras escuchamos; no permitas que nada se distorsione. ¡Permite que todo sea lleno de la verdad! Y que no temamos a estos temas Señor, porque vemos en las Escrituras que Tú no le tienes temor a estos temas. Así que danos paz mientras nos enfocamos en estos temas y danos Tu verdad. En el nombre de Jesús, amén.
Juli y Nancy: ¡Amén! Que así sea.
Nancy: Así que sin ningún orden en particular…Juli, sé que te han hecho muchas de estas preguntas. Así que pienso que muchas de nuestras oyentes quizás tienen las mismas preguntas. Permíteme comenzar con esta, y lo escribiste de esta forma: «Pienso que es una locura», algunas quizás digan, «¡casarte con alguien con quien no has tenido relaciones sexuales! El sexo es muy importante, y ¿si no eres compatible? ¿No necesitas hacer una prueba para ver si tendrán una buena vida sexual juntos cuando se casen? ¿No deberías probarlo antes?»
Juli: Bueno, en respuesta a algunas de estas preguntas, quiero asegurarme de responderlas en base a la conversación que tuvimos en esta semana. Porque cuando sacamos una pregunta fuera de contexto y solo se da una respuesta, puede ser muy superficial. Se debe profundizar en el pensamiento detrás de la pregunta, la teología detrás de la pregunta.
Nancy: Es por eso que puedes ir a avivanuestroscorazones.com, y escuchar los últimos cuatro episodios o leer las transcripciones, y luego –si lees inglés– obtén una copia del libro de Juli Rethinking Sexuallity (Reconsiderando la sexualidad), en el cual ella es muy cuidadosa profundizando en este tema.
Así que sí, haremos esto un poco fuera de contexto el día de hoy, pero para aquellas que han estado escuchándonos, ya hemos puesto la base, los cimientos. Ayúdanos a responder esto: ¿Por qué no probar el sexo antes del matrimonio para ver si es bueno para ti?
Juli: Bueno, antes que nada permítanme decir: No creo que Dios nos haya diseñado para ser sexualmente compatibles sin ningún motivo. Y algunas se podrían preguntar, ¿de dónde sacas eso? Observando el diseño del cuerpo del hombre y la mujer, la forma en que funcionan sexualmente, la forma en que experimentan el placer.
Nancy: ¡Son diferentes!
Juli: ¡Sí, lo son! Y de alguna manera no son compatibles –si observamos todas las diferencias físicas. Y realmente pienso que muchas de ellas, si no todas, existieron antes de la caída. ¿Por qué? ¿Por qué Dios nos pondría en una relación sexual cuando no somos sexualmente compatibles?
Pienso que existe una razón del porqué… Porque Dios está muy interesado en cómo nos amamos mutuamente en el matrimonio. Si fuera sexualmente compatible con mi esposo, no necesitaría aprenderlo amar…
Nancy: … sacrificialmente.
Juli: Sí, para que nosotras estemos sexualmente satisfechas. Dios quiere que nosotras experimentemos el placer sexual en el matrimonio, pero a través del camino de aprender lo que es amar como Él ama. Le diría a la mujer que hizo esa pregunta, «tu pensamiento está distorsionado. El propósito de la intimidad sexual dentro del matrimonio no es solo ¡vamos a pasarla bien juntos!, es un laboratorio de amor».
Con quien sea que te cases, serás en algún punto sexualmente incompatible. Discutirán sobre el sexo. Lo desearán en diferentes momentos. Tendrán sus propias cargas y barreras que traerán a esta relación.
Dios quiere enseñarte de forma tangible cómo es amarse mutuamente a través de la relación sexual. Si piensas que dormir con cualquiera y encontrar a alguien que sea sexualmente compatible contigo te va a garantizar un buen matrimonio…¡la investigación no apoya esto!
Dannah: No. La investigación realmente propone que una buena relación sexual tiene poco que ver con un cuerpo atractivo y joven y todas esas cosas, sino más con una buena comunicación. Tiene que ver mucho más con brincar esas barreras emocionales en la intimidad, hacia lo que realmente estamos comunicando, ¡y es difícil! Quizás esta es la parte más difícil, la parte más íntima del acto sexual, ¿correcto?
Juli: Es cierto, ¡pero nos enseña cómo se ve realmente el amor! Sabes, he estado casada por 25 años, y puedo decir que nuestra intimidad sexual en el matrimonio, ha sido lo que nos ha enseñado a amarnos mutuamente –más que ser padres, más que las finanzas, más que cómo estudiamos la Biblia juntos– ¡porque es real!
Toca la parte más profunda de quienes somos, nos obliga a ser vulnerables, a extender gracia. Hemos aprendido a amar más profundamente porque no hemos sido compatibles.
Nancy: Tú has llegado al fondo de estas cosas, y a la conclusión de que el amor de pacto de Dios puede impactar tu matrimonio y ayudarte a amar al otro de forma correcta, a pesar de que es muy difícil.
Juli: Sí, y nos ha enseñado a amar a Dios. Sabes, Dios nos ama sacrificialmente. Él nos amó sacrificialmente. Así que en reflejo de ese amor –el matrimonio– ¿por qué no somos retadas a hacer lo mismo?
Nancy: Permíteme ahora ir en una dirección diferente. De nuevo, solo voy hacer preguntas al azar. Podríamos durar todo un programa con cada una de estas preguntas. Sé que Juli, Dannah y yo hemos escuchado a mujeres que dicen, «tengo un deseo sexual más intenso que el que tiene mi esposo». No siempre es así, pero no es inusual.
Para aquella mujer que dice, «tengo un mayor deseo y una mayor inclinación hacia esto más que él»; ¿cómo podemos animar a esta mujer? Cualquiera de las dos puede responder.
Dannah: Lo primero que viene a mi mente es: Voy a preguntarle a Dios esto cuando llegue al cielo. Vemos que el pico sexual del hombre es durante sus veinte, y luego empieza a disminuir su deseo, y el pico sexual de la mujer generalmente es durante los últimos treinta casi llegando a los cuarenta.
Ahora, existen todo tipo de cosas que podemos aprender de esto, pero el punto es que en algún punto de tu vida, el deseo sexual será diferente entre uno y otro. ¿Entonces cómo comunicas esto, para que puedas entrar más profundo en la intimidad y la amistad que Dios te regaló…Juli?
Juli: Pienso que una forma es normalizar esto, porque muchas mujeres cristianas sienten como si fueran las únicas que tienen esa situación en su matrimonio. Sienten que debe haber algo malo en ellas. Sus amigas dicen, ¡oh mi esposo me persigue todo el tiempo y yo estoy siempre muy cansada!
Y ellas piensan, ¡yo quisiera que mi esposo me persiguiera! ¡Me siento rechazada! Siento como si hubiera algo malo en mí, o que algo está mal en él. Pienso que el primer gran paso es reconocer que nuestros cuerpos son diferentes, nuestros pasados son diferentes, nuestros cerebros funcionan diferente y aún en relación al deseo sexual y a la inclinación sexual.
Y por temporadas en nuestro matrimonio (o quizás durante todo el matrimonio) una mujer puede tener un deseo sexual mayor al de su esposo, y no hay nada malo en esto. Y al aceptar que, «esta es la forma en que fuimos creadas; esta es la forma en que fuimos programadas. ¿Cómo podemos amarnos mutuamente en medio de esto? ¿Cómo podemos comunicar esto y no permitir que el enemigo use esto para dividirnos en lugar de unirnos?»
Ahora, dicho esto, pienso que siempre que hay un deseo disminuido –ya sea por parte del hombre o de la mujer– debes cuestionarte, ¿por qué? ¿Es fisiológico? ¿Testosterona baja? ¿Existen barreras emocionales donde ha habido trauma sexual, o abuso en el pasado el cual se necesita enfrentar? La pornografía, usada por el hombre o la mujer –irónicamente– disminuye el deseo sexual de una verdadera intimidad en tu relación.
Dannah: Sí, aún muchas revistas seculares y otras fuentes reconocen este factor y dicen, «si quieres experimentar una buena vida sexual debes ponerle un alto a la pornografía».
Esto es contraintuitivo con la mentira que muchas mujeres y hombres creen de que si quieren añadir diversión al dormitorio esto quizás ayudaría. Pero ¡no! Es exactamente lo contrario.
Nancy: Y puede ser que piensen que no se logra a traves de la pornografía, pero sí a través de novelas eróticas, y estas son promovidas como una manera de poner más picante en la habitación. ¿Qué opinan ustedes?
Juli: Esto reprograma tu deseo y tu respuesta sexual de manera que ya no puedes disfrutar el sexo de una manera natural. Ustedes saben, es como comer azúcar o frituras y de pronto, no poder ser capaz de disfrutar una comida saludable, una comida deliciosa porque ya probaste…
Dannah: Sí, ¡no puedes saborear una zanahoria porque tu paladar está adormecido!
Juli: ¡Correcto! Así que lo que Dios nos invita hacer es confesar esto y reprogramar nuestro deseo sexual de una forma sana. Pero lamentablemente existen muchos hombres y mujeres –particularmente matrimonios jóvenes– que están descubriendo que no tienen deseo sexual. Ellos no pueden responderse el uno al otro sexualmente porque sus cerebros han sido entrenados para responder a cosas que no son reales.
Dannah: Existe una analogía muy interesante que la Dra. Judith Reisman desarrolló para ayudarnos a entender esto. Quizás recuerdes, Nancy, en los setenta…ochentas, las polillas gitanas. ¿Recuerdas las polillas gitanas? Podías ver árboles llenos de estas carpas. Eran carpas como telarañas, llenas de polilla.
Las polillas gitanas eran de otra ciudad, así que no tenían un depredador, y estaban destruyendo nuestros bosques. Trataron de usar pesticidas para matarlas, pero no estaba ayudando. Mientras más fuertes eran los pesticidas más árboles mataban. Esto era contraproducente. Y alguien dijo, «bueno, vamos a interrumpir el ciclo reproductivo de la polilla gitana».
Crearon feromonas de la polilla gitana, y ponían esa feromona en los árboles. Era tan poderoso que la polilla gitana macho volaba atraído por ese rico aroma. Y al buscarlo, volaban pasando de largo a la polilla real, con la que ellos podían reproducirse, porque no encontraban la esencia real.
Y así fue como nos pudimos librar de esa terrible y destructiva peste en nuestra ciudad. ¡Y esto es exactamente lo que pasa con la pornografía! Esta creando esta falsa, engañosa, inexistente esencia de lo que es el sexo y el placer. Hombres y mujeres están tan enamorados de esto, que pasan por alto el verdadero regalo que está justo delante de ellos.
Juli: ¡Es una buena imagen!
Nancy: Permítanme desviarme un poco de este tema. Para la mujer cuyo esposo es adicto a la pornografía, que ve pornografía, y ella siente que esto le está robando la intimidad en su matrimonio…¿cómo animarías a esta mujer?
Juli: Bueno, antes que nada, no estás sola. Lamentablemente existen muchos matrimonios que están atravesando por eso en este momento. Y segundo, ¡hay esperanza! Dios nos invita a la libertad, pero como dijimos en uno de nuestros episodios anteriores, el camino hacia la libertad sexual –para muchas de nosotras– es un largo recorrido y requiere perseverancia.
Pero lo que le diré a esta esposa es: «Debes sostener dos cosas que parecen contradictorias: empatía (que realmente está arraigada a la humildad), y no avergonzar a tu esposo».
Nancy: Él no es el único pecador en la relación.
Juli: Correcto. Y parte de esto es que cuando escuchas las historias de los hombres, la mayoria de los hombres luchan con la pornografía, fueron introducidos en ella desde muy jovenes –nueve, diez, once años. No sabían lo que era y no sabían cómo responder a esto. Existen muchos hombres piadosos que odian el hecho de que batallan con la pornografía. ¡Harían lo que fuera para salir de esta lucha!
Así que cuando una esposa lo aborda con la pregunta, ¿cómo puede ser que estés haciendo esto? Ella añade vergüenza sin entender que existen hombres piadosos que están luchando en su vida cristiana, luchando por sus almas. Esa esposa no puede ser un soporte adecuado para ese hombre que está luchando. No puede compartir el camino con él. Así que la primera cosa es empatía, humildad, gracia.
Pero lo segundo es la rendición de cuentas. En toda relación cristiana, la compasión y la empatía no deben llevarnos a que borremos el pecado o borremos lo torcido y pretendamos que todo siga normal. Pienso que algunas esposas están en la etapa de ser tan empáticas con sus esposos, o dicen, «es una lucha de todo hombre, así que pienso que debemos dejar de luchar», entonces no dicen, «esto no es aceptable, debemos pedir ayuda. Si no buscas ayuda, entonces yo lo haré. Vamos a enfrentar esto. No podemos pretender que no existe».
Pienso que todo esto viene directamente de las Escrituras y en cómo enfrentamos el pecado mutuamente, con humildad, con compasión, pero también llamándonos a cada uno a seguir la pureza y la justicia.
Nancy: Porque no solo eres esposo o esposa, también eres un hermano y una hermana en Cristo. Tienes una responsabilidad compartida para la santificación.
Juli: Sí, y lo último que deseamos hacer en el matrimonio es habilitarnos mutuamente a pecar y llamarlo «amor». Eso no es amor.
Nancy: Así que estás alentando a las mujeres a decir a sus esposos, «¡necesitamos buscar ayuda!» ¿Cómo se vería eso?
Juli: Lo primero que animo a esta esposa que se enfrenta a esa situación, es a doblar sus rodillas y pedir a Dios por Su sabiduría.
Nancy: ¡La cual Él promete dar!
Juli: Sí, Su tiempo y Sus palabras para confrontar esto. Porque muchas veces confrontamos estas cosas en medio del enojo y de la ira, en medio de nuestro dolor, y terminamos haciendo más daño en lugar de atacar el problema.
Y luego, cuando Dios te muestre el momento correcto, Él te dará las palabras, lo puedes expresar con amor –expresar tu amor por Dios y por tu matrimonio– «debemos buscar ayuda». ¿Cómo hacerlo? Una forma tangible podría ser: ¿Debemos ir a ver a un consejero, le decimos a un pastor? ¿Estás asistiendo a un grupo de hombres que conversan sobre esto? ¿Estoy tratando de involucrarme en un grupo de esposas en el que pueda buscar ayuda mientras atravieso este momento?
Debes definir pasos tangibles y no solo decir, «algún día encontraremos ayuda para esto», porque esto no va a cambiar.
Dannah: Esta es la historia que Bob y yo hemos atravesado, y pienso que nuestro primer consejo siempre es, «debes decirle a alguien». Y para la esposa, esto es muy difícil, porque quizás tienes un esposo que todavía está en negación, que todavía te dice que el problema no es tan grande como tú piensas que es.
Pero no pienso que Dios tenga la intención de que caminemos con nuestro pecado y nuestro dolor y nuestra vergüenza solas, aun cuando sea nuestro esposo. Eso no significa que se lo vas a decir a todos, avergonzándolo. Eso quiere decir, «no hagas esto tú sola. No camines sola».
No creas la mentira de que puedes con todo esto tú sola, porque el enemigo está como león rugiente buscando a quien devorar (ver 1 Pedro 5:8). No conozco mucho de leones y cómo cazan, pero estoy segura de que ellos no van detrás de una manada completa. ¿Ellos buscan a los que están completamente solos, correcto?
¡No estés sola en esto! Corre hacia la esposa de tu pastor, corre a una amiga piadosa. Dile, «¡lucha conmigo de rodillas en oración por mi matrimonio!»
Nancy: Permítanme hacer una pregunta más, y Juli, tú dices que esta es una de las preguntas más comunes que recibes. Mujeres –casadas o solteras– preguntan acerca de la autocomplacencia, la autogratificación. ¿Esto está bien o es un pecado? ¿Es necesario para la mujer soltera, o incluso para la casada, tener una salida? Ayúdanos a pensar sobre este tema.
Juli: Primero que nada, la Biblia no lo menciona. Puede ser que lo diga. Quiero decir, hay muchas partes de las Escrituras en las que nos indica lo que es el pecado sexual, lo que es la inmoralidad sexual, y lista ciertos comportamientos. Pero no vemos esto en ninguna parte. No está confirmado, y no menciona claramente si es incorrecto.
Lo que sí menciona que es pecaminoso y no es santo para nosotras es la lujuria, y las fantasías sexuales. Para muchas personas, la autocomplacencia esta combinada con la pornografía, con fantasías que alimentarmos. Nos estamos dando el permiso, como mujeres solteras o incluso como mujeres casadas, de ir más allá con nuestras fantasías y lujurias que no incluyen a nuestro esposo o que incluyen a otras personas.
Sabemos que las Escrituras dicen que esto está mal. Jesús dice que si tienes lujuria con alguien en tu corazón, es lo mismo que cometer adulterio con esa persona (ver Mat 5:28). Está muy claro. Pero esta idea de autocomplacerse, el hecho de que no se menciona en las Escrituras (y estoy segura de que fue una lucha para muchos hombres y mujeres en los tiempos bíblicos) nos hace decir, «bueno, ¿qué es lo que Dios realmente piensa de esto?»
Pienso que basándonos en las Escrituras, no solo debemos preguntarnos, «¿está mal?» Porque no está definido como moralmente malo o bueno. Pienso que también debemos preguntarnos, «¿es esto maduro?» Y lo que he encontrado trabajando con mujeres que luchan con la autogratificación –aun con la adicción a esto– es que sienten vergüenza. Esto es usualmente un síntoma de algo más.
Es un síntoma de depresión que no están confrontando, o ansiedad, o recuerdos sexuales, o traumas, y no tienen a dónde ir con estas cargas. Es un síntoma de sus anhelos y soledad, y prefiero enfocarme en, «¿cómo podemos ayudar a estas mujeres a madurar en estas preguntas subyacentes, problemas y heridas?» En lugar de solo enfocarnos en los síntomas y decir, «vamos a detener este comportamiento».
Pienso que esta es una pregunta de madurez –de madurez espiritual, de madurez sexual, de crecer en nuestro conocimiento de lo que Dios diseñó, de cómo debe ser nuestro deseo sexual y lo que realmente simboliza para nosotras en un nivel más profundo.
Nancy: Y también, crecer en nuestro conocimiento del diseño de Dios para el sexo: «que los dos se conviertan en uno» (ver Mat 19:5). Se trata de una relación, no de mí.
Juli: Y muchas veces, nuestro conocimiento de la sexualidad es inmaduro. Mientras maduramos en nuestro conocimiento acerca de la sexualidad y de nuestra integridad sexual –ya sea que estemos solteras o casadas– pienso que ese síntoma empieza a perder su poder.
Dannah: Bueno, Juli, lo que estás diciendo llega a la raíz. En lugar de decir, «¡no lo hagas!», di, «¿por qué lo haces?»; y esto será probablemente más efectivo. No cortas una flor del tallo y esperas que no vuelva a crecer, ¿verdad?, vas a la raíz.
Juli: Sí, y hay muchas mujeres que están luchando con heridas muy profundas en su sexualidad y cuando escuchan un mensaje que las hace sentir avergonzadas, aun por tener deseos sexuales o anhelos sexuales, no saben qué hacer, las hace pensar, «¿qué hago? ¿Solo dejo de hacerlo?» Así que en lugar de eso hagámonos preguntas más profundas y vayamos a las heridas más profundas y a las necesidades más profundas.
Nancy: Y en primer lugar vayamos a Cristo. Esta es una respuesta de escuela dominical. Se trata de relacionarte con Él, intimar con Él, y eso se expresa en cada área de tu vida. Así que nuevamente, el discipulado sexual –el abarcar el área de la sexualidad en el discipulado, es aprender a seguir a Jesús y caminar en unidad con Él en cada área de nuestras vidas, incluyendo la sexualidad.
Esta es la pasión detrás del libro escrito por Juli titulado, Reconsiderando la sexualidad: El diseño de Dios y por qué importa (disponible en inglés). Y es sobre este libro que hemos estado conversando esta semana.
Ahora, habíamos pensado terminar esta serie con este programa, pero haremos otro más. Será una especie de bono. Quiero que conversemos acerca de algo que sé que está en los corazones de Dannah y de Juli, y es: «¿Cómo podemos ser misioneras en este mundo caído y caótico? ¿Cómo podemos discipular respecto a esta área de la sexualidad a nuestros hijos, nietos, amigas o personas que han sido atrapadas por una forma de pensar que no es bíblica? ¿Cómo podemos ayudar? ¿Cómo los ayudamos a pensar a la manera de Dios? ¿Cómo reconsideramos la sexualidad entendiendo que es parte del proceso de Dios traer avivamiento a nuestras vidas?
Quizás te preguntes, «¿avivamiento y sexualidad? ¿Qué tienen que ver una cosa con la otra?» Bueno, acompáñanos el lunes para escuchar más acerca de esto.
Annamarie: Viviendo la belleza del evangelio juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
La lectura de hoy en el Reto Mujer Verdadera 365 es la carta a los Filipenses.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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