Reconsiderando la sexualidad, día 3
Annamarie Sauter: La doctora Juli Slattery dice que todas enfrentamos algún tipo de herida en nuestra sexualidad.
Juli Slattery: Es extraño pensar que yo era una psicóloga clínica y sin embargo experimentaba un dolor en mi corazón y en mi matrimonio con respecto a la sexualidad, del que nunca me había dado cuenta. Pero a medida que Dios comenzó a mostrarme una perspectiva más amplia de Su diseño para la sexualidad, ¡me invitó a una restauración que yo ni siquiera sabía que necesitaba!
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Si no has escuchado alguno de los últimos dos episodios de nuestra conversación con la Dra. Juli Slattery y con Dannah Gresh, asegúrate de hacerlo a través de nuestro sitio web, avivanuestroscorazones.com. También puedes leer la transcripción o descargar el audio, o ambas; porque esta ha …
Annamarie Sauter: La doctora Juli Slattery dice que todas enfrentamos algún tipo de herida en nuestra sexualidad.
Juli Slattery: Es extraño pensar que yo era una psicóloga clínica y sin embargo experimentaba un dolor en mi corazón y en mi matrimonio con respecto a la sexualidad, del que nunca me había dado cuenta. Pero a medida que Dios comenzó a mostrarme una perspectiva más amplia de Su diseño para la sexualidad, ¡me invitó a una restauración que yo ni siquiera sabía que necesitaba!
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Si no has escuchado alguno de los últimos dos episodios de nuestra conversación con la Dra. Juli Slattery y con Dannah Gresh, asegúrate de hacerlo a través de nuestro sitio web, avivanuestroscorazones.com. También puedes leer la transcripción o descargar el audio, o ambas; porque esta ha sido una conversación muy importante. Hemos tratado de sentar las bases para el tema de la sexualidad.
Juli, has escrito un libro realmente importante, y creo que podemos agregar que es innovador. Hoy en día en el mundo existen muchas conversaciones sobre el tema de la sexualidad, pero ciertamente no hay, al menos no lo suficiente, sobre cómo ver la sexualidad desde la perspectiva de Dios.
Tú escribes acerca de por qué es un buen regalo y por qué si se abusa de él o se usa equivocadamente es increíblemente peligroso. Tu libro se titula Rethinking Sexuality: God’s Design and Why It Matters, (Reconsiderando la sexualidad: El diseño de Dios y por qué importa, disponible en inglés). Y hemos estado tocando algunos de los temas que has abordado en este libro en nuestra conversación de esta semana. Y quiero recordarles, como hemos hecho en los programas anteriores, que si tienes niños pequeños cerca, es mejor que distraigas su atención en este momento.
Juli y Dannah son dos mujeres que aprecio y que me estimulan al amor y a las buenas obras. Hemos caminado juntas por lugares importantes y difíciles en nuestros peregrinajes. Juli, recuerdo una conversación contigo hace años. Estábamos en una conferencia, sentadas en una habitación de hotel ¡por horas! Estabas compartiendo sobre algo que Dios estaba haciendo en tu corazón.
Al terminar la conversación me fui pensando, ¡quiero más de Jesús! Quiero conocerlo mejor. Quiero tener más hambre de Él. Ambas, ustedes dos, han tenido ese impacto en mi vida. Me han retado a pensar más profundamente sobre lo que creo en muchos temas…y por qué lo creo.
Ambas me han ayudado a ser más fructífera aquí en Aviva Nuestros Corazones y en el servicio a través de nuestro ministerio, pero también en mi vida personal y al ministrar a otros. Y las dos también, aunque probablemente no se hayan dado cuenta, han hablado a mi vida de maneras que realmente me ayudan en mi matrimonio con Robert.
Juli, tuviste la oportunidad de conocer a Robert anoche. Diles a nuestras oyentes lo que piensas acerca de Robert.
Juli: Sí, pude conocerlo. ¡Él es todo un caballero! Tiene un espíritu tan sensible. ¡Realmente me encantó conocerlo!
Dannah Gresh: ¡Tiene el «sello de aprobación de Juli»!
Juli: ¡Claro que sí! No lo necesita, pero lo tiene.
Nancy: Bueno, él piensa lo mismo de ti. Y Dannah, a ti él te ha querido durante mucho tiempo. Nos hemos ayudado mutuamente en nuestros matrimonios. Todos somos personas que estamos en este camino. Todos somos personas en proceso de transformación. A veces pienso que cuando escuchas a autores o expositores piensas, «por supuesto que pueden hablar sobre ese tema porque lo tienen todo resuelto. ¡Su matrimonio es perfecto!»
Pero he visto a estas dos mujeres ministrar desde un lugar de quebrantamiento, desde la debilidad. Las he visto a ambas usar incluso el fracaso pasado y las luchas actuales para hacerlas parte del mensaje. No creo que ninguna de ustedes pudiera estar ministrando tan profundamente a las mujeres en el área de la sexualidad, si no hubiera estado dispuesta a sacar a la luz y a lidiar con sus propias luchas.
Dannah, hemos colaborado en muchos ministerios juntas a lo largo de los años. Hemos escrito juntas, hemos hablado juntas en eventos.
Dannah: ¡Muy divertido… y aterrador!
Nancy: ¡Necesitamos al Señor! ¿Verdad?
Dannah: ¡Lo necesitamos! ¡Siempre!
Nancy: Y muchas de nosotras, como mujeres mayores, podríamos desear regresar a cuando teníamos ocho, nueve, diez, once años y haber recibido una visión diferente, haber escuchado una narrativa diferente…
Dannah: … un fundamento diferente de lo que es verdad. De eso se trata, de construir un fundamento para la verdad. Puede que no entiendan todo lo que vamos a hablar en el episodio de hoy sobre la sexualidad, pero están construyendo un cimiento sobre el cual construirán las cosas que escuchan y luego determinarán si son verdad o no.
Juli: ¡Absolutamente!
Nancy: Y hablando de la verdad, hemos estado hablando sobre el fundamento de Dios en la creación del sexo, que por cierto, las Escrituras tienen mucho más que decir sobre esto de lo que pienso que mucha gente se da cuenta. Es algo de lo que deberíamos hablar. Jesús habló de esto; la Escritura habla de esto tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Pero cuando miro a mi alrededor hoy en día, creo que dos de los mayores desafíos relacionados con la sexualidad son convencer a los cristianos solteros de abstenerse de tener relaciones sexuales antes del matrimonio, y ¡convencer a los cristianos casados de que disfruten del sexo! ¿No es interesante cómo el enemigo quiere hacer que los solteros digan, «oh, tienes que hacerlo, ¡tienes que hacerlo!» Todo el tiempo hablan de esto.
Luego, una vez que se casan, dicen, «oh, no puedes hablar de esto». «No quieres esto». El enemigo ha torcido y distorsionado toda la imagen. Y en ambos casos, está haciendo que los creyentes solteros y casados, los seguidores de Cristo, se sientan confundidos, avergonzados y culpables.
Sobre todo, no están floreciendo en la forma en que Dios pretendía que florecieran, y no pueden mostrarle al mundo un cuadro, una imagen del pacto de Dios –del amor redentor. Y creo, Juli, que esto es lo que realmente te ha motivado a sumergirte profundamente y decir: «Tenemos que abordar el pensamiento de Dios sobre estos temas».
Juli: ¡Sí, definitivamente, Nancy! Creo que si me hubieras preguntado hace diez años por qué podría haber pensado que escribir sobre sexualidad era importante, habría dicho: «Bueno, quiero mejorar los matrimonios, esa es una parte importante del matrimonio». Y eso es verdad.
Pero perdía de vista el gran panorama. Realmente, ha sido en los últimos siete u ocho años, que Dios me ha mostrado esto a través de Su Palabra y de lo que he visto al ministrar (principalmente a las mujeres) en temas sexuales. Ese panorama más grande de que la sexualidad fue creada para ser mucho más de lo que pensamos que es.
Pensamos en esto como un intercambio físico, algo que tal vez expresa amor o expresa nuestra identidad o algo que es una construcción moral (algunas cosas son buenas o malas sexualmente). Pero no tenemos la visión de por qué Dios nos creó como personas sexuales y por qué esto impacta tan profundamente quiénes somos, basándonos en nuestra experiencia sexual y decisiones.
Dannah: ¿Por qué Dios nos creó como seres sexuales, Dra. Juli? ¿Por qué lo hizo?
Juli: ¡Esa es la pregunta del millón de dólares! Bueno, creo que la respuesta está en dar un paso atrás y preguntarnos: «¿Por qué Dios creó lo que hay en la tierra? ¿Por qué Dios hizo árboles y por qué hizo agua? ¿Por qué creó la tierra de la forma cómo lo hizo?
¡Tenemos que entender que esto no fue al azar! Dios simplemente no tomó un pincel un día y dijo: «Oh, creo que voy a crear esto». ¡Tenía una intención detrás de todo lo que creó! Y su intención final es revelarse a nosotros a través del mundo físico.
Vemos esto a través de toda la Escritura, que las estrellas, el cielo, las montañas y el viento, la comida, el hambre, todas estas cosas son utilizadas como cosas físicas que entendemos, que pueden ayudarnos a comprender las cosas espirituales.
Dannah: ¡Incluso las piedras hablan!
Juli: Sí. Y entonces, si comienzas con esa premisa: Bien, entonces, ¿por qué Dios nos hizo personas sexuales? ¿Por qué nos hizo hombres y mujeres? ¿Por qué nos dio órganos sexuales? ¿Por qué tenemos deseos sexuales que se despiertan?
Creo que debido a que la sexualidad ha causado tanto dolor para tantas personas, ni siquiera podemos pensar en la idea de que Dios intencionalmente nos dio deseo sexual por una razón sagrada. A medida que profundizo en las Escrituras, creo que la sexualidad es importante porque es una metáfora profunda que de una forma tangible nos enseña sobre el pacto de amor de Dios.
¡Ahora bien, esa es una gran frase para desempacar! Hay mucho que desempacar.
Dannah: Define «pacto de amor».
Juli: Ese es un buen lugar para comenzar. El pacto de amor es muy diferente de lo que normalmente pensamos como «amor». No se basa principalmente en un sentimiento, aunque sí involucra pasión. Es un amor basado en una promesa, incluso en las Escrituras, «nunca te dejaré ni te desampararé» (Heb 13: 5). Y nuestros votos matrimoniales lo demuestran: «Hasta que la muerte nos separe».
Hay una permanencia; hay una decisión. «Me estoy dirigiendo hacia ti. Estoy eligiendo amarte sin importar lo que pase, basado en una promesa de Mi Palabra». Entonces, ¡eso es lo más profundo que Dios puede comunicarnos de Él. Que Él es un Dios que nos persigue con un pacto de amor. No se basa en nuestra belleza, no en lo que hemos hecho, sino en que Él es amor.
Así que, el matrimonio y la sexualidad son las cosas que Él eligió crear en el mundo físico para ayudarnos a comprender la pasión, la fidelidad…
Nancy: … la gracia…
Juli: ¡Exactamente! Eso representa el pacto de amor de Dios hacia nosotros.
Nancy: Sí. Esto infunde sentido y significado al soltero que se abstiene o no sexualmente, antes del matrimonio. Existe un significado: «¿Qué dice esto del pacto de amor de Dios? Y ¿qué dice el deseo sexual sobre cómo fuimos creados?»
Bueno, fuimos creados con un deseo de intimidad, con deseo de unidad, y Dios ha ordenado cómo se debe cumplir eso dentro del pacto matrimonial. Pero eso de vivir juntos antes del matrimonio está muy normalizado entre los cristianos. Y no parece tener sentido el por qué estas cosas importan.
Juli: Sí.
Nancy: ¿Cuál es el problema con vivir juntos? ¿Es solo porque está en la lista de «cosas que no se deben hacer»? ¿Qué imagen del pacto reflejan los solteros cuando no están lidiando con sus deseos sexuales de manera santa?
Juli: Sí, incluso desarrollando más lo que estás diciendo Nancy. En primer lugar, hay que reconocer que el deseo sexual es algo que nos invita a una relación de pacto aquí en la tierra. Si tienes adolescentes o jóvenes adultos en casa (como yo), es el tiempo de la vida en que la sexualidad se despierta, incluso biológicamente.
Y como padres podemos pensar en ello como algo malo, porque eso trae problemas. ¡Pero es algo muy bueno! Porque eso es lo que hace que un joven haga a un lado el control de los videojuegos, y que una joven haga a un lado sus libros o cualquier pasatiempo que esté persiguiendo, y diga: «¡No fui creado para estar solo! ¡Mi cuerpo me dice que no fui creado para estar solo!»
Y para la mayoría de nosotros, eso nos conducirá a un pacto matrimonial. Pero es un deseo sexual, es atracción sexual. Es el anhelo de estar con alguien.
Dannah: «Mi cuerpo me está impulsando hacia la intimidad».
Juli: ¡Sí! Hacia el pacto, una promesa hacia la cual ahora tengo que caminar. y el siguiente paso es que la intimidad sexual es la celebración de esa promesa de pacto. Timothy Keller lo llama una «ceremonia de renovación del pacto». Es casi como un sacramento.
Así como en la iglesia hacemos ciertas cosas físicas para recordar verdades espirituales, la intimidad sexual entre un esposo y una esposa es Dios diciendo: «Quiero que hagas algo físico que es muy vulnerable, que es muy íntimo, que es muy apasionado», para recordarte a ti misma, ¡la promesa del pacto que has hecho para toda tu vida!
Entonces, el sexo dentro del matrimonio adquiere un nuevo significado, la fidelidad en el matrimonio adquiere un nuevo significado. Entonces, esta metáfora más amplia, esta comprensión de la sexualidad en el contexto de lo que Dios diseñó para enseñarnos, debería significar, «¡quiero luchar por eso en mi vida! ¡Quiero que Dios redima eso en mi vida!»
Porque si no es como si Él hubiera creado esta hermosa obra maestra y Satanás la hubiera destrozado. Y tal vez incluso yo misma participé dañandola. ¡Quiero que Dios la redima! Quiero ver lo que originalmente esto debe de ser –ya sea soltera, casada o divorciada– cualquiera que sea tu etapa de vida.
Nancy: Dannah y Juli, ustedes dos hablan con muchas mujeres. Hay mujeres que les escriben, acuden a ustedes para recibir consejo, les envían correos electrónicos y mensajes de texto. Tengo curiosidad de saber, ¿cuál es su experiencia sobre cómo las mujeres cristianas casadas…dónde se encuentran ellas con relación a entender y disfrutar del regalo de la intimidad en el matrimonio? ¿Ellas ven esta imagen?¿La entienden?
Dannah: Disfrutar, sí, esa es la palabra que me apasiona que las mujeres sean discipuladas para comprender mejor: ¡Disfrutar de ese regalo del matrimonio! Porque estoy aconsejando mujeres todo el tiempo. Hace poco estuve en el extranjero y una misionera me dijo: «Hemos estado en el campo misionero durante muchos años (creo que fueron dos décadas). Y ya sabes, simplemente no queda mucha chispa en nuestro amor, pero está bien, porque servimos a Jesús juntos».
Y pensé, ¡no está bien! ¡Porque esta es una imagen del amor de Cristo! Tu pacto de amor con tu esposo está ayudando al mundo a comprender el pacto de amor de Cristo.
¿Queremos dejar de crecer en pasión por Cristo? ¡No! Entonces, ¿por qué querrías dejar de crecer en pasión por tu esposo? Ella es una mujer muy muy piadosa. ¿Has tenido experiencia, Juli, con mujeres en el liderazgo, mujeres en el ministerio, mujeres cercanas a ti, que ni siquiera están conscientes del dolor y quebranto que hay en su sexualidad, porque no están disfrutando de ese regalo dentro del matrimonio?
Juli: ¡Sí! ¡Preguntas mirándome sabiendo que esa es parte de mi historia, Dannah! Siendo no solo una mujer en el ministerio, en el liderazgo, sino siendo una psicóloga clínica. Pensarías que entre la Biblia y lo que aprendí en la universidad tendría todo resuelto. Bueno, ¡realmente no era así!
Diría nuevamente que hasta hace unos siete u ocho años, probablemente yo habría sido esa mujer que dice, «bueeeno, esto no es maravilloso. Realmente no lo disfruto, pero está bien, estoy sirviendo a mi esposo, y estoy sirviendo a Dios». Me ha llevado tiempo reconocer que eso no está bien, porque eso tiene las huellas de Satanás por todas partes.
Nuevamente, esto es destrozar un regalo que Dios ha dado. Luchar por la plenitud sexual no es solo una construcción psicológica, es espiritual: «¡Quiero que el Señor retome este terreno!»
Dannah: Dime: ¿Retomar qué terreno? ¿Cómo se manifestó eso en tu matrimonio?
Nancy: Quiero saber una cosa, cuando te casaste, ¿te sorprendiste? Porque cuando las personas están solteras, eso es lo que anhelan. Piensan, ¡puedo expresar esto! Cuando te casaste eras virgen, entonces, ¿qué esperabas? ¿Esperabas que la intimidad física fuera maravillosa? ¿Tuviste alguna decepción, expectativas insatisfechas?
Juli: Sí. ¡Siempre cuento la historia de cuando la gente me decía que sería como abrir un regalo! Y abrimos el regalo.
Nancy: Y habías esperado.
Juli: Y me dije: «Bueno, ¿dónde está el recibo de regalo, porque quiero otra cosa?»
Nancy: Entonces fue una sorpresa para ti.
Juli: ¡Lo fue!
Dannah: ¿Pero hiciste algo al respecto cuando pasaste por esa experiencia? ¿Le dijiste a alguien? ¿Leíste un libro? ¿Hablaste con tu médico? Pensaste algo como, «esto no es tan divertido como creí que sería».
Juli: Sí, un poco. No diría que tenía con quien compartir esto en detalle, no tenía ese tipo de relación, pero hablé con mi médico al respecto. El sexo era físicamente doloroso. Y así fue durante muchos, muchos, muchos años. Seguí pensando que mejoraría pero no fue así.
Entonces, creo que simplemente asumí: «Bueno, así son las cosas, y me alegra que sea divertido para mi esposo. Una esposa piadosa satisface las necesidades de su esposo», y realmente se convirtió en un deber.
Nancy: ¿Y crees también que tal vez, una de las mentiras que las mujeres creen (o algunas mujeres) acerca de la sexualidad es: «Esto es para placer de él? Como esposa solo soy responsable de darle placer». Pero ese no es el cuadro completo, ¿verdad?
Juli: Sí, eso creo. Pienso que hasta cierto nivel eso me enseñaron en la iglesia, porque cuando se hablaba de la sexualidad en el matrimonio, todo se trataba de complacer al esposo.
Nancy: «Esto satisface una necesidad que tu esposo tiene».
Juli: Sí, recuerdo haber asistido a una conferencia cristiana, y tuvieron una sesión de mujeres sobre sexualidad. Una mujer dijo algo que realmente me impactó. En ese momento pensé que era algo bueno. Ella dijo: «¡Quiero ser tan atractiva para mi esposo que él no tenga que buscar en ningún otro lado!»
Entonces, como esposa joven, asumí: «¡Necesito complacer a mi esposo tanto que no se sienta atraído hacia otras personas o a ver pornografía!» ¡Eso tenía una buena intención, pero era un pensamiento equivocado!
Dannah: Fue una responsabilidad indebida puesta en tu corazón de recién casada.
Juli: ¡No solo eso, sino que todo se trataba de eso! Cuando leemos Cantar de los Cantares, vemos que la esposa está pensando en el sexo, disfrutando del sexo, planeando sexo.
Dannah: Sí. Ella dice: «Que me bese con los besos de su boca…» (Cantares 1: 2). ¿Qué? ¡Sí!
Juli: Uh-huh. Ella está iniciando; ella planea una cita en un viñedo.
Nancy: Y él encuentra placer al saber que ella está recibiendo placer, que esto es parte de lo que le importa a su esposo, que ella también lo disfruta.
Juli: Y luego lees en 1 Corintios 7, que frecuentemente ese pasaje se usa como el deber que la esposa tiene de cumplir con su esposo sexualmente. Pero antes de que Pablo mencione el deber de la esposa, habla del deber del marido, el deber del marido de complacer sexualmente a su esposa. ¡Y creo que los hombres tienen una tarea mucho más grande cuando se desempaca esto!
Dannah: ¡Oh sí! ¿No es en el Antiguo Testamento donde dice que los hombres debían tomarse un año libre de sus deberes para ¡aprender a complacer a su esposa!?
Juli: Creo que toma más de un año, ¡pero fue un buen comienzo! Lo que sucedió en mi matrimonio, y creo que esto es cierto en muchos matrimonios cristianos, es que la relación sexual comienza a girar en torno al esposo, porque él puede expresar su necesidad.
Las mujeres somos mucho más complicadas. ¡Ni siquiera sabemos lo que queremos! Entonces, existe un llamado para que los hombres estudien a sus esposas, inviten a sus esposas al amor, inviten a sus esposas al placer sexual. ¡Y yo nunca había escuchado eso desde una perspectiva cristiana!
Nancy: Y tu esposo no tenía un trasfondo bíblico. El conoció al Señor cuando era un adulto joven, por lo que no tenía ese marco de referencia al llegar al matrimonio.
Juli: Ninguno de nosotros lo tenía. Leímos libros sobre el tema, intentamos aprender, pero nunca recibimos ese mensaje. En primer lugar, perseguir la pasión en el matrimonio es algo que honra a Dios. ¡No es opcional! Es recuperar, es proclamar al Creador de la intimidad y de la sexualidad.
Y en segundo lugar, la complejidad de ese viaje: ¿dónde están las herramientas para trabajar los problemas que estamos enfrentando y los problemas que están enfrentando muchos otros matrimonios? Simplemente asumimos, «¡hey!, ustedes están casados, son cristianos, seguro se están divirtiendo. ¡Bien por ustedes!» No estamos reconociendo que la mayoría de las parejas cristianas tienen algunos límites profundos relacionados con la intimidad sexual.
Dannah: ¡La mayoría! Sí, diría que por desgracia no llegué virgen al matrimonio. Tenía dolor sexual en mi corazón, y había barreras en mi matrimonio que fueron el resultado del dolor sexual de mi pasado. Pero yo solo pensaba, oh, tengo que vivir con esto. Es mi culpa, esta es mi consecuencia. ¡No sabía que había libertad y restauración!
¿Llegaste al lugar donde dijiste, «¡quiero libertad y sanidad!» ¿O simplemente sucedió mágicamente? ¡Cuéntanos la parte esperanzadora de tu historia!
Nancy: ¡En un minuto!
Juli: ¡¿Solo tengo un minuto?!
Nancy: Podemos retomarlo mañana, pero puedes comenzar contándonos sobre cómo llegó ese momento decisivo.
Juli: Sí, diría que hubo un par de momentos decisivos, pero sí, absolutamente un gran punto de inflexión para mí fue reconocer que así como estaba frustrada, enojada y asqueada por cómo Satanás estaba pervirtiendo la sexualidad en el mundo, Dios comenzó a mostrarme que la recuperación de la sexualidad iba a comenzar en mi propio corazón, en mi propio dormitorio.
Dannah: ¡Wow!
Juli: Y así es como siempre comienza el avivamiento, así que esa fue una gran parte.
Nancy: Y estuviste dispuesta a decir: «¡Sí, Señor!» Invitarlo a ese compartimento de tu vida y decir: «¡Ya no será un compartimento! Va a ser parte de mi discipulado, parte de mi crecimiento, mi santificación, mi relación con Él».
Sé que durante esa temporada amabas la Palabra de Dios. Te encantaba orar y leer tu Biblia. Pero llegó un momento en que el Señor, por Su Espíritu, confrontó tu corazón con este mensaje: «La forma en la que me amas es amando bien a tu esposo, y eso incluye su relación sexual».
Juli: Sí, recuerdo claramente una vez por la noche en que estaba a solas con el Señor, estudiando mi Biblia, derramando mi corazón ante Dios y diciéndole: «¡Quiero servirte, Dios! ¡Quiero amarte! ¿Cómo te amo más?» Y en ese momento teníamos tres niños pequeños, y el sexo era…
Nancy: … de las últimas cosas de la lista.
Juli: Y Dios realmente estaba hablando a mi corazón: «Si quieres amarme, ve a la habitación y comienza a tener relaciones sexuales con tu esposo». Y yo batallando con el Señor: «¿Por qué querrías que hiciera eso? ¿No es más importante leer la Biblia?»
Pero Dios comenzó a confrontarme –y lo ha hecho muchas veces– en esa área que para mí, en mi corazón, era un área de la vida en la que yo me estaba permitiendo ser egoísta y reservada. Si realmente lo decía en serio, que quería amar al Señor con todo, esa era una forma tangible de rendirle algo a Él. Algo que nunca antes había pensado rendir.
Nancy: ¡Wow! Sé que hay muchas mujeres escuchando en este momento que dicen: «¡Juli acaba de contar mi historia!», «¡Dannah acaba de contar mi historia!» ¡Y espero que el mensaje que hayas recibido sea que no tienes que quedarte allí! Hay redención, hay plenitud para tu vida, para tu matrimonio o para tu soltería.
Tu vida puede ser una imagen, un reflejo de la historia del evangelio, y puede ser un instrumento de gracia y redención en la vida de los demás. Un libro realmente bueno para ayudarte a comenzar ese viaje es este sobre el cual hemos estado hablando, escrito por Juli Slattery, Rethinking Sexuality: God’s Design and Why It Matters (disponible solo en inglés).
Nuestra oración es que Dios use esta conversación de esta semana para avivar tu corazón, para renovar y restaurar muchos corazones, y comience con el tuyo.
¡Oramos que Él nos use a cada una de nosotras como instrumentos para ayudar a otras vidas que necesitan desesperadamente la gracia de Dios en esta área de sus vidas!
Dannah: ¡Amén! Así es Nancy.
Y mañana continuaremos con esta conversación con la Dra. Juli Slattery. Ella nos ha estado ayudando a reconsiderar la sexualidad. Si te perdiste alguno de los episodios anteriores en esta serie, encuéntralos en nuestro sitio web, avivanuestroscorazones.com.
¿Algunas veces sientes que Dios está tratando de quitarte toda la diversión? Sabes, los límites de Dios para el placer sexual no están diseñados para quitarte el gozo. Al contrario, Sus límites existen para ayudarte a experimentar un placer genuino. Y mañana hablaremos más sobre esto. ¡Así que acompáñanos!
Annamarie: Viviendo la belleza del evangelio juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
La lectura de hoy en el Reto Mujer Verdadera 365 es Efesios capítulos 1 al 3.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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