Reconsiderando la sexualidad, día 2
Annamarie Sauter: La Dra. Juli Slattery dice que la solución para tus luchas en el área de la sexualidad no debe ser superficial.
Juli Slattery: Las estrategias modernas para abordar el tema de la sexualidad dentro de la iglesia se han convertido en una mentalidad de cómo solucionar los problemas: «¿Cómo nos deshacemos del uso de la pornografía? ¿Cómo evitamos que nuestros solteros tengan relaciones sexuales antes del matrimonio?» Tratamos de controlar el comportamiento, la conducta. Pero el discipulado te enseña cómo pensar aún sobre los temas sexuales. Te da un marco, un camino para pensar, «¿cómo sigo a Jesús con relación a mi sexualidad?»
Annamarie Sauter: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Bueno, esta semana estamos hablando sobre un tema del que no hablamos lo suficiente en la iglesia o en este programa. Estoy muy agradecida …
Annamarie Sauter: La Dra. Juli Slattery dice que la solución para tus luchas en el área de la sexualidad no debe ser superficial.
Juli Slattery: Las estrategias modernas para abordar el tema de la sexualidad dentro de la iglesia se han convertido en una mentalidad de cómo solucionar los problemas: «¿Cómo nos deshacemos del uso de la pornografía? ¿Cómo evitamos que nuestros solteros tengan relaciones sexuales antes del matrimonio?» Tratamos de controlar el comportamiento, la conducta. Pero el discipulado te enseña cómo pensar aún sobre los temas sexuales. Te da un marco, un camino para pensar, «¿cómo sigo a Jesús con relación a mi sexualidad?»
Annamarie Sauter: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Bueno, esta semana estamos hablando sobre un tema del que no hablamos lo suficiente en la iglesia o en este programa. Estoy muy agradecida por las dos invitadas que el Señor nos ha traído, amigas desde hace mucho tiempo, compañeras de ministerio. Hemos orado las unas por las otras y nos hemos animado las unas a las otras.
Juli Slattery y Dannah Gresh, gracias por acompañarme hoy aquí.
Invitadas: Gracias Nancy.
Nancy: Hoy podemos sentarnos y hablar sobre un tema difícil pero realmente importante y necesario. Juli, se relaciona con tu libro, Rethinking Sexuality: God’s Design and Why It Matters (Reconsiderando la sexualidad: el diseño de Dios y por qué importa. Disponible solo en inglés). Ayer dimos inicio a esta conversación, así que si algunas de las que nos escuchan en este momento no oyeron esa primera parte, la pueden encontrar en avivanuestroscorazones.com. Y si tienes niños pequeños cerca, querrás distraer su atención mientras escuchas este episodio.
Juli, ¿alguna vez pensaste que serías autora de libros sobre este tema?
Juli: No. Tampoco mis tres hijos. No les gusta…
Dannah Gresh: Probablemente les encanta. «¡Mi mamá escribió otro libro sobre sexo!»
Juli: Oh, no, no les gusta. Sus amigos se les acercan y les dicen: «Mi mamá dice que tu mamá habla de sexo todo el tiempo». Pobres chicos.
Nancy: Pero descubriste que esto es realmente importante. Y Dios te está usando de manera significativa a través de tus libros, de tu enseñanza, de tu ministerio llamado Intimidad Auténtica (¡me encanta ese título!), para ayudar a la restauración y la comprensión bíblica de los corazones heridos. Y también ayudar a las personas –y en especial en este programa a nosotras como mujeres– a lidiar con la vergüenza, el dolor, la confusión y el caos que nos rodea en este mundo y en nuestra cultura.
Hoy hablaremos más sobre por qué debemos abordar este tema de una manera directa, sin disculparnos, sino diciendo: «Este es el corazón de Dios al respecto». Muchas veces en las Escrituras se aborda este tema del sexo y de nuestra sexualidad, mucho más de lo que la mayoría de las personas se dan cuenta.
Nancy: Y Dannah, tú me has presionado mucho a lo largo de los años, «¡tenemos que llegar a las niñas! ¡Tenemos que llegar a las niñas!»
Dannah: Sí.
Nancy: Porque muchas de las cosas de las que estamos hablando esta semana acerca de la sexualidad, para el tiempo cuando las preadolescentes se convierten en mujeres, ya la semilla de una mentalidad equivocada habrá sido plantada en sus mentes y en sus corazones.
Dannah: Sí.
Nancy: Y tú lanzaste un libro llamado Mentiras que las niñas creen, que trae una guía de estudio para que las madres puedan guiar a sus niñas a través del proceso de pensar a la manera de Dios.
Dannah: Así es. Me encanta esa edad. Están desarrollando su teología. Y si nosotros no las alimentamos, el mundo lo hará. Por eso me encanta enseñarles.
Nancy: El mundo comenzó a alimentarlas desde antes de los ocho años.
Dannah:Así es.
Nancy: Así que estamos tratando de plantar la semilla de la verdad en sus corazones.
Entonces, cuando hablamos de reconsiderar la sexualidad –Juli y Dannah– cuando hablamos del diseño de Dios y por qué importa, puedo escuchar a algunas personas pensar o incluso decir, en primer lugar, «esto no es algo de lo que se habla en público. Esto no es algo de lo que hablas en un podcast».
Puedo escuchar a algunas personas pensar, «no sé si realmente necesitamos eso en la iglesia. Sí, el mundo es un desastre, pero en la iglesia no es lo mismo».
Voy a admitir, Juli, que mientras leía tu libro la semana pasada, aprendí sin darme cuenta hasta qué punto la confusión, el pensamiento equivocado, el caos y el dolor son reales entre los creyentes. Supongo que no debí haberme sorprendido, pero me sorprendí.
Mientras leía, pensé que en nuestras conferencias siempre les pedimos a las mujeres que llenen una tarjeta de oración –una tarjeta donde pueden escribir cómo podemos orar por ellas. Y tenemos un equipo que pasa todo el tiempo de la conferencia orando por estas peticiones, a veces miles, de tarjetas de oración. Solo quiero leer fragmentos de algunas tarjetas recibidas en una conferencia reciente.
Aquí hay una mujer que dice: «Estoy en una relación que mi familia y amigos cristianos no aprueban. Creo que Jesús murió en la cruz por mis pecados, pero aún así me siento atraída por personas de mi mismo sexo. Conozco la verdad, pero aún así no puedo dejarlo. No quiero dejarlo. Lastimé a quienes más amo por mi sexualidad».
Ahora, ¿quién pensaría que esta joven, supongo que es una joven, asistiría a una conferencia de Aviva Nuestros Corazones? Pero ella estaba allí, y fue lo suficientemente honesta como para decir: «Necesito oración por esto».
Aquí hay otra mujer que dice: «Necesito ser capaz de perdonar a mi esposo por una larga aventura que tuvo con una mujer que era miembro de la iglesia. También necesito perdonar a los miembros de la iglesia que sabían sobre esta aventura y me evadían en ese tiempo, sin decir la verdad en amor». Entonces esto trata de la sexualidad y de muchas heridas que existen ahí.
Aquí hay una mujer que dice: «Creo en Cristo desde que era una niña. Lucho con la inmoralidad sexual todos los días en mi mente, también con la masturbación y la pornografía. Sé que soy redimida, pero estoy desesperada por la victoria sobre este pecado y por alguien con quien pueda hablar para rendir cuentas. Me siento avergonzada, y esto me detiene de confesarlo a alguna hermana en Cristo de confianza».
Aquí hay otra mujer que dice: «Ruego para que Dios reconcilie lo que el pecado de la agresión sexual ha separado. Mi familia está en ruinas, y sé que todo lo que queremos hacer es amar como Jesús». No conozco los detalles, pero claramente hay una historia allí con muchas personas afectadas.
Aquí hay otra: «Por favor, oren para que sea liberada de la opresión. Fui abusada mental, emocional y sexualmente por mi esposo durante casi treinta años». Hay toda una historia allí, vidas afectadas.
«Mi esposo nos ha estado mintiendo a mí y a nuestra iglesia durante años sobre el uso de la pornografía».
Aquí hay otra: «Derramé sobre mis hijos la Palabra de Dios, pero uno de ellos sufre depresión, cuestiona a Dios, incluso se lastima a sí mismo, y otro de mis hijos lucha con la atracción hacia el mismo sexo y busca la manera en que Dios lo acepte, torciendo la verdad».
¡Tengo un montón de estos mensajes en mi mano! Pienso que no conozco a estas mujeres. No sé sus nombres. No conozco los detalles, pero el Señor lo sabe todo.
Él sabe las cosas que ni siquiera alcanzaron a escribir en la tarjeta, o las miles de mujeres en la conferencia que no pudieron poner nada de esto en la tarjeta, pero la verdad es que Dios lo ve todo. Él lo sabe todo. Hay dolor, confusión, han pecado contra nosotras. Hemos pecado y mucho de esto se relaciona con nuestra sexualidad.
Y Juli, creo que a través de tu libro me ayudaste a ver que esto es una ola, un tsunami de confusión de un pensamiento equivocado y de mucho dolor.
Juli: Así es.
Nancy: Y que no va a desaparecer, y no está mejorando.
Juli: No. Desafortunadamente creo que podemos decir con certeza que empeorará debido a nuestra cultura en general. Como resultado de eso, una gran parte de la iglesia cristiana se aleja de un entendimiento piadoso sobre la sexualidad, de lo que es el pecado, la santidad y la integridad.
Cuando soltamos esos cimientos sabemos que estamos sembrando semillas que provocarán más y más dolor. Tenemos que reconocer que aquí es donde estamos hoy. Nancy, eso que leíste es lo que recibimos diariamente en nuestro ministerio. Incluso aumentará.
Nancy: Danos un panorama a aquellas de nosotras que tal vez no entendemos este tsunami. ¿Qué es la iglesia? ¿Cómo se ve el mundo cuando los pecados sexuales, el pensamiento sexual equivocado aumenta y se acelera? ¿Cómo se ve ese mundo?
Juli: Bueno, creo que hemos comenzado a verlo cuando la definición del dolor no tiene sentido. Uno de los grandes cambios que ha sucedido incluso en los últimos, cinco o diez años, es que solíamos identificar ciertos deseos, comportamientos, síntomas. Incluso en el mundo psicológico, diríamos: «Eso es un problema. ¿Cómo vamos a abordar eso? Hoy ya ni siquiera se nos permite decir que eso es un problema.
Dannah:O un desorden. Sería etiquetado como una emoción o un deseo desordenado. Y ahora se considera como algo normal.
Juli: Así es. Entonces, si ni siquiera podemos ponernos de acuerdo sobre la salud, y estamos redefiniendo la salud y la integridad, no solo vamos a ver más síntomas de dolor, sino también a cuestionarnos, ¿dónde está la luz de la verdad? ¿Hacia dónde vamos?
Dannah: Se ha normalizado la pornografía. El erotismo. El género: puedes ser lo que tú quieras, lo que tú sientas que eres. Eso es normal.
Juli: Sí.
Dannah: Todas las cosas que antes se consideraban comportamientos sexuales problemáticos ahora hasta se consideran saludables.
Juli: Sí.
Dannah: Si necesitas avivar el sexo en tu matrimonio, vean algo de pornografía. ¿verdad?
Juli: Sí. En nuestra cultura, por ejemplo, no se considera saludable que tengas veinte años y que no hayas tenido experiencias sexuales.
Dannah: Sí. La gente te diría que algo anda mal.
Juli: Que eres inmadura.
Dannah: Que estás reprimiendo algo.
Juli: Cierto.
Dannah: Conozco a un joven que iba a una universidad secular; él era virgen y tenía varios amigos que lo sentaban para conversar seriamente sobre cómo estaba reprimiendo su homosexualidad. Él había elegido controlar su deseo sexual porque quería tener una relación matrimonial piadosa. Y había muchas preocupaciones acerca de lo que, en realidad, según los estándares médicos, es una opción realmente saludable.
Juli: Sí.
Dannah: Este joven no contraería una enfermedad de transmisión sexual, no experimentaría un embarazo no deseado con una mujer. Y sin embargo sus amigos estaban preocupados por él.
Nancy: Y recordemos que esta manera de pensar no es solo fuera de la iglesia.
Juli: No.
Nancy: Las estadísticas sobre el cambio de pensamiento sobre la sexualidad dentro de la iglesia son asombrosas.
Juli: Sí. Más del 50% de los jóvenes cristianos creen que no hay absolutamente nada de malo en tener relaciones sexuales fuera del matrimonio. Sin embargo, todavía mantienen una visión bíblica sobre muchas otras cosas.
Escuché a un autor, Kenny Luck, referirse a esto como un ateísmo sexual. Me gusta ese término porque creo que de algún modo muchas de nosotras podemos caer en esa categoría de «Dios no tiene autoridad sobre mi sexualidad. Debo decidir eso por mí misma, incluso cuando lo siga por el resto de mi vida».
Y Nancy, dices: «Oye, me estoy dando cuenta de esto al leer Reconsiderando la sexualidad». Me di cuenta de esto a lo largo de mi recorrido en el ministerio sobre este tema.
Los primeros años cuando iba a una iglesia cristiana, una iglesia cristiana sólida, y daba conferencias para mujeres sobre el tema de la sexualidad, una de las cosas que siempre hago es tener una sesión en vivo de preguntas y respuestas para que las mujeres puedan escribir y enviar cualquier pregunta que quieran. Y diría que en las primeras conferencias, y todavía me siento así, mi primera respuesta cuando leo estos cientos de mensajes y preguntas, es: «Hay tanto dolor en este lugar…»
Nancy: ¿Cuáles son los tipos de textos y preguntas que recibes?
Juli: Son muy similares a lo que las que leíste que las mujeres escribieron en las tarjetas de oración. Son abusos que nunca se han abordado o reconocido. Vemos que eso está sucediendo con el movimiento Me Too, personas que sienten que nunca podrían hablar sobre eso en voz alta o se avergüenzan si lo hacen.
Es la lucha contra el pecado sexual y la tentación que simplemente no saben cómo detenerlo, y se preguntan, «¿dónde está Dios? Lo estoy buscando. Debo estar haciendo algo mal».
Son mujeres teniendo relaciones sexuales con alguien que no es su esposo.
Es la atracción hacia el mismo sexo tratando de darle sentido a esa confusión de género. Todo lo que hay en el mundo está en la iglesia.
Dannah: Y creo que esa es la clave, porque tendemos a creer la mentira de que dentro de la iglesia el dolor y los problemas sexuales y el pecado no son tan extensos. Pero hace unos años, cuando Cincuenta sombras de Grey se volvió…
Nancy: Se volvió viral…
Dannah: Viral - fúrico. No podía creer la cantidad de mujeres cristianas que orgullosamente decían que lo habían leído. Una encuesta reveló que era el mismo porcentaje de las mujeres que asistían a la iglesia y de las que no asistían a una iglesia. No había diferencia.
Comencé a buscar en otras estadísticas. Muy raramente pude encontrar una diferencia en la iglesia. Juli, ¿tú…?
Juli: Sí, absolutamente. Cuando haces toda la investigación, la iglesia realmente está siguiendo el ritmo del mundo, tal vez un porcentaje menor, pero no mucho. Están cambiando puntos de vista sobre cosas como el género y el matrimonio.
No solo son estos grandes problemas culturales los que tienden a llamar nuestra atención. Incluso es nuestra visión de la santidad del matrimonio, que cuando entras al matrimonio estás entrando a un pacto que refleja el pacto de Dios con nosotros. No rompemos ese pacto a la ligera y decimos: «Mi esposo ya no me hace feliz. Quiero encontrar a alguien que lo haga».
Ese es el pensamiento mundano, nuevamente, basado en la creencia de que Dios existe para servirme, no que yo existo para adorarlo.
Así que esto es en toda la iglesia. No está bien pensar en la sexualidad y que como resultado haya tanto dolor.
Dannah: Yo diría que incluso existe alguna evidencia estadística de que en las iglesias donde menos se habla sobre esto puede haber más pecado sexual.
Estoy pensando en otra encuesta donde los hombres asistían a iglesias que podrías describir como legalistas.
Nancy: Muy, muy conservadoras.
Dannah: Muy, muy, muy conservadoras. El porcentaje de hombres en esas iglesias que veía pornografía era significativamente más alto que el número de personas que no asisitían a una.
Así que creo que nuevamente, nuestro silencio sobre este tema no nos está ayudando a avanzar hacia la pureza y la santidad que Dios nos describe en las Escrituras.
Juli: Así es.
Nancy: Bueno, la verdad es que hemos sido discipuladas por el mundo, por su pensamiento y su mensaje. Juli, implementaste un término que creo que es brillante. Espero que realmente se pueda esparcir como una visión y una meta para nuestras vidas y nuestras iglesias: el tema del discipulado sexual (el tema de abarcar el área de la sexualidad en el discipulado). ¿Cuándo has escuchado esas dos palabras juntas? Sexual, es una cosa. Discipulado, eso es otra cosa.
Pero tú dices: «No. El mundo nos ha discipulado en la sexualidad y en formas equivocadas de pensar».
Juli: Así es.
Nancy: La Palabra de Dios dice que nuestra mente necesita ser renovada para que pueda conocer y aceptar la voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta. Pero eso requiere discipulado. Hablamos del discipulado en términos de la lectura de la Biblia, oración, evangelismo, actos de compasión.
Pero nos estás recordando que necesitamos ser discipuladas sobre una perspectiva bíblica de la sexualidad. Y no solo los chicos, los universitarios que tienen novios y novias o las personas que viven en infidelidad, sino que todos necesitamos un pensamiento bíblico y un discipulado sobre la sexualidad.
Juli: Sí. Creo que las estrategias modernas respecto a la sexualidad dentro de la iglesia han sido… Ya mencionamos que ha habido un silencio respecto al tema. Y creo que eso ha comenzado a desaparecer, pero ahora estamos cambiando más hacia una mentalidad de solución de problemas que es: «¿Cómo nos deshacemos del uso de la pornografía? ¿Cómo evitamos que nuestros jóvenes solteros tengan relaciones sexuales antes del matrimonio? ¿Cómo abordamos estos problemas?
Nancy: Realmente estamos tratando de solucionar el problema sin llegar a la raíz.
Juli: ¡Sí!
Están controlando el comportamiento, la conducta. Y nunca vamos a recuperar el terreno simplemente hablando de problemas o con un enfoque educativo, como: «Hagamos una serie sobre un aspecto de la sexualidad». Eso te enseña a pensar sobre un problema sexual en particular.
El discipulado te enseña a pensar sobre todos los problemas sexuales. Te da un marco, es muy relacional, personal y te da una salida, «¿cómo sigo a Jesús en relación con mi sexualidad? ¿Cómo se ve, si soy un joven de dieciocho años o una mujer casada de cuarenta y cinco años, alguien que lucha con deseos hacia el mismo sexo, alguien adicto a la pornografía, alguien que ha sufrido abuso sexual en su pasado?»
¿Dónde se cruza Jesús con las preguntas y luchas sexuales que tenemos? Porque si el evangelio es verdadero, si Jesús es quien dijo ser, Él es Señor de todo, no solo de algunas situaciones de nuestras vidas.
Nancy: No solo estamos hablando de cambiar el comportamiento de las personas. El objetivo no es evitar que los chicos tengan relaciones sexuales, aunque eso también es deseable. El objetivo es la gran comisión. Jesús dijo: «Haz discípulos enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado».
Así que, discipular a las personas sobre cada área de la vida llevándolas bajo el señorío de Jesucristo, ese es el objetivo. ¿Correcto?
Juli: Por supuesto. Es madurez en todas las áreas.
Pienso en Efesios, capítulo 4; Pablo habla sobre el propósito de los dones espirituales en la iglesia. Él dice que el propósito es que estemos tan arraigados en la verdad y en quién es Cristo, que no nos dejemos influenciar por la cultura.
Y lo que vemos hoy, desafortunadamente, es cristianos influenciados por el pensamiento cultural en la sexualidad porque no estamos arraigados, no somos discipulados en nuestra sexualidad.
Dannah: Entonces, Juli, definamos el discipulado sexual, definamos esto de abarcar la sexualidad dentro del discipulado. Dices que hay tres elementos implicados en ello.
Juli: Sí, así es. Creo que esto es cierto para todo discipulado. Y cuando quieras un ejemplo de ello, solo mira lo que ha hecho la cultura.
El primer ingrediente es realmente saber lo que creemos. Creo que el cristiano promedio, incluso si está pasando tiempo en la Palabra de Dios, realmente no sabe lo que creemos sobre la sexualidad más allá de una lista de lo que se debe y no se debe hacer.
No puede responder la pregunta: ¿Por qué Dios se preocupa por nuestra sexualidad? ¿Por qué nos creó como personas sexuales?
Entonces, debemos profundizar en nuestra teología de la sexualidad, necesitamos estar arraigadas en esto.
Nancy: Permíteme interrumpirte un momento para que puedas regresar a las siguientes dos. Creo que esto fue algo que a grandes rasgos faltaba en gran parte del movimiento de pureza que vimos con los jóvenes en los años 80 y 90. No quiero criticar o decir que no debió haber sucedido, pero vimos a muchos jóvenes que dijeron: «Me pondré este anillo de pureza. El verdadero amor espera». Algunas metas nobles, pero vimos a muchos chicos pasar por ese movimiento, seguir los pasos, firmar un compromiso, o lo que sea, pero no llegaron a la meta final.
Dannah: Bueno, las estadisticas mostraron que tendían a esperar para tener relaciones sexuales unos dieciocho meses más que el resto del mundo.
Nancy: O incluso esperaron hasta el matrimonio, pero dentro del matrimonio no sabían cómo disfrutar lo que Dios hizo como un regalo bueno para el matrimonio, porque no se estaba enseñando correctamente. Nuevamente, no quiero criticar lo que creo que…
Dannah: Oye, creo que me considero una líder de ese movimiento, así que aquí estoy en la mesa porque me preocupan algunas de esas cosas, pero no sé si las ignoré por completo. Hubo muchas chicas que incluso leyeron mi libro, La novia se vistió de blanco, y dijeron: «Oh, si obedezco a Dios ahora, después conseguiré con quien casarme». Y se está perdiendo el objetivo.
No estamos enseñando adecuadamente lo que creemos, por qué estamos esperando, lo que estamos esperando. No se trata del chico. Se trata de Dios.
Juli: Sí. Así que tenemos mucho trabajo por hacer en términos de comprender realmente una narrativa bíblica de la sexualidad. Tenemos que empezar por ahí.
Muchos padres de familia se me han acercado y me preguntan: «¿Cómo puedo ayudar a mis hijos a comprender realmente el diseño de Dios para la sexualidad?» Los envío a tu ministerio, Dannah. Una de las cosas que les digo es: «No puedes ayudarlos hasta que realmente entiendas y aceptes en tu corazón lo que Dios dice».
Muchos padres caminan en su propio dolor y nunca lo han traído ante el Señor. No han profundizado en lo que Dios cree sobre la sexualidad. No podemos progresar en el discipulado a menos que comencemos allí.
Observemos el pasaje del discipulado en el capítulo 6 de Deuteronomio. Comienza con Moisés diciendo: «El Señor nuestro Dios uno es, es a Él a quien adoramos». Comienzas con la base de lo que crees y profundizas en eso. Ahí es donde debes empezar.
Entonces el segundo elemento es igualmente importante, que es vivir lo que creemos.
Dannah, mencionaste las estadísticas de Barna. Una de las cosas que estas estadísticas han demostrado es que las personas fuera de la iglesia ven a los cristianos en relación a los temas sexuales como hipócritas, como fariseos, diciendo una cosa y haciendo otra. Eso se debe a que estamos hablando de la pureza sexual o del diseño de Dios para el sexo, pero todas las estadísticas, como tú mencionas, muestran que estamos haciendo lo mismo que el mundo, que fue sobre lo que Pablo confrontó a la iglesia primitiva.
Y no tenemos una misión o testimonio efectivo hasta que permitimos que la verdad de Dios nos confronte, nos traiga restauración, nos redima. No tenemos nada que transmitir. Así que no podemos omitir ese paso.
Nancy: Sí.
Dannah: Cómo nos comportamos demuestra lo que realmente creemos. ¿Verdad?
Juli: Sí. Y no solo cómo nos comportamos en términos de nuestra moralidad, sino: ¿Nuestra vida refleja la historia del amor redentor de Dios en nuestra sexualidad? ¿Apunta mi historia a la cruz de Jesucristo? ¿O simplemente se trata de: «Oye, yo era una niña buena, hice todo lo correcto»?
Nancy: ¿Apunta a la belleza de los caminos de Dios y a los dones de Dios?
Juli: Absolutamente.
Nancy: ¿Puede la próxima generación o aquellos que nos rodean, ver y decir: «Esto es lo que quiero. Esto es algo bueno y hermoso. Esto es algo que vale la pena perseguir»?
Juli: Sí. Piensa en todos los modelos que hay en nuestra cultura que les muestran a los jóvenes cómo vivir su sexualidad de acuerdo con la creencia cultural… Tienen modelos en todas partes. ¿Dónde están los modelos que les muestran a los jóvenes lo que es honrar a Cristo con nuestra sexualidad en todas las circunstancias? Necesitamos ser esos modelos para quienes nos rodean, para nuestros hijos, para nuestra iglesia, para nuestra comunidad.
Y nuestro tercer paso es transmitir activamente lo que creemos. Una vez más, la cultura tiene la misión de infiltrarse en nuestro pensamiento, repitiendo las cosas una y otra vez. Debemos tener la misma misión en la iglesia y transmitir una visión bíblica de la sexualidad.
Dannah: Discipulado que abarca el área de la sexualidad.
Juli: Exactamente.
Nancy: Y hablaremos más sobre eso en los próximos días, en esta conversación basada en el libro escrito por Juli titulado, Reconsiderando la sexualidad: el diseño de Dios (que es bueno) y por qué importa. Y sé que todo esto de lo que estaremos hablando será de ayuda para ti sea que estés casada o soltera.
Existen personas a tu alrededor a las que Dios quiere que seas intencional en equipar y ayudar en su trayecto. Yo puedo pensar en algunas personas que conozco con las que tendré diferentes tipos de conversaciones que hasta este punto no había podido tener. Gracias, Julie, por el libro que has escrito, estoy muy agradecida por esto.
Ya lo he leído dos veces y quiero seguir adelante porque es realmente un desafío para mí pensar acerca de cómo reflejar y transmitir esta visión del amor redentor del pacto de Dios a las mujeres cristianas que me rodean –jóvenes o mayores– y que de alguna manera la han perdido.
Espero que te unas a nosotras mañana mientras continuamos esta conversación. Yo misma estoy aprendiendo mucho. Y estoy siendo confrontada respecto a mi manera de pensar. Profundizaremos un poco más sobre algunos de los temas que hemos estado tratando. ¿Cómo se ve la integridad y la madurez sexual desde la perspectiva de Dios? ¿Cómo luce el incluir el área de la sexualidad en el discipulado? Y ¿cómo lidiamos con algunos de esos temas difíciles? Asegúrate de acompañarnos mañana para escuchar las respuestas a estas preguntas.
Annamarie: Viviendo la belleza del evangelio juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
La lectura de hoy en el Reto Mujer Verdadera 365 es Gálatas capítulos 4 al 6.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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