Planta semillas en la vida de tu hijo
Annamarie Sauter: Seguramente has escuchado la frase «cosechas lo que siembras». Betsy Corning la aplica a la crianza de los hijos.
Betsy Corning: Si quieres cosechar algo grandioso, más vale que comiences a sembrarlo ahora mismo. O, ¿qué estás sembrando en este momento que en realidad no va a dar un fruto deseable en tus hijos?
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: En los últimos meses he estado dirigiendo un estudio en mi casa con un grupo de mujeres jóvenes en sus veintitantos años. Al concluir el estudio de esta semana en particular, me di cuenta de que las cuatro casadas del grupo ahora estaban esperando su primer hijo.
Pero al observar a estas jóvenes preparándose para la llegada de su primer hijo, pensé en cuánta ayuda bíblica, cuánta sabiduría, discipulado, y mentoría necesitan al comenzar …
Annamarie Sauter: Seguramente has escuchado la frase «cosechas lo que siembras». Betsy Corning la aplica a la crianza de los hijos.
Betsy Corning: Si quieres cosechar algo grandioso, más vale que comiences a sembrarlo ahora mismo. O, ¿qué estás sembrando en este momento que en realidad no va a dar un fruto deseable en tus hijos?
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: En los últimos meses he estado dirigiendo un estudio en mi casa con un grupo de mujeres jóvenes en sus veintitantos años. Al concluir el estudio de esta semana en particular, me di cuenta de que las cuatro casadas del grupo ahora estaban esperando su primer hijo.
Pero al observar a estas jóvenes preparándose para la llegada de su primer hijo, pensé en cuánta ayuda bíblica, cuánta sabiduría, discipulado, y mentoría necesitan al comenzar esta etapa de sus vidas tan emocionante, pero a la vez tan increíblemente desafiante.
En ese contexto, estoy tan emocionada de poder presentarles esta semana a nuestras oyentes un conjunto de recursos y un libro para madres disponible en español, titulado Me ha sido confiado el corazón de un niño.
En nuestro último programa ustedes conocieron a Betsy Corning, quien es fundadora y maestra principal de este ministerio y quien está enseñando esta serie. Betsy, bienvenida nuevamente a Aviva Nuestros Corazones.
Betsy: Muchísimas gracias Nancy, por tenerme de vuelta aquí.
Nancy: Me da tanto gusto que haya este tipo de material disponible que podamos recomendar a las madres con niños pequeños, incluso con hijos por nacer. Porque nunca es demasiado temprano para comenzar a pensar: «¿Cómo quiero criar a estos hijos?»
Betsy: Claro que no…nunca es demasiado pronto para comenzar a pensar en eso. De hecho, decimos que las mamás de todas las edades pueden unirse. Eso es lo maravilloso de la iglesia, ¿verdad? Es tener a mujeres de todas las edades juntas. Es importante no estar separadas por edades o por las actividades de tus hijos o por sus edades.
Eso es lo maravilloso de la iglesia, que podemos estar todas juntas y aprender las unas de las otras.
Nancy: Y este es un material que de hecho has usado y has probado por muchos años en tu iglesia.
Betsy: Sí.
Nancy: Por años has podido ver mujeres estudiarlo y aplicarlo en sus vidas, en sus hogares, y probablemente estás comenzando a ver a algunos de los hijos que están creciendo bajo las enseñanzas de este ministerio.
Betsy: Sí, eso me gusta mucho. Mi hija tiene cuatro hijos y mi hijo tiene dos. Tengo seis nietos. Estoy viendo cómo esto va siendo multigeneracional. Es una bendición ver las generaciones llevando la cultura de la crianza de acuerdo al diseño de la Biblia. Eso es bíblico.
No estamos viendo familias vivir la vida, como dice Jueces, como mejor les parezca, haciendo «lo que a sus propios ojos les parece correcto». Este es un mensaje relevante para los días que estamos viviendo, y por eso traje a mis amigas para que nos den un poco de perspectiva con relación a esto.
Nancy: Y queremos presentar a tus amigas, porque no solamente tus hijos están reproduciendo estas verdades en sus propias familias, sino que por doce años o más, has estado enseñando estas verdades a mujeres jóvenes que lo están aplicando en sus propias familias.
De manera que hoy has traído contigo desde Chicago a Gina Cho y a Stef Caterer. Hace un rato, antes de llegar al estudio, la pasamos muy bien hablando acerca de cómo Dios ha usado este ministerio en la vida de cada una.
Gina y Stef, bienvenidas a Aviva Nuestros Corazones, y gracias por acompañarnos en el programa de hoy.
Gina Cho: Gracias por invitarnos; estamos muy contentas de estar aquí.
Stef Caterer: Gracias Nancy.
Nancy: Quisiera ahora escuchar de cada una de ustedes cómo fue que se involucraron con el ministerio Confiados con el corazón de un niño. Déjame comenzar contigo, Stef. Cuando te encontraste con este material eras una cristiana joven. Dinos un poco acerca de cómo te conectaste con este ministerio.
Stef: Bueno Nancy, era una cristiana muy joven, probablemente llevaba apenas dos años. Comencé a asistir a la iglesia Harvest y tenía una amiga que me dijo, «estoy tomando este estudio bíblico excelente. Tienes que venir conmigo».
Acepté hacerlo y cuando llegué y me senté fue como recibir un puñetazo en el alma, cada vez que iba me sentía muy impactada por las enseñanzas.
No podía creer cómo es que había podido ser esposa y mamá antes de conocer lo que Betsy estaba enseñando de la Palabra.
Nancy: Cuando miras atrás al momento en que iniciaste este estudio, ¿cuáles fueron las áreas, quizás una o dos, que te impactaron de manera particular desde un principio?
Stef: Bueno, algo que no sabía y que se suponía que debía estar haciendo era mantenerme atenta al pulso de mi hogar. Fui salva cuando ya era algo mayor; tenía veintisiete años, nunca le había preparado la cena a mi esposo. Había estado casada por pocos años, y no había definido un plan para mi matrimonio.
Como mamá joven no tenía un plan para mi familia. Mi hijo tenía un año, y yo no sabía lo que había en la nevera, no sabía lo que había en la alacena; no sabía cuánto había en la cuenta bancaria.
Nancy: Básicamente, no tenías ni idea.
Stef: No tenía ni idea Nancy, de aquello acerca de lo que ya debía ser una experta. Fui a Confiados y Betsy dijo, «¿tienes el dedo puesto en el pulso de tu hogar?» Y yo pensé, «no, no tengo la menor idea de que está sucediendo en mi hogar».
Trato de continuar haciendo eso aún ahora. Sé exactamente que hay en mi refrigerador ahora mismo, y qué están comiendo mis hijos, y qué necesita mi esposo para su almuerzo mañana y si lo estaré preparando o no. Así que eso fue una gran enseñanza para mí.
Nancy: Y aún más importante, es que has aprendido cómo mantener el pulso del corazón de tus hijos y el corazón de tu hogar.
Stef: Definitivamente, ese fue un gran avance. Sí, estaba aplicando de manera práctica en mi hogar, pero sobre todo entendí que debía mantener el pulso de dónde están mis hijos espiritualmente, y cómo se estaban sintiendo, cuáles eran sus altibajos, y qué estaban haciendo –sí, definitivamente sobre el corazón de mis hijos y de mi esposo.
Betsy: Una herramienta práctica que usamos es plantearles: «¿Cómo puedes saber si estás mucho fuera de casa y no estás manteniendo el pulso en cuanto a la condición de tu familia?» Y uno de ellos es: «¿Cuánta leche hay en tu refrigerador en este momento?»
Si no puedes contestar esa pregunta, no estás en casa lo suficiente. Y luego, por supuesto, entramos en más ejemplos sobre mantener y cultivar esa conexión, esa conexión espiritual con tus hijos, y todo lo que eso significa.
Pero es muy buen barómetro para las mamás el preguntarse: «¿Realmente sé cuánta leche hay en mi refrigerador en este momento? Y si no sé, tal vez no estoy presente allí lo suficiente como para tener una idea sobre todas esas cosas y todos esos detalles».
Nancy: Gina, el Señor ha usado este ministerio para ayudarte a tener una idea más clara de las necesidades de tu familia y de tu propia relación con el Señor. Ahora tienes seis hijos, pero cuando te encontraste con Confiados con el corazón de un niño, tenías tres, y el Señor usó este ministerio de una manera extraordinaria al inicio de tu familia.
Gina: Así fue. El Señor tuvo misericordia de mí porque me topé con este estudio casi por accidente. Yo estaba buscando algo para involucrarme en la iglesia y me encontré con Betsy por primera vez. La primera lección fue escuchar su testimonio y su historia de vida.
Así como Stef dijo, que ella no tenía un plan, bueno, me di cuenta de que yo tenía planes para otras cosas, excepto para mi familia. Tenía planes para mi carrera, planes para el matrimonio, y la frase clave es «mis planes». No estaba buscando el plan de Dios para lo que Él quería para mi vida.
Creo que con el tiempo simplemente te ocupas y el día a día te va envolviendo, y me encontré siendo mamá de tres niños de cinco, cuatro y tres años de edad. Era mamá, además de contadora, y me encantaba mi trabajo. Lo cual fue casi una maldición porque me desvié y perdí el pulso de mi matrimonio y de mi hogar.
Llegué donde Betsy buscando esperanza y ánimo para andar conforme a la voluntad de Dios para mi vida. En ese tiempo me encontraba al final de mí misma. Yo estaba trabajando, pero mi esposo había perdido su empresa, y estábamos tratando de descifrar cómo íbamos a salir adelante. Necesitábamos decidir sobre la educación de nuestros hijos; ¿los mandaríamos a una escuela pública, una escuela cristiana, o una escuela de casa?
Un elemento práctico que no faltaba era establecer convicciones bíblicas y personales, ¿qué dice la Biblia?, y enseñar a los hijos de la Palabra de Dios. Pero se necesitan circunstancias de vida diferentes y Dios habla a cada una de nosotras de diferente manera.
Una vez que pude organizar mis pensamientos entre convicciones personales y bíblicas, Él hizo que cada decisión cayera en su lugar e hizo que todo se volviera más claro.
Nancy: Bueno les he escuchado hablar a cada una, de convicciones bíblicas. Al pensar en el matrimonio, la familia y la crianza, –cualquiera de ustedes que desee contestar puede hacerlo, ¿cuáles son algunos ejemplos de convicciones bíblicas que las familias necesitan establecer cuanto antes?
Betsy: Bueno creo que en la Palabra de Dios se encuentran todas las verdades, los principios y los mandamientos. Específicamente para familias sería honrar, proteger y comprender el hecho de que se nos ha dado el regalo de un hijo. Dios dice que los hijos son un regalo, son una bendición que se nos ha encomendado, somos administradoras de ellos…eso sería una convicción bíblica.
Una convicción bíblica sería criarlos para honrar, para que crezcan y lleven en alto el nombre de Dios. Podríamos continuar refiriéndonos a muchas cosas… Las madres son las portadoras de vida, las que crían, las que nutren. Cada uno (hombre y mujer) tiene un rol que cumplir en el matrimonio…y podría seguir con más y más cosas.
Gina: Apenas hace poco, Dios renovó un deseo de realmente guardar el día del Señor. Siempre, toda mi vida, hemos ido a la iglesia, por muchos años. Pero quería hacerlo algo divertido y emocionante, que realmente se constituyera en un descanso mental y de la rutina diaria. Entonces, lo que hacemos ahora después de los servicios del domingo y la escuela dominical, es una actividad familiar juntos, ya sea ir a jardines botánicos, o a la playa, o cualquier cosa fuera de lo ordinario por completo.
Y cuando tienes seis hijos entre los tres y dieciséis años de edad, puede resultar difícil. Cada uno quiere hacer algo diferente o pasarla con sus amigos. Pero es tan agradable. La primera vez fue la más difícil.
Pero después de un par de semanas, mis hijos mayores de hecho anticipaban estas salidas, buscando esa rutina y seguridad que proporciona el poner a la familia por encima de otras prioridades. Ha sido un tiempo familiar divertido para estrechar lazos y honrar a Dios.
Nancy: En todas estas cosas, lo que estás diciendo realmente es que como familia, no queremos que nuestra vida sea determinada por el mundo, por su sistema, sus valores, su manera de pensar. Queremos ser intencionales respecto a orientar nuestra vida alrededor de los principios de la Palabra de Dios. No solamente dejar que la vida suceda, sino ayudados por la gracia de Dios, levantar familias cuyos hijos aman, honran y temen al Señor.
Betsy: Así es. Algo en lo que mi esposo es muy bueno, es en que puede canalizar muchísima información y ponerla en ideas concisas. Y lo que tenemos son los valores de la familia Corning, que están escritos con un marcador negro permanente en nuestra cochera. Escritos a mano por papá, sin trazos, ni regla, ni nada.
Nancy: Dinos lo que está escrito en esa pared de tu garaje.
Betsy: Son cinco convicciones bíblicas:
1) Amar y obedecer a Jesús –él escribe una referencia para cada una de estas.
2) Sé leal a tu familia. La familia es muy importante, ¿cómo vamos a honrar a nuestras familias de manera multigeneracional?
3) Trabaja duro y termina bien, sé un trabajador esforzado para el Señor.
4) Sé honesto, sé una persona de integridad.
5) Sé bondadoso, sé un siervo del Señor, amoroso y bondadoso.
Y eso es solo un detalle. Por cierto, es divertido que en las clases les muestro que estos principios están escritos en la pared interior de mi cochera. Y las personas me preguntan: «Perdón, pero ¿por qué los tienes en tu cochera?» Yo les digo, «bueno, supongo que es el único lugar donde le permito a mi esposo escribir con marcador permanente».
Pero así resultó y se volvió como una tradición, porque nos hemos mudado y siguen escritos en la nueva casa. Me gusta mucho que cada vez que estacionamos el auto, las luces alumbran justo esa pared; cada vez que salimos lo vemos. Cada vez que abrimos la puerta, cada vez que nuestros hijos tiraban la basura, eso es lo que veían.
Honestamente, aun cuando nos parecía que «has violado uno de los principios de nuestra familia», los cuales realmente son valores de Dios para la familia, lo enviábamos a la cochera y le decíamos, «sal a ver y luego regresas y nos dices cuál fue el principio que violaste».
Creo que esa es una buena lección. Los niños pueden decir fácilmente: «de estas cinco cosas es de lo que se trata nuestra familia».
Nancy: Y esa sería una excelente pregunta que cada familia podría responder, «¿cuáles son los principios de nuestra familia? Si tuviéramos que reducirlo a cinco cosas…» ¿Qué quieres para tus hijos?
Betsy: Sí, realmente eso es una tarea.
Nancy: Y aquí está la otra pregunta: ¿Tus hijos conocen cuáles son esos principios? Al escucharte hablar sobre lo que tienes escrito en las paredes del garaje o de la cochera, por supuesto mi mente se va a Deuteronomio capítulo 6, donde la Escritura dice:
«El SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR uno es. Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Y las atarás como una señal a tu mano…y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas».
Bueno, y no dice «en tu cochera», porque probablemente no tenían cocheras en ese entonces. Pero eso que acabas de ilustrar Betsy, es un mandamiento del Antiguo Testamento. Como familia determinan en qué quiere Dios que se involucren y qué quiere que hagan. Y ¿cómo podemos pasar esto a nuestros hijos para que puedan recordarlo constantemente? Es una forma en que tú puedes recordarlo constantemente también.
Los hijos crecen en un ambiente donde saben lo que es importante para su familia y también lo que es importante para el Señor.
Betsy: Así mismo.
Nancy: Uno de los principios en nuestra familia –y no teníamos nada escrito en las paredes de la cochera– pero al tratar de recordar, era tener un corazón para que el evangelio se expandiera y cubriera el mundo entero.
Y, ¿cómo recuerdo eso? Salí de casa desde que me fui a la universidad a los quince años, así es que no estuve allí tantos años. Pero en el desayunador había colgado un enorme mapamundi. Mis padres y nuestra familia apoyaban de distintas maneras a muchos misioneros diferentes, así es que teníamos tachuelas en cada lugar del mapa donde estos misioneros estaban sirviendo, y con hilos de estambre colgábamos la foto de cada uno.
Orábamos por ellos y leíamos los boletines informativos de estas familias que estaban sirviendo al Señor alrededor del mundo, desde que éramos muy pequeños, y cada vez que tomábamos el alimento en ese comedor, el desayuno o la cena, prácticamente a diario comíamos ahí como familia, teníamos esa ayuda visual que nos lo recordaba.
Porque estaba en las paredes desde que tengo memoria, que éramos desafiados a cumplir con ese valor que habíamos abrazado como familia que es un principio de Dios.
Betsy: Y esto se te queda grabado para toda la vida. Es algo que tienes arraigado. Disfrutas atender a las necesidades de la gente, aquí y en el extranjero, es algo intrínseco en tu persona porque realmente es la obra de Dios en ti, a través de tus padres inculcándolo desde que eras «pequeña».
Eso es algo grande que decimos, «estas cosas comienzan pequeñas». Entonces procura ser verdaderamente intencional al formularlas. En el programa pasado dijimos que cosechas lo que siembras. Realmente si quieres cosechar algo grandioso en la vida de tus hijos, más vale que comiences a sembrarlo ahora mismo. O, ¿qué estás sembrando en este momento que en realidad no va a dar un fruto deseable en tus hijos?
Tenemos que hacer ejercicios serios para investigar estas cosas, y para involucrarnos en cosas prácticas que nos ayuden a sembrar lo que realmente queremos cosechar.
Nancy: Así es, y me gustaría preguntarle a cada una; ustedes se encuentran en diferentes etapas de la crianza de los hijos, y en diferentes etapas de la vida también. Como mamá, ¿qué es lo que más agradeces al Señor que te haya enseñado a través del ministerio Confiados? (Que está lleno de contenido bíblico). Algo que haya dado buen fruto en tu familia que quisieras pasar a las mamás más jóvenes
Probablemente se les ocurrirán muchas respuestas a esta pregunta, pero solamente piensen en una o dos cosas. Y vamos a comenzar contigo, Stef.
Stef: Bien, que tu sí sea sí y que tu no sea no. Hay mucho más que solamente sí, sí, y no, no. Responde a tus hijos inmediatamente, respóndeles con claridad y llévalo a cabo. Es tan exasperante, desalentador para nuestros hijos cuando no podemos darles una respuesta clara.
En sus corazoncitos ellos piensan mucho en blanco y negro. Eso me enseñó a ser una mamá de palabra, a ser una mujer de palabra. Ellos me preguntaban: «Mamá ¿podemos ir al parque?» Y yo contestaba un «bueno, eso va a estar difícil porque tengo esto, esto y aquello…»
No. Mejor que sea un sí, o que sea un no. Ellos no necesitan saber lo difícil que me va a resultar ir o no. Sí o no. Creo que esa es una enseñanza que se subraya en Confiados y con la cual sigo batallando; aún debo trabajar en ello, pero el Señor continuamente me está mostrando cómo aplicarlo a mis hijos.
Nancy: ¡Sí, esto está muy práctico! ¿Y tú Gina?
Gina: Algo que fue maravilloso para mí: Todos los padres tenemos ideas generales, y cosas grandiosas que queremos que los hijos aprendan y sean. Con este ministerio aprendí la verdadera definición de obediencia. Trato de enseñar eso a una criatura de tres años y a otra de dos años, y básicamente son tres cosas muy sencillas. Les pido que me las repitan.
Obedecer significa hacerlo de inmediato, totalmente, y con una buena actitud. Cuando hacemos que ellos lo repitan una y otra vez funciona como un tipo de lavado de cerebro en el sentido positivo. Si estamos en la tienda de abarrotes, y me desobedecen, les pregunto, «¿qué significa obedecer?» Y ellos lo repiten.
Es sorprendente cómo cosechas lo que siembras. Por un lado puedo estar pensando en plantar semillas de verdad en el corazón de mis hijos. Pero luego me sorprendo en medio del día, pensando en cuando no me gusta lo que está pasando en mi vida, o en el día, y cuando las cosas van mal. «¿Estoy también respondiendo al Señor inmediatamente, totalmente y con una buena actitud?»
A veces me encuentro llorando delante del Señor, «no sabía que me trajiste a la Palabra para enseñarme». Me olvido de que soy Su hija, que Él es mi Padre, y que no solamente se trata de verter la verdad sobre nuestros hijos; tiene que pasar por mí. Es como un boomerang que se nos regresa.
En nuestro diario andar con Él, Dios nos desafía. «¿Lo estás haciendo con gozo, lo estás haciendo cabalmente, o con un corazón dividido?
Nancy: Y en ese mismo pensamiento, Betsy, sé que una de las cosas que se enseñan en este material es la importancia de que las mamás modelen obediencia y respeto, mostrándolo hacia sus esposos justo como quieren que sus hijos se conduzcan hacia ellas como mamás.
Betsy: Claro que sí. Es muy importante que lo modeles delante de tus hijos. Hablamos sobre la sumisión bíblica porque a veces debes sujetarte a tu esposo, aun sabiendo que quizás tienes una comprensión más clara de algún asunto, o cuando estás segura de que tienes la razón.
Es muchísimo mejor que sigas el liderazgo de tu esposo y lo modeles a tus hijos, en lugar de puntualizar algo, que a la larga, no tendrá importancia.
Hablamos bastante respecto al matrimonio. Por supuesto, el matrimonio es de enorme importancia en la crianza de los hijos.
Nancy: Es tan importante y tan fundamental. Y hay muchísimo más de lo que deseamos hablar, tantas cosas importantes que enseñarle al corazón de las madres jóvenes. Pero gracias por los consejos prácticos que nos han compartido hoy. Quiero asegurarme de que nuestras oyentes conozcan cómo obtener este material.
Este libro ha sido publicado en español: «Me ha sido confiado el corazón de un niño». Puedes obtenerlo en Amazon, en versión Kindle.
Las enseñanzas de Betsy han sido comprobadas en años de clases, a través de la iglesia local. Y como ministerio, nos encantaría verlo reproducido en muchas, muchas iglesias locales. Se ha difundido a través de los años. Puedes acercarte a tu pastor o a los ancianos y preguntar «¿se podría incorporar este recurso en nuestra iglesia?»
El libro incluye dieciséis lecciones. Pueden hacerlo en parejas, o con un grupo pequeño. Quizás tu esposo no conoce al Señor. Puedes leerlo como mamá y comenzar con un grupo de mamás. Se puede hacer como mamá o en parejas. El libro está disponible y querrás sacarle el mayor provecho.
Sé que tenemos también abuelas escuchando que tienen una carga por sus hijos adultos y por sus nietos. Ese también sería un excelente regalo para pasarlo a la próxima generación.
Annamarie: Hoy has estado escuchando el segundo episodio en la serie titulada, Me ha sido confiado el corazón de un niño. Participaron de esta conversación Betsy Corning, Gina Cho, Stef Caterer y Nancy DeMoss Wolgemuth.
El libro escrito por Betsy te inspira a invertir en las vidas de tus hijos, y te muestra cómo dar pasos prácticos en su educación. Sea que conozcas a una madre, o que tú misma seas madre, adquiérelo hoy.
Nancy: Cuando regresemos con el próximo programa de Aviva Nuestros Corazones, quiero que hablemos con estas tres mujeres acerca de algunos comportamientos que exasperan a los niños. Las Escrituras dicen que los padres no deben provocar a ira a sus hijos, y una de las lecciones en este material habla acerca de esas conductas que los exasperan.
Betsy: Parece tan extraño que Dios esté hablando de criar a tus hijos, pero luego dice: «No provoquéis a ira a vuestros hijos» (Ef. 6:4). Yo tenía que investigar eso y saber, ¿qué estamos haciendo que provoca la ira de nuestros hijos?
Tengo que decir que trabajando con madres de niños pequeños puedo ver esto, pero sobre todo con adolescentes. Hay tantos adolescentes airados debido a que han sido exasperados…
Nancy: Y estamos viendo esto incluso en los hogares cristianos, familias que han estado en la iglesia toda la vida, que tienen reglas, estructura y están haciendo todas las cosas «correctamente».
Betsy: Sí, exáctamente.
Nancy: Pero estamos viendo que algunos de estos niños se resisten al Señor y lo rechazan. Todos somos pecadores, pero puede ser que los padres sin darse cuenta hayan estado exasperando o provocando a sus hijos a la ira, y las Escrituras nos advierten contra esto.
Betsy: Tristemente son las cosas que nosotras mismas hacemos. Así que queremos enfatizar eso y realmente lo hacemos en esta lección. Las personas toman una prueba para evaluarse a sí mismas y a sus esposos individualmente, sobre cómo lo están haciendo.
Individualmente porque las cosas que yo podría hacer para exasperar a mis hijos pueden ser diferentes de las que hace mi esposo. De modo que nos ayudan en nuestras debilidades como tales.
Nancy: Cuando regresemos hablaremos acerca de estas cosas y continuaremos reflexionando sobre lo que significa haber sido confiadas con el corazón de un niño.
Annamarie: ¡Te esperamos!
Invitándote a pasar de manera intencional la verdad de la Palabra de Dios a la próxima generación, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de La Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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