Perseveremos juntas en la Palabra de Dios, día 2
Laura González de Chávez: «Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron», eso eran los discípulos cuando iban camino a Emaús que Cristo se les aparece…
Annamarie Sauter: Con nosotras Laura González de Chávez.
Laura: Dice: «y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?»
Mi anhelo es ese, que todas las mujeres que estamos leyendo este reto –que son miles de mujeres– su corazones estén ardiendo al leer la Palabra, al ver a Cristo, al ver cómo ministra sus vidas, las alienta y se les revela como ese gran Dios que mandó a Su Hijo a salvarnos, y cómo Él quiere tener una relación con nosotros.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia …
Laura González de Chávez: «Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron», eso eran los discípulos cuando iban camino a Emaús que Cristo se les aparece…
Annamarie Sauter: Con nosotras Laura González de Chávez.
Laura: Dice: «y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?»
Mi anhelo es ese, que todas las mujeres que estamos leyendo este reto –que son miles de mujeres– su corazones estén ardiendo al leer la Palabra, al ver a Cristo, al ver cómo ministra sus vidas, las alienta y se les revela como ese gran Dios que mandó a Su Hijo a salvarnos, y cómo Él quiere tener una relación con nosotros.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. La lectura de hoy de la Biblia es Proverbios, capítulos 1 al 3.
Hoy continuaremos escuchando la conversación a la que dimos inicio ayer, la cual grabamos en un formato diferente a lo usual. La estamos transmitiendo con el propósito de celebrar medio año en el que hemos perseverado juntas en la Palabra de Dios por medio del reto Mujer Verdadera 365. Dejamos la conversación en el momento en que comenzamos a compartir algunos de los testimonios de mujeres que han estado siguiendo el reto.
Escucharás de Laura de Chávez, Ana Nin de Olivo, Elba de Reyes y Patricia de Saladín. Kelly Altamar continúa la conversación leyendo un testimonio.
Kelly Altamar: Tenemos por aquí otro comentario de otra hermana que dice: «Amén, gracias hermana por el devocional de hoy. Hacer este reto ha sido un verdadero deleite para mi corazón sobre todo en estos tiempos; he aprendido mucho». Es verdad cuando la misma palabra dice el Salmo 19: «La ley de Jehová es perfecta que convierte el alma, el testimonio de Jehová es fiel que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro que alumbra los ojos» (v.7-8).
Gracias a Dios por Su Palabra, de verdad que en estos tiempos están siendo hermosos, estar en la presencia del Señor. Entiendo esta hermana cuando habla de esa manera porque de verdad que ha sido algo que ha estado pasando también en mi corazón. Dios es tan bueno al mostrarnos todo lo que Él necesita que haya en nuestro corazón. Él ha sido hermoso con cada una de nosotras al permitirnos estudiar Su Palabra, y acercarnos cada vez más a Él teniendo un profundo cambio que viene desde adentro y se proyecta hacia afuera en todo lo que hacemos.
Entonces de verdad que esto ha sido muy hermoso, que nuestros ojos se alumbren a ver toda la gracia que el Señor tiene para darnos.
Patricia: Así es. Es que esta misma Palabra dice que ella es como una antorcha que alumbra. Pedro nos dice: «Hacemos bien en estar atentas a esa palabra». Y esa Palabra no vuelve vacía. Eso es parte de mi consuelo y de mi aliento, que esa Palabra está viva y no vuelve vacía.
Una mujer nos escribió y dijo que luego que ella junto a su familia y un grupo de mujeres más, la iglesia completa por recomendación del pastor se unió al reto.
Elba: Así como Laura estaba diciendo que hay muchos grupos que están llevando el estudio, también hemos recibido el testimonio de hombres siguiendo el estudio. De hecho ayer me encantó un correo que un hermano escribió preguntando si no había un estudio similar para hombres.
Pero es que la Palabra es para todos y muchos grupos tanto de mujeres como de hombres de diferentes iglesias, están llevando el estudio que estamos haciendo, y hemos recibido reportes de eso, y la bendición que ha sido para estos hombres; y aunque dicen, sabemos que el ministerio va dirigido a mujeres, pero nosotros estamos siendo bendecidos por las enseñanzas. Porque la Palabra es para todo el mundo. Las enseñanzas, los principios son para todos.
Es hermoso ver cómo Dios no se ha limitado solo a un grupo de mujeres sino a todos nosotros en sentido general.
Laura: Aquí veo otro testimonio que dice: «Muchas gracias por animarnos a leer la Palabra de Dios. Nosotros como familia, mi esposo mis tres hijas y yo, hemos estado leyendo desde que comenzó el reto, y ha sido de gran bendición y fortaleza para nuestras vidas». Qué bendición toda la familia unida alrededor de la Palabra. «Estamos conociendo más al Señor y aunque ya hemos leído en otras ocasiones la Biblia, Dios nos habla de manera diferente si nuestros ojos han sido abiertos, pues ahora vemos otras cosas que no habíamos conocido. Bendito sea nuestro Dios de Israel, a Él sea la gloria y el poder. Gracias por estos recursos». Qué bendición.
Patricia: Sí. Hemos visto que comentan, los comentarios nuestros, los que escribe Aviva Nuestros Corazones, pero también sumándolos a los comentarios de otras hermanas, han podido profundizar en la Palabra, y sus ojos se han abierto a tantas cosas que antes leían y simplemente pasaban por alto.
Kelly: A propósito de esto Patricia, aquí tenemos otro comentario, otro testimonio que dice: «Este tiempo de lectura de la Palabra con ustedes realmente está siendo de gran bendición en diferentes etapas de mi vida, y en compañía de mi hija habiendo leído la Biblia completa en tres ocasiones, pero ninguna como esta vez, leyendo sus análisis y uniéndolos al comentario de las hermanas he podido profundizar en ella, y mis ojos se han abierto a tantas cosas que antes leía y pasaba por alto.
Pido al Señor que en su infinito amor y misericordia complete la obra que ha iniciado en cada una de nosotras. Gracias por dejarse usar por el Señor, sea Él bendiciendo grandemente su ministerio». Qué hermoso.
Patricia: Amén. Y quisiera señalar –fíjense qué belleza– esa mamá y su hija están leyendo juntas. Tenemos un grupo tan diverso que va desde jovencitas que están haciendo el reto, y también señoras mayores que están –cuando no llega el devocional o no abre por algún problema técnico– ellas escriben, «mira no puedo abrir el reto hoy, por favor envíamelo». Es bellísimo que no hay edad para el reto. En todas las edades en todos los grupos de edad, como decía este testimonio, en todas las etapas de la vida, Dios está haciendo su obra. Y hay un sentir de conocer más a Dios de obedecerlo.
Ana: Y tenemos otro testimonio donde el Señor ha abierto los ojos de una hermana. Dice: «Hola a todas. Mi experiencia estos días leyendo en orden la Biblia ha sido muy enriquecedora. He podido comprender mucho mejor los textos y enseñanzas bíblicas. Puedo decir que ahora tienen más sentido para mí, además de ser muy alentador y enriquecedor aprender junto a ustedes. El panorama se amplía más todavía sobre la visión que Dios quiere darme de Él; Su plan salvífico, Su amor por la humanidad, Sus atributos».
Patricia: ¿Saben qué? Yo pensaba cómo el reto ha sido crucial en esta en esta época, porque el reto en medio del aislamiento, del confinamiento, de la tensión y las presiones que se están viviendo por la época de pandemia que nos ha tocado vivir, es aire fresco para enfrentar el día en comunión con ese Dios vivo que está en Su Palabra, y que nos lleva a verlo, a saber que Él está con nosotros todos los días, que Él se revela a través de Su Palabra, que Su Espíritu nos ministra.
Yo estoy segura, segura de que esa Palabra nos ha impulsado, nos ha llevado a pasar este tiempo de una manera mucho más vivificadas, avivadas y en victoria, si pudiéramos decir, aún con nuestros tiempos de tristeza, nuestros tiempos de llanto, con las situaciones difíciles. Porque estar conectadas en Su Palabra es realmente tener la vida vida abundante que Él nos da.
Laura: Así mismo es Patricia, y como tú decías, yo pienso que este tiempo de aislamiento ha ayudado mucho también a las mujeres a mantenerse en el reto porque han tenido más tiempo y más disposición de sentarse a leer la Palabra. Eso ha sido maravilloso; hasta en eso el Señor nos ayudó –en un sentido– para ayudar a las mujeres.
Y hablando de eso que tú decías, de esa necesidad de conocer más a Dios y obedecerle, yo siempre pensaba al principio cuando iniciamos el reto que nos exponíamos a un peligro que era que las mujeres iban a chequear. Leí el día uno, leí el día dos… Pero que se quedara ahí, nosotras queríamos que no se quedara ahí solamente en leer, sino que también el conocer a Dios, conocer Su voluntad, nos llame a obedecer, porque como dice Santiago: «Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es» (Sant. 1:23).
Y la idea no es mirarnos al espejo cada día, leer y chequear que ya hice el día cien, y olvidarme de lo que leí, sino que eso tiene que traerme convicción, eso me tiene que llevar a obedecer. Y por eso me encanta que esa obediencia viene en la medida que yo conozco más a Dios y le amo más. Porque cuando amamos a Jesús le obedecemos, entonces todo como que está conectado.
Y Dios ha sido tan bueno que nos ha hecho ver cómo mujeres se han visto en esa situación y no solo leen la Palabra sino que también la han aprendido a amar y a obedecer.
Elba: Una de nuestras oyentes nos escribió diciéndonos: «No empecé el reto desde enero, pero Dios usó eso para traer aliento a mi alma en una oración que Él respondió. Le pedí que me muestre qué libro de la Biblia leer, ya que por partes la había leído toda y estaba como confusa de qué más hacer; y Él me mostró este reto, y aquí estamos con unas amigas con las que fuimos a la conferencia de Monterrey, leyendo la Biblia y amando cada enseñanza, aunque a veces es muy duro y vergonzoso confrontarse con uno mismo».
Yo la entiendo porque eso nos pasa con la Palabra. Con eso de que la Biblia es el espejo que nos muestra dónde fallamos y es muy reconfortante después de que Dios te muestra aquellas cositas no tan lindas, poder ir a Su presencia y encontrar Su perdón llevándose toda culpa y dando una nueva oportunidad. Ella dice que Dios es asombroso porque Él puede mover montañas. Es un hermoso testimonio de cómo Dios está obrando.
Ana: Es que Dios es tan bueno que Él nos muestra y nos revela nuestro pecado precisamente para no dejarnos en él. Y esa es la buena nueva del evangelio, que el Señor vino a salvarnos, a limpiarnos, a perdonarnos, a transformarnos. Y qué bueno cuando el Señor permite que podamos ver nuestras ofensas y podamos ir donde Él, porque Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad.
Kelly: El Señor, mientras mientras he leído la Biblia y he perseverado en estar en Su presencia cada día, todos los días me recuerda de lo poco perseverante que en realidad yo soy. Esto me recuerda todos los días que justamente ha sido el mismo Dios quien ha puesto en mi corazón ese deseo ferviente de ir a Su Palabra cada día. Porque en realidad quien me conoce del pasado sabe cuántas veces dejé cosas sin terminar. Cuántas veces empecé cosas y no terminé cosas. Creo que una de las cosas que ha caracterizado mi vida es justamente eso. Así que mientras leo la Biblia yo me sorprendo porque el Señor me recuerda todos los días que no soy yo quien quiere ir a Su presencia, sino que es Él quien me anima todos los días a ir a Su presencia ser nutrida por Su Palabra. Es Él quien ha puesto en mí ese deseo ferviente, y ahí me cae muy bonito el enfoque del ministerio de avivar los corazones porque en realidad eso es lo que Dios ha hecho durante este tiempo en mi vida.
Él ha avivado de una forma inexplicable –porque de verdad que no no podría explicarlo– esa constancia esa perseverancia que no es una característica mía. Entonces es es ahí donde el Señor me recuerda que ni siquiera tengo razones para enorgullecerme de eso, porque en realidad más bien toda la humildad del caso de entender y todo el tiempo el Señor lo recuerda en mi mente, que recuerde que no es que yo sea mejor que otra persona sino que Él ha decidido y Él ha querido hacer eso. Ese trabajo –porque yo lo veo así– este trabajo en mi vida.
Y sé que está sendo y va a seguir siendo de crecimiento. Entonces eso era algo que quería compartir.
Elba: Kelly yo recuerdo haber leído el testimonio de cómo Dios ha transformado tu vida, y creo que tu matrimonio también; y cómo eso fue de mucho aliento a las demás hermanas que estaban leyendo ese comentario ese día, y vi la interacción que tú tenías con ellas y cómo ellas te agradecían el que tú hubieras compartido tu testimonio con ellas. Y cuando hablábamos de esa familiaridad, esa unión que se forma entre nosotras al estar estudiando la Palabra en comunidad, a eso me refería.
Cómo unas a otras estamos siendo alentadas, animadas incluso en las mismas pruebas, «porque los mismos padecimientos se van cumpliendo en nuestros hermanos alrededor del mundo», dice la Palabra, y tú diste testimonio de la obra de Dios en tu matrimonio en ese momento, y cómo eso fue de edificación a tantas mujeres.
Kelly: Sí, en realidad desde que empezó todo este tema de conocer este ministerio, el Señor ha venido haciendo montones de cosas, no se ha quedado quieto. Dios ha querido trabajar en cada área específica de mi vida, y esto se ha visto reflejado en todas las relaciones que el Señor hoy me permite tener. Se ha visto reflejado, claro que sí, en mi matrimonio, yo diría que en un gran porcentaje.
Yo podría atreverme a decir que en un cien por ciento nuestro matrimonio ya no es el mismo, porque el Señor me ha llevado a entender que tengo que rendir mi corazón es a Él y no y no a mi esposo sino al Señor. Entonces al rendir mi corazón al Señor, Dios ha venido mostrándome cada una de las cosas que no estuvieron bien en el pasado, y las cosas que el Señor ha querido ir reparando, ir restaurando, ir trayendo. De los huesos secos ha traído vida a mi matrimonio, ha traído vida mi relación con mis hijas. Mis hijas actualmente también estudian el reto de la Biblia junto conmigo; ellas lo hacen en su tiempo aparte, pero están siguiendo el reto, y esto ha sido una bendición enorme en las mujeres con las que interactúo.
También han sacado provecho de todo esto que Dios está haciendo. Entonces qué puedo decir… en todos los aspectos de mi vida Dios está haciendo una obra hermosa, y solo Él puede llevarse la gloria porque de verdad que no no ha sido otra cosa.
Elba: Gracias por compartirlo cuando lo hiciste.
Laura: De verdad hermoso Kelly. Me gozo oyéndote. Si solamente el ministerio de Aviva y todo lo que nosotros hacemos y sacamos hace eso en una persona como lo hizo en ti, nosotros podemos cerrar el ministerio, ya terminamos nuestro trabajo.
Qué bendición sería que eso ocurriera en muchos hogares y corazones; y esa siempre ha sido nuestra oración, que el Señor avive nuestros corazones, empezando por el mío; el de cada una de nosotras porque nuestro corazón no tiende a estar avivado. Por eso tenemos que estar en la Palabra. Y quería leer este versículo que es mi deseo que sea la realidad para todas las personas que están haciendo este reto y que están leyendo la Palabra.
«Entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron», eso eran los discípulos cuando iban camino a Emaús, que Cristo se les aparece. Dice: «y le reconocieron mas él desapareció de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?» (Luc.31-32).
Mi anhelo es que todas las mujeres que estamos leyendo este reto –que son miles de mujeres– sus corazones estén ardiendo al leer la Palabra, al ver a Cristo, al ver cómo Dios ministra sus vidas y las alienta y se revela como ese gran Dios que mandó a Su Hijo a salvarnos, y cómo Él quiere tener una relación con nosotros.
Esa es mi oración para todas nosotras. Pero gracias Kelly por por tu testimonio y por sentarte a los pies del Maestro y dejarte trabajar por Él, y que Su Palabra te haya transformado de esa manera y haya transformado tu vida. Esa es mi oración para todas las mujeres.
Kelly: Amén. Estoy muy agradecida.
Ana: Más que un reto, esto ha sido una cita preparada por el Dios del universo. Y yo sé que a cada una de nosotras más que un reto, es una invitación del Dios del universo, nuestro Padre. Es una invitación muy personal de nuestro Padre que quiere hablar a nuestros corazones, y también ha sido una respuesta a mi oración de muchos años de querer conocerle más y es increíble porque solamente Dios conoce las peticiones del corazón sin que uno se las diga. El Señor en este en este reto, en esta invitación que me ha hecho, me ha respondido porque Él ha abierto mis ojos para yo ver lo que Él es. He podido ver cómo late Su corazón.
Patricia: Y creo que ahora debemos animar a nuestras hermanas a perseverar. Estamos justo a la mitad del camino pero no podemos dar por sentado, no podemos dormirnos en eso. Tenemos que seguir adelante, tenemos que hacer lo que dice Hebreos 12: «teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos». Hoy hemos citado personas, mujeres que están leyendo. Lo leemos en los chats, en el reto, pero ahora tenemos que seguir corriendo esta carrera que tenemos por delante.
La meta está trazada, son 365 días. La ruta está puesta, tenemos que despojarnos de cualquier peso, cosas que nos impiden estar en esa Palabra todos los días. Despojarnos del pecado que tan fácilmente nos enreda y poner los ojos en Jesús quien es el autor y consumador de nuestra fe, y correr con paciencia la carrera que tenemos por delante. Porque la meta final está ahí cerca, ya se avecina; pero debemos estar vigilantes y alertas para poder cobrar ánimo unas con otras y seguir corriendo esta carrera viendo lo que Dios tiene para decirnos cada día.
Laura: Así es Patricia, y que este programa sirva para animarlas, porque quizás a algunas se les olvida que están corriendo la carrera con miles de mujeres también que estamos haciendo lo mismo cada día. Yo cuando leo la Palabra en la mañana digo, «wow hay miles de mujeres leyendo lo mismo que yo». Que el señor sea hablándonos y ministrándonos, y confrontándonos, edificándonos, alentándonos. Entonces cuando tú te desanimes y digas, «voy a tirar la toalla», no, no tires la toalla, sigue leyendo para que juntas lleguemos hasta la meta que va a ser de mucha bendición. Ya vamos por la mitad, a mí me sorprende cómo se va el tiempo de rápido.
Elba: Laura, oyéndote pienso en que muchas pudieran escuchar este reto por primera vez si hoy oyen este audio. Entonces si te animas empieza. Ayer empezó una hermana y nos decía que ella se estaba uniendo ayer en Esdras. Empieza en Esdras, dónde estamos, y luego cuando terminemos juntas, entonces completas los libros que te faltan. Creo que es la mejor manera, a no ser que tengas un hábito de lectura muy bueno. Que puedas ir al día y puedas ir retomando lo de atrás.
Pero empieza donde estamos y únete para estudiar en comunidad, en grupo, porque eso nos va a animar. La Palabra va a hacer su efecto, pero el hacerlo juntas nos anima la una a la otra a estudiar la Palabra.
Laura: Me encanta que digas eso Elba, porque efectivamente hay personas que quizás dicen, «ay pero ya van por la mitad, entonces yo no lo voy a hacer así». No, empieza el día de hoy cuando estás oyendo este programa. Empieza, y terminas el año que viene, y vas a tener todos los devocionales ahí en la página para hacerlo también. No te sientas que porque no empezaste primero del año tienes que esperar porque ya que tienes ese deseo ahora, empieza. Únete a nosotras y termina más adelante. Muchas lo han hecho así también.
Así que te animamos a unirte al reto, y los que no se han unido no saben dónde ir, solamente tienen que ir a nuestra página AvivaNuestrosCorazones.com, y buscar bajo estudios el reto de la Biblia Mujer Verdadera 365.
Patricia: Porque siempre es el tiempo aceptable para buscar al Señor. El reto se trata de buscar al Señor, de conocer más al Señor.
Annamarie: Has escuchado una conversación entre Patricia de Saladín, Laura de Chávez, Kelly Altamar, Ana Nin de Olivo y Elba de Reyes. Qué bendición ha sido conocer más acerca de cómo Dios ha usado Su Palabra en las vidas de tantas mujeres.
A través de esta serie de programas a la que dimos inicio ayer, estamos celebrando medio año en el que hemos perseverado juntas en la Palabra de Dios a través del reto Mujer Verdadera 365. Este es un plan de lectura que hemos estado siguiendo juntas aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Como escuchaste, en AvivaNuestrosCorazones.com, encontrarás los devocionales diarios que acompañan la lectura del día. También, allí puedes suscribirte para recibirlos directamente en tu correo electrónico.
Y si te has desanimado en el camino, espero que escuchar esta conversación haya renovado tu deseo de conocer más a Jesús a través de la Biblia. ¡Ánimo e invita a más mujeres a unirse! Estoy segura de que una vez hayamos terminado de leer la Biblia tapa a tapa, ¡vamos a querer volverla a leer!
Y mañana, asegúrate de acompañarnos para escuchar la conclusión de la conversación, aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Perseverando en la Palabra de Dios juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se indique otra fuente.
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