Perseverando en las pruebas (parte 2)
Annamarie Sauter: ¿Dónde buscan agua las raíces de tu vida?
Nancy DeMoss Wolgemuth: Tenemos que estar plantadas y arraigadas en Cristo y Su Palabra. Esa es la corriente que nos va a sostener cuando pasemos por tiempos de sequía y de dificultad. Es tu relación con Cristo y Su Palabra lo que te va a dar confianza en Su carácter, en Sus promesas, en Sus propósitos, en Sus planes, y permanecerás fuerte y firme aún en medio de las tormentas.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy arraigamos nuestras vidas en lo que Dios nos dice en Isaías capítulos 16 al 20.
Durante los últimos programas hemos estado escuchando algunas de las enseñanzas que fueron impartidas en la «Conferencia Mujer Verdadera '20: Arraigadas». En el programa anterior transmitimos la primera parte de un mensaje que Nancy DeMoss Wolgemuth enseñó …
Annamarie Sauter: ¿Dónde buscan agua las raíces de tu vida?
Nancy DeMoss Wolgemuth: Tenemos que estar plantadas y arraigadas en Cristo y Su Palabra. Esa es la corriente que nos va a sostener cuando pasemos por tiempos de sequía y de dificultad. Es tu relación con Cristo y Su Palabra lo que te va a dar confianza en Su carácter, en Sus promesas, en Sus propósitos, en Sus planes, y permanecerás fuerte y firme aún en medio de las tormentas.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy arraigamos nuestras vidas en lo que Dios nos dice en Isaías capítulos 16 al 20.
Durante los últimos programas hemos estado escuchando algunas de las enseñanzas que fueron impartidas en la «Conferencia Mujer Verdadera '20: Arraigadas». En el programa anterior transmitimos la primera parte de un mensaje que Nancy DeMoss Wolgemuth enseñó durante ese evento. Si no lo escuchaste encuéntralo en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com, o en nuestra aplicación llamada «Aviva Nuestros Corazones».
Hoy, continuaremos con la segunda parte de ese mensaje titulado «Perseverando en las pruebas». Ya escuchamos que si no estamos arraigadas en Cristo y en Su Palabra no podremos resistir las pruebas, y que si no enfrentamos pruebas no vamos a desarrollar raíces fuertes y profundas. También vimos que nuestras raíces espirituales deben alimentarse del agua viva.
Ahora escuchemos la continuación de esta enseñanza.
Nancy: El Salmo 1, nos dice: «Cuán bienaventurado es el hombre que medita en la ley del Señor de día y de noche». La Palabra de Dios es humedad, hace que nuestras raíces crezcan y florezcan.
La Escritura dice que esa persona es como un árbol que está plantado junto a corrientes de aguas, está enraizado. Ese árbol da su fruto a su tiempo y su hoja no se marchita. En tiempos de tribulación y de pruebas este árbol se mantiene firme. Pero también dice: «No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento». No están enraizados. Cuando una persona se aleja de Cristo en tiempos de pruebas, puedes deducir que no tenía raíces.
Somos completamente dependientes de la vida de Dios en nosotros para poder tener raíces y permanecer firmes en tiempos de prueba. Jeremías 17, lo dice de esta manera: «El hombre que confía en el hombre y hace de la carne su fortaleza, que aparta su corazón del Señor, es como un arbusto en un lugar desolado». ¿Qué es un arbusto? Tiene raíces muy superficiales, no tiene humedad. La Escritura dice que ese tipo de persona no verá cuando venga el bien. El siguiente versículo dice: «Bendito es el hombre que confía en el Señor. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente». Esas raíces están encontrando humedad, eso quiere decir que son más profundas y más fuertes.
Y miren lo que pasa después: «no temerá cuando venga el calor, no temerá cuando vienen las pruebas, y no tendrá ansiedad en el tiempo de la sequía, ni cesará de dar fruto». Escuchen damas, las pruebas como de fuego vendrán a nuestras vidas, iremos por tiempos de aridez y sequedad. No tenemos que temer. No tenemos que estar angustiadas ni ansiosas. Tenemos una fuente de vida dentro de nosotras que no depende de las circunstancias externas. Podemos seguir teniendo hojas verdes. Podemos seguir llevando fruto aún en medio de tiempos de sequía.
Cuando yo era una niña, leí un libro que se titula, Hojas verdes en la sequía, es la historia de Arthur y Wilda Matthews, ellos fueron los últimos misioneros en huir de China en 1953, de la misión al interior de China. Ellos pasaron circunstancias terribles en la medida en que los comunistas asumían el poder. Pero este libro dice que había una fuente invisible que los alimentaba y los nutría, una fuente que los comunistas no podían encontrar y de la cual no podían separarlos.
Los comunistas les quitaron la comida, les quitaron las casas, les quitaron su seguridad…pero ellos tenían una fuente de vida dentro de ellos, y los comunistas no pudieron quitarles eso. Este autor dice: «Hay una fuente secreta por la cual un árbol puede tener hojas verdes cuando todos los demás a su alrededor se están secando y están muriendo por la sequía».
Quiero recordarles los dos puntos, porque quiero que los recuerden, que se los aprendan. Si no estás arraigada en Cristo y en Su Palabra, no podrás resistir las pruebas. Y la número dos: Si no enfrentas pruebas, no podrás desarrollar raíces profundas y fuertes; no podrás enfrentar las pruebas más grandes y las dificultades cuando lleguen.
Tenemos que estar plantadas y enraizadas, arraigadas en Cristo y Su Palabra. Esa es la corriente que nos va a sostener cuando pasemos por tiempos de sequía y dificultad. Es tu relación con Cristo y Su Palabra lo que te va a dar confianza en Su carácter, en Sus promesas, en Sus propósitos, en Sus planes, y permanecerás fuerte y firme aún en medio de las tormentas.
Cuando planeamos esta conferencia, hace meses, yo no tenía manera de saber que este mensaje iba a ser aún más personal para mí. Mi precioso esposo Robert y yo hemos pasado pruebas de diversos colores en tiempos pasados. Quizás ustedes saben, que Robert perdió a la que fue su esposa por 45 años por un cáncer, y entonces luego Dios unió nuestras vidas y nos ha dado una amistad muy dulce.
Hemos estado en una temporada más fácil recientemente, y estábamos disfrutando no tener dificultades mayores ni pruebas en nuestras vidas. Y Dios a veces nos da tiempos como esos y está bien. Pero hace unas semanas, el doctor de Robert le ordenó una biopsia de una lesión que tenía en su oreja.
El lunes pasado, mientras empacábamos para venir para acá para México, Robert recibió una llamada de su doctor, quien le dio una noticia de esas que nadie quiere escuchar. El doctor le dijo: «Tienes Melanoma». Al principio, cuando oí el reporte, no estaba segura de lo que quería decir esa palabra Melanoma, así que la busqué en Google.
La explicación comenzaba con estas palabras: «Una forma seria de cáncer de piel». No quería leer más. En los últimos días hemos estado haciendo llamadas para saber cuál es el próximo paso. Planeamos acortar nuestro viaje a México, regresaremos a casa el domingo, y comenzaremos el proceso de Robert haciendo citas con los especialistas, para encontrar cuál es la extensión de este cáncer y qué tipo de tratamiento necesita.
No sabemos cómo lucirá el futuro para nosotros, podemos encontrar que este cáncer es tratable y curable. Eso sería un regalo dulce de parte del Señor; o podemos encontrar que es mucho más serio que eso. Y ¿saben qué? Eso también sería un dulce regalo de parte del Señor. Porque sin las pruebas no desarrollamos raíces. Hay muchas cosas que no sabemos ahora mismo, pero quiero decirte algunas cosas que sí sabemos:
- Sabemos que el Señor sabe exáctamente lo que necesitamos para que nuestra fe crezca y se haga más fuerte
- Sabemos que necesitamos las pruebas para desarrollar raíces fuertes y profundas
- Sabemos que Dios provee la gracia para cada prueba que nosotros enfrentamos
- Sabemos que Su gracia es suficiente y
- Sabemos que no importa qué, Dios es bueno, Dios es fiel, Dios nos ama y podemos confiar en Él para que escriba nuestra historia.
Nuestros amigos los Getty lo han dicho de la siguiente manera en su moderno himno. Estas palabras han sido más preciosas para mí durante esta semana:
Solo en Jesús confiado estoy
Él es mi luz, fuerza y canción
La Roca es Él, Piedra angular
El suelo firme en la fiera tempestad o en la sequía.
(Eso es estar arraigadas)
Cuán alto amor, cuán profunda paz
Cuando los temores se calman
Cuando la ansiedad se calma
Mi consolador, mi todo es Él
Solo en Su amor firme estaré
No más culpa en esta vida, no temor en la muerte
Ese es el poder de Cristo en mí
Desde el principio hasta mi aliento final
Cristo dirige mi vida.
Amigas, el cáncer no gobierna tu futuro, tu esposo no gobierna tu destino, tus hijos no gobiernan tu destino, tus finanzas no determinan tu destino, tu salud no gobierna tu destino. Jesucristo dirige nuestro destino. ¿Amén?
Y así termina este himno:
Ningún poder del infierno
Ninguna estrategia humana
Jamás podrá arrebatarme de Sus manos.
Amigas, si ustedes están en Cristo, están arraigadas
Hasta que él regrese o me llame al hogar
Aquí en el poder de Cristo estaré firme.
¿Orarían conmigo? Muchas de ustedes están atravesando alguna prueba ahora mismo. Quizás es una pequeña o tal vez una grande. Levanten su mano las que están atravesando alguna prueba. Dejen sus manos levantadas. ¿Cuántos de sus familiares o amigos están pasando por una prueba difícil? Casi todas las personas en este salón. Pueden bajar sus manos.
¿Estarían dispuestas a darle gracias a Dios por la prueba que están enfrentando? Recuerden que son una bendición, si te hacen necesitar a Dios. Ahora, ¿le pedirías a Dios que use esas pruebas para fortalecerte, para hacerte más arraigada en Cristo? ¿Para darte perseverancia y paciencia? Pídele a Dios que use estas pruebas para hacer de tu vida un testimonio del poder de Cristo en ti.
Cuando las personas ven que todo va bien en tu vida, tú eres una persona contenta, dicen, «cualquiera puede estar feliz cuando todo sale bien». Pero cuando nos ven atravesar tiempos difíciles, y nos ven aferrándonos a Jesús y encontrando nuestra fuente de gozo en Él, entonces se detienen y notan que hay algo diferente. Y el evangelio se hace creíble.
Toma un minuto para hablarle al Señor de tu prueba, y tu deseo de que Él use eso en tu vida. Si no aprendes a darle gracias a Dios por tus pruebas, si no aprendes a confiar en Él en medio de ellas, te volverás una persona amargada, esas pruebas te destruirán. Pero si levantas los ojos al cielo, y te aferras a Cristo, esas pruebas te harán fuerte.
Quiero dejarlas con esta promesa de 1 Pedro 5; escuchen cuidadosamente: «y después que hayan sufrido un poco de tiempo», y dice que es un poco de tiempo. Quizás tú digas: «Bueno, es que mi prueba no es de un poco de tiempo, ha sido un largo tiempo». Cuando lleguemos al cielo y miremos atrás esta vida, nos daremos cuenta que cada prueba fue por corto tiempo.
Su Palabra dice: «después que hayan sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, Él mismo los perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá». Tendrás raíces profundas. Y el siguiente versículo dice: «A Él sea el dominio por los siglos de los siglos». Y esa es la meta de todas las pruebas; que nuestras vidas puedan decir, «Él es digno de toda alabanza».
¿Quieres que Él sea alabado en tu vida a través de las pruebas? Él es el Dios de toda gracia. Eso quiere decir que cualquier cosa que tú necesites en esta prueba, Él te la dará. Dale gracias por eso. A Él sea el dominio por los siglos de los siglos, amén.
Annamarie: ¿Qué es lo que te sostiene en tiempos turbulentos? ¿Has reconocido quién es el que realmente dirige tu vida y tu futuro? Nancy DeMoss Wolgemuth nos ha estado ayudando a pensar acerca de esto como conclusión de su mensaje titulado, «Perseverando en las pruebas».
Escuchaste a Nancy mencionar una prueba que ella y su esposo Robert Wolgemuth comenzaron a enfrentar justo antes de la Conferencia Mujer Verdadera —en la cual ella enseñó este mensaje. Más adelante, en la misma conferencia, Robert habló un poco más acerca de esto. Escuchemos lo que él compartió, traducido por el pastor Fausto González.
Robert: No es una prueba, es un regalo. En el 2012, mi esposa, que ya falleció, fue diagnosticada con etapa cuatro de cáncer de ovario. Y esta historia es una de las que compartimos en el libro. Tengo dos hijas y luego del diagnóstico los tres nos dijimos, «no tenemos miedo, no estamos enojados, vamos a recibir esto como un regalo de Dios. Vamos a confiar en que Dios va a usar nuestra historia para traer gente a Jesús».
El pastor Michelén nos acaba de decir que Dios está escribiendo una historia de redención en cada una de nuestras vidas. De manera que estamos celebrando Su bondad y confiamos en Él para que escriba nuestra historia. Y Él está escribiendo tu historia y Él es un buen Dios, puede ser confiado, ¿amén?
Fausto: Y ahora yo le voy a pedir a Robert que ore por cada una de ustedes y por este capítulo que Dios está escribiendo.
Robert: Señor Jesús, Tú eres el gran médico. Tú sanas corazones, Tú sanas relaciones, Tú traes a pródigos a casa y Tú nos enseñas verdades sobre ti. De manera que todos juntos como un cuerpo te alabamos, te exaltamos y te damos gracias. Oro por estas mujeres que están de pie ahora.
Oh, Señor, en la quietud de sus corazones, ¿traerias esa paz que sobrepasa todo entendimiento? Dales el gozo de seguirte y conocerte, y confiar en ti. Juntos te presentamos esta situación, Tú sabes lo que es mejor, siempre es así. Gracias por Jesús, gracias por Su cruz, gracias por la redención que es ahora nuestra en Cristo.
Nos entregamos a ti en medio de esta situación con confianza porque Tú eres confiable, podemos confiar en ti. Te alabamos juntos y todo el pueblo de Dios dice, amén.
Annamarie: Amén. Escuchaste a Robert Wolgemuth orar por cada mujer que está enfrentando una prueba. Él mencionó algo acerca de una enseñanza del pastor Sugel Michelén que fue impartida en la misma conferencia. ¿Has entendido el lugar que ocupa tu vida en la historia de la redención? ¿Has visto tu pasado y tu presente a la luz de lo que revela el evangelio de Cristo?
Sugel: Mis hermanas, la buena noticia del evangelio no es que Cristo vino del cielo a establecer en la tierra una agencia de viajes para ir gratis al cielo. No, esa no es la buena noticia del evangelio. No es meramente un mensaje de cómo podemos ser perdonados, cómo podemos ser aceptados en la presencia del Señor, no. La buena noticia del evangelio es que Dios ha hecho una obra de redención por medio de Cristo para darnos a Cristo.
Annamarie: Escucha este mensaje en el próximo programa de Aviva Nuestros Corazones.
Arraigadas en la Palabra de Dios juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de la Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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