Perseverando en las pruebas (parte 1)
Annamarie Sauter: En enero de 2010, Haití sufrió un poderoso terremoto de 7.0 en la escala de Richter. Este causó enormes daños y sufrimiento. Cuando un terremoto golpea, el suelo en la superficie tiembla, y normalmente cuando hay un desastre de esta naturaleza, las raíces de los árboles ayudan a proteger la tierra; pero en ese caso, debido a la deforestación, no había nada que sujetara la tierra. Por esto, ese terremoto ocasionó grandes derrumbes, y después vinieron huracanes que pusieron las cosas aún peor.
Nancy DeMoss Wolgemuth: ¿Qué pasa cuando el desastre golpea tu vida? Si no estás arraigada en Cristo y en Su Palabra no podrás resistir las pruebas.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy arraigamos nuestras vidas en lo que Dios nos dice en Isaías capítulos 5 al 8.
En marzo de este año, miles …
Annamarie Sauter: En enero de 2010, Haití sufrió un poderoso terremoto de 7.0 en la escala de Richter. Este causó enormes daños y sufrimiento. Cuando un terremoto golpea, el suelo en la superficie tiembla, y normalmente cuando hay un desastre de esta naturaleza, las raíces de los árboles ayudan a proteger la tierra; pero en ese caso, debido a la deforestación, no había nada que sujetara la tierra. Por esto, ese terremoto ocasionó grandes derrumbes, y después vinieron huracanes que pusieron las cosas aún peor.
Nancy DeMoss Wolgemuth: ¿Qué pasa cuando el desastre golpea tu vida? Si no estás arraigada en Cristo y en Su Palabra no podrás resistir las pruebas.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy arraigamos nuestras vidas en lo que Dios nos dice en Isaías capítulos 5 al 8.
En marzo de este año, miles de mujeres nos dimos cita en un centro de convenciones en Monterrey, México, para alabar a Dios y escuchar Su Palabra. Durante los últimos programas hemos estado reviviendo y recordando lo que Dios nos habló durante esos días.
Hoy escucharás el mensaje que Nancy enseñó titulado, «Perseverando en las pruebas».
Nancy: Si no estás arraigada en Cristo y en la verdad, y en Su Palabra, entonces cuando las pruebas lleguen a tu vida, vas a desmoronarte. Todas tenemos pruebas. Tú tienes pruebas, tenemos amigos que tienen pruebas. Y si no las tienes ahora, las tendrás. Por eso es tan importante que estemos arraigadas en Cristo y en Su Palabra.
Vamos a orar, por favor. Oh, Padre, el Dios de toda consolación, el Dios de toda paz, el Dios de toda gracia, el Dios de toda esperanza. Te ruego que alientes los corazones de mis hermanas, y en estos próximos minutos, que Tú abras nuestros ojos para ver Tus propósitos en medio de nuestras pruebas. Oro en el nombre de Jesús, amén.
Ahora en la tarde vamos a hablar de cómo estar arraigadas en las pruebas. Cómo estar firmes en las pruebas, cómo perseverar en las pruebas. Puedes ver la naturaleza y darte cuenta de la importancia de estar enraizadas cuando los desastres naturales vienen. Hemos estado hablando de cómo en Haití, se han perdido el 98% de sus árboles. Los árboles han sido cortados, lo llaman deforestación.
Y como resultado ha habido una erosión predominante, el terreno bueno de la superficie ha sido arrasado. En enero del 2010, Haití sufrió un poderoso terremoto, 7.0 en la escala de Richter. Causó enormes daños y sufrimiento. Y cuando un terremoto golpea, el suelo se tambalea.
Regularmente, cuando hay un desastre así, las raíces de los árboles ayudan a proteger la tierra, pero en este caso no había nada que agarrara la tierra suelta, y ese terremoto ocasionó grandes deslizamientos de tierra y de lodo. Y entonces vinieron huracanes, e hicieron las cosas aún peores. ¿Qué pasa cuando el desastre golpea tu vida?
Quizás es un desastre relativamente suave. Quizás un dolor de cabeza, o la cancelación de un vuelo, un jefe difícil, quizás un buen amigo que se ha mudado lejos, o tal vez un terremoto 7.0 en la escala de Richter.
Tu esposo tiene una aventura, o te das cuenta que es adicto a la pornografía. Tu esposo es verbalmente o emocionalmente abusivo. Tu hijo, tu hija o tu nieto, es rebelde y se va de la casa. Quizás cuidas a tus padres ancianos que tienen demencia, o el doctor te dice que tienes una enfermedad terminal.
Conocí una señora aquí, cuando llegué, que me dijo que semanas antes de su boda su prometido falleció. Eso es un terremoto. ¿Qué pasa con tu vida cuando viene un desastre? Y la pregunta no es si el desastre vendrá, sino que es un asunto de cuándo vendrá.
De hecho, vemos las cosas ponerse peor y peor en nuestro mundo. Desastres sobre los que las personas no tenemos ningún control. Creo, por cierto, que esto del Coronavirus va a hacer a las personas más desesperadas por Dios, porque parece no haber soluciones humanas. Y en tu vida las crisis te van a hacer estar más desesperada por Dios.
A menudo les digo a las mujeres que todo aquello que me hace necesitar a Dios es una bendición. ¿Puedes decir eso conmigo? Cualquier cosa que me haga necesitar a Dios es una bendición. Vamos a decirlo juntas: Cualquier cosa que me haga necesitar a Dios es una bendición.
Recuerden esto. Escríbanselo en la palma de su mano, y escríbanselo en su corazón.
Ahora, en esta tarde quiero que recuerden dos cosas. Número uno: Si no estás arraigada en Cristo y en Su Palabra, no podrás resistir las pruebas. Voy a decirlo de nuevo: Si no estás arraigada en Cristo y en Su Palabra, no podrás resistir las pruebas. Vamos a hacer eso un poco más personal: Si yo no estoy arraigada en Cristo y en Su Palabra, no podré resistir las pruebas. Ese es el punto número uno.
Ahora el punto número dos: Si no enfrentas pruebas, no podrás desarrollar raíces profundas y fuertes. Si no tienes pruebas, no podrás enfrentar pruebas mayores, ni dificultades. Es cierto en el ámbito físico. Yo tengo una máquina elíptica en casa. ¿Saben lo que es eso? Tú caminas rápido y no llegas a ninguna parte.
La primera vez que me subí en la elíptica, creo que hice diez minutos y pensé que me moría, quería morirme. Pero desde ese día lo he hecho muchas veces, y con el tiempo mis músculos y mi resistencia se han hecho más fuertes y ahora puedo hacerlo durante más tiempo. Pero ha tomado dificultad para lograr eso.
A finales de los 80 y principios de los 90, hubo un experimento científico que se llevó a cabo en Arizona, se llamaba Biósfera 2. Crearon un ambiente cerrado perfecto, quieto. Estaba en tres acres de terreno y se suponía que era un ecosistema ideal para que la naturaleza floreciera. Pero entonces enfrentaron un problema con los árboles. Primero, estos árboles crecieron más rápido que si hubieran estado afuera al natural; pero entonces misteriosamente estos árboles comenzaron a caerse. Colapsaron antes de llegar a su madurez. No eran estables.
Los científicos finalmente se dieron cuenta de por qué. Este ambiente perfecto que ellos habían creado no tenía vientos. El viento causa estrés a la estructura del árbol y cuando el viento sopla hace el árbol más fuerte. Lo hace capaz de soportar mayor presión. Así que sin el viento los árboles se hicieron débiles y vulnerables.
Ahora, todas nosotras quisiéramos vivir en un ambiente perfecto. Mucho sol, mucho dinero, muchos amigos, buena salud, relaciones llenas de amor, y una vida fácil y libre de problemas. Sin vientos, sin tormentas. Pero aquí está el asunto: sin las presiones, sin las pruebas, nos volveremos frágiles y débiles; no vamos a poder soportar las presiones de la vida. Necesitamos esos vientos soplando en contra.
Charles Spurgeon, un antiguo teólogo, lo dijo de la siguiente manera: «El cristiano se hace fuerte y se arraiga firmemente, por todas las pruebas y las tormentas de la vida». Vas a tener pruebas, la pregunta es cómo vas a responder a ellas. La Palabra de Dios nos dice cómo podemos responder a ellas si las vemos desde la perspectiva de Dios.
Vamos a leer Romanos 5:3. Dice: «y no solo esto sino que también nos gloriamos en las tribulaciones sabiendo que la tribulación produce paciencia». Y Santiago 1:2, dice: «Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia. Y que la paciencia tenga su perfecto resultado para que sean perfectos y completos sin que nada les falte».
¿No suena eso maravilloso? Queremos todos esos resultados, queremos paciencia, perseverancia, queremos ese carácter probado, queremos esa esperanza, pero la queremos sin tener que pasar por las pruebas ni por las aflicciones. ¿No es así?
Aquí está el asunto: Si no tienes pruebas no vas a desarrollar raíces fuertes y profundas. Las pruebas fortalecen tus raíces, fortalecen tu fe y eso nos lleva de vuelta al punto uno, «si no estás arraigada en Cristo y Su Palabra, no vas a poder resistir las pruebas. Las raíces profundas te preparan para enfrentar las tormentas.
Jesús ilustró esto en una parábola. Damaris la mencionó esta mañana. En Lucas 8, Jesús dice: «El sembrador salió a sembrar su semilla y esa semilla cayó en cuatro tipos diferentes de suelo». Pero yo quiero señalar uno de esos suelos. Dice: «y parte de la semilla cayó sobre la roca y tan pronto creció se secó porque no tenía humedad».
En la superficie este terreno se veía bien, pero lo que no podían ver era que debajo de esa capa fina de suelo, había una capa de roca sólida. Así que cuando la semilla cayó en esa capa fina de tierra, parecía que la semilla estaba creciendo. Germinó rápido en ese terreno superficial, parecía que estaba floreciendo. Pero porque el suelo no tenía profundidad por esa roca que estaba debajo, las raíces de esta plantita no pudieron buscar el agua, no pudieron encontrar el agua.
Así que esta planta no pudo desarrollar un sistema de raíces fuerte. Eso quiere decir que no duraron los resultados. Esa planta pronto se secó y murió. La Escritura sigue diciendo que los discípulos de Jesús le preguntaron el significado de esta parábola, y Jesús les dijo: «aquellos sobre la roca son los que cuando oyen la Palabra la reciben con gozo, pero no tienen raíz profunda; creen por un tiempo, y en el tiempo de la prueba ellos se apartan».
La semilla es la Palabra de Dios. Estas personas escuchan la Palabra, la reciben con gozo, tienen una respuesta entusiasta, parece que espiritualmente están respondiendo, parece que son productivos, pero no tienen profundidad, no tienen un sistema de raíces, no hay humedad, no hay raíz. Cuando enfrentan las pruebas y las tribulaciones se secan y mueren. No hay fruto que perdure.
Las plantas necesitan las raíces para crecer y para florecer, y las raíces necesitan humedad. Las raíces ya sea de un árbol o de una planta, buscan el agua. La Palabra habla de esa agua que alimenta nuestras raíces espirituales. Es el agua de la Palabra, es el agua viva de Cristo, es el agua de Su Espíritu Santo. Así que el Salmo 1, nos dice: «Cuán bienaventurado es el hombre que medita en la ley del Señor de día y de noche». La Palabra de Dios es humedad, hace que nuestras raíces crezcan y florezcan.
La Escritura dice que esa persona es como un árbol que está plantado junto a corrientes de agua, está enraizado. Ese árbol da su fruto a su tiempo y su hoja no se marchita. En tiempos de tribulación y de pruebas este árbol se mantiene firme. Pero también dice: «No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento». No están enraizados. Cuando una persona se aleja de Cristo en tiempo de pruebas, puedes deducir que no tenía raíces.
Somos completamente dependientes de la vida de Dios en nosotros para poder tener raíces y permanecer firmes en tiempos de prueba. Jeremías 17, lo dice de esta manera: «El hombre que confía en el hombre y hace de la carne su fortaleza, que aparta su corazón del Señor, es como un arbusto en un lugar desolado». ¿Qué es un arbusto? Tiene raíces muy superficiales, no tiene humedad. La Escritura dice que ese tipo de persona no verá cuando venga el bien. El siguiente versículo dice: «Bendito es el hombre que confía en el Señor. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente». Esas raíces están encontrando humedad, eso quiere decir que son más profundas y más fuertes.
Y miren lo que pasa después: «no temerá cuando venga el calor, no temerá cuando vienen las pruebas, y no tendrá ansiedad en el tiempo de la sequía, ni cesará de dar fruto». Escuchen damas, las pruebas como de fuego vendrán a nuestras vidas, iremos por tiempos de aridez y sequedad. No tenemos que temer. No tenemos que estar angustiadas ni ansiosas. Tenemos una fuente de vida dentro de nosotras que no depende de las circunstancias externas.Podemos seguir teniendo hojas verdes. Podemos seguir llevando fruto aun en medio de tiempos de la sequía.
Annamarie: ¿Has estado enfrentando alguna prueba o tormenta que te ha ayudado a fortalecer tus raíces? ¿Cómo has respondido a esta? Nancy DeMoss Wolgemuth nos ha estado ayudando a reflexionar acerca de esto y nos ha animado a echar raíces en el agua viva que es Cristo.
Muchas mujeres que estuvieron presentes en la Conferencia Mujer Verdadera '20 mientras Nancy enseñaba este mensaje, compartieron su testimonio con nosotras. Una de ellas escribió,
«Estoy pasando por un proceso por la muerte de mis padres… La conferencia de Nancy el día de ayer me ministró. Dios nos bendice a través de las pruebas. Dios me ha pastoreado en todo este tiempo, Él está conmigo en todo este proceso».
Y otra mujer dijo,
«¡Hola! Procuro no llorar al escribir… Gracias por este ministerio. Soy, o más bien he sido, la semilla en la roca. Crecí rápido, incluso di fruto, pero no había echado raíces. Hace cinco años Dios me sacó de la violencia familiar, de buscar la aprobación de mi esposo al grado de consumir drogas con él con tal de recibir su «amor». Estábamos a punto del divorcio por la falta de identidad y propósito. Él se convirtió al Señor primero y a los dos años lo hice yo. Y para la gloria de Dios han pasado cinco años caminando… PEROOO yo creí estar firme, creía que era una mujer de la Palabra, sirviendo en la iglesia y Nancy fue usada para quebrantarme y doy gracias porque ahora bramo por el agua de vida. Dios bendiga Aviva Nuestros Corazones.
Amén. Gloria a Dios por cada uno de estos testimonios. Bueno y en el próximo programa escucharás la segunda parte del programa de hoy. Puedes estar enfrentando una gran incertidumbre, pero Nancy te recuerda que...
Nancy DeMoss Wolgemuth: Hay muchas cosas que no sabemos ahora mismo, pero quiero decirte algunas cosas que sí sabemos. Sabemos que el Señor sabe exactamente lo que necesitamos para que nuestra fe crezca y se haga más fuerte. Sabemos que necesitamos las pruebas para desarrollar raíces fuertes y profundas. Sabemos que Dios provee la gracia para cada prueba que nosotros enfrentamos. Sabemos que Su gracia es suficiente.
Annamarie: Acompáñanos en el siguiente programa para escuchar más acerca de esto, aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Arraigadas en la Palabra de Dios juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de la Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario
Te deseo – Majo y Dan 2018
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