Nombre sobre todo nombre, día 9
Annamarie Sauter: El evangelio nos da esperanza para el futuro y también para el presente.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Fue la voluntad del Padre que Jesús tomara sobre Sí mismo los dolores y los sufrimientos causados por nuestro pecado. El dolor está relacionado al pecado y cuando Jesús tomó nuestros pecados en la cruz, Él también cargó con nuestros dolores, sufrimientos y aflicciones causados por nuestros pecados.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
A lo largo de los últimos días hemos estado conociendo más a Jesús al estudiar algunos de Sus nombres, en especial algunos que encontramos en el libro de Isaías. Ese es el libro de la Biblia que hemos estado leyendo juntas en estos días como parte del Reto Mujer Verdadera 365. Los capítulos para hoy son del 50 al 52.
Ayer Nancy mencionó que entre Isaías 42 …
Annamarie Sauter: El evangelio nos da esperanza para el futuro y también para el presente.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Fue la voluntad del Padre que Jesús tomara sobre Sí mismo los dolores y los sufrimientos causados por nuestro pecado. El dolor está relacionado al pecado y cuando Jesús tomó nuestros pecados en la cruz, Él también cargó con nuestros dolores, sufrimientos y aflicciones causados por nuestros pecados.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
A lo largo de los últimos días hemos estado conociendo más a Jesús al estudiar algunos de Sus nombres, en especial algunos que encontramos en el libro de Isaías. Ese es el libro de la Biblia que hemos estado leyendo juntas en estos días como parte del Reto Mujer Verdadera 365. Los capítulos para hoy son del 50 al 52.
Ayer Nancy mencionó que entre Isaías 42 e Isaías 53 encontramos cuatro Cánticos del Siervo. Ella nos habló del nombre «Siervo del Señor» y hoy continúa con un nombre que encontramos en Isaías 53, en el cuarto cántico. Aquí está ella con nosotras.
Nancy: Hace como un mes recibimos un correo electrónico que decía:
«Querido Aviva nuestros Corazones;
Ni siquiera sé por dónde empezar. Yo publiqué hoy acerca de ‟estar en la prisión de mis secretos”… y no veo la salida. ¿Cómo puede Dios usarme algún día después de todo esto? Siento que no tengo esperanza y solo desearía tener el coraje para terminar con esto quitándome la vida…no puedo superar lo que hice».
Hace una semana recibimos un correo electrónico de la mamá de esta joven, y ella dice:
«Estaba revisando los correos de mi hija y encontré que ella había estado en contacto con ustedes. Ayer enterramos a Katie (este no es su nombre real). La encontré en su apartamento el jueves pasado en la mañana, ella se suicidó de un disparo, dejó una nota y estaba embarazada. Ella tenía solo treinta y un años de edad. Estoy devastada».
Hace unos días tuve una conversación con la madre de una joven que se encuentra viviendo en una relación lesbiana desde hace varios años –una joven criada en un hogar cristiano, una iglesia cristiana y una escuela cristiana. Esta madre ama a su hija profundamente y carga con el gran peso y el dolor de esta situación.
En nuestra audiencia hay madres, abuelas, mujeres solteras, mujeres jóvenes y mayores que cargan con un gran peso y con sufrimiento…tal vez en la prisión de sus propios secretos, o quizás es su hijo o una hija la que guarda los secretos. El caso es que hay pesadez, hay dolor… Y mientras reflexionamos sobre eso, quiero que recordemos que el dolor, el sufrimiento y la aflicción no fueron el plan original de Dios para Su creación. Esa no era Su intención.
Todo esto –el dolor, el sufrimiento y la aflicción– están directamente conectados a la caída, la caída que leemos en Génesis capítulo 3. Después de que Adán y Eva escogieron hacer lo que ellos quisieron, pecar contra Dios, escogieron hacer su voluntad en lugar de la voluntad de Dios, Dios le dice a la mujer en Génesis 3 en el versículo 16: «En gran manera multiplicaré tu dolor (en algunas de las traducciones en inglés dice tu sufrimiento) tu dolor en el parto, con dolor darás a luz los hijos».
Y creo que no solo está hablando aquí del dolor físico del parto, creo que también está hablando de la maternidad en sí. Porque la maternidad tiene alegrías pero también hay mucho dolor y sufrimiento.
Luego le dijo a Adán en el versículo 17: «Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer, y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con trabajo (y algunas traducciones dicen con dolor) comerás de ella todos los días de tu vida».
Esa palabra dolor, significa dificultad o trabajo pesado o mano de obra pesada». Es una consecuencia directa de la caída. Al final de cuentas todo dolor, sufrimiento y pena es resultado del pecado. Puede que el dolor no sea el resultado directo de tu pecado, pero es el resultado del pecado de la raza humana, del pecado en el mundo.
Puede ser tu pecado o tal vez es el pecado de otros. Pero si no hubiera habido pecado no habría dolor, ni sufrimiento, ni aflicción. El pecado nos conduce al dolor. Satanás, el diablo, la serpiente, les dijo que los conduciría al gozo y a tener cosas que nunca habían soñado tener. Y tenía razón, porque hay un dolor que nunca imaginamos tener, sufrimiento.
Puedes ver la conexión entre el sufrimiento, el dolor y el pecado a través de la Escritura. Por ejemplo, vamos a ver estos versículos en los salmos:
El Salmo 16:4 dice: «Se multiplicarán las aflicciones de aquellos que han corrido tras otro dios».
Salmo 32:10: «Muchos son los dolores del impío».
Salmo 31:10: «Pues mi vida se gasta en tristeza, y mis años en suspiros; mis fuerzas se agotan a causa de mi iniquidad, y se ha consumido mi cuerpo».
Jeremías 30 versículo 15: «Tu dolor es incurable. Por lo grande de tu iniquidad y lo numeroso de tus pecados, te he hecho esto».
El hecho es que hay una conexión entre dolor, sufrimiento, aflicción y pecado. La gran cantidad de dolor es el resultado del pecado de la raza humana. Ahora, los seres humanos no son los únicos que experimentan el sufrimiento, la aflicción y el dolor. Romanos 8 nos dice que toda la creación gime en dolor, sufrimiento, una labor ardua, como el sufrimiento del parto. La creación, en otras traducciones dice, se retuerce con dolor.
Esto ahora es lo peor de todo, no es solo la raza humana, no es solo la creación que sufre, sino que Dios sufre. Dios experimenta sufrimiento y dolor por el pecado de la raza humana. Podemos verlo claramente expresado por primera vez en Génesis en el capítulo 6. Esta era la situación antes del diluvio:
«Y el SEÑOR vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los pensamientos de su corazón era solo hacer siempre el mal. Y le pesó al Señor haber hecho al hombre en la tierra, y sintió tristeza en su corazón».
Y esa palabra tristeza está relacionada con la palabra dolor que vimos varias veces en Génesis 3: «multiplicaré tu dolor en el parto…» «…con trabajo comerás de ella todos los días de tu vida», le dijo al hombre».
Hay dolor, sufrimiento y ahora las Escrituras dicen que hay tristeza, a Dios le duele en Su corazón. Dios lleva en Su propio corazón, el dolor, el sufrimiento, la aflicción que nosotras experimentamos como resultado de nuestro pecado.
La aflicción del Señor es multifacética y quiero aclarar esto un poco. Primero, parte de la aflicción de Dios, es una ira justa en contra del pecado, porque Su santidad ha sido atacada. Eso es parte de Su tristeza.
Pero también creo que Dios se aflige por la relación rota, por la comunión rota con Sus criaturas, a las que Él ama profundamente, y resistimos Su amor y nos rebelamos contra Él. Cuando tu esposo, al que amas, resiste tu amor -–cuando él es desleal al matrimonio, cuando es infiel– ¿no aflige eso tu corazón?
Aunque estés enojada y triste por el pecado, además te afliges por la pérdida de la relación. Dios experimenta dolor y angustia profunda y personal por los efectos del pecado sobre toda Su creación…por la miseria, el dolor, la plaga de una creación caída.
Y entonces, en respuesta al pecado y con un corazón afligido, Él hace dos cosas (y puedes ver cómo Dios hace estas dos cosas a través de todas las Escrituras). En primer lugar, en respuesta al pecado y con un corazón sufriente Dios envía juicio. Él castiga. Génesis 6:6-7 dice:
«Le pesó al SEÑOR… y sintió tristeza en su corazón (que el hombre fuera tan pecador). Y el SEÑOR dijo: Borraré de la faz de la tierra al hombre que he creado…porque me pesa haberlos hecho.
Dios manda juicio…pero Él también manda salvación. Puedes ver estos dos temas, juicio y salvación, de forma paralela a través de la Escritura.
Dios nos concede gracia y misericordia salvadora. La tristeza de Dios por el pecado y el dolor que le causa le hace tomar medidas para aliviar ese dolor.
Así que en Génesis 6, Dios levanta a Noé para proveer libertad, consuelo y alivio. Inclusive si nos vamos al capítulo anterior, en Génesis 5:28-29, la Escritura dice: «Lamec…» (Ésta es una de esas genealogías que usualmente saltamos, pero si saltas esta, te vas a perder de algo verdaderamente enriquecedor). Dice:
Y Lamec...engendró un hijo. Versículo 29: Y le puso por nombre Noé, diciendo: Este (este hijo, Noé) nos dará descanso (algunas traducciones dicen ‟consuelo”- es una palabra que suena como el nombre Noé) nos dará descanso de nuestra labor y del trabajo de nuestras manos por causa de la tierra (esa tierra que dará dolor cuando se trabaje en ella) que el Señor ha maldecido. Nos dará descanso y nos dará consuelo.
Génesis 6:8 nos dice que, «Noé halló gracia ante los ojos del Señor». Aún cuando Dios estaba planeando aniquilar la humanidad, los animales y la creación entera, hay un hombre y esta familia que Dios escogió para salvar, para tener de ella misericordia y darle gracia.
Y Noé y su familia prefiguran uno que vendría y que traería consuelo y alivio a la raza humana, que nos aliviaría de nuestras penas y de nuestros dolores. Él es una representación del Cristo que vendría, del Mesías.
En la sesión de ayer, en el libro de Isaías, vimos el primero de los cuatro Cánticos del Siervo. Vimos a Jesús como el Siervo del Señor. Hoy quiero que veamos el cuarto Cántico del Siervo, que empieza en Isaías capítulo 52 en el versículo 12. Es el cántico del Siervo Sufriente. Aquí es donde encontramos otro precioso nombre para nuestro Señor Jesús.
Isaías 52, déjame empezar en el versículo 13:«He aquí, mi siervo (el Siervo del Señor, y sabemos que está hablando del Mesías) mi siervo prosperará, (va a completar lo que le ha sido asignado) será enaltecido, levantado y en gran manera exaltado».
Así que aquí vemos la exaltación del Siervo ideal, justo y fiel que vimos ayer. Pero cuando llegamos al versículo 14 y los siguientes, vemos ya no la exaltación, sino la humillación del Siervo del Señor, cómo el Siervo fiel y justo se convierte en el Siervo Sufriente.
Y no vamos a leer el pasaje completo sino que vamos a ir directo a Isaías capítulo 53, que todavía es parte del cuarto Cántico del Siervo. Vamos a ver el versículo 3:
«Fue despreciado y desechado de los hombres, (el Siervo sabio y exaltado ahora es despreciado y rechazado por los hombres) Varón de dolores (Varón de dolores, otro nombre para el Mesías) y experimentado en aflicción; (con «padecimientos» o «enfermedades» como dice en otras traducciones).
Al continuar en Isaías 53, vemos que a través de este Cántico del Siervo, este Siervo toma el lugar de otros. Él sufre en lugar de otros. Mira el versículo 4, dice: «Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores». ¿Por qué es Él un Varón de dolores y experimentado en aflicción? Porque Él está cargando nuestros dolores y nuestras aflicciones.
Así que aquí tenemos a Jesús, como lo conocemos nosotros los creyentes del Nuevo Testamento. Podemos ver hacia atrás y unir las cosas que a los judíos en los 700 A.C., no les era posible hacer. Nosotras vemos a Jesús, quien tenía un gozo absoluto e ininterrumpido desde la eternidad pasada en el cielo que ahora viene a la tierra a ser un Varón de dolores.
Y a través de los evangelios puedes ver cómo esto es vivido por Él. Él es malentendido por sus padres a la edad de doce años en el templo. Ellos no sabían lo que estaba sucediendo. Sus propios hermanos de carne no le creyeron. Él sabe lo que es tener hambre y sed, sentirse cansado. Él sabe lo que es ser tentado por el diablo.
Él sabe, como Varón de dolores, ser testigo de los estragos del pecado en un mundo quebrantado –enfermedad, muerte, sufrimiento, orgullo, prejuicio y odio.
Aquí tenemos al Autor de la vida, quien llora en la tumba de Su amigo Lázaro. Él es el Varón de dolores, quien llora sobre Jerusalén porque ella no sabe que su Redentor ha venido y rechaza a su Salvador.
El Varón de dolores llora en el huerto de Getsemaní mientras se prepara para ir a la cruz y soportar el máximo sufrimiento. El Varón de dolores es traicionado por su amigo y discípulo. El Varón de dolores es burlado, golpeado y crucificado.
Lo vemos en Mateo 26 después de celebrar la Pascua con sus discípulos, que va al Huerto de Getsemaní a orar y dice:
«Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse. Entonces les dijo: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte» (vv 37-38).
Varón de dolores.
De esta manera, cargando estos dolores, Él cumple numerosas profecías del Antiguo Testamento. Pienso de manera específica en una de Lamentaciones capítulo 1 (Lamentaciones en sí mismo es un lamento, es un llanto doloroso):
Dice ese versículo: «Vosotros, todos los que pasáis por el camino, ¿no os importa esto? Observad y ved si hay dolor como mi dolor, con el que fui atormentada, con el que el Señor me afligió el día de su ardiente ira» (v.12).
¿No es esta una descripción del calvario en el Antiguo Testamento?
Pero volviendo a Isaías capítulo 53, la Canción del Siervo dice:
«Mas Él fue herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por sus heridas hemos sido sanados… Pero quiso el Señor (Dios, Jehová, el Padre) quebrantarle, (al Hijo amado) sometiéndole a padecimiento» (vv. 5, 10).
¿Por qué es Jesús un Varón de dolores? Porque Él obedeció la voluntad del Padre. Fue la voluntad del Padre que Jesús tomara sobre Sí mismo los dolores y los sufrimientos causados por nuestro pecado. El dolor está relacionado al pecado y cuando Jesús tomó nuestros pecados en la cruz, Él también cargó con nuestros dolores, sufrimientos y aflicciones causados por nuestros pecados.
Lo que me lleva a preguntar: ¿Cómo es que podemos amar el pecado que le causó tanto dolor y sufrimiento a nuestro Salvador? Bueno, el dolor abunda en el mundo. Nosotras creemos que experimentamos dolor, pero hay otros lugares en el mundo, tal vez cerca de alguien que conoces, donde alguien experimenta un dolor que tal vez nunca experimentaremos.
Hace poco recibí un mensaje de una amiga que vive en otro país. Es un poco largo pero quiero leerlo, porque quiero mostrarte la clase de sufrimiento que hay en este mundo. Ella dice:
Esto es lo que está pasando en mi mundo en este momento: Mi esposo ha estado viajando por varios días. Hace cinco días vine a la casa después de la escuela y noté una gran reunión en el patio del vecino, indicando que se estaba celebrando una boda. La familia que vive ahí son ocupantes ilegales, un hombre vive con tres esposas y con cada una comparte una tienda hecha de palos y lonas, sospechábamos que estaba a punto de casarse de nuevo porque vimos que la semana pasada estaba construyendo otra tienda, y esta queda justo al lado de la pared que divide nuestras propiedades, aproximadamente a unos seis pies de distancia de la pared de mi recámara. Parece ser que la nueva esposa de este hombre, este hombre está en sus cincuenta años, es una niña de doce años. Debido a la cercanía con mi recámara, escuché todo, tanto y cómo su matrimonio era consumado a la fuerza esa noche…con golpes, llantos, etc., ¡fue horrible! Y además de eso los hombres del vecindario, porque al cruzar la calle tengo una mezquita, se les podía escuchar con gritos y con risas echándole porras a este hombre. Esto ha sucedido durante las últimas cinco noches y estoy escuchando lo que le está sucediendo a esa niña en este mismo momento. Yo quisiera intervenir, pero no sería seguro ni para mí ni para mis hijas. Solo puedo llorar, orar y vomitar. Es desgarrador, Nancy. Le pido a Dios que traiga consuelo a esta niña pequeña durante su humillación, su dolor, sufrimiento y vergüenza. Le pido que redima su dolor y su vergüenza y que traiga salvación a este hombre y a su familia que vive al otro lado de la cerca. Yo sé que eso es algo que solo Dios puede hacer. Que Él sea glorificado cuando lo haga.
¿Conoce Jesús del dolor de esta niña de doce años? ¿Su sufrimiento? ¿Su aflicción? ¿Le importa a Jesús? ¿Puede Él hacer algo? Quiero contestar que sí a todas esas preguntas. Él es el Varón de dolores. Él sabe, le importa y ya de hecho hizo algo acerca del sufrimiento de esta niña, del dolor de esas esposas y del dolor de este hombre que está viviendo de esta manera torcida que Dios nunca diseñó para el ser humano.
Él se interesa en el dolor de mi amiga que vive a seis pies de donde viven ellos, también se interesa por sus niñas que aún están en la escuela primaria y que están experimentando dolor y sufrimiento. Porque Él es el Varón de dolores. Él conoce tu dolor. A Él le importa y ha hecho algo al respecto.
¿Qué fue lo que hizo? Bueno, esto es lo que hizo: Jesús tomó la copa completa de dolor y sufrimiento que cada persona en la historia de este mundo se merece por nuestro pecado. En la cruz, el juicio y la salvación se encontraron. Se entrelazaron y cayeron juntas sobre el Varón de dolores, para que el mundo, tú y yo, podamos recibir perdón, sanidad y consuelo.
Es impresionante pensar que Dios tomó nuestros dolores sobre Sí mismo; y porque Él cargó con nuestros dolores, estas son las increíbles noticias…todos nuestros dolores, de aquellas que confiamos en Cristo como el portador del pecado, que confiamos que Él fue que cargó nuestros dolores y nuestras penas, aquellas que ponemos nuestra fe en Él, cada uno de nuestros dolores un día se convertirá en gozo. ¡Eso es maravilloso!
Jesús les dijo a sus discípulos en Juan 16:20: «En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, (Él estaba diciendo esto antes de ir a la cruz)…Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría...ahora vosotros tenéis también aflicción; pero yo os veré otra vez, y vuestro corazón se alegrará, y nadie os quitará vuestro gozo» (vv. 20, 22).
Y luego esta maravillosa profecía en el Antiguo Testamento:
En Isaías 51:11: «Los rescatados del Señor volverán, entrarán en Sion con gritos de júbilo, con alegría eterna sobre sus cabezas. Gozo y alegría alcanzarán, y huirán la tristeza y el gemido».
Así que unimos nuestras voces juntas en aquel himno que dice:
Levantado fue Jesús
en la vergonzosa cruz
para darme el perdón.
¡Aleluya! ¡Gloria a Cristo!
Soy yo indigno pecador;
Él es justo Salvador;
dio su vida en mi favor.
¡Aleluya! ¡Gloria a Cristo!
Por mis culpas yo me vi
en peligro de morir;
mas Jesús murió por mí.
¡Aleluya! ¡Gloria a Cristo!
El rescate a Dios pagó.
«Consumado es», declaró.
Dios por eso me aceptó.
¡Aleluya! ¡Gloria a Cristo!
(Man of Sorrows, Levantado fue Jesús, Phillip P. Bliss)
Oh Dios, te bendecimos por ser ese Siervo Sufriente, Varón de dolores. Gracias por llevar nuestros dolores, nuestras penas y sufrimientos. Señor, oro por esas mujeres que están escuchando mi voz en este momento, que puedan abrir sus ojos y ver a Cristo de una manera en la que nunca antes le han visto y que puedan poner toda su confianza en Él.
Gracias por llevar nuestros pecados, nuestros dolores, nuestras aflicciones y penas, por ser nuestro Sanador herido, herido para que nosotras pudiéramos ser sanadas. Nos diste Tu gozo a cambio de nuestro dolor. Así que recibimos Tu gozo, Tu sanidad, Tu gracia y Tu bendición. Te damos gracias. Confiamos en Ti. Te amamos. Aleluya ¡oh, qué Salvador! Amén.
Annamarie: Conocer la obra de redención que Jesús ha llevado a cabo a nuestro favor nos trae gran consuelo. A lo largo de esta serie titulada Nombre sobre todo nombre, Nancy DeMoss Wolgemuth nos ha estado ayudando a profundizar en esto y a conocer mejor a Jesús. Hemos estado estudiando algunos de los nombres de Él que encontramos en el libro de Isaías. Espero que con este estudio y la lectura de la Escritura estés creciendo en el conocimiento de Dios, quien se ha revelado a Su Pueblo a través de Jesús, el Mesías.
Muchas veces nos acostumbramos a cierto vocabulario, pero en el camino perdemos grandes significados. Una palabra importante para todo creyente y que hemos escuchado en esta serie es redención. Mañana Nancy seguirá el hilo de este concepto a lo largo de la Escritura y nos ayudará a asombrarnos ante su gran significado. Te esperamos para este próximo programa de Aviva Nuestros Corazones.
Viviendo juntas la belleza del evangelio, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
Cordero Fiel, Para Su Gloria, El Fin Desde El Principio ℗ 2018 PSG.
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