Mujer Verdadera 365: El Apocalipsis, día 2
Annamarie Sauter: Con nosotras Margarita de Michelén.
Margarita de Michelén: Estas palabras, cuando las guardamos en nuestros corazones, dice Apocalipsis 1:3: «Bienaventurado el que las oye y las guarda» (parafraseado); y que por muy perdido que veamos este mundo, las cosas no se quedarán así. Dios restaurará el Edén perdido y Su regreso está cada día más cerca de ser una realidad.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Patricia de Saladín.
Si te perdiste el episodio de ayer, encuéntralo en nuestro sitio web, avivanuestroscorazones.com. Hoy, Patricia de Saladín y Margarita de Michelén, continúan con la conversación titulada, Mujer Verdadera 365: El Apocalipsis.
Maggie: En lo personal, Patricia, yo abordo todos estos temas complicados pero no descifrables, a la luz de esta verdad: hay dos reinos, hay dos reyes, hay dos lugares de destino final, pero hay un solo vencedor, el León de la tribu de Judá, del cual se …
Annamarie Sauter: Con nosotras Margarita de Michelén.
Margarita de Michelén: Estas palabras, cuando las guardamos en nuestros corazones, dice Apocalipsis 1:3: «Bienaventurado el que las oye y las guarda» (parafraseado); y que por muy perdido que veamos este mundo, las cosas no se quedarán así. Dios restaurará el Edén perdido y Su regreso está cada día más cerca de ser una realidad.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Patricia de Saladín.
Si te perdiste el episodio de ayer, encuéntralo en nuestro sitio web, avivanuestroscorazones.com. Hoy, Patricia de Saladín y Margarita de Michelén, continúan con la conversación titulada, Mujer Verdadera 365: El Apocalipsis.
Maggie: En lo personal, Patricia, yo abordo todos estos temas complicados pero no descifrables, a la luz de esta verdad: hay dos reinos, hay dos reyes, hay dos lugares de destino final, pero hay un solo vencedor, el León de la tribu de Judá, del cual se profetizó en Génesis 49:10: «No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pueblos».
El Siloh ya vino y conquistó la muerte muriendo como un Cordero, pero se levantó de la tumba como un León airoso y vencedor. Muchos han creído en Él y aún faltan muchos por rendirse a Él, pero esos ya están inscritos en el libro de la vida, y como ya hemos visto –como tú dijiste ahorita– esa gran muchedumbre que no se puede contar reinará con Él en el cielo nuevo y la tierra nueva.
Patricia: Amén. Y me encanta eso que dijiste, dos reinos, dos reyes, dos lugares de destino final, pero solo un vencedor. Y entonces, a dónde se irá ese otro rey que era el príncipe de este mundo…
Maggie: Bueno, ese rey con su reino, dice Apocalipsis 20:10, que serán arrojados al lago de fuego y azufre donde ya no podrán hacer más daño. Y sus seguidores, luego de comparecer ante el trono del juicio, también serán arrojados al lago de fuego, es decir la muerte eterna que es la separación de Dios para siempre. El juicio que estamos viendo aquí es algo doloroso y terrible, pero justo.
El mal queda completamente destruido, y ahora la redención final puede completarse a la perfección. Lo que conocemos como la redención consumada.
Patricia: Leyendo eso se me sobrecoge el corazón –si pudiera decir– se me aprieta el pecho. Porque nuestro deseo es que nadie se pierda. El Señor dice que Él no quiere que ninguno perezca sino que todos procedan al arrepentimiento. Nosotros hacemos un llamado a todas las mujeres que nos escuchan…aún tú sabes nuestro corazón de mujeres cómo late porque nuestras familias se vuelvan al Señor, que se vuelvan a Cristo.
Este mundo está en una situación deplorable. Ha querido, como dice el evangelio, «no queremos que este reine sobre nosotros», y va hacia la destrucción. Pero eso no es inevitable si nos arrepentimos de nuestros pecados y corremos al Salvador, si clamamos por misericordia. Y ese es el clamor de nuestros corazones. Por eso Aviva Nuestros Corazones llama a las mujeres a libertad, porque esa esa libertad del pecado –que no tiene que ser así– pero también con sobriedad digo, que cuando leemos el Apocalipsis vemos que aún en medio de todos esos juicios, la dureza del corazón del hombre es tal que preferían decir «que estás piedras caigan sobre nosotros» y no volverse al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, a ese Jesucristo que ha prometido salvación y redención, que dio Su vida y Su sangre derramó para librarnos de esta condenación y llevarnos a morar con Él para siempre en un estado de felicidad.
Y eso nos lleva a este tema de la nueva Jerusalén; termina con ese juicio, con esa gran batalla donde Satanás es arrojado con sus seguidores al lago de fuego, pero hay una nueva Jerusalén…
Maggie: Así es, y la vemos en los capítulos 21 y 22, y estos, Patricia, son de mis pasajes favoritos. Cada vez que mi alma se turba por ver lo mal que andan las cosas, voy a esos pasajes y mi alma se refresca y se reenfoca. El Edén perdido será restaurado, me lo repito una y otra vez. El mal y la injusticia no durarán para siempre, y lo que es mejor, veré cara cara a mi Salvador y ya no tendré que luchar más con mi pecado.
Eso es lo que nos enseñan estos capítulos y todo el libro, que Dios está llamando al arrepentimiento y está desplegando –no solamente la gloria de Cristo– sino todo lo que Él promete a aquel que viene a Él en arrepentimiento y fe. Esa esperanza de la nueva Jerusalén es un motivo para que las que no creen y nos están oyendo, vengan a los pies de Cristo. Algún día todo esto que ven nuestros ojos ya no existirá más, y vendrá la perfección.
Patricia, quiero hacer un paralelismo entre cómo empieza la Biblia y cómo termina la Biblia. Y ahí vemos la sabiduría de Dios.
Patricia: Y corrobora que es un solo libro de tapa a tapa. Comienza de una forma y termina de esa misma forma.
Maggie: Exacto. Es maravilloso tomarse el tiempo para leer las cosas como tienen que ser leídas. Tomar tus notas, tus apuntes, porque cuando ves todo eso es que el alma salta de alegría; porque dices, «esta es la verdad». Porque todo encaja perfectamente. Miremos el paralelismo: se crea un paraíso que se echa a perder por el pecado, pero se recrea un nuevo paraíso donde ya no hay posibilidad de pecado…
Patricia: De Génesis a Apocalipsis.
Maggie: En el Génesis, Satanás obtiene una victoria efímera, para luego ser derrotado eternamente y echado al lago de fuego. Las personas, después del pecado, ¿cuál es la tendencia? Huir de Dios y esconderse de Dios, pero a los que creen en Dios, Él los invita a morar con Él.
¡Esto es precioso! A causa del pecado nosotras derramamos muchas lágrimas, pero Dios promete que las va a enjugar para siempre. El huerto que quedó maldito, ahora se vuelve en una gloriosa ciudad. Dios edifica una gloriosa ciudad.
En Génesis se prohíbe comer del árbol de la vida, pero los redimidos en esa nueva Jerusalén pueden comer de dicho árbol. Hay una renovación total y perfecta, un mundo renovado; pero también el alma y nuestros cuerpos serán renovados. Ya no habrá dolor, no habrá lágrimas, no habrá achaques ni sufrimiento, no habrá lucha con el pecado.
Patricia: Este cuerpo de humillación, este cuerpo de muerte va a ser transformado en un cuerpo como el Señor Jesucristo. Y, haciendo un paréntesis, yo sé que la mayoría de nosotras no quiere experimentar la muerte, pero siempre viene a mí la Escritura que dice que «es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad» (1 Cor 15:53). Y eso hace necesario que atravesemos por ese valle de sombra de muerte, pero para podernos vestir. Pero nos vamos a vestir de incorrupción y nos vamos a vestir de esa gloria, así como ese cuerpo glorioso de nuestro Señor Jesucristo.
Maggie: Yo sé que el Señor tiene mis tiempos en Sus manos. Pero cuando leo cosas como estas –a nosotros nos duele la partida de los hermanos que van a la presencia del Señor– es dolorosa la separación. Pero yo les tengo una envidia santa porque yo digo, «ya están en la presencia del Señor».
Patricia: Ya están viendo con los ojos lo que nosotras todavía contemplamos por la fe.
Maggie: Exactamente. Cuando leo este tipo de cosas le pido al Señor, «ayúdame, Señor, no sé cómo voy a morir pero ayúdame a enfrentar la muerte a la luz de esta verdad. Ayúdame Señor, y que hasta mi último aliento yo pueda alabarte y bendecirte porque voy al encuentro de mi glorioso Redentor». Ya no me lo tienen que contar, ya no voy a tener que leer la Biblia, lo voy a ver cara a cara.
Entonces, no es que seamos masoquistas, no es que nos queramos morir. Dios tiene el día de nuestra muerte ya predeterminado, pero es como que vayamos pensando en esa idea de que la muerte, aunque es la paga del pecado, esa muerte segunda no tiene poder sobre nosotras.
Patricia: Es la antesala de esas glorias que vendrán, es necesario. A menos que el Señor no venga y estemos aquí todavía…
Maggie: Eso me gustaría más. No te puedo negar que me gustaría ver al Señor descender del cielo en Su caballo blanco con Su nombre escrito en el muslo: Fiel y Verdadero, pero que se haga Su voluntad y no la nuestra. Y luego de que esa creación sea rehecha hay algo nuevo también que va a ser rehecho, y es la nueva Jerusalén. Mira como dice Apocalipsis 21:2: «Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios» (NVI). ¿Recuerdan la Babilonia de la que hablamos? ¿Esa sociedad que Dios destruyó porque no tenía en cuenta a Dios?
Patricia: Que se inicia desde la torre de Babel y va avanzando a través también de toda la Escritura. Luego esa Babilonia, ese imperio con toda esa gloria, pero esa Babilonia está en la Escritura –como hablamos– esa coherencia…
Maggie: Y hoy estamos en una Babilonia porque el hombre está edificando ese reino para sí mismo, para su grandeza y no para la gloria de Dios. Pero el punto es, mis amadas, que Dios destruyó esas Babilonias y va a destruir las que vendrán, antes de la venida de Jesucristo. Pero ese mundo perfecto con el cual nosotras soñamos también será hecho realidad. Viviremos en un mundo nuevo, con una sociedad perfecta y en comunión perfecta.
Ya no habrá diferencias raciales, culturales, económicas, religiosas… Cristo es el centro y el hilo conector de todo y en todos y eso es majestuoso, esplendoroso. Todos los «osos» que pudiera haber para describir esta imagen. Y también dice que habrá un nuevo templo. Apocalipsis 21:3 dice: «Oí una potente voz que provenía del trono y decía: “¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios”» (NVI).
Y ¿qué estamos viendo aquí? Las profecías de Ezequiel 37:27 cumplidas a la perfección. Una nueva nación bajo el gobierno de mi siervo David, es decir el Mesías; mi siervo David, como lo llama Ezequiel.
Patricia: Pero eso también es una promesa, la promesa del hilo escarlata que ata toda la Escritura, donde desde el principio es: «ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios».
Maggie: Pero también vemos que Juan hace una descripción detallada de la ciudad como un cubo; semejante al lugar santísimo en el templo. Sabemos que el lugar santísimo era un lugar pequeño donde solo el sumo sacerdote podía entrar una vez al año. Pero ahora toda la ciudad es el lugar santísimo; y esto significa que ya entre Dios y los suyos no habrá separación alguna.
¡Alabado sea el Señor! Todas y cada una de las promesas hechas por el Señor serán cumplidas al final de la redención. Habrá un pueblo compuesto por personas de toda nación que creen en Cristo. Este pueblo vivirá en la ciudad de Dios, la nueva Jerusalén, la cual es el nuevo templo, estará bajo el gobierno de Dios y experimentando Su perfecta bendición. El trono de Dios y del Cordero estarán en el centro de todo, y de ese trono fluye un río que da vida y prosperidad a todos los que habitemos allí.
Patricia: Y me encanta que dice también que no va a haber más mar –eso habla también de la unidad– es hermosa la verdad. Y recapitulando, porque ya se nos acaba el tiempo, ¿qué verdades quisiéramos dejar en nuestras mentes y en las mentes de las que nos escuchan?
Maggie: Bueno, como el tiempo es corto, podríamos decir muchísimas cosas, pero vamos a tratar de resumir, y lo primero que deseamos dejarles a nuestras oyentes, es que el triunfo de los cielos sobre la vida de la tierra es una realidad. Todas las catástrofes que se describen en el libro precederán al regreso de Cristo, pero como tú bien dijiste, el Señor fue muy genuino y muy sincero y nos dijo que en el mundo iba a haber aflicción.
Entonces, cuando veamos todas estas cosas, esto no debe tomarnos por sorpresa o causarnos desánimo, sino que tenemos que saber que esto va a suceder así. Pero también que nosotras debemos evaluar nuestras vidas a la luz de esas poderosas promesas. Si tú miras aquí abajo encontrarás desesperanza, si tú pones la mira en las cosas de arriba vivirás en esperanza victoriosa.
Patricia: Y no es que no nos desanimemos, porque definitivamente estas cosas nos afectan, las cosas que vivimos, las cosas que vemos. Pero tenemos que aprender a hablar verdad a nuestros corazones y traer todas estas promesas y todas estas verdades, y anclar nuestros corazones y nuestras vidas en ellas.
Maggie: Bueno, de eso se trata la vida cristiana, de predicarte el evangelio todos los días. Oíste el evangelio para salvación pero tienes que oírlo todos los días para santificación. Y cuando nosotros vamos a la Palabra, yo no sé lo que pasa, Patricia, pero la Palabra es poder de Dios, no solamente para salvación sino para estímulo para nuestras almas.
Te sientas con la Palabra y cuando te levantas de ahí sales con ánimos, con bríos, porque la Palabra de Dios es poderosa y viva. Pero otra cosa que queremos dejar en las mentes de nuestras oyentes es que Satanás lucha en vano contra los planes de Dios. La salvación está disponible para todo aquel que cree en Cristo y estas palabras cuando las guardamos en nuestros corazones, dice Apocalipsis 1:3: «Bienaventurado el que las oye y las guarda» (parafraseado); y por muy perdido que veamos este mundo, las cosas no se quedarán así.
Dios restaurará el Edén perdido y Su regreso está cada día más cerca de ser una realidad. Entonces, así como cada creyente del Antiguo Testamento esperaba la redención de Israel, nosotras que ya tenemos la revelación completa, sabemos que el Redentor nació, vivió, murió, resucitó y ascendió a los cielos de donde promete regresar de nuevo.
Patricia: Y queremos terminar este programa así cómo termina la Palabra de Dios, la Escritura, con estos últimos versículos, Apocalipsis 22 el versículo 20 dice: «Aquel que es el testigo fiel de todas esas cosas dice: “¡Sí, yo vengo pronto!”». Y nosotras decimos: «¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!» (NVI). Eso es lo que anhelamos, que el Señor Jesucristo venga.
Y terminamos este último programa con la bendición con que termina el versículo 21 de Apocalipsis 22, que dice: «Que la gracia del Señor Jesús sea con el pueblo santo de Dios» (NVI). Amén.
Gracias Maggie, ha sido un deleite pasar a vuelo de pájaro por todo esto que es ese último libro de la Biblia. Espero que nuestras oyentes y nosotras mismas lo leamos esta vez para ya terminar este reto de este año con ojos nuevos, realmente esperanzadas de lo que es el final de esta historia, de esta hermosa historia de la redención. Gracias.
Maggie: Un placer siempre estar aquí.
Patricia: Hoy terminamos nuestro reto y es el último día de ese año 2021; y queremos agradecer a todas y cada una que nos acompañaron durante este año, que han sido fieles siguiendo la lectura de este Reto Mujer Verdadera 365. Con esta lectura terminamos este año, pero este viaje, esta carrera no termina, sino que empieza un viaje nuevo, un año nuevo.
Permanezcamos juntas en la Palabra de Dios, y queremos animarte y animarlas a todas a que piensen en el plan de lectura que seguirán el próximo año. Puedes hacerlo sola pero también puedes hacerlo junto a un grupo de hermanas y amigas. Puedes ir a nuestra página avivanuestroscorazones.com, y ver qué planes de lectura tenemos y quiero dejarte saber que todos estos episodios están en avivanuestroscorazones.com, para que los escuches cuando quieras.
Annamarie: Así es, gracias Patricia. Y bueno, ahora, para concluir este último episodio del año, escuchemos algunos testimonios relacionados a nuestro reto de lectura de la Biblia que concluimos hoy.
Mujer 1: Este ministerio para mí ha sido una bendición enorme, y hay un aproximado de doscientas mujeres luchando, haciendo el reto la lectura de la Palabra de Dios y escuchando los podcast todos los días. Cada líder del ministerio de mujeres lo envía a sus equipos y ha sido una tremenda bendición, así que Aviva Nuestros Corazones ya es parte de nosotros.
Mujer 2: Han sido nueve meses de edificación a través de Aviva Nuestros Corazones y estoy agradecida con el Señor por este ministerio; y le doy gracias al Señor porque he sido muy edificada y en mi tiempo libre donde el Señor me da descanso para organizar mi casa, hacer mis quehaceres, el Señor me permite escucharlas y es como un refrigerio. Es muy muy grato para mí poderlas escuchar y solo tengo gratitud.
Mujer 3: Ha sido demucha bendición estar leyendo la Palabra, estar reflexionando sobre lo que Dios nos dice a través de la lectura; y este reto me ha inspirado a tener una disciplina. Gracias por todas las bendiciones. Dios les siga bendiciendo y usando para honra y gloria de nuestro Padre.
Mujer 4: ¿Qué puedo decir? Que ha sido de grandísima, grandísima bendición. Creo que es un ministerio que puede ayudar muchísimo en el plan de lectura, en el plan de conocer más sobre la Palabra del Señor y todos estos estudios me enriquecen para poder seguir también enseñando a otras hermanas, a pesar de las dificultades físicas. Muchísimas gracias, Dios siga bendiciendo a quienes están haciendo todo este esfuerzo y toda esta labor grandísima para bendecir a las hermanas en la fe de diferentes lugares y rincones del planeta.
Mujer 5: Para mí ha sido una bendición increíble, tanto en crecimiento espiritual como en animarme a poder leer la Biblia por completo. Tengo años de ser creyente, de servir al Señor, y ahora soy esposa de pastor; pero nunca había sacado el tiempo para leer la Biblia por completo. Y esta forma como lo hizo Aviva, de verdad ha llenado mi corazón. Llevándome a un estudio más profundo, apuntando en mi Biblia y bueno ha sido increíble. Quise compartirlo con un grupo de hermanas de la iglesia, iniciamos tres, un grupito pequeño, y ahora este año continuamos porque ya se iniciaron un poco tarde y dijeron, «queremos seguir», y ahora se unieron más al grupo al ver que hay un grupo que está leyendo la Biblia juntas.
Entonces ha sido para mí un tiempo hermoso verlas diciendo, «estoy entendiendo, nunca lo había hecho de esta forma». Y de verdad me siento feliz de que no soy la única que estoy haciendo este reto, sino que también tengo un grupo de hermanas que están sacando también de este tiempo para leer la Biblia y hacerlo juntas.
Annamarie: ¡Gloria a Dios por cada uno de estos testimonios de Su gracia! Y qué mejor manera de concluir este episodio que orando juntas. Margarita de Michelén regresa con nosotras para cerrar en oración.
Maggie: Padre bueno que estás sentado en Tu trono de gloria, qué bueno ha sido, oh, Señor, poder estudiar Tu Palabra libro tras libro, donde dejaste plasmada la historia gloriosa de la redención que tenías en mente desde antes de la fundación del mundo. Gracias porque la promesa de que vendría Uno que aplastaría la cabeza de la serpiente se hizo realidad cuando Tu Hijo se encarnó y visitó la tierra para hacer aquel sacrificio sustitutivo que nos iba a abrir un nuevo camino hacia Tu presencia.
Gracias por el Espíritu Santo, porque es Él quien nos capacita para entender todas Tus verdades, para vivir a la luz de ellas, y para oh, Señor, tener esa esperanza de gloria, de que algún día ese mismo Cristo que al cielo ascendió, regresará con poder y gran gloria montado en Su caballo blanco. Gracias Señor por el privilegio que nos has dado de ser llamadas hijas tuyas. Gracias porque esto es por Tu puro afecto y por Tu perfecta voluntad. No porque lo mereciéramos sino porque agradó a Tu vista inscribirnos en el libro de la vida. Gracias Señor, porque estas palabras que hemos estado estudiando a través de la Biblia, son poderosas promesas para mantenernos fieles y firmes en un mundo que parece tambalearse cada día más y alejarse más de Ti y de Tus preceptos.
Oh, Señor, gracias porque pasaron 365 días, Tú nos guardaste, nos protegiste, nos enseñaste, nos redargüiste y nos instruiste en justicia, para que nos pareciéramos cada vez un poquito más a nuestro amado Jesucristo. Y ahora mi Señor, nosotras queremos presentarte este nuevo año 2022, un año que vendrá de seguro con muchos retos pero un año donde contamos con Tu gloriosa presencia y con Tu bendición.
Te pedimos que a lo largo de este nuevo 2022, sigamos afirmándonos más y más en Tu verdad, que andemos sobre las pisadas de Jesucristo, y por sobre todas las cosas, que clamemos por Tu pronto regreso en gloria.
Oh, Dios, gracias por este ministerio, gracias por cada hermana que puso sus dones al servicio para edificar a Tus mujeres, y oramos por muchas de estas mujeres. Que Tú les ayudes, las asistas, las animes y sigas uniendo más mujeres para que oigan este mensaje de libertad, plenitud y abundancia en Cristo. No damos las cosas por sentadas sino que te decimos, a Ti que estás sentado en el trono y al Cordero, sea la gloria, sea la honra, sea el poder, sea el imperio, sea la majestad por los siglos de los siglos. Ven Señor y derrama Tu bendición sobre todas nosotras y líbranos del mal. Oramos esto del dulce nombre de Jesucristo. Amén y amén.
Annamarie: Escudriñando la Escritura juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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