Maternidad bajo ataque
Annamarie Sauter: Con nosotras Erin Davis.
Erin Davis: Elegimos no tener hijos por siete años de nuestro matrimonio, y muchas personas nos presionaron durante esos siete años. Y nuestra respuesta era que no queríamos tener hijos porque sentíamos gran pasión por el ministerio estudiantil. Sentíamos que eso era parte del sacrificio que teníamos que hacer para ser grandes ministros estudiantiles. Lo que yo no entendía era que tener hijos es un ministerio, y que no estaba renunciando a algo importante para el Señor por tener hijos.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nos encontramos en la serie titulada, Más allá del tiempo del baño.
Erin: Tenía miedo de escribir un libro sobre la maternidad, porque aquellos que me conocen y conocen a mi familia, saben que yo no tengo el tema de la maternidad totalmente resuelto. No soy una …
Annamarie Sauter: Con nosotras Erin Davis.
Erin Davis: Elegimos no tener hijos por siete años de nuestro matrimonio, y muchas personas nos presionaron durante esos siete años. Y nuestra respuesta era que no queríamos tener hijos porque sentíamos gran pasión por el ministerio estudiantil. Sentíamos que eso era parte del sacrificio que teníamos que hacer para ser grandes ministros estudiantiles. Lo que yo no entendía era que tener hijos es un ministerio, y que no estaba renunciando a algo importante para el Señor por tener hijos.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Nos encontramos en la serie titulada, Más allá del tiempo del baño.
Erin: Tenía miedo de escribir un libro sobre la maternidad, porque aquellos que me conocen y conocen a mi familia, saben que yo no tengo el tema de la maternidad totalmente resuelto. No soy una mamá perfecta criando hijos perfectos.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Entonces, ¿no escribiste este libro como una experta?
Erin: Yo no escribí este libro como experta en maternidad, ¡ciertamente no! Lo escribí como parte de mi propio caminar y de lo que el Señor me está enseñando a través de la maternidad. Hay mucho que aprender en el caminar de la maternidad.
Fue en el momento en que el doctor te dio la noticia de que el bebé que llevabas no sobreviviría el embarazo, y el doctor te aconsejó algo que probablemente no estabas realmente preparada para escuchar.
Erin: Eso es correcto. No había avanzado mucho mi embarazo cuando decidimos hacernos un ultrasonido. La doctora me llamó. Estaba alistándome para salir a un viaje de negocios de tres semanas. Ella me dijo, «he visto los resultados de tu ultrasonido, y hay un problema con tu embarazo».
Tenía el esposo, tenía la casa, tenía la carrera, y embarazarme era lo próximo en la lista del guión que el mundo había escrito.
Entonces decidimos, bueno, esto es lo próximo. Pero sí, la prueba salió positiva mucho antes de lo que esperábamos, y le di la noticia a mi esposo Jason, de que un bebé venía en camino mientras estaba sentada en mi cama con mi bata de baño llorando incontrolablemente. Yo sentía que en mi vida había explotado una bomba.
Esta fue realmente la forma en que me sentía sobre la maternidad, y la forma en que algunas veces todavía pienso sobre la maternidad. Todavía tengo una lucha interna sobre creer lo que Dios dice, que los hijos son una bendición, en vez de creer lo que me dice mi carne, que ellos son una carga. Tengo que resistirme al deseo de algunas veces llamar a mis dos hijos «reductores de velocidad», porque me están desacelerando de hacer tantas cosas. Esto es realmente una elección, de verlos o no, como una bendición o como una carga.
Nancy: Es una elección a la cual muchas mujeres de nuestra cultura se enfrentan, y nuestra cultura realmente no ha contribuido para que veamos a los hijos como una bendición.
Nuestra invitada esta semana es mi buena amiga Erin Davis. Ella ha sido parte de Aviva Nuestros Corazones y del movimiento True Woman (Mujer Verdadera) por varios años y ella ama al Señor. Ella ama a su esposo, ama a sus hijos y además tiene un don para escribir. Y estoy muy emocionada porque ha escrito Más allá del tiempo de baño: Abrazando la maternidad como un rol sagrado(disponible en inglés).
Erin, bienvenida nuevamente a Aviva Nuestros Corazones.
Erin: Gracias a ti.
Nancy: Lo que me gusta acerca de la forma como escribes de este tema, es que lo haces como una mujer joven hablándole a esta cultura, y lo que estás diciendo es que el asunto no es realmente si es trabajo o no es trabajo; y no es que estas cosas no sean importantes, pero lo que estás diciendo es que miremos esto desde una perspectiva más amplia: ¿Cuáles son mis motivaciones? ¿Cuáles son mis prioridades? ¿Para qué estoy viviendo? Y al pensar en un sentido más amplio, cómo mis decisiones de hoy impactan mi vida a lo largo del camino, cómo impactan la vida de otros, y cómo impactan a las futuras generaciones.
Erin: Seguro, y el enfoque de este libro es para madres porque mis amigas son madres, muchas de ellas son madres a tiempo completo. Y como ellas no tienen la visión de Dios acerca de la maternidad, se están ahogando. Ellas están cayendo en picada, están amargadas, están enojadas, están estresadas. Ellas están siendo privadas del sueño o duermen todo el tiempo. Ellas están realmente, realmente teniendo mucha dificultad.
Ellas son madres, pero no entienden la mentalidad del reino acerca de la maternidad. Así que, la hora del baño y de transporte compartido y listas de tareas domésticas, todas esas cosas están solo extrayendo o absorbiendo sus vidas.
Nancy: Tú dijiste que escribiste este libro porque necesitabas encontrar por ti misma por qué la maternidad realmente importa.
Erin: Eso es correcto. Todos los libros que he escrito han nacido de mi propia experiencia personal y del trabajo que Dios ha hecho en mí.
No estoy tratando de parecer una madre experta. Ciertamente no lo soy. Pero puedo decir; «mira, yo he estado ahí y estuve luchando también y fui a la Palabra y dije: ¿Dios, qué tienes que decir acerca de la maternidad?»
Eso también, era mucho más profundo de lo que jamás imaginé. Mi perspectiva era que podría encontrar la mujer de Proverbios 31, y que eso sería todo lo que encontraría en la Biblia acerca de la maternidad, y eso para nada es cierto. Él habla acerca de la maternidad una y otra vez, una y otra vez, en este pasaje de las Escrituras donde tú realmente no tendrías la expectativa de que hubiera un mensaje acerca de la maternidad, pero Dios tiene un corazón para la maternidad.
Él tiene un corazón para las madres. Él tiene un corazón para las familias, y Él no piensa que sea poco, Él piensa que es algo grande, realmente grande. Ve a la Palabra de Dios y pídele que te muestre Su visión, Su plan para lo que estás haciendo. Creo que serás muy animada y muy fortalecida para la travesía.
Nancy: Y ha sido todo un viaje para ti. Por las cosas que estás diciendo ahora. Tú no hablabas así cuando nos conocimos por primera vez. De hecho, yo estaba contigo cuando estabas esperando tu primer hijo y aún estabas un poco indecisa al respecto… Decías las cosas correctas, pero fue un reto para ti abrazar la maternidad como un llamado santo.
De hecho, tú y Jason escogieron no tener hijos en los primeros años de su matrimonio. Cuéntanos un poco acerca de esa temporada.
Erin: Elegimos no tener hijos por siete años de nuestro matrimonio y muchas personas nos presionaron durante esos siete años, y nuestra respuesta era que no queríamos tener hijos porque sentíamos gran pasión por el ministerio estudiantil. Sentíamos que eso era parte del sacrificio que teníamos que hacer para ser grandes ministros estudiantiles. Yo pienso que esa idea surgió de diferentes fuentes. Y pienso que estábamos equivocados; pero siento que hay muchos jóvenes que sienten que es correcto el no tener hijos para poder tener un ministerio.
Eso fue realmente un tira y jala en mi corazón. Yo no quería tener hijos para no dejar el ministerio. Lo que no entendía era que tener hijos es un ministerio, y que no estaba renunciando a algo importante para el Señor por tener hijos.
Nancy: Yo no te puedo decir cuántas veces a través de los años se me han acercado mujeres diciendo, «yo quiero tener un ministerio. Yo quiero tener un ministerio como el tuyo. Yo quiero enseñar. Quiero estar escribiendo». Solo diferentes cosas que tiene en sus corazones que quieren hacer.
Y pienso que esos deseos pueden haber sido puestos por Dios. Pero realmente he tratado de ayudarlas a entender que lo que están haciendo en la casa como ayuda de sus esposos, como madres para sus hijos, eso no es nada menos que un ministerio. Es un ministerio enorme y debemos ser muy cuidadosas de no ponerlo en una caja, y pensar, «esa es mi familia, pero luego, estoy anhelando días donde pueda estar libre para trabajar en el ministerio».
No hay ningún llamado más grande para el ministerio, en la voluntad y en el tiempo de Dios, que lo que tú estás haciendo en este momento con esos dos pequeños que Dios ha puesto en tu casa.
Erin: Y esa es la lección que he aprendido. Mi esposo y yo hemos estado en el ministerio por un largo tiempo y yo tengo el ministerio de hablar y escribir, y los adolescentes eran mi ministerio. Así que he impactado a cientos de adolescentes a través de los años. Pero nada de eso le llega a los tobillos a entregarme cada día que pasa a estos niños.
Si estos hijos –mis hijos– van y crían hijos cristianos y mis nietos van y comparten la fe con sus hijos, ese impacto es aún mayor que el de una joven que fue impactada por una charla que di en un retiro o alguien que leyó un libro que escribí. Impactará su pensamiento por un rato. Sin duda es un ministerio, pero la maternidad es contracultural y no mucha gente está diciendo eso.
Nancy: El asunto con la maternidad es que tú no ves los frutos y las recompensas o las ganancias de inmediato.
Erin: Correcto. Eso es correcto.
Nancy: Todavía estás atada con la hora del baño y los sándwiches de mantequilla de maní y mermelada. Tú tienes que estar en esto a largo plazo y tener una visión a largo plazo para poder verlo con algún propósito.
Erin: Y pienso que esas cosas que son comunes, asumimos que no son santas o no son sagradas o no son de Dios o no están bendecidas por Dios. Es muy fácil para las madres sentir que son el escalón más bajo de la iglesia porque ellas no están haciendo algo nuevo, innovador y emocionante. Pero eso no es verdad.
Yo pienso en el salón de la fe en Hebreos y aquellas personas que se enumeran y a las que se les elogió por su gran fe. Me encanta que al final de la larga lista habla de cómo perseveraron sin ver sus frutos. Ellos tenían una gran fe.
La maternidad es así. Es definitivamente así. No hay muchos frutos por un buen tiempo, pero el hecho de que la maternidad sea algo común, no significa que Dios no la esté usando.
Nancy: ¿No crees que es el enemigo que quiere socavar y debilitar todo el concepto de la maternidad, que es la que está involucrada en pasar el bastón de la fe de una generación a otra? Puedo ver a Satanás como si fuera la mente intelectual tratando de conquistar la cultura, de detener el avance del evangelio, una gran arma en su arsenal sería hacer que las personas pensaran que la maternidad es algo insignificante.
Erin: Por supuesto. Quiero decir, Satanás es astuto, pero no es tan original. Esto es muy similar a la mentira original que le susurró a Eva: «¿Conque Dios te ha dicho que no se puede hacer eso? ¿Dios realmente dijo eso? El trasfondo es, «quien eres no es suficiente. ¡Tienes que ser otra cosa! Tienes que estar haciendo algo más con tu vida. Él está reteniendo algo de ti».
Es la misma mentira que las madres están masticando todo el tiempo: La maternidad no es suficiente. No soy suficiente si soy solo mamá.
Yo no te puedo decir la cantidad de gente que tengo cerca, que pregunta: «¿Que tú qué?» Respondo: «Oh, yo solo soy una mamá». Como si se estuvieran disculpando por eso. Es absolutamente significativo que la maternidad esté bajo ataque del enemigo. Y sabemos que Satanás puede socavar a las familias, luego él estaría ganando muchas batallas y muchos frentes. Y si él puede socavar la maternidad, él puede destruir muchas familias.
Nancy: Incluso la forma en que Eva obtuvo su nombre es realmente un homenaje precioso al valor de la maternidad.
Erin: Eso es correcto.
Nancy: Tú piensas en Adán y Eva pecando, tomando la decisión equivocada de comer del fruto prohibido y luego Dios viene al jardín y les da las consecuencias al hombre, a la mujer, a la serpiente, y los vistió.
Vas a través de toda esta escena de gracia, de volver allí, con el hombre y la mujer caídos.
Erin: Esta es la mejor cosa que he descubierto en la Escritura cuando estaba investigando este concepto de la maternidad. La maldición acababa de ser entregada, y las primeras palabras que salen de la boca de Adán es cambiar el nombre de su mujer a Eva, porque ella sería la madre de muchos, ella daría vida a muchos.
Así que, al principio fue como ¿qué? ¿Ella lo acaba de echar a perder y tú le vas a llamar dadora de vida? Pero Adán sabía que habría algún tipo de redención. Sí, ella pecó, pero ella iba a ser madre de todos los vivientes.
En la medida en que continué estudiando esto, dije que ese pecado es una canción que deberíamos cantar acerca de Eva, pero sus hijos eran su obra porque ella pasó a tener hijos después de eso. Conocimos la historia de Caín y Abel. Sabemos que no fue perfecta. Pero en el nacimiento de esos hijos, Eva cada vez más decía: «Con la ayuda de Dios, he dado a luz a un hombre». Se puede escuchar el asombro de su voz. «Sí, he pecado, pero Dios me está ayudando a dar a luz a un niño».
Y después del nacimiento de Set, se dice que «en ese momento la gente de la tierra llegó a invocar y llamaba el nombre del Señor». Sí, Eva pecó, pero también Eva hablaba con sus hijos acerca del Señor. No había escuela bíblica de verano. No había pastores de jóvenes, no había eventos para alcance. Adán y Eva eran los responsables de enseñarles a sus hijos acerca del Señor. Y por eso, porque ellos fielmente les hablaban a sus hijos del Señor y les contaban historias del Señor y compartían la importancia de seguir al Señor, las personas en la tierra comenzaron a clamar en el nombre de Dios.
Ella cometió un error pero su nombre dadora de vida es un recordatorio. En el jardín ella perdió tanto, pero no perdió a su esposo, no perdió a sus hijos y no perdió a Dios. Así que, hay algo de redención en ese rol de dadora de vida.
Nancy: Y es la gracia restauradora de lo que Satanás pretende despojarla.
Erin: Absolutamente.
Nancy: Yo pienso que él intentó dejarla sin nada de eso.
Erin: Correcto.
Nancy: Él hubiera querido arruinar su matrimonio, arruinar su vida entera y desde ahí en adelante hubiera querido arruinar la vida de todos los demás.
Erin: Seguro.
Nancy: Pero es aquí donde entra la gracia; y parte de esa provisión de la gracia redentora, justo en el jardín, es que todavía es llamada y capacitada por Dios para nutrir y ser dadora de vida.
Erin: Y para Eva esto no fue fácil. Y parte de la maldición de Eva fue que daría a luz con dolor. Y sus niños probablemente actuaban como los míos. Pero cada carita era un recordatorio de que la redención era posible y de que Dios tiene un plan para la redención. No todo se detuvo en el jardín con la mordida de la manzana, su familia continuaría.
Y nosotros aún hoy estamos hablando de Eva. Por generaciones y generaciones y generaciones y todavía se habla de su historia. ¿Por qué? ¿Porque ella pecó? Sí. Pero también porque ella dio vida.
Nancy: Y ni hablar del hecho de que a través del tercer hijo, Set, finalmente vino Cristo.
Erin: Eso es correcto.
Nancy: ... el Mesías, el que haría una herida mortal a la serpiente y compraría nuestra salvación.
Así que fue a través de su disposición de dar vida, de abrazar el llamado de la maternidad, por lo que en definitiva estamos sentadas aquí hoy siendo seguidoras y amantes de Cristo. Es a través de esa línea que Dios proveyó salvación en la persona de Cristo.
Erin: Y así es como es con la maternidad. Pienso que muchas madres piensan que la meta de la maternidad es criar muchachos que sean buenos, que se comporten bien. Si tú tienes el primer plano de la maternidad, yo tengo noticias para ti: ellos no siempre se van a comportar bien y eso no significa que eres un fracaso como madre. Tú no siempre te vas a comportar bien y eso no significa que eres un fracaso como madre. Tienes que tener una visión de largo alcance.
¿Qué pasaría si tus hijos clamaran en el nombre del Señor? ¿Y después qué pasaría si sus hijos clamaran en el nombre del Señor? ¿Y qué pasaría si sus hijos clamaran en el nombre del Señor? ¿Cuántas personas serían impactadas por todos esos hijos sobre los cuales derramaste sabiduría, de los que has sido dadora de vida y que van a ser sal y luz en este mundo oscuro?
Tú no puedes pensar en esto como: «¿Puedo pasar el día sin perder la calma?» Tú tienes que pensar en esto como: «¿Cuál es mi potencial en el ministerio a largo plazo?» Eso fue lo que Eva pudo hacer y es una linda historia de redención y restauración y la belleza de dar vida.
Nancy: Y no es una historia con excesivo romanticismo.
Erin: Seguro.
Nancy: Porque como lo señalaste anteriormente, en Génesis, vemos el dolor de dar a luz, de criar hijos, y de saber que la maternidad implica sufrimiento.
Erin: Eva fue la primera mujer que sepultó a su hijo. De modo que, Eva conoció el dolor de la maternidad que muchas de nosotras no conoceremos. En un grado mayor, Eva conoció el dolor de la maternidad pero, la historia no se detiene ahí.
Nancy: Y pienso que es un recordatorio de que la maternidad no es tan traumática pero sí difícil, y eso no viene por naturaleza a criaturas caídas. Me recuerda el pasaje de Tito capítulo 2, que dice que parte de la consejería es el proceso de discipulado de mujeres más maduras a mujeres más jóvenes para enseñarles a amar a sus hijos. Ahora, eso implica que eso no viene por naturaleza, que eso es algo que tenemos que aprender y que puede ser aprendido.
Erin: Este pasaje me alienta tanto. De hecho, yo dirijo un grupo de madres en mi iglesia y hemos estado enfocándonos en ese pasaje por meses y meses.
Yo fui tan liberada al aprender: «¿Oh, se supone que eso me debe ser enseñado? ¿No se supone que yo deba saber cómo amar a mis hijos y cómo amar a mi esposo?»
También dice que estemos felices en la casa. No se supone que salga del hospital y de repente sepa cómo ser feliz por todo lo que pasa en mi vida. Esas son cosas que debo aprender.
¿Y cuál debería ser mi curriculum o carta de presentación? La Palabra de Dios enseñada por mujeres maduras que estén dispuestas a enseñarme.
Esto es un tremendo alivio, que no estoy supuesta a saber automáticamente cómo ser una gran madre, cómo sentirme de maravilla acerca de ello y cómo mantener mi matrimonio durante la maternidad, sino que esas son cosas que me pueden ser enseñadas a través de la Palabra de Dios.
Nancy: ¿Y cuáles son de las cosas que Dios ha usado en tu temprana experiencia como madre (y tu libro se enfoca especialmente en madres con niños pequeños), cuáles son algunas de las cosas que Dios ha usado para animarte y darte gracia en ese viaje y ayudarte a abrazar la maternidad como un llamado santo?
Erin: Bueno, yo me involucré casi inmediatamente con MOPS, que es un acrónimo para madres de niños que están en preescolar. Es un ministerio nacional que se enfoca en entrenar y equipar a las madres. Y realmente hice una conexión ahí. También, comencé un grupo de madres en mi propia iglesia y esas mujeres realmente han sido de gran influencia para mi vida.
Pero también, el tener hijos me hizo darme cuenta de mi necesidad de pasar tiempo o compartir con personas que no son como yo. Amo el pasar tiempo con mis amigas que son madres, empujando nuestros coches, pero todas tenemos los mismos asuntos y ninguna de nosotras está más allá del camino. Pero he sido verdaderamente intencional en pasar tiempo con madres que tienen hijos un poco mayores, y también he invitado a mi casa a madres que tienen niños menores.
Para mí una de las cosas favoritas es invitar familias a nuestra casa una mañana cualquiera para comer unos pancakes; «vengan en sus pijamas» y pasamos un rato. De modo que esto realmente profundiza mis relaciones en muchas formas.
Ahora, esto necesita esfuerzo de mi parte porque esas cosas ahora no son tan naturales como quizás pasaba en generaciones anteriores, donde madres, abuelas, tías y primas estaban todas en áreas próximas. Yo tengo que hacer el esfuerzo.
Yo literalmente me conecté en línea y busqué grupos de madres. Encontré varios de ellos; llamé y eso es mucho trabajo. Toma trabajo mantener amistades y comenzar nuevas amistades y todo lo demás. Pero ha sido mi tabla de salvación en este tiempo pasar tiempo con otras personas que están en esta etapa de la maternidad y recoger todo lo que pueda de ellas.
Nancy: Estoy pensando en una madre joven que está escuchando este programa y ella está pensando, «bueno, yo no soy una oradora, no soy una escritora. Yo no soy tan brillante, tan talentosa o algo como Erin, ella debe ser una súper mujer. Yo estoy aquí ahogándome. Tengo muchas luchas, no puedo dormir. A duras penas puedo recordar mi nombre». El pensamiento de levantarse y salir y hacer una cosa más, en ese intenso trabajo de ser madre, parece ser abrumador.
Erin: Seguro, lo es.
Nancy: Ayúdala. Motívala.
Erin: Ella tiene que poner un pie delante del otro y tiene que encontrar la manera de conectarse quizás con otras madres; pero por supuesto, cuesta trabajo. Cuando estás en los primeros años, el simple hecho de salir de la casa es mucho esfuerzo. Es un gran esfuerzo para mi familia, pero vale la pena.
La maternidad puede ser muy, pero muy aislante. Hay una temporada cuando el bebé está recién nacido, en la que las personas pasan y te dejan alguna comida y todo tipo de cosas y después desaparecen y tú estás sola. Nuestra cultura tiende a pensar, «ese asunto de los bebés es muy privado y no deberíamos llamar, deberíamos darle su espacio y no debemos interferir». Así que la mamá tendrá que hacerlo.
Entonces, ella debe encontrar un paso que pueda dar. Quizás llamando a una amiga o uniéndose a un grupo de madres en su iglesia local, o preguntándole a una amiga si se pueden juntar y caminar una vez a la semana.
Pero yo entiendo; requiere de esfuerzo. Requiere mucho estar cargando cosas pesadas, requiere estar empacando la pañalera y todo eso. Pero, no lo puedes hacer bien si no tienes otras madres con las que estés conectada.
Nancy: Y existen formas de mantenerse conectada que no requieren que salgas de la casa...
Erin: Ciertamente.
Nancy: ¿Y qué del uso de Facebook, del teléfono, del correo electrónico; las personas aún usan los correos electrónicos?
Erin: Claro, yo sí. Es el correo ordinario que ya ni siquiera lo usamos.
Nancy: Correcto. Y es divertido ver a algunas de mis amigas, que son madres jóvenes, cómo se animan unas a otras en Facebook.
Erin: Seguro.
Nancy: Solo recordándose que no están haciendo esto solas. Tú tienes una porrista...
Erin: Eso es correcto. Motivo a las madres a verdaderamente comunicarse vía internet, «mis hijos son una bendición». Es muy fácil poner en tu estatus de Twitter o Facebook o lo que sea, algo por lo cual quejarse: «Oh, estoy tan cansada». «Ugh, otra clase de fútbol». «O esto o lo otro». Pero lo que sea que comuniques en línea, comunícalo: «Mis hijos son una bendición». «Mis hijos…mira esto ¿no es esto lindo?» «Mira lo que hicimos hoy en nuestro devocional familiar». «Vamos a salir a recoger hojas», lo que sea.
Comunica las cosas de deleite que tiene la maternidad, ellas están ahí si tú estás dispuesta a buscarlas, y otras madres vendrán ti como polillas a una llama porque no quieren hablar más de su duro trabajo. Ellas no quieren quejarse más, pero no saben cómo salir de ahí. Así que, tal vez, comienza contigo.
Annamarie: Erin Davis y Nancy DeMoss Wolgemuth han estado hablando sobre un ministerio muy importante: La maternidad. Este programa es parte de la serie titulada, Más allá del tiempo del baño. Encuentra más recursos como este, en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com.
Continuamente escuchamos de mujeres que han sido bendecidas a través de estos. Una mujer nos dijo:
«...Qué bueno ha sido Dios conmigo. Cuando me casé a los 21 años, tomamos la decisión de que cuando llegaran los hijos me dedicaría a ellos a tiempo completo. Me encantó la idea pero a la vez no sabía todo lo que esto significaba. Ahora disfruto cada segundo con ellas, verlas crecer, haber podido estar en su primera pesadilla y poder consolarlas y llorar con ellas… significó mucho para mí. No cambiaría ningún día de mi maternidad porque cada día ha sido una lección aprendida».
Qué hermoso es poder escuchar testimonios como este. Te animo a compartir esta serie de programas con más mujeres, de modo que puedan ver la belleza de la maternidad en tiempos donde esta es menospreciada. Encuentra todos los programas y sus transcripciones en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com. Allí mismo podrás compartirlos a través de diversas plataformas.
Cuando eres madre de niños pequeños, es fácil ser tentada a desanimarte constantemente. Mañana Erin Davis te mostrará cómo puedes ser animada cuando estás al borde de darte por vencida.
Erin: 2 Corintios 12:9-10 dice: «Y Él me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte».
Annamarie: Te esperamos para este próximo programa de Aviva Nuestros Corazones.
Ayudándote a descubrir y abrazar el diseño de Dios para tu vida, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
La lectura bíblica para hoy en el Reto Mujer Verdadera 365 es 1 Reyes capítulos 10 al 12.
Todas las Escrituras son tomadas de la Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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