Lucha contra las emociones persistentes
Nancy DeMoss Wolgemuth: Dannah Gresh sabe que los pensamientos y sentimientos equivocados y negativos pueden mantenernos cautivas.
Dannah: Hay una mentira debajo de la emoción, en la raíz de tu sistema de creencias, y lo único con lo que puedes luchar contra eso es con la Persona de Jesucristo, porque Él es la verdad, ¡y Él te hará libre!
Nancy: Ella compartirá el secreto de una vida fructífera hoy en el pódcast de Aviva Nuestros Corazones.
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuthen la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 9 de octubre de 2024.
Nancy: Si hay algo que me gustaría grabar en tu corazón y tu mente en lo que queda de este año, es la importancia de pasar tiempo con el Señor y empaparte de la Palabra de Dios diariamente. De hecho, si olvidas cualquier otra cosa que te haya dicho pero recuerdas …
Nancy DeMoss Wolgemuth: Dannah Gresh sabe que los pensamientos y sentimientos equivocados y negativos pueden mantenernos cautivas.
Dannah: Hay una mentira debajo de la emoción, en la raíz de tu sistema de creencias, y lo único con lo que puedes luchar contra eso es con la Persona de Jesucristo, porque Él es la verdad, ¡y Él te hará libre!
Nancy: Ella compartirá el secreto de una vida fructífera hoy en el pódcast de Aviva Nuestros Corazones.
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuthen la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 9 de octubre de 2024.
Nancy: Si hay algo que me gustaría grabar en tu corazón y tu mente en lo que queda de este año, es la importancia de pasar tiempo con el Señor y empaparte de la Palabra de Dios diariamente. De hecho, si olvidas cualquier otra cosa que te haya dicho pero recuerdas una sola cosa, espero que sea esa.
No hay manera de enfatizar lo suficiente el valor de permanecer en Cristo, de permanecer en Su Palabra, que Su Palabra permanezca en nosotras. Y, Dannah, eso es de lo que vas a hablar hoy.
Dannah: Así es Nancy, pero antes de llegar ahí, quiero que nuestras oyentes capten algo de esa pasión que tienes, Nancy; esa pasión por vernos arraigadas en la Palabra de Dios.
De hecho, diste una enseñanza sobre el Salmo 1 en una serie titulada «Cómo tener un feliz año nuevo», y es como el paralelo del Antiguo Testamento al pasaje del que hablaré el día de hoy, que es Juan 15. Permítanme leer los primeros tres versículos del Salmo 1:
«¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda
en el consejo de los impíos,
Ni se detiene en el camino de los pecadores,
Ni se sienta en la silla de los escarnecedores,
Sino que en la ley del Señor está su deleite,
Y en Su ley medita de día y de noche!
Será como árbol plantado junto a corrientes de agua,
que da su fruto a su tiempo
Y su hoja no se marchita;
en todo lo que hace, prospera» (Salmo 1:1-3).
Aquí está Nancy, explicando el versículo 3 del Salmo 1:
Nancy: Quiero tomarme un tiempo hoy para desarrollar esta analogía de un árbol en el versículo 3 y hacer la pregunta: «¿Qué tiene esto que ver con nosotras?». El versículo dice que la persona justa, bendecida y feliz, es como un árbol, y luego hay tres frases descriptivas.
Es un árbol que está plantado junto a corrientes de agua, un árbol que da su fruto a su tiempo, y un árbol cuya hoja no se marchita. Veamos esas frases y veamos cómo cada una describe a la persona justa, la persona que está en el camino de la piedad.
En primer lugar, «como un árbol plantado junto a corrientes de agua». Debí haber hecho esto hace mucho tiempo, pero esta mañana, antes de llegar a la grabación, busqué por casualidad esa palabra «corrientes de agua» en el idioma original, y no era lo que yo pensaba.
En realidad, la palabra utilizada allí se emplea para referirse a un pequeño canal de agua. No se trata necesariamente de un río ancho y caudaloso, aunque ese concepto se utiliza en otras partes de las Escrituras. Pero en este caso se trata de un pequeño canal de agua, como en el riego.
Y eso me sugiere que las corrientes de agua aquí pueden no ser corrientes naturales. Y eso dice algo, que el agua de la Palabra de Dios, el agua del Espíritu de Dios, no es algo a lo que tengamos acceso de forma natural.Es una provisión sobrenatural de Dios que viene de Su corazón a nosotras.
Él es la corriente de agua que riega nuestras raíces y nos hace fructíferas, una fuente o suministro sobrenatural de agua. Entonces, ¿cómo esta persona piadosa es como un árbol plantado, firmemente plantado, junto a corrientes de agua?, como dice otra traducción.
Un árbol plantado junto a un arroyo o un cauce, cualquiera que sea, tiene un suministro constante de agua, una fuente de alimento. Lo mismo sucede con la persona que medita en la Palabra de Dios día y noche. Al hacer esto, si por ejemplo tomaste el reto de lectura diaria de la Biblia, tu alma estará irrigada, será regada. Tendrás un suministro constante de alimento espiritual.
Ahora esa palabra «plantado», es como un árbol plantado, la palabra literalmente es «trasplantado», como un árbol que ha sido trasplantado. No es un árbol que simplemente crece silvestre. Los árboles que están en la tierra árida y desértica del Medio Oriente pueden perecer fácilmente en tiempos de sequía.
Pero aquí hay un árbol, que ha sido sacado de ese ambiente seco y estéril y cuidadosamente trasplantado a un lugar donde no solo puede sobrevivir, sino donde puede estar seguro y puede prosperar, donde puede ser cultivado y cuidado, ¡para que sea fructífero y que no muera!
¡Qué imagen es esa de la vida de un hijo de Dios! Por naturaleza éramos desobedientes, muertas en el pecado. Pero por gracia, la gracia de Dios, por medio de la fe hemos sido trasplantadas. ¡Hemos sido sacadas del dominio de Satanás, del dominio las tinieblas, y hemos sido trasplantadas al reino de Dios, al reino de Su amado Hijo, el reino de la luz!
Hemos sido plantadas en Cristo por la gracia de Dios, plantadas donde tenemos disponibles todos los medios de gracia que necesitamos para vivir vidas florecientes. Los medios disponibles para nosotras son el Espíritu de Dios, la Palabra de Dios.
El suministro de la Palabra de Dios en la que nos deleitamos y meditamos, eso es lo que nos nutre, y hemos sido plantadas en ese lugar. Los árboles obtienen su belleza y su fuerza de sus raíces, las cuales generalmente no se ven, están escondidas debajo de la superficie. Pero esas raíces obtienen sustento, vida, fuerza y alimento del agua.
Y yo lo veo como una imagen de lo que significa permanecer en Cristo, vivir en Él, echar las raíces profundamente en el suelo de Su carácter y Su corazón y Sus caminos y Su Palabra. A lo largo de los salmos vemos a menudo al salmista, David, muchas veces luchando con circunstancias adversas.
Pero siempre vuelve al hecho de que él sigue estando firme, sigue estando seguro: «No temeré lo que me pueda hacer el hombre» (Salmo 118:6 RV60).
¿Por qué? Porque es como un árbol firmemente plantado junto a ríos de agua, a corrientes de agua. Dice: «Encontraré mi refugio, hallaré mi fuerza en Dios. De ahí sacaré mi vida».
Cuando estás firmemente plantada en Cristo y en Su Palabra, no tienes que tener miedo de rechazar el consejo de los impíos.No vas a ser sacudida fácilmente por lo que otros piensen de ti o de tu cristianismo. Has meditado en la Palabra de Dios, te has deleitado en ella, y eso se ha convertido en tu estrella polar para la dirección. Estás operando a través de esa red. Estás plantada en la Palabra de Dios. ¡Estás completamente arraigada! Vas a estar estable y segura y firme en la Palabra de Dios.
Ahora el cuadro opuesto al de un árbol plantado en una corriente de agua, es el cuadro de una planta rodadora en el desierto. No está plantada, ¿verdad? No tiene raíces. Simplemente va en cualquier dirección que sople el viento.
Y eso es lo que vemos, por ejemplo, en Efesios 4:14, donde el apóstol Pablo habla de los que son niños, que son zarandeados por las olas y llevados por todo viento de doctrina. ¡Son una planta rodadora!
Eso es lo que sucede con las personas que andan en el consejo de los impíos. No tienen raíces que los mantengan estables y seguros en tiempos de adversidad. Así que esta persona justa es como un árbol plantado junto a corrientes de agua.
Y aquí hay una segunda frase descriptiva: «Da su fruto a su tiempo». No se trata de una simple imagen de una tubería, un objeto inanimado que canaliza agua de un lugar a otro. Se trata de un objeto animado, algo que está vivo.
Este árbol está vivo. Este árbol recibe agua a través de las raíces, la absorbe y, en el momento adecuado, produce nueva vida: frutos maduros, listos y sabrosos. Es este el proceso: recibir vida, dar vida, producir vida.
Ahora, habiendo dicho esto, los árboles no suelen dar fruto al instante. No se planta un manzano y al día siguiente ya hay manzanas en el árbol. Aquí donde vivimos, en Michigan, es famoso por el cultivo de frutas. Los agricultores saben que ese árbol tiene que echar raíces. Tiene que crecer y alimentarse. Tiene que madurar.
Y así son los resultados en nuestras vidas de deleitarnos en la Palabra de Dios y meditar en ella día y noche, teniendo nuestras vidas arraigadas en Dios, no se ven esos resultados de la noche a la mañana.Toma tiempo, toma paciencia para dar fruto.
Y es por eso que estoy retando a todos nuestras oyentes (esto no es para algunas personas selectas, esto no es para algún club espiritual, sino para cada oyente), quiero retarte a tomar el reto de lectura diaria de la Palabra en serio, aun por lo que resta de este año.
Decir todos los días: «Voy a ingerir la Palabra de Dios hoy. Voy a tomar el agua de la Palabra de Dios». No necesariamente verás el fruto de eso cada día, pero lo que sucederá es que, en un periodo de tiempo, verás que serás más fructífera espiritualmente.
Producirás el buen fruto del carácter de Dios y el fruto del Espíritu. Y la calidad del fruto que producirás dependerá del tipo de alimento que tomes. El tipo de nutrición que recibe el árbol determinará la calidad del fruto.
Y recuerda que ese árbol tiene que tener raíces antes de que pueda dar fruto. Por eso hay que plantarlo. No puedes simplemente tomar una rama y pensar que esa rama va a dar fruto, porque no la has sembrado, no tiene raíces. Por eso tienes que poner tus raíces en la Palabra de Dios, y entonces darás fruto en su tiempo. Y de eso es de lo que habla Cristo en Juan 15:
«Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer. . .En esto es glorificado Mi Padre, en que den mucho fruto, y así prueben que son Mis discípulos» (vv. 5, 8).
El fruto es lo que demuestra lo que hay en el fondo y en el corazón de lo que eres, demuestra que Cristo está en ti, porque el fruto de Cristo se está produciendo a través de ti. Jesús le dijo a sus discípulos: «Yo los escogí a ustedes, y los designé para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca» (Juan 15:16). Fruto de calidad: el fruto del Espíritu, el fruto de la semejanza a Cristo, ¡el fruto de reproducir la vida en los demás!
Dannah: ¡Wow! Qué buenos recordatorios nos diste, Nancy, sobre toda esta idea de dar fruto permaneciendo en Cristo y en Su Palabra.
Nancy: Bueno, y de nuevo, eso es de una serie sobre el Salmo 1 titulada «Cómo tener un feliz año nuevo». La transmitimos a principios de este año, pero continúa siendo relevante. Puedes escuchar el mensaje completo haciendo clic en el enlace de la transcripción de este episodio.
Dannah: Sí, y ahí también puedes inscribirte para unirte a nosotras en nuestro reto de este año Mujer Verdadera 365 Cronológico y encontrar la transcripción del episodio de hoy.
Nancy: ¡Y ese reto sería una excelente recomendación, aun para continuar lo que resta del año! Y bueno, ahora estoy ansiosa de que escuches a Dannah. Aquí está el contexto del mensaje que estaremos escuchando hoy y mañana.
Dannah es graduada de la Universidad de Cedarville, y en el año 2021 fue nombrada Alumna del Año de su alma mater. Ella dio este mensaje durante un servicio de capilla en Cedarville. Permíteme animarte a ir al capítulo 15 de Juan y escuchar la primera parte del mensaje de Dannah.
Dannah: Hoy quiero hablar sobre «el secreto para ser fructífero». Me imagino que estás aquí por muchas razones diferentes, pero una de ellas, para la mayoría de ustedes, es probablemente porque tienes un deseo ardiente en tu corazón de hacer algo por Cristo. ¿Cierto?
Quieres ser fructífera. Quieres vivir una vida que importe, que cuente para la eternidad. Así que hoy, quiero hablar sobre el secreto para ser fructífera. Ahora, el Señor me ha utilizado a pesar de mí. He vivido una vida fructífera, y por Su gracia, continuaré haciéndolo hasta el día en que vea a Jesús cara a cara.
Pero es un poco difícil para mí creer eso, y es un poco difícil para mí creer que estaría parada frente a ustedes hoy, básicamente por tres razones. Una es que, como estudiante, estaba lejos de ser la mujer más inteligente de la sala.
Estudié Educación Primaria y en mi segundo año de universidad reprobé matemáticas de primaria. Mi asesor me tranquilizó amablemente y me dijo: «Sabes, la cosa es que si quieres enseñar matemáticas de primaria, ¡tienes que saber hacer matemáticas de primaria!».
Así que me fui al Departamento de Artes de la Comunicación. No había matemáticas de por medio. Me querían. Me aceptaron. Pero aquí está el problema: yo no era una buena comunicadora. ¡Estamos hablando de un pésimo comunicador!
Mi primer discurso en la Universidad de Cedarville se suponía que era un discurso informativo de siete minutos. Pero en realidad duró veintidós minutos. Mi profesora salió de la clase y fue a su siguiente clase, Oratoria Avanzada, y dijo: «¡Acabo de escuchar el peor discurso que he escuchado en mi historia de enseñanza, y estoy bastante segura de que es el peor que escucharé en la vida!».
Por desgracia para ella, mi novio Bob Gresh estaba sentado en la primera fila de esa clase, así que me llegó la noticia. No fue bueno para mi confianza. Así que resulta sorprendente que hoy esté aquí.
Sin embargo, lo que más me impedía ser fructífera en mi vida no eran mis capacidades.Nunca lo son.No se trata de ti, siempre se trata de Cristo. La cosa más grande que me detenía era que yo estaba creyendo una mentira... excepto que yo no lo sabía.
Pero de lo que sí estaba consciente es que vivía mi vida bajo un manto de vergüenza. Y cuando atravesé las puertas de esa capilla, me sentía profundamente sola. Me sentí profundamente avergonzada de quién era. Y la mentira a la que me aferraba, que aún tendría que descubrir, era que «Dios nunca puede usarme».
Me pregunto qué emociones arrastras a esta sala cada día. Tal vez vergüenza, tal vez depresión, tal vez ansiedad, tal vez miedo. ¿Qué traes a esta sala cuando vienes a adorar al Señor, cuando vienes a abrir la Palabra que se supone que nos trae libertad? ¿Qué arrastras aquí contigo día tras día?
Sea lo que sea, sé esto: No necesito saber lo que es para saber la verdad, ¡y es que Cristo quiere que experimentes la libertad de eso! Lo sé porque el pasaje clave de True Girl (Chica verdadera) es Juan 8:31-32, y constituye el corazón de lo que queremos a través de nuestro ministerio.
Probablemente conozcas este pasaje. Dice: «Si ustedes permanecen en [Mi] palabra, verdaderamente son Mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres». Libres de la depresión, libres de la ansiedad, libres de la adicción y del pecado, libres de la vergüenza, libres del miedo o de la mentira de que Dios nunca puede usarte. Él quiere hacerte libre.
Ahora, Él quiere liberarte. Nos encanta esa parte del versículo, ¿verdad? «¡Libérame, Señor, dame la libertad!». Pero a menudo cortamos el versículo 32 del versículo 31. Verás, hay algo que tenemos que hacer para cooperar con la obra de Dios en nuestras vidas.Se llama «permanecer en Él».
«Si ustedes permanecen en [Mi] palabra, verdaderamente son Mis discípulos, [¡si permanecen en Mí, si permanecen en Mí!], y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres». Muchas de nosotras estamos sentadas en iglesias por toda América, y estamos seguras en nuestra salvación, pero estamos lejos de ser completamente libres.
Nos parecemos tanto al resto del mundo en nuestra ansiedad y nuestra depresión y nuestro estrés. ¿Por qué querría el mundo lo que tenemos si no vivimos en esa libertad plena que Cristo nos ha prometido? Tenemos que permanecer.
¿Qué significa permanecer? Lo que Cristo está diciendo es: «¡Quédate! Quédate conmigo. Quédate cerca. Acércate, por favor, no Me dejes». Imagina al Dios del universo pidiéndome: «¡Quédate!». Pero nos alejamos. ¿O soy solo yo? ¿Has estado vagando? ¿Has fallado en quedarte?
La primera señal de que estamos errantes suelen ser nuestras emociones: la vergüenza, la depresión, la ansiedad, el miedo. Todo lo malo aparece, el dolor que nunca cede, nuestras emociones. Así que quiero decir un par de cosas sobre las emociones.
En primer lugar, las emociones son algo bueno, muy bueno. ¿Cómo lo sé? Génesis capítulo 1. Dios creó nuestras emociones, y declaró que todo lo que había creado era bueno, así que nuestras emociones son buenas. Incluso las malas son buenas y tienen un propósito útil, si las usamos de la manera en que Dios las diseñó. Así que las emociones son buenas.
Las emociones son mensajeras. Así es como Dios las diseñó para funcionar. Se supone que aparecen, las sientes, te dicen algo. Si escuchas la voz de Dios, si escuchas al Espíritu de Dios, te dirán lo que te están diciendo, y tú responderás, y entonces el mensajero se irá. Porque eso es lo que hacen los mensajeros.
Traen el mensaje, y luego te dejan en paz. Si estoy estresada, por ejemplo, muy estresada y nunca desaparece, probablemente es porque no he hecho nada para solucionar ese estrés. Así que puede que necesite hacer menos. Puede que necesite decir la palabra valiente «No», y entonces el estrés desaparecerá. ¿Ves?, eso es lo que se supone que hacen las emociones.
Pero aquí está el problema: algunas de las que estamos aquí tenemos una emoción, que no importa lo que hagamos, no importa cómo la atendamos, no importa cuánto luchemos contra la vergüenza, la depresión, la ansiedad. . . Y quiero ser muy cuidadosa al decir que en muchos casos hay componentes médicos. Somos seres físicos y a veces necesitamos utilizar las herramientas que Dios nos da para cuidar de nuestros cuerpos: médicos, consejeros cristianos.
Pero escúchame, muchas veces corremos a eso y no hacemos las cosas espirituales que necesitan ser hechas en nuestras vidas. No permanecemos en Cristo para que podamos conocer la verdad y la verdad nos hará libres.
Yo estaba escribiendo un libro para niñas preadolescentes sobre emociones y trabajando en hacerlas libres, porque a los doce años, ¡wow!, realmente no quieres pasar mucho tiempo con una niña de doce años. ¡Decir que es «emocionalmente llena» ni siquiera se acerca a describirla!
¿Alguna de ustedes, chicas, quiere confesar ahora mismo que esto fue cierto para ustedes, tal vez? Tenemos muchas emociones. No sabemos qué hacer con nuestras emociones cuando apenas estamos empezando a sentirlas y experimentarlas.
Así que le pregunté a mi marido: «Cómo le digo a una niña de doce años que si la emoción viene y les da un mensaje y hacen cosas pero no desaparece, que eso es señal de una mentira en su vida, y que no están experimentando la libertad. No conocen la verdad, y necesitan conocer la verdad para poder ser libres. ¿Cómo se le dice eso a una niña de doce años?».
Y él dijo: «Bueno, creo que yo lo llamaría una “emoción persistente”». Y yo dije: «¡Eso no es bueno para niñas de doce años! Eso es bueno para las chicas de “no te voy a decir cuántos años tengo”». Me encanta. ¿No te encanta? Una emoción persistente.
Una emoción persistente es una emoción negativa crónica que nunca se va, nunca desaparece, no se someterá a la verdad de Dios, y te está enviando un mensaje. Pero el mensaje es este: que hay una mentira debajo de la emoción, en la raíz de tu sistema de creencias, y la única cosa con la que puedes luchar contra eso es la Persona de Jesucristo. Porque Él es la Verdad, ¡y Él te hará libre!
Entonces, ¿qué vas a hacer con esa emoción persistente? Por cierto, conocí a Bob en Cedarville en una clase de escritura avanzada. Éramos una clase calificada por compañeros, así que nos dividimos en grupos. Ninguno de los otros grupos tenía un nombre, pero Bob nos llamó «Los modificadores mal colocados».
Y desde entonces ha estado poniendo nombres a las «emociones persistentes», a mis libros y a todo tipo de cosas. Él es el CEO o Presidente de nuestro ministerio.
Y realmente, el que yo esté hoy aquí de pie, es como si los dos estuviéramos aquí, porque él es una gran parte de la abundancia en mi vida.
Así que, mi emoción persistente era vergüenza, y mi mentira que estaba por descubrir era que Dios nunca podría usarme.
Para que entiendas lo doloroso que era eso, lo paralizante que era esa mentira específica, necesito retroceder unos años. Conocí al Señor cuando era muy pequeña. A la edad de ocho años, mi mamá me dio un devocional, una Biblia y un cuaderno. Y ella estableció una expectativa en mi vida de que yo permanecería en Cristo, que permanecería en Su Palabra.
Me los entregó como si tuviera veintiocho años, como diciendo: «¡Tú puedes hacer esto!». Y me encanta que mi mamá hiciera eso por mí. Me encanta que ella estableciera esa expectativa. No hay una «salvación junior», no hay una «Gran Comisión junior», no hay un «Espíritu Santo junior».
Escucha, si eres llamada al ministerio de niños, no creas la mentira de que «un día vas a graduarte para estar con los grandes». ¡Ese es el campo de misión más importante! La mayoría de nosotras decidimos lo que creemos y no tenemos cambios significativos al respecto antes de cumplir los trece años.
No tenemos cambios significativos en nuestro sistema de creencias, categóricamente, después de ese cumpleaños. Si estás llamada al campo de misión de los niños, ¡estás llamado a uno de los campos de misión más importantes del planeta! ¡Mantén la cabeza en alto!
Nancy: Acábamos de escuchar a Dannah Gresh hablando a un grupo de estudiantes universitarias. Mañana escucharemos más de su historia y lo que tiene que ver con permanecer en Cristo.
¿No es eso tan cierto acerca de lo que ella llama emociones persistentes? Tal vez te has dejado controlar por las mentiras. Recuerda lo que Jesús les dijo a sus discípulos: que el Espíritu Santo iba a venir y los guiaría a toda la verdad.
Así que si estás luchando con un sentido debilitante de vergüenza o ira o amargura o miedo o alguna otra emoción persistente, ¿por qué no le pides al Señor que te ayude a reconocer las mentiras del enemigo y las reemplace con la verdad de la Palabra de Dios?
Y bueno, no olvides los recursos de estudio bíblico que tenemos disponible para ti en AvivaNuestrosCorazones.com, incluyendo el reto Mujer Verdadera 365 Cronológico que mencionamos antes. El propósito de estos recursos es ayudarte a permanecer en la Palabra durante todo el año apuntando a la Biblia y tu corazón dirigido a Cristo.
Bueno, ¿dirías que realmente sabes lo que significa permanecer en Cristo y que Sus palabras permanezcan en ti? Bueno, Dannah estará con nosotras de nuevo mañana para ayudarnos a entender más.
Dannah: Así es, estaré feliz de poder compartir contigo nuevamente mañana. Y quiero cerrar el episodio de hoy leyendo el testimonio de una de nuestras colaboradoras mensuales. Ella nos dijo:
«Escribo para comentarles que hace un tiempo me inscribí para ser una colaboradora mensual de este ministerio, ya que he sido muy edificada con sus recursos y mensajes llenos de sabiduría y Palabra de Dios. Descubrí este ministerio durante la pandemia y he tratado de escuchar las enseñanzas fielmente, especialmente el pódcast «Arraigadas», todos los viernes y también el pódcast «Que amen a sus hijos».
¡También asumí el compromiso de reenviar el Reto de Mujer Verdadera 365 al grupo de mujeres de mi iglesia cada día! (después de haber intentado leerla en 2 años anteriores, pero sin éxito). ¡Ha sido una gran bendición y disciplina para mi vida el poder leer todos los días la Biblia! Dios nos ayude y podamos ser transformadas por Su Palabra. Gracias por su tiempo y dedicación. ¡Dios las recompensará grandemente!».
Amén. Nosotros no podríamos estar más felices con lo que Dios ha estado haciendo en estos días a través de los diferentes alcances de Aviva Nuestros Corazones. Hemos visto vidas transformadas, mujeres experimentando libertad, plenitud y abundancia en Cristo en múltiples países alrededor del mundo, mientras enviamos este mensaje a través de diferentes medios día tras día.
Si este ministerio te ha bendecido y ha sido de aliento en tu caminar con el Señor, si te ha animado y fortalecido, ¿considerarías unirte al grupo de personas que donan para el ministerio, mientras continuamos alcanzando a mujeres en necesidad alrededor del mundo? Tus oraciones y apoyo financiero hacen la diferencia en la vida de muchas mujeres.
Llamándote a libertad, plenitud y abundancia en Cristo, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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