La verdad sobre los medios de comunicación
Mónica: Una joven reflexiona sobre los medios de comunicación creados para su generación.
Adolescente 1: Creo que hay una percepción artificial del amor que se da en esas películas y en los libros. Es muy engañoso porque las relaciones reales no son así. En las películas, el amor tiene que ver con lo físico o solo con las emociones que despierta nuestro «corazón de niña». Es como: «Aww, él cantó una canción. Aww, él escribió una carta. Aww, él fue tras ella». Eso no es necesariamente amor.
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, coautora de «Mentiras que las Jóvenes Creen», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 5 de agosto de 2024.
Mónica: Sabes, no fue hace tanto tiempo que para un padre controlar el uso de los medios de comunicación significaba: «Tengo que restringir la cantidad de televisión que mi hijo …
Mónica: Una joven reflexiona sobre los medios de comunicación creados para su generación.
Adolescente 1: Creo que hay una percepción artificial del amor que se da en esas películas y en los libros. Es muy engañoso porque las relaciones reales no son así. En las películas, el amor tiene que ver con lo físico o solo con las emociones que despierta nuestro «corazón de niña». Es como: «Aww, él cantó una canción. Aww, él escribió una carta. Aww, él fue tras ella». Eso no es necesariamente amor.
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, coautora de «Mentiras que las Jóvenes Creen», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 5 de agosto de 2024.
Mónica: Sabes, no fue hace tanto tiempo que para un padre controlar el uso de los medios de comunicación significaba: «Tengo que restringir la cantidad de televisión que mi hijo ve». Hoy en día, el panorama de los medios de comunicación cambia más rápido de lo que cualquiera de nosotras puede seguir el ritmo.
Se mueve desde la sala de estar, a la computadora portátil, al teléfono u otro dispositivo conectado a Internet. Sería fácil suponer que los jóvenes de hoy en día generalmente no tienen idea de los valores que les transmiten los medios de comunicación. «No exactamente», dice Dannah Gresh.
Dannah Gresh: Lo aterrador es que ven el peligro, pero no están convencidos de que necesiten hacer algo al respecto. Una de nuestras principales mentiras en el área de los medios de comunicación era que los beneficios del uso constante de los medios superan el daño.
Casi el cien por ciento de las chicas, el 98% de ellas, dijo: «Sí, estoy tomando algunas decisiones con los medios de comunicación que claramente no son buenas para mi vida espiritual. Afectan mi relación con Dios. Afectan mi relación con mi familia y otras personas, pero creo que los beneficios superan el daño».
Nancy DeMoss Wolgemuth: Puede que no estén tan conscientes como para tomar una decisión al respecto, porque, después de todo, es algo que está en todas partes, y todos lo están haciendo, y todos están conectados.
A menudo, con el pecado o con las decisiones necias, no cosechas las consecuencias en el mismo momento, sino que sientes que puedes seguir sembrando esas semillas de manera segura. Cuando tienes catorce años no piensas realmente como alguien de cuarenta y cuatro, y tampoco en algunas de las consecuencias a largo plazo, por eso Proverbios hace un llamado a los jóvenes para que sean sabios y para que piensen en el futuro, para que piensen en las implicaciones de sus elecciones a largo plazo.
Voz de hombre:
«El temor del Señor es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre, porque son guirnalda de gracia para tu cabeza y collares para tu cuello» (Prov. 1:7-9).
Nancy: Ahí es donde intentamos llevarlas con este libro, a razonar con ellas y decirles que esto puede no estar dando evidencias visibles, en este momento, de estar destruyendo sus vidas, pero ¿son buenas semillas las que están sembrando?
Voz de hombre:
«La sabiduría clama en la calle, en las plazas alza su voz; clama en las esquinas de las calles concurridas; a la entrada de las puertas de la ciudad pronuncia sus discursos: “¿Hasta cuándo, oh simples, amarán la simpleza y los burladores se deleitarán en hacer burla, y los necios aborrecerán el conocimiento? Vuélvanse a mi reprensión, y derramaré mi espíritu sobre ustedes; les haré conocer mis palabras”» (Prov. 1:20-23).
Mónica: Por supuesto, cualquier discusión sobre los medios de comunicación y los jóvenes de hoy tienen que incluir las redes sociales. Dannah dice que en los años transcurridos desde que Mentiras que las Jóvenes Creen salió por primera vez. . .
Dannah: Hace años atrás, en Estados Unidos se inauguró el Centro de Adicción a las Redes Sociales. Eso no es algo que teníamos en otro entonces. Otra gran diferencia es que tenemos un nuevo término. De hecho, está en el diccionario: FOMO. Significa «miedo a perderse de algo».
La investigación demuestra que los adolescentes con más probabilidades de usar las redes sociales también son propensos a tener características psicológicas de ansiedad, que realmente es FOMO. Ven a sus amigos haciendo cosas en las redes sociales y realmente temen que sus vidas no estén a la altura, que no signifiquen nada.
Debes tener en cuenta que cuando el libro «Mentiras que las Jóvenes Creen» se lanzó, las adolescentes usaban el correo electrónico. Pero ahora esa es una forma antigua de tecnología para ellas. Pienso que lo más sorprendente y diferente es que las estadísticas nos dicen que las adolescentes pasan nueve horas al día en las redes sociales, o en algún tipo de pantalla, comunicándose con amigos.
Voz de hombre:
«Porque el desvío de los simples los matará, y la complacencia de los necios los destruirá; pero el que me escucha vivirá seguro y descansará, sin temor al mal» (Prov. 1:32-33).
Dannah: Creo que una de las mayores preocupaciones que tengo es cómo las redes sociales crean mayores problemas de imagen corporal y mentiras sobre la belleza. Esa es una esfera realmente peligrosa. Las chicas usan filtros de iluminación para borrar sus imperfecciones y luego usan programas simples como Photoshop para presentarse de una forma que, llamémoslo así, es una mentira. Pues eso no es lo que realmente son.
Los medios siempre han sido el factor principal en los problemas de imagen corporal y los trastornos alimenticios. Hace quince años, los medios de comunicación se limitaban a revistas, nuevos sitios web de moda, cultura de celebridades, televisión, películas.
Las chicas se comparaban con los famosos. Ahora se comparan con las chicas con las que van al colegio o con las que van a la iglesia. Ese mismo factor de ser filtradas y perfeccionadas sigue vigente.
Una de las manifestaciones de esto, es un aumento en los trastornos alimenticios que vemos desde que escribimos Mentiras que las Jóvenes Creen. Es mucho más común de lo que solía ser. Así que esa es solo una forma medible en que podemos ver cómo las redes sociales han impactado a las chicas. Les ha alimentado con mentiras que son muy, muy peligrosas.
Voz de hombre:
«Hijo mío, si recibes mis palabras y atesoras mis mandamientos dentro de ti…Entonces discernirás justicia y juicio, equidad y todo buen sendero. . .la discreción velará sobre ti, el entendimiento te protegerá, para librarte de la senda del mal, del hombre que habla cosas perversas» (Prov. 2:1, 9, 11-12).
Mónica: Dannah dice que hay muchas maneras útiles en que los medios de comunicación y la tecnología pueden ser utilizados.
Dannah: Las redes sociales tienen muchos usos, ¿verdad? Podemos comunicarnos mejor entre nosotros. Podemos hacer nuestro trabajo de forma remota. Recuerdo que a principios de los 90 yo era diseñadora. Me sentaba en mi computadora, y estábamos muy emocionados de poder enviar archivos de diseño a través de Internet. Nos sentábamos allí y esperábamos. En la pantalla decía: «Periodo de espera para el envío… una hora». Simplemente esperaba, por así decirlo, la «respuesta» de mi computadora, muy emocionada. Pero ahora, podemos enviar cosas instantáneamente.
Hay buenos usos. Incluso el evangelio se comparte en Internet. Hay muchas personas que están aisladas y no pueden salir a la iglesia por una u otra razón, pero pueden tener una comunidad de fe a través de Internet, a través de las redes sociales. Las redes sociales no son el problema, sino la forma en que las usamos. Las redes sociales son una herramienta neutral.
Una de las cosas que creo que es realmente importante que los padres hagan, es enseñarles a sus hijas a utilizar las redes sociales de manera saludable. Cuando le des a tu hija un teléfono celular, no se lo des y esperes que descubra cómo funciona.
Piensa en cómo le enseñas a conducir un carro. No le das las llaves y le dices: «Que te vaya bien». La preparas; le enseñas a leer los indicadores. Le enseñas cuándo es seguro conducir y cuándo no lo es. Haz lo mismo con las redes sociales. Trátalo de la misma manera, porque hay muchos riesgos. Hay pornografía, trastornos alimenticios que generan mucha ansiedad y comparación.
Y no solo eso, sino que estamos viendo que algunas adolescentes, cuando escuchan ese sonido de su teléfono, les avisa que acaban de recibir un mensaje de texto, un «like» o una aprobación, su química cerebral está siendo alterada por eso. No es saludable para ninguna de nosotras, a cualquier edad, estar en las redes sociales todo el día. Así que enséñale límites a tu hija. Enséñale a tu hija dónde puede entrar y dónde no.
Si vas a permitir que tu hija esté en las redes sociales es realmente importante comenzar en un medio donde tú también estás presente. Así podrás ver cómo está interactuando. Siéntate con ella y conversa sobre eso.
Voz de hombre:
«La discreción te librará de la mujer extraña, de la desconocida que lisonjea con sus palabras, la cual deja al compañero de su juventud, y olvida el pacto de su Dios; porque su casa se inclina hacia la muerte, y sus senderos hacia los muertos. Todos los que van a ella, no vuelven, ni alcanzan las sendas de la vida» (Prov. 2:16-19).
Nancy: Hay algunas ventajas y formas en que las redes sociales pueden usarse para cultivar relaciones y para el crecimiento personal y espiritual. Y, créeme, quieres aprovechar esas ventajas. Nuestra invitación en este libro es que seas intencional sobre tus elecciones de los medios de comunicación.
En primer lugar, conoce cómo te está afectado. No escondas la cabeza en la arena y finjas que no te está haciendo nada, porque sí te está afectando. Decir que no nos afecta es algo que nuestra generación decía cuando éramos adolescentes. Pero nos afectó. Y lo repito, ten en cuenta cómo te afecta.
Dannah: Recuerdo que al principio del mundo de las redes sociales, cuando MySpace todavía existía, una de mis hijas pensó que sería muy divertido posar con una pistola de agua. Eso no se vio bien en el mundo de las redes sociales. Me di cuenta enseguida y le dije: «Sé que solo estás siendo graciosa, pero esa no es una buena elección. Eliminemos esa foto». En pequeñas cosas como estas debes aprovechar para entrenarla y educarla.
Mamá 1: Mi hija tiene catorce años y creo que es anoréxica. Se ve más y más delgada todos los días. Estoy preocupada, pero no sé por dónde empezar.
Dannah: Si crees que tu hija está luchando con un trastorno alimenticio o problemas corporales, recomiendo que visites un médico lo más pronto posible. Un médico puede descubrir que tu hija no está comiendo bien, que tiene una alimentación desordenada, pero no necesariamente es un trastorno alimenticio. Tal vez tu hija esté luchando con la comparación o la ansiedad por su aspecto físico o sufre alguna depresión clínica. Tal vez su cerebro no está funcionando como debería.
Una de las cosas que realmente me preocupan de las redes sociales y de todo el tiempo que las chicas pasan en sus teléfonos es que está cambiando la forma en que funciona su química cerebral. Eso es realmente peligroso. Esa es una de las áreas en las que se muestran los daños.
Así que yo comenzaría por ir al médico. Él podría decir que no hay un trastorno alimenticio, pero sí hay otras preocupaciones emocionales con las que tu hija necesita obtener ayuda. Entonces, obviamente, puedes traer e intervenir, con la verdad de Dios.
Me encanta que tengamos expertos médicos que nos puedan ayudar con nuestras hijas mientras las criamos. Me encanta que tengamos consejeros cristianos que nos puedan ayudar con nuestras hijas. Pero nunca he visto que algo funcione, o vuelva a funcionar correctamente si primero no rompemos esas mentiras y las reemplazamos con la verdad de Dios.
He visto chicas en consejería durante tres, cuatro, cinco, seis, siete años: buena consejería, buena atención médica. Pasamos varias sesiones con ellos analizando cuáles son las mentiras de raíz y por qué creen esas mentiras. Lo que hay debajo de eso las hace propensas a creer: «No soy hermosa. No soy lo suficientemente delgada».
Una de las encuestas de Harvard arrojó que dos tercios de las chicas con bajo peso pensaban que eran gordas. Esas son chicas con bajo peso. No son gordas. Pero se están comparando con las redes sociales y creen esa gran mentira.
Aquí está la parte importante, cuando rompes esa mentira, dejas un vacío en el espíritu de esa chica. Si no la reemplazas con la verdad, una mentira volverá a crecer y puede ser peor que antes. Es muy importante ir a la Palabra de Dios y descubrir qué verdades específicas necesita esa chica para poder vivir una victoria a largo plazo sobre eso.
Y como dije, he visto chicas en consejería durante tres, cuatro, cinco años, sin progresos significativos. Las mantenemos a salvo, vivas y saludables. Pero su mente no está superando totalmente las mentiras. Ellas necesitan la verdad de Dios. Eso es primordial.
Voz de hombre:
«Hijo mío, hija mía, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos, porque largura de días y años de vida, y paz te añadirán» (Prov. 3:1-2).
Mamá 2: Educamos a nuestros hijos en casa. Una parte de mí desea poder aislarlos completamente del mundo y vivir como ermitaños: sin televisión, sin teléfonos celulares, sin Internet, ni siquiera viajes a la biblioteca. Pero eso no solo es imposible, sino que no creo que sea correcto. Entonces, ¿cómo puedo entrenar a mis hijos para que consuman los medios de comunicación con criterio y al mismo tiempo protegerlos de la basura que hay?
Dannah: Wow, estoy muy agradecida por cómo acabas de formular esa pregunta. Creo que es fácil para nosotras creer la mentira de que si escogemos la educación en el hogar o la educación cristiana, estamos aislando a nuestros hijos y protegiéndolos del mundo. Es una gran mentira que, como madres, a menudo creemos y que por cierto es muy peligrosa.
He tenido a mis propios hijos en educación en casa, en la escuela privada cristiana y en la escuela pública. No estoy en contra de ningún tipo de escuela. Sé que hay buenas razones por las que muchos padres pueden elegir cualquiera de esas opciones.
Pero al mismo tiempo, me doy cuenta de que cuando corría en el círculo de la educación en casa y la escuela cristiana, muchas veces, como madre, creí la mentira de que mis hijos podían estar muchísimo más protegidos y libres de la tentación.
La forma en que acabas de decir eso me permite ver tu humildad. Comprendes los riesgos que corre tu hijo.
Tengo que decir esto, y ni siquiera sé si debería, pero creo que resume mi preocupación por el exceso de protección. Cuando volvimos a lanzar «Mentiras que las Jóvenes Creen» y «Mentiras que las Mujeres Creen», yo estaba en mi estudio escribiendo «Mentiras que las niñas creen».
Fui muy intencional en investigar mucho mientras escribía ese libro. «Mentiras que las niñas creen» el cual también viene con una Guía para mamás. Así que me estuve comunicando con las mamás durante unos dos o tres años: grupos de discusión. Mientras escribía un capítulo, formaba un grupo y les pedía que hicieran un seguimiento de las preguntas para asegurarme de que estaba cubriendo lo necesario.
Para un evento en particular, quise asegurarme de tener madres con niñas en la escuela pública, niñas en la escuela cristiana y niñas estudiando en casa. Había una madre de las que educan en casa a quien vi en un evento público y le dije: «Hola, ¿vienes a mi evento?».
Ella dijo: «Oh, no. Mi hija no cree en ninguna mentira. Es por eso que estudiamos en casa, porque no está expuesta a esas cosas».
Yo quise sonar una alarma, gritar y advertirle, porque pensar así es probablemente lo más peligroso que podemos hacer por nuestras hijas. No hay nada que podamos hacer para protegerlas del mundo y del enemigo. Si eso fuera cierto, no creo que Adán y Eva hubieran pecado en el Jardín del Edén. No tenían tantas tentaciones, ni tantos medios de comunicación, ni tantos peligros como los que afrontan nuestras hijas hoy en día.
Así que me encanta cómo has formulado esa pregunta con humildad y también siendo consciente de que realmente no podemos protegerlas del todo.
Bob y yo tenemos una filosofía de crianza, aunque no es propia, que dice: enseñamos a nuestros hijos a ser mineros, no monjes.
Un minero entra en una cueva y hay mucho carbón, cosas desagradables y feas allí abajo. Pero él está buscando gemas doradas. Va a tener cuidado de sacar esas cosas de valor. Y esas cosas de valor son las que él o ella sacará de la mina.
Ahora, un monje se va a esconder en la cueva. Se va a esconder de todo en la cueva porque piensa que allí está a salvo, ya que no está expuesto a cosas aterradoras.
Les enseñamos a nuestros hijos que los libros son buenos, pero que también pueden ser malos. Así que, seamos mineros. Decidamos cuáles de estos libros son los tesoros, las gemas doradas. Películas, música, es lo mismo. Ahora, ¿eso es siempre fácil para nuestros hijos? No.
Recuerdo una vez en particular que una de mis adolescentes estaba obsesionada con una película en el cine que realmente no creíamos que fuera oro. Pensamos que no queríamos que nuestra hija viera esa película. Al mismo tiempo, todas sus amigas estaban viendo esa película. Y fue una película con restricción PG (Guía paternal sugerida). No era horrible, horrible. Simplemente no nos gustó parte de la filosofía que tenía.
Ella tenía dieciséis años en ese momento. Entonces le dije: «¿Sabes qué? Vamos a ver esa película juntas, y vamos a hablar de esa película». La llevé a ver la película, y luego comimos un helado juntas. Le dije: «¿Qué te pareció?».
Ella me respondió: «Eso fue realmente tonto. Lamento no haber escuchado tu consejo. Creo que este no fue un punto de vista saludable y por eso no volvería a verla. Conversaré mañana con mis amigas sobre por qué están tan obsesionadas con eso».
Fue realmente un momento de orgullo para mí. Habíamos trabajado con nuestros hijos cuando tenían ocho, nueve, diez, once, doce años, sin decirles que no a nada sin que tuvieran que hacer su propia investigación para convertirse en mineros. Diríamos: «¿Por qué no buscas en internet algunos comentarios sobre esa película para ver cuáles son las reseñas de esa película o ese álbum?»
Luego que lo hicieron, nos sentábamos a discutirlo para ayudarlos a tomar sus propias decisiones, en lugar de simplemente crear muchos límites para ellos. Los estábamos ayudando a tomar decisiones sabias. Como padres, nuestra meta era que ellos fueran mineros, no monjes.
Voz de hombre:
«Bienaventurado el hombre que halla sabiduría, y el que hombre que adquiere entendimiento, porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades mejor que el oro fino. Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella» (Prov. 3:13-15).
Mónica: Nancy brinda aliento a las jóvenes con Filipenses capítulo 4, versículo 8. Allí nos dice en qué tipo de cosas debemos permitirnos pensar.
Nancy: Esa es una excelente lista de verificación, si quieres una lista. Dice: «Lo que sea verdad, lo que sea honorable, lo que sea justo, lo que sea puro, lo que sea encantador, lo que sea encomiable, si hay alguna excelencia, si hay algo digno de elogio, piensa en estas cosas». Es sabiduría espiritual, pero también es sentido común.
Dicen que eres lo que comes y, en gran medida, creo que eso es cierto. Básicamente, en nuestras almas y nuestros espíritus, somos lo que asimilamos, lo que pensamos, lo que vemos.
Por lo tanto, hemos proporcionado una lista de preguntas en uno de los capítulos para las chicas, pidiéndoles que se hagan este tipo de preguntas:
- ¿Te avergonzaría verlo con Cristo?
- ¿Crea conflicto entre tú y tus padres?
- ¿Es algo que tienes que esconder?
- ¿Te hace aislarte de los miembros de la familia o amigos?
- ¿Te hace descuidar otras responsabilidades?
- ¿Eres adicta?
Todas dicen: «No, no soy adicta». Lo que quiero sugerirte es esto, para saber si eres adicta. Prescinde de eso durante treinta días, y si no puedes, eres adicta. Tengo que volver y examinar mi propio corazón como alguien que está tratando de influir en estas jóvenes y decir ¿dónde están mis adicciones? ¿Cuáles son las cosas que estoy justificando, excusando y tolerando, que pueden no ser abiertamente malas, pero que no están a la altura del estándar de las Escrituras?
Ahí es donde debemos estar dispuestas a ser humildes, honestas, y decir: «Sabes que no eres solo tú». Pero el hecho es que, nosotras también tenemos nuestros problemas, así que antes de que recomendemos este libro a nuestras hijas, debemos decir: «Señor, ¿qué Tú quieres decir a nuestra generación y dónde debemos arrepentirnos de nuestras propias decisiones respecto a los medios de comunicación, y nuestro egoísmo y tolerancia de las cosas que no son saludables? No podemos esperar una respuesta de estas jóvenes que supere nuestra propia voluntad de buscar la santidad nosotras mismas.
Mónica: Esa fue Nancy DeMoss Wolgemuth. Hace un tiempo, ella y Dannah Gresh lanzaron una versión actualizada de su libro: Mentiras que las jóvenes creen y la verdad que las hace libres. En él, abordan las mentiras que las jóvenes son tentadas a creer sobre el uso de los medios de comunicación y, lo que es más importante, le muestran la verdad para contrarrestar esas mentiras.
Espero que identifiques a algunas jóvenes en tu vida que se beneficiarían de este libro, regálale una copia y léanlo juntas. Puedes obtener el libro y la guía de estudio visitando nuestra página AvivaNuestrosCorazones.com.
Uno de los temas más importantes en este libro son las mentiras que las jóvenes creen sobre las relaciones sexuales. Estamos bombardeadas con formas de pensar defectuosas en esa área. Pero afortunadamente, la Palabra de Dios también tiene mucho que decir a las jóvenes sobre estas cosas. Dannah Gresh y Nancy DeMoss Wolgemuth hablarán sobre eso en el próximo episodio. Por favor regresa a Aviva Nuestros Corazones.
Dannah: Ayudándote a descubrir y abrazar las verdades de la Palabra de Dios, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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