La verdad de Dios contrarresta las mentiras
Mónica: Dannah Gresh dice que toda mujer joven necesita luchar contra las mentiras...
Dannah Gresh:
«Debería estar deprimida».
«Debería tener miedo».
«Debería sentir que nadie me quiere».
«Debería sentir que si la gente realmente supiera quién soy, me rechazaría».
«Debería sentirme como una hipócrita».
Mónica:. . . con la verdad de la Palabra de Dios.
Dannah: Cuando Dios me rescató, las mentiras que se habían arraigado profundamente en mi vida cuando era joven, Dios comenzó a deshacerlas una por una.
Joven: «De modo que si alguno está en Cristo, [ella] nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas» (2 Cor. 5:17).
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, coautora de «Mentiras que las Jóvenes Creen», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 1 de agosto de 2024.
Mónica: Escuchamos un torbellino de voces a nuestro alrededor todo …
Mónica: Dannah Gresh dice que toda mujer joven necesita luchar contra las mentiras...
Dannah Gresh:
«Debería estar deprimida».
«Debería tener miedo».
«Debería sentir que nadie me quiere».
«Debería sentir que si la gente realmente supiera quién soy, me rechazaría».
«Debería sentirme como una hipócrita».
Mónica:. . . con la verdad de la Palabra de Dios.
Dannah: Cuando Dios me rescató, las mentiras que se habían arraigado profundamente en mi vida cuando era joven, Dios comenzó a deshacerlas una por una.
Joven: «De modo que si alguno está en Cristo, [ella] nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas» (2 Cor. 5:17).
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, coautora de «Mentiras que las Jóvenes Creen», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 1 de agosto de 2024.
Mónica: Escuchamos un torbellino de voces a nuestro alrededor todo el tiempo. ¿Cómo sabes cuáles mensajes son confiables y cuáles mensajes son falsos?
Nos enfocaremos en esa pregunta esta semana aquí, en Aviva Nuestros Corazones.Veremos que los mensajes confiables y falsos compiten entre sí afectando a las mujeres jóvenes.
Hoy y durante los próximos días Nancy DeMoss Wolgemuth y Dannah Gresh ayudarán a las jóvenes y a sus mamás a reconocer las mentiras y a aferrarse a la verdad. Primero tendremos un vistazo general. ¿Por qué es tan importante evitar escuchar mentiras? ¿Cómo podemos saber que estamos construyendo nuestras vidas sobre la verdad? Para empezar, Nancy habla acerca de por qué es tan importante amar la verdad. Aquí está Nancy.
Nancy DeMoss Wolgemuth: La verdad es lo que nos da una base y un fundamento para vivir.
Es la verdad, dijo Cristo, lo que te hace libre. Cristo es la verdad, así que una mentira es cualquier cosa que nos aleja de la verdad, que nos desvía, que nos engaña. Las mentiras, por su naturaleza, son engañosas.
Recuerda los primeros capítulos del libro de Génesis; vemos que Dios hace a la mujer para el hombre, Él los une y los coloca en un ambiente hermoso y perfecto. Luego entramos en el capítulo tres de Génesis y, de repente, nos encontramos con un enorme cataclismo.
La serpiente entra en la escena, y ¿qué hace? Aleja a la mujer de la verdad. En ese momento ella tiene la opción de seguir la verdad tal como Dios la ha dado o seguir algo que contrarresta la verdad.
Ella cree la mentira, muerde el fruto, piensa que eso la hará feliz y exitosa y que será como Dios…y entonces descubre que al morder la boca se le llenó de gusanos.
¡Qué imagen de la raza humana y de la vida desde ese momento! Sé que cuando dejo que mi mente y mis emociones vayan a lugares que no son consistentes con la Palabra de Dios, termino con la boca llena de gusanos.
Dannah: Hablemos de las mentiras acerca de los chicos. . .
Mónica: Aquí está Dannah Gresh, coautora de «Mentiras que las jóvenes creen».
Dannah ha dirigido los talleres de jóvenes en múltiples ocasiones en las conferencias de True Woman.
Dannah: No me di cuenta de las mentiras en mi vida hasta que Dios empezó a rescatarme con la verdad, por lo que me fui alejando de la destrucción de esas mentiras. Nancy nos acaba de hablar acerca del Jardín del Edén.
Y pienso, si Cristo es la vida, si Él es la verdad, Él dice: «Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia». Vemos eso en el Jardín antes de la caída y después de la caída vemos las consecuencias. Así que, cuando estamos sumidas en las consecuencias, lejos de la verdad de Cristo, pensamos que es normal sentir que «debería estar deprimida. Debería sentir miedo. Debería sentir que nadie me quiere. Debería sentir que si la gente realmente supiera quién soy, me rechazarían. Debería sentirme como una hipócrita».
Luego, cuando Dios comienza a rescatarme, esto pasó conmigo cuando estaba probablemente entre los veinte y los veintiséis años, aquellas mentiras que se habían arraigado profundamente en mí cuando era joven, Dios empezó a deshacerlas una por una.
Mi mamá y mi esposo lo describieron como si hubiera conocido a Cristo por primera vez. Fue como volver a nacer.
Y una de las mentiras más grandes para mí era: «Si la gente supiera de mi pecado, si conocieran mi pasado, pensarían que soy una hipócrita. Me rechazarían». Eso era la antítesis de la verdad, porque el rescate de Cristo en mi vida es lo que me ha equipado para servirle.
Mónica: Escucharemos más acerca de la historia de Dannah en unos minutos. Ella ha estado hablando sobre algunas de las mentiras que le afectaron como mujer joven. Y esas mentiras no solo provienen del mundo externo. A veces nos decimos mentiras a nosotras mismas. Aquí está Nancy DeMoss Wolgemuth.
Nancy: Las emociones son muy, muy poderosas. Tienes a toda la cultura gritándote en todo tipo de publicidad y entretenimiento. Y tus padres, en muchas ocasiones, han creído esas mentiras. Estás siendo bombardeada por, supuestos amigos, a través de los medios de comunicación, el entretenimiento, tus profesores. . .
Dannah: ¡Y no olvidemos las hormonas!
Nancy: ¡Ellas también te están gritando! A menudo digo: «La percepción es la mitad de la realidad». Tendemos a pensar que si uno siente que es verdad, entonces es verdad.
Dannah: 2 Corintios 10:5 nos dice: «. . .destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo».
Quiero preguntarte lo siguiente: ¿Llevas tus pensamientos cautivos a Cristo o ellos te están llevando cautiva?
Me refiero a cuando estás acostada en tu cama en la noche y empiezas a pensar en todo lo negativo: «Nadie me quiere. Nadie quiere ser mi amiga. Estoy sola. No tengo a nadie con quien conversar el día de mañana». Esos pensamientos pueden abrumarte por la noche.
Y te miras en el espejo y no notas las cosas buenas de tu rostro, sino que ves más cada pequeño defecto. Esos son tus pensamientos llevándote cautiva.
O quizás piensas: «Todas mis amigas tienen novio, pero yo nunca lo tendré». Esos son tus pensamientos llevándote cautiva.
Miedo, ansiedad, vergüenza, odio a ti misma… esos son tus pensamientos llevándote cautiva.
Dios no quiere que tus pensamientos te lleven cautiva, sino que quiere que tú los lleves cautivos a Cristo.
Mónica: Dannah Gresh dice que reconocer y contrarrestar las mentiras va más allá de conocer la información correcta.
Dannah: Cuando te escondes en el Jardín con hojas de higuera, es imposible creer otra cosa que no sea: «Si Dios me encuentra, estaré arruinada. Si mis padres descubren dónde estoy ahora, estaré arruinada. Si las personas más cercanas a mí ven lo que acabo de hacer, todo terminará para mí».
Eso es todo lo que puedes creer en ese momento. Es por eso que debes volver a recordar cuál es la verdad, la información correcta. Y es un proceso, porque no es algo que puedas hacer por ti misma.
Dios persiguió a Adán y a Eva cuando ellos estaban creyendo aquellas mentiras, después de experimentar las consecuencias de haber creído la primera mentira. Dios fue tras ellos, y eso es lo que necesitamos hacer con las mujeres jóvenes y las mujeres de hoy. Necesitamos correr tras ellas con la verdad de Dios.
Nancy: Además, el Espíritu de Dios es quien enciende la luz en nuestras vidas. Yo crecí en un hogar cristiano, en una escuela cristiana, y en iglesias que predicaban la Palabra y estaban saturadas de la verdad, por lo que estoy, y estaré, eternamente agradecida. Pero hay una gran diferencia entre comprender la verdad intelectualmente y aferrarse a la verdad con todo tu ser.
Puedes saber en tu cabeza lo que es verdad, pero tus emociones, tus hormonas, tu cultura y tus sentimientos no pueden aferrarse a lo que sabes intelectualmente hasta que el Espíritu de Dios y Su gracia lo hacen real para ti.
Y eso es lo que tratamos de hacer. Lo que tengo que hacer en mi propia vida es correr a Cristo, porque la verdad no es solo un conjunto de principios. No es solo un conjunto de dogmas. No es solo un credo.
Es más que eso, antes de eso está Cristo. A medida que Cristo se convierte en mi vida, entonces la verdad se hace real para mí, y puedo, con mi corazón, aferrarme a la verdad, oponiéndome a mis emociones.
Pienso que muchos de nuestros jóvenes rechazan la verdad porque todo lo que han visto es el dogma, pero no se han encontrado con Cristo; y, tristemente, quizás no han conocido a muchos adultos a quienes puedan ver y de quienes puedan decir: «Esta persona conoce realmente a Cristo de un modo que me hace querer confiar en Cristo».
Mónica: En una ocasión, Cristo dijo a unos hipócritas sobre la verdadera fuente de la mentira:
«Ustedes son de su padre el diablo… Él fue un asesino desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira» (Juan 8:44).
Así que no debe sorprendernos cuando nuestra búsqueda por la verdad resulta en mayores ataques del enemigo. Aquí están Nancy y Dannah para continuar con la conversación.
Dannah: A menudo, cuando nos dirigimos a encontrar la verdad, Satanás nos dirá esas mentiras aun más fuerte porque ve que estamos en camino hacia la libertad y hacia la victoria.
Entonces es cuando se pone realmente feo. Tal vez estás entendiendo la verdad, estás empezando a leer tu Biblia.
Un recuerdo que tengo de cuando fui una joven universitaria, es que creí no tener ningún valor porque no tenía la piel de Cindy Crawford. Ni siquiera estoy segura si Cindy Crawford tiene la piel clara. Pero recuerdo que como joven pensé: No es solo que no soy bonita, es que no valgo nada. No puedo aportar nada al mundo porque no me veo como Cindy Crawford.
Bueno, lo que empecé a hacer en la universidad fue darme cuenta de que Dios no quiere unos insignificantes cinco minutos al día para que yo haga una lista de cosas que hacer para Él. Dios quiere ser mi Amigo.
Él quiere que yo abra la Palabra y diga: «Señor, ¿cómo quieres que viva hoy? ¿Quién soy? ¿Cuál es mi propósito en la clase de Psicología en la Universidad de Cedarville? ¿Qué hago aquí?»
A medida que comencé a pasar diez y veinte y treinta minutos y luego una hora con el Señor, no sé cuándo sucedió, pero comencé a mirarme en el espejo.
Nancy: Lo cual habías estado evitando.
Dannah: No me había visto en el espejo probablemente desde que estaba en sexto grado.
Odiaba tanto lo que Dios había creado para esos años de secundaria y preparatoria que no me podía ver en el espejo. Pero cuando empecé a encontrar diariamente la verdad en la Palabra de Dios, de pronto me estaba mirando en el espejo.
Y no es que estaba diciendo: «¡Wow, qué belleza!» Pero tampoco estaba diciendo: «Wow, ¡qué gusano! Eres desagradable. No vales nada».
La verdad estaba transformando cada área de mi mente, aquellas áreas que conscientemente estaba trayendo ante Dios y aquellas que ni siquiera sabía que necesitaban ser tratadas.
Joven:
«El Señor tu Dios está en medio de ti, Guerrero victorioso; se gozará en ti con alegría, en Su amor guardará silencio, Se regocijará por ti con cantos de júbilo» (Sofonías 3:17).
«Sean de espíritu sobrio, estén alerta. Su adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quién devorar» (1 Pedro 5:8).
Nancy: Creo que es importante darse cuenta de que Satanás tiene una agenda y es intencional en llevarla a cabo.
En realidad, no creo que seamos el objeto de sus esfuerzos. Él odia a Dios.
Es un rebelde. Sabe que está condenado, pero caerá luchando contra Dios. Odia a Dios. Así que, ¿qué hace? Va tras la niña de los ojos de Dios: los seres humanos. Sabe que si puede derribar a los que han sido creados a imagen de Dios, a los que Dios ama, entonces le habrá dado un golpe a Dios.
Sin embargo, esta es la verdad: Dios no nos ha dejado solas al lidiar con Satanás ni para que luchemos contra él. Estamos en una batalla y tenemos que darnos cuenta de ello. Debemos estar atentas, estar alertas a sus artimañas, sus estrategias, y su engaño. Debemos vestirnos con la verdad, porque en última instancia, Dios es el que lucha contra él.
Y me ayuda mucho en mis propias batallas recordar que esta no es una batalla perdida, sino que Cristo en mí es victorioso, y al final Él será victorioso sobre toda mentira y toda forma de engaño. Satanás no puede ganar, y él no puede ganar terreno en mi vida a menos que yo se lo dé alimentando su engaño.
Mónica: Según Nancy DeMoss Wolgemuth, a menudo no pensamos (y la mayoría de nuestras hijas adolescentes no piensan) en cómo nuestro pecado en realidad nos hace aliadas de Satanás y sus caminos.
Nancy: Eso es exactamente lo que hicieron Adán y Eva. Ellos cumplieron el propósito de Satanás.
Dios es el soberano supremo de todo el universo. Él les había declarado ser eso, pero Adán y Eva en esencia dijeron: «Nos oponemos a Ti junto a esta serpiente».
Y eso es lo mismo que nosotras hacemos. No es que estemos pensando conscientemente: Oh, Satanás, te amo y te adoro.
La mayoría de las personas con las que convivo no son adoradores de Satanás conscientemente. Pero cuando escojo, por ejemplo, el camino de la amargura en vez del camino del perdón, aun cuando sea solo en mi mente, no estoy tomando venganza, pero sí estoy alimentando esos sentimientos de amargura. Y cuando lo hago, me estoy poniendo del lado de Satanás en contra de Dios, y estoy alimentando su engaño en mi vida.
En última instancia, lo que pensamos en nuestros corazones, así somos; aquello en lo que ocupamos nuestra mente y en lo que meditamos, es en lo que empezamos a creer. Y lo que creemos se refleja finalmente en la forma como vivimos.
Cuando actúo basándome en las cosas que no son verdad, termino esclavizándome a ellas yterminamos en adicciones, hábitos, patrones, y estructuras en nuestras vidas y en nuestras relaciones, algunas de ellas que comenzaron cuando éramos muy jóvenes.
Empezamos a sentirnos indefensas, sin esperanza y atrapadas. Pienso que es ahí donde viven muchas mujeres cristianas la mayor parte de sus vidas, sintiéndose atrapadas.
Y es ahí donde queremos regresar y decir: «Bien, ¿dónde empezó esto? ¿Cuál fue el origen de esto? ¿Cuáles son los patrones pecaminosos, los comportamientos no bíblicos o no santos? ¿De dónde vienen? ¿Qué elegí creer que no era verdad y cómo construí una estructura en mi vida basada en el engaño y no en la verdad?».
Es un proceso difícil que requiere mucho esfuerzo. Pienso que a veces preferimos revolcarnos en nuestra esclavitud que pasar por todo ese esfuerzo.
Dannah: Sí, eso parece mucho más fácil.
Nancy, mencionaste que mientras trabajábamos en este libro para chicas adolescentes, estabas recibiendo cartas de mujeres adultas que ya habían leído Mentiras que las mujeres creen, y ellas decían que el principio de las mentiras que habían creído muchas veces se remontaban a sus años de juventud.
Nancy: Absolutamente, o aún más jóvenes. A veces eran cosas que la gente les había dicho o decisiones que ellas habían tomado; pera ahora tienen treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta años o más, y dicen: «He construido toda mi vida sobre este sistema, sobre esta forma de pensar, que tiene sus raíces en mi pasado, cuando era joven».
Lo que quieren decir es: «Me hubiera gustado saber estas cosas antes». Y otra cosa que dicen es: «¿Cómo podemos ayudar a nuestras hijas y a nuestras nietas a no caer en estas mentiras?».
Dannah, tú tienes el privilegio de hablar con jóvenes regularmente. Yo no tengo esa oportunidad tan seguido. Pero cuando lo hago, a medida que envejezco, digo: «Estas son algunas de las cosas que me gustaría haber sabido y entendido cuando tenía tu edad. Estas son algunas de las cosas que las mujeres que conozco desearían que alguien les hubiera dicho cuando tenían tu edad».
Sé que cuando somos jóvenes creemos que lo sabemos todo y que conocemos la realidad, así que nos es más difícil escuchar. El corazón de la sabiduría dice: «¿Qué puedo aprender de alguien que ya ha recorrido más camino que yo?».
Quiero decirles: «Sabes, no tienes que recorrer este camino que has visto a los adultos recorrer. Tu vida puede ser diferente si tomas ahora la difícil decisión de rechazar las mentiras y abrazar la verdad».
Dannah: Sé que el origen de las mentiras que creí comenzó cuando yo tenía unos quince años, porque hasta ese momento amaba tanto al Señor que quería ser misionera y ser maestra de una escuela cristiana. Tenía todas esas ambiciones para servir a Cristo. Pero empecé a creer la mentira, una de las que abordamos en el libro, de que tenía que tener un novio.
Luego, cuando esa relación empezó a salirse de control, empecé a creer: «Puedo controlarlo. Nada malo va a pasar, porque llegaré pura al día de mi boda. Soy una joven piadosa. Soy misionera de un ministerio. Puedo controlar esto».
Cuando no lo pude controlar, mordí el fruto tal como Eva lo hizo y me encontré experimentando las consecuencias, escondiéndome con las hojas de la higuera y diciendo: «Renuncio a ser misionera durante el verano. Renuncio a ser maestra de escuela dominical. Nunca más podré servir a Dios».
Recuerdo claramente despertarme cada mañana cuando era joven y estudiante universitaria pensando: «¡Vaya, qué día tan bonito! Los pájaros están cantando. . . Espera un minuto. Algo no anda bien. Ah, sí. Eso. Mordí la fruta. Estoy arruinada».
Recuerdo haberme despertado así, no por cinco meses, ni por un año, sino por casi once años. Tenía veintiséis cuando Dios me rescató con la verdad de que Su perdón era lo suficientemente grande para mi pecado. Pero todo ese tiempo estuve cooperando con Satanás. Estaba morando en mi pasado, en mi pecado, y siendo encadenada en esclavitud a una vida sentada en la fila de atrás.
¿Sabes cuántas vidas me perdí de ministrar, Nancy? Creo que probablemente hubo una temporada en la que necesité ser restaurada, pero no creo que hayan sido once años. Y para estas mujeres que están escuchando ahora mismo puede que hayan pasado veinte o treinta años, y todavía no han empezado a creer la verdad del perdón de Dios.
Nancy: Y llevaste eso a tu matrimonio.
Dannah: Lo llevé a mi matrimonio.
Nancy: Así que no fue solo la mentira original, sino que fueron mentiras construidas sobre mentiras.
Dannah: ¡El enemigo te atrapa con mentiras! Es como bandas elásticas enroscadas alrededor de tu corazón, y tienes que desenredar esas mentiras una por una para regresar a un buen lugar donde Dios pueda usarte de nuevo.
Joven:
«De modo que si alguno está en Cristo, [ella] nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas» (2 Cor. 5:17).
«Por tanto, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús» (Romanos 8:1).
«Como está de lejos el oriente del occidente, así alejó de mí mis transgresiones» (Salmos 103:12).
«. . .sino que sea lo que procede de lo íntimo del corazón, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios» (1 Pedro 3:4).
Mónica: Dannah dice que liberar tu corazón de las mentiras no es un proyecto en solitario.
Dannah: Necesitas a alguien más que te ayude con eso. No es algo que puedas hacer aislada de los demás.
Yo le pedí perdón a Dios cada día de mi vida durante once años. En ese entonces, la verdad de Su perdón no alcanzó mi corazón por las mentiras que yo había creído. Pero sí lo alcanzó cuando tuve el valor de decirle a alguien más: «¡Mira cuán pecadora soy! ¿Aun así soy perdonada?».
Cuando escuchas la voz de Dios a través de otra voz humana, es cuando empiezas a creer la verdad. No lo puedes hacer aislándote de los demás. Se necesita al cuerpo de Cristo.
Erin Davis: Comenzaron a orar para que el Señor revelara mentiras específicas que yo estaba creyendo, y me quebré.
Mónica: Erin Davis entiende de primera mano la importancia de involucrar a otros en la lucha por la verdad. Ella es esposa, mamá y autora de libros como: Más allá del tiempo de baño: Abrazando la maternidad como un rol sagrado(disponible en inglés). Pero antes de cualquiera de esas cosas, cuando todavía estaba en la secundaria, conoció a Dannah Gresh.
Dannah: Asistíamos a la misma iglesia. Ella fue una de las primeras chicas de las que fui mentora.
Mónica: Durante su juventud, Erin sufría de ataques de pánico frecuentes.
Erin: Algunas veces me despertaba y no podía respirar, y otras veces me sentía tan oprimida por el miedo. . .
Mónica: También tenía pesadillas. Ella dice que empezaron con el divorcio de sus padres cuando tenía diez años.
Erin: Nunca tenía pesadillas donde hubiera fantasmas ni alguna cosa que me diera miedo. Eran sobre el abandono. Me encontraba sola y me despertaba aterrorizada.
Mónica: Este miedo paralizante era tan común en la vida de Erin que lo consideraba normal.
Erin: Pensé que era algo con lo que tendría que vivir. Mi mamá tuvo pesadillas durante años y mi hermana gemela las tuvo por años. Todo basado en nuestra experiencia con el abandono.
Así que pensé que esa era yo y que eso era por lo que tenía que pasar.
Mónica: Erin sabía que el Señor podía ayudarla con esas pesadillas, pero realmente no creía que la situación alguna vez cambiaría.
Erin: Bueno, sabía que aquello tenía que ver con mi corazón. En ese punto ya conocía a Cristo y sabía que ciertamente Él no abandona a Sus hijos. También sabía que el divorcio de mis padres no era la experiencia que me definía. Así que en realidad nunca pensé que podría librarme de esas pesadillas.
Dannah: Creo que también es importante decir que Erin era la persona que todos veían y decían: «Ella es fuerte. Tiene todo resuelto. Está sirviendo al Señor y hará grandes cosas para Él». Sin embargo, su situación la atormentaba.
Y yo como su mentora, llegue a sentirme como: «Señor, debo poder arreglar esto». Pero no podía. Erin, estabas en tus veinte cuando Dios finalmente te reveló la verdad que lo detuvo todo.
Erin: Había ido a Pennsylvania a visitar a Dannah. Estaban comenzando una escuela secundaria cristiana, y yo quería ser parte de eso. Antes de ir, experimenté el peor ataque de pánico nocturno que había tenido en mi vida, simplemente no podía respirar, no podía controlarlo, estaba realmente oprimida.
Y como veía esos ataques como algo normal, muy a la ligera le comenté a Dannah que había tenido esa experiencia, y ella me dijo: «Necesitamos orar por eso. Necesitamos orar a Dios por eso». Llamó a algunas amigas y oramos juntas. Yo pensé: Sabes, he orado por esto antes. Así que no esperaba que las cosas cambiaran mucho.
Empezaron a hablar acerca de mi padre y pensé: Ya lo superé. Eso pasó hace tanto tiempo. No se trata de eso. No sé por qué estamos hablando de esto. Y entonces comenzaron a orar para que el Señor revelara las mentiras específicas que yo estaba creyendo.
Me quebré a medida que comencé a identificar las mentiras. Cosas como: «Todo el mundo se va. Hay algo de mí que las personas descubrirán con el tiempo y me abandonarán. Algo está mal contigo».
A medida que cada mentira era identificada, parte de la dureza de mi corazón y parte de mi lucha comenzaba a desvanecerse, porque aquellas mujeres oraban para que Cristo revelara Su verdad para contrarrestar cada mentira.
Venían pasajes de las Escrituras a mi mente y a las de ellas, y orábamos por cada mentira. ¡Fui liberada! Me fui a dormir esa noche, y por primera vez en años no tuve pesadillas.
Todavía tengo alguna pesadilla cuando enfrento un período de mucha batalla espiritual, pero sé lo que es y ahora cómo orar por ello.
Dannah: La historia de Erin es tan poderosa porque no buscamos místicamente respuestas a esas mentiras. Está escrito. Esta es la Palabra de Dios. Le dijimos: «Erin, tienes que memorizar las Escrituras En lugar de: «Todos me abandonan», tienes que memorizar el versículo que dice: «Nunca te dejaré ni te abandonaré».
Durante las siguientes semanas ella entrenó su mente nuevamente con la verdad. Creo que toda mujer que está escuchando hoy puede hacer eso si hay un área de esclavitud que es recurrente en su vida.
Mónica: Cuando las jóvenes reconocen las mentiras que les están diciendo y contrarrestan esas mentiras con la verdad de Dios, eso tiene implicaciones poderosas en todos los aspectos de sus vidas.
Erin Davis, Dannah Gresh y Nancy DeMoss Wolgemuth han estado explicando eso el día de hoy.
Si te interesa conseguir una copia del libro «Mentiras que las jóvenes creen», o conoces a alguna joven a la que pudieras bendecir al regalarle este libro, puedes visitar nuestra página AvivaNuestrosCorazones.com para obtener más información.
Dannah: Queremos aprovechar y dedicar este espacio para hablarles de «Joven Verdadera» a las madres que nos escuchan. Este es uno de los alcances de Aviva Nuestros Corazones y está diseñado para conectar e impactar a nuestras adolescentes y jóvenes. Nuestro objetivo es fomentar su crecimiento espiritual, inspirarlas y motivarlas a seguir a Cristo.
Contamos con nuestro «Pódcast Joven Verdadera», en el que tenemos invitados especiales, testimonios del poder transformador de Dios y enseñanzas bíblicas sólidas. Y también, contamos con el «Blog Joven Verdadera», el cual es una fuente constante de ánimo y enseñanza bíblica diseñada para fortalecer la fe de nuestras jóvenes y ayudarlas a vivir para la gloria de Dios. Con este alcance buscamos apuntar activamente al evangelio a la nueva generación de adolescentes y jóvenes, fortalecer su fe en Cristo y su conexión con la comunidad de su iglesia local.
Te invitamos a visitar nuestro sitio web AvivaNuestrosCorazones.com para conocer más. Y no dudes en compartir este valioso recurso con cualquier adolescente o joven que conozcas. Juntas, podemos impactar vidas y glorificar a Dios en cada etapa de su crecimiento.
Mónica: No es ninguna sorpresa que las jóvenes necesiten saber la verdad acerca de las relaciones. Mañana, Nancy y Dannah regresarán para hablar acerca de ello. Te esperamos aquí, en Aviva Nuestros Corazones.
Dannah: Ayudándote a descubrir y abrazar las verdades de la Palabra de Dios, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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