La verdad acerca de las relaciones
Mónica: Hoy en día las jóvenes se sienten muy presionadas.
Adolescente 1: Cuánto me hubiera gustado saber cuando era más joven, el círculo vicioso de complacer a los demás. No se trata solo de complacer a los demás. Cuando otros no te aceptan, especialmente cuando eres una joven, muchas veces, al menos para mí, era porque yo tenía mucho miedo de lo que la gente pensaría si me aceptaban, porque yo era diferente a ellos.
Se trataba de hacer lo que fuera para encajar. No quería ser diferente. No quería sobresalir. Quería que todos pensaran que era como los demás.
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, coautora de «Mentiras que las Jóvenes Creen», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 2 de agosto de 2024.
Mónica: Hace aproximadamente una década, Nancy DeMoss Wolgemuth y Dannah Gresh escribieron «Mentiras que las Jóvenes …
Mónica: Hoy en día las jóvenes se sienten muy presionadas.
Adolescente 1: Cuánto me hubiera gustado saber cuando era más joven, el círculo vicioso de complacer a los demás. No se trata solo de complacer a los demás. Cuando otros no te aceptan, especialmente cuando eres una joven, muchas veces, al menos para mí, era porque yo tenía mucho miedo de lo que la gente pensaría si me aceptaban, porque yo era diferente a ellos.
Se trataba de hacer lo que fuera para encajar. No quería ser diferente. No quería sobresalir. Quería que todos pensaran que era como los demás.
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, coautora de «Mentiras que las Jóvenes Creen», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 2 de agosto de 2024.
Mónica: Hace aproximadamente una década, Nancy DeMoss Wolgemuth y Dannah Gresh escribieron «Mentiras que las Jóvenes creen y la verdad que las hace libres». Durante esos años, el Señor usó, y continúa usando este libro para ayudar a innumerables jóvenes a reconocer mentiras que las tientan. Dannah nos da un resumen de algunas de esas mentiras.
Dannah Gresh: Algunas de las mentiras son sobre Dios. . .
Adolescentes:
«Dios no es suficiente».
«Dios no está realmente involucrado en mi vida».
«Dios debería arreglar todos mis problemas».
«Dios es como mi papá».
Dannah: Algunas de las mentiras son sobre uno mismo, mentiras sobre la belleza y mi valor. . .
Adolescentes:
«Las chicas bonitas valen más».
«Tengo que actuar para ser amada y aceptada».
Dannah: Algunas de las mentiras son acerca de las redes sociales y cómo se relacionan con el entretenimiento. . .
Adolescentes:
«Los beneficios del uso constante de las redes sociales superan el daño que hacen».
«No es una pérdida de tiempo, e incluso si lo es, está bien».
Dannah: Mentiras sobre las relaciones fue un área que se destacó mucho. . .
Adolescentes:
«Está bien ser una persona en casa y otra persona diferente con los demás, especialmente cuando estás en línea en alguna red social».
«Si solo tuviera amigos, no estaría tan sola».
«¡Soy mi propia autoridad!».
Dannah: Tenemos un capítulo completo para las mentiras sobre los chicos, ya que este tema parece ser de gran interés para ese grupo de edad. . .
Adolescentes:
«¡Necesito un novio! ¡NECESITO UN NOVIO!»
«Está bien salir con quien desees hacerlo».
Mónica: Hoy Nancy y Dannah se enfocarán en el área de las relaciones. Ellas escribieron sobre ello poderosamente en la versión revisada y actualizada de Mentiras que las jóvenes creen y la verdad que las hace libres.
Aquí están Dannah y Nancy para hablar sobre las jóvenes y las relaciones.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Fuimos creadas para relacionarnos con otros. Cuando sentimos que nuestras relaciones no van bien, experimentamos un vacío, experimentamos soledad, y hambre por el anhelo de conectar con otros.
En última instancia, lo que sabemos es que esa hambre, ese anhelo, no será llenado con ninguna relación humana porque es un hambre de Dios.
Dios ha creado nuestros corazones con una gran necesidad de Él que ningún ser humano puede llenar en el sentido más profundo. Siempre tendremos anhelos insatisfechos.
Eso suena como un consejo un poco desalentador, a menos que nos apunte a esa relación central con el Señor. Cuando cultivamos una amistad con Él, entonces no tenemos que buscar a esas amistades para que sean el fin de todo lo que nos satisface en la vida.
Adolescente 1: ¡Dame verdades!
«Una cosa he pedido al Señor, y esa buscaré:
Que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida,
Para contemplar la hermosura del Señor
Y para meditar en Su templo» (Salmos 27:4).
«¿A quién tengo yo en los cielos sino a Ti?
Fuera de Ti, nada deseo en la tierra.
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer,
Pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre» (Salmos 73:25-26).
Dannah: Creo que es ahí donde nosotras como mujeres podemos entender qué es sentirse un poco aisladas o solitarias. Ahí es donde perdemos la capacidad de entender realmente el fragor de la batalla que están librando nuestras hijas.
Cuando tu hija llega a casa al final del día y todos en la escuela saben que había una nota en su casillero que decía lo fea, hipócrita y todo lo que piensan que ella es, y ella asiste a una escuela cristiana, es ahí donde la teoría se pone a prueba con una mentira como esta.
Porque Satanás puede recordarte ese día y traer a memoria esas palabras dolorosas, ella continuará viendo esas mismas palabras durante años. Si no tienes empatía y comprensión para abordar eso con la verdad, entonces debes decir: «Sí, este es un mal día. Lloremos juntas».
Mónica: Puede ser complicado para una adolescente navegar entre una necesidad legítima de relaciones humanas y una dependencia no saludable de las relaciones. De nuevo, aquí está Dannah Gresh.
Dannah: Esa mentira se cruza con la mentira más popular que tratamos en el libro. No sé si es la más poderosa, pero es la primera que decidimos abordar, y es la mentira de que Dios no es suficiente.
Adolescente 1: De acuerdo Dios, sé que eres suficiente, pero también necesito algunos amigos de carne y hueso.
Dannah: Cuando escuchamos a las chicas hablar sobre eso, dijeron: «Si mis padres pudieran estar juntos, sería feliz. Si pudiera obtener buenas calificaciones, sería feliz. Si pudiera formar parte del equipo de fútbol, sería feliz. Si pudiera llegar a ser presidente del grupo juvenil, sería feliz».
Pero en general, lo primero que dijeron acerca de que Dios no era suficiente fue: «Mientras tenga a mis amigos, Dios es suficiente». Así que, obviamente, es difícil hablar de esa mentira sobre no tener amigos sin antes abordar eso. Porque si miras a tus amigos como tu fuente de sustento, ellos te decepcionarán.
Mónica: Dannah sabe que muchas jóvenes no son sociables.
Dannah: Mi compañera de trabajo, Susana, estaba trabajando con una chica que lucía así. Ella realmente no se veía como una joven fácil de relacionarse. Ya sabes, era ese tipo de chica con dificultad para socializar.
Susana le dijo: «Esto es lo que debes hacer. Esta semana en la escuela, te reto a que mires a tu alrededor y encuentres a alguien que se vea más solitaria que tú, y pregúntale al Señor qué hacer».
Bueno, ella vio a una joven, unos días después en el almuerzo, que estaba sentada sola y pensó:
Adolescente 1: Ella siempre está sentada sola. Me voy a sentar con ella.
Dannah: Un par de semanas después, le escribió a Susana y le dijo:
Adolescente 1: Encontré a mi mejor amiga porque dejé de decir: «¿Quién querrá ser mi amiga?», y comencé a mirar alrededor y a decir: «¿Quién necesita una amiga?».
Mónica: Ayudar a una adolescente a enfocarse hacia afuera puede ser difícil. Pero Dannah dice que con un poco de compasión se puede llegar muy lejos.
Dannah: Bueno, creo que uno de los errores que como madres solemos cometer es buscar rápidamente las soluciones y la verdad, en lugar de simplemente detenernos y decir: «Sí, lo sé, esto realmente duele, ¿verdad?, realmente has tenido un mal día», o, «¿Sabes qué? Tu amiga sí dijo algunas cosas que no son ciertas sobre ti».
Pienso que a veces, si nos detenemos y lloramos un poco con ellas en lugar de tratar de cambiar rápidamente su manera de pensar, ayudaríamos a disponer sus corazones para que escuchen nuestros consejos.
Nancy: Por supuesto, el balance es hacer esto de una manera que no estés tomando la ofensa por tu hija para luego proyectar amargura, culpa o enojo. Eso es algo fácil de hacer. Una cosa es que alguien lastime a una madre, pero si lastiman a su hija. . .
Dannah: Aparece mamá protectora, mamá osa o mamá gallina.
Nancy: Sí, claro.
Mónica: En su libro Mentiras que las jóvenes creen y la verdad que las hace libres, Nancy y Dannah abordan una mentira que afecta las relaciones de las adolescentes con sus padres, sus profesores y otras figuras de autoridad en sus vidas.
Aquí está Nancy.
Nancy: Bueno, es una mentira que no solo es endémica para los adolescentes, sino para todos nosotros, y es:
Adolescente 1: ¡Soy mi propia autoridad!
Nancy: Desde la caída, es una tendencia natural resistirnos al concepto de estar bajo autoridad.
Por supuesto, hablamos de la rebelión de los adolescentes en cada generación. Por generaciones hemos hablado de eso, y creo que hoy no es diferente. En nuestra cultura, creo que es aún más cierto que exista este rechazo general a la autoridad. Existe la sensación de que no importa la edad que tengas, sabes de lo que estás hablando y no tienes que hacer lo que alguien más te diga que hagas.
Todos nacemos con esa rebelión a la sumisión. En muchos casos es porque las autoridades, las personas en esos puestos de liderazgo y autoridad, no han sido respetables, no han sido modelos dignos y es ahí donde se vuelve más difícil.
Muchos de esos niños han visto a sus padres separarse. Han visto a sus padres viviendo de maneras que no son consistentes con el evangelio. Entonces sienten que pueden deshacerse de la autoridad con alguna justificación, y no solo la autoridad de sus padres. Dannah, hablamos sobre el sentido de: «Puedo romper las reglas. No se aplican a mí».
Dannah: Sí. Hay una palabra que he visto en Internet varias veces. No estoy segura si esto tendrá alguna trascendencia, pero se llama «minimización de autoridad».
Pero aquí está la parte curiosa: no hay mucha investigación sociológica sobre el tema. No pude encontrar nada. Y pienso que es porque nuestra cultura en general no respeta la autoridad, ni comprende lo que es la autoridad. Todos están en el mismo nivel.
En las redes sociales el riesgo es aún mayor porque cualquiera que tenga la capacidad de publicar algo tiene autoridad. No importa que el New York Times te seleccione para escribir un artículo de opinión y te considere un experto en tu campo, o que simplemente tuitees algo al universo porque tienes quince años y tienes una opinión.
De alguna manera, todas esas opiniones tienen el mismo peso en las redes sociales. Creo que eso es realmente aterrador.
El reino de Dios es un reino. No es una democracia. Él creó una jerarquía de autoridad, y necesitamos aprender a someternos a ella. Necesitamos enseñar a nuestras hijas a someterse a ella. Las redes sociales lo están haciendo cada día más difícil.
Mónica: Dannah dice que si quieres un ejemplo de desprecio por la autoridad, solo mira las pautas establecidas por las propias plataformas de redes sociales. Luego observa cuántos jóvenes ignoran esas pautas.
Dannah: Hay restricciones de edad en las redes sociales. Para muchas de ellas la edad mínima es de doce o trece años, para otras la edad es diecisiete años. Frecuentemente, encuentro que los padres no se toman el tiempo para mirar eso. Muchas veces hay niñas que tienen nueve, diez, once años en medios que realmente se recomiendan usar después de los trece años.
Hay una razón por la cual esas restricciones están ahí. Debemos hablar con nuestras hijas sobre esas restricciones diciendo: «Todavía no puedes tener una cuenta de Instagram. Debes tener cierta edad». Eso es algo bueno, y ese es el primer paso para enseñar a nuestros hijos la sumisión a la autoridad. Respetamos la recomendación de autoridad que tienen las personas que crearon las redes sociales. Comencemos por ahí.
Mónica: Por supuesto, Dannah y Nancy reconocen que la rebelión contra la autoridad no es nada nuevo. Nancy reta a los padres a asegurarse de que ellos mismos estén modelando la sumisión de manera correcta.
Nancy: Si tus hijos aprendieran sobre la sumisión basándose en la forma en que te sometes a la autoridad ordenada por Dios, ¿cómo se someterían?
¿Cuál es nuestra actitud hacia la autoridad como generación adulta? ¿Somos rápidas para criticar o hablar mal del presidente, del pastor, el esposo o el maestro de escuela? ¿Cuál es nuestra actitud hacia la autoridad?
He observado a los padres, y estoy segura de que no tienen idea de lo que le están modelando a sus hijos, pero los he observado eludiendo la ley, mintiendo sobre la edad del niño para ingresar a un parque de diversiones. Eso es rebelión contra la autoridad.
Entonces tienes una madre que voltea los ojos cuando se trata de la autoridad de su esposo y es una esposa descontenta, y luego quiere que sus hijos obedezcan con un corazón feliz y una buena actitud. Gran parte de estas actitudes son aprendidas, vistas hoy en día.
He estado aprendiendo a someterme a la autoridad ordenada por Dios. Me ha ayudado observar a personas que sí se someten primero al Señorío de Cristo.
Creo que cuando esta generación más joven nos vea honrando la Palabra de Dios y honrando a la autoridad, y vean las bendiciones y las recompensas de eso en nuestras vidas y la paz que eso trae, eso será más convincente que simplemente decir: «Necesitas estar bajo autoridad».
Dannah: Cierto.
Adolescente 1: ¡Verdad!
«Jesús le respondió: “Si alguien me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. El que no me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes oyen no es Mía, sino del Padre que me envió”». (Juan 14:23-24).
Adolescente 2: ¡Verdad!
«Pero si andamos en la Luz, como Él está en la Luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad»(1 Juan 1:7-9).
Mónica: Someterse a la autoridad requiere humildad. En el proceso de redacción y actualización de Mentiras que las jóvenes creen, Dannah se dio cuenta de que ella misma necesitaba trabajar en la sumisión.
Dannah: Una de las cosas realmente interesantes sobre este proyecto para mí, fue estar bajo la autoridad de Nancy. Durante el proceso, pude recordar que la sumisión nunca es fácil.
Es realmente fácil someterte cuando estás de acuerdo con todo. Es fácil someterte cuando todas las decisiones que toma una autoridad suenan divertidas.
Creo que las madres necesitamos regresar y recordar lo difícil que es la sumisión. ¿Cuántas veces, cuando tu hija se somete, dices: «Estoy realmente impresionada con tu actitud»? ¿Cuántas veces les damos el estímulo y el refuerzo positivo cuando lo hacen?
Somos muy rápidas para decir: «No te estás sometiendo». «No estás obedeciendo». Pero ¿cuándo fue la última vez que le dijiste a tu hija: «Realmente admiro como respondiste en esto o aquello»?
Nancy: Creo que todo esto, ya sea seas joven o una mujer mayor, hombre o mujer, nos lleva a nuestra relación con el Señor y nos recuerda que fuimos hechas para someternos a Dios, y que Dios es soberano. Él es el Señor. Él nunca se equivoca. Entonces sí, tal vez sea un poco más fácil someterse a Su autoridad.
La vida funciona cuando actuamos de acuerdo con la voluntad de Dios, cuando le glorificamos, le complacemos y le obedecemos. Él ha establecido estas estructuras en la vida que son estructuras de autoridad. No nos tienen que gustar. No tenemos que estar de acuerdo con ellas. No tenemos que entenderlas.
Pero si confías en Dios, entonces confías en que Él sabe lo que está haciendo. Él es el autor de la vida. Él nos hizo y quiere bendecirnos. Y sabes que la bendición vendrá cuando estés bajo Su autoridad.
Tratar con las autoridades humanas es un tema casi imposible para alguien como yo porque siempre tengo razón. No quiero que nadie me diga qué hacer. Quiero decir, naturalmente, así es como tiendo a ser. Pero se trata de verlo como una cuestión de estar bajo la autoridad del Dios y Creador del universo. Dios nos enseña que:
«En cierta temporada de la vida tienes padres. En otra temporada tienes un jefe, una junta directiva, o personas que te brindan asesoría. No se trata de si estás de acuerdo con ellos. No se trata de si su actitud es correcta, (lo que puede hacernos justificar nuestra propia resistencia a la autoridad). Esto es una cuestión de si confías en Mí lo suficiente como para dejarme trabajar en la vida de tus autoridades y colocarte debajo de ellas».
Así que, en última instancia, se convierte en un tema de sumisión a Dios. Cuando lo veo de esa manera, en realidad no importa en cierto sentido si esa autoridad es correcta o incorrecta, agradable o desagradable.
Recuerdo que mientras crecía en mi casa, a menudo reaccionaba a la actitud de alguno de mis padres en un incidente particular. Cuando tienes seis adolescentes en tu casa, como era nuestro caso, no importa cuán santificados estén tus padres, habrá ocasiones en que sus actitudes no serán muy piadosas y terminen sacando conclusiones incorrectas o tomando decisiones equivocadas.
Yo reaccionaba a la exageración, o al espíritu de una instrucción, o de una decisión que se tomaba. Puedo recordar que mi papá me llevó aparte y me dijo: «Dios no te hace responsable de cómo tu madre dijo eso o si tiene razón o no. Dios la responsabiliza por eso, y nos ocuparemos de eso. Pero Dios sí te hace responsable por tu respuesta y tu reacción».
Eso fue esclarecedor para mí. Ha resultado ser una gran lección de vida. No tendré que responder ante Dios por otra persona que está en una posición de autoridad y por cómo manejó la situación, pero tendré que responder a Dios por mi obediencia.
Y cuando escojo el camino de la obediencia, sigo los pasos de Cristo que fue obediente a la voluntad de su Padre Celestial. Cuando me resisto a la autoridad, sigo los pasos de Satanás, quien es el rebelde supremo y me dice que seré mi propio dios.
Entonces me ayuda a aclarar la situación cuando lo veo de esa manera. No es fácil, pero me ayuda a verlo desde el punto de vista de Dios.
Mónica: Ella es Nancy DeMoss Wolgemuth en una conversación con Dannah Gresh. Escucharemos a Nancy dirigirse a un grupo de jóvenes en un momento.
¿Cómo puede la Palabra de Dios ayudar a una joven a responder mentiras como «Las cosas que leo y veo realmente no me afectan»? Escucharemos sobre eso en el próximo episodio.
Para cerrar el episodio de hoy, escucharemos a Nancy hablar con un grupo de jóvenes que asistieron a una de las Conferencias de True Woman. Ella habló sobre la forma en que pueden incorporar la Palabra de Dios en cada momento de sus vidas.
Nancy: Es una decisión, día tras día, guardar y proteger tu corazón con toda diligencia. La dirección en que va tu corazón es la dirección en que irá tu vida.
No se puede saber lo que pasa en el corazón de alguien mirando el exterior. Todas ustedes se ven muy bien, pero Dios sabe que en algunos de sus corazones hay resistencia al Señor.
Ahora miro hacia atrás en mi vida, y estoy tan, tan agradecida de que Dios haya puesto personas, y circunstancias, y libros, y mujeres como Dannah en mi vida para ayudarme a escogerlo a Él durante todos estos años. Y ahora que soy esta anciana, con canas y todo, estoy encontrando un gozo increíble en seguir a Cristo.
Ha habido momentos en que es realmente difícil. Todavía hay momentos en los que es muy duro. Hay veces cuando Dios quiere que yo haga cosas que mi carne realmente no quiere hacer, o yo realmente quiero hacer algo que sé que Dios no quiere que haga.
El punto es que necesitas tomar decisiones. Pero cada vez que le digo «sí» al Señor, Él me bendice. Y entonces al pasar los años en tu vida descubres que Dios te ha bendecido como resultado de toda una secuencia de elecciones que has hecho para decir «sí» al Señor.
Sé que a veces es difícil, y requiere ir contra la corriente. Hay presión de grupo. No puedo imaginarme ser una adolescente hoy en día. Dios las ha llamado para un tiempo como este para ser mujeres jóvenes excepcionales.
Tiene que ser más difícil en esta generación con todos los mensajes que les llegan a través de los medios de comunicación, a través de la música, a través de sus amigos, a través de sus compañeros.
Algunas de ustedes tienen padres que han tomado decisiones equivocadas. Algunas proceden de hogares con padres divorciados. Han visto mucha hipocresía; han experimentado mucho daño y dolor. Algunas de ustedes no han sido tratadas de la manera en que las mujeres jóvenes deberían ser tratadas.
Pero te digo: Dios sigue siendo bueno, y te ama, y tiene un plan para tu vida. Él te ha puesto en Su Reino para un tiempo como este.
Quiero animarte y bendecirte y orar para que el Señor te guarde; que Él te haga parte de un grupo específico de personas que proclaman la verdad en tu generación.
Si solo este número de jóvenes volviera a sus hogares y permitieran que Dios las use… Puede que algunas de ustedes estén pensando: ella no está hablando de mí. Bueno, estoy hablando acerca de ti. Deja que Dios te use. Deja que use tus fortalezas, debilidades, dones, retos, edad, lo que sea. Deja que Dios te use, y no estoy hablando de cuando seas mayor, estoy hablando ahora mismo.
No sabes cuánto tiempo Dios te dará para servirle, para agradarlo.
Soy la mayor de siete hijos. Mi hermano David es el número seis de siete. David pasó por algunos años difíciles en su adolescencia, pero luego Dios ganó su corazón. Él fue a la universidad. Tenía un corazón para el Señor a su edad. Al final del año escolar, regresó a casa de la universidad y salió con un amigo, tuvo un accidente automovilístico y estuvo entre la vida y la muerte durante una semana. Luego se fue a casa para estar con el Señor a los veintidós años de edad.
Iba a ser pastor o misionero. Él quería servir al Señor. Pero Dios no le dio veintitrés años o veinticuatro o cincuenta y cuatro años. Dios le dio veintidós años.
No sabes cuántos años te dará Dios. Búscalo mientras eres joven. Dale tu juventud. Ahora tienes más energía de la que tendrás, seguramente, cuando tengas mi edad. Usa esa energía para servir al Señor. Búscalo mientras eres joven. Sé un ejemplo para el resto de la iglesia de Jesucristo. No dejes que nadie te desanime porque eres joven, sino, sé un ejemplo de amor, fe, humildad y pureza.
Escucha, la generación adulta, incluso en la iglesia, no comprende la pureza. Las mujeres de mi edad son pésimos ejemplos de modestia en general. Pero tú podrías ser un ejemplo de lo que significa tener a Cristo alumbrando a través de ti, llamando la atención hacia Él y no hacia tu cuerpo. Eso realmente te hará hermosa: amar a Cristo y agradarle
¡Las amo chicas! Estoy muy agradecida por ustedes. Realmente creo que son la próxima generación de mujeres que serán mujeres verdaderas de Dios. Mi oración es que dentro de veinte o treinta años, cuando tengamos una conferencia como esta, ustedes sean las madres. Que tú seas esa mujer verdadera mayor, que está pasando el bastón que te hemos dado hoy, a la próxima generación.
¿Lo harás?
Dannah: Ayudándote a descubrir y abrazar las verdades de la Palabra de Dios, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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