La respuesta apacible
Carmen Espaillat: Al tener una conversación difícil, debes hacerlo con la actitud correcta.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: ¿Sería correcto decirle al Señor, «honestamente deseo que juzgues a esta persona»? Eso parecería ser lo que hizo David bajo la inspiración del Espíritu Santo en la Escritura. Pienso que necesitamos distinguir entre los motivos que hay en nuestro corazón.
Carmen: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Imagina que te encuentras con una escena como esta: Tu esposo ha ofendido a un poderoso líder militar. Este líder toma a cuatrocientos hombres y se dirige a tu casa… Tu esposo tiene una fiesta allí y está bebiendo, así que está en tus manos el enfrentarte a esos cuatrocientos hombres para llegar a un acuerdo y calmar la situación.
Bueno, esto es exactamente lo que Abigail, cuya historia encontramos en el Antiguo Testamento, enfrentó. …
Carmen Espaillat: Al tener una conversación difícil, debes hacerlo con la actitud correcta.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: ¿Sería correcto decirle al Señor, «honestamente deseo que juzgues a esta persona»? Eso parecería ser lo que hizo David bajo la inspiración del Espíritu Santo en la Escritura. Pienso que necesitamos distinguir entre los motivos que hay en nuestro corazón.
Carmen: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Imagina que te encuentras con una escena como esta: Tu esposo ha ofendido a un poderoso líder militar. Este líder toma a cuatrocientos hombres y se dirige a tu casa… Tu esposo tiene una fiesta allí y está bebiendo, así que está en tus manos el enfrentarte a esos cuatrocientos hombres para llegar a un acuerdo y calmar la situación.
Bueno, esto es exactamente lo que Abigail, cuya historia encontramos en el Antiguo Testamento, enfrentó. Nancy retoma esta historia donde nos quedamos ayer, como parte de la serie titulada, «Abigail: Cómo vivir con personas difíciles en tu vida».
Nancy: Yo no sé ustedes, pero realmente he aprendido a amar esta historia de Abigail, que se encuentra en 1 Samuel capítulo 25. Espero que nos hayas estado siguiendo.
Estoy tan impresionada con esta mujer y la forma cómo ella maneja esta increíblemente hostil y retante situación. Es una situación desafiante en la que ella se encuentra, atrapada entre estos dos hombres enojados e insensatos, uno de ellos es su marido, y el otro es uno de los hombres más poderosos de la región, que pronto sería el rey y es David. Estoy muy impresionada de cómo Abigail tiene la sabiduría de Dios para saber cómo hacer frente a esta crisis, con esta difícil situación.
Como hemos estado estudiando estos tres personajes, espero que no solo estés pensando en otras personas en tu vida que pueden ser como Nabal, el insensato con quien tienes que vivir, sino que le estés pidiendo a Dios que te muestre si de alguna manera has desarrollado algunas cualidades similares a las de Nabal.
Hemos visto que Nabal era un hombre duro, severo, áspero... Él se portaba mal; era egoísta, era tacaño, era severo con su lengua y severo con su espíritu. Queremos que el ejemplo de Nabal y de David sea una advertencia y nos lleve a decir: «Esa no es la manera de responder a la vida», y ver que hay consecuencias si respondemos como Nabal.
Pero estamos viendo en Abigail una forma alternativa de responder, una manera diferente. Es el camino de la sabiduría, la forma que tiene una mujer virtuosa, que hace una diferencia en las personas a su alrededor.
Así que veremos hoy el versículo 30 de 1 Samuel capítulo 25. Estamos en medio de un discurso. Es una apelación que Abigail hizo a David.
Ella le dijo, «David, no importa quién venga después de ti, tú eres el siervo de Dios. Dios te ha ungido para ser rey. Tú vas a estar a salvo en Dios. No es necesario que tomes este asunto en tus propias manos».
Ella ahora está apelando a él, «no hagas algo de lo que más tarde te arrepentirás». En los versículos 30-31, le dice a David:
«Y sucederá que cuando el SEÑOR (Dios) haga por mi señor (David) conforme a todo el bien que Él ha hablado de ti, y te ponga por príncipe sobre Israel, esto no causará pesar ni remordimiento a mi señor, tanto por haber derramado sangre sin causa como por haberse vengado mi señor. Cuando el SEÑOR haya hecho bien a mi señor, entonces acuérdate de tu sierva».
Ella apela a David sobre la base de su bienestar a largo plazo. «David, tú vas a ser el rey. Dios te ha nombrado. Dios te va a exaltar. No hagas algo de lo que te arrepentirás más tarde. No derrames sangre innecesariamente. No tomes venganza por ti mismo. Déjale eso a Dios».
«Tú no quieres tener tu conciencia atormentada o que Nabal y sus hombres vayan detrás de ti, porque has hecho algo impulsivo en esta situación. Tú no quieres esto en tu conciencia por el resto de tu vida. Esto te perseguirá cuando te conviertas en rey».
Esto lo vimos en el versículo 26, donde se hace referencia a tomar venganza por uno mismo. Algunas traducciones dicen, «salvar con tus propias manos». Eso es lo que vengarse significa, salvarse por sus propias manos, tomar el asunto en sus propias manos. No llegues a eso. Deja que Dios lo maneje.
Ese es un concepto que vemos claramente en el Nuevo Testamento. Romanos capítulo 12 de los versículos 19 al 21 dice:
«Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber, porque haciendo esto, carbones encendidos amontonaras sobre su cabeza. No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal».
Proverbios capítulo 20 versículo 22 dice simplemente:
«No digas: Yo pagaré mal por mal; espera en el Señor, y Él te salvará».
No tomes el asunto en tus propias manos. Espera en el Señor, y Él te librará.
Entonces Abigail confronta a David, pero ella lo hace con gracia. Lo hace de manera clara y directa. Ella le dice la verdad, pero le habla con respeto, con humildad.
Ella no es estridente, contenciosa, dominante, o controladora, como su marido. Ella se niega rotundamente a convertirse en un Nabal como su marido. ¡Impresionante!
Tú puedes decirle cosas severas a los hombres más difíciles, si las dices con un espíritu afable y lleno de gracia y con verdadera preocupación y compasión.
Así que, los versículos 32 y 33 dicen:
«Entonces David dijo a Abigail: Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que te envió hoy a encontrarme, bendito sea tu razonamiento, y bendita seas tú, que me has impedido hoy derramar sangre y vengarme por mi propia mano».
David demuestra que tiene un corazón para Dios en la forma en que él responde a este llamado sabio de Abigail. Ella lo calma. Le hace detenerse y pensar en lo que está haciendo para poder revertir su curso.
Él escucha su apelación, a diferencia de Nabal, quien se negó a escuchar y no podía ser apelado. David responde: «Bendito sea el Señor».
Abigail ha tenido éxito en lo que ha dicho, en conseguir que David quitara los ojos de sí mismo, de sus enemigos, y ponerlos en el Señor, y su respuesta demuestra que él realmente tenía un corazón que quería agradar al Señor. Él se arrepintió y cambió de rumbo.
Luego dice en el versículo 33: «Bendito sea tu criterio», tu buen juicio, tu sabio consejo. Él alaba la discreción y el discernimiento de Abigail. ¿Recuerdas cuando vimos en el versículo 3 de este capítulo que ella era una mujer hermosa? Pero, ¿qué fue lo que David encontró atractivo en medio de esta crisis? Fue su discernimiento.
¿Recuerdas lo que dice Proverbios sobre la mujer que tiene belleza física natural, pero no tiene discernimiento ni buen juicio?
Proverbios capítulo 11 versículo 22 es una imagen gráfica de esta palabra: «Como anillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa que carece de discreción».
Si tú deseas hacer un impacto en las vidas de las personas, en última instancia, el mayor impacto no debe ser obtenido por tu apariencia externa. Debe ser obtenido por tu corazón, por tu forma de actuar, por tu espíritu, por tu forma de hablar.
Proverbios capítulo 16 versículo 21:
«El sabio de corazón será llamado prudente, y la dulzura de palabras aumenta la persuasión».
Recuerda esto la próxima vez que trates de persuadir a tu esposo de que tu posición es la correcta. La dulzura en tus palabras incrementa la persuasión.
Proverbio 25 versículo 15:
«Con la mucha paciencia se persuade al príncipe, y la lengua suave quebranta los huesos».
Mira, pensamos que si vamos a ser escuchadas y si la gente va a ver nuestra posición, tenemos que hablar más alto, tenemos que ser más intensas, más vivas. Recuerdo a una mujer diciendo: «Creo que a veces, si no pierdo los estribos, no me van a escuchar».
Bueno, este es un gran ejemplo de cómo se puede hablar con prudencia, con sabiduría, con calma, de forma controlada y ser escuchada, y absolutamente eliminar toda una situación.
Inclusive en Proverbios capítulo 16 versículo 32 dice que es la persona que tiene autocontrol la que tiene el verdadero poder.
«El que es tardo para la ira es mejor que el poderoso, y el que se enseñorea de su espíritu es mejor que el que toma una ciudad».
Lo que quiero decir es, ¿quién en realidad fue la persona verdaderamente influyente en esta situación? Una mujer pequeña con una voz suave y un corazón grande y sabio, y lo vemos que en los versículos 34 y 35, donde David le dice a Abigail:
«Sin embargo, vive el SEÑOR, Dios de Israel, que me ha impedido hacerte mal, que si tú no hubieras venido pronto a encontrarme, ciertamente, para la luz del alba, no le hubiera quedado a Nabal ni un varón. Recibió David de su mano lo que ella había traído y le dijo: Sube en paz a tu casa. Mira, te he escuchado y te he concedido tu petición».
«Yo he obedecido tu voz»; y otras traducciones dicen, «yo he oído tus palabras» o «he escuchado tu voz».
Proverbios 15 versículo 1, ¿qué nos dice? «La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor».
Yo creo que Abigail fue la clave de esta situación. Ella no podía controlar a Nabal, su esposo. Ella tampoco podía controlar a David. Pero ella pudo controlarse y demostrar dominio propio, dando una respuesta suave en lugar de lanzar palabras duras en medio de esta situación.
Cuando entramos en estas crisis, lo que sale de forma natural son las palabras severas, ásperas, las palabras controladoras. Pero ella no llegó a eso, y como resultado, su blanda respuesta quitó la ira.
Es el poder y la influencia de una mujer piadosa en todos a su alrededor. Ella es una mediadora. Ella es una pacificadora. Ella se interpuso entre estos dos hombres furiosos y sus ejércitos y sus hombres, y tenía en la mira reconciliarlos.
Vidas fueron salvadas. Ella ayudó a David a no pecar. Y contrarrestó la respuesta de Nabal.
Al llegar al final de este pasaje David dijo: «Mi enojo se ha esfumado». Él agradeció a Abigail: «Yo no voy a ir tras tu marido ahora». Y Abigail se volvió a su casa.
Versículo 36:
«Entonces Abigail regresó a Nabal, y he aquí, él tenía un banquete en su casa, como el banquete de un rey. Y el corazón de Nabal estaba alegre, pues estaba muy ebrio, por lo cual ella no le comunicó nada hasta el amanecer».
Este hombre (que se había negado a dar comida, bebida o alimento alguno a David y a sus hombres, quienes lo habían ayudado a proveer, a proteger y a cuidar a los hombres que trabajaban para él dijo: «Yo no les daré nada», pero ahora, glotón, egoísta y centrado en sí mismo, está haciendo para él una fiesta como si fuera un rey.
Recuerda, David es el que va a ser rey, pero Nabal es arrogante. Él se considera a sí mismo digno de todo esto. «Y el corazón de Nabal estaba alegre, pues estaba muy ebrio».
Creo que la siguiente frase es una de las grandes evidencias de la sabiduría de Abigail: «Ella no le comunicó nada hasta el amanecer».
Llegó a la casa, se dio cuenta: «Este hombre está borracho. Quiero decir, él está en estado de ebriedad, y por la mañana no se acordará de lo que yo le dije de todos modos. Si se lo digo ahora, es probable que haga realmente un alboroto». Así que sabiamente ella no le dice nada de lo que ha sucedido.
Hay un tiempo para hablar, y hay un tiempo para callar.
Ahora, es obvio que ella tiene la intención de decirle a su esposo, y ella, de hecho, en última instancia, le dijo. Ella no le va a ocultar esto a él, pero ella discierne cuándo es el mejor momento para hablar con él y cómo decírselo, y eso requiere el control del Espíritu de Dios en nuestra lengua para saber, «ahora no es el momento de entrar en esto».
El versículo 37 nos dice que «por la mañana, cuando se le pasó el vino a Nabal...» No nos dice que en el momento que su esposa le dice estas cosas él probablemente tenía un gran dolor de cabeza. Escucha, ella no está oponiéndose a su marido. Es importante que te des cuenta de esto sobre Abigail. Ella estaba ayudando a este hombre. Yo creo que ella amaba a este hombre.
Si tú amas el Señor, tú vas a amar a tu marido, aunque él sea un hombre insensato. Ella está interesada en su bienestar. Ella no está tratando de ocultarle algo. Ella finalmente le dijo estas cosas.
Leemos en el versículo 37:
«Su corazón se quedó como muerto dentro de él, y se puso como una piedra». Y como diez días después el Señor le quitó la vida y él murió.
Este es un pasaje muy serio, con algunas ideas que son realmente importantes para nosotras y que no debemos perder.
En primer lugar, ¿qué fue lo que pasó? Al parecer él tuvo algún tipo de accidente cerebrovascular. Un comentarista que leí sugirió apoplejía. Fuera lo que fuese, él quedó paralítico, o quizás en estado de coma, hasta que murió diez días después.
¿Fue la impresión? ¿Fue el alcohol? ¿O quizás el estilo de vida? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que Dios le quitó la vida.
Ahora, este no es un final de cuento de hadas, por lo menos no esta parte de la historia. No sabemos, porque la Escritura no nos dice, si Abigail había anhelado y orado por su marido para que su esposo se convirtiera en un hombre piadoso. Tal vez lo había hecho. Ella era una mujer piadosa. Creo que probablemente tenía muchas ganas de ver a este hombre cambiado, pero él nunca cambió.
Es posible que uno o más de los insensatos en tu vida nunca cambien. Es posible que nunca se arrepientan. Tú no puedes controlar eso. Pero sí se puede, en medio de esa situación, permanecer hasta el final siendo la mujer que Dios quiere que seas.
¿Quién tomó la vida de este hombre? No fue su esposa. Ella no tuvo que vivir con eso en su conciencia. Tampoco fue David. Él no tuvo que vivir con eso en su conciencia.
En última instancia fue el pecado de Nabal lo que le quitó la vida. Nabal se autodestruyó, y Dios solo ayudó a que el proceso sucediera. Nabal se había propuesto un curso en contra de Dios, y en última instancia, esto le quitó la vida.
Dios no permitirá que indefinidamente los Nabales en este mundo sigan viviendo sus vidas insensatas sin Dios.
Puede que vivas con uno. Puede que trabajes con uno. Puede haber algunos en tu iglesia. Puede haber algunos en tu vecindario. Puede haber algunos en tu pasado, estos Nabales, estos insensatos, pero deja que el Señor tome venganza, a Su manera y en Su tiempo.
No ores por venganza. No le pidas a Dios que los mate. No hay evidencia de que Abigail sugiriera a Dios: «¿Por qué no acabas de matarlo? A todos nos iría mejor». Pero Dios sabía cuándo era el tiempo de quitarle la vida.
Ahora, si tú eres una Nabal, debes poner temor en tu corazón. Si tú eres una Abigail, debes decir: «Confía en el Señor para hacer lo que Él quiere que hagas, a Su manera y a Su tiempo».
Quiero leerte el Salmo 37. Te animo a leer todo el salmo. Escucha este principio acerca de cómo Dios es en última instancia quien recompensa a los justos y juzga a los malos, y cómo deberíamos responder a los impíos hasta que eso suceda. Versículo 1:
«No te irrites a causa de los malhechores; no tengas envidia de los que practican la iniquidad. Porque como la hierba pronto se secarán, y se marchitarán como la hierba verde.
Confía en el SEÑOR, y haz el bien; habita en la tierra y cultiva la fidelidad. Pon tu delicia en el SEÑOR, y Él te dará las peticiones de tu corazón. Encomienda al SEÑOR tu camino, confía en Él, que Él actuará; hará resplandecer tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. Confía callado en el SEÑOR y espérale con paciencia; no te irrites a causa del que prospera en su camino, por el hombre que lleva a cabo sus intrigas. Deja la ira y abandona el furor; no te irrites, solo harías lo malo.
Porque los malhechores serán exterminados, mas los que esperan en el SEÑOR poseerán la tierra. Un poco más y no existirá el impío; buscarás con cuidado su lugar, pero él no estará allí. Mas los humildes poseerán la tierra, y se deleitarán en abundante prosperidad. El impío trama contra el justo, y contra él rechina sus dientes.
El Señor se ríe de él, porque ve que su día se acerca. Los impíos han sacado la espada y entesado el arco, para abatir al afligido y al necesitado, para matar a los de recto proceder. Su espada penetrará en su propio corazón, y sus arcos serán quebrados. Mejor es lo poco del justo que la abundancia de muchos impíos. Porque los brazos de los impíos serán quebrados; mas el SEÑOR sostiene a los justos.
El SEÑOR conoce los días de los íntegros, y su herencia será perpetua. No serán avergonzados en el tiempo malo, y en días de hambre se saciarán. Pero los impíos perecerán, y los enemigos del SEÑOR serán como la hermosura de los prados; desaparecen, se desvanecen como el humo. El impío pide prestado y no paga, mas el justo es compasivo y da.
Porque los que son bendecidos por el SEÑOR poseerán la tierra, pero los maldecidos por Él serán exterminados. Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre, y el SEÑOR se deleita en su camino. Cuando caiga, no quedará derribado, porque el SEÑOR sostiene su mano. Yo fui joven, y ya soy viejo, y no he visto al justo desamparado, ni a su descendencia mendigando pan.
Todo el día es compasivo y presta, y su descendencia es para bendición. Apártate del mal y haz el bien, y tendrás morada para siempre. Porque el SEÑOR ama la justicia, y no abandona a sus santos; ellos son preservados para siempre, pero la descendencia de los impíos será exterminada. Los justos poseerán la tierra, y para siempre morarán en ella. La boca del justo profiere sabiduría y su lengua habla rectitud.
La ley de su Dios está en su corazón; no vacilan sus pasos. El impío acecha al justo y procura matarlo. El SEÑOR no dejará al justo en sus manos, ni permitirá que lo condenen cuando sea juzgado. Espera en el SEÑOR y guarda su camino, y Él te exaltará para que poseas la tierra; cuando los impíos sean exterminados, tú lo verás.
He visto al impío, violento, extenderse como frondoso árbol en su propio suelo. Luego pasó, y he aquí, ya no estaba; lo busqué, pero no se halló. Observa al que es íntegro, mira al que es recto; porque el hombre de paz tendrá descendencia. Pero los transgresores serán destruidos a una; la posteridad de los impíos será exterminada. Mas la salvación de los justos viene del SEÑOR; Él es su fortaleza en el tiempo de la angustia. El SEÑOR los ayuda y los libra; los libra de los impíos y los salva, porque en Él se refugian».
¿No son estas promesas increíbles? ¿Crees en ellas? Si lo haces, entonces puedes vivir con los insensatos en tu vida. Puedes encontrar refugio en el Señor. Tú puedes dejar al Señor tratar con tus Nabales.
En última instancia, Dios sacó a Abigail de esta situación, y Dios promete, a Su manera y a Su tiempo, liberarte. Pensamos en cómo Nabal afectó a David y lo hizo enojar, pero imagínate a Abigail tener que vivir con este hombre no sé cuántos años. Pero en el camino de Dios y en el tiempo de Dios, Dios la libró de este matrimonio.
Ahora, no estoy sugiriendo que Dios va, necesariamente, a tomar la vida de tu marido, aunque puede llegar el momento en que Dios vaya a hacer eso. Y déjame decirte, Dios nos libre de pedirle a Él que haga esto, o sugerir que Dios haga algo así.
Dios es «tardo para la ira... no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento» (2 Pedro 3:9), y si tú tienes el corazón de Dios para tu pareja, no importa cuán parecido a Nabal él sea, el anhelo y el deseo de tu corazón será ver que ese hombre proceda al arrepentimiento.
Pero Dios tiene una copa de ira, y cuando esa copa está llena, está llena, y Él juzgará. Ahora, si tú eres la Abigail en esa situación eso no quiere decir que mientras tanto te sientes pasivamente.
Abigail no se quedó en casa y simplemente esperó a que David y Nabal se destruyeran el uno al otro. Ser piadosa no significa que tú solo te sientas y dejas que tu marido se destruya a sí mismo y a tu familia.
Lo que significa es que ejercitas la discreción. Tú utilizas la sabiduría. Vas a la gente que quizás puede ser parte de la solución con el objetivo de reconciliar, con el objetivo de redimir la situación, con el objetivo de ver a tu esposo, o quien sea tu Nabal, llegar al arrepentimiento.
Así que aquí tenemos una advertencia para los perversos. Creo que es una advertencia muy seria. No sé quién puede estar escuchando en este momento este programa que sea un malvado Nabal. La advertencia de Dios es que, cuando su copa de ira esté llena, tu vida habrá terminado. Ahora, hoy es el momento de arrepentirse. Ahora, hoy es el momento para tener un cambio de corazón.
Probablemente estoy hablando con más Abigailes que con Nabales. Hay una palabra para las mujeres sabias, y es que tu vida tiene influencia y poder si estás llena del Espíritu de Dios, llena de la Palabra de Dios.
Espera en el Señor. No tomes el asunto en tus propias manos.
Actúa con prudencia, con valentía, con decisión para hacer lo que tienes que hacer en la situación que se te presente, pero no pierdas el control, ya que todo esto no está fuera del control de Dios. Toma refugio en el Señor. Espera en Dios.
«Mas la salvación de los justos viene del Señor; Él es su fortaleza en el tiempo de la angustia. El Señor los ayuda y los libra; los libra de los impíos y los salva, porque en Él se refugian» (Sal. 37:39-40).
Carmen: Esta es Nancy DeMoss de Wolgemuth con la continuación de la serie titulada, «Abigail: Cómo vivir con personas difíciles en tu vida». Para escuchar, leer o descargar este, o programas anteriores visítanos en AvivaNuestrosCorazones.com.
Todas nosotras tenemos personas en nuestras vidas con las que nos es difícil relacionarnos, y Nancy nos ha dado consejos sabios que debemos aplicar a nuestras vidas. Para ayudarte a hacer esto, nuestro equipo ha desarrollado un recurso basado en esta serie que puedes adquirir en AvivaNuestrosCorazones.com. Se trata del folleto digital, «Abigail: Cómo vivir con personas difíciles en tu vida». Adquiérelo por una donación, y únete al estudio bíblico en línea en el que lo estamos estudiando juntas. Accede a este estudio bíblico en línea en AvivaNuestrosCorazones.com.
Te esperamos mañana, para la continuación de la serie, «Abigail: Cómo vivir con personas difíciles en tu vida».
Trayéndote enseñanza práctica de la Palabra de Dios, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Disponible ahora por una donación
Recursos del Episodio
Adquiere el estudio bíblico de Abigail
Escucha la serie Proverbios 31: La mujer contra-cultura
Únete a la conversación