La mujer contra-cultura
Annamarie Sauter: Aquí está Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia Saladín.
Nancy Leigh DeMoss: Estamos corriendo una carrera de relevo, y tenemos una batón (un testigo) en las manos. Es el testigo de la fe en Jesucristo. Tenemos la enorme responsabilidad de pasar ese testigo de la fe a la siguiente generación, a aquellos que correrán la siguiente etapa de la carrera.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín.
Realmente muchos de nosotros vamos a echar de menos escuchar acerca de Proverbios 31. Ha sido de mucha iluminación para mí. Hoy no será diferente a medida que aprendamos cómo transmitir lo que hemos aprendido a la siguiente generación. Esta es Nancy en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy Leigh DeMoss: Bueno, hemos tenido un buen viaje durante las pasadas semanas a través de Proverbios capítulo 31, y …
Annamarie Sauter: Aquí está Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia Saladín.
Nancy Leigh DeMoss: Estamos corriendo una carrera de relevo, y tenemos una batón (un testigo) en las manos. Es el testigo de la fe en Jesucristo. Tenemos la enorme responsabilidad de pasar ese testigo de la fe a la siguiente generación, a aquellos que correrán la siguiente etapa de la carrera.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss en la voz de Patricia de Saladín.
Realmente muchos de nosotros vamos a echar de menos escuchar acerca de Proverbios 31. Ha sido de mucha iluminación para mí. Hoy no será diferente a medida que aprendamos cómo transmitir lo que hemos aprendido a la siguiente generación. Esta es Nancy en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy Leigh DeMoss: Bueno, hemos tenido un buen viaje durante las pasadas semanas a través de Proverbios capítulo 31, y espero que hayas obtenido una nueva perspectiva sobre este pasaje maravilloso, y un sentido del corazón de Dios y de Su propósito para nuestras vidas como mujeres. ¡Qué enorme influencia tenemos en la gente que nos rodea, no solo en nuestra propia generación, sino en las generaciones por venir! Es aquí donde quiero que nos enfoquemos en esta última sesión de la serie de Proverbios 31.
Quiero volver al contexto original de Proverbios 31. Hablamos de esto hace varias semanas. Si has estado siguiendo el programa durante este tiempo, recordarás que este pasaje contiene enseñanzas provenientes de un Rey. Pero, ¿cómo aprendió estas palabras? ¿Dónde aprendió él estos conceptos?
El versículo 1 de Proverbios 31 dice: “Palabras del rey Lemuel, oráculo que le enseñó su madre”.
Estas fueron las cosas que aprendió de la sabiduría, del corazón, y de la mente de su madre, posiblemente desde que estaba en su regazo. Ella le decía incluso, probablemente desde sus primeros años, “¿Qué, hijo mío? ¿Qué, hijo de mis entrañas? ¿Qué, hijo de mis votos? No des tu vigor a las mujeres, ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.” (Versículos 2 y 3).
Ella sigue describiéndole a su hijo el tipo de cosas que son necesarias para ser un líder sabio, bueno y piadoso. Ella le advierte sobre las áreas en que necesita guardar su corazón y los principios que necesita comprender; sobre asuntos de dominio propio, y demás. Luego, en los versículos dónde nos hemos concentrado más recientemente, ella le hace algunas recomendaciones sobre lo que debe buscar en la mujer con la que se casará.
Ella le dice: “La elección de una esposa, de una compañera de por vida, es tan importante. Así que he aquí algunas de las cosas que debes buscar.” Hemos estado tratando de aprender para nuestras propias vidas como mujeres acerca el corazón de Dios, ¿cuáles son las características que queremos tener como mujeres contra-cultura?
Pero hoy quiero dar un paso atrás y recordar que este mensaje no es solo para nosotras en nuestra generación, sino que son los conceptos y las palabras y las verdades que tenemos que pasar a la siguiente generación—a nuestras hijas a nuestros hijos y a nuestros nietos.
Yo digo esto a pesar de que soy una mujer soltera. No tengo mis propios hijos biológicos. Pero como familia de Dios, como Cuerpo de Cristo, somos responsables de transmitir la verdad de los caminos de Dios, la verdad del Evangelio, y la verdad de la pureza— hay que pasarla a la próxima generación.
Estamos corriendo una carrera de relevo, y tenemos un batón en las manos. Es el testigo de la fe en Jesucristo. Tenemos la enorme responsabilidad de pasar esa antorcha de la fe a la siguiente generación, a aquellos que correrán la siguiente etapa de la carrera.
Así que es aquí dónde queremos enfocarnos hoy. Quiero hacer esto por medio de una conversación con una amiga de mucho tiempo, muy estimada para mí, quién está de visita en nuestra oficina de Michigan esta semana. Susan Henson y yo hemos estado juntas desde hace ya muchos años —hace casi veinticinco años. Hemos sido amigas del alma almas, hermanas en Cristo, y ambas hemos influido, una la vida de la otra de maneras significativas.
Susan es parte de nuestro equipo en Aviva Nuestros Corazones. Está casada con el Pastor Al Henson. Y viven en el área de Nashville, Tennessee, en los Estados Unidos y él es pastor de la Iglesia Lighthouse allí. Susan tiene un gran corazón para ayudar a transmitir la verdad de los caminos de Dios a la siguiente generación. Ella está aquí en Michigan con nosotros en Aviva Nuestros Corazones, junto a su esposo, para algunas reuniones.
Susan, gracias por tu disposición a sentarte para tener esta conversación sobre algo que yo sé que está en tu corazón.
Susan Henson: Gracias, Nancy, por invitarme. Sí, esta es una carga profunda de mi corazón. Tengo el ferviente deseo de que en esta generación vivamos apasionadas por llevar la verdad que Dios nos ha dejado y de que seamos capaces de pasar el batón de la fe y de la verdad a la siguiente generación. Si nosotras no lo hacemos, entonces ¿quién lo hará?
Nancy: Claro dices eso, por supuesto, como mujer de Dios, una mujer que ama la Palabra de Dios y los caminos de Dios. Susan, tienes el corazón de una madre. Esa es una de las cosas que tanto aprecio de ti. Durante nuestras reuniones aquí esta semana hemos estado hablando acerca de algo que carga bastante nuestros corazones.
Hemos estado hablando sobre tantos de nuestros hijos que crecen en hogares cristianos, en nuestras iglesias evangélicas de predicación doctrinal bíblica y solida, y que abandonan su fe en el momento en que se van de sus casas al graduarse de la secundaria o al transcurrir sus años de universidad y durante sus años de juventud, para jamás volver a retomar el camino de la fe.
Susan: Sí, ¡las estadísticas son asombrosas!
Nancy: Sí, he visto en las estadísticas que quizás hasta un 80% de estos hijos está creciendo sin interesarse en la fe de sus padres. Nos hemos estado preguntando “¿Por qué es esto así?” Porque esto es algo serio.
Me senté con nuestro equipo de Aviva Nuestros Corazones en una reunión que tuvimos ayer por la noche, y les dije: “Tarde o temprano, ninguno de nosotros va a estar aquí.” Queremos vivir la verdad de Dios en nuestra generación. Sin embargo, la pregunta es: ¿Quién va a vivir la verdad en la próxima generación? Tenemos que preocuparnos acerca de lo que sucederá con esa generación.
Este pasaje que hemos estado viendo, dice que hay algunas verdades, algunos principios; hay cierta comprensión de los caminos de Dios que las madres tienen que pasar a sus hijos, no solo con palabras, sino con sus vidas.
Yo sé, Susan, que hay otros pasajes de las Escrituras que nos hablan de este tema de la transmisión de la verdad a la siguiente generación.
Susan: Así es Nancy creo que Tito capítulo 2 los versículos 4-5 nos dan la indicación y el mandato de que debemos entrenar a la generación más joven —a las mujeres más jóvenes. Las mujeres mayores deben hacer esto, y enseñarles no solo a ser amantes de Dios, amantes de sus maridos, amantes de sus hijos, sino también enseñarles a tener dominio propio y a ser puras.
No es una opción. Dios nos ha dado ese mandato. Esto es algo que nosotras, como abuelas y como madres necesitamos pasar a la siguiente generación. Como abuela, creo que a veces pensamos: “Bueno, eso es responsabilidad de nuestros hijos.”
Pero, yo creo que puedo tener una influencia increíble en la vida de mis nietos, sobre todo cuando ellos son pequeños. Cuando están en esa etapa moldeable es que podemos plantar semillas pequeñas en el camino; cuando los tenemos a nuestro cuidado, cuando los amamos y cuando están bajo nuestra ala.
A veces, como abuela, he encontrado que mis nietos abrazan y escuchan lo que he dicho en un momento. De hecho, lo toman muy en serio, aun más de lo que hacen con lo que le dice su mamá, como yo no soy la persona encargada de su disciplina en la vida, creo que ellos me escuchan con más detenimiento.
Nancy: Entonces cuando piensas acerca de tu influencia como abuela, sobre tus nietos, Susan, ¿cuáles son algunas de las formas, o algunas de las oportunidades que tienes para hablarle sobre esas verdades a sus vidas?
Susan: Hace unos meses atrás asistí a una pre-conferencia y llevé a mi nieta, Leah, conmigo. Intencionalmente y antes de salir me llevé un libro— era solo un libro de cuentos para colorear— pero era la historia sobre una experiencia de salvación, de cómo un joven conoció al Señor.
Dios incluso orquestó algunos eventos esa noche antes del evento —ella hizo algunas preguntas sobre el libro y tuvimos la oportunidad de hablar acerca de la salvación y de plantar esas semillas. Hubo momentos en que las lágrimas inundaron sus ojos. Ella se acurrucó tan cerca de mí esa noche.
Es importante que las abuelas siembren desde temprano las semillas de salvación y de pureza en la vida y en el corazón de nuestros nietos. Tenemos que ser intencionales. Si no somos intencionales en eso, entonces el mundo estará encantado de tomarlos de la mano y de llevarles sus verdades. Realmente estamos viviendo el libro de los Jueces, en un sentido que todo el mundo hace lo que le parece bien ante sus propios ojos.
Tenemos que empezar a enseñarles a nuestros hijos las verdades a una edad temprana para que ellos puedan ser capaces de combatir las mentiras de la cultura que viene contra ellos —para que ellos puedan saber qué es verdad y qué es mentira. ¿Qué dice la cultura acerca de esto? ¿Cuál es la verdad según la Palabra de Dios? Eso es tan importante en los tiempos en que vivimos.
Nancy: Estoy totalmente de acuerdo y es interesante que mencionas el libro de los Jueces, en el que cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus propios ojos. Había un estado de la anarquía moral y de caos en la nación de Israel. Si nos remontamos al libro del Deuteronomio, donde Moisés habló a los padres de esa generación, él les dijo, "el SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR uno es. Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza (6:4-5). "
Luego les dijo: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos.” Escríbelas en tu casa. Escríbelas en todas partes dónde puedas verlas. Habla de ellas cuando se acuesten y cuando se levanten, durante todo el día. (6:6-8, paráfrasis).
Bueno se preguntaran y ¿qué pasó entre esas palabras en Deuteronomio y el libro de los Jueces, donde toda una nación había caído en una anarquía moral? Lo que pasó es que los padres no enseñaron a sus hijos.
Susana: Sí Nancy y es que esto puede suceder en tan solo una generación.
Nancy: Sí, en una generación— cuando los padres se olvidan de enseñar a sus hijos acerca de Dios, entonces los niños se olvidan de Dios. Eso es lo que vemos en Jueces capítulo 2 versículo 10. Que dice: "Se levantó otra generación después de ellos que no conocía al SEÑOR, ni la obra que Él había hecho por Israel. Creo que ese es uno de los versículos más tristes de toda de la Palabra de Dios.
Quiero insertar algo aquí, sé que tenemos una gran cantidad de oyentes que no tienen sus propios hijos, muchas mujeres solteras, mujeres que no son madres ni abuelas. Permítanme decirles que esta es una responsabilidad de todas de nosotras. Estamos unidas en una lucha. Y eso significa que tenemos que orar por los niños de otros, participar en las vidas de los niños de otros, y rogar a Dios para que Él haga lo que sólo Él puede hacer para “conectar los puntos”.
Tú sabes que los padres pueden “hacerlo todo bien”, pero todavía se necesita la gracia de Dios para encender la luz y hacer que esto se haga una realidad en las vidas de tus hijos.
Permíteme volver por un momento a algo que dijiste, Susan, y es que deseas que tu pequeña nieta, Leah, llegue a conocer la salvación en Cristo. Por supuesto, eso es fundamental para su vida aquí en la tierra y para su vida eterna.
Pero también mencionaste un par de veces tu carga por la siguiente generación porque la siguiente generación entienda lo que es la pureza del corazón. Se nos dice en Tito capítulo 2 que las mujeres mayores deben enseñar a las mujeres más jóvenes. Una de las cosas que hay que enseñar en ese círculo es que deben ser puras y que deben tener corazones puros.
Sé que esto ha sido una enorme carga en tu corazón a través de los años. ¿De qué forma te puso Dios esa carga en tu corazón y por qué es tan fuerte?
Susan: Bueno, esto se remonta a una época en que tú y yo estábamos juntas con otras dos esposas de pastores. Tú estabas compartiendo sobre la carga que tenías y sobre tu oración para que Dios levantara una generación contra cultura, y de cómo Aviva Nuestros Corazones podría ser parte de eso. Dios también puso esa misma carga en mi corazón, y yo comencé a orar por eso.
Estábamos hablando sobre recursos que ya estaban en el mercado y que eran "contra-cultural." Una de las mamás mencionó un pequeño cuento de hadas, una parábola, llamada La princesa y el beso. Ella simplemente estaba compartiendo un poco sobre eso, y sobre cómo enseñaba sobre la pureza. Yo no podía esperar a llegar a casa para comprar ese libro y leérselo a mis nietos. Eran mucho más pequeños en ese entonces.
Pero, cuando yo comencé a leer esa historia descubrí que Dios le había dado a esta pequeña princesa un regalo especial. Sus padres se lo entregaron cuando ella estaba un poco más grande. Lo ilustraron como un resplandor hermoso y dorado, y era el regalo de su primer beso. Era un beso físico, pero fue ilustrado— y daba la ilusión de algo que tenía gran valor.
Después de presentarle el regalo, el rey le da algunas instrucciones. Él le dice: “Sé prudente y guarda tu beso para el hombre con quien te vayas a casar. No se lo des a un desconocido.” Estaba leyendo esta historia y había leído ya tres cuartas partes de ella. Entonces, mi nieto, que en ese momento tenía tan solo cinco años —se sienta en la cama, me mira muy serio y me dice, “¡Pero Abuelita, Ana, que está en mi clase de kindergarten no guardó su beso! Ella me lo dio a mí!”
Nancy: Susan, recuerdo cuando el Señor acababa de poner ese recurso, La princesa y el beso, en tus manos y recuerdo lo emocionada que estabas sobre la reacción de tus nietos; incluso de tu nieto más pequeño que tenía cinco años. Dios puso en tu corazón el deseo de desarrollar un recurso que acompañara ese libro para ayudar a las madres y a las abuelas a dejar estas verdades impresas en la vida de los niños.
Entonces desarrollaste una herramienta complementaria junto a la autora, Jenny Bishop, llamado Lecciones para la vida de la princesa y el beso (que está en inglés solamente). El Señor también ha proporcionado un recurso para los varones.
Susan: Sí así es se trata del El E scudero y el Pergamino . Jenny Bishop, la autora, es una escritora increíble. Ella escribe de una manera parecida a CS Lewis. Ella hizo un trabajo increíble al escribir esta parábola.
En la historia, el farol de la luz más pura ha sido robado del reino. El rey envía a su último caballero en un viaje para recuperar el farol. Ninguno de los caballeros que el rey envió anteriormente en este viaje regresó.
Esa es una imagen increíble de nuestra cultura de hoy —cómo la inocencia no solo ha sido robada de nuestros jóvenes, sino también de nuestra cultura. Tenemos que ir deliberadamente a buscar maneras de recuperar ese camino de pureza en nuestra cultura y para la vida de nuestros hijos —traerlos de nuevo al reino.
Nancy: En Aviva Nuestros Corazones esto nos carga y somos muy intencionales a la hora de producir recursos como estos, y otros más que estamos poniendo a su disposición, para que puedan ser herramientas para las mamás y para las abuelas para hacer lo que hizo esta mujer de Proverbios 31. Ella entrenó a su hijo antes de que él fuera rey —cuando todavía era un niño. Tenemos que enseñar a nuestros hijos a guardar sus corazones, a amar las cosas que son verdaderas, como ser inocentes en cuanto a la maldad, pero sabios acerca de lo que es bueno.
Además, el Señor nos ha dado una visión para usar estos instrumentos y estos recursos, que les sirven a las mujeres como una pista donde correr. Sé que tú has estado involucrada en otras cosas, como son los Clubes de la Princesa y los Clubes del Escudero y el Rollo, para líderes ministeriales y para ayudar a las mujeres que tienen un corazón dispuesto para hacer esto en sus iglesias. Estos recursos solo están disponibles en inglés.
Susan: Bueno, en realidad es proveer a la iglesia, para equipar a los padres, para que los padres a su vez puedan ser capaces de tener una manera sencilla, no amenazante, de aplicar estas verdades y de plantar las semillas en las vidas de sus hijos.
Una de las formas que hemos tratando de hacer esto, simplemente, es simplemente diciendo, “Bueno, mamás, hagan dos lecciones en casa. Y cada vez que les toque la tercera lección reúnanse en un grupo pequeño y de esta manera pueden facilitar la conversación de grupo pequeño de una manera general” —de ninguna manera entrarían allí en detalles que pudieran ser ofensivos. La idea es de estos clubes es enfocarse en la pureza del corazón y de la vida … para tomar estos principios y la historia combinándolo junto con otras actividades, preguntas, y algunos tiempos de artesanía.
Nancy: Es realmente crear un clima positivo de presión de grupo en cuanto a la pureza.
Susan: Sí, y no solo para los niños, sino para los también porque les da fortaleza. Les da el valor a los padres para decir "sí." Además, ellos aprenden de los otros padres en su interacción. Se sorprenderían de lo que puede salir de todo esto. Creo que una de las cosas que hemos visto es que suelen llevar esto por diez o doce semanas. Las madres y los padres siempre salen diciendo, “No puedo parar aquí. Tengo que seguir haciendo esto”.
Nancy: También estamos viendo a Dios utilizar estos materiales y las ideas del club.
Pero Dios lo está usando también en la vida de estos padres, algunos de los cuales tienen sus propios problemas y su propio equipaje de su pasado, cuando no conocían los caminos de Dios o no siguieron los caminos de Dios. Estamos viendo que Dios realmente también libera algunos de estos padres y madres que están llevando a sus hijos y a sus a hijas a través de recursos como éstos.
Susan: Sí, y yo creo que están encontrando la fortaleza para darse cuenta de que quieren más para sus hijos de lo que recibieron ellos mismos. Y les da el deseo de “Yo voy a invertir en la vida de mis niños. Yo no lo recibí, pero puedo tomar estas herramientas, y puedo tomar estos recursos, y puedo por lo menos plantar estas semillas en la vida de mis hijos. Yo puedo dar”.
Les da la esperanza de que al menos han cubierto algunas áreas con esta información. Ellos les han dado las herramientas para tomar el siguiente paso hacia la edad adulta y abrazar la feminidad bíblica.
Nancy: Al ser tan contra-cultura, encontramos que es útil para las mamás reunirse con otras mamás que tienen este mismo corazón y así poder reunirse y buscar fortaleza al ser muchas —en hacer esto en comunidad con otras .
Una de las maneras en que hemos animado este tipo de comunicación es a través de unas conferencias que se llevan a cabo en los Estados Unidos y que estamos desarrollando y se llaman, las Conferencias "Puras de Corazón". Tuvimos la primera en otoño del año pasado, y estamos en el proceso de lanzar otras.
Susan cuéntanos un poco sobre esa conferencia Puras de Corazón, yo tuve el privilegio de estar allí, y fue realmente una cosa preciosa ver los cientos de madres e hijas reunirse durante todo ese sábado. ¿Cuéntanos un poco como fue? Para aquellos que no estaban allí.
Susan: Bueno es tan difícil describirlo en palabras. Fue una bendición ver a estas madres e hijas unidas y ver a estas chicas jóvenes acurrucadas bajo las alas de sus madres —verlas tener ese tiempo de conexión allí.
Muchas salieron comentando acerca de lo que Dios hizo en sus vidas y en la vida de sus madres. Creo que les dio una visión a las madres que las ayudó a darse cuenta de que deben ser intencionales. Ahora tienen algo con lo que pueden irse a casa y ser capaces de plantar las semillas y continuar en este proceso. Fue tan maravilloso ver a estas madres e hijas unirse.
Nancy: Esa es la carga de estas conferencias, y es la carga de estos recursos. Para nuestros oyentes que quisieran saber más acerca de estos recursos o sobre la posibilidad de asistir a estas conferencias pueden visitar nuestra página AvivaNuestrosCorazones.com. Porque hay un enlace allí que las llevará a más información acerca de estas conferencias y recursos. Recuerden que estas páginas solo están disponibles en inglés.
Eso trae a la mente, un pasaje que he citado antes en Aviva Nuestros Corazones. Pero que quiero simplemente hoy citarlo de nuevo. Creo que es una parte tan importante de nuestra misión y de nuestro ministerio aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Viene del Salmo 78: El salmo donde el salmista dice:
"Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca. En parábolas abriré mi boca; hablaré proverbios de la antigüedad, que hemos oído y conocido, y que nuestros padres nos han contado. No lo ocultaremos a sus hijos, sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del SEÑOR, Su poder y las maravillas que hizo. Porque Él estableció un testimonio en Jacob, y puso una ley en Israel, la cual ordenó a nuestros padres que enseñaran a sus hijos; para que la generación venidera lo supiera, aun los hijos que habían de nacer; y éstos se levantaran y lo contaran a sus hijos" (versículos 1 -6).
Entonces, ¿cuántas generaciones están en esta lista? Tres o cuatro o cinco tal vez. Una generación a la siguiente. ¿Por qué?
“Para que ellos pusieran su confianza en Dios, y no se olvidaran de las obras de Dios, sino que guardaran sus mandamientos; y no fueran como sus padres, una generación porfiada y rebelde, generación que no preparó su corazón,y cuyo espíritu no fue fiel a Dios.” (Versículos 7-8).
Entonces, amigas, realmente tenemos una vocación enorme y la responsabilidad no solo de ser fieles a Dios, nosotras mismas, sino de orar y de influir y de compartir la verdad. Pasen ese batón a la siguiente generación. Debemos darnos cuenta de que, en una medida muy importante, realmente tenemos influencia en cuanto a si esa generación siguiente y la siguiente a esa, sean de las que aman al Señor y le obedecen y brillan como luces brillantes para Él o si serán generaciones obstinadas y rebeldes cuyo corazón no es fiel a Dios.
Señor, te doy gracias por aquellos que nos han enseñado tus caminos. Pienso en mi papá en mi mamá, en una bisabuela que oraba y otros que han influido en mi vida y cuyas vidas hicieron el Evangelio creíble y atractivo. Señor, ahora nos acercamos a Ti en nombre de la próxima generación y de la siguiente.
Clamamos a Ti en nombre de nuestros hijos, de nuestros nietos, e incluso los niños que están por nacer. Nosotros decimos: "Oh Señor, ¿danos la sabiduría y la fe y la pureza y el coraje? Ayúdanos a ser intencionales. Ayúdanos a ser valientes y audaces y a no abandonar la causa y decir: "¡Oh, qué trágico es el camino de los niños hoy en día!"
Ayúdanos a no mantenernos al margen o a criticar, sino Señor, a arremangarnos las mangas y a ponernos de rodillas, a clamar a Ti, para apoderarnos de Ti y decir: “Señor, no vamos a soltar hasta que nos des los corazones de estos niños”.
Te pido, Señor, que Tú nos ayudes a utilizar los recursos que nos has dado. Gracias por Susan y por su ministerio y por La princesa y el beso y El escudero y el pergamino , y gracias por Jenny Bishop que escribió esos instrumentos maravillosos. Gracias por los Clubes de princesa y los Clubes del escudero y el rollo que están empezando en todas partes, y por las conferencias Puras de corazón.
Señor, te pedimos que se produzca un movimiento de pureza, de gracia, de feminidad bíblica contra-cultura. Señor, ojalá que seamos capaces, al final de nuestras vidas, de ver la próxima generación y ver que han avanzado espiritualmente más de lo que jamás pudimos haber soñado. Que sean luces brillantes y puras que representen el corazón puro de Jesús para las generaciones futuras. Te lo pedimos en el Nombre de Jesús, Amén.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries. Y mi mamá es una mujer verdadera.
Todas la Escrituras fueron tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se cite otra fuente.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Únete a la conversación