La luz
Débora: La autora Mary Kassian dice: «Leer la Biblia puede ser como disfrutar un buen pedazo de chocolate».
Mary Kassian: Para mí ha habido una transformación en cuanto a la forma en que leo las Escrituras. Cuando el Espíritu Santo me muestra algo que constriñe mi corazón, me emociona mucho. Es tan estimulante, es tan emocionante y alentador. Es como…un buen pedazo de chocolate. Es comida espiritual, pero es tan rico que dices, «quiero otro pedazo. Me gustaría comer otro pedazo» ¡Ya saben cómo es! Creo que cuando has probado la delicia de las Escrituras, es como, «¡wow!, eso estaba delicioso; quiero más».
Débora: Esta semana vamos a aprender a saborear la Palabra de Dios en Aviva Nuestros Corazones. Hoy es 23 de enero de 2023.
Frecuentemente Nancy nos reta a leer nuestras biblias cada día del año. Esta semana, vas a ver por qué es tan valioso aceptar …
Débora: La autora Mary Kassian dice: «Leer la Biblia puede ser como disfrutar un buen pedazo de chocolate».
Mary Kassian: Para mí ha habido una transformación en cuanto a la forma en que leo las Escrituras. Cuando el Espíritu Santo me muestra algo que constriñe mi corazón, me emociona mucho. Es tan estimulante, es tan emocionante y alentador. Es como…un buen pedazo de chocolate. Es comida espiritual, pero es tan rico que dices, «quiero otro pedazo. Me gustaría comer otro pedazo» ¡Ya saben cómo es! Creo que cuando has probado la delicia de las Escrituras, es como, «¡wow!, eso estaba delicioso; quiero más».
Débora: Esta semana vamos a aprender a saborear la Palabra de Dios en Aviva Nuestros Corazones. Hoy es 23 de enero de 2023.
Frecuentemente Nancy nos reta a leer nuestras biblias cada día del año. Esta semana, vas a ver por qué es tan valioso aceptar un reto como este, mientras Nancy nos trae la serie llamada, La maravilla de la Palabra. Comenzará explicando que la Biblia es única.
Nancy: La Biblia es una categoría en sí misma. Cuando utilizas la palabra único no dices –o gramaticalmente no es correcto decir– «más único» o «muy único» ya que único significa que solo existe uno. Es único en su clase; no tiene igual. Bueno eso es cierto, absolutamente cierto, acerca de la Biblia. La Biblia es única.
Me han dicho que se venden a una velocidad de 80,000 copias por día en todo el mundo. Ese es su ritmo de venta. Es leída por más personas y publicada en más idiomas que ningún otro libro en la historia. Sin duda, la Biblia ha tenido mayor impacto que cualquier otro libro en la historia de la civilización, en el arte, en la literatura, en la cultura –todos han sido influenciados por la Palabra de Dios.
Ahora, como muchas de ustedes saben, la Biblia es en realidad una colección de libros: sesenta y seis documentos que fueron escritos por separado en un período de alrededor de 1,500 años por más de cuarenta autores humanos, que provenían de diferentes contextos. Dos de los escritores fueron reyes, dos fueron sacerdotes, uno era médico, otros dos fueron pescadores, algunos fueron pastores. El apóstol Pablo era un fariseo y un teólogo. Mateo cobrador de impuestos; Josué era un soldado; Esdras un escriba; Nehemías mayordomo.
Así que tenían diferentes contextos, y aun así, considerando que todos estos diferentes libros fueron escritos en un período de un milenio y medio, por cuarenta autores diferentes, es sorprendente que la Biblia mantenga una unidad, como un solo libro. El mismo tema, nunca se contradice; y todas esas distintas partes escritas por autores tan diferentes, están unidas en un mismo tema: quién es Dios, y Su plan redentor para el hombre pecador.
Esa es la historia de la Biblia. La Biblia es una larga historia de amor. Es la historia del gran plan de redención de Dios.
Existen diversas cosas sobre la Biblia que pueden ser usadas para señalar su singularidad, pero una de las que creo que es particularmente notable es la increíble precisión de las profecías que encontramos en la Escritura. Pienso, por ejemplo, en el libro de Daniel, en el Antiguo Testamento, que da numerosos detalles pequeños sobre varios reinos del mundo que aún no existían, cientos de años antes de que estos reinos fueran naciones.
Sin embargo, Daniel dijo cuáles serían esas naciones y detalló cómo serían destruidas y cuáles serían sus características. Hay una visión anticipada de la historia mundial, notablemente específica, mucho antes de que él pudiera saber lo que iba a suceder, ¡porque aún no había sucedido!
En otra línea de pensamiento, referente a las profecías, el Antiguo Testamento contiene más de 300 referencias sobre el Mesías que serían cumplidas en Cristo Jesús, incluyendo sesenta profecías principales con detalles que fueron escritos cientos de años antes de que Cristo naciera y que estaban completamente fuera de Su control humano.
Por ejemplo, el Antiguo Testamento nos dice el lugar del nacimiento del Mesías. Nos dice el tiempo de Su nacimiento. Nos dice la forma en que Él nacería. Nos da detalles minuciosos sobre Su ministerio terrenal, Sus milagros, Sus parábolas. Nos habla sobre el rechazo de Jesús y la traición de un amigo, que fue predicha cientos de años antes de que sucediera.
El Antiguo Testamento profetiza la muerte de Jesús (o del Mesías, cumplidas en Jesús), cientos de años antes de que la crucifixión fuera conocida como un método de ejecución. Sin embargo, el Antiguo Testamento describe, en el libro de los salmos, la crucifixión del Mesías. Nos da detalles sobre Su sepultura, Su resurrección y Su ascensión.
Diferentes escritores se han maravillado sobre cómo esto puede ser cierto, y han intentado entender cuál es la probabilidad de tomar estas profecías con tanto detalle y verlas cumplidas en una persona. Peter Stoner escribió un libro llamado «Science speaks», o La ciencia habla, en español, y en ese libro calculó la probabilidad de que solo ocho de todas estas profecías fueran cumplidas en un hombre.
Matemáticamente, dice que la probabilidad sería uno en 100 cuatrillones. Y en caso de que no sepas cuanto es un cuatrillón, 100 cuatrillones es un uno con diecisiete ceros. Esa es la probabilidad de que solo ocho de estas profecías se cumplieran matemáticamente en una persona, y fueron todas cumplidas en Cristo.
Para comprender lo que significa, ya que esos números me resultan sorprendentes, Stoner lo ilustra así en su libro: Toma 100 cuatrillones de monedas de plata y ponlas en la superficie del estado de Texas. Espárcelas; cubrirán todo el estado a dos pies de profundidad. Así que imagina todo el estado de Texas cubierto dos pies de profundidad con estas monedas de plata.
Y para que te hagas una idea de lo que es el tamaño del estado de Texas, tiene 695 mil kilómetros cuadrados de área. Ahora, él dice, pon una X en una de estas monedas, después cubre los ojos de un hombre y dile que puede ir a cualquier lugar en el estado de Texas, pero tiene que escoger la moneda marcada. Por supuesto, sabemos que es imposible. Bueno, matemáticamente, no es imposible. Existe una probabilidad en 100 cuatrillones de que él escoja la moneda correcta –el número es un uno con 17 ceros detrás.
Y este escritor dijo, «¿cuál es la probabilidad de que escoja la correcta? Justo la misma probabilidad que los profetas tenían de escribir estas ocho profecías y que se cumplieran todas en un hombre, desde sus épocas hasta el día presente, dando por sentado que las escribieron en su propia sabiduría». 1
Pero ellos no las escribieron según su propia sabiduría. Fueron inspirados por el Espíritu de Dios, así que lo que fue escrito eran cosas que Dios conocía. Él sabía que iban a suceder. Él lo predeterminó, Él supo de antemano estas cosas, y Él inspiró a estos autores humanos para saber lo que ellos nunca podrían haber sabido por sí mismos. Todas estas profecías se han cumplido –muchas, muchas lo han hecho– y eso nos da la certeza de que las que aún no se han cumplido, se cumplirán.
Existen otras evidencias de la singularidad de la Palabra de Dios. A mí me gusta pensar en la Palabra de Dios como «sinigual». No existe nada que se le pueda comparar. No hay otro libro que se le acerque.
Existe la evidencia arqueológica, un renombrado arqueólogo judío escribió: «Puede decirse categóricamente que ningún descubrimiento arqueológico ha contradicho alguna referencia bíblica».
Existen civilizaciones enteras y ciudades y pueblos mencionados en el Antiguo Testamento que, hasta hace pocos años, los estudiosos decían: «La Biblia no debe ser cierta porque esa ciudad nunca existió». En años recientes, en algunos casos, los estudiosos–los arqueólogos– han viajado a esas partes del mundo y han recuperado restos que las personas no sabían que existían sino hasta ahora. Cuanto más descubre la ciencia, más demuestra la precisión de la Palabra de Dios.
Me encanta ese versículo en el Salmo 119 que dice: «He visto un límite a toda perfección; tu mandamiento es sumamente amplio» (v. 96). Es amplio, es la consumación de la perfección. Es sinigual, es único.
Entonces, ¿qué significa esto para nosotras? Bueno, significa, primero, que la Biblia es confiable. Puedes creerla. Es un libro increíble, y debe tener un lugar único en nuestras vidas. Si la Biblia es un libro sin igual, y lo es, ¿no debería tener un lugar único en nuestras vidas? ¿Debería ser la Biblia un libro más entre cientos de libros en nuestros estantes? ¿Debería la Biblia ocupar el segundo lugar en nuestras vidas frente a todas las demás novelas y revistas, libros de bolsillo, libros de texto y cosas que nos gusta leer?
La Biblia es la Palabra de Dios. Es el corazón de Dios para nosotras, que Él ha puesto a nuestra disposición. Es única. Es sinigual; no tiene límite; es la consumación de la perfección. Por eso te reto: Conoce la Palabra de Dios.
Muchas personas dicen, «no puedo entender ese libro». Reconozco que luego de más de cuarenta años leyendo este libro, desde que pude leerlo por primera vez, todavía hay cosas que no entiendo. Por ejemplo, en mi tiempo devocional esta mañana pensé, «¿qué significa esto? He leído esto muchas veces a lo largo de los años y todavía no lo entiendo».
Pero me doy cuenta que la mayoría de las personas que dicen que no pueden entender la Palabra de Dios, o no la están leyendo, o no conocen a Dios, no tienen una relación con Cristo, así que no tienen la capacidad espiritual para comprender la Palabra de Dios. Requiere trabajo, requiere esfuerzo, requiere deseo y compromiso. Pero si comienzas a indagar, si comienzas a buscar, te darás cuenta de que este libro es verdaderamente único. Es un libro que cambiará tu vida. ¡Puedes confiar en él!
Así que quiero retarte: Haz ese compromiso. Comienza a pasar tiempo, si aún no lo estás haciendo, leyendo la Palabra de Dios. No lo entenderás todo, pero lo que entiendas será suficiente para cambiar tu vida.
Débora: Nancy DeMoss Wolgemuth nos ha estado invitando a escudriñar los tesoros de la Palabra de Dios. Este mensaje es parte de una serie llamada, La maravilla de la Palabra. Te traemos esta serie sobre la Biblia para animarte a tomar este reto que frecuentemente Nancy hace. Aquí está ella para explicarles.
Nancy: Cuando te sumerges en la Palabra de Dios, y permites que la Palabra de Dios habite dentro de ti, no podrás evitar el efecto enorme que tendrá en tu vida. Lo creo firmemente. Es por eso que te animo a tomar el reto de comenzar a pasar un tiempo cada día durante este año en la Palabra de Dios.
Durante esta serie, La maravilla de la Palabra, les animo a tomar este reto con nosotras. ¡Adelante! El compromiso es simplemente pasar tiempo en la Palabra de Dios cada día. Ahora, eso puede significar que pases menos tiempo en las redes sociales, o menos tiempo leyendo otros libros o con otros pasatiempos.
Quiero asegurarte que vale la pena. Recibir una dosis diaria de la Palabra de Dios va a tener un enorme efecto en tu vida. Para ayudarte a mantener este compromiso de leer la Palabra de Dios cada día, quiero animarte a visitar avivanuestroscorazones.com y registrarte en el Reto de leer la Biblia diariamente. También vas a encontrar algunos recursos que serán de ayuda: planes de lectura bíblica, cómo introducirte en la Palabra de Dios y cómo estudiarla. Tenemos un foro donde puedes interactuar con otras sobre lo que estás recibiendo de la Palabra de Dios, qué retos estás enfrentando. Cuando entren a la página avivanuestroscorazones.com, busca el Reto de Leer la Biblia diariamente.
Débora: Gracias, Nancy.
En el tiempo que nos resta, vamos a escuchar parte de la conversación entre Nancy y Scott Lindsey. Él es un experto usando nuevas tecnologías para ayudar en el estudio de la Biblia. Antes de que él comenzara a trabajar en métodos de alta tecnología para estudiar las Escrituras, su amor por la Biblia estaba en un momento en el que aumentaba cada vez más.
Scott Lindsey: Llegué a la fe en el ejército. Estaba en el servicio activo de la Fuerza Aérea un par de meses antes de que la Guerra del Golfo comenzara. Una tarde me invitaron a un servicio evangelístico en una iglesia en Phoenix. Escuché el evangelio por primera vez, y sacudió mi mundo. Era una nueva criatura en Cristo. La siguiente mañana mis compañeros de cuarto pensaban que me había vuelto loco porque allí estaba yo hablando sobre Jesús, y leyendo mi Biblia. Curiosamente, el Señor usó mi testimonio y dos de mis compañeros de cuarto rindieron sus vidas al Señor en un período de seis meses, fue increíble.
Nancy: Así que como un recién convertido, tenías esta hambre por la Palabra de Dios. Eso es algo muy importante porque hay personas que piensan que el estudio de la Biblia es aburrido en este mundo enloquecido por el entretenimiento, y queremos recordarles que no se trata solo de saber lo que hay en la Biblia. La meta es conocer al Señor. Si quieres conocerle a Él, aquí es donde Él se revela a Sí mismo. Así que tu hambre por el Señor, siendo un recién convertido, te llevó a estudiar la Biblia.
Scott: Bueno, la Guerra del Golfo comenzó, así que recibí órdenes de ir al extranjero. Estaba un poco asustado porque sé que la cultura militar algunas veces puede ser muy poco cristiana, por así decirlo.
Nancy: No es un ambiente perfecto para el desarrollo espiritual, ¿cierto?
Scott: Exacto. Hay mucha tentación; había mucha gente en contra de lo que ahora yo creía. Fui a una librería cristiana con mi cheque de pago y una bolsa de lona. Se te permiten dos bolsas de lona cuando te envían al extranjero. Le pregunté al gerente cristiano de la tienda: «Soy un nuevo creyente. No sé nada, y necesito conocer mi fe más a fondo». Caminamos por la librería cristiana y llenamos esa bolsa de lona con buenos libros de apologética y de estudios generales del Antiguo y Nuevo Testamento.
Durante los dos años que estuve en el extranjero, hice mi propia mini universidad de la Biblia. Yo era el alumno y el maestro. Me di a mí mismo el diploma. Tenía hambre por la Palabra. Quería saber en lo que creía ahora. Quería conocer a ese glorioso Salvador que me había redimido y comprado. Quería conocerlo. Y así fue como comenzó mi caminar. Salí del servicio y entré al ministerio. Y hace trece años al Señor le plació abrirme una puerta para unirme a una asombrosa compañía de software bíblico. Estoy muy emocionado con lo que hacemos, porque es preocupante ver la disminución en el estudio de la Biblia. Creo que es una forma en la que podemos redimir esa tendencia, y podemos acercar a las personas a la Palabra de Dios.
Nancy: Sé que compartes la preocupación que yo también tengo. Das conferencias por todo el país y yo misma estoy conociendo mujeres de todo el mundo. Una de las cosas que con frecuencia vemos es que la gente no conoce la Palabra de Dios. ¿Eso es lo que estás viendo tú también?
Scott: Tengo el gran privilegio de trabajar con muchos ministerios, maravillosos ministerios, cuyo único enfoque es el estudio de la Biblia: Woodrow Kroll y Kay Arthur. Lo que más estoy escuchando de la mayoría de los ministerios, cuyo enfoque es enseñar a las personas cómo estudiar la Palabra y estar en la Palabra, es el declive preocupante que ven en el cuerpo de Cristo por su búsqueda de la Palabra de Dios. También vemos esa tendencia, esa disminución. Creemos que lo que estamos haciendo es ayudar a cómo abordar esa tendencia porque todo el mundo se está volviendo «tecnológico».
Cuando les preguntamos a las personas, «¿por qué no estás estudiando la Palabra de Dios?» La excusa número uno que escuchamos es, «no tengo tiempo». No creo que necesariamente sea que no quieren estudiar la Palabra de Dios. La segunda razón que escuchamos es, «no sé por dónde comenzar». Así que o no tienen suficiente tiempo, o sí quieren, pero simplemente no saben cómo.
Ahora, las personas que están diciendo eso, probablemente han hecho estudios escritos de la Biblia. Así que tienen una concordancia y un comentario, sus biblias y sus resaltadores. Es un proceso largo, es muy tedioso y consume mucho tiempo. Una de las cosas que realmente me impactó como padre fue la estadística que para el grupo de edades entre catorce y dieciocho años, para cuando se gradúen de la universidad, más del setenta y cinco por ciento de lo que ellos aprendan lo van a aprender electrónicamente. Los padres tienen que entender esto. Los pastores tienen que entenderlo. Los líderes en la iglesia tienen que entenderlo. El problema es que continuamos forzándoles el modelo tradicional del estudio en papel.
En conferencias para laicos, uno de los pequeños experimentos que hago para conocer al público es decirles: «Todos los menores de veinticinco años absténganse de responder esta pregunta. Los mayores de veinticinco años, respondan verbalmente a la pregunta que les voy a hacer. Los de veinticinco o menos permanezcan en silencio. Les voy a hacer la misma pregunta, pero esperen». Así que les digo, voy a decir una palabra, y quiero que me digan ¿cuál es la primera palabra que viene a su mente?
La palabra que digo es estudiar. Todos los adultos dicen, «libros». Estudiar es libros. Después hago la misma pregunta a los de veinticinco o menos. ¿Estudiar? ¿Y qué contestan? Computadora. Ellos dicen electrónica, dicen Kindle, o iPhone, Google o lo que sea. Es realmente una revelación sorprendente para los padres que están en la audiencia porque, de nuevo, ellos están frustrados con el hecho de que los jóvenes no estén entusiasmados con el estudio de la Biblia. El problema es que les siguen forzando el papel. Esa no es la forma en que ellos quieren estudiar; esa no es la forma a la que ellos están acostumbrados a estudiar.
Nancy: Antes de la Reforma, en la Edad Media, la mentalidad por siglos era que solo los líderes espirituales debían estudiar la Palabra. Los laicos solo lo daban por hecho. Simplemente se esperaba que escucharan a los clérigos asalariados predicar la Palabra o estudiar la Palabra.
Un punto clave de la Reforma fue que las personas laicas debían poder leer la Biblia en su propio idioma, debían tener la posibilidad de tener una copia de la Biblia, y debían ser capaces de estudiar por sí mismos. Por supuesto, con la ayuda de las personas que han estudiado más a fondo las Escrituras. Yo creo que necesitamos una reforma otra vez hoy, para que los laicos volvamos a estudiar la Palabra, porque tendemos a pensar, «que el pastor lo haga por mí. Que este autor lo haga por mí. ¿Yo estudiar la Palabra?» Y nosotros decimos: «Sí, tú puedes estudiar la Palabra por ti mismo».
Scott: Estoy muy agradecido de vivir en la era del Internet, la radio y la televisión. Tenemos acceso a unas de las mejores enseñanzas. Aviva Nuestros Corazones…mi esposa es una fiel seguidora. Es genial escuchar la Biblia siendo enseñada. Personas que han invertido sus vidas estudiando las Escrituras, pero esa no es una excusa para no estudiar la Biblia por ti mismo. No puedes vivir de la fe de alguien más. Te pueden edificar porque ellos pueden entender las cosas un poco mejor.
Nancy: Pero no es un sustituto de tu propio estudio.
Scott: Creo que hoy en día existe una especie de excusa de que si tenemos tanta buena enseñanza disponible, entonces ¿por qué debería yo hacerlo?
Nancy: Ellos hacen todo el trabajo; ellos reciben toda la bendición. Me dirijo a ustedes oyentes, si tú haces algún trabajo tú misma e indagas y escarbas, incluso por minutos al día, vas a experimentar el gozo, la bendición, y una recompensa del Señor que los otros maestros de la Biblia están experimentando porque están buscando y escarbando ellos mismos.
Scott: Permíteme retar a las oyentes. Es bueno ser parte de una iglesia maravillosa y tener a tus hijos involucrados. Pero si tus hijos no ven la Palabra de Dios como una prioridad en tu propia vida… Así que padres, si ellos no te ven estudiando la Biblia, si ellos no te ven leyendo la Escritura, no puedes esperar eso en sus vidas.
Nancy: No hay razón para que ellos piensen que es realmente importante si no es importante para ti.
Scott: Una de mis frases favoritas con la que termino en las conferencias es de Howard Henricks. Él dice: «Conocemos suficiente como para ser dueños de una Biblia, pero no suficiente como para que nosotros le pertenezcamos a la Biblia» Esa es realmente mi meta. Quiero que la Biblia sature tanto mi mente, mi vida, mi caminar, que yo me someta a la autoridad de ella, y que camine en ella. Cuanto más hago eso, más saludable se vuelve mi matrimonio, me convierto en mejor padre, mejor empleado, mejor amigo. Realmente está en proporción directa a cuánto tiempo paso con Jesús en Su Palabra.
Nancy: Quiero animar a cada persona que nos escucha a dar pasos hacia adelante. A construir en tu casa, tu corazón y en la vida y corazón de tus hijos, y aquellos otros sobre quienes tienes influencia, un corazón y un amor por la Palabra de Dios. No hay nada que sea tan gratificante como esa búsqueda.
Débora: Scott Lindsey es un experto usando nuevas tecnologías para estudiar la Biblia. Él habla sobre cómo usar enfoques de alta tecnología para escarbar en la Palabra de Dios de forma más efectiva.
Queremos que sepas que nuestro podcast gratuito se encuentra en la App de Aviva Nuestros Corazones, disponible en Play Store y en el Apple Store, así como también se encuentra disponible en diversas plataformas de podcast, las cuales podrás ver a través de un link en la transcripción de este episodio en nuestra página avivanuestroscorazones.com
Cuando uno de los reyes de Judá recibió la Palabra de Dios en un rollo, lo cortó y lo lanzó al fuego. ¿Tú nunca harías algo así, verdad? Antes de contestar esa pregunta, te invitamos a escuchar el episodio de mañana y el resto de la historia aquí, en Aviva Nuestros Corazones.
Escudriñando las Escrituras juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
1 Josh McDowell. Evidence that Demands a Verdict. p.175.
Dame a Cristo, Jonathan & Sarah Jerez, Vivir Es Cristo ℗ 2013 Jonathan & Sarah Jerez.
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