La lucha contra el miedo al cáncer
Débora: Dawn Wilson afirma que el amor de Dios fue lo que la ayudó a enfrentar con valor el temible diagnóstico de cáncer.
Dawn Wilson: Lo llamo «acurrucarse en Dios», y con eso me refiero a que me di cuenta de que en ese momento Dios estaba ahí para mí. Él no había cambiado, Él seguía siendo mi refugio fuerte y me seguía amando. Él me amaba profundamente, se deleitaba en mí, así que yo no tenía por qué tener miedo.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 28 de febrero de 2024.
Hace un tiempo, Nancy y su esposo Robert lanzaron un libro titulado: Confía en Dios para escribir tu historia. Este libro ha sido una fuente de ánimo para muchas personas, ayudándolas a enfrentar las circunstancias difíciles confiando en la providencia de Dios. La historia que …
Débora: Dawn Wilson afirma que el amor de Dios fue lo que la ayudó a enfrentar con valor el temible diagnóstico de cáncer.
Dawn Wilson: Lo llamo «acurrucarse en Dios», y con eso me refiero a que me di cuenta de que en ese momento Dios estaba ahí para mí. Él no había cambiado, Él seguía siendo mi refugio fuerte y me seguía amando. Él me amaba profundamente, se deleitaba en mí, así que yo no tenía por qué tener miedo.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 28 de febrero de 2024.
Hace un tiempo, Nancy y su esposo Robert lanzaron un libro titulado: Confía en Dios para escribir tu historia. Este libro ha sido una fuente de ánimo para muchas personas, ayudándolas a enfrentar las circunstancias difíciles confiando en la providencia de Dios. La historia que escucharemos hoy es un ejemplo de eso.
Y me atrevo a decir que todas nos veremos afectadas por problemas de salud en algún momento, ya sea que nosotras mismas seamos afectadas o aquellos a quienes amamos. Nuestra invitada de hoy nos mostrará cómo confiar en Dios para escribir tu historia cuando se trata de un diagnóstico serio.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Bueno, hoy estoy muy agradecida por tener el privilegio de hablar con una amiga de toda la vida. Ella es miembro del equipo de Revive Our Hearts desde la distancia, en la Costa Oeste de los Estados Unidos, y sirve con nosotros desde allí.
Es mi amiga Dawn Wilson, quien está en medio de un proceso importante, una historia que Dios está escribiendo en su vida y ella lo sabe. No es la historia que ella hubiera escrito, pero es la historia que Dios está escribiendo para ella.
Dawn, muchas gracias por estar dispuesta a unirte a nosotras hoy desde tu hogar en el sur de California, para hablar sobre el guión que Dios está escribiendo en tu vida.
Dawn: Estoy muy contenta de ser parte de esto Nancy. He aprendido mucho de ti a lo largo de los años, y estoy segura de que una parte de lo que he aprendido de ti y de otros en Aviva Nuestros Corazones, realmente he podido aplicarlo en este nuevo trayecto por el que estoy andando.
Nancy: Nos conocemos desde hace mucho tiempo. En realidad, tú y tu esposo Bob fueron de los primeros miembros del equipo de nuestro ministerio matriz, Life Action Ministries. ¿Tú y Bob se conocieron en Life Action, cierto?
Dawn: Sí, así es. Yo estuve en el primer equipo de Life Action. De hecho, fuimos a la iglesia de Bob en Whittier, California, y me quedé en la casa de sus padres. Ese fue nuestro primer encuentro. Él se unió al equipo ese año y trabajó en el ministerio. Un par de años más tarde dejamos el ministerio, nos casamos y Bob inició el pastorado por unos años. Un tiempo después, servimos en un ministerio de evangelismo.
Nancy: Así que cuando miras atrás, ves la providencia de Dios en cómo Él ha estado escribiendo tu historia durante años y la forma en que los unió a ti y a Bob. El Señor los ha usado a ambos de una manera significativa en algunas oportunidades estratégicas de ministerio en el extranjero. De hecho, podríamos pasar horas hablando sobre algunas de las cosas que Dios nos enseñó durante ese tiempo. Pero ahora simplemente quiero darte las gracias.
Cuando pienso en ti, Dawn, pienso en una mujer que siempre dice: «Sí, Señor», en cualquier momento de la vida en el que Él te tenga. Estoy segura de que eso no siempre es fácil. Y ciertamente no es fácil en este momento en el que te encuentras y del que vamos a hablar. Pero quiero afirmar que he visto en ti, que cuando la Providencia escribe una historia que no habías anticipado, rápidamente dices: «Señor, no entiendo esto, pero lo abrazo».
Y parece que la práctica de hacer eso durante años, quizás es lo que te ha ayudado a prepararte para enfrentar algunos retos de salud tremendos. ¿Te has dado cuenta de eso?
Dawn: Sí, totalmente y es asombroso para mí. De hecho, revisé algunas cosas que escribí hace un tiempo y conté todas las veces que mencioné la soberanía de Dios o la providencia de Dios. Estaba impresionada porque Su soberanía y Su providencia fluyeron en ese tiempo, y continúan fluyendo en mi vida en este momento. Reconocí que uno de los propósitos de Dios para mí fue desarrollar una actitud de decir a lo largo de los años: «Sí, Señor», mientras creía en Su Palabra, y que Él realmente es el Dios soberano que tiene un plan especial para mi vida.
Nancy: Y qué maravilloso es que ese fundamento haya sido puesto en tu corazón, no solo en tu mente, sino en tu corazón y en tu vida; porque creo que si ignoramos la soberanía de Dios, si ignoramos Su providencia, si no estamos confiando en Él en los asuntos cotidianos de nuestras vidas, entonces, cuando lleguemos a esos lugares y momentos difíciles, no tendremos un fundamento en el cual apoyarnos. Nuestras almas no estarán arraigadas en el lugar correcto.
Dawn: Así es.
Nancy: Y, Dawn, he visto tu corazón atarse a la verdad en estas circunstancias en particular. No puedo evitar pensar que eso se debe a que has pasado décadas sumergida en la Palabra de Dios; creyendo lo que Dios dice. Y ahora, cuando las cosas van mal, desde el punto de vista humano, de manera natural tu corazón se postra y dice: «Dios es bueno y confío en Él, incluso cuando no puedo ver lo que está haciendo».
Dawn: Eso es correcto. Se trata de rendirme diariamente a esa verdad. Puedo creerlo en mi cabeza, pero si no abrazo esa verdad y me rindo a ella, entonces realmente no tendrá efecto en mi vida. Sin embargo, Dios es quien me ha permitido desarrollar esa actitud de corazón.
He tenido momentos difíciles en los que cuestiono la verdad. No hay nada de malo en cuestionar la verdad siempre que vuelvas a la Palabra y veas lo que Dios mismo tiene que decir.
Nancy: Me encanta eso: volver a la verdad.
Háblanos un poco de tu historia. Cuéntanos sobre ese diagnóstico realmente sorprendente e inesperado que recibiste hace un tiempo y cómo llegaste ahí. Sé que hacía tiempo no venías sintiéndote bien, pero ¿cuáles fueron las cosas que te llevaron a ese duro diagnóstico?
Dawn: Bueno, más o menos en octubre del 2018, desarrollé un problema respiratorio que con el tiempo empeoraba cada vez más. Nada de lo que estaba haciendo el médico me ayudaba. Entonces, a mediados de enero del año siguiente, todavía estaba mal, seguía entrando y saliendo del hospital pero ningún tratamiento daba resultado. Así que mi médico me dijo que me hiciera un análisis de sangre, solo para ver si algo más estaba ocurriendo. Eso fue a mediados de enero de 2019.
Recuerdo que ella, la doctora, me llamó en la tarde y me dijo: «Quiero que vayas a emergencias ahora mismo».
Y yo le dije: «¿Te refieres a que vaya a urgencias para que me den un medicamento?»
Ella me respondió: «No, Dawn. Quiero que vayas a la sala de emergencias».
Hice lo que me dijo y estuve durante dos días allí. Durante ese tiempo descubrieron que tenía mieloma múltiple. Es una enfermedad crónica, no curable. Es un cáncer raro de las células plasmáticas. Las células plasmáticas se multiplican, se clonan a sí mismas para luego invadir y básicamente matar los glóbulos rojos. Yo estaba extremadamente anémica y eso fue un claro indicador de que algo estaba pasando con mis glóbulos rojos. Todo eso fue muy impactante para mí.
Nancy: ¡Estoy segura de que lo fue! ¿Y estabas sola o Bob estaba contigo? ¿Recuerdas cuando escuchaste ese diagnóstico por primera vez? Dinos, cómo fue ese momento para ti.
Dawn: Bueno, cuando recibí la llamada telefónica para ir a la sala de emergencias yo estaba sosteniendo el teléfono en la sala y mirando a Bob. Cuando colgué el teléfono le dije: «Tenemos que ir a emergencias en este momento». Estábamos abrumados por eso. Así que, sí, Bob estaba en casa; había regresado del ministerio en el extranjero, y yo estaba agradecida por eso. Él estuvo conmigo en el hospital durante los dos días que me realizaron distintas pruebas.
Para mí fue un momento de mucha confusión. Y tengo que decir que, en cierto sentido, casi me sentí aliviada de tener un nombre para lo que me estaba sucediendo, a pesar de que me abrumó saber que algo andaba muy mal. Me di cuenta de que eso implicaría un cambio total en mi vida a partir de ese momento.
Nancy: Entonces la palabra con la letra «C»: cáncer.
Dawn: Sí.
Nancy: ¿Qué hizo eso en tu mente y en tu corazón? Háblanos de las emociones respecto a eso.
Dawn: Bueno, yo tenía tantos amigos que, de hecho, estaban padeciendo de cáncer en ese momento; diferentes tipos de cáncer. No tenía conocimiento de la cantidad de tipos de cáncer que existen, y cuán diferentes son los tratamientos. Nunca había escuchado hablar de «mieloma múltiple». No tenía idea de qué era. La verdad es que eso fue un poco aterrador, porque no sabía lo que podía significar.
Escuchar al doctor decir: «Bueno, sin tratamiento, probablemente tengas menos de un año de vida. Y si algún día podemos obtener un trasplante de células madre, podemos lograr que vivas cinco años más».
Escuchar eso…sonó tan pequeño, tan finito… Tener los años contados en mi vida. Al principio no estaba muy segura de cómo manejar eso.
Nancy: Solo para dar contexto aquí: estás en tus sesenta años, y escribes para un blog. Tú sirves como asistente de investigación en nuestro ministerio, y también escribes un blog personal. Has participado como expositora en algunas conferencias, y has tenido una vida ministerial muy activa. Tienes hijos, nietos adultos, y estás presente en sus vidas.
Así que esto no era para nada lo que esperabas escuchar: tener tus años contados. Y no es como si tuvieras ochenta años.
Dawn: Correcto.
Nancy: Entonces, ¿qué pasa por tu mente al recordar eso? Dijiste que un año sin…¿el reemplazo de células madre? ¿Lo dije bien?
Dawn: Trasplante de células madre.
Nancy: Incluso con ese trasplante, ¿tal vez serían cinco años? Quiero decir, debe ser la primera vez en tu vida que te dicen algo así de chocante. Descríbenos qué pasa por tu mente cuando comienzas a pensar en esos términos.
Dawn: Bueno, en realidad tuve algunos pensamientos cómicos. Pensé: Bueno, si voy a morir pronto, quiero asegurarme de revisar todas mis cosas repartidas por la casa para que mi familia no tenga que lidiar con todo aquello que no sirve. Quiero decir, cosas pequeñas y tontas como esas.
Y también cosas como: «¿Cuáles son las prioridades en mi vida? ¿Qué voy a hacer con el tiempo? Si me queda un año, ¿qué es lo más importante? Si me quedan cinco años, ¿qué es lo más importante que tengo que resolver? ¿Qué honraría al Señor? ¿Cómo puedo glorificarlo? ¿Tendré fuerzas para hacer algo?»
Esto va a ser mi nueva normalidad, soy una persona tipo A. Estoy constantemente en movimiento, haciendo dos o tres cosas a la vez. Ese siempre ha sido mi patrón. Pero ahora me doy cuenta de que estaré postrada y estaré tan débil que no estoy segura de saber qué seré capaz de hacer. Ese fue un pensamiento realmente chocante para mí.
Nancy: Y durante este tiempo has hecho un trabajo tan hermoso comunicándote con las personas que te conocen y que oran por ti. Las llamas: «Equipo Dawn».
Dawn: Cierto.
Nancy: Ellos son tus compañeros de oración. Has publicado muchas de estas actualizaciones en Facebook, por correo electrónico y otros medios. Imprimí hace un tiempo una serie, una secuencia de esas actualizaciones que publicaste. Me encantaría que leyeras algunas de ellas, porque sé que has estado escribiendo lo que hay en tu corazón. Es una forma de compartir con las personas para que oren por ti, pero también expresa lo que está sucediendo en tu corazón.
Estoy viendo aquí la primera actualización que publicaste en el 2019. Enero 25 de 2019, dice: «Queridos amigos que oran…»; fue cuando les dijiste a las personas sobre el primer diagnóstico inicial. Es una actualización larga, no leeremos todo, pero me encantaría que leyeras esa parte que hemos resaltado allí en el último párrafo, justo lo que estaba pasando por tu corazón y por tu cabeza, cuando le contabas a la gente sobre esto y pedías que oraran por ti. ¿Puedes leerlo para nosotras?
Dawn: Claro. Y, Nancy, es curioso, yo soy una escritora pero nunca he escrito un diario. Pero poner todo esto en Facebook se convirtió en un diario para mí. Recuerdo haber escrito ese día, al final de esa primera publicación mientras estaba luchando. El médico dijo que estaba extrañamente tranquila y no como la mayoría de sus pacientes; pero pude decirle que estaba tranquila porque mi Padre celestial y yo habíamos estado hablando de esto por varios días, y por eso yo no tenía miedo. Escribí:
«Dios todavía tiene un plan, y aunque podría significar sufrimiento, creo firmemente que Su plan es siempre para mi bien, el crecimiento de otros y la gloria de Dios».
Y así fue como comencé a ver esto desde el principio, que Dios tenía un plan con todo esto. Yo no estaba segura de cuál sería ese plan, pero sabía que era un plan con un propósito, y quería asegurarme de estar alineada con el propósito de Dios.
Nancy: ¡Me encanta ver eso en ti! Ese es el punto al que todos necesitamos llegar si anhelamos tener esa paz y estar libres del miedo.
Así que le dijiste al doctor que tú y tu Padre celestial habían estado hablando de esto durante días. ¿Hubo momentos en esa conversación con el Señor en los que le dijiste que tenías miedo? ¿Y cómo te hizo Él pasar del miedo a la fe? ¿Puedes recordar ese momento al principio?
Dawn: No hay nada de malo en tener miedo. Creo que algunas personas piensan que los cristianos nunca deberían tener miedo, pero el miedo es una reacción humana muy normal. Así que, sí, tenía miedo, pero cuando hablé con el Señor al respecto, Él transformó ese miedo. Y creo que más que la fe, lo que transformó mi miedo fue el amor de Dios.
Las Escrituras dicen: «El perfecto amor (de Dios) echa fuera (nuestro) temor». Y en ese momento, mientras seguía corriendo al Señor, y lo sigo haciendo ahora, yo llamo a eso «acurrucarse en Dios». Y con eso me refiero a que me di cuenta de que en ese momento Dios estaba ahí para mí. Él no había cambiado. Mis circunstancias cambiaron, pero Él no había cambiado. Él seguía siendo mi Refugio fuerte y me amaba. Él me amaba profundamente, se deleitaba en mí, y yo no tenía por qué tener miedo.
Nancy: Wow. Acurrucarse en el corazón y el amor de Dios. Y eso suena como algo que no era nuevo para ti. Y, Dawn, sé que tuviste algunas experiencias en tiempos y lugares difíciles que te prepararon para esta, ¿cierto?
Dawn: Sí, y tengo que decir que he escrito varias veces que tener cáncer es un regalo porque ha profundizado mi relación con Dios de formas que nunca pensé que fueran posibles, formas que no imaginé. Y en muchos sentidos pensé que estaba caminando con el Señor en una relación cercana, pero Él comenzó a mostrarme las diferentes maneras en las que yo todavía seguía mi propio camino en lugar de Su camino. Yo estaba confiando en mis planes y mi agenda.
Así que toda esta experiencia me ha llevado a decir diariamente: «Señor, sabes que no tengo mucha fuerza, ¿qué quieres que haga hoy?» He podido caminar mucho más cerca de Él; hoy camino en el Espíritu y camino en Su amor más que nunca. Y debo decir que eso es un regalo maravilloso.
Nancy: Bueno, es un regalo que viene con una envoltura que la mayoría de la gente no querría. Tú no lo habrías querido. Y yo creo que nadie diría: «Señor, trae cáncer, trae aflicción física». Pero mientras caminas con Él a través de esta providencia, y aún no conoces el final, en medio de la aflicción física estás recibiendo esta enfermedad como un regalo que Dios te ha dado para propósitos que son buenos, para tu bien, y como dijiste, para el crecimiento de otros y la gloria de Dios.
Dawn, ¿cómo llegaste a preocuparte más por esas cosas que por tener un cuerpo sano?
Dawn: Creo que la palabra clave para mí es: «legado». Yo sabía que, antes que nada, quería ser una mujer influyente en la vida de mis hijos y nietos, y también quería influir en mi comunidad local, en mi vecindario. Yo sabía que como había estado compartiendo la verdad durante años en Facebook y en otros escenarios, la gente, me gustara o no, estaría observando mi vida para ver cómo respondía, y si lo que había estado diciendo era verdad ahora.
Entonces dije: «Señor, quiero crecer en esto, y a medida que crezca, quiero ser transparente y compartir este viaje. Si estoy animada, lo compartiré, si estoy desanimada, lo compartiré. Pero a través de todo este proceso quiero darte gloria. Quiero mostrarle a la gente que Tu presencia, lo que estás haciendo en mi vida en este momento, está marcando la diferencia».
Hay que tener en cuenta que la gente te estará observando. Y un ejemplo de esa verdad es la vida del pastor David Jeremiah. Él sufrió de linfoma, eso fue parte de su lucha. Él sabía que la gente lo estaría observando, así que no quería mostrar algo que no era; quería ser auténtico. Y ese fue y sigue siendo mi anhelo.
Nancy:Y desde lejos, Dawn, te he visto hacer eso de una manera increíble. Miro tus publicaciones y pienso: Oh, Señor, cuando en la vida sea mi momento para enfrentar algo amenazante y desafiante, quiero tener ese tipo de respuesta llena de esperanza, llena de gracia y centrada en Ti; una respuesta de adoración y fe hacia Ti, de que yo que sé Tú estás escribiendo mi historia a pesar de que no es la forma en que me gustaría escribirla.
Dawn, cuéntanos un poco de cómo te sientes ahora. Sé que esta es una respuesta que cambia, pero danos una pequeña descripción de lo que ha sido tu proceso físico hasta ahora, para que tengamos una idea de dónde estás físicamente en este proceso.
Dawn: Bueno, cuando tuvimos la oportunidad de hablar con un médico especialista en trasplantes de células madre, él esperaba que yo pudiera recibir ese trasplante en junio, julio o agosto del 2019. Pero el mieloma ha sido muy agresivo. La quimioterapia más ligera y otros medicamentos que me administraron antes, simplemente no subían los valores lo suficiente para ayudarme a recuperar de la anemia que tenía para que me pudieran hacer el trasplante.
Entonces, hace un tiempo pudimos cambiar el medicamento y finalmente tener la quimioterapia contra el cáncer que el médico esperaba que pudiera generar los resultados deseados. Recibo la mitad de las dosis para ver si puedo tolerarlo. Recibiré doce tratamientos de eso. Así que me esperan doce meses de este otro tipo de quimioterapia antes de que podamos considerar las células madre. Esperamos que los glóbulos rojos se multipliquen y puedan hacerme el trasplante.
Pero ahora mismo todo es tan incierto porque no sabemos cuándo será eso, y a veces es difícil esperar; pero también hay providencia en la espera. Puedo ver lo que Dios está haciendo: Él está moldeando mi vida y la vida de mi esposo, y he visto cómo todo esto ha cambiado algunas relaciones en mi familia. Así que hay gozo en el proceso, aunque sea largo.
Nancy: Hablas de esa sensación de incertidumbre en otra actualización que publicaste en Facebook hace un tiempo. Me encantaría que la leyeras para nosotras.
Dawn: Claro.
«En este momento de incertidumbre estoy segura de que mi tiempo está en las manos de Dios. Hay tanto que quiero hacer, así que lucho con las prioridades, no tengo mucha energía. Todo en mí quiere tener temor en este momento. Sin embargo, no puedo explicar el gozo que encuentro al descansar en las tiernas misericordias y la bondad amorosa de Dios para mí. Él se da a conocer cada día. Así que abrazo estos días como regalos de Él. Todo se siente tan incierto y lento en este momento, pero escojo confiar en el Gran Médico. Él sabe lo que hace y estaré contenta con lo que prescriba para mí».
Nancy: Wow. Hay tantas cosas que revelan tu corazón allí, pero que también revelan el corazón de Dios por ti. Hablas de Sus tiernas misericordias y Su bondad amorosa. Me imagino que en un momento como este podría ser tentador pensar: Dios no sabe lo que está haciendo o ¿cómo podría ser esto misericordioso o amable? ¿Alguna vez te han venido a la mente esos pensamientos, Dawn? ¿O simplemente te apoyas en lo que has conocido sobre Dios a lo largo de los años?
Dawn: Lo que creo sobre Dios es el fundamento de mi vida, pero eso no significa que Satanás no me tiente con sus mentiras. Hay diferentes pensamientos que me sacuden un poco. Pero como dije antes, tengo que seguir volviendo a la verdad de la Palabra de Dios o puedo quedarme abrumada por esos pensamientos, especialmente en momentos de la noche en que no puedo dormir.
Escribí esto en una publicación:
«Satanás quiere que tenga temor, pero escojo estar tranquila en mis pensamientos, creyendo que Dios sabe lo que está sucediendo. No necesito temer las malas noticias, porque si vienen malas noticias, mi Padre Dios todavía está conmigo y trabajando en y a través de mí».
Y, como dijiste Nancy, estoy bajo Su cuidado amoroso y eterno.
Nancy: Dawn, es interesante que hayas dicho eso dos veces: «Yo escojo confiar; yo escojo estar tranquila». Estás escogiendo el contentamiento. Escoges creer que Dios sabe lo que está sucediendo. Y parece que hay una batalla allí porque puedes escoger creer lo que te dicen tus emociones o lo que sientes cuando estás débil. Pero escoges algo que es permanente, más seguro y más duradero, incluso más que tus propias emociones naturales.
Dawn: Así es. Durante años, mi ministerio para las mujeres ha sido sobre cómo tomar decisiones sabias y piadosas. Así que creo que la idea de escoger, realmente me resulta natural. Quiero cooperar con Dios y con lo que Él dice en Su Palabra; esas son las decisiones que debo tomar. Yo quiero tomar decisiones sabias y piadosas.
Y a veces, cuando llegan esos pensamientos de temor, Satanás me tienta a creer cualquier cosa menos la verdad. Así que quiero tomar las decisiones que me darán paz, las decisiones que me ayudarán a descansar en el Señor. Realmente no hay ninguna fortaleza espiritual en nuestras vidas a menos que tomemos esas decisiones alineadas con el cuidado amoroso de Dios.
Nancy: ¡Amén, así es! Hemos estado escuchando a Dawn Wilson. Ambas hemos sido compañeras de ministerio por mucho tiempo. Dawn participa activamente en ayudarme a preparar para las entrevistas, y también me ayuda a leer los libros de las personas que vamos a entrevistar en la transmisión.
Dawn, ninguna de nosotras hubiera anticipado que llegaría el momento en que estaríamos hablando de tu propia experiencia. Hemos leído sobre las vidas y testimonios de otras personas en circunstancias como esta. Pero ahora se trata de tu historia y la historia que Dios está escribiendo en tu vida.
Debo mencionar que me conmovió mucho seguir la historia de Dawn a la luz del libro que Robert y yo escribimos hace un tiempo: Confía en Dios para escribir tu historia: Descubre los misterios de la providencia de Dios. Puedes obtenerlo visitando avivanuestroscorazones.com
Puede que estés atravesando un proceso a través del cáncer o con una hija o un hijo pródigo o quizás enfrentando retos financieros; enfrentas un guión que no habrías escrito para tu propia vida, pero que Dios, soberanamente, lo está escribiendo para ti y quieres tener esa seguridad en tu corazón de que el Señor sabe lo que está haciendo, que Él es bueno, que te ama y que tiene el control.
Y las mismas cosas que Dawn está viviendo en esta temporada de su vida son las cosas de las que hablamos a lo largo de este libro: descubre los misterios de la providencia de Dios, cómo acercarte a Él, cómo verlo trabajando en tu vida cuando está haciendo cosas que son diferentes a la historia que tal vez tú misma hubieras escrito para ti.
Como mencioné antes, puedes obtener este recurso cuando visites avivanuestoscorazones.com. Puedes confiar en Dios para que escriba tu historia.
Débora: Gracias Nancy.
Mañana, Nancy y Dawn continuarán su conversación en Aviva Nuestros Corazones. A veces, cuando enfrentamos un diagnóstico médico tan serio, también enfrentamos una batalla con las mentiras de Satanás. Ese es el caso de Dawn, ya que ha estado luchando en esta batalla contra el cáncer, pero también ha mantenido la esperanza sobre el futuro, incluso ante hechos médicos muy aterradores.
Valve para continuar escuchando su historia mañana, aquí, en Aviva Nuestros Corazones.
Recordando que el amor perfecto de Dios echa fuera todo temor, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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