La historia de Paulina
Annamarie Sauter: ¿Alguna vez has pensado que la fidelidad de Dios es anulada por el sufrimiento? Con nosotras Paulina Torres.
Paulina Torres: En todo esto puedo ver cómo Dios es fiel en permitir decepciones, aflicciones, dolor... para que yo pueda correr a Él y ver que Él es suficiente para cualquier circunstancia en mi vida.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. La lectura para hoy en el reto Mujer Verdadera 365 es Hechos capítulos 22 y 23.
Aquí está Patricia con nosotras.
Patricia de Saladín: ¿Alguna vez has buscado qué dice la Biblia acerca del sufrimiento y las dificultades? La Escritura deja muy claro que como las chispas se levantan para volar al aire, así nace el hombre para la aflicción. Nuestro Señor Jesucristo dijo: «En el mundo tendréis aflicción». El sufrimiento es inevitable, pero la verdad es que …
Annamarie Sauter: ¿Alguna vez has pensado que la fidelidad de Dios es anulada por el sufrimiento? Con nosotras Paulina Torres.
Paulina Torres: En todo esto puedo ver cómo Dios es fiel en permitir decepciones, aflicciones, dolor... para que yo pueda correr a Él y ver que Él es suficiente para cualquier circunstancia en mi vida.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. La lectura para hoy en el reto Mujer Verdadera 365 es Hechos capítulos 22 y 23.
Aquí está Patricia con nosotras.
Patricia de Saladín: ¿Alguna vez has buscado qué dice la Biblia acerca del sufrimiento y las dificultades? La Escritura deja muy claro que como las chispas se levantan para volar al aire, así nace el hombre para la aflicción. Nuestro Señor Jesucristo dijo: «En el mundo tendréis aflicción». El sufrimiento es inevitable, pero la verdad es que a nadie le gusta sufrir. Hoy escucharás de una mujer que ha sufrido diversos quebrantos —diversas dificultades, pero que se ha llenado de la verdad de Dios para perseverar y ser fiel en la carrera de la fe.
Probablemente hayas escuchado anteriormente a Paulina. Ella asistió a la conferencia Mujer Verdadera 2020, Arraigadas, y participó de una de las transmisiones en vivo. Antes de escuchar su historia, escucha ese live. Ella nos recuerda algo de lo que aprendimos allí en Arraigadas, en una conversación con Yamell de Jaramillo.
Yamell de Jaramillo: Qué entiendes que ha sido esta conferencia para ti, para México como tu país.
Paulina: La verdad ha sido una gran bendición que venga Mujer Verdadera otra vez a nuestro país, esta es la segunda vez, somos muy bendecidos los mexicanos, pero es increíble que se pueden conectar México, Estados Unidos, Latinoamérica…estamos en un lugar estratégico. Como mexicana veo la misericordia de Dios para México, Dios mostrando Su gracia, diciendo, «los amo», «arrepiéntanse».
Somos un país muy idólatra y solo veo la misericordia de Dios para nuestras vidas.
Yamell: Qué banquete hemos tenido, y quiero que hablemos un poco de qué ha sido esta primera parte de la conferencia.
Paulina: Creo que este momento ha sido un buen recordatorio de lo importante que es la verdad para nuestra vida. No solo arraigadas en Cristo y Su Palabra, sino el recordarlo constantemente porque se nos olvida. Lo sabemos pero es sutil el ser engañadas y lo que platicaban Damaris y Mary de que nos desviamos sin darnos cuenta. Ellas dieron muy buenos ejemplos de cómo se ve el irnos desviando y dentro de la verdad podemos ir mezclando un poco y tolerando quizás pecado o algunas cosas.
Y a eso vine, a que Dios me hable, que impacte mi vida con lo que Él tiene que decirme y eso es para mí. Yo sé que necesito recordar lo importante que es la verdad en mi vida, mantenerme –como decía Nancy, ¿comes todos los días? Bueno, necesitas verdad todos los días.
Yamell: Ese ejemplo del Señor que se fue a la deriva…llegó hasta Marshall Islands, y yo decía, wow, qué fácil es y es poco a poco, él no llegó ahí mismo, duró muchos días y ese desvío es sutil, poco a poco.
Paulina: Y no vamos a poder distinguir entre verdad y mentira si no estamos en la Palabra. Podemos creer algo pero no es bíblico, y decimos, ¿de dónde sacas eso? Y entonces debemos mirar qué dice la Biblia, qué dice Dios.
Algo que me encantó fue que muchas mujeres decían, «yo no amo la Palabra, ¿cómo hago para que crezca ese deseo? Me da flojera». Y me encantó que todas coincidían en lo mismo, «mientras más leemos la Palabra, más la vamos amando y más la vamos deseando y más la vamos atesorando.
Al principio es difícil, hay muchas partes que no entiendes…
Yamell: ¿Sabes qué? Tenemos que pedirle al Señor que nos dé amor por Su Palabra porque no es algo…
Paulina: No es natural. Nosotras rechazamos naturalmente la verdad. Queremos hacer lo que queremos, queremos nuestra propia verdad, lo que nos entretiene, y la verdad a veces puede ser muy dura en nuestras vidas. Damaris decía que la Palabra es como un espejo en el que vemos lo que está mal. Entonces si no estoy pasando tiempo en la Palabra y estoy peleada con mi marido…
Pero cuando pasas tiempo en la Palabra y ves, y eres confrontada con que es necesario perdonar así como Cristo me perdonó.
Yamell: Amén. Es así. Y nuestra fuente –como decían Sarah y Jonathan hace un rato– debe ser la Palabra de Dios. Y debe ser Él donde debemos buscar primero ese consejo. Igual también cuando alguien venga a buscar consejo donde ti.
Paulina: Chicas, sabemos que la Palabra de Dios es suficiente para guiarnos, consolarnos y contestar las dudas y preguntas que tengamos, y Dios es fiel en contestar nuestras oraciones.
Yamell: Amén.
Patricia: Dios es fiel y Su Palabra es suficiente. Y es acerca de estas verdades que escucharás en la medida en que Paulina comparte un poco de su historia contigo. Esta es la primera de una serie de historias que escucharás junto a una enseñanza de Nancy, a la cual daremos inicio mañana.
Paulina: Hola. Mi nombre es Paulina Torres, soy mexicana y vivo en Querétaro aunque nací en la ciudad de México, pero mi esposo fue llamado como pastor a Querétaro hace nueve años ya, y ha sido un deleite experimentar esta aventura de esposa de pastor. Tenemos un chiquitín de 8 años, es la cosa más linda.
Es un privilegio para mí el poder ser mamá. Fui diagnosticada con el nivel más fuerte de endometriosis cuando tenía 20, 21 años. Iba a ser muy difícil que yo pudiera ser mamá. Entonces el poder decir que tengo un hijo es…por eso es mi chiquito especial y como mamá mexicana cariñosa, super orgullosa.
Patricia: A pesar del pasado y del pecado en la vida de Paulina, ella ha entendido su nueva identidad en Cristo.
Paulina: Llevo nacida de nuevo 12 años. Dios me rescató en el 2008 y ha sido otra aventura de fe el poder caminar en esta nueva vida con un corazón nuevo que Dios me ha dado porque yo tenía un corazón de piedra, un corazón que no podía amarlo, y Dios me rescató y me dio un corazón nuevo con el que puedo deleitarme en Él, en esta nueva vida, en esta nueva identidad que «nuestro pasado no nos define sino lo que Cristo dice que somos es lo que nos define».
Patricia: Paulina nos cuenta un poco acerca de su mayor sufrimiento antes de venir a Cristo.
Paulina: Pero aun así veo el sufrimiento que Dios permitió en mi pasado. Antes de ser creyente, de confiar en Dios, antes de que Él fuera mi rey, pasé por mucho sufrimiento. Hubo abuso sexual en mi infancia. Fue muy doloroso y muy confuso porque yo estaba muy chica –empezó a los siete años. Y ese dolor fue –quizás hoy lo veo diferente, en ese tiempo estaba muy pequeña para saber qué estaba pasando. Pero vi todo el efecto que tuvo en mi vida en cuanto a mi promiscuidad, en cuanto a mis relaciones, en cuanto a mis miedos, a mis deseos…ese abuso sexual me afectó muchísimo en todo.
Hoy como creyente (olvida lo de esposa de pastor), pero como creyente puedo ver cómo Dios ha usado todo eso para bien, cómo puedo relacionarme con otras chicas. Muchas personas se me acercan y me dicen: «Pao, hemos escuchado de tu historia, quiero contarte mi historia. No se lo he dicho a nadie pero tú vas a ser la primera persona a quien le confieso que fui abusada», y wow se hace una conexión increíble que yo pueda darles esperanza, a estas personas.
Esperanza de perdón, de que Dios ha perdonado nuestros pecados pero también ha restaurado, ha consolado y ha sanado nuestras heridas, y es increíble lo que Dios hace aún con dolores, donde no le amábamos, cuando éramos Sus enemigas. Ese dolor Él lo redime y lo usa para Su gloria. Es sorprendente.
Patricia: Comenzando con la salvación del pecado y de la condenación, Paulina nos habla acerca de algunos momentos de quebrantamiento en su vida.
Paulina: He visto muchos quebrantos en mi vida. Uno es cuando Él me salva, ese fue el quebranto por mi pecado. Reconozco mi pecado y Dios me llevó a arrepentirme. Ese sufrimiento era, «yo no soy digna de que Tú me ames, de que me perdones», y ese quebrantamiento fue el mejor de mi vida. Aún ese quebranto de ver la magnitud de mi pecado fue tan bueno para mi alma.
Pero ahora como creyente Dios sigue quebrantando porque seguimos siendo pecadoras y necesitamos arrepentirnos todos los días de nuestros pecados, pero hay cosas que no controlas, ya no es por el pecado sino por aflicción que Dios permite a mi vida.
Es un privilegio que Dios nos ha dado a mi esposo y a mí, el poder ser papás. Hubo un momento donde pensamos que no íbamos a poder tener hijos, y me encanta que tuvimos un tiempo en que dijimos, «está bien si no somos papás. Está bien. Dios escoge mejor.
Unos meses después nos embarazamos y fue un milagro y nos alegramos mucho. He tenido muchas operaciones con el tema de la endometriosis, muchos dolores. Han sido aproximadamente seis operaciones y eso se suma a todo, pero he visto la fidelidad de Dios y que Su Palabra ha sido la que me ha sustentado constantemente.
Últimamente hemos estado pasando un tiempo difícil en la iglesia, y puedo ver que hay crecimiento en todo esto…o confías en Dios o te vas a tirar a la depresión y a enfocarte en lo que estás pensando. Y qué peligroso es enfocarte en lo que estás pensando, son tóxicos esos pensamientos. Por eso dice Romanos 12:2: «somos transformados por la renovación de nuestro entendimiento».
Entonces, ¿qué dice Dios sobre el sufrimiento? En Salmos 34, Él dice que «Él no desampara al quebrantado de corazón». Entonces es un estado donde Dios va a permitir situaciones en mi vida y sé que vienen más. Así que si Dios dice en Su Palabra que el sufrimiento es bueno, entonces yo quiero aprender a sufrir bien. Quiero aprender a sufrir de una forma que le dé gloria a Él. Quiero poder exaltarlo y adorarlo cuando vengan las pruebas, no dudar de Él, no cuestionarlo sino confiar en que Él está escribiendo mi historia y que Él escoge mejor, que Cristo es mejor que cualquier otra cosa.
Puedo ver la fidelidad de Dios. Me acuerdo mucho que en el 2017, me hicieron una histerectomía que fue cuando ya me quitaron el útero. Y tengo un hijo y estoy feliz y satisfecha con mi chiquitín. Pero como mamá me encantaría tener otro bebé. Yo tenía 34 años, no fue fácil que me quitaran la matriz. Me acuerdo saliendo del hospital en la silla de ruedas, y mi chiquito me aborda y me abraza y me dice, «mami, ¿entonces yo no voy a poder tener un hermanito? Y para mí fue como «oh, Dios, siento que me voy a deprimir, siento que me voy a caer».
En el coche era el silencio y me vino un versículo a la mente «Yo soy escudo alrededor de ti, Yo soy tu gloria y el que levanta tu cabeza». Y yo podía ver a un papá levantándole la cabeza a una niña diciéndole «no te preocupes, yo estoy contigo, yo te amo y sé lo que estoy haciendo». Y esa fue la fidelidad de Dios porque tenía todo el potencial de deprimirme y quedarme con ese pensamiento de «no puede ser, ya no voy a poder ser mamá, Cristian no va a tener hermanos, con quién va a jugar…muchas cosas.
Pero Dios dice, «Yo soy Tu Padre que te ama y escojo mejor que tú». Y puedo ver la fidelidad de Dios con mi hijo que es super amiguero, tiene muchísimos amigos en la escuela, en el fútbol. No es un niño que «mamá quiero un hermanito, no, me lo ha mencionado menos de cuatro veces pero él ha sido asegurado de que «Dios te escogió a ti para que nacieras, para que vivieras». Y le explico, «mami no puede tener más bebés. Tú estabas en la mente de Dios mucho antes de que creara este mundo». Y entonces él se siente un niño muy especial porque es muy amado, no solo por sus papás sino por Dios porque Él lo escogió para que viviera.
Ha sido un deleite ver esta fidelidad de Dios en medio del dolor y del sufrimiento; y sí, creo que hay una forma correcta y una incorrecta de sufrir. Cuando nos ensimismamos en, «cuánto estoy sufriendo», o victimizándome, «por qué no puedo esto o por qué no me ama así o por qué perdí a mi amiga o por qué se fue el pastor o por qué no pude tener más hijos…» Es un bombardeo de pensamientos, que si me quedo pensando en todo eso, me voy a deprimir y voy a estar llena de ansiedad y de frustraciones.
Patricia: En momentos en los que Paulina ha sido tentada a deprimirse, la Palabra atesorada en su corazón la ha sustentado. Ella nos cuenta acerca de otra circunstancia de quebrantamiento en su vida.
Paulina: Soy esposa de pastor, entonces hay mucho dolor…hay más gozo que dolor pero amas personas y se van de la iglesia, o ves cómo tu esposo es criticado. En el 2015 sufrimos una división de la iglesia que fue muy dolorosa. Era gente muy amada, muy cercana, y vi cómo Dios me sostuvo con promesas vivas en Su Palabra, que yo decía, «Dios, no sé si vamos a dejar de servir aquí, si nos van a quitar del ministerio, yo no entendía lo que estaba pasando, pero fue Su Palabra la que me sostuvo.
Yo escuchaba historias y perspectivas de todas partes, y dije, «Dios, ¿qué dices Tú? ¿Qué me quieres decir Tú? Y Dios me dio una Palabra: «No teman. Sí, ustedes han hecho todo eso (1 Samuel), pero con todo eso –y estoy parafraseando– sírvanme, aménme porque Yo los he escogido para ser pueblo Mío.
Para mí fue como «de aquí me voy a agarrar». Y entendiendo que como esposa de pastor la iglesia no es mía, no es de mi esposo, es de Cristo, Él murió por la iglesia, dio Su sangre por ella. Y cuando nos pone en el ministerio, Él decide cuándo dejamos el ministerio también. Entonces todas estas cosas que he aprendido, la pérdida de mejores amigas por malentendidos, por el ministerio…dices, Dios, esto duele.
Pero he visto cómo Dios ha sido fiel en acercarme más a Él, también me ha acercado más a amistades. La Palabra de Dios es suficiente y Su fidelidad al poner personas tan especiales en tu vida, personas que amen a Cristo, que te amen y que oren por ti o que te escuchen o te manden un mensaje, «estoy orando por ti», o un versículo.
La fidelidad de Dios de que Él no nos deja solos. Él pone Su iglesia alrededor para poder llevar las cargas los unos de los otros, poder llorar juntas, poder decir, «hoy estoy pasando un día triste, por favor oren por mí». Ves la respuesta de la iglesia que es sorprendente, es parte de la fidelidad de Dios en «no solo Yo me doy a ti, que es suficiente, sino te doy mi iglesia».
Patricia: Y cuando en el matrimonio las cosas no son como se espera, aún esto Dios lo usa para acercarnos a la fuente de vida.
Paulina: Cuando ves que tu esposo no te ama como tú quisieras o no te trata como quisieras,«por qué me dijo eso…», como si fuera falta de amor, ese amor que no es perfecto, me ha hecho correr al amor que sí es perfecto, el amor que sí es seguro, el amor que sí es confiable, el amor que nunca falla, el amor incondicional.
Entonces, en todo esto puedo ver cómo Dios es fiel en permitir decepciones, aflicciones, dolor, para que yo pueda correr a Él y ver que Él es suficiente en cualquier circunstancia en mi vida, y cómo es fiel para permitir este dolor porque es donde crezco más, me acerco más a Él y lo conozco más.
Patricia: Ahora, Paulina comparte con nosotras algo en lo que ha estado reflexionando a lo largo de este año.
Paulina: Últimamente he estado pensando mucho en Romanos 12:2, donde dice que «no nos conformemos a este mundo sino que seamos transformados por la renovación de nuestro entendimiento». Y pienso, «en estos tiempos, ¿en qué me estoy conformando a este mundo?
Y Dios puso en mi sentir que nosotros como creyentes, muchas veces nos conformamos a este mundo en cómo sufrimos. Y podemos preguntarnos qué dice el mundo sobre el sufrimiento. Y el mundo dice que es malo, que cuando estás sufriendo quizás es por algo que hiciste o porque hiciste algo mal. El sufrimiento no está bien; ya sea por enfermedad o por alguna cosa que esté sucediendo en tu vida, pero nos hemos conformado a lo que este mundo piensa del sufrimiento.
Y en la Biblia he notado que en ninguna parte Dios dice que el sufrimiento es malo. Veo dos sufrimientos en la Biblia, uno como consecuencia de nuestro pecado. El pueblo de Israel se rebelaba contra Dios y Él mostraba Su bondad y les iba mal cuando se rebelaban y eran cautivos por otras naciones y era un caos.
Y luego veo un sufrimiento que Dios ha permitido en nuestras vidas que es para acercarnos a Él. En ningún momento la Biblia dice que el sufrimiento es malo. Puedo ver algunos versículos que han impactado mi vida como el Salmo 119:75: «Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me afligiste».
Cómo así que «conforme a tu fidelidad me afligiste…» Y a medida que iban pasando los años, no solo el sufrimiento que he pasado antes de ser creyente sino ahora, veo cómo todo esto Dios lo ha permitido para acercarme a Él. Para profundizar en Él, en Su amor, y justo unos versículos antes dice: «Bueno me es haber sido humillado» (v.71). O sea que esto es bueno para mi alma.
Podemos decir que el mundo dice que es malo sufrir, pero Dios dice, «no, Yo estoy usando esto para acercarte a Mí». Y lo podemos ver en nuestras vidas. ¿Cuándo es que estamos clamando de rodillas? ¿Cuándo es que estamos super apegadas a la Palabra? Cuando estamos sufriendo, cuando estamos en agonía, cuando estamos en aflicción. Es porque estamos en esta necesidad y dependencia de Dios.
Entonces hay que cambiar ese chip de mi mente y de la mente de todas. ¿Estás sufriendo? Sí, duele, pero es algo bueno. Es la mano amorosa de Dios en nuestras vidas mostrándonos que es un momento donde Él nos está revelando quizás más de quién es Él, cómo suple todas nuestras necesidades, y he visto en Isaías que Dios dice: «Yo habito en las alturas», pero también dice que además de esas alturas donde nosotras no podemos llegar hay un lugar más, «con el quebrantado de corazón» (Isa. 57:15).
El quebrantamiento es un estado vital como creyentes. Y no se refiere a un quebrantamiento de que estamos en el piso llorando, en agonía. Es un quebrantamiento de reconocer quién es Dios y quiénes somos nosotras. Como dice el Salmo 103, Dios sabe que solo somos polvo, no somos nada sin Dios. Si Dios habita en las alturas donde no puedo llegar y habita con el quebrantado de corazón, ¿qué quiere decir?
Eso es un arrepentimiento constante de nuestra pecaminosidad, de este estado de que sin Él no somos nada.
Patricia: Paulina nos habla un poco más acerca de lo que ha aprendido acerca del evangelio de Jesucristo. Ella inicia haciendo referencia al Salmo 119:75 que dice, «Yo sé, Señor, que Tus juicios son justos, y que en Tu fidelidad me has afligido».
Paulina: Creo que la palabra clave es conozco, mientras más conoces quién es Él, qué dice Su Palabra, empiezas a tener libertad emocional –como nosotras mujeres que eso es una locura todos los días– es tan descansado y hay tanta paz cuando pones el evangelio antes que tus emociones y deseos. Veo eso en mi vida. Quiero decir soy –porque sigo batallando con eso– pero era una persona extremadamente dramática y emocional. Y ahora, sí, siento todas esas cosas, esta locura, pero, ¿qué dice Dios?
Y el evangelio ha sido el ancla para saber a dónde me muevo, qué hago, qué voy a sentir. Siento esto, es lo que define cómo tratar a tu esposo cuando quizás no te dijo algo bonito, cómo amar a tus hijos cuando estás tan cansada, cómo vas a sufrir cualquier circunstancia a la que te enfrentes. El evangelio se vuelve nuestra vida porque es una nueva vida que Dios te ha dado; entonces es lo que define la verdad de Dios, qué es el evangelio, qué es lo que Cristo hizo en esa cruz.
¿Qué quiere decir que Cristo murió en la cruz por mí, por mis pecados? ¿Cómo afecta eso a Paulina en su diario vivir? ¿Cómo afecta Su amor todos los días las decisiones que toma? El evangelio y el amor de Cristo deben afectar toda nuestra vida, todas nuestras decisiones, por qué hacemos las cosas.
Patricia: Has estado escuchando una historia de la fidelidad de Dios en el sufrimiento. Esta es la primera de una serie de historias que escucharás a lo largo de las próximas semanas en la medida en que profundizamos acerca de cómo podemos perseverar en las dificultades de la vida.
Y tú, ¿cuál es tu sustento en medio del sufrimiento? ¿Estás atesorando la Palabra de Dios en tu corazón? Como dice Nancy, «todo lo que me haga necesitar a Dios es una bendición». Tu aflicción, mi aflicción, nuestra aflicción ¿nos está acercando a Dios en oración? Espero que lo que has escuchado hoy, te anime a clamar a Dios.
Annamarie: Gracias Patricia.Cuando la vida se pone difícil y nuestras circunstancias nos abruman, somos tentadas a desanimarnos o a darnos por vencidas. Acompáñanos mañana para profundizar en la 2 Timoteo y ser animadas a perseverar y crecer en medio de las dificultades. Te esperamos aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Llamándote a no solo sobrevivir sino a tener una vida abundante en Cristo, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de la Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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