La fuente del verdadero gozo
Débora: Durante el programa de hoy, Nancy DeMoss Wolgemuth nos compartirá algunas cosas que aprendió durante cincuenta y siete años de soltería.
Nancy DeMoss Wolgemuth: El contentamiento no es un producto de mis circunstancias; el contentamiento es una elección, y el verdadero gozo no es el resultado de tener todo lo que quiero. El verdadero gozo es el resultado de recibir con gratitud exactamente lo que Dios me ha dado, diciendo: «Elijo estar contenta con eso».
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora de «Escogidos para Él: El don, las bendiciones y los retos de la soltería», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 27 de febrero de 2023.
Ya sea que estés soltera o casada, joven o mayor o tengas una familia pequeña o grande, necesitas una comunidad. Hoy, Nancy nos hablará sobre la importancia de buscar relaciones independientemente de la etapa de …
Débora: Durante el programa de hoy, Nancy DeMoss Wolgemuth nos compartirá algunas cosas que aprendió durante cincuenta y siete años de soltería.
Nancy DeMoss Wolgemuth: El contentamiento no es un producto de mis circunstancias; el contentamiento es una elección, y el verdadero gozo no es el resultado de tener todo lo que quiero. El verdadero gozo es el resultado de recibir con gratitud exactamente lo que Dios me ha dado, diciendo: «Elijo estar contenta con eso».
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora de «Escogidos para Él: El don, las bendiciones y los retos de la soltería», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 27 de febrero de 2023.
Ya sea que estés soltera o casada, joven o mayor o tengas una familia pequeña o grande, necesitas una comunidad. Hoy, Nancy nos hablará sobre la importancia de buscar relaciones independientemente de la etapa de vida en la que te encuentres. Nos dará algunas ideas prácticas sobre formas de llegar a los demás como mujer soltera, y si estás casada, te animará a pensar en las formas en que puedes incluir otras personas solteras en tu vida.
El viernes, Nancy comenzó una serie llamada Consejos para mis hermanas solteras...antes de convertirme en señora. Esta serie se emitió originalmente en 2015, unos días antes de que Nancy se casara con Robert Wolgemuth. Escuchémosla mientras nos da algunos consejos importantes que ella compartió antes de que cambiara su estado civil.
Nancy: Bueno, hoy es jueves, y si Dios quiere me caso el sábado, dentro de dos días. He tenido el deseo, como les compartí ayer, de tomar un tiempo antes de convertirme en la señora Wolgemuth, para compartir algunos consejos con mis hermanas solteras…y no solo con mis hermanas solteras, sino con todas mis hermanas –solteras, casadas, jóvenes, mayores– en cualquier etapa de la vida. Acabo de reflexionar sobre la historia que Dios está escribiendo para nuestras vidas. ¡La mía ha dado un giro completamente inesperado!
Si me hubieras dicho hace un año que dentro de unos días estaría caminando al altar para casarme, te habría dicho: «¡Estás loca!» Habría estado muy segura de que esa no era la historia que Dios estaba escribiendo para mi vida.
Pero quiero que recuerdes y lleves contigo en cada etapa y situación de tu vida esta verdad: Dios es bueno y puedes confiar en Él para escribir tu historia. Verás, si tratamos de escribir nuestro propio guión, nuestra propia historia, vamos a terminar decepcionadas, desanimadas. Vamos a estropear las cosas. No podemos escribir una historia tan hermosa y maravillosa como la que Dios está escribiendo para nosotras.
Algunas de mis hermanas solteras, particularmente aquellas que son mayores y tienen el anhelo insatisfecho del matrimonio desde hace mucho tiempo, podrían decir: «Pero mira, Dios te dio un hombre increíble. Te vas a casar, ¿ves? Pero a mí Dios no me ha dado eso».
Quiero decirles a estas preciosas amigas, algunas de ustedes escuchando hoy este episodio, que pueden confiar en Dios para escribir su historia. Dentro de muy poco tiempo, cuando miremos hacia atrás en estos pocos años aquí en la tierra, desde la perspectiva de la eternidad, cada una de nosotras dirá: «Señor, lo hiciste bien. Lo sabías. Fuiste bueno, podía confiar en ti. ¿Por qué no confié más en ti?»
Como dice el himno:
Es tan dulce confiar en Jesús,
Oh cuán dulce es fiar en Cristo y entregarle todo a Él, esperar en Sus promesas y en Sus sendas serle fiel.
Es muy dulce fiar en Cristo y cumplir Su voluntad, no dudando Su Palabra que es la luz y la verdad
Siempre quiero fiar en Cristo, mi precioso salvador, que en la vida y en la muerte me sostiene con Su amor.
Jesucristo, Jesucristo ya Tu amor probaste en mí
Jesucristo, Jesucristo siempre quiero fiar en ti.
¡Esa es mi canción! Quiero que esa sea tu canción, que realmente sepas que puedes confiar en Dios para escribir tu historia. Algunas de ustedes, a los pocos días, semanas o meses de escuchar este programa se enfrentarán a algo en su historia, algo completamente inesperado. No tenemos idea de lo que está a la vuelta de la esquina.
Vas a recibir noticias, algo difícil, algún reto, algunos problemas de salud, algunos problemas matrimoniales, algo que nunca esperabas… Y quiero que recuerdes que Dios es bueno y que puedes confiar en Él para escribir tu historia.
Él sabe lo que está haciendo, Él no comete errores. Eso es lo está en mi corazón para compartir en estos pocos programas que estamos haciendo esta última semana antes de convertirme en la señora de Robert Wolgemuth. No tengo ningún gran esquema para compartir con ustedes. Solo quiero compartir algunas reflexiones, particularmente para mis hermanas solteras, o para otras que se encuentran en una etapa de la vida que no es lo que deseaban.
Bueno, les había contado que les pedí a algunas de mis amigas que escribieran y compartieran algunas de sus experiencias como mujeres solteras, algunos de los retos que han enfrentado. Una escribió y dijo:
«Honestamente, estos últimos dos años han sido algunos de los más solitarios de mi vida, probablemente debido a la muerte de mi madre y la cruda realidad de que ya no hay nadie en este mundo que se preocupe por mí como lo hacía mi madre. Me he sentido como una huérfana. Las vacaciones son diferentes. La dinámica familiar ha cambiado. Esto puede convertirse fácilmente en una espiral descendente si no le pido a Dios que me dé el valor, la fuerza y el deseo de ayudar a otros».
Y cuando me refiero a otros, quiero retomar eso y hablar un poco sobre la importancia en cada etapa de la vida, pero particularmente como mujer soltera, de buscar relaciones y compañerismo, comunidad.
Dios nunca tuvo la intención, solteras o casadas, de que viviéramos aisladas. La Santa Trinidad vive en relación y comunidad. Hay compañerismo, hay unidad, hay diferencias. Ellos son uno y esa unidad nos proporciona un modelo y nos dice que Dios es un Dios relacional y que Él nos creó para ser personas relacionales.
Él no nos creó para ser independientes, sino para ser interdependientes. Y hacer eso como mujer soltera o casada requiere intencionalidad; toma tiempo, requiere esfuerzo. Requiere la voluntad de abrir el corazón. Estoy pensando en este momento en lo que dijo el pastor Ray Ortlund, mi pastor mientras estuve en la universidad (me han escuchado decir esto antes). Dijo que la iglesia promedio es como una bolsa de canicas: gente dura y chocando entre sí.
Dijo que lo que deberíamos ser es una bolsa de uvas, aplastadas, con el dulce jugo de la fruta que fluye de eso. Verás, si vas a tener relaciones piadosas y vivir en comunidad, tienes que estar dispuesta a ser aplastada. Tienes que estar dispuesta, en cierto sentido, a tener tu propia identidad incorporada en la identidad de los demás.
Tienes que estar dispuesta no a simplemente ser una persona dura, agria y áspera, a tener un caparazón duro e impenetrable. Tienes que estar dispuesta a que otros entren en tu vida, dispuesta a abrir tu corazón, dispuesta a ser vulnerable. Así que animo a mis amigas solteras y casadas a cultivar la hermandad, las relaciones significativas con otras mujeres y a tener relaciones alentadoras.
Estoy muy agradecida por la forma en que Dios ha usado a las mujeres, casadas y solteras, queridas amigas en mi vida para ser un medio de aliento, y para animarme en esta nueva etapa de mi vida, en esta nueva relación. Algunas de mis amigas que más me han alentado han sido mujeres solteras que han anhelado el matrimonio y Dios aún no se lo ha concedido. Pero me han dicho: «¡Estamos tan emocionadas por ustedes! Nos regocijamos con ustedes, estamos celebrando con ustedes». Eso es piadoso. Eso es precioso. Esas son verdaderas amigas. Es la voluntad de tener relaciones intrusivas e invasivas.
Es fácil para nosotras, las mujeres solteras –solteras de nuevo o que nunca se han casado– vivir solas y poner esta pequeña muralla a nuestro alrededor, este pequeño capullo, y tener nuestro propio tiempo, nuestro propio espacio, nuestro propio lugar, nuestras propias vidas, nuestras propias prioridades, nuestros propios horarios y no permitir que la gente se acerque demasiado a nosotras.
Pero necesitamos relaciones intrusivas, intencionales e invasivas; personas que sean honestas con nosotras, que nos ayuden a ver los puntos ciegos que no podemos ver en nuestras propias vidas. Pero tienes que buscar esas relaciones, tienes que ser enseñable, tienes que ser humilde, tienes que estar dispuesta a ser responsable, a pedir consejo y aportes de otros para beneficiarte de la sabiduría, las perspectivas y la experiencia de los demás. Animo a las mujeres solteras a construir relaciones, no solo con otras solteras, sino con personas de distintas edades: hombres, mujeres, parejas, niños, familias, personas mayores, múltiples generaciones.
Una amiga que trabajaba en nuestro ministerio dijo:
«Estoy más satisfecha, relacionalmente, cuando tengo amigos mayores y jóvenes que están en diferentes etapas de la vida. Una de mis mejores amigas tiene mi edad (casada y con tres hijos). Hemos hecho vida juntas durante unos treinta años. A menudo nos reímos de que ella aprecia más a su esposo después de hablar conmigo, mientras yo comparto mis luchas por sentirme sola. Aprecio más mi estado de soltería después de escuchar todas las cosas que tiene que hacer como esposa y madre. Es importante que veamos los diferentes tonos de la hierba en la vida de otras personas. No siempre la grama del vecino es más verde».
Ahora, tener ese tipo de relaciones puede ser difícil. Requiere autonegación, requiere sacrificio. Otra mujer me dijo:
«A veces me siento utilizada en las relaciones. Me dedico a las relaciones y al ministerio con los demás, pero luego siento que siempre soy yo quien inicia las cosas, organiza reuniones y abro las puertas de mi hogar. Luego todos se van y quedo sola, limpiando, procesando la experiencia sola.
Si has estado soltera, como adulta, durante algún tiempo, probablemente podrías haber escrito ese párrafo.
Así que permítanme decir unas palabras a aquellas de ustedes que no están solteras. ¿Puedo animarte a que incluyas a las solteras en tu vida? Me ha encantado ser una mujer soltera, pero una de las cosas más difíciles para mí a lo largo de los años ha sido entrar a la iglesia y sentarme sola, o averiguar con quién me iba a sentar.
Porque estoy centrada en mí misma, ¿no es cierto? Porque si estuviera totalmente centrada en los demás trataría de averiguar: «A ver, ¿quién está aquí hoy por primera vez? ¿Quién necesita una amiga?» Pero no siempre pienso así. Así que eso ha sido algo difícil, y he amado a esas familias, quienes a lo largo de los años me han dicho: «Ven y siéntate con nosotros. ¿Puedes venir a nuestra casa para almorzar? ¿Para eventos?»
Incluye a las solteras, a las viudas, a las divorciadas. Una mujer que está sirviendo al Señor en el ministerio como soltera en sus cuarenta años dijo:
«Como soltera me siento sola. Quiero estar con otros, hacer cosas juntos, jugar, salir a comer. Me cuesta saber cuándo preguntarle a una pareja o a una familia si quieren hacer algo porque sé que están ocupados. Temo al rechazo. No quiero ser la soltera necesitada que es una carga para los demás. Sería tan agradable ser invitada a veces…
Anima a tus amigas casadas a invertir en las solteras y tomar la iniciativa de invitarlas. Sí, sé que las solteras también pueden invitar a los casados y a otros solteros…(y las animo como solteras a hacer eso, a no esperar a que otros tomen la iniciativa, sino a estar dispuestas a hacerlo también); pero a veces necesitamos sentirnos amadas y saber que nuestra presencia es agradable».
El Salmo 68:6 nos dice que Dios pone a los solitarios, a los que están solos, en familias. Entonces, les preguntaría esto a aquellos que tienen una familia con la que viven: ¿está tu familia dispuesta a ser una de esas familias en las que Dios puede poner a personas solitarias? ¿O solo se trata de tu familia? Estás ocupada…todas estamos ocupadas, ¿cierto? Pero ¿haces espacio para otros en tu hogar? ¿Eres sensible a quien, fuera de las cuatro paredes de tu hogar, puede estar solo, que Dios puede querer poner en tu familia para que se relacione con ustedes? Tienes que estar dispuesta a ser esa familia, a ser una familia.
Estoy pensando en una de las mujeres solteras que ha estado escuchando esto, y que vive al otro lado de la calle en un pequeño apartamento, justo al lado de una familia joven que trabaja con nosotros y que tiene cuatro chiquitines (ahora esperando el quinto). Esta mamá tiene las manos ocupadas en esta temporada de su vida. Esta chica soltera se ha acercado, y la familia se ha acercado a la chica soltera, y juntos están supliendo las necesidades los unos de los otros. ¡Es algo hermoso ver esta relación! Dios ha puesto al solitario en una familia, y ha puesto a esta joven soltera para ayudar en esta familia, que puede ser una bendición para esa madre (que necesita como diecisiete manos).
Alguien viene y dice: «Déjame ayudarte. Déjame darte un descanso. Déjame ayudarte con la comida». Es algo hermoso ver al cuerpo de Cristo trabajar de esa manera. Así que como soltera o casada, en cualquier caso, busca relaciones, busca comunidad.
Y luego este tema del contentamiento…y solo voy a hacer algunos comentarios al respecto. A lo largo de los años me he dado cuenta de que el contentamiento no es un producto de mis circunstancias. El contentamiento es una elección. La verdadera alegría no es el resultado de tener todo lo que quiero. El verdadero gozo es el resultado de recibir con gratitud exactamente lo que Dios me ha dado, diciendo: «Elijo estar contenta con esto».
Y es por eso que debemos tener cuidado con las cosas que pueden alimentar el descontento en nuestros corazones. Una mujer me escribió, respondiendo a esta pequeña encuesta que hice: «Me resulta útil limitar el uso de Facebook, las redes sociales, algunas películas y la televisión. Simplemente no es bueno para mi contentamiento cuando paso demasiado tiempo en estas cosas».
Bueno, no sé qué es lo que podría alimentar su descontento. Tal vez sea ver películas románticas o leer novelas románticas. ¡No alimentes el descontento! Trae cosas a tu vida que alimenten el gozo, que alimenten el contentamiento.
Lydia Brownback ha escrito un pequeño libro maravilloso, titulado Fine China Is for Single Women, Too (Las vajillas de porcelana también son para las mujeres solteras). (Disponible solo en inglés). Esto es lo que ella dice sobre esto:
«Anhelar lo que Dios no nos ha dado, o que aún no nos ha dado, no solo es razonable y comprensible, sino que también puede ser constructivo…como un medio que nos lleva a aferrarnos más a Aquel que nos creó para tener hambre de esta manera. Pero vivir en un estado constante de anhelo puede convertirse en un "¡ay de mí!", y en un egocentrismo. Y lo que es más importante, si insistimos constantemente en lo que queremos pero no tenemos, estamos declarando que Dios no ha manejado bien los asuntos…porque, con o sin nuestro anhelo, Dios nos bendecirá para estar contentas en Él. De hecho, nuestro contentamiento es mucho más importante para Dios que nuestro estado civil. Al contrario de lo que podamos pensar, Dios sabe que ese contentamiento no depende de si estamos casadas o no».
Sin embargo, permíteme hacer una advertencia: El peligro al otro lado de esto es que algunas dirían que una vez que abrazas el contentamiento, Dios te traerá una pareja, Dios te bendecirá con lo que anhelas. Déjame decirte que eso no es necesariamente cierto, porque cuando estás contenta, entonces lo que quieres es lo que Dios te da, y tienes lo que quieres porque tienes lo que Dios te ha dado.
Entonces, creo que es un error decir: «Está bien, si estás contenta, Dios te dará todo lo que anhelas». Dios te concederá el anhelo de tu corazón, Él te dará Sus anhelos, y te ministrará gracia donde hay anhelos insatisfechos. ¿Tiene sentido?
Bueno, permíteme hablar por un momento sobre algo que creo que es realmente importante para nosotras como mujeres solteras, y es tomar decisiones ahora que nos mantendrán firmes en el futuro, ya sea que estemos casadas o solteras. Las elecciones que hacemos ahora tienen consecuencias, tienen influencia, tienen implicaciones para nuestras vidas en el futuro.
Permíteme mencionar algunas de ellas. Por ejemplo, elegir como soltera no despertar el amor antes de tiempo, como dice el libro de Cantares, antes del tiempo de Dios. Elige no despertar los deseos sexuales antes de que sea el tiempo de Dios para que se satisfagan correctamente.
Solo quiero decirles (sin crédito para mí, pero gracias a unos padres sabios y piadosos y a las influencias que el Señor trajo a mi vida), me he ahorrado décadas de dolor, tristeza, angustia y dificultad en esa área, debido a las decisiones que tomé de no llenar mi mente y mi corazón con libros, películas, revistas, sitios web que promueven la actividad sexual o el romance.
Estoy tan agradecida ahora de no haber probado todo eso durante todos estos años, y estoy agradecida de casarme con el amor despertado por primera vez en mi vida. Ahora, puede que esa no sea tu historia. Si no lo es, no es demasiado tarde para comenzar a tomar decisiones ahora que te ayudarán en el futuro, ya sea que estés casada o soltera.
Algunas de esas opciones podrían ser: desarrollar habilidades prácticas relacionadas con cómo administrar el hogar, cómo administrar las comidas para una familia, cómo mantener una casa limpia, cómo equilibrar un horario familiar. Una mujer me escribió y me dijo: «He visto a tantas solteras, que son solteras mayores, casarse y darse cuenta de que no tienen idea de cómo hacer nada práctico relacionado con un hogar».
Así que mientras eres joven desarrolla habilidades prácticas que serán una bendición para ti y para los demás, ya sea que te cases o no. Existe un lado práctico de vivir con otras personas: así que toma decisiones como mujer soltera que te serán útiles en el futuro.
Durante muchos años he animado a las mujeres solteras que piensan que quieren casarse o piensan que algún día Dios hará que se casen, a que no vivan solas por largos períodos de tiempo. ¡No pensé que alguna vez me casaría, así que viví sola durante años y años y años y años y años!
Pero aquí hay algo que hice, y por lo que estoy muy contenta. No lo hice porque pensaba que me iba a casar. Simplemente lo hice porque pensé que era lo correcto, porque pensé que bendeciría al Señor y a los demás, y me bendeciría a mí. Mi hogar ha sido un hogar abierto. Mi corazón ha sido un corazón abierto.
He dado la bienvenida a extraños, familiares, amigos, invitados y niños pequeños (con manos sucias en las ventanas recién lavadas) y personas que arrastran cosas en el piso de la cocina recién limpiado…
Una pareja (la familia que les acabo de contar que tiene cinco hijos pequeños) se mudó a un pequeño espacio en mi sótano cuando se casaron, pensando que sería por seis meses. Tres años y medio y dos hijos después, se mudaron a su propia casa.
Así que, cuando digo que he vivido sola, realmente no he vivido sola. He tenido mucha gente en casa, y estoy muy agradecida. Ha sido una gran alegría para mí como mujer soltera. Pero ahora que me voy a casar y voy a vivir con mi esposo, estoy muy contenta por eso también. Todos esos años hubo interrupciones, distracciones, inconvenientes, hubo cosas que requirieron flexibilidad y adaptabilidad en mi vida. Todo eso ha resultado ser una muy buena preparación (¡creo!) para lo que viene. Para ti, como mujer soltera, eso podría significar tener una compañera de cuarto, hospedar personas a menudo, vivir con una familia. Sé que en nuestra audiencia hay mujeres solteras que han hecho esas cosas.
Estoy muy contenta por estas decisiones en mi vida que me han impedido ser tan introvertida como pude haber sido (porque realmente soy bastante introvertida). Decisiones que me sacaron de ahí, me hicieron pensar en los demás y me impidieron quedarme demasiado anclada en mis costumbres. (¡Estamos a punto de descubrir hasta qué punto estoy anclada en mis costumbres!). Las decisiones me han obligado a adaptarme…las decisiones que he tomado.
Otro tema es cultivar la sumisión. Una mujer me miró a la cara el otro día y dijo: «¡Estás a punto de descubrir lo difícil que es la sumisión!» Y se rió. Y pensé, ¡no sé si eso es muy divertido! Y no sé si lo considero increíblemente difícil.
Sé que hay puntos en los que la sumisión es difícil con cualquier tipo de autoridad, pero les diré algo. Durante décadas he tomado decisiones en los lugares donde Dios me ha puesto, que me han ayudado a aprender la sumisión y tener que tratar con un jefe, un miembro del equipo, otro miembro del personal cuya dirección es diferente a lo que pienso sobre algo.
Escucha, no digo que sea intrínsecamente sumisa. Pero diré que estoy muy agradecida hoy de que como mujer soltera busqué permanecer bajo el amparo, la protección y el pastoreo de hombres, parejas y líderes piadosos. Eso ha sido una protección en mi vida durante esos años de soltería, y ahora está demostrando ser una preparación para estar bajo la protección y la autoridad de un esposo. Estoy muy agradecida.
Y luego, mientras pienso en otras cosas que quiero enfatizar para las solteras (al igual que reflexiono sobre mis años de soltería), quiero animarte a ser intencional en cultivar un carácter piadoso. Cuida tu corazón.
Hay muchas cosas en mi vida que han cambiado desde que apareció Robert Wolgemuth. Hay muchas cosas a punto de cambiar. Pero hay algunas cosas que el matrimonio no cambia ni puede arreglar: disciplinas personales, patrones, hábitos, defectos de carácter, problemas de confianza, inseguridades.
De hecho, me doy cuenta de que estar en una relación pone una lupa sobre algunos de esos problemas. Así que si eres una llorona, quejumbrosa, difícil de tratar, indisciplinada, egocéntrica, descontenta como soltera, ese es exactamente el tipo de mujer casada que serás. No querrás desearle eso a un esposo, ¿verdad?
Así que trata con esos problemas ahora. Cualquiera que sea la etapa de tu vida, con intencionalidad decide convertirte en la mujer que Dios quiere que seas, semejante a la imagen de Cristo. Escucha, algunas circunstancias en las que te encuentras actualmente son exactamente las circunstancias que necesitas para ser más como Jesús.
Así que no pierdas la oportunidad en esta etapa. Aprende a elegir el gozo como mujer soltera, y harás un mejor trabajo al elegir el gozo como mujer casada, si Dios tiene ese plan para ti. Aprende a tener un espíritu agradecido como soltera, y tendrás un espíritu agradecido en otra etapa de tu vida.
Aprende a ser femenina, suave y receptiva. Descubrí que muchas mujeres solteras, a medida que envejecen, se vuelven más intolerantes, más duras, más exigentes, más críticas. He visto esto a lo largo de los años y he dicho: «Señor, no quiero que eso me pase a mí». He orado tanto antes de pensar que me iba a casar.
Durante años he orado: «Señor, hazme más dulce a medida que envejezco. Hazme más suave, hazme más gentil, más receptiva. Enséñame lo que significa tener un espíritu apacible y tranquilo, un espíritu lleno de gracia, un corazón bondadoso, un corazón servicial. Ayúdame a cultivar la calidez y la ternura».
Si no estás casada y no recibes físicamente muestras de afecto, puedes volverte intolerante e inflexible en tu corazón. Así que he tratado de mantener a las personas en mi vida: niños, personas mayores que necesitan calidez (que necesitan un abrazo, que necesitan amabilidad). Estaba en un servicio de la iglesia el otro día y Robert estaba sentado a mi izquierda. A mi derecha estaba una amiga en común que actualmente está separada de su esposo y se encuentra en una situación muy difícil. Ha sido un matrimonio largo y duro.
Robert tenía su brazo alrededor de mí. Él y yo estábamos tomados de la mano. Luego miré a esta mujer a mi derecha y pensé, ella no tiene esto en esta etapa de su vida. Ahora, esta es una mujer que se ha dado a los demás. Es una mujer encantadora y amable, el tipo de mujer que quiero ser.
Pero mientras pensaba en lo que estaba experimentando en ese momento y lo que ella estaba experimentando en ese momento, oré para que el Señor la llenara con lo que me dio durante esos años como soltera. ¿Qué es? Una dulce sensación de Su presencia y Su paz.
Entonces, recuerda, tú puedes ser el medio que Dios use en la vida de esa persona para que Dios la toque. Así que me acerqué y tomé su mano varias veces durante ese servicio, la abracé varias veces antes de que se fuera. No soy una persona naturalmente de dar abrazos, no soy muy cariñosa. Tengo que pensar en ello, trabajar en ello.
Pero fue tan dulce poder ser un medio para expresar el amor, la ternura y la calidez de Cristo en la vida de esta mujer. Entonces, sea lo que sea, como mujer soltera, como mujer casada, tal vez, en un matrimonio lejos de perfecto (que sería el de toda mujer casada), cultiva un carácter piadoso justo donde estás.
No esperes una nueva circunstancia, una nueva etapa. Cuida tu corazón. Toma decisiones ahora que te servirán en el camino en cualquier etapa en la que Dios te tenga. Escucha, es cierto como mujer casada. Aprende a confiar en el Señor ahora, luego si alguna vez eres viuda, tendrás tu historia con Dios.
No serás arrojada a esta circunstancia que será como arena movediza y te absorberá y hundirá. No digo que sea fácil, pero digo que habrás practicado lo que significa confiar en el Señor, y de eso se trata.
Señor, ayúdanos, ayúdanos, ayúdanos a ser tus mujeres ahora, en cualquier circunstancia, en cualquier etapa en que nos hayas puesto, para que podamos darte gloria, para que podamos bendecir, servir, ministrar la gracia a otros que pongas en nuestras vidas. Todo esto oramos en el nombre de Jesús, amén.
Débora: Acabamos de escuchar a Nancy DeMoss Wolgemuth, hablar con sus hermanas solteras antes de casarse. Pero, ¡vaya!, este mensaje es para todas, porque en el fondo, es un mensaje acerca de poner a Dios primero y estar contenta. Esta serie se llama Consejos para mis hermanas solteras…antes de convertirme en señora.
Así como Nancy lo dijo hoy, el verdadero gozo y contentamiento pueden ser tuyos siendo una mujer soltera. Ella escribió un libro que recoge parte de su experiencia y sabiduría en esta área. Se titula, Escogidos para Él: El don, las bendiciones y los retos de la soltería. Si estás soltera, este es un gran recurso, lleno de información para comprender el regalo de la soltería.
Entonces, termina esta oración: «Sería feliz, si tan solo…» Si completas el resto de la oración con cualquier cosa que no sea «Jesús», nunca serás feliz. Nancy hablará más sobre eso en el contexto del matrimonio y la soltería. Por favor regresa al podcast de Aviva Nuestros Corazones.
Animándote a encontrar libertad, plenitud y abundancia en Cristo, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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