La Fiesta de las Trompetas
Débora: ¡Erin Davis se emociona pensando en el día en que Jesús regresará con el sonido de una trompeta!
Erin Davis: ¡Anhelo escuchar el sonido de la trompeta! Muchas veces digo: «¡Hoy es un buen día, Jesús! Todavía hay tiempo hoy».
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, coautora de Confía en Dios para escribir tu historia», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 18 de enero de 2024.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Si alguna vez has leído tu Biblia de tapa a tapa, y espero que así sea, es mi deseo que lo hagas muchas veces a lo largo de tu vida. Todas sabemos lo que es leer el libro de Génesis con todas esas historias maravillosas, y luego el libro de Éxodo y el pueblo de Dios saliendo de Egipto, de la esclavitud.
Y luego llegamos a Levítico. Todas sabemos lo que es detenernos …
Débora: ¡Erin Davis se emociona pensando en el día en que Jesús regresará con el sonido de una trompeta!
Erin Davis: ¡Anhelo escuchar el sonido de la trompeta! Muchas veces digo: «¡Hoy es un buen día, Jesús! Todavía hay tiempo hoy».
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, coautora de Confía en Dios para escribir tu historia», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 18 de enero de 2024.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Si alguna vez has leído tu Biblia de tapa a tapa, y espero que así sea, es mi deseo que lo hagas muchas veces a lo largo de tu vida. Todas sabemos lo que es leer el libro de Génesis con todas esas historias maravillosas, y luego el libro de Éxodo y el pueblo de Dios saliendo de Egipto, de la esclavitud.
Y luego llegamos a Levítico. Todas sabemos lo que es detenernos y pensar: ¿De qué está hablando todo esto?¿Qué significa?¡¿Realmente importa?! Y luego quieres saltarte eso y llegar a Números y Deuteronomio. Y no me escuches como si no te hubieras sentido así. ¡Todas nos hemos sentido así!
Pero hay tanta belleza en el libro de Levítico cuando vemos cómo nos conecta con el evangelio, con el Nuevo Testamento y, lo que es más importante, con Jesús. Erin, me encanta cómo nos has estado guiando a través del capítulo 23 de Levítico y las siete fiestas que observaban los israelitas en el Antiguo Testamento.
¿Recuerdas cuándo fue la primera vez que esas fiestas en Levítico 23 llamaron tu atención y pensaste, «quiero profundizar en ellas»?
Erin: Sí, sí me acuerdo. Estaba en una reunión intercambiando ideas con mi equipo del ministerio de mujeres, y estábamos tratando de organizar nuestro evento de otoño…conoces la dinámica de los ministerios de mujeres. Yo le dije al equipo: «Quiero que vayamos al Antiguo Testamento».
Y Amy Hall, un miembro de confianza de mi equipo que ama la Biblia, dijo: «¿Qué piensas sobre las siete fiestas?»
Y la verdad es que yo no sabía dónde estaban en las Escrituras. No estoy segura de saber que había específicamente siete fiestas. Y en lugar de querer alejarme de las siete fiestas, eso fue lo que me hizo querer continuar.
Porque pensé: Aquí estoy, la que dirige el ministerio de mujeres y no conozco este pasaje de las Escrituras del que está hablando, y sé que hay otros. Así es como elegimos estudiar las siete fiestas.
Nancy: Bueno, las Escrituras nos dicen que estas cosas que se escribieron desde tiempos antiguos, se escribieron para nuestra instrucción y para animarnos. Se supone que debemos aprender de esto, se supone que debemos ser animadas por las Escrituras.
¿Puedes imaginarnos llegar al cielo y a Dios diciendo: «Te di esta magnífica imagen del evangelio y de Jesús, pero nunca la leíste? ¡No tienes idea de qué se trataba!» Así que has estado descubriendo esto para nosotras. Lo has hecho en un maravilloso estudio de ocho semanas sobre «Las 7 fiestas: Encontrando a Cristo en las celebraciones sagradas del Antiguo Testamento».
Y hoy vamos a ver la Fiesta de las Trompetas. Cuando escuches eso, puedes pensar: Bueno, no soy muy musical. No puedo tocar una trompeta. ¿Por qué estaría interesada en eso? Erin está a punto de decirnos por qué deberíamos estar interesadas en esta Fiesta de las Trompetas.
Así que, Señor, estas pueden ser cosas difíciles de entender, pero abre nuestros ojos, abre nuestros oídos, abre nuestros corazones. Ayúdanos a recibir con gozo todo lo que tienes para nosotras en nuestro estudio de hoy. Oro en el nombre de Jesús, amén.
Erin: Bueno, nada me agota tanto como la batalla contra el pecado. Estoy desgastada por ello. Detesto mi orgullo, mi egoísmo, mi idolatría, y estoy profundamente afligida por la forma en que mi pecado afecta a otros: mi esposo, mis hermanos, mis hijos, algunos de mis amigos más queridos, algunos de mis compañeros seguidores de Cristo. Todos ellos andan con heridas dentro de sus corazones a causa de mi pecado.
Un día mientras viajaba por la carretera me sentí muy disgustada con mis tendencias pecaminosas. El volante estaba lleno de lágrimas, ¡estaba tan frustrada! En esa ocasión, estaba frustrada con la forma en que había tratado a mi familia antes de tener que subirme al auto para ir a algún lado.
Clamé al Señor en voz alta y dije: «¿Cuándo, Señor? ¿Cuándo venceré el pecado y seré santa como Tú eres santo?» Y esta frase entró en mi corazón, y tengo que ser honesta, me sobresaltó. La frase era esta: «En un momento».
Y si voy a ser honesta contigo sobre lo que sentí en ese momento, pensé que estaba a punto de ser impactada por un camión. Porque sé que la realidad es que mientras viva en este cuerpo, mientras viva de este lado del cielo, seguiré siendo una pecadora.
Y las siete fiestas son recordatorios de que Jesús murió para pagar el precio de mi pecado, que Él resucitó para darme la victoria sobre el pecado y que envió al Espíritu Santo para ayudarme a luchar contra el pecado. Pero el proceso de santificación es demasiado lento para mi gusto. Quiero vivir libre de pecado ahora mismo.
Esa noche saqué mi Biblia. Parecía que había escuchado esa frase «en un momento» en alguna parte de las páginas de las Escrituras. Fui a 1 Corintios 15:51-52, y de repente, allí estaba la respuesta a mi pregunta de cuándo pasaré de pecadora a santa.
Permítanme leernos 1 Corintios 15:51–52:
«Así que les digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos transformados, en un momento (ahí está esa frase, «en un momento»), en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Pues la trompeta sonará, y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados».
¿Cuándo? ¿Cuándo seremos cambiadas? En un momento. ¿Y cómo sabremos que ha llegado el momento? Se anunciará con un sonido de trompeta. Hemos estado recorriendo las siete fiestas de Israel; todas están registradas en el libro de Levítico capítulo 23.
Hoy consideraremos la quinta fiesta, la Fiesta de las Trompetas. Antes de hacerlo retrocedamos aún más en nuestras biblias hasta Génesis 22.
Déjame contarte o recordarte la historia de Abraham e Isaac. Está descrita en estos versículos. Espero que la historia te resulte familiar. ¡Es tan profunda! Podemos seguir sacando, sacando y sacando, y seguir encontrando tesoros.
Dios le había pedido a Abraham que sacrificara a su amado hijo, Isaac. Esto fue un anticipo del momento en que Dios el Padre enviaría a Su único Hijo, Jesús, a morir por nosotros. Ahora, en el caso de Abraham, su hijo se salvó. Dios misericordiosamente proporcionó un carnero de sacrificio en su lugar.
Permíteme retomar la historia en Génesis 22:13:
«Entonces Abraham alzó los ojos y miró, y vio un carnero detrás de él trabado por los cuernos en un matorral. Abraham fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo».
Al considerar el significado de la Fiesta de las Trompetas, descubriremos que apunta al momento en que la historia humana llega a su punto culminante con el sonido final de la trompeta. Y a medida que leas sobre esto, tu mente podría evocar la imagen de nuestras trompetas modernas. Las trompetas se usan a menudo en toda la Biblia, y tendemos a pensar en esa trompeta como la que tocabas cuando estabas en la banda de música en tu escuela. Pero lo más probable es que el pueblo de Dios tocara un shofar o un cuerno de carnero.
Entonces, literalmente, desde Génesis hasta Apocalipsis, Dios usa el cuerno para declarar Su salvación. Aquí está el cuerno de carnero en el matorral. Vemos los cuernos que el pueblo de Dios hizo sonar hacia Jericó, y la cuarta fiesta donde las trompetas apuntan hacia el día del Señor, cuando el sonido de trompeta será el pronunciamiento de que el pueblo de Dios es salvo del pecado y de la muerte de una vez y por todas.
Antes de que lea la descripción de la quinta fiesta, aquí hay otro pequeño tesoro, otra verdad que espero se convierta en uno de los mayores tesoros de tu corazón: Jesús observó muchas de las siete fiestas durante Su tiempo en la tierra, pero no la Fiesta de las Trompetas, al menos no todavía.
Veremos por qué cuando leamos sobre la fiesta número cinco en Levítico 23:23-25. Permíteme leerlo:
«Otra vez el Señor habló a Moisés: “Di a los israelitas: ‘En el séptimo mes, el primer día del mes, tendrán día de reposo, un memorial al son de trompetas, una santa convocación. No harán ningún trabajo servil, pero presentarán una ofrenda encendida al Señor’”».
Vemos, una vez más, que gran parte de estas fiestas nos parecen extrañas, pero esta es bastante simple. Deben tener un día de descanso; deben presentar una ofrenda. Y lo que distingue a esta fiesta de las demás es que la anunciarán al sonido de la trompeta.
Las trompetas simbolizan muchas cosas en las Escrituras. Ojalá tuviéramos tiempo para estudiar todo el simbolismo que vemos entre los cuernos y la Palabra de Dios, pero todos ellos están llenos de esperanza para el pueblo de Dios.
En el libro de Éxodo, el sonido de trompeta simbolizaba el poder y la presencia de Dios. A lo largo de los salmos, las trompetas se usaron como llamados a la adoración. Escucha, por ejemplo, el Salmo 98:6: «Con trompetas y sonido de cuerno, den voces ante el Rey, el Señor».
Ahora, no puedo pensar en un momento en que se usaron trompetas en la adoración en mi iglesia. Pero aquí en el Antiguo Testamento eran instrumentos muy comunes usados para celebrar lo que Dios había hecho. Esta es una invitación a hacer algo de ruido en celebración de quién es Dios.
En Josué 6, encontramos trompetas sonando nuevamente en otra historia familiar. Escucha Josué 6:8-16:
«Después que Josué había hablado al pueblo, los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuernos de carnero delante del Señor, se adelantaron y tocaron las trompetas. Y el arca del pacto del Señor los seguía. Los hombres armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las trompetas, y la retaguardia iba detrás del arca, mientras ellos continuaban tocando las trompetas» (vv. 8-9).
¡Imagínalo! Las trompetas suenan continuamente en esta procesión del pueblo de Dios que se dirige a la guerra.
«Pero Josué dio órdenes al pueblo: “No gritarán ni dejarán oír su voz, ni saldrá palabra de su boca, hasta el día que yo les diga: ‘¡Griten!’ Entonces gritarán”. Así hizo que el arca del Señor fuera alrededor de la ciudad, rodeándola una vez. Entonces volvieron al campamento, y pasaron la noche en el campamento. Josué se levantó muy de mañana, y los sacerdotes tomaron el arca del Señor. Los siete sacerdotes llevando las siete trompetas de cuernos de carnero iban delante del arca del Señor, andando continuamente y tocando las trompetas”» (vv. 10-13).
Eso se repite en las Escrituras para que entendamos el cuadro, los cuernos están sonando, sonando, sonando y sonando.
«Así que el segundo día marcharon alrededor de la ciudad y volvieron al campamento. Así lo hicieron por seis días. Entonces en el séptimo día se levantaron temprano, al despuntar el día, y marcharon alrededor de la ciudad de la misma manera, pero siete veces. Solo aquel día marcharon siete veces alrededor de la ciudad. A la séptima vez, cuando los sacerdotes tocaron las trompetas, Josué dijo al pueblo: “¡Griten! Pues el Señor les ha entregado la ciudad”» (vv. 14-16).
Siete trompetas sonando continuamente durante siete días. Para la gente dentro de los muros de Jericó debe haber sido un sonido intimidante, como un continuo lamento fatídico. Para el pueblo de Dios fue un grito de guerra.
Mientras las trompetas sonaban sus tímpanos retumbaban recordándoles que Dios les había prometido la victoria. Josué 6 es muy similar a las siete fiestas, como todas las Escrituras, en que apunta a algo más maravilloso.
Vamos a avanzar rápidamente en nuestras biblias para ver un sonido de trompeta aún más maravilloso, pero mientras lo hacemos, quiero que mantengas algunas partes de la historia de la caída de Jericó cerca de tu corazón. Anota esto:
- El pueblo de Dios triunfa sobre sus enemigos, no en su propio poder, sino en el de Dios.
- El sonido de trompeta fue la señal de que la victoria estaba ganada.
- Al escucharlo, los hijos de Dios entraron en la ciudad y comenzaron su reinado como gobernantes de la tierra prometida.
Vayamos a 1 Corintios 15. Pablo escribió esta carta a los creyentes de Corinto. El capítulo 15 tiene un gran tema: la resurrección. Voy a suponer que los creyentes de Corinto tenían algunas preguntas sobre cómo sería la resurrección, de ahí la necesidad de Pablo de abordar el tema. Y, ¿quién podría culparlos?
Primero les habla de la resurrección de Jesús y les recuerda que eso es lo más importante. Pero luego habla del hecho de que ellos resucitarán. Yo también tengo preguntas: ¿Cómo será? ¿Cuándo sucederá?
No llegamos a saber el «cuándo», pero no nos deja con la duda acerca de cómo será. Nuestra Biblia está repleta de hermosas descripciones del día del Señor: el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento, en toda nuestra Biblia, describe el día del Señor.
Voy a leerte uno de mis favoritos, se encuentra en Apocalipsis 11:15-19:
«El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: “El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de Su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos”. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios, diciendo: “Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado Tu gran poder y has comenzado a reinar. Las naciones se enfurecieron, y vino Tu ira y llegó el tiempo de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a Tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen Tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra”. El templo de Dios que está en el cielo fue abierto; y el arca de Su pacto se veía en Su templo, y hubo relámpagos, voces, y truenos, y un terremoto y una fuerte granizada».
Espero que estés entusiasmada con todas las conexiones entre este versículo y el que acabamos de leer en Josué 6. Jesús regresará por nosotras, y cuando Él lo haga, Su regreso será inconfundible.
Mi corazón temeroso a veces se preocupa de lo que podría perderme o de lo que podría haberme perdido. No me lo perderé. Será sobrecogedor, sacudirá la tierra y será fuerte. Señalado por el sonido de la séptima trompeta.
En Levítico 23, Dios ya programaba un recordatorio de la esperanza sobrenatural que tenemos en Él. Cada año, cuando los israelitas tocaban las trompetas, esas ondas sonoras avanzaban en la historia hacia el momento en que todos los hijos de Dios vivirían en la tierra prometida, finalmente y para siempre libres de pecado.
Pensemos en Jericó nuevamente por un momento. Ese sonido de trompeta significaba que el pueblo de Dios había triunfado sobre sus enemigos. Cuando suene la trompeta final, significará que, gracias a Jesús, hemos triunfado sobre nuestros dos terribles enemigos: Satanás y el pecado. Eso es lo que significará la trompeta.
En Jericó la trompeta era el símbolo, espiritualmente hablando, de que la batalla ya estaba ganada. Dios ya había prometido que los hijos de Israel saldrían victoriosos, y en la cruz terminó nuestra guerra con el pecado y la muerte.
Mi pastor a veces se para en el púlpito y dice: «La guerra contra el cáncer se ganó en la cruz. Tu lucha con tu hijo pródigo fue ganada en la cruz. El quebrantamiento de tu cuerpo fue ganado en la cruz». Puedo escucharlo decir esas declaraciones sobre nosotros para siempre. Es cierto que hay batallas, pero la guerra está ganada.
La trompeta final será una declaración de que podemos vivir en la victoria de Cristo para siempre. Al escuchar el último sonido de trompeta hacia Jericó, los hijos de Dios entraron en la ciudad y comenzaron su reinado como gobernantes de la tierra prometida.
¿Y qué nos sucederá con el regreso de Cristo? Nunca puedo leer el capítulo 21 de Apocalipsis sin llorar, y no me disculpo por eso, porque es tan precioso. Apocalipsis 21:1-3:
«Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: “El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos”».
¿Qué nos sucederá cuando suene la última trompeta? Entraremos en la ciudad, la nueva Jerusalén que Jesús ha preparado para nosotras, y reinaremos en justicia con Cristo nuestro Rey.
Escucha las palabras del profeta Joel sobre el último sonido de trompeta. Esto viene de Joel capítulo 2:
«Toquen trompeta en Sión, y suenen alarma en Mi santo monte. Tiemblen todos los habitantes de la tierra, porque viene el día del Señor; ciertamente está cercano» (v.1).
Desde la perspectiva de Joel, probablemente no parecía estar cerca. Y, sin embargo, lo está, se acerca un sonido de trompeta. Y amigas, está cerca. Comparado con la eternidad, el tiempo entre ahora y el sonido final de la trompeta es un parpadeo. Me gusta decir: «No pasará mucho tiempo ahora, porque Cristo viene por Su novia, para rescatarnos y llevarnos a un lugar libre de pecado».
¿Sabías que solo había un par de mandamientos para la Fiesta de las Trompetas? Toca la trompeta, no trabajes, y dale una ofrenda a Dios. ¡Eso es! Es así de simple. La trompeta va a sonar y vamos a descansar en todo lo que Él ha hecho por nosotras.
Ese día los hijos de Dios celebrarán la Fiesta de las Trompetas con Jesús. ¡Anhelo escuchar el sonido de la trompeta! A menudo digo: «Hoy es un buen día. Jesús, todavía hay tiempo hoy». Pero está llegando. No dudo ni por un segundo de que se acerca la Fiesta de las Trompetas para los hijos de Dios. Pero por ahora esperamos con esperanza.
Hoy, en este mismo momento, quiero que consideres la Fiesta de las Trompetas. Quiero que te aferres a esto: «…en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados» (1 Cor. 15:52).
Nancy: Qué hermosa esperanza tenemos ilustrada en un vistazo en ese pasaje del Antiguo Testamento, Levítico capítulo 23, la Fiesta de las Trompetas. Sabes, Erin, mientras hablabas estaba pensando ¡qué gloriosa anticipación es ese sonido de la trompeta para nosotras que conocemos a Cristo!
Pero también, qué motivo de terror y pavor debería ser para aquellos que no conocen a Cristo. De hecho, mientras estudiaba estos diferentes sonidos de trompetas a lo largo de las Escrituras, pensé en la gente en los días de Levítico.
Todavía no habían experimentado a Josué, a Jericó ni el Nuevo Testamento. El sonido de trompeta con el que estaban familiarizados era el de Éxodo 19, donde el fuerte sonido de trompeta en el Monte Sinaí simbolizaba que Dios estaba cerca, y el monte temblaba, y la gente estaba aterrorizada, y tenían que mantenerse a distancia de Dios mientras la ley era dada.
No podían acercarse a un Dios santo, y el sonido de la trompeta les recordaba: «¡Aléjate! ¡Eres un pecador! No puedes acercarte». Y así, las personas que celebraban esta Fiesta de las Trompetas todos los años, recordaban ese sonido que les decía: «Sí, ustedes son el pueblo del pacto, pero están bajo la ley, la ley que no pueden guardar. Están separados de Dios».
Entonces, cuán precioso fue cuando en la plenitud del tiempo, Dios envió a Su Hijo Jesús para cumplir con las demandas de la ley, para vivir esa vida justa que nosotras no podemos vivir, y para decir: «Ahora puedes acercarte. ¡Puedes anticipar el sonido de la trompeta de Cristo que regresa!»
Leemos ese pasaje en Joel, ese día del Señor, donde sonará la trompeta. Esa no es una trompeta para anhelar. Y es que el día del Señor es un día de juicio, es un día de ira, es un día en que Dios se aleja de los pecadores para siempre, de aquellos que se niegan a arrepentirse de su pecado y creer en Cristo.
Así que, sí, el sonido de la trompeta para aquellos que conocen y aman y creen en el evangelio será hermoso. Es un sonido que esperamos. Pero necesitamos recordar que para aquellos que están lejos de Cristo, es un sonido que cuando llegue, señalará un día de juicio e ira.
Si no estás en Cristo, deberías estar aterrorizada cuando pienses en ese Día venidero del Señor. ¡Pero no es demasiado tarde para creer en el evangelio, arrepentirte de tu pecado y venir a Cristo para salvación!
Y si ya estás en Cristo, lo cual asumo de la mayoría de nosotras que estamos escuchando a Erin enseñar hoy, recuerda cuántas personas hay a nuestro alrededor que la próxima vez que escuchen ese sonido de trompeta se perderán para siempre; serán desterrados de la presencia de Dios.
¿No nos da eso una buena razón para compartir las buenas nuevas, el evangelio de Cristo? Puedes acercarte a Cristo. ¡Él ha pagado el precio por tu pecado, y puedes esperar ese sonido de la trompeta!
Así que ese sonido de la trompeta es un símbolo, un sonido tanto de juicio como de salvación. ¿Cuál será para ti?
Gracias, Señor, por la salvación que tenemos en Cristo, por el hermoso sonido que esa trompeta será para nosotras. Pero también, danos un corazón por aquellos que al escuchar ese sonido de trompeta no se arrepienten, y entonces será un día de ira y juicio eterno irreversible. Oh, Dios, llama hoy a pecadores al arrepentimiento, a la fe, para que puedan anticipar con nosotras la venida del Señor cuando Él tomará a los suyos a casa para estar con Él para siempre. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.
Hay mucho más en esta Fiesta de las Trompetas. En realidad, no se dice mucho al respecto en Levítico, por lo que tenemos que sacar inferencias de otros pasajes de las Escrituras. En el estudio que has escrito sobre «Las 7 fiestas», Erin, lo analizas más y con mayor profundidad. Así que quiero que hables palabras de ánimo a aquellas que nos están escuchando y que quieren hacer ese estudio de Las 7 fiestas.
Erin: Bueno, de las siete fiestas, la Fiesta de las Trompetas es sin duda mi favorita. Y, Nancy, tienes razón, si solo estás leyendo Levítico 23, solo hay algunas oraciones para esta fiesta. Pero realmente no tienes que investigar mucho para ver que apunta hacia adelante con esperanza. Quiero pensar en el regreso del Señor todo el tiempo, y eso es lo que esta fiesta hace en mí, porque veo cómo señala hacia adelante, y eso es lo que espero que haga por las demás.
Nancy: «¡Suena la trompeta!», le dijo Dios a Su pueblo en el Antiguo Testamento a través de Sus profetas. Erin, has hecho sonar una trompeta o una especie de pretrompeta, que da un preludio a la magnífica trompeta que sonará cuando Cristo regrese.
El estudio bíblico de ocho semanas que escribió Erin, te llevará a la Palabra, que es lo que queremos hacer con nuestras oyentes en Aviva Nuestros Corazones. A medida que estudies las siete fiestas del libro de Levítico, que formaban parte de la tradición judía y el calendario judío, Erin nos ayudará a encontrar a Cristo en las celebraciones sagradas del Antiguo Testamento.
A ti que nos escuchas, muchas gracias por tu apoyo a este ministerio. Tu apoyo en oración y tu apoyo financiero ayudan a que ese ministerio sea posible. Puede que estés pensando: «Mi pequeño aporte no hará mucha diferencia. Realmente no podría hacer tanto». Haces lo que Dios pone en tu corazón, y hará una gran diferencia porque Dios toma esos «panes y peces» que podemos ofrecer, y los multiplica para alimentar a muchas personas.
En esta serie solo nos quedan un par de fiestas por estudiar. No querrás perdértelas, así que asegúrate de volver con nosotras la próxima vez a Aviva Nuestros Corazones.
Débora: Recordándote que Cristo ya ganó la guerra, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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