La comida es una lección objetiva
Erin Davis: Estamos muy influenciados por estos mensajes culturales sobre los hábitos alimenticios.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Erin Davis es autora, directora de contenidos de Revive Our Hearts y anfitriona de pódcast. Ella observa que en la Biblia los tiempos regulares de ayuno y banquete son comunes.
Erin: Hay hábitos de tiempo, de descanso y de comida en las Escrituras. Cuando les prestamos atención, cambia nuestra manera de ver la comida.
Nancy: Hoy, mi coanfitriona, Dannah Gresh, hablará con Erin sobre cómo podemos adaptar lo que pensamos acerca de la comida a la Palabra de Dios.
Dannah Gresh: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 19 de junio de 2024.
Nancy: Si eres como yo, a veces puedes sentir que tienes una relación de amor y odio con la comida. Bueno, el episodio de hoy nos ayudará a relajarnos un poco …
Erin Davis: Estamos muy influenciados por estos mensajes culturales sobre los hábitos alimenticios.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Erin Davis es autora, directora de contenidos de Revive Our Hearts y anfitriona de pódcast. Ella observa que en la Biblia los tiempos regulares de ayuno y banquete son comunes.
Erin: Hay hábitos de tiempo, de descanso y de comida en las Escrituras. Cuando les prestamos atención, cambia nuestra manera de ver la comida.
Nancy: Hoy, mi coanfitriona, Dannah Gresh, hablará con Erin sobre cómo podemos adaptar lo que pensamos acerca de la comida a la Palabra de Dios.
Dannah Gresh: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 19 de junio de 2024.
Nancy: Si eres como yo, a veces puedes sentir que tienes una relación de amor y odio con la comida. Bueno, el episodio de hoy nos ayudará a relajarnos un poco y a disfrutar de la belleza de algo bueno que Dios ha hecho para nosotras sin adorar la creación en lugar del Creador.
Hace un tiempo Dannah se sentó a discutir acerca de este tema con Erin. Y es el tema del último libro que escribió Erin, se titula: Fasting and feasting (Ayuno y banquete: 40 devocionales para satisfacer el corazón hambriento, disponible solo en inglés).
Dannah: El día de hoyme acompañará mi copresentadora de Grounded, que viene siendo «Arraigadas» pero en inglés, Erin Davis. Amiga, ¡bienvenida! Hoy horneé mi famoso pastel de manzana con cobertura de migas y espero que me acompañes. Erin está aquí y trae la famosa receta de pastel de manzana de su tía Rhonda.
Cuéntanos amiga, ¿de qué es el relleno?
Erin: Oh, desearía que en realidad estuviéramos juntas comiendo pastel. Eso suena perfecto.
Dannah: ¡Ay Erin, pero usa tu imaginación!
Erin: Está bien, me lo estoy imaginando. Estoy oliendo tu pastel de manzana. Si la tía Rhonda estuviera aquí, lo cual sería un gozo absoluto, traería su pastel de durazno. He estado comiendo ese pastel de durazno de mi tía durante cuatro décadas. Mejora con el tiempo. ¡Es delicioso!
Dannah: Es realmente delicioso.
Yo también estaba leyendo la receta del pastel de manzana y siento que tenemos que compartir el truco que te enseñó tu tía Rhonda.
Erin: ¿Cuál es el truco del pastel?
Dannah: ¿No es extender la masa del pastel de manzana entre dos hojas de papel encerado?
Erin: Ah. ¿Quién no sabe eso?
Dannah: ¡Oye eso ha cambiado mi vida!
Erin: Sí. Así es como ella me entrenó, de verdad. Desde que era una niña he estado haciendo esa base de la tarta con la tía Rhonda, y ella siempre lo hace de esa manera. No sabía que no todo el mundo lo hace de esa manera.
Dannah: No lo hice de esa manera, pero lo que sí hice fue ponerle vinagre a la masa, lo que la hace muy hojaldrada. Así que, queridas oyentes, si no conocen ese truco, búsquenlo en internet.
Y bueno, hemos estado hablando de pasteles, pero en realidad ese no es el tema del día de hoy. De lo que realmente vamos a hablar es de comida. Y me pregunto, ¿qué comiste hoy? Y quizá aún más importante, ¿por qué lo comiste? La respuesta a esta pregunta es realmente importante.
Erin, ya que has hablado con las mujeres, ¿cuál crees que es la lucha más grande que ellas tienen cuando se trata de comida?
Erin: Bueno, tengo que contar una historia. Estaba enseñando una vez, y creo Dannah que estaba en Pennsylvania donde tú vives, estaba enseñando a un gran grupo de mujeres. Imagínalo. Les pedí que escribieran su mayor área de lucha contra el pecado y luego me las enviaran. Esperaba muchas cosas, pero obtuve lo que no esperaba.
Porque, por mucho, las dos cosas principales que las mujeres enumeraron como su mayor área de lucha contra el pecado, y quiero enfatizar eso, es el autocontrol en el área de la comida y la falta de organización en sus hogares.
Ahora, puedo identificarme con la lucha. Es una lucha. Ambas cosas son un área de lucha para mí. También tenía todas estas alarmas a todo volumen en mi cabeza y en mi corazón. Es como, ni siquiera estaba segura de que estas fueran áreas de pecado. Pero aquellas mujeres estaban literalmente llorando por el hecho de que no tenían autocontrol en el área de la comida.
Ahora bien, ¿es importante el autocontrol? Ciertamente lo es, así que no quiero minimizarlo. Pero también dije: «Escuchen, tenemos que aplicar lo que la Biblia realmente dice en el área de la comida», porque estas mujeres estaban esclavizadas. Realmente estaban luchando con todo eso.
Dannah: Bien, entonces nos vas a ayudar con eso hoy, ¿cierto?
Erin: Eso espero.
Dannah: Nos ayudarás a analizar el tema de la comida: cómo la abordamos, por qué la comemos, cuándo la comemos, y todo esto a través del lente de la verdad bíblica. ¿Cuál es la relación que hay entre la comida y la fe?
Erin: Realmente creo que hay mucha relación. La alimentación es esencial, algo que debemos consumir y considerar diariamente. Por lo tanto, todo lo que forme parte de nuestra rutina diaria, debemos reflexionar sobre ello a la luz de las Escrituras, preguntándonos: «Está bien, Señor, ¿qué nos enseñas realmente acerca de esto? ¿Cómo deseas que apliquemos tus enseñanzas en este aspecto de nuestras vidas?».
Creo que hay muchísimas lecciones. Si repasas la Biblia, como he hecho yo, en busca de temas alimentarios, los encontrarás en todos los capítulos de la Biblia. Realmente es un tema predominante en las Escrituras y un tema predominante en nuestras vidas.
No creo que exista una única respuesta sobre cómo se relacionan entre sí, pero sí creo que Dios usa la comida de manera intencional para enseñarnos lecciones sobre quién es Él y cómo es Su carácter. Muchas veces, pasamos por alto esta verdad de quién es Él porque pensamos que Dios es trivial o común, así como lo es una simple hamburguesa con queso, cuando la verdad es que Él es mucho más que eso.
Dannah: Correcto. Hay tantas cosas que pasan por mi cabeza mientras dices eso. Como, …«Jesús es el pan de vida». ¿Verdad? «La Palabra de Dios es como miel para mis labios». ¿Cierto? Solo hay un número interminable de lo que supongo que serían lecciones objetivas para que aprendamos sobre la fe a través de nuestra comida.
Erin: Sí. «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia». «Cuidado con la levadura de los fariseos».
Dannah: Exacto.
Erin: Hay mucho lenguaje relacionado con viñedos. Quiero decir, en numerosas ocasiones en las Escrituras se hace referencia a la comida, y creo que esto se debe a que todos tenemos una gran experiencia con ella. La comida es algo que Dios puede utilizar como una lección objetiva para enseñarnos algo más significativo.
Dannah: Te he escuchado describir la comida como «un tigre en una caja». ¿A qué te refieres con esto?
Erin: Esa analogía en realidad proviene de nuestra amiga en común, Laura Booz. Hace quince años, ella me la compartió, y desde entonces, ha permanecido conmigo todo este tiempo. Describió la comida de esta manera: como un tigre dentro de una caja que tienes que sacar tres veces al día. Debes alimentar al tigre y luego volver a colocarlo dentro de la caja, manteniendo de alguna manera el control sobre él.
Creo que esta metáfora se puede aplicar de diversas formas. La comida es algo con lo que interactuamos con frecuencia, y recibimos numerosos mensajes culturales relacionados con ella. Solo tienes que prestar atención durante las próximas veinticuatro horas a todo lo que te llega sobre la comida desde diversas direcciones para darte cuenta.
A menudo, lo que ocurre es que el tigre sale de la caja. Dejamos de satisfacer nuestra propia hambre, y entonces esta comienza a dirigirnos de maneras que se sienten un tanto fuera de control, similar a lo que sería con un tigre.
Dannah: Déjame decirte que no creo que mi tigre ha regresado a la caja desde que comenzó el COVID.
Erin: Exactamente,desde el momento en que todo cerró… todo cambio.
Dannah: Tome hábitos, malos hábitos que aprendí para consolarme y calmarme y lidiar con el aburrimiento del encierro que aún no he superado. Así que me has dado una poderosa lección objetiva.
Erin: Creo que todas aprendimos mucho sobre nuestra relación con la comida durante la pandemia. Y espero que todas hayamos aprendido mucho sobre nosotras mismas, incluyendo lo que estás señalando, Dannah.
Usamos la comida como una forma de autotratar nuestras emociones. Muchas personas estaban un tanto ansiosas porque nos encontrábamos separadas de nuestros restaurantes favoritos. Ahora, ¿por qué reaccionábamos de esa manera ante la imposibilidad de ir a un restaurante? Creo que hay varias facetas aquí que merecen ser exploradas.
Dannah: ¿Por qué fui a Sam’s Club cuando dijeron: «Es posible que no vayas a una tienda de comestibles por un tiempo?» Y de todas las cosas que compré, compré un balde de galletas Milano, no un paquete, un balde.
Erin: Estabas preocupada. Te preocupaba que no pudieras. . .
Dannah: Durante las dos semanas que íbamos a estar encerrados, los necesitaría. ¿Cuánto tiempo ha pasado? No sé, pero tenemos. . .
Erin: 2020, 2021, 2022, de forma continua. Y allí estaba la comida. . . montones de ella para consumir.
Dannah: Correcto. Entonces Erin, llévanos a una lección objetiva en las Escrituras sobre la comida. Enséñanos lo que necesitamos saber.
Erin: Creo que un recurso al que podemos recurrir fácilmente cuando enfrentamos los desafíos prácticos de la vida es el libro de los Salmos. Los Salmos son extremadamente sinceros, abordan temas que realmente experimentamos, y la comida es un tema recurrente en ellos.
Voy a llevarnos específicamente al Salmo 34. Y les pediré a nuestras oyentes que busquen en sus Biblias el Salmo 34. Voy a leer los versículos 8-10. Este es David escribiendo. Él dijo:
«Prueben y vean que el Señor es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia! [Tenemos un signo de exclamación allí]. Teman al Señor, ustedes Sus santos, pues nada les falta a aquellos que le temen».
Así que aquí tenemos a David deseando comunicarse con quien sea que esté leyendo sus palabras. Y luego, a través del poder del Espíritu Santo, nos ha transmitido a través del tiempo que cuando deseamos enfocarnos en la bondad de nuestro Dios, debemos experimentarla y verla por nosotros mismos.
Ahora bien, podría haber escogido cualquier otro de los 5 sentidos. Podría haber dicho: «¡Oh, escucha que Dios es bueno!». Puedes escuchar que Dios es bueno en el susurro de las hojas o en una tormenta.
Podría haber dicho: «Mira que Dios es bueno». Pienso que eso es realmente obvio. Sales y ves que el sol sale todos los días, y se pone todas las noches. Las estrellas salen y dices: «Dios es bueno».
Pero él dice: «Prueben y vean que el Señor es bueno».
Luego continúa hablando sobre los leoncillos y el hambre, y el hecho de que no tenemos escasez. Está usando el lenguaje de la comida. Estamos satisfechos en Dios.
Leí eso y reflexioné: La comida es una lección práctica que Dios me ha proporcionado, al igual que la creación es una lección práctica que Dios me ha dado. ¿Y qué desea Él que yo aprenda? Entre otras cosas, Dios quiere que comprenda que Él es bueno.
Eso ha sido realmente transformador en mi relación personal con la comida, porque si Dios es bueno, no tengo por qué sentirme avergonzada cada vez que como algo. Sin embargo, esto no significa que pueda comer lo que quiera o comer sin restricciones. Aquí es donde entra en juego el dominio propio.
Pienso que al mirar las Escrituras y reflexionar sobre nuestra propia experiencia, podemos concluir: La comida es un regalo que Dios nos ha dado para experimentar Su bondad. Eso es algo que me llena de emoción.
Dannah: Me gustaría que nos detuviéramos y analizáramosesa palabra «bondad», porque se vienen dos cosas a mi mente. Una es: Rico. Agradable. Placer. Delicioso.
Pero también pienso: Nutritivo. Útil. Fortalecedor. Como si tuviera esa connotación también. Cuando piensas en Cristo diciendo: «Yo soy el pan de la vida», ese da un sentido de «Él nos sustenta». Así como no podemos vivir sin el alimento de nuestros cuerpos, no podemos vivir sin el alimento de Cristo en nuestro espíritu, realmente no podemos vivir. No podemos vivir verdaderamente sin esa bondad en medio de nuestro ser, en la médula de nuestro ser.
Erin: Correcto. Así como podrías sobrevivir por un tiempo limitado sin comida, puedes sobrevivir por un tiempo limitado sin conocer a Cristo, sin deleitarte con Su Palabra. Quiero decir, ese es otro lugar donde se usa comida. Las Escrituras dicen: «Cuando se presentaban Tus palabras, yo las comía» (ver Jeremías 15:16). Bueno, eso es algo raro de decir. ¿Alguien envolvió pedazos de su Biblia y se los comió como alimento? No. Simplemente está comunicando la idea de que me deleito con la Palabra y ella me alimenta, me sostiene y me nutre.
Entonces, no creo que debamos ignorar la dimensión del placer. La comida es placentera. Es como si tú y yo estuviéramos celebrando una fiesta de pasteles en este momento (y no se me ocurre nada más agradable), pero va más allá de eso; es una de las formas en que Dios nos sustenta.
De hecho, creo que todas tenemos un medidor interno de necesidades. Tu cuerpo te indica cuando tienes hambre. Y si ignoras ese medidor durante mucho tiempo, es entonces cuando el tigre comienza a rugir de verdad. Es una señal de alerta sobre tu necesidad de comida.
Pero también te está recordando que Dios ha satisfecho tu necesidad de alimento cada vez que has sentido hambre. Y Él volverá a saciar esa necesidad de alimento. Él te nutrirá. Él te sostendrá.
Así que es un recordatorio constante, incluso más que diario, de que Dios está atento a ti. Él se preocupa por ti; Él te nutrirá y te sostendrá. Son lecciones valiosas que debemos aprender una y otra vez.
Dannah: Erin cuando dices que nuestro medidor de necesidad de comida aumenta diciéndonos: «Necesitas comer», si dejamos que eso continúe demasiado tiempo, no sé tú, pero termino comiendo algo que no debo comer.
Erin: Sí.
Dannah: En lugar de buscar lo nutritivo, como una ensalada, buscaré pizza y hamburguesa. Y yo me pregunto, ¿eso nos enseña algo sobre cómo alimentamos nuestro espíritu?
Erin: Absolutamente.
Hace un tiempo tuve una conversación interesante con mi doctora. Hice una cita con ella, lo cual es difícil para mí debido a que tiendo a experimentar el síndrome de la bata blanca. Sin embargo, decidí hacerlo. Cuando entró, ella trajo consigo su pequeño carrito rodante con su computadora y me preguntó: «¿Qué está pasando, Erin?»
Le dije: «Es que nunca me siento bien. Estoy cansada todo el tiempo. No estoy enferma-enferma. No creo que me vayas a diagnosticar nada hoy. Pero soy relativamente joven, relativamente saludable, pero simplemente no me siento bien».
Ella empezó a hablarme sobre la comida. Me dijo: «Lo que sucede es que cuanta más comida chatarra consumes, más deseos tienes de comer más. Así es como funciona. Pero cuantos más alimentos nutritivos y sustanciosos consumes, más desearás de eso».
Inmediatamente me quedé pensativa: «¡Vaya!». Toda verdad es una verdad de Dios. Aquí hay tantos buenos paralelismos espirituales.
Cuanto más leo mi Biblia, más deseo leerla. Cuanto más leo mi Biblia, menos quiero dejar de hacerlo. Es todo lo contrario.
Cuanto más estoy en buena comunión con el pueblo de Dios, más quiero estar en buena comunión con el pueblo de Dios y más adoro al Señor y lo obedezco.
Es lo mismo con todas las disciplinas de seguir a Cristo. Cuanto más lo hacemos, más queremos hacerlo.
Es otra lección que la comida puede recordarnos. Es dar ese salto desde algo práctico, rutinario y común, que creemos que todos hacemos todos los días. Realmente creo que Dios tiene mucho que enseñarnos a través de esto.
Dannah: Sí, definitivamente es interesante, Erin. Supongo que hubo alguna experiencia en tu vida o alguna Escritura a la que llegaste que te llevó a tomar una decisión y te marcó en relación con este tema. Me gustaría explorar más a fondo esa intersección entre la fe y la comida. ¿Qué está tratando de enseñarnos Dios? ¿Cuál es la lección objetiva que nos está transmitiendo? ¿Qué te impulsó a profundizar en este estudio?
Erin: Hay una historia en Marcos 9 que me ha fascinado durante varios años. No sé si alguna vez te encuentras atrapada por algo en las Escrituras y sigues volviendo a ello. Marcos 9 ha sido eso para mí. Y quiero animar a aquellas de ustedes que están escuchando a dedicar algún tiempo a leer Marcos 9.
Allí suceden muchas cosas. Ocurre la Transfiguración y ¡wow!, ¡eso es maravilloso! Pero luego, cuando Cristo y algunos de sus amigos bajan de la montaña, hay otro tipo de tumulto. Una multitud estaba agitada con gran frenesí, y Cristo y algunos de Sus discípulos se encuentran en medio de esa situación.
Y lo que estaba ocurriendo es que un niño había sido poseído por un demonio, y su padre estaba buscando ayuda para él. Los discípulos no pudieron ayudarlo, pero ahí es donde encontramos esa hermosa oración: «Creo; ayúdame en mi incredulidad» (que es como la oración de todo cristiano desde entonces hasta el final de los tiempos). Luego, Cristo sanó al niño.
Más tarde, los discípulos, en privado, pienso que con vergüenza y culpa, dicen: «Bueno. . .Señor, hicimos lo que nos enseñaste a hacer, y no funcionó. Lo intentamos».
Y Jesús les dijo: «Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno» (RVR60).
Ahora, algunas traducciones no incluyen el ayuno, pero el ayuno es lo que me llamó la atención. ¿Qué quiso decir con «Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno»?
El ayuno es una disciplina espiritual que creo que hemos perdido de vista.
Dannah: Sí
Erin: Dannah, tú y yo tenemos una amiga en común llamada Tippy Duncan. Ella vive donde yo vivo. Te mantienes en contacto con ella. Ella me ha modelado el ayuno durante muchos años, y me ha intrigado esa disciplina en su vida.
Así que cuando combino a esa mujer que admiro con ese versículo en Marcos 9, digo: «Está bien. ¿De qué me estoy perdiendo aquí?» Porque tengo cosas en mi vida. . . La verdad es que siento que he hecho las cosas que Cristo me ha pedido que haga. He orado con al menos la fe de una semilla de mostaza y no pasa nada.
Comencé a interesarme profundamente en lo que la Biblia dice sobre el ayuno. Leí numerosos libros al respecto y estudié muchas Escrituras relacionadas. Sin embargo, al mirar toda mi Biblia, me di cuenta de que no solo habla sobre el ayuno. La Biblia aborda tanto los ayunos como los festines. Hay al menos dos patrones alimenticios distintos presentes en las Escrituras.
Dannah: Bien, «hábitos alimenticios en la Biblia». ¿Qué quieres decir con eso?
Erin: Quiero destacar que no se trata únicamente de festejos. Al escuchar la idea de que la Biblia nos llama a celebrar, algunas de nosotras respondemos: «¡Genial! ¡Estoy de acuerdo con eso!», mientras que otras pueden dudar y preguntarse: «No estoy segura de eso. ¿No se supone que debemos vivir una vida de negación? ¿No se supone que debemos mantener un autocontrol estricto? ¿La Biblia realmente nos autoriza a tener momentos de celebración?» ¡Y la respuesta es sí! Lo hace.
Ya me has oído hablar antes, Dannah, sobre mi pasión por las siete fiestas que se encuentran en Levítico. Cuando Dios les dio a los israelitas su calendario luego de haber huido de Egipto y mientras aprendían a vivir la vida en la Tierra Prometida, les dio estas fiestas que debían observar cada año.
Entonces, solo con ese pasaje podemos decir: «Está bien, festejar o celebrar con comida no es malo a los ojos de Dios». Ese es un hábito, o más bien, hábitos regulares de celebración con comida. Pero eso es solo una parte de la historia.
Si vemos la otra cara de la moneda, y también lo vemos a lo largo de todas las Escrituras, incluso en esas siete fiestas, está el llamado al ayuno. En la Biblia (y hablaremos más sobre el ayuno más adelante) se habla del ayuno, no como algo que el pueblo de Dios podría hacer, sino como algo que el pueblo de Dios debe hacer. Se supone que es parte de nuestras vidas como cristianos.
Ahora, por supuesto, el ayuno no está vinculado a nuestra salvación. Podrías ser un seguidor de Cristo y nunca ayunar en tu vida.Pero esta historia en Marcos 9 es solo una de muchas en las que podemos ver que el ayuno es en realidad una disciplina espiritual muy poderosa que el Señor nos ha dado como una herramienta en nuestra caja de herramientas para vivir la vida cristiana.
Entonces, ambos hábitos están en las Escrituras, al igual que hay hábitos de tiempo, de descanso y de comida en las Escrituras. Cuando les prestamos atención, cambia nuestra manera de ver la comida.
Estamos profundamente influenciados por los mensajes culturales sobre los hábitos alimenticios. A menudo tomamos esos mensajes como si fueran la verdad absoluta. Tomaré como ejemplo las tres comidas al día. Pensamos: «Oh, debemos hacer tres comidas al día». Pero, ¿de dónde viene esa idea? Ojo, no estoy diciendo que sea una mala idea, pero cuando miramos las Escrituras, nos damos cuenta de que hay otros tipos de hábitos alimenticios que Dios nos presenta. Y quiero enfatizar que Dios siempre nos los da para nuestro bien y como herramientas en nuestra caja de herramientas para vivir la vida que Él nos ha llamado a vivir.
Dannah: Me pregunto si tenemos un hábito en el que tendemos a quedarnos estancadas en la rutina de uno u otro. Estamos constantemente festejando; nunca dejamos de festejar, o llegamos a esos lugares donde, ya sea literalmente una dieta o un ayuno, nos hiper-enfocamos en privarnos de la comida de una manera que tal vez no sea saludable.
Y mientras te escucho Erin, estoy pensando: no sé si tengo un hábito regular de ayuno y banquete. Suelo ayunar cada enero, pero no sé si tengo hábito de ayuno. Y pienso que, en esta cultura, a menudo digo: «Vivimos en una cultura de lujuria por la comida».
Erin: ¿Qué quieres decir con «lujuria de comida»? Es un término interesante.
Dannah: No quiero menospreciar el tremendo daño de la pornografía en nuestro mundo, pero también pienso que hay un paralelo con lo que casi adoramos. . . Cuando miramos fotos de comida en realidad estamos disfrutando la comida. Estamos premeditando la experiencia real de placer con la comida. No se trata de la comida como combustible. Siempre se trata de la comida como placer.
Y eso se vuelve muy importante en nuestras redes sociales, en las vallas publicitarias, en la cantidad de horas que dedicamos, no solo a comer todos los días y todas las semanas, sino también a planificar nuestra comida, pensar en nuestra comida, elegir restaurantes, mirar menús.
Tal vez esté desequilibrado y nos señale la comida como la fuente de placer en lugar de Aquel que ha creado y proporcionado nuestra comida como la fuente de nuestro gozo.
Erin: ¡Amén! Y no es solo la comida como placer. Es la comida como romance. Todas nuestras interacciones románticas giran en torno a la comida. La comida es mi alivio del estrés. Tengo que comer cuando estoy estresada.
Dannah: Comer por estrés. Sí.
Erin: No voy a ganar amigas con esto que diré ahora, pero pienso que hemos exaltado o idolatrado el café, que es solo una bebida al final del día. Pero si hablas de cómo nuestra cultura habla sobre el café, es como: «Es indispensable para nosotros. No podemos empezar el día sin tomar nuestra taza de café. Disfrutamos de nuestro café gourmet, que nos cuesta dieciocho dólares la taza».
Todo eso es indicativo de problemas culturales del corazón.
Dannah: Bueno, el café es un estimulante.
Erin: Lo es.
Dannah: Y puede ser adictivo.
Erin: Correcto
Dannah: Creo que puedes disfrutarlo periódicamente, tal vez incluso a veces lo usas para ayudarte a despertar. Yo llegué al punto, al comienzo de la pandemia, en el que estaba bebiendo dos, tres, cuatro tazas de café para superar la cantidad extrema de horas que necesitaba para trabajar, solo para mantener el ministerio en movimiento y trabajando en esos primeros meses. . Cuando dejaba de tomarlo, tenía dolores de cabeza. Tuve síndrome de abstinencia. No me sentía bien, se podría decir que era químicamente adicta a la sustancia.
Erin: Sí. Y pienso que lo que hace la Biblia con todo, incluso con la comida, es llevarnos a ver que el problema está en nuestro corazón. Y me identifico con lo que te sucedió a ti, Dannah. Yo estaba dependiendo del café para ser madre. Pensé: si dependiera de una sustancia para correr un maratón, se consideraría una droga para mejorar el rendimiento. Y el hecho de que dependa de esto para correr el maratón de la maternidad no es diferente.
No estoy aquí para condenar a nadie por el café, el té o la coca cola, ese es el trabajo del Espíritu Santo. Pero sí creo que todas estas cosas que pensamos que son realmente buenas, son simplemente hábitos alimenticios. Son solo nuestros hábitos culturales de comida.
Pero cuando los llevamos a las Escrituras, creo que se invierten un poco. Entonces tenemos que mirar el corazón detrás de la forma en que usamos o no usamos los alimentos, nuestras actitudes hacia los alimentos y todo eso. Creo que las Escrituras lo abordan.
Dannah: Bueno, cuando dices que existe este ritmo de ayuno y festejo, algo en lo que pienso es en la disciplina de lo que implica. . . ¿qué hay en el medio?
Erin: ¿Estás hablando de lo que hay en el medio de un par de galletitas?
Dannah: Ese es un buen ejemplo. Siento que vivimos en una cultura que está en modo festejo constantemente.
Erin: Sin lugar a dudas.
Dannah: Y si hay un tiempo para ayunar y un tiempo para tener un festejar, esos son tiempos únicos y señalados. Eso significa que el espacio intermedio es el espacio cotidiano, rutinario y normal. Y no vivimos mucho de eso. Vivimos en mucho festejo sin tener el deseo ni hacer el esfuerzo de ayunar.
Erin: Bueno, y creo que lo que podríamos considerar como ayuno es en realidad solo una dieta. Es como: «Comí de más este fin de semana. Voy a intentarlo de nuevo el lunes y me voy a morir de hambre». Eso no es ayuno. Ese no es el hábito al que nos llaman las Escrituras. Creo que tendemos a oscilar entre los dos extremos. «Voy a excederme, y luego a eximirme en exceso». Eso no es a lo que nos llaman las Escrituras.
Las Escrituras nos están llamando a una relación con la comida que invita a Cristo a participar en todo. Eso requiere andar en el Espíritu. Eso usa la comida como algo alrededor de lo cual nos reunimos únicamente como pueblo de Dios. Quiero decir, cada vez que nos reunimos a la mesa, pensamos en Cristo y en todo lo que ha hecho por nosotros.
Dannah: Qué pensamiento tan hermoso.
Bueno, hagamos esto práctico, Erin. Hemos comido hoy y vamos a comer de nuevo hoy. Eso es lo que hacemos todos los días. ¿Qué es algo simple que podemos hacer para comenzar a recordar y estar agradecidas con Cristo cuando nos sentamos a la mesa?
Erin: Bueno, me encantaría mostrarte que esta intersección de la comida y la fe siempre es práctica porque la comida es muy práctica. Y, de nuevo, está en los Salmos. Permíteme leer el Salmo 103:1-5.
«Bendice, alma mía, al Señor
Y bendiga todo mi ser Su santo nombre» (v. 1).
Muchas veces nos detenemos ahí. Y ese es un buen verso. Está inspirado, sin duda, pero sigue leyendo.
«Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
Él es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila» (vv. 2-5 RVR60).
Así que aquí, en el contexto de todas estas cosas maravillosas y sobrenaturales que Dios hace: Él nos perdona, Él redime nuestra vida de la fosa. Él nos corona con un amor inquebrantable. Y, oh sí: «Él que sacia de bien tu boca (ese es el lenguaje de la comida nuevamente) de modo que te rejuvenezcas como el águila».
Eso es, de nuevo, lo que sucede cuando comemos. Cuando tenemos «hambre», comemos. Conseguimos algo de combustible para seguir un poco más.
Entonces, realmente creo que es tan simple como cuando comes bendiciendo al Señor: «Gracias, Señor, por este regalo». Sé que muchos de nosotros tenemos la costumbre de orar antes de las comidas. Decimos la misma oración antes de cada comida en mi casa. Pero reconocer con un corazón sincero que: «Este es un regalo que Dios me ha dado. Es un gran regalo. Gracias por esto, Señor», sin importar lo que sea.
Es un paso práctico que puedes tomar ahora mismo mientras comes palomitas de maíz o tomas otra taza de café o donde sea que vayas.
Nancy: Erin Davis ha estado hablando con Dannah Gresh, ayudándonos a encontrar esos hábitos saludables, manteniendo la comida en el lugar que le corresponde como un regalo bueno y lleno de gracia de nuestro amoroso Padre celestial.
Erin regresará para orar en un momento.
Fasting and feasting (Ayuno y banquete: 40 devocionales para satisfacer el corazón hambriento, disponible solo en inglés) esos devocionales están pensados para ayudarte a pensar bíblicamente sobre cómo podemos satisfacer esos anhelos. ¿No te encanta el subtítulo? Eso es algo que todos necesitamos porque todos tenemos corazones hambrientos. Si deseas obtener una copia en inglés puedes visitar la página de ReviveOurHearts.com.
A menudo te recordamos que somos un ministerio apoyado por oyentes, y eso simplemente significa que dependemos de las donaciones de amigas como tú para traerte este programa y continuar con nuestros diversos alcances a mujeres de todo el mundo. Entonces, gracias por dar, no solo por dar recursos financieros, sino también por el regalo de sus oraciones. Las necesitamos más de lo que te imaginas.
Dannah: Amiga y hermana que nos escuchas el día de hoy, quiero que pienses en cómo necesitas que el Señor te libere. Espero que nos acompañes mañana mientras continuamos conversando con Erin para aprender más sobre la conexión entre la comida y el ayuno, y cómo Dios puede usar un hábito bíblico y saludable que nos traerá libertad para hacer ambas cosas de una manera que le agrade.
Erin, ¿cerrarías nuestro día de hoy orando por nosotras?
Erin: Me encantaría. Oremos.
Cristo, te amamos. Nos has dado toda clase de banquetes. En Tu Palabra hablas de poner la mesa para que festejemos contigo. Y luego también nos has llamado a una vida de sacrificio, de morir a nosotras mismas para que podamos glorificarte.
Oro por estas mujeres que escuchan, cada una de ellas tiene «su hábito». No sé qué es ni cuáles son, pero Tú lo sabes. Oro para que por el poder de Tu Espíritu Santo, ahora o en los días y semanas venideros, las ayudes a saber qué es eso que no pueden expulsar de su propia vida. Y luego, muéstrales cómo hacerlo, tal vez ayunando, o tal vez festejando, pero dales un sentido de urgencia en cuanto a la oración y de vivir vidas rendidas a Ti. Ayúdalas a tener la victoria en esas áreas.
Te amamos Señor y nos encanta la forma en que trabajas en nuestras vidas. Estamos agradecidas por los muchos regalos que nos das. Es en Tu nombre que oro, amén.
Dannah: Trayéndote enseñanza práctica de la Palabra de Dios, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Únete a la conversación