Hombres y mujeres en la iglesia
Annamarie Sauter: ¿Es tu actitud como la de Cristo?
Dr. Bruce Ware: ¿No sería maravilloso si tú y yo tuviésemos esa actitud de corazón en cada momento de nuestros días? Claro que por el pecado no lo hacemos. Nosotros a menudo queremos hacer las cosas a nuestra manera. Pero así es como Dios quiere que se viva la vida, aceptando y no rechazando el llamado que Él nos hace a ceder ante la autoridad legítima.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Dios creó al hombre y a la mujer iguales en valor y dignidad, sin embargo les dio roles distintos en la iglesia. Esto es lo que el Manifiesto de la Mujer Verdadera describe. Puedes leerlo en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com.
Ahora, es más importante considerar lo que la Biblia dice. Nuestro invitado de los últimos programas, …
Annamarie Sauter: ¿Es tu actitud como la de Cristo?
Dr. Bruce Ware: ¿No sería maravilloso si tú y yo tuviésemos esa actitud de corazón en cada momento de nuestros días? Claro que por el pecado no lo hacemos. Nosotros a menudo queremos hacer las cosas a nuestra manera. Pero así es como Dios quiere que se viva la vida, aceptando y no rechazando el llamado que Él nos hace a ceder ante la autoridad legítima.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Dios creó al hombre y a la mujer iguales en valor y dignidad, sin embargo les dio roles distintos en la iglesia. Esto es lo que el Manifiesto de la Mujer Verdadera describe. Puedes leerlo en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com.
Ahora, es más importante considerar lo que la Biblia dice. Nuestro invitado de los últimos programas, la ha estudiado y compartirá con nosotras lo que esta tiene para decirnos sobre el tema que trataremos hoy. Aquí está Nancy para introducirlo.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Bueno, me gustaría darle la bienvenida de nuevo a Aviva Nuestros Corazones a un amigo de mucho tiempo, el Dr. Bruce Ware quien es profesor en el Seminario Teológico Bautista del Sur en Louisville, Kentucky. Él y su esposa Jodi han sido amigos de mucho tiempo, y también personas que nos animan aquí en Aviva Nuestros Corazones, que han alentado mi vida y también han alentado este ministerio. Y Jodi está con nosotros detrás del cristal ahí en el cuarto de controles sonriendo y orando, y alentándonos a seguir adelante.
Dr. Ware, muchísimas gracias por ir a donde los ángeles temen pisar en estas series sobre la feminidad bíblica. Estoy tan agradecida por su contribución e instrucción en todo eso.
Dr. Ware: Gracias Nancy. Es en verdad un placer estar aquí. Estos son asuntos importantes así que es también un placer para mí poder discutirlos contigo.
Nancy: Estamos viviendo en una época donde hay mucha confusión, muchos errores bíblicos en cuanto a los roles del hombre y de la mujer. En los últimos programas hemos hablado acerca de la visión de Dios para la masculinidad y la feminidad particularmente en el hogar. Pero hoy quiero cambiar y que hablemos acerca de cómo se ve eso en la iglesia.
Ahora, hay muchas opiniones diferentes en esto, y lo vemos en las noticias religiosas hoy en día. Denominaciones enteras están desechando la autoridad de las Escrituras y diciendo: «Eso no es lo que dice la Biblia» o «eso no es a lo que Dios se refiere». Incluso, vemos aún dentro del mundo evangélico, mucha confusión en nuestras iglesias sobre lo que es apropiado en cuanto a los roles del hombre y de la mujer.
Dr. Ware, ¿nos ayudaría a iniciar poniendo la base, poniendo el fundamento? Simplemente díganos lo que la Palabra de Dios enseña sobre Su perspectiva, Su diseño, para hombres y mujeres en cuanto a sus diferentes roles y funciones ahora en el contexto de la iglesia local. ¿Cómo es esto?
Dr. Ware: Tenemos aquí Nancy, al igual que lo tenemos en el hogar, una gran diferencia de entendimiento entre los cristianos. En verdad, solo hay dos posibles categorías, y generalmente reciben estos nombres: igualitaria y complementaria. Se distinguen al responder acerca del rol de la mujer en la iglesia. Esta persona a la que estás mirando y considerando para pastorear la iglesia, ¿es su género un factor que la descalificaría para poder ser pastora?
Si tu respuesta es «sí» entonces sostienes una categoría complementaria. Eso es que crees que las mujeres, por el hecho de ser mujeres, independientemente de sus dones, independientemente de su entrenamiento, de su carácter, de todas esas cosas puestas juntas, no la calificarían para ser pastora de una iglesia simplemente porque es una mujer. Ahora, eso no significa que cualquier hombre pueda pastorear una iglesia, pero significa que su género no lo excluye.
Muchas personas miran eso y dicen: «Bueno, qué injusticia. Simplemente deberíamos deshacernos de esta noción y tratar a las mujeres con igualdad». Y por supuesto nuestra cultura, todo en ella, nos empuja en esa dirección.
Aquí nos damos cuenta, como cristianos bíblicos, que sostenemos la categoría que sostenemos, por la simple razón de que es lo que la Biblia dice. Por eso creemos que es bueno, sabio y mejor, aunque es claramente contradictorio a la opinión cultural.
Nancy: He oído a personas decir: «Bueno, algunos de los mejores profesores de la Biblia en el país son mujeres. ¿Por qué deberían entonces ser excluidas de ser pastoras o ancianos en sus iglesias?» Y les decimos: «Simplemente porque las Escrituras lo dicen». ¿Puede llevarnos a la Escritura y mostrarnos las bases bíblicas para este pensamiento?
Dr. Ware: Sí. Démosle una mirada primero a 1 Timoteo 2.
Nancy: Mientras el Dr. Ware abre este pasaje, las animo, si tienen su Biblia y están en un lugar donde pueden detenerse, a que paren y abran el texto en 1 Timoteo 2 y lo sigan mientras él nos ayuda a entender este texto.
Dr. Ware: Por supuesto, en este capítulo, Pablo les da una serie de instrucciones a hombres y mujeres. Cuando él viene a la instrucción de las mujeres comenzando en el versículo 9, habla sobre cómo deberían vestirse apropiadamente y otras cosas.
Pero en el versículo 11 es bastante claro que está preocupado por el rol de la mujer en relación con los hombres en la iglesia. Así que en el versículo 11 leemos: «Que la mujer aprenda calladamente, con toda obediencia. No permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada» (vv. 11-12).
Y por supuesto, este término «callada» no es en el sentido estricto de la palabra. Sabemos eso porque en 1 Corintios 11, Pablo animaba a las mujeres que oraban y profetizaban allí en la iglesia a que tuvieran sus cabezas cubiertas, sin embargo, en la iglesia estaban involucradas en la oración. Así que no es en el sentido estricto de la palabra (ver v. 5).
Pero lo que él sí quiere decir, es que estén calladas en el contexto de que no enseñen, que no enseñen a los hombres en la iglesia; lo que no es una prohibición de que las mujeres enseñen a las mujeres. De hecho, hay un fuerte estímulo en el libro de Tito a que las mujeres mayores enseñen a las mujeres jóvenes, el rol que tú tienes, Nancy. Los complementaristas creen que no es solo apropiado sino de gran importancia y beneficio para la iglesia, ya que tú fortaleces a las mujeres a través de tu ministerio.
Nancy: Bueno, este es en verdad un modelo que nace tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, cuando vemos a Dios dándole la principal responsabilidad de liderazgo en su comunidad de fe, a los hombres.
Dr. Ware: Sí.
- Lo ves en el Antiguo Testamento al nombrarse las doce tribus de Israel con los nombres de los hijos de Jacob.
- Tienes el rol de los sacerdotes, son todos hombres sin excepción, y los profetas predominantemente masculinos.
Ahora hay profetisas ocasionales, y tienen un rol, ya que hay mujeres profetisas en el Nuevo Testamento. Pero esos roles proféticos en el Antiguo y Nuevo Testamento fueron aquellos en los que declararon explícitamente lo que Dios dijo, que es muy diferente de la enseñanza en la que se toma la Palabra del Señor y le das sentido y la explicas.
Como dijiste, en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento:
- Jesús escogió a sus doce discípulos que se convirtieron en los apóstoles de la iglesia.
- Luego a través de su ministerio enseñaron a otros hombres que enseñarían a otros para entrenar a otros también.
- Todos los ancianos que son escogidos en las iglesias del Nuevo Testamento fueron hombres calificados.
Así que es una imagen muy clara, una que a muchos en nuestra cultura no les gusta. Pero, no obstante, es una imagen muy clara del liderazgo masculino en la iglesia del Nuevo Testamento.
Todos, hombres y mujeres en una iglesia están bajo la enseñanza de ancianos, todos los que estamos en una categoría bajo la autoridad de empleados, todos nos encontramos en una categoría donde estamos bajo la autoridad de alguien. Como cristianos, podemos mostrar el carácter de Dios sometiéndonos como debemos en esas situaciones. No solo cuando tenemos posiciones de autoridad, sino también cuando nos sometemos.
Nosotros a menudo queremos hacer las cosas a nuestra manera. Pero así es como Dios quiere que se viva la vida, aceptando y no rechazando el llamado que Él nos hace a ceder ante la autoridad legítima.
Nancy: Ahora, algunos tomarían este pasaje con el que iniciamos en 1 Timoteo 2, y dirían que pasajes como ese fueron escritos por Pablo en una cultura patriarcal. Así es justo como era la cultura y Pablo estaba haciendo una concesión a la cultura y, por lo tanto, eso no es relevante para nuestra cultura hoy en día, la cual no está establecida de esa manera.
Dr. Ware: Sí, muy buen punto. De hecho, muchos han discutido justo como tú has dicho Nancy y dicen: «Bueno, sí, Pablo sí dijo eso, pero aplica solo a esa iglesia en cierto tiempo. Al parecer había mujeres en esa iglesia que enseñaban falsa doctrina. Al parecer su actitud no era correcta. Así que solo en ese escenario él dice a esa iglesia: «No permito que estas mujeres enseñen o ejerzan autoridad».
El problema con ese entendimiento, Nancy, es que Pablo se fundamenta en Génesis, capítulos 1 y 2, llevándonos de nuevo al principio. Así que después él dice en el versículo 12 de 1 Timoteo 2: «No permito que la mujer enseñe al hombre y ejerza autoridad sobre él»; él continúa esto con tres argumentos en los versículos que siguen.
Versículo 13: «Porque primero fue formado Adán, y Eva después» (NVI). En otras palabras, Dios tuvo la intención de hacer una declaración al hacer al hombre primero. Esa declaración fue: «Espero que entiendas que el hombre tiene autoridad genuina sobre la mujer que fue le creada después». Y por supuesto ella es creada como lo conocemos en Génesis 2, como una ayuda idónea para él. Por cierto, Pablo, en 1 Corintios 11, dice algo relacionado con esto. No lo hace aquí en 1 Timoteo 2, pero sí en 1 Corintios 11 (ver v. 9).
Entonces, versículo 13: «Porque primero fue formado Adán». Versículo 14: «Además, no fue Adán quien fue engañado, sino la mujer; y ella, una vez engañada, incurrió en pecado». Ahora, aquí es complicado saber con certeza. Algunos han tomado el significado de esto como que la mujer no puede enseñar. ¿Por qué? Porque las mujeres son más propensas a ser engañadas. Esa es una posible interpretación de esto pero no es la que yo sostengo, ni recomendaría.
Prefiero pensar que significa: Versículo 14: «Además, no fue Adán el engañado, sino la mujer; y ella, una vez engañada, incurrió en pecado». Noten a quién se le acercó la serpiente en Génesis 3. Vino deliberadamente a la mujer. Engañó a la mujer, no al hombre. ¿Qué les dice esto? Bueno, Satanás estaba trastocando deliberadamente la relación de autoridad que Dios había establecido. Así que con su acercamiento a la mujer y no al hombre, engañando a la mujer primero, muestra su indiferencia y rechazo hacia la estructura de autoridad de Dios, que era el hombre teniendo autoridad sobre la mujer.
Luego, versículo 15: «Pero se salvará engendrando hijos, si permanece en fe, amor, santidad, con modestia». La palabra que se usa para decir que se salvará, es la misma palabra que se usa en el Nuevo Testamento para la salvación.
Así que aquí dice que la mujer se salvará engendrando hijos, siendo madre. ¿Qué significa esto?
Nancy: Bueno, yo espero que usted nos pueda decir.
Dr. Ware:Bueno, esto es lo que pienso que quiere decir. En vez de una mujer queriendo enseñar a hombres; versículo 12: «No permito que la mujer enseñe al hombre y ejerza autoridad». En vez de una mujer queriendo hacer lo que hace el hombre, lo que un hombre capacitado es llamado a hacer, aquí, es la marca de una verdadera mujer cristiana, ella se adhiere a su identidad como mujer. Ella no huye de ello, ni desea ser un hombre. Ella dice, «Dios, gracias por hacerme mujer».
Ahora, en la mayoría de los casos, miren cómo Él hizo a las mujeres. Él hizo a las mujeres para ser dadoras de vida. Así que en la mayoría de los casos esa identidad de mujer se manifiesta en ser esposa y madre. Ahora, obviamente, sabemos que Dios llamó a Jesús a ser soltero. Pablo fue soltero. Él llama a muchas personas a ser solteras. Nancy, Él te mantuvo soltera bastante tiempo.
Así que, obviamente, esta no es una declaración universal, pero es una declaración general en la que Él llama a las mujeres a abrazar su llamado a ser mujeres, o sea, a ser esposas y madres en su mayoría. Así que en vez de resistirte a lo que Dios quiere que seas, adhiérete a lo que Dios quiere y te ha llamado a ser.
Nancy: Así es, así que ayúdanos aquí en el momento de la verdad, en el contexto de la iglesia local. Recibimos un correo de un oyente ayer que decía: »¿Está bien que una mujer enseñe en una clase de escuela dominical para parejas en nuestra iglesia?» No sé cuál es todo el contexto. No sé en realidad por qué preguntan; y sé que hay algunos que dirían: «Puede ser que el mejor profesor, el más calificado, con el mejor don, la persona con más conocimiento bíblico en esa clase y la que podría enseñar mejor, podría ser una mujer».
¿Estás diciendo, o estamos diciendo que las mujeres no son lo suficientemente buenas aprendices de la Palabra o que no son capaces de enseñar la Palabra? ¿Cómo aconsejamos en una situación como esta?
Dr. Ware: Esa es una pregunta muy buena y muy complicada, difícil. Déjame compartir algunos pensamientos que tengo en mente. Número uno es que creo que las mujeres, a veces, por todos las buenos motivos, quieren ayudar. Quieren llenar el vacío que está ahí. Ven una necesidad y quieren satisfacerla. Así que por una muy buena motivación entran en ello y hacen algo que Dios les prohíbe hacer.
Así que aún si tiene un buen motivo, si es algo que Dios ordenó que no hicieran, entonces no es lo correcto. Una ramificación práctica de que esto puede hacer daño a la iglesia es que, a menudo, los hombres encuentran menos razones para llenar ese vacío, si ven que las mujeres lo están llenando.
Pero que esto, a menudo, es cierto en diferentes ministerios—clases de la escuela dominical, ministerios en la iglesia—donde se supone que sean hombres los que deben tomar el liderazgo. Otra vez las mujeres, y estoy dando el beneficio de la duda, por el mismo asunto de las motivaciones, ellas vienen y hacen el trabajo y luego los hombres no ven la razón de hacerlo. Y esto puede llevarnos, como algunos comentaristas sociales lo han indicado, a la feminización de una iglesia donde las mujeres tienen más liderazgo. Hay más mujeres que hombres yendo a las iglesias, y luego los hombres se sienten menos inclinados a ir a la iglesia o a ser líderes. Así que puede tener una consecuencia negativa.
Pero el punto principal es, por supuesto, que Dios dijo que Él quiere hombres capacitados para que sean maestros y debemos aceptar eso. Y eso puede significar que una mujer tiene que aceptar estar bajo el liderazgo del hombre, sabiendo que ella podría estar haciendo un mejor trabajo pero teniendo esta gran confianza de corazón de saber que está siguiendo lo que Dios le pide que haga.
Nancy: Sé que lo que acaba de decir y lo que estamos diciendo aquí en Aviva Nuestros Corazones hará que a algunos se les pongan los pelos de punta. Y lo que diríamos es que el Dr. Ware no es la autoridad. Nancy DeMoss no es la autoridad. Regresen a las Escrituras y vean lo que estas nos enseñan.
Creo que ha tocado un punto, Dr. Ware, con el que muchas de nosotras nos identificamos, que es la inclinación que muchas tenemos a entrar en un vacío, ya sea en la casa o en la iglesia, en el que no hay liderazgo masculino. Yo he sido bendecida en ser parte de una iglesia que sí tiene un liderazgo masculino fuerte, piadoso y sabio, y también estoy muy agradecida por eso. Pero sé que ese no es el caso en todas las situaciones.
Lo que he visto una y otra vez en iglesias, en hogares y en ministerios paraeclesiásticos, es que cuando nosotras como mujeres entramos para llenar el vacío en vez de esperar que el Señor levante hombres que sean líderes, es cuando los hombres dan un paso atrás y dicen: «bueno, ¿ustedes quieren manejar esto? Pues adelante, tomen el control».
Algo por lo que oré hace muchos años mientras leía las Escrituras, por ejemplo en Hechos 6 donde aquellos primeros diáconos fueron designados y Dios proveyó para la iglesia hombres llenos del Espíritu Santo, llenos de sabiduría. Hace años empecé a orar, «Señor, levanta hombres piadosos que lideren y alimenten la iglesia de Cristo Jesús en nuestros ministerios y en nuestras casas».
Ha sido una bendición para mí ver cómo el Señor ha respondido esa oración a lo largo de los años. Como resultado, mi vida ha sido bendecida. He experimentado instrucción espiritual, protección y dirección de hombres piadosos y considero eso como un privilegio.
Pienso que es algo que nosotras como mujeres deberíamos hacer; orar y pedirle al Señor que levante esos hombres piadosos. Luego, cuando esos hombres estén en esa posición, ser nosotras quienes los animemos, levantemos sus brazos y los apoyemos, los alentemos y los fortalezcamos en vez de criticarlos y humillarlos.
Mientras hacemos eso, no habrá más batalla de los sexos, sino que tendremos hombres y mujeres sirviendo juntos para la gloria de Dios y mostrándole al mundo el carácter y la naturaleza de Dios.
Dr. Ware: Amén.
Annamarie: Nancy DeMoss de Wolgemuth y Bruce Ware nos han dado mucho en qué pensar.
Nancy nos invitó a estudiar este tema a profundidad. Nuestro equipo ha desarrollado diversos recursos que puedes encontrar en nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com. Allí puedes descargar el audio de este programa, imprimir la transcripción y acceder a recursos relacionados. Visítanos, haz uso de estos recursos y compártelos con otras mujeres.
Este programa es parte de la serie, «El Manifiesto de la Mujer Verdadera: Afirmaciones, parte 1». Ahora, para finalizar nuestro tiempo juntas, Maggie de Michelén nos guiará en oración.
Maggie: Padre Bueno, venimos a tu presencia de gracia para hallar la gracia que tanto necesitamos para vivir una vida diaria que sea un acto de adoración y un culto racional agradable a tu vista, lo cual ya haces, porque ves a Jesucristo en cada una de tus hijas.
Cuando clamamos a ti reconocemos que tú eres Dios, que tú eres la respuesta, que todo está bajo Tu dominio y Tu poder y que el cielo gobierna. Nos humillamos ante ti, te oramos, te buscamos, oramos que muchas vengan al arrepentimiento, y así tú nos oigas desde los cielos, perdones nuestros pecados y sanes esta nuestra tierra.
Oh señor, aviva Tu obra en medio de estos tiempos, con confianza te decimos acuérdate de la palabra dada a tu siervo en la cual me haces esperar, Tu Palabra es nuestra vida, Tu Palabra es nuestra libertad, es nuestra suficiencia, nuestra esperanza y nuestra alegría, solo Ella puede convertir corazones, romper las ataduras y cadenas del pecado con las que el enemigo tiene atado a este mundo.
Buen Señor, que toda oyente reciba la bendición de ser una de los entendidos que resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que enseñan la justicia a la multitud como las estrellas a perpetua eternidad. Oramos esto en el precioso y poderoso nombre de nuestro amado y deseado Señor Jesucristo», amén.
Annamarie: Amén. Gracias Maggie.
Mañana retomaremos la conversación con el Dr. Bruce Ware. Él nos ha explicado que Dios no llama a las mujeres a ejercer el rol que le corresponde a un pastor o a un anciano. Pero, ¿significa eso que la mujer no tiene ningún rol? Eso será mañana, aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Diciendo: «Sí, Señor», juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.
Muestra a Cristo, Sovereign Grace Music, El Dios Que Adoramos, ℗ 2013 Sovereign Grace Music
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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Recursos del Episodio
«PDF del Manifiesto de la Mujer Verdadera»
Serie, «Fundamentos del manifiesto de la Mujer Verdadera»
Serie, «El significado fundamental de la verdadera feminidad»
Video del «Manifiesto de la Mujer Verdadera»
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