¡Hazme una sierva! | Día 7
Annamarie Sauter: El segundo capítulo de Filipenses dice que: “Jesús tomó forma de siervo”. Aquí está Nancy DeMoss de Wolgemuth.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Escucha, se te va el aliento, si te detienes a pensar de quién se está hablando. ¿Quién es el que hizo esto? El Hijo de Gloria, el Hijo de Dios, el Hijo del Altísimo, quien vino a la tierra para convertirse en el siervo, el esclavo, de las criaturas.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Nunca escucharás de un equipo deportivo que se llame “Los Siervos”. No lees muchos libros de autoayuda que te hablen acerca de servir a otros. Y no es tan común como debería ser el orar para que Dios nos haga siervas, pero una de las peticiones que Nancy le presenta a Dios en oración es: “Señor, ¡hazme una sierva!”. …
Annamarie Sauter: El segundo capítulo de Filipenses dice que: “Jesús tomó forma de siervo”. Aquí está Nancy DeMoss de Wolgemuth.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Escucha, se te va el aliento, si te detienes a pensar de quién se está hablando. ¿Quién es el que hizo esto? El Hijo de Gloria, el Hijo de Dios, el Hijo del Altísimo, quien vino a la tierra para convertirse en el siervo, el esclavo, de las criaturas.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Nunca escucharás de un equipo deportivo que se llame “Los Siervos”. No lees muchos libros de autoayuda que te hablen acerca de servir a otros. Y no es tan común como debería ser el orar para que Dios nos haga siervas, pero una de las peticiones que Nancy le presenta a Dios en oración es: “Señor, ¡hazme una sierva!”. Esta es la quinta de una serie de 10 peticiones personales de oración, que ella desea que ores personalmente también. ¡Escuchemos!
Algunas de ustedes pueden estar familiarizadas con el nombre de Josef Tson. El fue pastor por muchos años en Rumanía bajo el régimen de Ceauşescu. Experimentó gran sufrimiento y aflicción por su fe. Finalmente fue exiliado y enviado a los Estados Unidos.
Él ha continuado con el ministerio en Rumanía. Él y su esposa Elizabeth son amigos muy queridos de manera personal y también amigos de este ministerio. Recuerdo que hace años, cuando Josef vino por primera vez a hablar con nuestro personal aquí en Aviva Nuestros Corazones y Life Action Ministries. Nuestro Director le preguntó cómo le gustaría ser introducido.
Dijo algo que no creo que nadie ha dicho nunca antes ni desde entonces. Él dijo: "Me gustaría ser introducido como un esclavo de Jesucristo". He aquí un hombre que había sufrido mucho por su fe, era un pastor muy conocido. En aquel momento dirigía un ministerio importante en el Este de Europa y su nombre era conocido como digno de confianza.
Un estudioso de la Biblia y un buen predicador y en ese momento dirigía una escuela cristiana y un seminario universitario de la Biblia (estaba entrenando pastores), pero la forma en que quería ser introducido -la forma en que quería ser conocido- era como un esclavo de Jesucristo.
Pensé en eso mientras me preparaba para la sesión de hoy. Para aquellas de ustedes que no han estado con nosotros durante los últimos días, estamos en una serie sobre Peticiones Personales. Son diez peticiones de oración que he hecho al Señor con más frecuencia, probablemente, que cualquier otra petición en los últimos años.
Las hemos estado viendo, una cada día. Las animo a hacer de estas sus peticiones a lo largo del 2016. Estamos haciendo de este un año de oración, y queremos empezar preguntándonos, "¿Cómo quisiéramos orar por nosotras mismas? ¿Qué deberíamos estar pidiéndole a Dios que haga en nuestros propios corazones?".
Luego hablaremos de cómo orar por los demás, cómo orar por nuestro país, nuestras iglesias, nuestros hogares... pero primero, estas peticiones. Al orar estas peticiones por ti misma, también te darás cuenta que son peticiones que puedes hacer por tu esposo, por tus hijos, por tu pastor, por tu iglesia. Peticiones de oración que sabemos que Dios escuchará y responderá porque son de acuerdo a su voluntad. Nuestro equipo ha desarrollado un folleto, un recurso interactivo, que nos gustaría que tengas disponible en la medida que te sumerges aún más en estas peticiones. El folleto tiene versículos, ilustraciones adicionales y ejercicios personales, cosas que puedes utilizar de una manera devocional.
Esto también incluye cinco tarjetas con estas diez peticiones en cada una. Puedes poner esas cinco tarjetas en diferentes lugares y recordar orar por estas peticiones durante todo el año. Este paquete de peticiones personales está disponible para ti totalmente gratis. Pero queremos pedirte que si este ministerio de alguna manera ha sido y es una bendición para ti, consideres en colaborar financieramente y así hacer posible que estos recursos lleguen a tantas mujeres a través del mundo que tienen hambre y sed de la Palabra y no tienen como obtener buenos materiales bíblicos.
El número para llamar es 1-800-569-5959 en los E.E.U.U., o simplemente ir en línea a nuestra pagina AvivaNuestrosCorazones.com y decir: "Me gustaría hacer una donación al ministerio."
Bueno, ya hemos visto las primeras cuatro de estas peticiones: Guarda mi corazón, lléname de Tu amor, lléname de Tu Espíritu, y permíteme ser vestida de humildad (que fue la última que vimos). Estas próximas dos peticiones fluyen de esa última. Cuando oramos por ser revestidas de humildad, entonces estas próximas dos peticiones estarán también en gran manera en nuestro corazón.
Así que, la número 5, de éstas peticiones personales y yo le he pedido esto al Señor muchas veces de diferentes formas: Hazme una sierva. Ese era el corazón de Josef Tson- que quería ser conocido simplemente como un siervo, un esclavo de Jesucristo. Ahora bien, el hecho es que todos somos siervos. Algunas de ustedes recuerdan esa canción de Bob Dylan “Debes servir a alguien”. Como dicen las letras: "Vas a tener que servir a alguien; Puede ser al mal, puede ser al Señor, pero vas a tener que servir a alguien". Pues bien, el apóstol Pablo dijo eso antes de que Bob Dylan apareciera.
En Romanos 6, Pablo dice que todos somos siervos. Elegimos nuestro amo. Somos siervos del pecado y la desobediencia o somos liberados de eso y nos convertimos en siervos de Dios y su justicia, a Cristo, a quien servimos por amor , adoración y alabanza.
Así que todos somos siervos, pero la idea de esta petición es: "¡Señor, yo quiero ser tu sierva! Yo quiero ser tu esclava, una sierva de Jesucristo". Hablaremos hoy de como luce eso, lo que eso significa.
Permítanme mostrarles para empezar una especie de "el elefante en la habitación". ¡Nadie quiere ser un siervo! Este no es un concepto políticamente aceptado. porque tenemos una visión negativa de la esclavitud, del servicio. Ciertamente, en ciertos aspectos deberíamos tener una visión negativa de la esclavitud. Pero de lo que estamos hablando hoy: de ser esclavas de Jesucristo, de ser sus siervas; no hay llamado más alto y sagrado que este.
No hay llamado con mayores recompensas, y eso aporta la mayor alegría a nuestras vidas. Vemos este mismo corazón de Josef Tson (Quiero ser un siervo, yo quiero ser un esclavo de Jesucristo) y en el apóstol Pablo a través de todas las Epístolas. Él dice en 1 Corintios 4:1, Él contesta esa pregunta que le hicimos a Josef: "¿Cómo quieres ser introducido, ¿cómo quieres ser conocido?" Pablo dice que esta es la forma en que queremos ser conocidos: "Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.
La palabra "siervos" en el versículo 1, creo que solo se utiliza una vez en la Biblia. (Si me equivoco en eso, alguien va a escribir y corregirme, estoy segura, pero creo que estoy en lo cierto.) "Siervos de Cristo", la palabra griega utilizada allí, significa literalmente "galeotes” o remeros esclavos." Te preguntarás: "¿Qué significa eso?".
¿Alguna vez has visto la película Ben Hur y ves estos esclavos del Imperio Romano en el la parte más baja en las galeras de los buques de guerra romanos? Son los esclavos de la cocina, los remeros. Los galeotes son los que hacen que el barco se mueva. Esta es la posición doméstica más baja que te puedas imaginar. Y Pablo dice: “Somos galeotes, somos remeros esclavos de Cristo”. ¡Y eso es lo que queremos ser! Así es como queremos ser conocidos como esclavos, como remeros, como galeotes.
Hablamos de este versículo en nuestro ministerio y a menudo agradezco a nuestro equipo por ser mis compañeros, mis compañeros remeros esclavos. Cuando decimos eso, de esto es de lo que estamos hablando. Esta es la forma en que queremos ser conocidas. ¡Queremos ser siervas de Cristo! Queremos estar a su entera disposición, y si es necesario, haciendo el trabajo más bajo, de menos categoría, y considerándolo como un privilegio porque lo hacemos para Cristo.
Así que Pablo dice que queremos ser conocidos como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Esa palabra “administrador” habla de un gerente, de alguien a quien se le ha confiado la administración o el cuidado de la casa de su amo. Pablo dice que nos han dado una vocación, una tarea que nos ha sido encomendada, el Evangelio de Cristo (que es el misterio de Dios) y queremos ser buenos administradores de ese misterio, de este ministerio que Dios nos ha confiado. Siervos y administradores. Se trata de un alto y santo llamamiento.
Ves este concepto en el Antiguo Testamento, donde Dios escogió la nación de Israel y la formó para ser su siervo. Esto no fue un llamado modesto, este fue un gran llamado. Lo ves a través de todo el libro de Isaías, y permíteme leer un par de versículos que contienen este pensamiento.
Isaías 41: 8-9: «Pero tú, Israel, mi siervo, tú Jacob, a quien he escogido, simiente de Abraham, mi amigo: Te tomé de los confines de la tierra, te llamé de los rincones más remotos, y te dije: “Tú eres mi siervo”. Yo te escogí; no te rechacé.
¿Suena esto como algo indeseable? ¡Eso suena como privilegio santo para mí! "¡Tú eres mi siervo!" Dios dice: “¡Tú eres mi siervo.Yo te escogí; no te rechacé!” Tú eres mi siervo, nombrado, elegido por mí". Este es un gran llamado, es un privilegio sagrado.
Israel fue llamado, como siervos de Dios, para ser luz a las naciones. Ves esto en el siguiente capítulo, en Isaías 42, versículos 6 y 7: “Yo, el Señor, te he llamado en justicia; te he tomado de la mano. Yo te formé, yo te constituí como pacto para el pueblo, como luz para las naciones, para abrir los ojos de los ciegos, para librar de la cárcel a los presos, y del calabozo a los que habitan en tinieblas”.
Dios está diciendo es: “Este es su llamado. Ustedes son mis manos y pies en la tierra. Deben ser luz para las naciones”. Pero Israel falló en cumplir su llamado como siervo de Jehová. Israel demostró ser tan ciego y sordo como las naciones a las que se suponía que debía estar alcanzando. Así Isaías 42:19 dice: ¿Quién es más ciego que mi siervo, y más sordo que mi mensajero? ¿Quién es más ciego que mi enviado, y más ciego que el siervo del Señor?
Ellos estaban supuestos a estar en el mundo abriendo los ojos de los ciegos, y Dios dice: "Son ciegos ustedes mismos". Fallaron en cumplir su llamado de ser luz a las naciones, de traer justicia al mundo, de abrir los ojos ciegos, de liberar a la gente que estaba presa espiritualmente.
Así que, Dios, que siempre está redimiendo este mundo caído, va a cumplir Sus propósitos, si no es a través de nosotras lo hará a través de otra persona. Él no va a ser obstaculizado, Su plan no va a ser frustrado. Dios prometió levantar un siervo fiel, con S mayúscula. Uno que plena y perfectamente, cumpliría toda Su voluntad.
Ese Siervo del Señor (con S mayúscula) es introducido en Isaías 42, versículo 1. Al leer los últimos capítulos de Isaías, comenzando en el capítulo 40, ves el Siervo del Señor muchas veces. A veces está hablando de Israel y, a veces del Mesías. Tienes que mirar el contexto para saber de quien se trata.
En 42:1 de Isaías, está claramente hablando del Mesías: "Éste es mi siervo, a quien sostengo, mi escogido, en quien me deleito; sobre él he puesto mi Espíritu, y llevará justicia a las naciones". Lo que Israel no pudo hacer, Dios entonces envió a su Hijo Jesús para hacerlo -tomando el lugar que Israel debió haber tenido como Siervo del Señor.
En la era del Nuevo Pacto, como creyentes del Nuevo Testamento, Dios nos ha escogido a nosotros, los creyentes en Cristo, para ser sus siervos, para unirnos a Él en el servicio a los demás. Y al hacerlo, seguimos el ejemplo de Cristo, el humilde Siervo del Señor. Vemos ese corazón de Jesús a través de todo el Nuevo Testamento.
Piensa en ese pasaje en Marcos 10, cuando los discípulos estaban reclamando para ser promovidos a posiciones elevadas. Ninguno estaba diciendo: "Yo quiero ser un siervo". Todo el mundo decía, "Yo quiero estar a cargo. Yo quiero ser el líder. Yo quiero ser aquel que tiene siervos". ¿No es así?
Y Jesús les dice en Marcos 10:42: “Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes (si quieres ir hacia arriba, ve hacia abajo) deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. Porque ni aún el Hijo del hombre (el nombre favorito de Jesús para si mismo) vino para que le sirvan (aunque pudo haber reclamado esto), sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”.
Este es el Hijo del Hombre, este Siervo del Señor, que se inclinó para lavar los pies de los discípulos y de quien se dice en Filipenses 2: 5 "La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, [este es un versículo tan familiar, pero creo que tenemos que leerlo todos los días de nuestras vidas] no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. [No se aferró a sus derechos como Dios, dice una traducción]. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de [¿que?] siervo y haciéndose semejante a los seres humanos”.
Escucha, se te va el aliento, si te detienes a pensar de quién se está hablando. ¿Quién es el que hizo esto? El Hijo de Gloria, el Hijo de Dios, el Hijo del Altísimo, quien vino a la tierra para convertirse en el siervo, el esclavo, de las criaturas.
Esto me dice a mí que tú y yo nunca somos más parecidas a Jesús que cuando estamos sirviendo. Estamos sirviéndole a Él y a los demás. Y permítanme decir que no pasa desapercibido ante aquellos que nos rodean, cuando rendimos nuestros derechos, nuestras posiciones, nuestras ropas de respetabilidad para convertirnos en siervos humildes. Es tan contrario a la manera de pensar del mundo. Es tan contradictorio.
Realmente, no me gusta leer libros sobre liderazgo (Sé que probablemente hay algunos muy buenos, estaré recibiendo algunas cartas sobre esto), pero me perturba un poco, vernos en el mundo cristiano, siguiendo todos esos gurús de liderazgo que nos están diciendo cómo ser el mejor, el mayor, el primero, el que sea. Cuando la Palabra de Dios dice: "¿Quieres ser el primero? ¡Sé el último!"
Eso no vende muchos libros de liderazgo, no es un gran programa propaganda, ¡pero es la manera de Dios! ¿Quieres ser la primera? Sé la ultima. ¿Quieres ser una líder? Sé la servidora de todos. Ese es mi llamado en este ministerio, es servir al Señor, servirle a ustedes, servir a nuestro personal.
Sí, soy la directora de ANC, pero no se trata de mí. Se trata de mí inclinándome (y no tengo que inclinarme, porque soy menos que el menor de aquellos a los que estamos sirviendo), pero Jesús se inclinó para darnos el ejemplo de lo que significa en su nombre ser el servidor de todos.
Hemos hablado de orar por un corazón humilde. Entonces tener un corazón de siervo, viene de ahí.
Y permítanme decirles, esto no es algo de que temer. ¡Es un honor! ¡Es un privilegio! Si un respetado, amado líder te pide venir a trabajar para él, es probable que no te importe cuál sea la posición o la descripción del trabajo. Tú considerarías que es un privilegio ser elegido por ese líder para esa tarea.
Tengo una hermana que trabajaba en la Casa Blanca cuando Ronald Reagan era presidente. Ella no tenía uno de los mejores puestos de trabajo en la administración, pero lo consideraba un gran honor y un privilegio trabajar duros y largos días con poco salario en su posición para apoyar al presidente y para ayudar a avanzar esas causas por las que él trabajaba tan duro y que ella compartía. Ella creía en las mismas causas. ¡Ella lo consideraba un honor!
Así que las preguntas no fueron, "¿Cuánto me pagarán? ¿Qué voy a obtener de esto? ¿Mi nombre estará en el programa?" ¡Ella nunca consiguió su nombre en el programa! La prensa no estaba interesada en hablar con ella. Ella era una sierva. Ella lo consideraba un honor. Así es como tenemos que pensar acerca de ser siervos de Jesucristo. ¡Qué privilegio tan grande!
Y otra vez vuelvo al apóstol Pablo. ¡Él vio esto como un privilegio! Y lo ves evidenciado en algunos de sus saludos, por ejemplo, Filipenses 1:1: “Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos...” Ahora no dejes que el versículo te pase por alto. ¿Cómo se veía Pablo a sí mismo? Como siervo. ¿Cómo veía a las personas a las que le estaba escribiendo? Como santos.
Ahora, ¿era Pablo un santo? Sí, en una definición bíblica “un santo, uno que ha sido redimido por Cristo”. Todos somos santos en ese sentido. Entonces ¿por qué Pablo no dijo?: "Nosotros somos santos de Jesucristo" Él lo era. Eso no fue lo que él eligió destacar. Se veía a sí mismo como un siervo, él veía a los demás. ¿Esa iglesia tenía inconvenientes?, ¿tenían algunos problemas? Sí. Piensa en aquellas dos mujeres que no podían llevarse bien, había división de la iglesia, pero él los llamaba, ¿cómo? "¡Santos!" Y me he preguntado a mí misma: "¿Cómo sería si pensáramos de nosotros mismos como siervos y de todos los demás creyentes a nuestro alrededor, cualesquiera que sean sus problemas, como santos?"¿Cómo afectaría nuestras reacciones, nuestras palabras, nuestras actitudes, nuestras prioridades?
¿Cómo afectaría el clima en tu casa, si te vieras a ti misma como sierva y a tu marido y tus hijos, como santos? Tu dirás: "Bueno... ellos no actúan como santos en mi casa". Quizás no, pero si son hijos de Dios, son santos. ¿Qué tal si empezaras a tratarlos como santos? ¿Y qué tal si realmente vives y enfatizas el llamado (sí, eres santa, también) a ser una sierva, tener un corazón de sierva? ¿Cuál sería el impacto en el clima de tu casa, en tu iglesia, en tu lugar de trabajo?.
Entonces, ¿qué significa ser una sierva del Señor? Hay muchas cosas que podríamos decir sobre esto, pero quisiera destacar algunas cosas. En primer lugar, significa que reconocemos que Él es el Señor y el Amo y no nosotras. Fuimos creadas para servirle, no viceversa. Él no existe para servirnos.
Muy a menudo en nuestra vida de oración, y en nuestros deseos, es a eso a lo que realmente se reduce lo que queremos. “Dios, ¿puedes hacer esto por mí, y harías esto otro por mí, y podrías asegurarte de que esto suceda, y no te olvides de cuidar de esto, y ayúdame...” Queremos que Dios nos sirva.
Ahora, es genial llevar nuestras peticiones al Señor, pero no nos olvidemos ¿Quién es el amo y quién es el siervo?
Annamarie: ¡Ouch! He sido culpable de orar egoístamente. Creo que todas nosotras hacemos esto de vez en cuando. Nancy DeMoss de Wolgemuth nos anima a orar pensando en metas que honren a Dios. Ella continuará este tema mañana. Aquí en Aviva Nuestros Corazones estamos orando que este año sea de aumento en la vida de oración. Hemos preparado un recurso basado en la serie actual para ayudarte a clamar a Dios mejor y de forma más consistente. Es un recurso gratis que puedes descargar e imprimir. Solo visita AvivaNuestrosCoracones.com para más información. También puedes leer las transcripciones del programa, escuchar programas pasados y suscribirte para recibir nuestro correo de conexión diaria. Una vez más la página es AvivaNuestrosCorazones.com
Hoy Nancy nos habló de pedirle a Dios que nos de corazones de siervas, recientemente escuchamos sobre una hermana en Venezuela. Su nombre es Carol y ella tiene un corazón de sierva agradecido.
Carol: ¡Hola! Soy Carol de Romero. Miembro de la Iglesia Comunidades Cristianas de Venezuela. Junto a mi esposo presidimos el ministerio para el fortalecimiento de la familia de nuestra iglesia. Antes de hablarles sobre nuestra experiencia luego del viaje a la República Dominicana, queremos hacer extensivas nuestras palabras de agradecimiento a todo el equipo que participó en el evento de Mujer Verdadera 2015. Por el trabajo, amor, dedicación que pudimos apreciar y que permeó nuestros corazones. La experiencia vivida, ¡inolvidable!
Entender que al serle fiel al Señor, estamos siendo moldeadas de acuerdo a Su diseño. Que nuestra feminidad no es una cuestión de azar, que Dios fue intencional cuando nos hizo mujeres y quiere que descubramos, aceptemos y nos deleitemos en la belleza de Su diseño espectacular. El oír, el leer todo ello fue un aprendizaje, un recordatorio definitivamente, como despertar.
No podíamos quedarnos con lo que vivimos y experimentamos. Ansiamos replicarlo, la dosis que fuimos a Santo Domingo, iniciamos el estudio del libro “En busca de Dios”. Y comenzamos a reunirnos todos los lunes. Fue entonces cuando en una de nuestras reuniones de los lunes, propuse al grupo la idea de hacer un evento pequeño para invitar mujeres, con el fin de mostrarle el diseño de Dios para sus vidas y que estuvieran dispuestas a decirle: Sí al Señor y estuvieron de acuerdo todas.
El siguiente mes de haber ido a Santo Domingo, comenzamos a organizarnos para el evento que sería el 23 de mayo. En principio, mandamos hacer 100 tarjetas y se agotaron en una semana. Luego, mandamos hacer 50 y se agotaron en tres días. Viendo la receptividad, mandamos hacer 100 y se agotaron en menos de 15 días. Finalmente, mandamos hacer 100 más, porque la capacidad del local no daba para más al punto que hasta había personas en lista de espera. Y muchísimas personas no pudieron entrar al evento. Realmente, superó las expectativas. Tuve el privilegio de abrir el evento con unas palabras sobre la Mujer conforme al corazón de Dios, la mujer contracultural, invitando a las presentes a formar parte de esta contrarrevolución, como dice Nancy Leigh DeMoss. La cual no nos exige que salgamos de nuestras casas, solo exige que busquemos de una manera más cercana a Dios. Que aprendamos, vivamos el patrón bíblico de la feminidad. Y que enseñemos los caminos de Dios a la próxima generación.
Seguidamente, editamos el vídeo, acelerando el movimiento en Latinoamérica que se encuentra en Youtube y proyectamos el vídeo de la canción “Me Rindo a ti” que dice: “Mi alma de ti tiene sed, satisface hoy mi sed. Señor, avívame. Tu gran amor conocí, ya no vivo para mí… Yo me rindo a ti”.
¡Wow, que rico! ¡Qué belleza, qué hermosura! Quisiera haberme quedado mucho tiempo más allí en Santo Domingo, oyéndolas a cada una de ustedes y que el tiempo no pasara.
Continuando con el evento, hubo dos testimonios de mujeres casadas que fueron sumamente tocadas por Dios en el evento en Santo Domingo y fueron transformadas sus vidas. Mayra de Galea y Abby de Hernández. Luego, Gaby de San Pedro que ministró cantando unas canciones y llevando la Palabra de Dios. Finalizamos invitando a las mujeres a decirle: “Sí, al Señor”, y rifamos libros, bolsos y material que trajimos de Santo Domingo.
Las invitadas quedaron encantadas con la actividad. Nos enviaron escritos y mensajes de voz, dándonos gracias por invitarlas al evento y lo edificadas que salieron de la actividad. Fruto de ello, actualmente, hay un grupo de jóvenes que ya terminaron de leer el libro de la “Mujer conforme al diseño de Dios”. Comenzamos un grupo con las mujeres líderes de la iglesia en el mes de octubre a estudiar el libro: “En busca de Dios”, liderado por la esposa del pastor. Abrimos una cuenta en instagram Mujer Verdadera Venezuela Mujer Verdadera 2015, aunado a ello comenzaré con un grupo en mi célula de mujeres hacer reuniones evangelistas bimensuales, haciendo el llamado contrarrevolucionario que habla Nancy Leigh DeMoss y que me encanta, lo veo muy gráfico y ahondaré en el tema de la feminidad bíblica y la mujer contracultural.
Para concluir, deseo expresar en mi nombre y del grupo que acudió al evento Mujer Verdadera 2015, que las que fuimos a Santo Domingo no somos las mismas que llegamos a Venezuela. Ustedes nos impregnaron de lo que Dios ha hecho en sus vidas, de su entrega al Señor, de lo maravilloso que es servirle, de lo grandioso que es sentirse hija de Dios y queremos expresarle a Nancy que Dios está muy agradado con ella, por su fruto, amor y entrega. Te amamos Nancy, por ese amor fraternal que nuestro Padre ha puesto en nuestros corazones. Oraremos siempre por tu equipo y por ti, y ahora mucho más en tu nuevo rol de esposa. Dios las continúe guiando, princesas de Dios”.
Annamarie: Gracias Carol por expresar tu gratitud. Mañana escucharemos más acerca de tener un corazón de sierva y tener un espíritu agradecido. Espero que puedas unirte a nosotros, aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se indique otra fuente.
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