Hay más en riesgo de lo que imaginas
Débora: ¿Luce tu vida terrible y no sabes cuándo terminará todo? Piensa en la eternidad. Hoy en Aviva Nuestros Corazones nos acompaña Joni Eareckson Tada.
Joni Eareckson Tada: Algún día, amiga, todo esto quedará atrás. Toda la enfermedad, la discapacidad, la decepción, la angustia, el sufrimiento y la aflicción. Algún día todo esto será como si hubiera pasado hace mucho tiempo, como un sueño muy lejano y casi olvidado.
Yo quiero que cuando tú dejes esta tierra y te dirijas hacia el cielo, cuando tu espíritu salga de ese cuerpo cansado y agotado, hay veces que yo me imagino un universo de huestes angelicales puestos de pie que contienen su respiración y te dan respeto al ver tu alma pasar. Ellos rendirán homenaje en asombro al ver tu espíritu ascender como aroma fragante ante Dios.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia …
Débora: ¿Luce tu vida terrible y no sabes cuándo terminará todo? Piensa en la eternidad. Hoy en Aviva Nuestros Corazones nos acompaña Joni Eareckson Tada.
Joni Eareckson Tada: Algún día, amiga, todo esto quedará atrás. Toda la enfermedad, la discapacidad, la decepción, la angustia, el sufrimiento y la aflicción. Algún día todo esto será como si hubiera pasado hace mucho tiempo, como un sueño muy lejano y casi olvidado.
Yo quiero que cuando tú dejes esta tierra y te dirijas hacia el cielo, cuando tu espíritu salga de ese cuerpo cansado y agotado, hay veces que yo me imagino un universo de huestes angelicales puestos de pie que contienen su respiración y te dan respeto al ver tu alma pasar. Ellos rendirán homenaje en asombro al ver tu espíritu ascender como aroma fragante ante Dios.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 29 de septiembre de 2023.
Nancy DeMoss Wolgemuth: ¿Cómo respondes cuando las circunstancias te oprimen y sientes como si tu mundo estuviera fuera de control? La forma en que reaccionamos en esos tiempos, afecta a aquellos a nuestro alrededor. Nosotras los podemos animar o los podemos atraer hacia el lodazal con nosotras.
Estoy muy agradecida por el número de personas que el Señor ha usado para animarme en temporadas difíciles de mi vida y que me han rescatado cuando pensaba que me estaba ahogando.
Tal vez la primera persona que viene a mi mente, que ha sido esa clase de amiga en mi vida, es Joni Eareckson Tada. Cuando pienso en las circunstancias en las que ella vive y las adversidades que físicamente ha soportado desde hace más de cincuenta y un años en una silla de ruedas como cuadripléjica, y aun así la veo cantando himnos y adorando al Señor, llega un momento en que reacciono y me pregunto: ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Por qué estoy deprimida y desanimada? Cuando veo a Joni regocijándose en el Señor, mi corazón se fortalece y se alegra. Ella ha sido un modelo para mí y para un sin número de personas, de cómo servir al Señor con gozo.
Hace varios años le pedimos a Joni que nos acompañara en una de las conferencias True Woman, y ella planeaba estar con nosotras. Pero resultó que físicamente se vio impedida, no pudo. Ese año a ella la operaron de cáncer de mama y semanas antes de la conferencia empezó su tratamiento de quimioterapia.
Estaba muy triste por no poder acompañarnos, así que decidió grabar un mensaje en video para la conferencia. Llamé a Joni esa tarde cuando se preparaba para grabar el mensaje y me dijo, que no solo estaba en quimioterapia, sino que le acababan de diagnosticar neumonía y estaba experimentando dificultad para respirar. Ella experimentó muchos obstáculos ese día para poder compartir este mensaje.
Esa tarde nosotras oramos juntas y le pedimos al Señor que Él manifestara Su poder en ella por medio de su debilidad. Al escuchar el mensaje grabado ese día, creo que estarás de acuerdo en que el Señor escuchó nuestras oraciones.
Este es un mensaje muy poderoso, y te quiero animar, si te es posible, a que dejes de hacer lo que estás haciendo por un momento, y prestes toda tu atención y enfoques tu corazón en escuchar este mensaje de una mujer verdadera de Dios.
Joni Eareckson Tada: Hola amigas. Gracias por permitirme compartir con ustedes este mensaje hoy. Yo estaba esperando ansiosamente estar con ustedes en la conferencia True Woman en Indianápolis, pero el cáncer de mama tiene una manera de arruinar hasta los mejores planes. Cuando me diagnosticaron en junio, nunca me di cuenta de la manera en que la quimioterapia cambiaría muchas cosas.
Pero oye, yo creo demasiado en la soberanía de Dios. Tengo toda la confianza en que mi ausencia solamente añadirá al mensaje que el Señor Jesús ha puesto en mi corazón. Entonces quiero agradecerles a Nancy y al equipo entero de Aviva Nuestros Corazones, por invitarme a compartir con ustedes hoy, aún desde esta gran distancia.
Antes de continuar, quiero agradecer a muchas de ustedes que me han escrito para animarme. Algunas han dejado comentarios en mi blog Joni and Friends, y he recibido muchos correos electrónicos y notas de personas de todas partes del país, tarjetas llenas de escrituras y oraciones. Una mujer me escribió y dijo: «Joni, este cáncer no le pudo haber pasado a una persona más amable».
La mayoría sin embargo decían, «Joni, me impactó cuando escuché esta noticia. Digo, ya eres cuadripléjica y lidias con dolor crónico, y ¿ahora esto? Yo sé que Dios es bueno y está en control, pero Joni yo no entiendo esto».
Cuando leí esto pensé acerca de cómo muchas de nosotras no entendemos cuando somos tumbadas por el sufrimiento. Digo, nos memorizamos todas las Escrituras adecuadas y sabemos que Dios es soberano. Aun así, siempre nos sorprende cuando llega la prueba intensa. Por ejemplo, al regresar a mi casa la semana pasada, después de otra ronda de quimioterapia, me sentía muy mal. Yo tenía muchas náuseas. Por mi sistema corría un medicamento tóxico y poderoso. Toda mi vida he luchado para mantener mi cuerpo saludable, y ahora estoy ingiriendo veneno para matar este cáncer.
Yo tenía náuseas, estaba cansada y agotada. Ken puso un CD en la camioneta, y la canción que estaba sonando decía:
Puedo imaginarme, Señor, cómo será (¿conoces el resto de la canción verdad?) Rodeado de Tu gloria, ¿qué sentirá mi ser, danzaré por Ti mi Cristo o en silencio quedaré?
Allá atrás en la camioneta estaba sentada yo tratando de contener mis lágrimas. Estaba llorando.
Estaba muy sorprendida de qué prueba tan fuerte era esta quimioterapia. Es decir: «¿Señor, es todo esto para subir algunos niveles en la escala de madurez espiritual? ¿No son la cuadriplejia y el dolor crónico suficientes…y ahora este cáncer?»
Tú sabes al igual que yo, que cuando el dolor toca a nuestra puerta y se entromete y se sienta en medio de tu vida y se acomoda ahí día tras día, año tras año, puedes llegar a casi rendirte. Pero, cuantas veces he sentido rendirme, el capítulo 12 de Hebreos me recuerda lo siguiente. Escucha lo que dice: «Tú y yo todavía no hemos resistido hasta el punto de derramar sangre. Entonces considerad a aquel (a Jesús) que soportó tal hostilidad de los pecadores contra sí mismo para que tú (escucha bien) no te canses ni te desanimes en tu corazón» (vv. 4-5, parafraseados).
Jesús me ayuda a no cansarme ni desanimarme en mi corazón. Él me ayuda a perseverar. Así como dice en Hebreos 10:
«Necesitas perseverar para que cuando hayas hecho la voluntad de Dios obtengas la promesa. Porque dentro de muy poco tiempo, el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas mi justo vivirá por la fe» (Heb. 10:36-38, parafraseado).
Y aquí está la parte escalofriante:
«Y si retrocede, mi alma no se complacerá en él (dice el Señor). Pero nosotras no somos de las que retroceden para perdición, sino de las que tienen fe para la preservación del alma» (vv. 38-39).
Este es un versículo fuerte y estimulante para mantenerte enfocada cuando te sientes débil. Amigas, yo no quiero ser una de las que retrocede. Yo no quiero estar entre aquellas con las cuales Dios no se complace. Quiero ser de aquellas que creyeron y fueron salvas. Aún por medio de la cuadriplejía. Aun por medio del dolor. Sí, aún por medio del cáncer y la quimioterapia. Yo quiero perseverar; tengo que perseverar.
Especialmente en la noche cuando se pone oscuro. Cuando estoy acostada en mi cama… Como te imaginarás, al estar paralizada, la gravedad es mi enemiga, y puedo llegar a sentirme claustrofóbica. Sí, por la parálisis, pero últimamente mi incomodidad es causada por los efectos secundarios de la quimioterapia. Pero, al estar acostada en mi cama, despierta a las dos de la mañana, me acuerdo de algo que me ayuda a perseverar. Yo lo aprendí hace mucho tiempo, cuando por primera vez fui hospitalizada después de mi accidente en 1967, y me ha ayudado todos estos años.
Es Efesios 3:10. Ahora escucha bien. Esto es clave. Esto es crucial. Y dice aquí que:
(El propósito de Dios) «…es que ahora, por medio de la iglesia (esas somos tú y yo, por medio de nosotras) la infinita sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer a los principados y potestades en las regiones celestiales».
Amiga, eso quiere decir que a las dos de la mañana, cuando no puedo dormir o cuando debo despertar a mi esposo, Ken, por cuarta vez para que me cambie de posición en la cama, o cuando básicamente no entiendo todo esto o cuando estoy sorprendida por la prueba intensa que estoy soportando, viene a mi mente lo que dice Efesios 3:10. Recuerdo que algo dinámico y electrizante está encendido en mi cuarto oscuro. El mundo invisible en el campo espiritual, todas las potestades celestiales incluyendo los poderes y principados, me están observando, me están escuchando. ¡Cuando respondo, están aprendiendo acerca de Dios y de Su carácter por medio de mí!
Te diré que cuando estoy acostada ahí, pensando así, recobro mis sentidos y digo: «¿Por qué te abates alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios» (Sal. 42.11). En la noche, te digo que me encontrarás a oscuras orando, «oh, Jesús, mis emociones me dicen que dude. Y el temor toca a mi puerta, pero yo no puedo ceder. No quiero manchar Tu reputación. No te quiero avergonzar. No quiero difamar Tu buen nombre. Entonces Señor Jesús, confío en que Tú me ayudarás a salir adelante. Oh, Señor Jesús, ayuda a esta chica en cama».
Mi respuesta a la dificultad nunca se encuentra aislada, nunca se encuentra escondida –como si yo dijera, «bueno, hoy me encuentro sola en la casa y estoy cansada de todo esto, tengo el derecho de estar amargada y de quejarme. Hoy me voy a rendir y voy a ceder a la depresión y a creer que a nadie le importo y que nadie me toma en cuenta». No. Más me vale no dejarme llevar por ese camino oscuro y sombrío porque el riesgo es muy alto. La reputación de Dios está en juego y eso es solamente lo que me previene de caer en derrota. Mi vida está en exhibición al igual que la tuya. Y todo es para la gloria de Dios.
- Cuando el mundo espiritual ve los brazos fuertes de Dios sostenerte en tu debilidad, el Padre recibe la gloria.
- Cuando el mundo espiritual ve a Dios condescender al asistirte cuando te encuentras atemorizada, el Padre recibe la gloria.
Los poderes angelicales y los poderes oscuros del universo entero, aprenden cuán alto, ancho, abundante y profundo es el poder, la misericordia y el amor de Dios. A ellos les sorprende ver el poder maravilloso de la resurrección de Cristo, que te da el poder de decir «no» a la amargura, y «sí» a Su gracia.
- Ellos aprenden sobre Su sabiduría, Sus inescrutables juicios, y Sus caminos inescrutables.
- Ellos aprenden lo lejos que llega la compasión insondable de Dios al inclinarse para levantar tu espíritu.
En resumen, el mundo espiritual ve tu perseverancia bajo presión, y ¿sabes lo que piensa? «Oh, cuán grande es su Dios, que la inspira a gran lealtad aun en medio de gran sufrimiento». Wao. Esto es lo que significa glorificar a Dios en medio de tus aflicciones. Es una responsabilidad cósmica que causa un impacto fuera de este mundo.
Tal vez pienses que no significa mucho cuando te detienes antes de quejarte o cuando rehúsas ceder al temor. Cuando abrazas a tu Salvador en medio de la dificultad, te diré que sube el medidor de aplausos en el cielo para el Señor Jesús. El universo entero reconoce lo digno que es Él. Ellos ven lo capaz que es Él. Ellos ven lo poderoso que es Él. Y cuando consideramos lo débiles que podemos ser, ellos se maravillan en Su misericordia y lo condescendiente que Él es con nosotras.
Todo esto se desarrolla en la plataforma de tu vida cuando tú respondes con gracia a la dificultad. Sea que te encuentres en tu auto, en tu trabajo, en frente del lavaplatos en tu hogar, o de camino a la iglesia. No puedo pensar en una razón más noble para perseverar, ¿y tú?
Y hay algo más en Efesios 3:10, algo que me ha ayudado en mi batalla contra el cáncer. Yo sé que cuando le digo, «sí» a Jesús, y «no» a la duda o al temor o al resentimiento, esto absolutamente irrita al diablo. Es decir, que tu confianza en Dios pone a Satanás contra la pared. Cuando yo estoy batallando contra la náusea que me causa la quimioterapia y me siento abatida, me acuerdo de quién me está observando –Dios el Padre, Dios el Hijo y el Espíritu Santo y todos los ángeles y un mundo lleno de demonios malvados.
¿Y sabes qué? Eso me hace sentir como una guerrera despertada por una corneta a lo lejos en un campo de batalla. Me siento, y tal vez tu también en ocasiones, un poco como Job, a quien Satanás usó para provocar a Dios diciendo, «Job no te ama, él ama Tus bendiciones. Tú no eres lo suficientemente grande, Dios, para que alguien te siga por Tus propios méritos».
Pero yo quiero que mi vida demuestre que Dios es digno de seguir por Sus propios méritos. Entonces yo con Job respondo, «aunque Él me mate, en Él esperaré» (Job 13:15). Una declaración como esta habla muy bien de Job. pero habla muchísimo mejor de Dios. Nada desinfla al diablo más que cuando la gente de Dios lo escoge a Él en vez de al temor y las dudas y el pecado; cuando ellos escogen al Salvador por encima de la aflicción y el dolor. Y cuando entre lágrimas susurras, «te elijo a Ti Señor. Te prefiero a Ti, Señor. Me someto, respondo a Ti Señor, me doblego ante Ti».
Cuando respondes así en tu sufrimiento, es como si frotaras sal en las heridas del diablo. Entonces dime, ¿no se aviva el fuego del Espíritu dentro de ti como se aviva en mí? Te digo que debería, porque esto da significado a la vida de la persona más insignificante. Tal vez te encuentres en este auditorio hoy sintiéndote tan insignificante que te preguntas, ¿cómo llegué aquí? ¿Qué estoy haciendo aquí?
Bueno, si te sientes insignificante, tu vida es un campo de batalla en donde las fuerzas más poderosas del universo se reúnen en guerra y nosotras tenemos la oportunidad de hacer famoso a Dios. Nosotras tenemos la oportunidad de dar a conocer lo bueno que Él realmente es. El estatus de la cristiana, aparentemente más insignificante y humilde del mundo, se eleva cuando ella glorifica a Dios así. Las eleva a un campo cósmico de batalla donde los riesgos son más altos y universales de lo que te puedas imaginar.
Algún día, mi amiga, todo esto quedará atrás. Toda la enfermedad, la discapacidad, la desilusión, la angustia, el sufrimiento y la aflicción, algún día todo esto será como si hubiese pasado hace mucho tiempo, un sueño muy lejano y casi olvidado. Yo quiero que cuando tú dejes esta tierra y te dirijas hacia el cielo, cuando tu espíritu salga de ese cuerpo cansado y agotado…hay veces que yo me imagino un universo de huestes angelicales puestos de pie que contienen su respiración y te dan respeto al ver a tu alma pasar. Ellos rendirán homenaje en asombro al ver tu espíritu ascender como aroma fragante ante Dios.
¡Y mantente alerta porque después la fiesta realmente va a desatarse! Tú vas a escuchar esas maravillosas palabras: «Bien, siervo bueno y fiel has perseverado y has perdurado».
Entonces recuerda, amiga, cada día que perduras en la dificultad, significa algo. Dios está haciendo algo grande.
- Sí, por el bien de tu propia fe
- Sí, por el bien de otras a quienes tú inspiras y animas en el camino, las personas que te ven y te observan
- Sí, también por causa de los ángeles y los demonios
- Pero más que todo por causa de nuestro Señor Jesucristo
Escucha esto –y esta es la mejor parte. 2 Corintios 2:14-16 nos dice:
«Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento. Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden».
El mundo no puede ver a Jesús perseverar el sufrimiento con gozo, porque bueno, Él ya no está aquí en este mundo, pero tú y yo sí. Nosotras podemos llenar en carne viva lo que carece en Sus aflicciones, y al hacer esto, llegamos a ser el fragante aroma de Cristo para Dios.
Al pensar que la manera en que manejo este cáncer, y la manera en que respondo a la quimioterapia en medio de la noche cuando me siento muy enferma, al pensar que mi respuesta llena de gracia, mi respuesta al decir, «sí» al Señor y «no» a la queja, aviva la dulce memoria de Jesús en dirección al Padre; al pensar que yo puedo ser reflejo de la hermosa y quebrantadora manera en que Jesús perseveró durante Su propio sufrimiento… ¡Qué privilegio, qué honor!
El tema del sufrimiento, de verdad, se trata de Cristo. Te diré algo mi amiga. Tú puedes soportar casi cualquier cosa: la parálisis, el dolor crónico, el cáncer. Tú puedes estar conectada a una vía endovenosa en una clínica de quimioterapia y puedes perseverar a través de todo eso si sabes que Jesús, el Señor del universo está sentado al lado tuyo.
Jesús es la respuesta a toda oración, promesa y esperanza. El sufrimiento ha más que comprobado Sus intenciones. A diferencia de nosotras, Jesús, por toda la eternidad, cargará visiblemente Sus heridas al universo y por eso Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo disfrutarán de adoración indescriptible por toda la eternidad.
Es entonces por eso que en aquel gran día final, te arrodillarás cuando el Varón de dolores baje de Su trono y se acerque a ti. Cuando Él se acerque a ti, no dudará en absoluto de tu aprecio hacia Él, porque va a saber lo que tú has sufrido. Él te reconocerá porque has participado con Él de Su sufrimiento.
Entonces Él te dará Su mano con cicatrices por los clavos. Cuando tú sientas tu mano en la de Él, no te avergonzarán tus propias cicatrices, tu propia angustia, todas esas ocasiones en que sentiste la herida del dolor y la aflicción. Todas esas veces te darán una prueba pequeña de lo que el Salvador soportó para comprar tu redención.
Entonces, tu sufrimiento, como nada en el mundo, te está preparando para tu encuentro con Dios, porque, ¿qué prueba de amor puedes llevar contigo al cielo si esta vida te deja totalmente sin cicatrices? Para tu sorpresa, el compañerismo de compartir en Su sufrimiento, desaparecerá tan rápido en el cielo, como ese sueño casi olvidado que mencioné al principio.
Entonces finalmente en el cielo disfrutarás el compañerismo de Su gozo. Un gozo hecho más bello por todo el sufrimiento que soportaste en el mundo y la respuesta llena de gracia con la que respondiste a ello. Oh, y el dolor que experimentaste en el mundo, vas a suspirar y después vas a sonreír, al ponerte de pie y al vivir la vida que Dios ha preparado para ti todo este tiempo. Qué deleite será todo esto ¡no puedo esperar!
Amiga, en conclusión, si estás tentada a tirar la toalla, si estás tentada a rendirte o a darte por vencida, si estás tentada a darle la espalda a Jesús, y si has venido aquí como un último esfuerzo con la esperanza de que algo en esta conferencia te saque de tu insensibilidad espiritual, no te rindas, no te des por vencida.
Sí, la vida es difícil, pero no tires la toalla. Considera a Jesús para que no te canses ni te desanimes en tu corazón. Y persevera, para que cuando hayas hecho la voluntad de Dios, recibas lo que Él ha prometido. Porque dentro de muy poco tiempo, puedo imaginarme. Dentro de muy poco tiempo el que ha de venir vendrá y no tardará. Entonces amiga, corre la distancia conmigo, porque todo el cielo y hasta el Señor de los cielos te está animando. Dios te bendiga y gracias por escuchar.
Nancy: Gracias Joni por este precioso mensaje y por compartir tu corazón, y de tu peregrinaje con el Señor.
Cuando soy tentada a desanimarme por mis circunstancias, como me pasa a menudo, el solamente pensar en Joni Eareckson Tada siempre me anima.
La razón por la que esto sucede es porque ella siempre nos apunta a Cristo, «quien por el gozo puesto delante de Él, soportó la cruz». Él perseveró hasta llegar a la cruz para que nosotras obtuviéramos vida eterna. Es solamente porque Joni mantiene sus ojos fijos en Jesús, que ella puede perseverar y florecer, y no solamente subsistir, ella puede crecer en su servicio al Señor con gozo, aun en medio de circunstancias que son extremadamente difíciles.
A medida que tú y yo fijamos nuestros ojos en Cristo, Él nos da todo lo que necesitamos para correr la carrera que tenemos por delante y hacerlo con gozo.
Débora: Habiendo oído sobre las dificultades de Joni, ¿nos acompañarías a interceder por ella, de modo que sea fortalecida física y espiritualmente? Aquí está Nancy para orar.
Nancy: Señor, te agradecemos por esta sierva fiel, Joni Eareckson Tada. No la exaltamos, pero amamos al Cristo que vemos en ella. Te agradezco por la manera en que has hablado a muchos corazones, incluyendo el mío, por medio de este mensaje.
Señor, en este momento levantamos a nuestra hermana delante de Ti. Oramos por ella, para que Tú la fortalezcas. Oramos que toques su cuerpo y la restaures. Dale la habilidad de dormir de noche, y a los doctores la sabiduría para saber cómo ayudarla.
Señor, fortalece su corazón. Ayúdala a mantener sus ojos fijos en Ti, para que pueda correr la carrera que has puesto delante de ella, y que continúe apuntándonos a Cristo quien es nuestra vida y nuestro gozo. Lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
Débora: ¡Regresa el lunes para una nueva serie de Aviva Nuestros Corazones!
Corriendo la carrera de la fe, juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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