Guiando el corazón de tu hijo
Annamarie Sauter: Aquí está Betsy Corning con una perspectiva para las madres.
Betsy Corning: El corazón es depravado, y simplemente aislarlo no va a ayudar a su corrupción. Así que tenemos que averiguar cómo vamos a lidiar con estas cosas sabiendo que, incluso por accidente, nuestros hijos estarán expuestos a cosas que nuestros corazones nunca querrían que ellos vieran o se expusieran.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Hoy Nancy retoma la conversación de esta semana, titulada, Me ha sido confiado el corazón de un niño.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Bueno, esta ha sido una gran serie. Hemos estado hablando estos últimos días con Betsy Corning, Gina Cho y Stef Caterer representando un ministerio, Entrusted Ministries, (Confiados con el corazón de un niño). Y el libro del cual hemos venido hablando se titula Me ha sido …
Annamarie Sauter: Aquí está Betsy Corning con una perspectiva para las madres.
Betsy Corning: El corazón es depravado, y simplemente aislarlo no va a ayudar a su corrupción. Así que tenemos que averiguar cómo vamos a lidiar con estas cosas sabiendo que, incluso por accidente, nuestros hijos estarán expuestos a cosas que nuestros corazones nunca querrían que ellos vieran o se expusieran.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Hoy Nancy retoma la conversación de esta semana, titulada, Me ha sido confiado el corazón de un niño.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Bueno, esta ha sido una gran serie. Hemos estado hablando estos últimos días con Betsy Corning, Gina Cho y Stef Caterer representando un ministerio, Entrusted Ministries, (Confiados con el corazón de un niño). Y el libro del cual hemos venido hablando se titula Me ha sido confiado el corazón de un niño.
Betsy, Stef, y Gina, estoy tan agradecida por su disposición de tomar este tiempo y de compartir con nosotras de sus vidas, de sus rutinas. Mucho más podría decirse, pero gracias por lo que han compartido con nuestras oyentes que creo que realmente ha desafiado particularmente a muchas madres. Las ha motivado con el llamado que tienen a tomar los corazones de sus hijos y darles forma, moldearlos y entregárselos de nuevo al Señor para Su gloria. Así que gracias por su ministerio, gracias por su ministerio a nuestras oyentes en Aviva Nuestros Corazones.
Betsy: Bueno, realmente gracias a ustedes por el ministerio que están llevando y que ha hecho posible esto. Sentimos que encajamos perfectamente juntas. A través del Manifiesto de la Mujer Verdadera, me doy cuenta de cómo nuestros ministerios se combinan tan maravillosamente. Y realmente les doy las gracias por esta oportunidad.
Nancy: Bueno, tenemos una gran carga aquí en Aviva Nuestros Corazones para que la próxima generación conozca al Señor, lo ame y camine con Él. Francamente, si te fijas en las familias en nuestras iglesias, has visto esto y yo lo he visto, no estamos haciendo un trabajo tan bueno en esta área. Quiero decir, gracias a Dios hay muchas excepciones, pero muy a menudo estoy viendo a los padres que están abrumados con la paternidad, que se sienten frustrados por ella, y que están como irritados.
Sus hijos están enojados. Estamos viendo niños caminando lejos del Señor, jóvenes caminando lejos del Señor. Y es increíblemente común ver tensión y conflicto en los hogares.
Sé que cada padre es un pecador. Cada niño es un pecador. Todos estamos en la carne. Y tengo que lidiar con mis propios problemas de ira, y ni siquiera tengo hijos propios. Así que no estamos buscando la perfección en las familias. Pero qué alegría sería ver en este mundo oscuro, hogares cristianos donde Cristo realmente es honrado; donde padres e hijos realmente aman a Cristo, caminan con Él y lo eligen a Él; donde vemos crecer a estos jóvenes que se convertirán en hombres y mujeres de Dios que sirven al Señor, que se disponen a servirle.
Estoy viviendo para un futuro que no puedo ver…un tiempo cuando tus hijos y tus nietos serán los líderes. Y esos niños de las mamás a las que ministramos en Aviva Nuestros Corazones, entonces serán las mamás y los papás, y serán los líderes de la próxima generación.
Mucho tiempo después de que nos hayamos ido al cielo, mi esperanza es que vamos a estar allí sentadas o de pie, mirando hacia estas jóvenes vidas que han sido discipuladas por ministerios como Confiados con el corazón de un niño y Aviva Nuestros Corazones. Y la próxima generación tendrá un liderazgo espiritual, santo y sabio.
Pero, ¿cómo ocurre esto? No solo sucede automáticamente. Se necesitan mamás, papás, abuelas y mujeres solteras que sean intencionales en pasar el legado de la fe a la siguiente generación. Los recursos que ha desarrollado el ministerio de ustedes, el ministerio Confiados con la vida de un niño son tan útiles, tan prácticos, y tan ricos bíblicamente, que quiero animar a nuestras oyentes a revisarlos para sus propias familias o para una familia que conozcan, aun para tu iglesia.
Tal vez incluso como una mujer con el nido vacío, y tienes una carga por las mujeres más jóvenes de tu iglesia. Podrías hablar con tu pastor o con los ancianos sobre la posibilidad de iniciar un estudio como este.
Betsy, has hecho gran parte del trabajo duro con el desarrollo de este material. Ustedes mujeres han hecho aportes prácticos y útiles para las madres en el transcurso de esta serie. Y me gustaría que pudiéramos pasar más tiempo y que profundizáramos más en todo esto. Pero quiero tocar hoy algunas otras áreas que desarrollas más a fondo en este estudio.
Y mientras pensamos en cómo ayudamos a los niños a llegar a un lugar donde su fe sea de ellos, donde ya no están yendo detrás de la espiritualidad de sus padres o a abrazar la fe de sus padres, sino que ellos están desarrollando su propia fe.
Betsy, eres la madre de más edad aquí en este grupo. Y no creo que te importe que yo esté diciendo eso porque tus hijos ya son mayores y ahora tienes nietos. Así que has visto a Dios traer a tus hijos al lugar donde su fe ya no es tuya, sino la fe de ellos. Y uno de los aspectos importantes de esto, y lo sé por mi propia educación, y tú haces hincapié sobre esto en el estudio, es la importancia de crear un ambiente que sea propicio para el crecimiento espiritual.
Betsy: Exactamente, así es.
Nancy: Pienso en la analogía de un invernadero donde pones tiernas plantas o retoños, para ayudarles a desarrollar raíces hasta que son lo suficientemente maduras como para ser puestas afuera y poder resistir las tormentas y los ataques del clima. Pero pienso que muchos padres que veo hoy en día están, creo, exponiendo –sin pensar– a sus hijos a todo tipo de cosas mundanas y no bíblicas, filosofías, visiones del mundo, y luego se preguntan por qué sus hijos, al llegar a los veinte o veintiuno o veinticinco años dicen: «Ya no estoy interesado en las cosas cristianas». Bueno, los hijos están respondiendo al apetito que han cultivado en ellos.
Betsy: Así es. Los hijos están siendo tan influenciados por el mundo en estos días… Antes solía ser mucho más fácil proteger tu hogar que hoy en día, porque ahora el enemigo puede venir a través de tus paredes invisiblemente a través de la conexión inalámbrica. Puede venir a través de los teléfonos celulares de tus hijos y por diversas influencias. Lo que veo hoy en día en los medios de comunicación es realmente chocante para mí en comparación con lo que he visto hace veinte años…me espanta solo ver lo que es apropiado o está permitido hoy en día en todos lados.
Nancy: Y sin embargo estamos viviendo en este mundo.
Betsy: Así es. Estamos viviendo en esto.
Nancy: ¿Y no quisieras encerrar a tus hijos como en un armario y criarlos sin ninguna conciencia de lo que está pasando? Entonces, ¿qué opinan ustedes de esto?
Betsy: Realmente quisiéramos pero no podemos aislarlos y simplemente decir: «No puedes tener ningún contacto con el mundo». Tienen que estar protegidos pero no aislados. Pero la razón es porque el corazón es depravado. Y simplemente aislarlos no va a ayudar a su corrupción. Así que, obviamente, queremos crear un ambiente donde nuestros hijos no tengan este constante acceso y exposición. ¿Pero sabes qué? Eso va a suceder.
Yo estaba hablando con una madre recientemente y me dijo que su hijo pequeño vio algunas fotos que no debía haber visto. He hablado con otras madres cuyos hijos son abusados. Cosas horribles suceden. Así que tenemos que encontrar la manera en que vamos a lidiar con estas cosas, sabiendo que, incluso por accidente, nuestros hijos van a ser expuestos a cosas que en nuestros corazones nunca querríamos que supieran o vieran en lo absoluto.
Nancy: Gina, en este momento tú eres una madre sola con seis hijos, tres adolescentes y luego un conjunto de tres más jóvenes.
Gina Cho: Así es.
Nancy: ¿De qué forma has pensado acerca de todo esto de guardar los corazones de tus hijos, de protegerlos, pero también de no aislarlos?
Gina: Tuvimos una muy interesante temporada donde pasamos por todos los diversos métodos de enseñanza, y vi como pueden ser expuestos a cosas en diversas etapas. Y el Señor fue tan misericordioso en mostrarme los pros y los contras de cada uno: la educación pública, la educación privada y la educación en el hogar.
Fue realmente un gran temor o una preocupación, porque en realidad nadie tenía el equilibrio o las respuestas adecuadas.
Y es diferente para cada familia. Pero al tener esta dicotomía de dos grupos de hijos, me di cuenta de que la televisión realmente no puede estar encendida incluso con programas inocentes que están en la televisión básica sin que yo esté pendiente de lo que están viendo. Incluso los dibujos animados y las cosas que creerías que son inofensivas, promueven mensajes que son tan sutiles que en realidad son anticristianos y antibíblicos.
Así que tuvimos que poner algunas barreras protectoras en nuestra casa –de hecho las acabamos de poner este año. Fue un reto para ahorrar dinero, así como los dolores del corazón y de cabeza. Hemos decidido deshacernos de la TV por cable. Pensé que iba a ser la cosa más difícil. En realidad no vemos mucha televisión, pero ha sido una bendición encubierta.
Muchas veces los padres dan demasiadas opciones a sus hijos. «¿Quieres A, B, C, D, o E?» Bueno, una de las mejores cosas que he aprendido de Betsy años atrás, es que no es necesario abrumarlos con tantas opciones y ponerlos en el asiento del conductor en todo momento. Es bueno darles tal vez dos opciones si es apropiado para su edad y eso realmente me ayudó a redefinir cuáles son nuestras metas para nuestra familia.
Una cosa, también, con el iPod y la música, veo un montón de madres quejándose de las dificultades de sus hijos y a lo que están expuestos, pero entonces ellas lo están financiando todo. Así que una regla en nuestra casa es que no pagamos por las tarjetas de iTunes o cualquier cosa que no sea música cristiana. Eso solo lo puedes hacer por un tiempo, ya luego crecen y se hacen estudiantes de secundaria, y ya es más difícil controlarlo, pero si pagan ellos mismos el costo…incluso que tratemos de monitorearlo, ya sabes, no canciones con obscenidades y cosas por el estilo. Pero es un reto diario. Resulta abrumador a veces, claro.
Betsy: Creo que una parte importante en este caso es que cuando tu hijo se encuentre con el mal, y les hemos enseñado lo que es el mal, lo que el mundo es y cómo está en contra de las cosas de Dios, que huyan. Necesitan aprender a huir de la tentación. Pero entonces ellos también necesitan decidir internamente cómo manejan esas cosas. A veces tienen simplemente que aprender a arrepentirse de esas cosas y apartarse. Pero la clave es construir el autocontrol en su vida, pero no solo un autocontrol conductual externo, tiene que ser una rendición interna, una rendición al Señor. Dice: «No pondré cosa abominable ante mis ojos». Es solo cuando los niños crecen con estas lecciones, cuando se encuentran con esas cosas, que saben que tienen un camino de regreso al Señor a través del arrepentimiento. Y otras veces tienen que reconocer el mal y simplemente decir: «Huyo de eso». Entonces, poder venir y decirles a sus padres, porque con la gracia de Dios tendrán ese tipo de relación con sus padres, que les permitan hablar con ellos acerca de eso.
Creo que lo más grande es realmente tener una buena relación entre padres e hijos. Tienes que tener normas familiares establecidas cuando tus hijos son muy jóvenes, así no crecerán pensando que eres mala y que solo les estás impidiendo hacer todo lo que sus otros amigos hacen. Por eso es importante establecer esa conexión.
Nancy: ¿Qué tan importante es permitirles a tus hijos, mientras se convierten en adolescentes, el decir, expresar lo que piensan y lo que sienten acerca de las reglas, de los límites, de las políticas de tu familia? ¿Qué tanto les permites opinar en eso?
Betsy: Bueno, a veces teníamos una «reunión familiar», nos gustaba llamarle así. Pero en cuanto a convicciones bíblicas de las que hemos hablado anteriormente en la semana, esos son los principios dados por Dios que son inamovibles.
Nancy: Pero las cosas que no son absolutas, que no están claras –porque no es que la música y los iPods sean pecaminosos. ¿Qué tanto les permites hablar y expresar lo que están pensando, la presión de los compañeros que están sintiendo o los deseos que tienen?
Betsy: Bueno, en un principio, mamá y papá tienen que decidir los estándares y apegarse a ellos. Esto debe ser apropiado según la edad, porque tal vez tu respuesta ante eso a un niño de diez años va a ser completamente diferente a la de un joven de dieciocho, donde quizás puedas decir, «sabes, entendemos esto. Bien, queremos ver qué tipo de decisiones sabias vas a tomar».
Nancy: Pero desde luego no empiezas eso a los dieciocho años.
Betsy: No, claro que no, lo inicias cuando son pequeños. «Estas son las cosas que escuchamos. Es por esto que no las escuchamos; es por esto que sí las escuchamos», y así sucesivamente.
Nancy: Pero ¿qué tal acerca de soltar un poco la cuerda? No comienzas tampoco cuando tienen dieciocho años…
Betsy: No, no, no. Realmente lo inicias entre las edades de cinco y doce años cuando les estamos dando un poco de libertad para ver cómo responden.
Nancy: ¿Así que los dejas empezar a tomar algunas decisiones?
Betsy: Sí, pero cuando se trata de los estándares y convicciones personales de la familia, eso es una historia completamente diferente. Tú y tu marido deciden, «de esto es que se trata nuestra familia», y ustedes se apegan a esto. De hecho, junto mis dedos así y digo: «Papá y yo somos así. Esto es lo que hemos decidido». Y realmente tienes que aferrarte a eso, porque los niños lo pondrán a prueba en cada etapa del camino, y no puedes ser vacilante. Yo diría que realmente es otra historia cuando se trata solo de guiarlos al influenciarlos a tomar decisiones sabias.
Estas serían más bien convicciones personales que tienes para tu familia, estándares que tienes. Esto es lo maravilloso de los niños. Cuando ves a tus hijos te das cuenta si están interiorizando estas cosas por sí mismos. Y eso es lo que llamamos verlos «apropiarse de su fe».
Nancy: Y para saber esto, me parece que realmente tienes que mantener las líneas de comunicación abiertas. ¿Algunas de ustedes, alguna vez, tuvieron un hijo que durante la adolescencia se fue a su habitación, cerró la puerta y se retiró?
Betsy: Sí. Esta es la cosa más maravillosa que alguna vez hicimos en nuestra familia, y fue completamente por accidente. Mi marido sabe que siempre estoy haciendo algo. Mi marido era más relajado y me decía, «ven a conversar conmigo, ven a visitarme». Él siempre utiliza la palabra visita, y creo que es tan lindo… Pero, dice, «ven a la sala de estar conmigo después de la cena». Y yo le decía, «no tengo tiempo para hacer eso. Tengo que hacer esto, esto, esto y esto». Y él me decía: «No, no, no, solo ven y siéntate y visítame». Y entonces yo iba por quince minutos y él me hacía sentar tranquila. Yo apenas podía; siempre estaba moviéndome.
Con el tiempo, aprendí a solo sentarme allí. Nos sentábamos allí y lo que comenzó como quince minutos se convirtió en media hora, una hora, a veces dos horas. Sin televisión en esa habitación en absoluto, ya que habría sido muy tentador encenderla, y no hubiéramos tenido esos 20 o 30 años de comunicación que hemos tenido en ese silencio.
Pero lo que ocurría allí es que hablábamos de todo. ¿Y sabes qué? Nuestros hijos no se iban a sus habitaciones, incluso en la adolescencia. Venían después de la cena, después de los deportes, iban arriba, se daban una ducha rápida y venían abajo a sentarse en la sala de estar con nosotros.
Nancy: ¿A visitar con papá?
Betsy: Una visita familiar. Hablábamos de esas cosas posibles de la vida familiar y no había nada interfiriendo en esto –ningún medio de comunicación interfiriendo. Puedo recordar a mi hijo, Lee, tirado en el suelo escuchando todo eso cuando solo tenía tres años de edad. Y luego, cuando tenía veinte años, todavía tirado en el suelo. Y yo dije: «Lee, en serio, puedes sentarte en el sofá ahora».
Se convirtió en un hábito familiar, una tradición, porque mi esposo decía: «Ven a visitarme». Y al hacerlo, nuestros niños querían ser parte de eso. Y no eran televidentes. No eran niños de sentarse en una habitación. Ellos venían a ser parte de eso porque comenzó desde que eran jóvenes.
Nancy: ¿Y entonces cómo lidiaban con las actitudes? Sé que es de esperarse que los adolescentes se aburran, que se incomuniquen, no todos, pero muchos. Solo creo que muchos padres simplemente asumen que esto es natural…¿sería lo correcto dejarlo pasar? ¿O deben abordar esto con ellos?
Stef Caterer: Bien Nancy, creo que esto debe empezar cuando son chicos. Veo estos chicos que tienen diez, once, doce años y están caminando alrededor en nuestra iglesia. Tienen una actitud y el pelo todo arreglado. Caminan arrastrando los pies, y yo pienso, «mi hijo no va a ser así».
Nancy: Bueno y no son solo los chicos.
Stef: Es cierto. Pero estoy mirando a los chicos porque mi hijo tiene diez y mi Phoebe tiene cinco años. Así que voy a mirar a las chicas más tarde. Hablo con mamás que dicen, «bueno, tu hijo no es así. ¿Qué hiciste, que tu hijo no hace eso?» Y ella simplemente me dice que le llama la atención.
A veces como madres somos perezosas. «Oh, es solo una actitud. Voy a dejarla pasar». Hay una diferencia entre dejarlo pasar y la gracia. No podemos dejarlo pasar cuando es un asunto del corazón. Lo estoy viendo en estos niños en los que es un asunto del corazón y necesitamos hacerlo, y no estoy juzgando a los niños. Quizás suene que estoy juzgando, pero hace falta ir al corazón.
Cuando hablo con las madres y me dicen, «tus hijos parecen más gozosos» o «todavía están contigo y son abiertos y están hablando contigo». Les digo, «tengo su corazón. Me aseguro de tener una línea de comunicación abierta con ellos. Tienes que ser así con tus hijos».
Gina: Es interesante porque cuando mi esposo no está cerca para corregir eso de inmediato, tienes la responsabilidad de ser tanto la madre disciplinaria como la madre amorosa, que es un equilibrio difícil. Pero para responder directamente a tu pregunta, estoy de acuerdo con que hay que abordarlo de inmediato, porque teniendo tres pequeños que están aprendiendo de los hermanos mayores, mientras más permitas un comportamiento pecaminoso y creas que es solo por esta vez, eso crece y se vuelven inmunes a la corrección. Ellos piensan que está bien hablarle a mamá de esa manera, incluso cuando tienen cinco años, a veces. Por lo tanto, es un reto porque a veces no tienes la energía o la convicción.
No tienes ganas de hacerlo. Pero solo sabes que es un mandamiento del Señor.
Mi hijo mayor tiene quince años y mide seis pies ahora y estaba muy molesto conmigo por corregirlo. «Siento que siempre estás sobre mí», me decía, ¿cuál es el problema? Mis amigos hacen cosas peores». Le dije: «¿Sabes qué? Me siento como si te viera corriendo hacia un carro en movimiento, y haría cualquier cosa para salvar tu vida. Es un ejemplo dramático, pero cuando te veo ir por ese camino equivocado, es el corazón de una madre que quiere salvarte de la ruina. Si no hago algo ahora, no me quiero arrepentir un año más tarde cuando esté fuera de mi alcance».
Así que solo le pido al Señor que me de comprensión y gracia, y que mi hijo pueda entender, «mi mamá me ama, y por eso me está corrigiendo».
Betsy: Otra forma como esa gracia fluye, si has criado a tus hijos de esta manera, es que ellos cultivan entendimiento. Ellos tienen el entendimiento de «he hablado irrespetuosamente a mi mamá». Están agradecidos cuando vienes a ellos. Pero a veces tienes que dejar que ellos sientan ese pesar en su corazón y dejar que ellos se acusen a sí mismos. En esos casos solo dices, «no te voy a responder a eso». Es una prueba. Y luego los ves venir y decirte, «mamá, lo siento mucho».
Nancy: Y ¿qué importancia tiene para sus hijos el ver que ustedes dicen que lo sienten y que buscan el perdón cuando son ustedes las que tienen una mala actitud? ¿Les sucede eso en casa?
Betsy: Claro que sí. No admitir una equivocación es una de esas cosas que los exasperan.
Stef: Bueno, cuando estamos disciplinando a un niño con más frecuencia de lo habitual, y pasas ese mal rato entre tú y tu hijo con frecuencia… Esos son los momentos en que siento que necesitas pasar más tiempo con ellos entre disciplinas… algo así como llevarlos a lugares seguros donde no vayan a portarse mal. Los llevas a tomar un helado, o vas a dar un paseo con ellos. Los sacas de la casa solo para tener un tiempo entre tú y tu hijo. Independientemente de cualquier otra cosa que esté alrededor, lo que estás haciendo es cultivar tiempo que no tiene nada que ver con el tiempo de disciplina o regaños. Realmente necesitas construir ese tiempo adicional con ellos en momentos de mucha disciplina.
Gina: Así es. Esa es una de las enseñanzas más prácticas en este estudio. Betsy habla de un tiempo en particular con cada niño uno a uno, al menos una vez por semana o cada dos semanas. Es un reto con seis hijos, pero ha sido una de las cosas más fructíferas. Es tiempo positivo, no de corrección ni de estar encima de ellos.
Nancy: Bueno y hay tanto más que pudiéramos compartir de este estudio y de su experiencia de vida como madres que sería útil; pero nuestro tiempo se ha agotado. Solo quiero animar a nuestras oyentes, las que están en una temporada de crianza, tal vez recién casadas que están pensando en entrar en la maternidad, que están en tiempos de sentar las bases para su propio matrimonio y su propio caminar con el Señor. Este es un recurso para ti.
Es un libro bastante grueso. No es uno con el que te sentarás para leerlo de una sentada. Pero será un recurso muy enriquecedor para tu familia por muchos años. Si visitas avivanuestroscorazones.com podrás ver la transcripción y allí verás el enlace para el ministerio de Betsy, Entrusted Ministries. Los recursos están en inglés, pero el libro ya ha sido traducido al español en forma Kindle en Amazon. Es un excelente estudio para hacerlo con tu esposo o con un grupo de tu iglesia.
Annamarie: Nancy DeMoss Wolgemuth ha estado hablando con Gina Cho, Stef Caterer y Betsy Corning, autora del libro titulado, Me ha sido confiado el corazón de un niño, en el cual se basa esta serie. Si lo que has estado escuchando ha sido de edificación para tu vida, te animo a profundizar en esto adquiriendo el libro y compartiendo su contenido con más mujeres.
Ahora Nancy regresa para despedir a nuestras invitadas y cerrar en oración.
Nancy: Quiero darles las gracias, Betsy, Gina y Stef, por derramar sus vidas en otras mujeres y por su corazón para vivir estos principios, y para verlos reproducidos en otras. Así que muchas gracias por estar con nosotros aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Y al finalizar esta conversación, el versículo que me viene a la mente está en el Salmo 102, el versículo 18 que dice: «Esto se escribirá para las generaciones futuras; para que un pueblo aún por crear alabe al Señor».
Oh Señor, nuestro corazón y nuestro deseo no es solo tener familias ejemplares, no es solo tener hijos fáciles de criar, o tener hijos que pueden ser exhibidos, sino que la generación aún por venir pueda alabarte porque Tú eres digno de alabanza. Señor, queremos que nuestras vidas y las de la próxima generación y las generaciones que están por nacer, te amen, te conozcan, caminen contigo, te honren y te sirvan, porque Tú eres digno de toda nuestra alabanza. Oro esto en el nombre de Jesús, Amén.
Annamarie: Amén. Asegúrate de acompañarnos el lunes para una próxima serie de Aviva Nuestros Corazones.
Invitándote a pasar de manera intencional las verdades de la Palabra de Dios a la próxima generación, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de La Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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