¡Guarda mi corazón! | Día 1
Carmen Espaillat: Nancy DeMoss de Wolgemuth te pregunta: "¿Cómo está tu corazón?"
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Para algunas de nosotras que somos como fariseas religiosas del siglo XXI, podemos saber lo que es correcto y hacer lo que es correcto, y podemos impresionar a todo el mundo a nuestro alrededor que piensa que somos realmente rectas, pero todavía tener un corazón que está tóxico, un corazón amargado, resentido, egoísta y orgulloso. Y aquí está el asunto, Dios conoce nuestros corazones.
Carmen: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
En unos momentos escucharemos a Nancy mientras inicia una nueva serie acerca de sus motivos personales de oración, pero primero escucha este testimonio de tres hermanas radicadas en España.
Testimonio Miriam, Marga, y Kenia:
Miriam: Hola mi nombre es Miriam y recientemente Dios me ha llamado a trabajar en el ministerio …
Carmen Espaillat: Nancy DeMoss de Wolgemuth te pregunta: "¿Cómo está tu corazón?"
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Para algunas de nosotras que somos como fariseas religiosas del siglo XXI, podemos saber lo que es correcto y hacer lo que es correcto, y podemos impresionar a todo el mundo a nuestro alrededor que piensa que somos realmente rectas, pero todavía tener un corazón que está tóxico, un corazón amargado, resentido, egoísta y orgulloso. Y aquí está el asunto, Dios conoce nuestros corazones.
Carmen: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
En unos momentos escucharemos a Nancy mientras inicia una nueva serie acerca de sus motivos personales de oración, pero primero escucha este testimonio de tres hermanas radicadas en España.
Testimonio Miriam, Marga, y Kenia:
Miriam: Hola mi nombre es Miriam y recientemente Dios me ha llamado a trabajar en el ministerio de mujeres, en mi pequeña iglesia local que se encuentra en la provincia de Barcelona juntamente con dos hermanas más Kenia y Marga.
Kenia y yo dedicamos un largo tiempo de preparación y de oración con el objetivo de sentar unas bases solidas para este ministerio. Y de ahí surgió la necesidad de apartar un espacio para las más jovencitas, del que ha pasado a ocuparse Marga.
Hace apenas un mes reanudamos las reuniones de mujeres tras más de un año sin actividad, dispusimos la sala donde iba a tener lugar la reunión, una pequeña merienda y unas diez sillas, dado que normalmente solían ser unas siete u ocho mujeres. Preparamos unas 24 tarjetitas para un juego inicial que tenía como objetivo emparejar mujeres de generaciones diferentes para tener un tiempo de compartir, orar juntas y tomar el compromiso de seguir orando en casa hasta la siguiente reunión.
¡Pero la asistencia nos dejó perplejas! Tuvimos que añadir algunas sillas más antes de empezar la reunión, y a medida que iba avanzando fueron apareciendo más y más mujeres de todas las edades hasta que sorprendentemente llegamos a ser un total de 29 mujeres, me quedé sin tarjetitas para todas y abrumada por el deseo por el deseo que Dios estaba sembrando en las mujeres de nuestra iglesia, por esa inquietud de estar juntas, por tener comunión, por compartir, por esa sed de Dios, de aprender de Su diseño para la mujer.
Una vez terminó el juego, Kenia continuó con la reunión y paralelamente Marga tuvo una reunión solamente con las jovencitas.
Marga: Yo soy Marga y vivo a 40 Km de Barcelona, España, cuando echo la vista atrás, veo como Dios ha ido trabajando en mi vida, pero desde hace un par de años Él lo ha estado haciendo de una manera más específica, acerca de cuál es el precioso diseño que Él tenía desde el principio para mí, no ha sido fácil, bueno no lo está siendo, ya que por mi carácter y el ambiente en el que he crecido es algo antinatural para mí, pero por la gracia de Dios y el poder de Su Espíritu Santo Él está haciendo Su obra en mí.
No lo he dicho antes, pero Dios nos ha bendecido a mi esposo y a mí con tres preciosas hijas, y ahora sé que no es casualidad, Él ha puesto una carga en mí por transmitirles a ellas desde su niñez, el hermoso diseño que Dios en Su Palabra tiene para ellas, y esa carga se ha extendido a las jovencitas. De ahí surgió la oportunidad de colaborar en el ministerio de mujeres, trabajando con ellas.
Así que después de orar y confirmar esa inquietud, llegó el día y ¡wao, realmente nuestro Dios es grande y hacedor de maravillas! 24 mujeres y 5 jovencitas. Fue un tiempo de bendición, un tiempo en el que tuvimos una primera toma de contacto, en el que Dios nos concedió ver que estas jovencitas tienen sed por saber que dice la Biblia acerca de las cosas que a ellas les preocupan, cosas tales como: ¿qué dice acerca de cómo debo vestir? O ¿cómo debe ser la relación con mis padres?
También propusimos confeccionar un diario bíblico y están entusiasmadas por empezarlo, que Dios nos de gracia y amor para transmitirles las verdades de Su Palabra a esta generación.
Doy gracias a Dios por Aviva Nuestros Corazones, porque Él ha usado y sigue usando este ministerio como un recurso para acercarnos a Él, y a la vez nosotras compartirlo con otras mujeres como Kenia hizo en nuestra primera reunión.
Kenia: Yo soy Kenia, conocí el ministerio de Aviva Nuestros Corazones a través de mi esposo Danny, quien me suscribió a la página web para que recibiera el enlace diario al programa radial. Hace más o menos un año empecé a trabajar más o menos de manera disciplinada los recursos de la web.
A raíz de aquí el Señor ha ido trabajando en mi corazón en diferentes aspectos sobre la feminidad bíblica, y por Su misericordia he llegado a amar y abrazar el precioso diseño bíblico para la mujer. Bien, hace medio año aproximadamente, los pastores de nuestra iglesia me preguntaron qué me parecería dirigir junto a otra hermana el ministerio de mujeres. Mi primera reacción fue: ¡Esto no es para mí!
Pero por otro lado estaba eufórica por compartir con otras mujeres, todo esto que estaba aprendiendo, así que acepté el reto que el Señor me estaba poniendo delante.
Después de un tiempo orando, estudiando la palabra, pidiendo consejo y sentando las bases de nuestro ministerio femenino, decidimos empezar nuestras reuniones compartiendo la serie de Nancy Lee DeMoss, El hermoso diseño de Dios para la Mujer, Viviendo Tito 2:1-5. En nuestra primera sesión pudimos compartir un resumen de los dos primeros programas de la serie, la cual continuaremos durante los próximos meses hasta acabarla.
Remarcamos la importancia de estrechar relaciones entre las diferentes generaciones para poder transmitir el Evangelio a las más jóvenes, tal como se nos manda en Tito 2, y también fuimos retadas a vivir vidas contracultura.
Pedimos al Señor que nos siga usando a llevar y vivir con fidelidad Su Palabra, y que cada vez más mujeres lleguen a abrazar el hermoso diseño de Dios para la mujer.
Carmen: Gracias, Miriam, Marga, y Kenia. Es tan bueno escuchar la forma como Dios está obrando alrededor del mundo, quiero animarte a orar por estas hermanas en Barcelona, que Dios las bendiga mientras ellas estudian Su Palabra y tienen comunión unas con otras.
La oración es parte integral de todo lo que hacemos aquí en Aviva Nuestros Corazones. Y queremos retarte a hacer de la oración parte central de tu propia vida. Si eres como yo ¡esto no es algo fácil de hacer! Aquí está Nancy para hablarnos un poco más acerca de la oración.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Una de las cosas que el Señor ha puesto en nuestros corazones aquí en Aviva Nuestros Corazones es que este año 2016 sea un año de oración.
Ahora, cada año debería ser un año de oración para todas nosotras, pero le estoy pidiendo al Señor que de una manera especial me haga más una mujer de oración. Y eso ha sido algo difícil en mi vida. ¡Me encanta estudiar la Palabra, pero la oración es muy difícil para mí!
Le doy gracias al Señor por los intercesores que mantienen este ministerio vivo, que me ayudan a seguir adelante y estoy tan agradecida por ese ministerio. Pero quiero que eso sea más un ministerio para todas nosotras. Así que, a través de este año vamos a estar haciendo un llamado a las mujeres a orar…a que las mujeres se conviertan en mujeres de oración…
… Orando por nuestros matrimonios, nuestras familias, nuestras iglesias, nuestras comunidades, nuestra nación, nuestro mundo… pero también queremos aprender mejor cómo debemos orar por nosotras mismas. Orar por nosotras mismas no tiene nada de malo. La Escritura nos ayuda a saber por qué orar.
En la medida en que pienso en mi vida, hay un número de peticiones personales que he hecho al Señor a través de los años con más frecuencia que cualquier otra. He orado estas cosas una y otra vez – a veces en voz alta, a veces solo expresando el deseo de mi corazón al Señor.
Así que, aquí en el comienzo de este nuevo año, y particularmente en el mes de enero, quiero que nos enfoquemos en diez de esas peticiones. En la medida que hablamos de cada una de ellas diariamente, quiero compartir algunas de mis propias meditaciones. Pero esto no es una serie expositiva. A veces tomamos un pasaje de la Escritura y lo explicamos…
…pero vamos a hacer una serie más temática, y cada día tomaremos una de estas diez peticiones que he orado una y otra vez, y te diré algunas de las cosas que oro particularmente (algunas de mis meditaciones acerca de ese tema). Y quiero animarte a que hagas estas peticiones tuyas a través de este año que comienza.
Déjame decirte cuales son las diez peticiones, y nos enfocaremos en la primera en el día de hoy, luego seguiremos con las demás en los próximos días.
La número uno, la primera;
- Guarda mi corazón. (He orado eso quizás más veces que cualquier otra oración a lo largo de mi vida.)
- La segunda, Lléname con Tu amor.
- La número tres, Lléname con Tu Espíritu.
- La cuatro, Que sea vestida en humildad.
- Número cinco, Hazme una sierva.
- Número seis, Guarda mi lengua. (¡Algunos días quizás esa debería ser la primera!)
- Siete, Dame sabiduría y discernimiento.
- Ocho, Dame un espíritu agradecido.
- Nueve, Enséñame a temer al Señor.
- Diez, Ayúdame a caminar por fe y no por vista.
Y mientras leo la lista —y te voy a leer la lista entera sin números:
- la número uno es guarda mi corazón (y he orado eso quizás más veces que cualquier otra oración a lo largo de toda mi vida),
- luego, lléname con tu amor, lléname con tu Espíritu,
- que sea vestida de humildad,
- hazme una sierva,
- guarda mi lengua (y esa quizás debiera ser la primera en algunos días)
- dame sabiduría y discernimiento,
- dame un espíritu agradecido,
- enséñame a temer al Señor
- ayúdame a caminar por fe y no por vista.
Y mientras leo la lista, me doy cuenta que no están en un orden especifico, porque cualquiera de estas peticiones puede ser la primera…pero las vamos a ver en ese orden.
Y nuestro equipo ha desarrollado un recurso interactivo que va junto con esta serie. Incluye un material que tiene algunas citas de las Escrituras debajo de cada una de estas diez peticiones, con el fin de que puedas orar con ellas a Dios acerca de ese tema.
La herramienta tiene algunas citas de otras personas o estrofas de himnos que tienen que ver también con ese tema. Y también hay un espacio para que escribas tus propias meditaciones y tus respuestas a Dios en esa área. Incluye lo que nosotros llamamos preguntas para “Personalízalo”, ¡personalízalo! para ayudarte a hacerlo más práctico en tu vida.
Así que no solo es algo que dices – como por ejemplo, “Señor guarda mi corazón” – sino que es algo en lo que trabajas, meditas, y oras a Dios hasta que se convierta en parte de tu vida.
También está incluido con ese libro un set de cinco tarjetas, todas iguales. Cada tarjeta tiene estas diez peticiones escritas para que las puedas poner en diferentes lugares y las puedes ver y puedas tenerlas por donde quiera y puedas compartirlas con otras personas. Encuentro que si solo tengo una y la pongo en mi Biblia, luego cuando voy en mi carro o en mi estudio quiero recordarlas allí también.
Y con estas cinco tarjetas, puedes acordarte en diferentes horas del día o la noche, donde quiera que estés, puedes estar orando por estas diez cosas y hacerlas parte de tu vida de oración a través de todo este próximo año. Puedes descargar todo esto en nuestra página avivanuestroscorazones.com
Puedes también compartir el material con otras y al hacerlo, no solo estas contribuyendo a bendecir a tus amigas con esos recursos, sino que más allá estás haciendo posible que este ministerio alcance los corazones de mujeres alrededor del mundo, llamándolas a libertad, plenitud y abundancia en Cristo.
Y aquí está la primera petición personal (la primera de las diez):
¡Guarda mi corazón! Una y otra vez he orado esto. La palabra “corazón” es usada más de mil veces en la Biblia. Ocasionalmente se refiere a ese órgano palpitante que bombea sangre y nos mantiene vivas, el centro de actividad física que sostiene y mueve el resto del cuerpo.
Pero más a menudo, cuando ves la palabra “corazón” en la Escritura, se refiere a esa parte invisible de nuestra mente, de nuestra voluntad, nuestras emociones, y todas estas cosas están inseparablemente conectadas. Nuestros pensamientos son parte de nuestro corazón, lo que sentimos (nuestras alegrías, nuestras tristezas, nuestros temores, lo que amamos, lo que deseamos) todo está ligado al corazón.
Nuestros afectos, las decisiones que tomamos, como actuamos…nuestra conciencia. Todas estas funciones son parte de, y estan controladas por, lo que la Escritura llama “el corazón”. No es el corazón físico, sino el centro de control invisible para todos esos aspectos de nuestras vidas.
Y la condición de nuestro corazón es crítica. Antes de venir a la fe en Cristo nuestra condición era caída, pecaminosa, no regenerada, la Escritura dice que nuestros corazones son necios, perversos, inclinados a pecar, inclinados en contra Dios y en contra Su ley moral.
Y en este estado, nuestros corazones son caídos, depravados y pecaminosos. ¡Y ese es el tipo de corazón con el que naciste, con el que nacemos! ¡Ese bebé tan dulce y pequeño…es un pecador! Es un pecador caído y depravado; creado en la imagen de Dios, sí, pero inclinado a pecar.
Ese niño no es un pecador porque peca; ese niño crece como pecador porque es un pecador. Desde el tiempo de Adán y Eva en adelante, nacemos en esa condición caída y pecaminosa, nacemos con corazones depravados, pecaminosos.
Pero, ¡alabado sea Dios! en el nuevo nacimiento – en nuestra conversión, en nuestro punto de regeneración – Dios nos da un nuevo corazón, y eso es lo que la Escritura nos dice. ¡y gracias a Dios por eso! ¿Pero, te has dado cuenta que tienes un corazón nuevo pero vives en “los viejos caminos”? ¿Yo no soy la única que experimento esto? .
Lo que pasa es que, mientras que estemos en este mundo caído, nuestros corazones todavía son vulnerables a ser influenciados por el mundo: el mundo a nuestro alrededor, el sistema del mundo, nuestra carne, y el pecado que mora en nosotras. No ha sido removido y no será completamente removido hasta que veamos a Jesús y seamos como Él.
Y entonces también tenemos al diablo que trabaja con todos sus secuaces para hacer que vivamos en nuestra vieja manera de vivir y no como nuevas criaturas con un nuevo corazón.
Ahora, si nuestro corazón tiene toxinas, si no está inclinado al Señor y a Sus caminos, lo que sale de nuestro corazón va reflejar eso. Jesús dijo en Marcos capitulo 7:21, 22, “Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez…” ¡Y tú puedes agregar cualquier otra cosa que quieras a esa lista! Si tu pecado no se mencionó ahí, puedes simplemente agregarlo.
¿Pero de dónde vienen esas cosas? No es, “¡El diablo me hizo hacerlo!” No es, “Mi mamá me dejo caer de cabeza cuando yo tenía dos años, y por eso he tenido esta inclinación hacia… cualquier adicción, desde entonces”. Al final son mis genes o cualquier otra cosa…
No lo que nos hace pecar es que nuestros corazones están envenenados, nuestros corazones tienen la inclinación a pecar. De adentro del corazón del hombre, salen estas cosas. Si nuestro corazón es puro y lleno de Cristo y Su Palabra y Sus caminos, lo que saldrá en nuestro comportamiento, en nuestro hablar, en nuestras acciones, nuestras actitudes… Todo esto reflejará la pureza de nuestro corazón.
Tendemos a evaluarnos y juzgarnos a nosotras y a otras por lo que podemos ver, lo que podemos observar, lo que podemos escuchar, pero lo que hacemos y decimos – las cosas que son visibles externamente–son lo que desborda de lo que está en nuestros corazones.
Ahora aquí está el problema…para algunas de nosotras que somos como fariseas religiosas del siglo XXI, podemos saber lo que es correcto y hacer lo que es correcto, y podemos impresionar a todo el mundo a nuestro alrededor que piensan que somos realmente rectas, pero por dentro en realidad no estamos bien. Tenemos un corazón injusto. Pero el hombre mira la apariencia externa.
Sabes, ¡yo he sido una “buena niña” desde que nací! En mi hogar, prácticamente no tenías otra opción. Te ibas a portar bien. Iba a la iglesia y hacía cosas buenas, pero Dios es el que ve mi corazón y sabe por qué estoy haciendo lo que estoy haciendo.
Él sabe lo que realmente siento hacia la persona o la mujer con la que estoy hablando, que estoy actuando como que realmente me importa su larga historia – pero que en realidad por dentro estoy pensando, “¿Cuándo ella va a terminar?” [Mujeres ríen] Ahora, yo sé que tú nunca has hecho eso, así que detesto ser tan vulnerable, pero lo que les digo es que– ¡mi corazón puede ser muy malvado!
Puedo decir las cosas correctas, conocer la teología correcta, hacer muchas cosas correctas, hacer un montón de cosas del ministerio – pero todavía tener un corazón que está tóxico – un corazón amargado o resentido, egoísta y orgulloso. Y aquí está el asunto: Dios conoce nuestros corazones.
Eso es lo que dice Lucas 16:15, Dios conoce tu corazón. ¡Él lo conoce! Y lo que Dios sabe es lo que realmente importa. El corazón es tan importante que por eso es que debemos ser protegidas, guardadas, preservadas para Dios. Al día de hoy, he caminado con Jesús por más de cincuenta y pico de años.
¡Y lo amo y estoy tan agradecida! Ha sido un largo tiempo, ha sido un gran peregrinaje, pero nunca, nunca llego al punto donde no necesito que el poder de Dios me guarde y proteja mi corazón. Si Él soltara mi corazón por un día, yo volvería a actuar como una pagana – por lo menos por dentro.
Dios conoce el corazón ¿verdad? Entonces lo necesitamos, necesitamos Su poder que nos guarda.
Así que cuando oro, “Señor guarda mi corazón,” estas son algunas de las cosas que estoy orando (y algunas de estas cosas estarán en el material en los recursos que tendremos disponible a medida que veamos cada una de estas diferentes peticiones). Así que no tienes que escribirlas todas. Puedes ir a nuestra página web y ver la transcripción, o puedes ver el folleto y tendremos algunas de estas peticiones para ti.
Así que cuando yo oro, “Señor, guarda mi corazón,” le estoy pidiendo a Dios que me dé un corazón completo, no dividido, un corazón que esté totalmente dedicado a Él. No la mitad de mi corazón, no un corazón dividido. Estoy orando lo que el Salmista oro en el Salmo 86:11: que dice “unifica mi corazón para que tema tu nombre.” Eso es parte de lo que estoy orando.
Estoy orando, “Señor, guárdame de cosas que distraerán mi corazón, que van a quitar mi enfoque de Ti”. Guárdame de trivialidades, cosas que no son dignas de Ti”. Estoy orando, “Señor, dame un corazón entero para Ti”.
También estoy orando, “Señor, guarda mis afectos…lo que amo, lo que valoro. Quiero amarte con todo mi corazón. Quiero amar lo que Tú amas, así que guárdame de cosas que robarán mis afectos. Guárdame de los ídolos, guárdame de amores menores. ¡Guárdame de amar cualquier cosa o a cualquier persona más de lo que te amo a Ti!” Así que cuando oro, “Señor, guarda mi corazón,” todo eso es lo que estoy orando… “Senor guarda mis afectos”.
También estoy orando, “Señor, guarda mi mente – guarda mis pensamientos. guardarme del engaño, De creer cosas que no son ciertas de Ti o de mi o de los demás, ¡ayudarme a traer todo pensamiento cautivo a la obediencia de Cristo! (2 Corintios 10) guarda mi mente.
También estoy orando, “¿Podrías protegerme del maligno?” Jesús oró esto por Sus discípulos y por nosotros en Juan 17:15. Cuando el dijo, “Oh, Dios, guárdalos del maligno.” Eso es parte de lo que estamos orando cuando oramos, ‘Señor, guarda nuestros corazones.’ Si Jesús oró eso por nosotras, ¿no crees que debemos orarlo por nosotras mismas? “Guárdanos del maligno. Guárdanos de sus artimañas sutiles, de las asechanzas del diablo…”
“…Guárdanos de sus ataques abiertos, protégenos. Guárdanos. Guárdanos de la tentación. Guárdanos del pecado. Cuando oro, ‘Dios, guarda mi corazón,’ estoy orando, ‘Señor guárdame de pecar. No quiero pecar’”. Pero soy propensa a veces a pecar, por eso, “Guarda mi corazón”.
El Salmo 19 habla de dos tipos de pecado de los cuales el Salmista quería ser protegido. Él oró primero por aquellos pecados escondidos, por aquellas “faltas escondidas,” (o pecados ocultos) esas cosas que quizás no podemos ver en nuestros propios corazones, y Él también oró que se le guardara de pecar insolente y voluntariamente.
“Señor, guárdame de cada tipo de pecado. Guárdame de la preocupación, de la ansiedad, del temor, del orgullo, del egoísmo”. Pon tu pecado en esa lista.
Estoy orando, “Señor, guarda mi corazón de amar el sistema de este mundo que es contra Dios. Ayúdame a amarte, ¡guarda mi corazón!”
Estoy orando, “Señor, mantén mi corazón tierno, dócil, sensible – tierno y sensible al Espíritu Santo. Dame una conciencia sensible, para que cuando contriste a Tu Espíritu Santo lo sepa y trate con eso inmediatamente. ¡Guarda mi corazón!
El Salmo 121 nos dice que el Señor es nuestro guardador. El es nuestro guardador, Él es que guarda nuestros corazones. Filipenses capítulo 4 habla acerca de la paz de Dios que “guardará nuestros corazones y nuestras mentes en Cristo Jesús,” en lugar de preocuparte por todo – ora por todo. Entonces la paz de Dios guardará…será como una fortaleza alrededor de tu corazón.
Entonces, si quieres que tu corazón sea guardado, deja de estar ansiosa, deja de preocuparte, y ora por todo. Y la Escritura dice que la paz de Dios pondrá una fortaleza, un guardia, alrededor de tu corazón.
Carmen: ¿Y tú? ¿Cómo está tu corazón? Nancy DeMoss de Wolgemuth nos ha estado animando a pedirle a Dios que nos ayude a guardar nuestros corazones, escucharemos un poco más sobre esto mañana y también acerca de otro de los motivos personales de oración de Nancy.
Si necesitas ayuda para desarrollar una vida de oración más consistente, considera obtener el folleto de “Peticiones personales” aquí en AvivaNuestrosCorazones.com
Este folleto contiene recordatorios alentadores de la Palabra de Dios, y también contiene espacio para que escribas algunos de tus propios pensamientos y oraciones. Para más información visita AvivaNuestrosCorazones.com
Queremos escuchar ¿cómo Dios está obrando en tu vida? Cuando vemos Su fidelidad y la forma como Él está bendiciendo a otros, ¡esto nos anima! Por favor no te quedes callada, puedes compartir a través de nuestra página de Facebook o en nuestro portal de internet. Si puedes grabar tu testimonio y enviarlo a nosotros, esto también pudiera ser muy alentador.
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Alguna vez te has preguntado ¿cómo Salomón con toda su sabiduría pudo haber hecho decisiones tan tontas? Nancy hablará de esto mañana cuando concluya la primera petición de oración, “Guarda mi corazón”.
Luego, ¿alguna vez le has pedido a Dios que llene tu corazón con Su amor? Escucharemos recomendaciones maravillosas de cómo hacer esto, y de por qué es importante. Esto será mañana en Aviva nuestros Corazones.
Todas las Escrituras fueron tomadas de Biblia de las Américas a menos que se indique otra fuente.
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