Expectativas correctas
Débora: El Pastor Crawford Loritts siente que muchas personas quieren que su pastor apoye su agenda. Pero ¿qué pasaría si los creyentes se acercaran así a sus pastores?:
Pastor Crawford Loritts: «Muy bien Pastor, esto es lo que tengo en mi corazón: ¿Cómo puedo contribuir y ajustar esto para asegurarme de que estoy maximizando mi contribución hacia donde se dirige la iglesia?»
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín, autora de ¡Vamos a la iglesia!. Hoy es 28 de marzo de 2023.
En unos minutos, Crawford Loritts compartirá el corazón de un pastor. Él te mostrará algunas formas prácticas de animar a los líderes dados por Dios en Su iglesia. Primero escucharemos a Nancy DeMoss Wolgemuth, ella nos llevará a las Escrituras para mostrarnos por qué es tan importante animar a nuestros pastores.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Hay un hermano …
Débora: El Pastor Crawford Loritts siente que muchas personas quieren que su pastor apoye su agenda. Pero ¿qué pasaría si los creyentes se acercaran así a sus pastores?:
Pastor Crawford Loritts: «Muy bien Pastor, esto es lo que tengo en mi corazón: ¿Cómo puedo contribuir y ajustar esto para asegurarme de que estoy maximizando mi contribución hacia donde se dirige la iglesia?»
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín, autora de ¡Vamos a la iglesia!. Hoy es 28 de marzo de 2023.
En unos minutos, Crawford Loritts compartirá el corazón de un pastor. Él te mostrará algunas formas prácticas de animar a los líderes dados por Dios en Su iglesia. Primero escucharemos a Nancy DeMoss Wolgemuth, ella nos llevará a las Escrituras para mostrarnos por qué es tan importante animar a nuestros pastores.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Hay un hermano en mi iglesia que fue pastor durante muchos años. Hace poco estuvimos hablando sobre este tema de cómo nosotros, como miembros de una iglesia, podemos apreciar, animar y apoyar a nuestros líderes espirituales. Me entregó una lista que escribió sobre las formas de desanimar a tu pastor. Quiero compartir algunas de ellas con ustedes.
Quince maneras en las que puedes desanimar a tu pastor:
- Escucha las Escrituras que se enseñan, pero no obedezcas sus enseñanzas.
- Muestra irritación cuando un punto importante en el mensaje del pastor lleva su sermón 5 minutos más allá del tiempo estipulado.
- Inicia una cadena de chismes.
- Llega constantemente 5 o 10 minutos tarde a los servicios de la iglesia. (Y agregaría a eso: sé esporádico en tu asistencia. Ven cuando lo desees o cuando puedas lograr que los niños se levanten a tiempo).
- Dile al pastor que la guardería, los niños pequeños no son tu responsabilidad.
- Sé sutilmente negativo acerca de la mayoría de las decisiones del liderazgo.
- Ve de paseo familiar los domingos durante el verano, en lugar de ir a la iglesia.
- Paga tan poco a tu pastor que no pueda mantener adecuadamente a su familia.
- Duérmete regularmente durante el sermón porque tus sábados por la noche están ocupados con actividades nocturnas.
- Habla frecuentemente sobre las debilidades de la iglesia.
- Nunca le dejes saber a tu pastor que estás orando por él y su familia.
- Cuando el liderazgo menciona necesidades financieras importantes, mantén tu billetera bien cerrada.
- Asume que los motivos de tu pastor son cuestionables.
- Asume que solo hay una forma de hacer las cosas y que tu forma es la correcta.
- Desaprueba verbalmente al nuevo pastor porque hace las cosas de manera diferente a como estabas acostumbrada.
Bueno, esas son algunas formas de desanimar a tu pastor. No queremos desanimar a nuestros pastores; queremos animarlos. Estamos viendo varios pasajes en el Nuevo Testamento donde las Escrituras nos enseñan las responsabilidades que tenemos hacia nuestros líderes espirituales.
No somos responsables de que sean fieles en su tarea; esa es su responsabilidad ante Dios. Los pastores, los líderes darán cuenta de cómo cumplen con sus responsabilidades. Y permítanme decir, como maestra de la Palabra, que siento un asombroso sentido de responsabilidad en ese llamado, el hecho de que un día daré cuenta a Dios. La Escritura dice que los maestros estarán sujetos a un juicio más estricto, más severo, más elevado.
Llevo sobre mí todo el tiempo el peso –todo el tiempo– de la responsabilidad que supone ser maestra de la Palabra. Asume que tu pastor siente lo mismo. Ya sea que lo sienta o no, sabes que dará cuenta a Dios por su fidelidad. Somos responsables de obedecer a Dios por nuestra parte, por nuestras responsabilidades hacia esos líderes.
Y quiero que veamos hoy el capítulo 13 del libro de Hebreos. Vamos a ver tres versículos diferentes en ese pasaje que nos hablan de nuestras responsabilidades hacia nuestros líderes. Comenzaremos en el versículo 7, el autor dice: «Acuérdense de sus guías…» Algunas de sus traducciones dirán: «Acuérdense de sus dirigentes» (NVI). Esas palabras «guías» o «dirigentes» pueden significar lo mismo. Recuerda a tus líderes. «Acuérdense de sus guías». Me gusta como lo dice la Reina Valera, «acuérdense de sus pastores que les hablaron con la palabra de Dios, y considerando el resultado de su conducta, imiten su fe».
Y nuevamente en este pasaje vemos tres responsabilidades de los líderes. ¿Qué deben hacer?
- Deben guiar, pastorear o gobernar el rebaño. Deben ser siervos-líderes.
- En segundo lugar, deben hablar o enseñar la Palabra de Dios. Hablarnos de la Palabra de Dios es su responsabilidad.
- Luego deben modelar un ejemplo fiel y piadoso para que el rebaño los imite.
Deben vivir una vida de fe, pureza y ejemplo, que les permita decir como lo hizo el apóstol Pablo a los Corintios: «Imítenme a mí, como yo imito a Cristo» (1 Corintios 11:1). Así que esas son sus responsabilidades: guiar, enseñar la Palabra de Dios y dar un ejemplo fiel y piadoso para que los sigamos.
¿Y qué debemos hacer nosotras? Bueno, debemos recordar a estas personas, debemos aprender de la vida de los líderespiadosos. Creo que aquí está hablando no solo de los líderes actuales sino también de los del pasado. Es por eso que a veces me tomo un tiempo para reflexionar sobre los líderes que Dios ha puesto en mi vida a lo largo de los años. Algunos de ellos están ahora con el Señor, pero los recuerdo, recuerdo el ejemplo de sus vidas. Debemos imitar su fe; eso significa que debemos imitar las características piadosas en las vidas de aquellos que nos han enseñado la Palabra de Dios.
Estoy muy agradecida de que Dios me haya dado pastores a lo largo de los años, que han sido hombres íntegros, hombres de carácter piadoso. Miro las vidas de los pastores y líderes de la iglesia a la que asisto ahora y digo: «Hay un ejemplo que debo seguir, necesito imitar sus vidas».
Y el autor de Hebreos continúa diciendo en el versículo 8: «Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. No se dejen llevar por ninguna clase de enseñanzas extrañas». Creo que en ese contexto lo que está diciendo es: «Recuerda que los líderes vienen y van. Pero hay un líder que permanece igual: Jesús, que nunca cambia. Confía en Él. Sigue el ejemplo de los líderes, pero recuerda, tu líder supremo es Cristo. Pon tu esperanza en Él. Él es el único que nunca te fallará».
Y eso, por cierto, es la protección contra ser llevado por falsos maestros y doctrinas erróneas: evaluar todo lo que escuchas a la luz de lo que has aprendido de la Palabra de Dios, que ha sido enseñado por ministros fieles de la Palabra de Dios.
Ahora vayamos más abajo en Hebreos capítulo 13, versículos 17 y 18. El autor dice en la Nueva Biblia de las Américas: «Obedezcan a sus pastores y sujétense a ellos…» Otra versión dice: «Confíen en sus líderes». Obedézcanlos y sujétense, «…porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta. Permítanles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para ustedes».
Y la implicación aquí es que los líderes espirituales en la iglesia tienen la responsabilidad dada por Dios de liderar, guiar y gobernar sobre el rebaño. Han sido investidos con la autoridad de Cristo, quien es el Pastor principal. Cuando dirigen, lo representan.
Es una responsabilidad enorme que tienen de representarlo bien, de guiar en Su nombre. Tendrán que dar cuenta de cómo dirigen o gobiernan y de la condición espiritual de su rebaño. Esa es una gran responsabilidad. Por eso necesitamos orar por estos hombres. Ellos darán cuenta de nuestra condición espiritual. Ellos son los responsables de velar por nuestras almas.
¿Pero cuál es nuestra responsabilidad? Seguirlos, obedecer sus enseñanzas, someternos a su liderazgo y autoridad espiritual. Tendremos que dar cuenta de lo bien que los seguimos, de lo bien que nos hemos sometido a sus enseñanzas.
Y dices: «Bueno, eso parece muy obvio». No si miras a tu alrededor porque hoy encontrarás muchas iglesias que no funcionan de esta manera, donde la congregación gobierna a los líderes. Por eso creo que es importante saber que bíblicamente los líderes son los que deben liderar. La congregación no debe gobernar sobre los líderes, eso no es bíblico.
Lo que sucede en algunas iglesias es que hay un núcleo de poder…en tantas iglesias hoy en día, iglesias pequeñas e iglesias grandes…la gente es voluntariosa y obstinada. En muchos casos creo que ni siquiera son creyentes. Pueden ser cizaña entre el trigo. Pero en el mejor de los casos son carnales, son tercos, obstinados y sienten que tienen que estar a cargo. Así que mantienen el pulgar encima de ese pastor, encima de esos líderes. «Tienen que hacerlo a mi manera».
Este pasaje está diciendo: «Dejen que los líderes dirijan». Deja que ellos sean los líderes. Tienen que dar cuenta a Dios. ¿Y qué debemos hacer nosotros? Ser receptivos, ser receptivos a nuestros líderes espirituales, seguir sus enseñanzas.
Y estamos asumiendo que su enseñanza es de la Palabra de Dios. No estoy hablando aquí de obediencia ciega, no estoy hablando de una secta en la que siguen a su líder hasta el punto en que beben cianuro y cometen suicidio en masa; eso no es bíblico. Ellos son responsables de enseñar la Palabra de Dios y nosotros necesitamos escudriñar las Escrituras y asegurarnos de que, en última instancia, estamos obedeciendo la Palabra de Dios.
Pero asumiendo que tenemos un pastor que está enseñando la Palabra de Dios, debemos seguir su enseñanza, debemos escuchar sus enseñanzas y prestar atención a su consejo bíblico. Cuando tus líderes espirituales se presenten ante Dios, como lo harán algún día para dar cuenta de su rebaño, de tu vida, ¿podrán hacerlo con gozo? Tendrán que decirle al Señor: «Pastoreé este rebaño, lo hice lo mejor que pude». ¿Podrán hacerlo con gozo, o tendrán que hacerlo con tristeza, como dicen las Escrituras?
Ellos están encargados de velar por tu alma. ¿Los estás siguiendo de tal manera que cuando rindan cuentas puedan decir: «Señor, aquí están las almas de las personas que cuidé; aquí está el rebaño que me diste; te los traigo y están en buenas condiciones»?
Cuando te presentes ante Dios para rendir cuentas, como lo harás algún día, ¿podrás decir: «Señor, seguí el liderazgo espiritual que Tú pusiste en mi vida: los pastores, los maestros, los líderes, los ancianos, los diáconos y otros líderes espirituales, padres, esposos»? ¿Seguiste al líder?
Pero, al final, permítanme decir nuevamente que el líder es Cristo, no estamos hablando de obediencia ciega. Dios nos ha bendecido a muchas de nosotras con líderes espirituales que tienen un corazón para Dios, ellos aman al Señor. ¿Les estamos facilitando el guiarnos espiritualmente o lo hacemos difícil? ¿Los estamos apoyando? ¿Estamos levantando sus manos? El apóstol Pablo dijo a los Tesalonicenses: «…¿quién es nuestra esperanza o gozo o corona de gloria? ¿No lo son ustedes en la presencia de nuestro Señor Jesús en Su venida? Pues ustedes son nuestra gloria y nuestro gozo» (1 Tes. 2:19–20).
Quiero que mis líderes espirituales puedan decir eso de mí, que soy una gloria y un gozo para ellos, que soy una bendición para ellos, que hago su trabajo fácil, que hago de su trabajo un gozo, que los animo, que respondo a sus enseñanzas y respondo a su liderazgo, y que hago que su trabajo de pastoreo sea un gozo.
Débora: ¿Eres una alegría para tu pastor? Nancy te ha estado mostrando cómo animar a los líderes de tu iglesia. Nancy habló con el pastor Crawford Loritts sobre esto. Fue en una conferencia hace algunos años que Aviva Nuestros Corazones organizó para líderes del ministerio de mujeres. Él fue un orador principal en esa conferencia. Nancy quería preguntarle a Crawford de primera mano cómo es ser pastor y cómo las mujeres pueden alentar a los líderes dados por Dios.
Aunque Crawford está retirado desde entonces del ministerio pastoral, su perspectiva sigue siendo muy útil. Aquí está Nancy.
Nancy: Estoy muy, muy agradecida por el ministerio que el pastor Crawford Loritts ha tenido en nuestros corazones. Quiero tomarme unos minutos para permitirle como pastor decir unas palabras de aliento, sabiduría o exhortación que tenga para nosotras, que provenga de su corazón pastoral. Mujeres, necesitamos escuchar a los hombres de Dios que Él ha puesto en posiciones de autoridad, sea pastor, anciano u otra posición de liderazgo espiritual. Hoy tenemos uno aquí.
Pastor, pastoréenos. Y antes que nada, una palabra de aliento. Desde su perspectiva, ¿Qué diferencia puede hacer el ministerio de mujeres? ¿Cómo puede bendecir a la iglesia local?
Pastor Loritts: Bueno, creo que es importantísimo. Como pastores necesitamos poder ver a las mujeres de nuestra iglesia alinearse con nuestra visión, hacia dónde va la iglesia y tenerlas como aliadas proactivas.
Por mucho que lo intentemos hay diferencias de género significativas; yo soy pastor y soy un hombre, y necesito a alguien en nuestro equipo que me ayude a hablar en femenino y a pastorear los corazones de nuestras mujeres. Así que es realmente muy, muy importante.
Lo mejor que puedes hacer por tu pastor, por tu iglesia, y esto suena como un cliché, es convertir la oración en la prioridad principal. Orar por tu pastor. Los pastores somos humanos. No somos el cuarto miembro de la Trinidad. Tenemos muchas cosas en las manos, y a veces, cuando alguien en la iglesia tiene una idea de algo –y me ha pasado a mí– tienes esta visión en particular y se puede convertir en un problema, porque veces podemos abrazar esa visión o presentarla a los demás de una manera desproporcionada.
En otras palabras, nuestra visión se convierte en lo único que busca la iglesia. Y lo que termina sucediendo es que alguien puede creer que el pastor siempre está a la defensiva, y puede que lo esté. Somos humanos. Puede que lo esté, pero necesitas saber que cuando sales de su oficina, hay otros problemas que llegan a su despacho. Hay otras necesidades. Hay necesidades del ministerio de jóvenes, necesidades con padres solteros, puede haber muchos problemas allí.
Así que piensa en términos de que eres una parte del todo, entendiendo que tu función es contribuir a la visión, no solo aprovechar lo que estás haciendo. ¿Entiendes lo que digo? Cuando piensas así, abordas las cosas como un aliado y no como una rueda oxidada que necesita aceite.
Nancy: Espero que esto haya quedado claro para nosotras.
Así que, mientras piensa en el ministerio de mujeres en su iglesia, sé que Karen también ha estado muy activa ministrando a las mujeres, ¿cuáles son algunas formas en que nosotras como mujeres podemos sostener, animar, apoyar, bendecir a nuestros pastores y líderes espirituales en la iglesia?
Pastor Loritts: Bueno, creo que la primera pregunta que siempre deberías hacerle a tu pastor es: «Pastor, ¿qué hay en tu corazón?»
Nancy: En lugar de «pastor, esto es lo que hay en mi corazón».
Pastor Loritts: Exactamente.
El papel de todo cristiano… Veo esto como pastor. Mi rol, mi tarea es ser un buen mayordomo de la iglesia, hacia dónde nos dirigimos como iglesia, lo que es nuestra visión. No puedo alejarme de eso.
Pero tengo que unirme a las personas que son llamadas allí, y estoy asumiendo que Dios les ha dado ideas y dones increíbles para ayudar a traducir esa visión en una realidad. Así que mi papel como líder es acercarme a ellas y preguntarles: «¿Qué hay en tu corazón? ¿Cómo puedo quitarte las barreras, los obstáculos?»
Así que, yo también veo mi rol de esa manera. Y funciona en ambos sentidos. Debes acudir a tu pastor y hacerle la pregunta…retrocedamos un poco, subamos a 30,000 pies de altura. «¿Hacia dónde vamos como iglesia? ¿Qué hay en tu corazón? ¿Qué hay en los corazones de los líderes aquí? «Muy bien, pastor, esto es lo que tengo en el corazón. ¿Cómo puedo contribuir y ajustar esto para asegurarme de que estoy maximizando mi contribución hacia dónde se dirige la iglesia?»
Demasiadas personas buscan una plataforma para impulsar su ministerio en lugar de una oportunidad para cumplir la misión y la visión, y creo que los pastores debemos adoptar una forma diferente de pensar. No creo que un pastor en su sano juicio debe ser alguien que esté rechazando las ideas de otros, vengan con la intención que vengan. De hecho, un creyente con una conciencia débil podría verse muy afectado si lo abordan de esa manera. La gente podría decir, ¿qué está pasando aquí?
No esperes, no asumas, no asumas hostilidad. Ahora, los pastores también pueden ser inseguros y pueden ser una gran amenaza.
Nancy: Y por supuesto, los ministerios de las mujeres nunca son inseguros.
Pastor Loritts: No…bueno, te dejaré hablar de eso.
Nancy: Creo que todos somos inseguros, ¿verdad?
Pastor Loritts: Correcto. Bueno, traemos nuestras cosas, nuestros problemas con nosotros, pero creo que si inviertes más de lo que sacas de él, te sorprenderías del aliado que obtendrías.
Nancy: Vaya, vale la pena anotar eso. Si inviertes más de lo que sacas de él, te sorprenderás del aliado que podrías tener.
Suena como si realmente estuvieras hablando de un corazón de siervo.
Pastor Loritts: Absolutamente. Cuando piensas en la causa, piensas en la contribución y en el reino, es increíble lo satisfecho que te sentirás al final.
Nancy: Tenemos cientos de esposas de pastores aquí en nuestra audiencia. Ojalá Karen pudiera estar aquí este fin de semana, y sé que ella desearía poder estar aquí.
Pastor Loritts: Yo también. Estoy nervioso. Tengo miedo de que Nancy me pregunte algo y yo responda: «No sé».
Nancy: ¿Cómo podemos las mujeres en la iglesia –porque muchas de nosotras estamos liderando ministerios de mujeres– cómo podemos ser un estímulo y una bendición para las esposas de nuestros pastores?
Pastor Loritts: Bueno. Reduce las expectativas que tienes de ella. Ahí es donde todo comienza.
Nancy: Creo que escuché algunos «amén» por ahí. Ahí es donde están todos los cientos de esposas de pastores, ¿verdad?
Pastor Loritts: Ahora, quiero decirles algo a las esposas de los pastores, y por favor no escuchen esto como una conversación de hombres ¿de acuerdo?, pero necesito decir esto: una de las lecciones más duras que he aprendido en la vida y en el liderazgoes que las personas te tratarán de la forma en que dejes que te traten. No me refiero a que seas intimidante de ninguna manera. Pero creo que las esposas de los pastores…hmmm, lo que sugiero es que proyectes la forma en que esperas que la gente te trate.
Establece algunos límites saludables y elimina la presión de tener que igualar los dones públicos de tu esposo. No tienes por qué tenerlos. Necesitas ser libre para hacer lo que Dios te ha llamado a hacer y tu esposo debe asegurarse de decirle a los ancianos o a los líderes de la iglesia: «No, ustedes me escogieron a mí, no a mi esposa. Y no se espera que ella sea todo esto. Dale la libertad de ser quien ella necesita ser».
Creo que como líderes del ministerio de mujeres, francamente, deben aceptarla por quien ella es. Ella no tiene que estar en el consejo de liderazgo de mujeres. Ella no tiene que estar…solamente acepta lo que ella traiga a la mesa. Es tu hermana que está casada con el pastor.
Así que creo que todo el mundo tiene que tomar esto distendidamente, calmar las cosas y dejar de tener esta mentalidad de hermandad femenina acerca del liderazgo cristiano en la iglesia y el concepto de que todas las personas deben encajar en un mismo molde, dejar de poner presión sobre las personas más de lo que Dios quiere que sean.
Desearía que los hombres estuvieran escuchándome porque creo que esto es más un problema de que el esposo asuma el liderazgo con su esposa y le diga: «Cariño, solo ve y sé lo que Dios te llamó a ser, anda lo más rápido que puedas en la bicicleta que se te ha dado y no dejes que nadie más te dé otra bicicleta».
Nancy: Así es. Bueno, antes de que el pastor Crawford se dirija al aeropuerto y regrese a su iglesia en Atlanta, tiene mil mujeres sirviendo en su iglesia local. ¿Algo más que quisiera decirnos desde el corazón de un pastor?
Pastor Loritts: Lo único que les diría es esto…Shane Freeman, que era uno de los muchachos de nuestro personal, es un joven extraordinario, un gran predicador, el pastor de ministerios para adultos… Escuché a Shane decir el otro día: «El mayor regalo que puedes darle a quienes te rodean es ser piadoso y sano espiritualmente. Es simplemente ser tú mismo». Y eso es lo que yo diría también.
Asegurémonos de tener visión, pero pongamos la visión aquí. Pongamos el caminar con Dios aquí. Esto lo es todo. Y a partir de tu caminar saludable con Dios, habrá un desbordamiento de ideas y de visión, y Dios te usará de maneras que nunca soñaste posibles.
Nancy: ¿Cómo podemos orar por nuestros pastores, por usted y por nuestros pastores?
Pastor Loritts: Para ser pastor, y no me importa el tamaño de la iglesia, diría que si son menos de 500 es aún más estresante, en serio. Así que, no importa el tamaño de la iglesia, ser pastor, de cierta manera, es un trabajo imposible de hacer. Así que creo que lo que debemos hacer es orar por la protección de Dios para tu pastor. Ora para que tenga las prioridades de Dios en términos de lo que hace. Ora para que comparta de su caminar en relación con Dios.
Y ora para que les dé a las personas que lo rodean el regalo de un «no» santificado, que hay algunas cosas que él simplemente no puede hacer y que las dirá sin remordimiento o sentido de culpa. Todos nosotros como pastores realmente luchamos con eso.
Así que creo que puedes orar por ellos, y puedes orar por mí. Soy pastor de una iglesia maravillosa, absolutamente maravillosa. Esa gente me ama, no sé por qué, y yo los amo, eso es asombroso. Dios está obrando en nuestra iglesia, pero somos como cualquier otra iglesia. Dios tiene mucho más para nosotros, y parece que aquí en los últimos años, mi corazón ha estado latiendo por el avivamiento.
Tenemos que salir de este cristianismo cultural, de esta especie de fase industrial del cristianismo, y buscar la realidad de la presencia manifiesta de Dios. De hecho, ese parece ser el telón de fondo de casi todos los mensajes que he predicado últimamente.
Así que oren por nuestra iglesia. Si la iglesia en los Estados Unidos o en cualquier lugar del mundo experimentara un derramamiento del Espíritu de Dios, no se sabe lo que podría pasar en este mundo.
Débora: Nancy DeMoss Wolgemuth regresará enseguida para orar.
Esta conversación entre Nancy y el Dr. Crawford Loritts tuvo lugar hace algunos años, cuando Crawford estaba todavía en el ministerio pastoral. Habló en una conferencia de Aviva Nuestros Corazones específicamente para líderes de ministerios de mujeres.
Espero que puedas hacer algo para mostrar cuán agradecida estás por los líderes de tu iglesia. Si estás buscando ideas sobre cómo puedes ser bendecida y ser una bendición en tu cuerpo local de creyentes, tengo una sugerencia para ti. Deberías leer el nuevo folleto de Nancy DeMoss Wolgemuth, ¡Vamos a la iglesia! Está repleto de formas en que puedes servir y orar por tu pastor, su familia y cómo aprovechar al máximo su predicación. De hecho, Nancy incluye una guía de treinta días «Ora por tu pastor» en la parte posterior del folleto.
Si alguna vez sientes la tentación de comparar a tu pastor con un pastor famoso, querrás asegurarte de sintonizarnos mañana, ya que Nancy nos ayudará a ver el peligro en ese juego de comparación cuando se trata de nuestros líderes espirituales. Ahora, oremos con Nancy.
Nancy: Gracias Señor por Tu Palabra y cómo habla de manera tan práctica a nuestras vidas. Gracias de nuevo por nuestros líderes. Y Señor, ¿nos mostrarías dónde estamos fallando en obedecer Tu Palabra, dónde podemos no estar siguiendo el ejemplo que ellos han dado con sus vidas, dónde podemos estar en desobediencia o en rebelión, fuera de la autoridad de nuestros líderes espirituales? Señor, ayúdanos a seguirlos de tal manera que ellos puedan dar cuenta delante de Ti con gozo y que nosotras podamos dar cuenta de haber seguido el liderazgo que tú pusiste en nuestras vidas. Oro en el nombre de Jesús, Amén.
Débora: Llamándote a ser una bendición mientras extiendes libertad, plenitud y abundancia en Cristo, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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