Exhortaciones y bendiciones
Débora: Durante todo diciembre, último mes del año, hemos oído que este es un tiempo de gozo. Pero la verdad es que algunas veces esto es difícil de creer. Nancy DeMoss Wolgemuth nos dice que la Biblia confirma que el sufrimiento existe, pero a la vez nos provee esperanza.
Nancy DeMoss Wolgemuth: En este mundo hay una enorme cantidad de cosas que nos causan dolor y tristeza. Pero para el creyente, el dolor no es incompatible con el gozo. Pueden ir de la mano.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Débora: Es común que le demos mucha importancia a las palabras que alguien dijo antes de morir, o a las líneas finales de un libro. Por ejemplo, puedes estar familiarizada con las palabras finales del libro Cuento de dos ciudades. Sydney Carton, dice lo siguiente antes de dar su …
Débora: Durante todo diciembre, último mes del año, hemos oído que este es un tiempo de gozo. Pero la verdad es que algunas veces esto es difícil de creer. Nancy DeMoss Wolgemuth nos dice que la Biblia confirma que el sufrimiento existe, pero a la vez nos provee esperanza.
Nancy DeMoss Wolgemuth: En este mundo hay una enorme cantidad de cosas que nos causan dolor y tristeza. Pero para el creyente, el dolor no es incompatible con el gozo. Pueden ir de la mano.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Débora: Es común que le demos mucha importancia a las palabras que alguien dijo antes de morir, o a las líneas finales de un libro. Por ejemplo, puedes estar familiarizada con las palabras finales del libro Cuento de dos ciudades. Sydney Carton, dice lo siguiente antes de dar su vida por la persona que ama: «Es algo mucho, mucho mejor lo que estoy por hacer, de lo que haya podido haber hecho antes. Es mucho, mucho mejor el descanso al que voy del que haya podido conocer jamás».
Bueno, aquí está, el final de año, y Nancy nos va a llevar a las últimas líneas del apóstol Pablo en su segunda carta a la iglesia en Corinto. Las palabras de Pablo tienen significado para nosotras hoy a medida que cerramos el libro de este año y en pocos días iniciamos uno nuevo. Escuchemos.
Nancy: Estoy muy agradecida por la manera en que Dios nos habla en cualquier etapa de nuestras vidas, en cualquier estación del calendario y en cualquier momento del año en que nos encontremos. Cada día, Dios tiene algo nuevo y fresco que decirnos.
Durante los últimos meses he estado haciendo anotaciones en un diario sobre 2 Corintios. Así que en los próximos días, y a medida que entramos al final de este año calendario y nos preparamos para pasar la página hacia un año nuevo…quiero repasar contigo algunos versículos en los que he estado meditando recientemente. Se encuentran en el capítulo 13 de 2 Corintios, y vamos a estar viendo el último párrafo de este capítulo en los próximos tres días.
Así que en el versículo 11, el apóstol Pablo nos dice: «Por lo demás…» Finalmente… Él ahora va a concluir porque ha estado dirigiéndose a estos creyentes en Corinto, porque necesitaban escuchar todo eso. Ahora él dice, «Por lo demás…»
Pablo trae esta carta a conclusión, y lo hace con una serie de exhortaciones, con una promesa, con un saludo personal y con una bendición. Veremos estas cosas en los próximos días. Permítanme ahora leerles este pasaje, y luego nos sumergiremos en él.
Versículos del 11 al 13 de 2 Corintios 13: «Por lo demás, hermanos, regocíjense, sean perfectos, confórtense, sean de un mismo sentir, vivan en paz, y el Dios de amor y paz estará con ustedes. Salúdense los unos a los otros con beso santo. Todos los santos los saludan. La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes».
¡Nosotras podemos decir, amén a eso!
Así que aquí está Pablo dándoles una bendición a estos hermanos. Me encanta este pasaje, y lo quiero compartir con ustedes a medida que llegamos al final de este año y al inicio del próximo. Ahora, el versículo 11 es donde quiero que nos detengamos hoy. Pablo dirige estos versículos a hermanos y hermanas. «Por lo demás, hermanos…»
Ahora, si has leído 1 y 2 a los Corintios, sabes que había situaciones y retos muy serios relacionados con esta congregación. Pero Pablo a pesar de todo los ve y los trata como familia, se dirige a ellos como hermanos y hermanas.
Esta exhortación final en esta carta nos dice que estaba dirigida –no solo a los líderes de la iglesia sino a toda la iglesia. Es un mensaje corporativo. Pablo habla de «unos a otros» eso nos habla de plural, «todos ustedes». Él resume su mensaje a estos creyentes, y les expresa su sentir hacia ellos, su preocupación.
Veamos cuál es su preocupación. Él no está preocupado aquí por sus finanzas, su comodidad o ningún tipo de éxito mundano, pero sí está enfocado en sus corazones. Él se enfoca en su florecimiento espiritual y en sus relaciones como hermanos y hermanas en el cuerpo de Cristo.
Hoy quiero que veamos cinco exhortaciones que encontramos en 2 Corintios 13:11. Laprimera es regocíjense. «Por lo demás hermanos, regocíjense…» Esta palabra es utilizada ocho veces en 2 Corintios, y es una palabra que implica alegría, el estar tranquilamente feliz y cómoda. Es una palabra usada usualmente en modo imperativo en los saludos.
¿Qué es una salutación? Es lo que decimos cuando nos encontramos con alguien o cuando nos despedimos. Cuando te encuentras con alguien, dices «¡hola!», y cuando te despides dices, «que te vaya bien» o «adiós».
Pero esta palabra «regocíjense», este saludo, no es simplemente un «hola» o un «adiós». Siempre comunicala idea de gozo y alegría. Significa, «¡regocíjate!» Cuando ves a alguien que no has visto en mucho tiempo o cuando dejas a alguien con quien has estado por un tiempo –quizás has despedido algún familiar o invitados durante los días de fiesta– puedes decir, «¡regocíjate!, que el gozo permanezca contigo. Es una manera de despedirse, una forma de decir hola llena de significado.
Ahora, las cartas de Pablo a los Corintios están cargadas con asuntos de mucho peso. El apóstol te deja entrever sus sufrimientos en la medida en que los menciona en estos libros. Hay retos que él tiene que manejar con relación a amenazas que ellos están sufriendo. Hay algunas cosas importantes aquí, pero él nunca evidencia haber perdido sugozoen medio de todo esto, ynunca deja de impartirgozo a los demás. Él era un receptor de gozo y un dador de gozo.
Entonces, ¿qué nos dice él en 2 Corintios 7:4? Yo pienso que este es uno de los versículos más destacados en las Escrituras. Él dice: «…sobreabundo de gozo en toda nuestra aflicción». ¡Wow! «…sobreabundo de gozo en toda nuestra aflicción». Pero no es solo una característica de Pablo. En Isaías 53 dice que nuestro Salvador fue un «Varón de dolores». Pero, por otro lado, Hebreos 1 nos dice que fue ungido con el óleo de…¿qué? ¡De alegría! ¡Alegría! Así que tenemos tristeza y alegría.
En este mundo hay muchas situaciones que nos causan tristeza y dolor, pero para el creyente, el sufrimiento no es incompatible con el gozo sino que van de la mano.
Tengo una amiga que hace unos días perdió a su madre. Ella no la perdió; sabe dónde está. Su madre está en el cielo. René está triste por la muerte de su madre, sin embargo se regocija en Cristo por la esperanza de la resurrección. Esto es verdaderamente posible.
Pablo quería al finalizar la lectura de esta carta, que estos creyentes se quedarán con un llamado a tener un corazón gozoso y lleno de alegría, un corazón arraigado en Cristo y en el evangelio. El gozo debe ser una característica que se destaque en los siervos y seguidores de Jesús, siempre regocijándonos por lo que tenemos en Él. Ese tipo de gozo es independiente de nuestras circunstancias, de lo que nos rodea, de lo que está sucediendo en este mundo. Esas cosas no nos darán gozo ni este fin de año ni el próximo. Así que Pablo nos dice: «Por lo demás…regocíjense». ¿De qué manera podemos hacerlo? Regocijándonos en Cristo.
Esta es la primera exhortación: Regocíjense. Estén alegres. Estén gozosos. Él lo menciona al saludar, y lo dice cuando se despide. Lo dice en la conclusión de esta carta a los creyentes que ama en Corinto.
Ahora, ¿cuál es la segunda exhortación? Está en el mismo versículo. Pablo dice: «Sean perfectos». Algunas traducciones dicen: «Sean completos». Otras traducciones dicen, «apunten a ser restaurados».
Pablo ha usado la misma palabra anteriormente en el capítulo 13. Si miras el versículo 9, dice: «Nosotros también oramos por esto: que ustedes sean hechos perfectos». La misma palabra.
¿Qué significa esta palabra? ¿De qué está hablando aquí? Bueno, esta palabra significa «hacer completo, un todo». Pero esto en muchas ocasiones implica reparar o hacer ajustes. Significa «arreglar, reparar, restaurar, de tal manera que las cosas puedan ser colocadas como un todo». Que se puedan volver a poner en orden.
Por ejemplo, si tenemos un hueso roto o dislocado, el doctor lo puede volver a encajar. Puede ser un proceso doloroso, pero él lo quiere colocar en el lugar correcto. A veces tenemos relaciones rotas. Hay que reajustarlas; hay que volver a ponerlas en orden.
Esta palabra tiene que ver con la restauración de lo que ha sido roto tanto en nuestros cuerpos físicos o en la iglesia como el cuerpo de Cristo, para que pueda estar completo y pueda funcionar como debe, para que sea una iglesia apta para ser usada por Dios en nuestro mundo.
Ahora, Pablo dice, «sean perfectos» o «sean restaurados». La implicación aquí es que aún no hemos llegado todavía. Hay trabajo que hacer. Ahora, a través de estos libros Pablo alaba a los creyentes de Corinto por sus muchas fortalezas. En el capítulo 1 él habla de su fe y de su amor. Y tú dirás, «pero, ¿no es eso suficiente?» Pablo está diciendo que la obra de santificación y restauración en estos creyentes aun no estaba finalizada o completada. Había más trabajo que hacer.
Por eso Pablo les insiste en que procuren la madurez espiritual y que eviten quedarse estancados en donde estaban en ese momento. No es un proceso que ocurre de la noche a la mañana. Toma tiempo, requiere cambio, requiere reparar cosas, ajustar y restaurar otras. Es un proceso que no solo la iglesia de Corinto necesitaba –madurar, sanar, ser restaurada– es un proceso que nosotras necesitamos constantemente en nuestras vidas y relaciones.
¿Qué es lo que Pablo nos está diciendo? No te conformes con quedarte donde estás espiritualmente. A medida que entramos a un nuevo año, sigan adelante, anímense las unas a las otras. Pablo dice, crezcan, crezcan «no dejen de crecer en Cristo y Su gracia». No importa los años que tengan, ni el tiempo que hayan estado en Cristo, continúen creciendo. Sean perfectas.
Así que, regocíjense, sean perfectos y entonces, número tres, confórtense, anímense. Otras traducciones dicen, «consuelense los unos a los otros».
Esta es una palabra, «ánimo o consuelo» que significa «llamar a un lado, acercarse a, para buscar ayuda, primeros auxilios, apoyo». Este tema lo vemos en el primer capítulo de 2 Corintios, donde Pablo habla sobre Dios como el Dios de toda consolación. Él es el que viene a nuestro lado cuando estamos atravesando momentos de dolor, cuando estamos débiles y necesitadas. Él viene en nuestra ayuda. Él se acerca por medio de Su Espíritu Santo y nos consuela, nos anima, nos da la ayuda necesaria cuando estamos afligidas.
Esto nos recuerda que no somos autosuficientes. Nosotras no fuimos creadas, y tampoco tenemos la capacidad de llevar nuestras cargas por nosotras mismas. Somos personas necesitadas, tendemos a desanimarnos, a andar con corazones cargados. Por esta razón, Pablo nos dice, «consuelense, anímense. Y al hacerlo, sean consoladas y animadas».
Observa el patrón aquí. Nosotras recibimos consuelo del Dios de toda consolación y luego debemos ofrecer ese ánimo y consuelo a otras en el cuerpo de Cristo que también lo necesitan. Les ofrecemos el ánimo que viene de Dios. El consuelo de Dios. Lo que hemos recibido de Él, lo estamos ofreciendo a otras que lo necesitan.
Ahora, nunca sobrepasamos nuestra necesidad de la compañía emocional, espiritual y la ayuda del Espíritu Santo, del Dios de toda consolación. Nunca llegaremos a un lugar donde no necesitemos el apoyo, el ánimo y el consuelo de parte de otros creyentes que vienen a nuestro lado para ministrarnos la gracia de Dios. No estamos solas. Así que obtenemos la gracia de Dios, Su consuelo y ánimo; y se lo extendemos a otros que lo necesiten.
¡Recibimos la gracia, el consuelo y el ánimo de parte del Dios de toda consolación, y de la misma manera lo damos! Yo lo recibo de ti, y tú lo recibes de mí, y todas lo recibimos de Él. Es un recurso de consuelo, ánimo y gracia que nunca se agota. Siempre somos receptoras y dadoras de este consuelo. «Confórtense».
Cuando estamos en prueba o aflicción, debemos estar dispuestas a recibir ánimo y consuelo, no solo de Dios, sino también de otras de Su pueblo. A medida que recibamos consuelo y ánimo, podremos regocijarnos y correr hacia delante con fe en medio de las pruebas.
Estaremos capacitadas para brindar a otras personas el consuelo y el ánimo que hemos recibido de Dios y de los demás. Es una fuente inagotable de consuelo y aliento.
¿Sabes qué significa esto? Significa que en la iglesia de Cristo no debe haber nadie entre nosotras que no esté siendo animada en Cristo y que no esté experimentando la calidez del consuelo que nosotras hemos recibido de Dios.
Así que la primera exhortación es: «regocíjense». La segunda, «sean perfectos». Y la tercera: «confórtense».
La cuarta exhortación es: sean de un mismo sentir. La versión de tu Biblia puede decir, «pónganse de acuerdo los unos y los otros», o «sean de una misma mente». Pablo nos dice en Filipenses 2:2: «Hagan completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito». Y en el versículo 5 continúa diciendo: «Haya pues en ustedes esta actitud que hubo también en Cristo Jesús…»
Pensemos en la actitud y la mente que Cristo tiene hacia nosotras. Es la misma actitud y mente que debemos tener hacia los demás. Es como se supone que pensemos acerca de los demás. Así como Él nos ama, así como se ha sacrificado por nosotras, como se entregó por nosotras, y como ha dispuesto Su favor y afecto hacia nosotras, de la misma manera hemos de pensar acerca de los demás.
Ahora, este versículo no quiere decir que nosotras debemos estar de acuerdo en todo. «Sean de un mismo sentir». No quiere decir que vamos a pensar igual acerca de todo, de hecho, en nuestra audiencia hay mucha diferencia de opiniones sobre muchos temas –asuntos doctrinales, la forma de bautismo (dependiendo del trasfondo) o quizás cuántas veces deberíamos celebrar la cena del Señor, o la escatología, la eclesiología. Quizás dices, «¡yo ni siquiera sé qué son esas cosas!» Pero otras pudieran decir: «Eso es sumamente importante», y marcan diferencias en estos temas.
Nosotras podemos tener opiniones diferentes en cuanto a cómo debemos educar a nuestros hijos, diferencias políticas, partidos políticos y líderes, o asuntos culturales recientes como los que hemos manejado sobre el uso de la mascarilla, las disposiciones sobre la vacunación… Y en nuestra audiencia, estoy completamente segura de que si hacemos una encuesta, tendremos un sinfín de opiniones diferentes respecto a cada uno de estos temas. Y está bien tener diferencia de opiniones.
¿Cómo podemos decir, «sean de un mismo sentir», pero no tienen que estar de acuerdo en todo? Aquí el punto es el siguiente, nuestra manera de pensar hacia los demás debe ser de humildad, de mutuo amor y cuidado.Debemos estar de acuerdo acerca de los puntos esenciales de nuestra fe.Compartimosun mismo compromiso con la verdad, que es la Palabra de Dios y es verdadera. Sobre cualquier cosa que ella nos hable debemos estar de acuerdo, sobre lo que ella no hable o sobre lo que no esté muy claro podemos estar de acuerdo en no estar de acuerdo. Algo que en estos días para algunas personas es difícil de hacer. Debemos estar de acuerdo acerca de los puntos esenciales de nuestra fe. Esa es la base para la unidad en la iglesia.
Así que Pablo dice: «Por lo demás, hermanos, regocíjense, sean perfectos, confórtense», y luego, «sean de un mismo sentir». Finalmente, él dice: «vivan en paz».
¿Puedes ver cómo estas cosas se relacionan? Si no piensas correctamente de los demás, no hay forma en que puedas estar en paz. Otra traducción dice: «Vivan en paz y armonia» (NTV). Esto es algo que escasea en nuestros días. ¿Dónde está la paz? ¿Dónde está la armonía?
Si entras a las redes sociales puedes ver que la gente no está en paz. Están en guerra todo el tiempo. Aun los cristianos están molestos los unos con los otros, condenándose, criticándose, destruyéndose. Y es triste mencionar esto, pero hay líderes cristianos muy reconocidos que hacen eso.
Mi corazón se rompe cuando veo esas cosas. Me entristece mucho. Si eso es a mí, ¿cuánto más entristece a Dios? No es justo que yo esté señalando a las personas que hacen esto público en las redes, pero ¿y nuestras conversaciones privadas? Me siento mucho más libre de hablar mal de otras personas en privado o de decir cosas que pudieran ser denigrantes o que las menosprecien que hacerlo publicamente. Pablo dice: «Vivan en paz»
No debemos permitir que nuestro orgullo o nuestras preferencias personales y puntos de vista levanten paredes entre nosotras. Se supone que debemos ser intencionales en el cuerpo de Cristo en traer las diferencias y los conflictos a una unidad.
También es cierto que no podemos obligar a nadie a vivir en paz. Quizás tengas algún miembro de la familia o amigos o personas de tu iglesia que no son pacíficas. No son pacificadoras, no viven en paz y no puedes obligarles a amar la paz. Pero hay algo que sí podemos hacer: podemos actuar pacíficamente con ellos. Esa paz es fruto del Espíritu. Nos moldea, nos une y teje nuestras vidas a medida que andamos en Su Espíritu.
Así que Pablo nos dice, «regocíjense, sean perfectos, confórtense, anímense, sean de un mismo sentir, vivan en paz». Ahora, esas cinco exhortaciones en 2 Corintios 13:11 nos proveen un patrón, un modelo con el cual podemos evaluar nuestras vidas y nuestras relaciones en la familia de Dios.
Permítanme preguntar, ¿cómo están practicando esto –cómo lo estoy practicando– cultivar ymodelar estas cualidades? A veces,cuando escuchamos enseñanzas de la Palabra de Dios, lo que viene a nuestras mentes es la persona que creemos que necesita oír esa enseñanza y que entendemos que debería ponerla en práctica. «Tengo que compartir este mensaje con alguien más». Pero lo primero que debemos decir es: «¿Señor, cómo estoy cultivando estas cualidades y modelándolas?» ¿Y el gozo?
Muchas veces ustedes me han escuchado decir que la meta que he tenido desde muy temprana edad es ser una anciana piadosa. Bueno hace poco cambió esa meta. Lo que quiero decir ahora es que quiero ser una anciana feliz y piadosa. ¡He encontrado algunas ancianas que no son felices!, y algunos ancianos también. Robert y yo nos animamos mutuamente a ser una pareja de ancianos felices a medida que vamos envejeciendo. Hay cosas que saldrán mal y situaciones difíciles, pero queremos ser personas gozosas.
¿Eres tú una dadora de gozo en tu hogar, en tu lugar de trabajo, en tu iglesia o vecindario? No podemos controlar lo que otros hagan, pero sí podemos estar llenos del Espíritu de Dios y ser personas gozosas y dadoras de gozo.
Número dos, madurez espiritual, crecimiento, restauración. ¿Qué tal nos va con esas?
- ¿Estás creciendo o te encuentras en un ciclo neutral?
- ¿Te encuentras distraída, no siendo intencional en tu crecimiento espiritual?
- ¿Estás en continuo crecimiento para ser restaurada, reparada, para permitir que Dios trabaje en ti y te cambie y de esa manera poder encajar mejor en el todo de Su cuerpo que es la iglesia?
¿Y qué de la consolación y el ánimo? ¿Estás recibiendo consuelo de Dios y de los demás? ¿Eres una dadora de consuelo y de ánimo para aquellas a tu alrededor?
¿Y sobre tener una misma mente y un corazón? ¿Eres divisiva o reconciliadora?
¿Y de ser pacificadora por medio de nuestras palabras, nuestras acciones y nuestras actitudes?
Nuestro mundo está marcado por esa conocida palabra: soberbia. Significa orgullo, arrogancia, superioridad, competir por posición y preeminencia, autoexaltación, división. Esto es lo que de manera natural tenemos los hijos de Adán y Eva; es la fruta tóxica de Satanás y sus demonios. Él es divisivo, un destructor, él separa a las personas, las familias, las relaciones y los matrimonios. Oh cuánto necesita nuestro mundo poder ver un modelo radicalmente diferente en el pueblo de Dios que refleje Su corazón y Su Espíritu.
¿Qué diferencia haría a tu alrededor si las personas en tu iglesia, si nosotras como el pueblo de Dios, estuviéramos viviendo estas cualidades? Te voy a decir lo que esto haría: transformaría el ambiente a nuestro alrededor. Transformaría nuestros matrimonios, familias, reuniones familiares. Tú dirás, «tengo familiares que son unos insoportables. Acabo de estar con ellos y no hay manera de que haya paz». Te pregunto, ¿qué hiciste para cambiar eso, alimentas la situación con actitudes divisivas y palabras de enojo y orgullo, o permitiste que Dios te utilizara como un instrumento de paz? Tú no los puedes controlar a ellos, pero sí puedes controlarte a ti misma.
Si nosotras viviéramos estas cualidades, estas características, las reuniones de la iglesia serían transformadas. Las conversaciones privadas serían transformadas, las interacciones en las redes sociales, el ambiente laboral y los medios sociales.
Regocíjense, sean perfectos, confórtense, sean de un mismo sentir, vivan en paz.
Ahora, rápidamente, a medida que cerramos y vemos el final del versículo 11, hay una bendición prometida para aquellos creyentes e iglesias que siguen estas exhortaciones. ¿Qué nos dice Pablo?, si hacen estas cosas, «…el Dios de amor y paz estará con ustedes». De nuevo, ese «ustedes» es plural –ustedes. Tu iglesia.
Sabemos que Dios está en todas partes; es omnipresente. Pero Él quiere derramar en Su pueblo un sentido de la plenitud de Su presencia. Dios quiere que haya una innegable evidencia de que Él está presente en esa iglesia, en ese matrimonio, en esa familia.
Una mujer que apenas conozco me escribió anoche. Me dijo: «Estoy en problemas. Necesito ayuda». Nunca la he visto, no la he escuchado abrirse sobre nada personal ni espiritual en su vida. Pero me dijo: «Les tengo mucho respeto a ti y a Robert». Ella está llena de ansiedad y con muchas situaciones relacionadas al estrés. Me dijo: «Necesito ayuda. ¿Me podrían ayudar?»
En la poca interacción que hemos tenido, ella vió algo que le hizo pensar que podía acudir a nosotros para encontrar esperanza. Porque ella necesita amor, necesita paz, y
- Dios es un Dios de amor
- Dios es un Dios de paz
- Dios es la fuente de todo verdadero amor y paz
- Él dio a Su hijo para que fuéramos reconciliados con Él, y en consecuencia los unos con los otros
- Él está siempre con nosotros por medio de Su Espíritu que mora en nosotros.
Hay momentos en el Antiguo Testamento y también en el libro de Apocalipsis, cuando Dios retiró Su presencia de Su pueblo por la desobediencia y el orgullo de ellos al no tenerlo en cuenta. Dios les dice: «Bien,¿quieren vivir por su cuenta? Adelante, háganlo».
En nuestras iglesias, familias y en un sentido individual, podemos abrazar la presencia de Dios o podemos rechazarla. Pero las iglesias y los creyentes que le presten atención a estas exhortaciones tendrán una conciencia despierta a la realidad de que Dios está con nosotras y experimentarán Su amor y Su paz que serán visibles en nosotras y a través de nosotras; y cuán dulce sería esto en un mundo destruido por el odio, la enemistad y la división.
«Por lo demás, hermanos y hermanas…», a medida en que llegamos a este final de año y nos embarcamos en un nuevo año, «…regocíjense, sean perfectos, confórtense, sean de un mismo sentir, vivan en paz, y el Dios de amor y paz estará con ustedes».
Débora: Amén. Nancy DeMoss Wolgemuth ha estado compartiendo con nosotras algunas exhortaciones de la segunda carta de Pablo a los Corintios capítulo 13.
Espero que estos cinco recordatorios clave te hayan animado mientras nos preparamos para cerrar el 2022. Bueno Nancy, es nuestra oración que estos recordatorios repletos de verdad den a nuestras oyentes una perspectiva fresca al entrar en este nuevo año.
Nancy: Sí, absolutamente. Es esta la razón por la cual este pasaje estaba en mi corazón ya acercándose el fin de año y estar listas para abrir el 2023, que está muy cerca.
Aunque ninguna de nosotras sabe en realidad lo que este nuevo año nos traerá, podemos estar seguras de que Dios está obrando y que Él usara cada momento, y aun cada reto que enfrentemos, para Su gloria y para el bien de aquellos que le aman. Así que cualquier cosa que enfrentes en este nuevo año, ya sea en gozo o en dolor (o quizás en ambos), queremos que sepas que Aviva Nuestros Corazones estará aquí para ti con un mensaje de verdad eterna.
Por más de veinte años ya, personas como tú que nos escuchan, han orado por este ministerio y han donado financieramente para apoyar nuestro alcance. No podría estar más agradecida. Si de cualquier manera has apoyado Aviva Nuestros Corazones, ¡muchas gracias! Eres parte de un equipo que está haciendo posible que llevemos la verdad a mujeres a través del mundo; la verdad que ayudará a cada mujer a permanecer y florecer en Cristo.
Estoy muy agradecida de que algunas amigas del ministerio hayan dicho, «he visto cómo Dios ha usado a Aviva Nuestros Corazones para transformar la vida de mujeres, y quiero animar a otras mujeres a formar parte de este avivamiento».
Débora: Así es. Así que si quieres que tu donación cuente para nuestro reto de aumentar la cantidad, asegúrate de visitar nuestra página.
¿Puedo agradecerte otra vez? Gracias por unirte a nosotras en la obra que Dios está haciendo por medio de Aviva Nuestros Corazones.
Nancy: ¿Alguna vez te has preguntado lo que significa la frase en la Biblia, «salúdense los unos a los otros con beso santo»?
Débora: Sí, en realidad sí. ¡Lo he hecho!
Nancy: Bueno, mañana voy a explicar esa frase y cómo podemos llevar este concepto de saludarnos las unas a las otras en el próximo año. Mi amado esposo estaba en el estudio cuando grabamos esta sesión, y le encantó. Pero vamos a hablar de lo que significa el beso santo, no solo en el matrimonio, sino también en el cuerpo de Cristo.
Si quieren ir echando un vistazo, vamos a estar en el versículo 12 en 2 Corintios capítulo 13. Así que por favor regresen a Aviva Nuestros Corazones.
Débora: ¡Allí estaré!
Annamarie: Llamándote a libertad, plenitud y abundancia en Cristo, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de La Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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