Es bueno dar gracias
Débora: Los cristianos tenemos miles de razones para agradecer al Señor. Nancy DeMoss Wolgemuth comparte con nosotras una de ellas.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Si Dios no mantuviera el sol, la luna y las estrellas en el cielo, si no hubiera mantenido a la tierra en su eje, y si no mantuviera a todos esos planetas, al sol y a todas las cosas haciendo lo que Él les ordenó hacer, no estaríamos aquí otro día. Dios ha sido fiel un día más.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora de «Mentiras que las mujeres creen», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 25 de julio de 2024.
En este tiempo, estamos experimentando muchas cosas en el mundo que no son buenas. De hecho, tal vez tú estás enfrentando tu propia lucha personal o te preocupa pensar en la crisis internacional que hay en …
Débora: Los cristianos tenemos miles de razones para agradecer al Señor. Nancy DeMoss Wolgemuth comparte con nosotras una de ellas.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Si Dios no mantuviera el sol, la luna y las estrellas en el cielo, si no hubiera mantenido a la tierra en su eje, y si no mantuviera a todos esos planetas, al sol y a todas las cosas haciendo lo que Él les ordenó hacer, no estaríamos aquí otro día. Dios ha sido fiel un día más.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora de «Mentiras que las mujeres creen», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 25 de julio de 2024.
En este tiempo, estamos experimentando muchas cosas en el mundo que no son buenas. De hecho, tal vez tú estás enfrentando tu propia lucha personal o te preocupa pensar en la crisis internacional que hay en este momento.
En este mundo imperfecto, el mal no debería sorprendernos. De hecho, según la Palabra de Dios, todavía tenemos muchas razones para dar gracias. Incluso cuando observamos el quebrantamiento que nos rodea. Al comenzar esta nueva serie sobre el Salmo 92 titulada «Floreciendo en cada temporada», Nancy compartirá con nosotras por qué sucede esto.
Nancy: Bueno, durante los próximos 5 episodios vamos a hablar sobre lo que significa ser fructífera en cada etapa de nuestra vida. Quiero comenzar este tema con un pasaje de las Escrituras que me atrajo por primera vez hace varios meses, cuando me preparaba para cumplir sesenta y cinco años.
Así que si tienes tu Biblia contigo, y espero que la tengas, o tu teléfono, déjame invitarte a que la abras en el Salmo 92.
Este salmo llamó mi atención porque quería tener la perspectiva de Dios acerca envejecer, Su perspectiva sobre la vejez. Este es uno de los hermosos pasajes de las Escrituras que aborda este tema y pasaremos 5 episodios sumergidas en este pasaje.
Y quiero invitarte a que hagas lo mismo, a que leas la Palabra, este Salmo, y que tal vez puedas memorizarlo como lo hice yo hace unos meses. Me la pasé recitando este salmo a medida que me quedaba dormida por la noche, cuando estaba despierta por la mañana y, a veces antes de irme a dormir.
Se ha convertido en un aliento tan dulce para mi corazón en estos últimos meses, y espero que lo sea para ti también a medida que lo estudiamos en esta serie.
Ahora, al abrir el Salmo 92 verás que en tu Biblia hay un título, a veces llamado «inscripción», es decir, palabras que están escritas en la parte superior del pasaje. En la versión que estoy usando, el título en la parte superior del Salmo 92 dice: «Alabanza por la bondad del Señor». Verás que este tema se enfatiza particularmente en el versículo 2 y es un tema que verás a lo largo de las Escrituras: la bondad del Señor.
Y esa es una de las cosas de las que vamos a hablar, ya seas joven, de edad mediana, o estés envejeciendo, o tal vez seas muy anciana. La bondad de Dios es algo de lo que no podemos prescindir.
Luego vemos que en la parte superior de este salmo también dice: «Salmo. Cántico para el día de reposo». No se nos dice quién fue el autor de este salmo; no lo sabemos, pero sí sabemos que era un cántico para el día de reposo. Es el único salmo de los 150 salmos de las Escrituras que tiene ese título: «Cántico para el día de reposo».
Recuerda que en el Antiguo Testamento el sábado era parte de una rutina que Dios estableció desde la creación. Dios trabajó seis días creando el mundo y luego, en el séptimo día, descansó.
Cuando los israelitas se convirtieron en una nación, Dios les ordenó observar el sábado semanalmente. Un día de cada siete, el séptimo día de la semana, era el día de descanso de su trabajo. También era un día de adoración corporativa, enfocando su atención en quién es Dios. Era una celebración de la fidelidad de Dios en sus vidas.
Ahora, desde la fundación de la Iglesia en el Nuevo Testamento, todos estos años y desde entonces, el pueblo de Dios ha apartado el primer día de la semana que hoy conocemos como el «Día del Señor». Y como dijo un comentarista, hablando de este título, el Sabbath, el Día del Señor, no pretendía ser una carga para nosotros, sino una bendición.
Y así, mientras pensamos en cómo nos reunimos corporativamente y celebramos el amor de Dios y su bondad, este salmo nos da algunas palabras para ayudarnos a hacerlo. Voy a leer el salmo y luego hoy y durante los próximos días, veremos un versículo, una frase, un párrafo a la vez y veremos a dónde nos lleva. Salmo 92:
«Bueno es dar gracias al Señor
Y cantar alabanzas a Tu nombre, Oh Altísimo;
Anunciar por la mañana Tu bondad,
Y Tu fidelidad por las noches,
Con laúd de diez cuerdas y con el arpa,
Con la música sonora de la lira
Porque Tú, oh Señor,
Me has alegrado con Tus obras,
Cantaré con gozo ante las obras de Tus manos.
¡Qué grandes son Tus obras, oh Señor,
¡Cuán profundos son Tus pensamientos!
El hombre torpe no tiene conocimiento,
Y el necio no entiende esto:
Que cuando los impíos brotaron como la hierba,
Y florecieron todos los que hacían iniquidad,
Solo fue para ser destruidos para siempre.
Pero Tú, oh Señor, excelso eres eternamente.
Porque Tus enemigos, Señor,
Porque Tus enemigos perecerán;
Serán esparcidos todos los que hacen iniquidad.
Pero Tú has exaltado mi poder como el del búfalo;
He sido ungido con aceite fresco
Mis ojos satisfechos han mirado
a los que me acechaban, y oyen
Mis oídos de los malhechores que se levantan
Contra mí.
El justo florecerá como la palma,
Crecerá como cedro en el Líbano.
Plantados en la casa del Señor,
florecerán en los atrios de nuestro Dios.
Aun en la vejez darán fruto;
estarán vigorosos y muy verdes,
para anunciar cuán recto es el Señor;
Él es mi Roca, y que en Él no hay injusticia» (vv. 1-15).
Oh Padre, al abrir las Escrituras, abre nuestros corazones, abre nuestros oídos y abre nuestras mentes para recibir, entender y responder a lo que tienes que decirnos a través de Tu santa y preciosa Palabra, en cualquier temporada de la vida en que nos encontremos. Muéstranos cómo podemos ser fructíferos para gloria y alabanza de Tu nombre. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
En el versículo 1 dice que es bueno dar gracias al Señor. La primera vez que vemos esa palabra «bueno» en las Escrituras, ¿recuerdas dónde está? Se encuentra en la primera página de la Biblia, Génesis capítulo 1. Siete veces en el relato de la creación leemos que Dios vio lo que había hecho, y dijo que era bueno. Siete veces en Génesis capítulo 1 dice: «Dios vio que era bueno».
Sin embargo, hay tantas cosas en este mundo y en nuestro entorno que no son buenas. Mientras me escuchas hablar, nuestro mundo está sumido en una tremenda crisis en el Medio Oriente. Y con el paso del tiempo, habrá otros titulares, tal vez más allá de los que consumen nuestra atención, quizás relacionados con el crimen, o la economía, o desastres en nuestro mundo, o líderes corruptos en muchas de nuestras naciones y en el ámbito político.
Puede que las malas noticias no estén tanto en el mundo que llaman tu atención, sino en tu propia vida. Tal vez sea en tu familia, en personas cercanas que están sufriendo o en amigos que están pasando por una mala noticia.
Hace un tiempo recibí un mensaje de texto de una amiga cuya hija se estaba preparando para tener un bebé. Esa hija se encuentra en medio de un gran conflicto en su matrimonio. Las cosas no van bien. Mi amiga escribió y está lidiando con esto con su hija y su futuro nieto, y no son buenas noticias.
Y pienso ahora en otro mensaje de texto que recibí no hace mucho de una amiga colaboradora de Aviva Nuestros Corazones, cuyo negocio se encuentra en medio de una demanda masiva y han tenido que protegerse de demandas difamatorias contra su empresa. No son buenas noticias ahora mismo para esa familia y ese negocio.
Vivimos en un mundo de confusión, de inestabilidad, las cosas no son como deberían ser; no están bien. Pero bajo la inspiración del Espíritu Santo, el salmista nos da una canción para cantar en un mundo que tiene muchas malas noticias.
En el día que fue apartado para la adoración corporativa, el salmista nos llama a hacer una pausa, a mirar hacia arriba para volver a enfocar nuestra perspectiva y nos dice lo que es bueno. ¿Qué es bueno? Versículo 1, Salmo 92: «Bueno es dar gracias al Señor».
Sabemos por todas las Escrituras que Dios es bueno. Incluso cuando todo lo que nos rodea parece malo, Dios es bueno y es bueno dar gracias al Señor. Eso es bueno.
Ahora, en los primeros cinco versículos, veremos algunas enseñanzas sobre el objeto de nuestra acción de gracias y alabanza, el tema de nuestra alabanza y la expresión de nuestra alabanza. ¿Cómo expresamos alabanza y gratitud al Señor? Me encanta que el salmista comienza aquí con el valor de la alabanza y la acción de gracias. Dar gracias es algo bueno. La alabanza al Señor es algo bueno. Es valioso; es precioso; vale la pena. Es bueno dar gracias al Señor.
Y luego vemos, a medida que continuamos en el versículo 1, el objeto de nuestra alabanza. Es bueno dar gracias, no solo a algo general, cósmico, algo lejano que está ahí afuera, sino que es bueno dar gracias al Señor, a Yahweh, el que existe por Sí mismo, que es el Creador de todo lo que existe, el Gobernante, el Soberano y el Dios providencial del universo y del tiempo pasado, presente y el tiempo venidero por toda la eternidad.
Él es el Señor; a Él le damos gracias. Bueno es cantar alabanzas a tu nombre, oh Altísimo. Elyon, el Dios Altísimo. Él es exaltado. Él está por encima de toda persona, de toda circunstancia, de toda nación, de todo problema, de todo pecado. Él está por encima de todo. ¡Él es el Dios Altísimo! Damos gracias al Señor. Alabamos al Señor, Dios Altísimo. Él es el objeto de nuestra alabanza.
Y luego vemos al continuar en el versículo 2 el tema de nuestra alabanza. «Bueno es dar gracias al Señor, y cantar alabanzas a Tu nombre, oh Altísimo», ¿anunciar qué? «Anunciar por la mañana Tu bondad, y Tu fidelidad por las noches», ese es el tema de nuestra alabanza.
Ahora, dependiendo de la traducción que estés usando, puede decir Tu gran amor, Tu amor inagotable, Tu fidelidad o Tu bondad. La palabra hebrea que es realmente importante es: jésed, el amor inquebrantable del Señor que guarda el pacto. Es bueno declarar Tu amor fiel cuando damos gracias.
Cuando cantamos alabanzas, tenemos muchas cosas por las que agradecer al Señor. Es apropiado agradecerle por esas cosas. Pero comenzamos agradeciéndole por Su amor que guarda Su pacto. El amor de Dios no se basa en quiénes somos, ni en lo que hemos hecho, ni en lo que podríamos hacer por Dios, ni en cómo nos desempeñamos para Él. Él nos ama porque es un Dios fiel que guarda Su pacto y Su misericordia para con nosotros nunca cesa. Y así comenzamos el tema de nuestra alabanza, el fiel amor de Dios.
Luego Su fidelidad: el Dios que no solo nos salva por Su amor que guarda Su pacto, sino que nos mantiene salvos, que nos guarda cuando no podemos guardarnos a nosotras mismas. Damos gracias al Señor por Su fiel amor y por Su fidelidad.
Y luego, a medida que continuamos en estos primeros versículos del Salmo 92, vemos no solo el objeto y el tema de nuestra alabanza y agradecimiento, sino también la expresión de nuestra alabanza y gratitud. El salmista nos da referencias en otros salmos a lo largo de las Escrituras sobre cómo y cuándo debemos alabar al Señor.
¿Cómo? Debemos dar gracias y alabar al Señor de varias maneras. En los versículos 2 y 3 nos dice que debemos alabar al Señor con nuestras voces, él dice: «Anunciar Tu bondad y Tu fidelidad».
He estado pensando tanto en eso, que cuando me levanto por la mañana, quiero declarar el amor y la fidelidad de Dios, eso significa anunciar Su amor y Su fidelidad, declararlo primero al Señor diciendo: «Señor, tú eres fiel. Eres amoroso. Bondadoso y misericordioso. Nunca dejas de amarme. Nunca dejas de guardarme», declarando al Señor gracias y alabanzas por Su misericordia y fidelidad.
Pero a veces necesitamos declarárnoslo a nosotras mismas: «Alma, estás molesta. Estás agobiada. Estás ansiosa por esto o aquello». Necesito recordarle a mi alma, recordarme a mí misma, que Dios me ama, que Dios es fiel, sin importar lo que esté pasando en este mundo o en mi mundo ese día. Entonces lo declaramos al Señor, lo declaramos a nosotras mismas y lo declaramos a los demás.
Robert y yo queremos decírnoslo el uno al otro, y hoy les declaramos a ustedes, y quiero que ustedes lo hagan con los demás también: que el Señor es amoroso, fiel, bondadoso y misericordioso. Estamos declarando, y cuanto más hablamos del amor y la fidelidad de Dios, más se afianza nuestra fe en esa verdad. Nos lo recordamos a nosotras mismas.
Necesitamos esos recordatorios porque el mundo se está metiendo en nuestras cabezas, nuestros corazones y nuestros pensamientos todo el día, todos los días. Necesitamos el recordatorio de que Dios es fiel, amoroso y que Él nunca falla. Lo declaramos con nuestra lengua. Pero no solo lo declaramos con nuestras palabras, sino que cantamos alabanzas al Señor. Esa es otra manera de dar gracias y alabar a Dios: cantamos.
Ahora bien, esto es apropiado para un salmo que fue escrito para el Sabbath. Eso me recuerda que cuando vamos a la iglesia cantamos canciones al Señor. Me encanta eso, pero miras a tu alrededor y descubres que a veces la gente no canta bien. Tal vez sea porque no conocen las canciones, o tal vez, como yo, sienten que no tienen una voz que realmente quieran que otras personas escuchen cuando cantan. Pero qué bueno es cuando nos reunimos para la adoración corporativa y levantamos nuestras voces para cantar alabanzas al Señor y adorarlo con cánticos, celebrando Su amor y Su fidelidad.
Y luego, siguiendo con el «cómo», debemos hacerlo no solo con nuestras voces sino también con instrumentos musicales: «Con laúd de diez cuerdas y con el arpa, con la música sonora de la lira», nos dice el versículo 3. Hay algunos en la historia de la iglesia que creían que el uso de instrumentos y la adoración solo estaba destinado al pueblo de Dios del Antiguo Testamento. Y luego, en la era del Nuevo Testamento, la Iglesia debía cantar sin instrumentos.
Creo que eso es algo difícil de demostrar. Y hubo algunos teólogos destacados que creían eso, pero queda claro cuando llegamos al libro de Apocalipsis en el capítulo 5, que los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos en el cielo se postraron ante el Cordero, y ¿cada uno tenía qué? Un arpa.
El Salmo 92 anticipa ese día de adoración en el cielo cuando los santos de Dios tendrán instrumentos musicales. Apocalipsis 5 dice que cantan un cántico nuevo. ¿Qué canción es esa? Es un cántico del Cordero; es el canto de la redención. Lo cantamos ahora mientras nos reunimos para la adoración corporativa; lo cantamos en nuestras casas, lo cantamos desde nuestro propio corazón al Señor en anticipación a ese día, la eternidad, donde anunciaremos, declararemos y cantaremos la alabanza del Señor para siempre.
Entonces, la expresión de nuestra alabanza debe ser: con nuestra boca, con nuestra música, con instrumentos. Pero, ¿cuándo debemos dar gracias y alabar al Señor?
Bien, el versículo 2 nos dice dónde dar gracias al Señor: declarar Su amor fiel por la mañana. En la mañana es bueno comenzar cada día declarando que Dios es fiel y nos ama, que Él tiene este amor que guarda el pacto que comienza nuestro día y nos sostendrá durante todo el día. De hecho, Él estuvo despierto toda la noche cuidándonos, amándonos y siendo fiel. Así que, lo declaramos por la mañana.
Pero también lo declaramos de noche: «para declarar Tu fidelidad por las noches». Es bueno terminar cada día declarando que Dios nos ha sido fiel un día más.
No lo des por sentado. Si Dios no hubiera mantenido el sol, la luna y las estrellas en el cielo, no hubiera mantenido la tierra en su eje, a todos esos planetas y al sol y todas las cosas haciendo lo que Dios les ordenó que hicieran, no estaríamos aquí ni un día más. Pero Dios ha sido fiel como Señor de la Creación. Como Señor de la naturaleza y Señor de nuestros propios corazones y vidas, Dios ha sido fiel, sin importar lo que haya sucedido en nuestros días. Él ha sido fiel un día más. Lo declaramos por la mañana y lo declaramos por la noche.
Quiero enfatizar que es bueno dar gracias al Señor durante todo el día e incluso cuando nos despertamos durante la noche. Pienso en esa canción que muchos de nosotros cantamos a veces en nuestra adoración corporativa:
Sale el sol
Es un nuevo día
Es tiempo de alabar otra vez
Y sin importar lo que halle en mi camino
Yo cantaré hasta el anochecer
¿Y cuál es Su canción que estaremos cantando?
¡Alma alaba al Señor!
¡Oh al Señor!
Santo Su nombre es
Canta de corazón al Señor
Su nombre alabaré.
(«10,000 Razones» de Matt Redman)
El amor inquebrantable y la fidelidad de Dios no tienen fin. Nuestras alabanzas y nuestra gratitud deben ser interminables. Mañana y noche, todo el tiempo intermedio hasta el final de nuestra vida terrenal y durante toda la eternidad.
Mi esposo tiene un primo. La familia Dourte es muy unida y ahora tiene varias generaciones. Es una familia enorme. Son una familia de cantantes. Es una familia que da gracias y alaba al Señor. Uno de los primos de Robert, un hombre llamado Nevin Dourte, era un hombre fuerte y sano de sesenta y seis años a quien hace varios meses le diagnosticaron un tumor cerebral agresivo.
Es un shock total para esta preciosa familia que ama al Señor. Les encanta dar gracias al Señor; les encanta alabar al Señor. Son adoradores del Señor. Son seguidores de Cristo. La familia se reunió y ellos oraron, pero después de un par de semanas, este precioso hombre se fue a casa con el Señor.
Robert y yo pudimos ver en vivo el servicio conmemorativo que se llevó a cabo en la Iglesia de los Hermanos en Cristo en el centro de Pensilvania. Fue un hermoso
servicio. Se honró a Cristo con muchos cantos y muchas Escrituras. Luego la congregación comenzó a cantar una canción que nunca antes había escuchado de esa manera. Fue profundamente conmovedor para mí escuchar a esa congregación, a esos amigos, como familia cantando al Señor. Y quiero que escuchen lo que ellos cantaron al final del servicio:
A Dios, el Padre celestial,
al Hijo nuestro Redentor,
y al eterno Consolador,
unidos todos alabad.
Bueno, debo decirles que Robert y yo mientras veíamos y escuchábamos, llorábamos, observábamos y escuchamos a esa congregación, a través de sus lágrimas, lamentando la pérdida de este ser querido, pero cantando alabanzas al Señor.
Y tengo que decir que no puedo pensar en una mejor manera de enviar a alguien que amas a su hogar eterno. De hecho, envié un enlace de esa canción al líder musical de nuestra iglesia y le dije: «Por favor, haz que la congregación de nuestra iglesia aprenda a cantar este cántico antes de mi funeral», porque así es como quiero irme. Así es como quiero que me envíen al hogar celestial. Quiero que el pueblo de Dios alabe, cante, agradezca al Señor, por Su amor y Su fidelidad.
Es bueno, es bueno dar gracias al Señor, cantar alabanzas a Su nombre, el Dios Altísimo.
Incluso mientras leemos este salmo y hablamos de la bondad y la fidelidad de Dios, alabándole y agradeciéndole, es posible que tu mundo hoy no se vea nada bien. Tal vez estés desanimada porque estás lastimada por dentro, y por el mundo roto, caído y desordenado que te rodea. Pero te diré lo que es bueno, y es algo bueno: es bueno es dar gracias al Señor y cantar alabanzas a Tu nombre, oh Altísimo; anunciar por la mañana Tu bondad, y tu Fidelidad por las noches.
Oh Señor, cómo te adoramos. Te damos gracias porque eres bueno. Bueno es darte gracias, cantarte alabanzas. Celebramos, adoramos en medio de cualquier cosa que pueda estar haciendo que se nos llenen los ojos de lágrimas este día.
El hecho de que Tú eres el Señor, Tú eres el Dios Altísimo, podemos confiar en Ti para escribir nuestra historia. Nos amas con un amor fiel y eterno. Y siempre has sido fiel a Tu pueblo de generación en generación. Y sea lo que sea que estemos pasando ahora, Tú no dejarás de ser fiel. . . desde ahora hasta la eternidad. Por toda la eternidad te daremos gracias y alabanzas, en el nombre de Jesús, amén.
Débora: Nancy DeMoss Wolgemuth nos ha estado dando razones por las cuales podemos alabar al Señor sin importar nuestras circunstancias. Ella nos ha mostrado la importancia, así como el cuándo y cómo darle gracias. Después de todo, eso es parte de lo que implica dar fruto como creyentes en Cristo.
Nancy: Nuestro deseo aquí en Aviva Nuestros Corazones es ayudarte a ser fructífera en cada etapa de la vida. No importa tu edad o dónde vivas, queremos hacer todo lo posible para ayudarte a prosperar en Cristo.
Uno de los aspectos más destacados del año 2023 fue Mujer Verdadera’23 fue nuestra conferencia Mujer Verdadera para mujeres de habla hispana. Más de 8.000 mujeres de treinta y cinco países diferentes se reunieron en Guadalajara, México, para escuchar mensajes sobre libertad, plenitud y abundancia en Cristo.
Y estamos tan agradecidos a Dios por lo que está haciendo a través del ministerio de Aviva Nuestros Corazones. Son muchas las mujeres que nos escriben para dejarnos saber cómo los mensajes y las conferencias las han bendecido. Una oyente nos escribió:
«Mi nombre es Belinda Pérez Larios. Tuve la oportunidad de conocer el ministerio de Aviva Nuestros Corazones gracias a Dios y a una hermana en Cristo que me compartía los pódcast. Este ministerio transformó grandemente mi vida y me hizo tener el deseo de buscar a Dios de manera más personal.
Yo conocía de la Palabra de Dios desde que me casé. Sin embargo, a pesar de haber sido bautizada en mi iglesia local, no fue sino hasta el año 2021, en plena pandemia, que entregué mi vida al Señor. Dios me ha fortalecido durante las duras pruebas en mi matrimonio, en mi maternidad y en mi vida cristiana a través de los estudios bíblicos de este ministerio.
La conferencia de Mujer Verdadera 2023 me trajo convicción de anhelar una vida plena en Cristo; de abrazar el deseo de Dios de que yo dé frutos para Él. Esa conferencia me retó a vivir de tal manera que todos sepan que tengo una relación personal con el único Dios Verdadero.
Además, Mujer Verdadera’23 me dejó enseñanzas de vida, entre las cuales están la de renunciar a mí misma cada día y procurar el bien de otras personas en lugar del mío propio. Esto lo quiero poner en práctica de manera personal, en mi familia, y compartirlo con otras mujeres, especialmente en mi iglesia local. Como una cascada de agua viva ahora sirvo al Señor Jesús de manera personal y estoy siendo grandemente edificada día a día. ¡A Dios sea la gloria!».
Testimonios como este son posibles gracias a oyentes como tú, que abrazan la misión de Aviva Nuestros Corazones y son movidos a apoyarla. Tu donación hace posible que continuemos desarrollando alcances y aprovechando las oportunidades de ministerio, sirviendo a más y más mujeres cada año. ¡Gracias por tu participación en la obra que Dios está haciendo!
Estoy muy agradecida por muchas otras como esta oyente que han dicho: «Vemos la mano de bendición de Dios en lo que Dios está haciendo a través de Aviva Nuestros Corazones». Ven el fruto y quieren ser parte de él. Quieren participar. ¿Y tú? ¿Te gustaría hacer una inversión en lo que Dios está haciendo en los corazones de las mujeres alrededor del mundo? Nos encantaría saber de ti este mes. Y te aseguro que también llenará de gozo tu corazón.
Débora: Si nos has estado escuchando por algún tiempo, sabrás que Aviva Nuestros Corazones existe para ayudar a las mujeres a abrazar el llamado y propósito de Dios para sus vidas. Por esa razón producimos programas diarios, página web, conferencias y publicaciones basadas en la sana doctrina de la Biblia. Esta ayuda a las mujeres a desarrollar una relación íntima con Dios, así como relaciones saludables con sus familias y comunidades.
Si tú has donado anteriormente a Aviva Nuestros Corazones, queremos decirte que estamos muy agradecidas por la generosidad de oyentes como tú. Tu colaboración nos ayuda a suplir para las necesidades de otras. ¡Eres una bendición!
Y si nos has estado escuchando y nunca has considerado dar, te invito a preguntarle al Señor si este es un buen momento para hacerlo: «Padre, ¿quieres que sea parte de lo que estás haciendo a través de este ministerio?». No olvides que tu ofrenda principal debe ser hacia tu iglesia local, pero si Dios te ha bendecido y quieres impulsar nuestra misión, visítanos en AvivaNuestrosCorazones.com y apóyanos por medio de donaciones mensuales u ofrendas especiales. ¡Gracias por considerar ser parte de lo que Dios está haciendo a través de Aviva Nuestros Corazones!
Nancy: Muchas gracias por dar y por orar. Necesitamos ambas cosas más de lo que imaginas.
Débora: Así es Nancy. Y para terminar el episodio de hoy quiero preguntarte, ¿encuentras tu gozo en el Señor? El día de mañana Nancy nos mostrará cómo nuestra adoración al Señor nos lleva al verdadero gozo. Ella continuará en nuestra serie sobre el Salmo 92 titulada, «Floreciendo en cada temporada». Te esperamos mañana en Aviva Nuestros Corazones.
Llamándote a florecer en cualquier circunstancia en la que el Señor te ha puesto, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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