Entiende tu verdadero valor
Annamarie Sauter: Puede que hoy estés bastante ocupada pero, ¿es esa la causa de tu cansancio?
Erin Davis: Estamos cansadas, y luego terminamos sintiéndonos como, «bueno, todavía no he ganado mi valor. ¿Dónde lo puedo buscar?» Esa es una mentira peligrosa que el enemigo nos dice a menudo.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Aquí está Nancy con nosotras para introducir a nuestra invitada.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Hemos estado hablando esta semana con mi amiga Erin Davis. Muchas de ustedes la conocen por su participación en nuestros blogs (Mujer Verdadera, Joven Verdadera y Maestra Verdadera). Erin actualmente es la encargada de contenido del ministerio Revive Our Hearts, y es la presentadora del podcast de la serie «Mujeres de la Biblia» en su versión en inglés.
Ella es coautora de la guía de …
Annamarie Sauter: Puede que hoy estés bastante ocupada pero, ¿es esa la causa de tu cansancio?
Erin Davis: Estamos cansadas, y luego terminamos sintiéndonos como, «bueno, todavía no he ganado mi valor. ¿Dónde lo puedo buscar?» Esa es una mentira peligrosa que el enemigo nos dice a menudo.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Aquí está Nancy con nosotras para introducir a nuestra invitada.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Hemos estado hablando esta semana con mi amiga Erin Davis. Muchas de ustedes la conocen por su participación en nuestros blogs (Mujer Verdadera, Joven Verdadera y Maestra Verdadera). Erin actualmente es la encargada de contenido del ministerio Revive Our Hearts, y es la presentadora del podcast de la serie «Mujeres de la Biblia» en su versión en inglés.
Ella es coautora de la guía de estudio, Mentiras que las jóvenes creen, y escribió un libro titulado. «Graffiti: Aprendiendo a ver el arte en nosotras». Es un libro acerca de la visión que tiene el mundo sobre la belleza y la visión de Dios sobre este tema. Actualmente está en el proceso de escribir otro libro.
Erin, bienvenida de nuevo a Aviva Nuestros Corazones.
Erin: Estoy feliz de estar de regreso, gracias.
Nancy: Estoy muy agradecida, Erin, de que hayas escrito este libro en particular. No es solamente un manual, no es solo teoría. Estos son temas con los que has lidiado desde tu infancia, con los que has vivido, y de los que hemos hablado en el último par de días. Hablamos de las formas en que la comida, la imagen corporal y la imagen corporal distorsionada, eran una obsesión para ti, un área de esclavitud. Creo que no es solo verdad en tu vida, sino para muchas, muchas de nosotras hoy en día, y no estoy segura de que haya un límite de edad para esto.
Erin: No creo. De hecho, tengo la maravillosa oportunidad de viajar y hablar sobre este tema con frecuencia. Hablo mucho a niñas de ocho años de edad, y hablo mucho a mujeres de ochenta años. Nunca olvidaré una mujer llamada Dora que tenía 86 años. Ella vino a un evento de Graffiti, y dijo: «Esto es lo que he necesitado escuchar toda mi vida».
Mi primer pensamiento fue que estaba emocionada de que ella hubiera encontrado libertad. Mi segundo pensamiento fue que, qué triste que ella estuvo en la esclavitud de la belleza e identidad durante 86 años. Parece ser algo con lo que nosotras, las chicas, lidiamos casi universalmente, sin importar nuestra edad.
Nancy: Incluso tenemos el testimonio de un papá que dijo que él pensó en su hija de ocho años de edad mientras escuchaba esta conversación. Ella es alta y delgada, más alta que el promedio de su clase, y los niños la llaman, «la cigüeña», por sus largas piernas. Este papá continuó diciendo: «Wow, yo quiero ser capaz de ayudar a mi hija a pensar en estas cosas desde la perspectiva de Dios». Tan joven como de ocho años de edad, ese tipo de palabras y etiquetas pueden realmente empezar a causar un impacto en nuestras vidas.
Erin: Así es. De hecho, yo estoy enseñando esto ahora a un grupo de mujeres, probablemente en sus sesenta años en mi comunidad. Les pregunté la semana pasada si podían recordar una de las críticas que recibieron. Cada una de estas mujeres, muchas de ellas con lágrimas, recordaron críticas específicas. La mayoría de ellas fueron cuando tenían ocho, nueve, diez años, y han cargado con ellas como piedras alrededor de su cuello durante cincuenta años.
Esas cosas tienen un impacto, y este mensaje de que no eres hermosa, o que no tienes valor, o que no vales la pena, se arraigan en nuestros corazones muy, muy temprano. Debemos ser proactivas para contrarrestar eso con la Palabra de Dios temprano, a cualquier edad, realmente.
Nancy: Estamos hablando realmente sobre contrarrestar mentiras.
Erin: Eso es correcto
Nancy: Eso hace que mi mente se remonte al tercer capítulo del Génesis, donde la primera mujer lidia con las mentiras de Satanás, la tentación de Satanás, y parte de ellas se centran alrededor de todo este tema de la belleza, ¿no es así?
Erin: Eso es correcto. Realmente creo que ella estaba creyendo una mentira acerca de su valor. Sabemos que la serpiente dijo, «come esto, y serás como Dios». La implicación era que lo que tú eres no es suficiente. «Tú deberías ser algo más. Deberías ser otra cosa».
No pasó mucho tiempo hasta que ella mordió esa fruta, y nosotras hacemos lo mismo. «Tú deberías ser otra persona. Tú deberías parecerte a alguien más. Tú deberías progresar como alguien más». Nosotras mordemos el fruto desde entonces, y nos encontramos en esclavitud. Desde luego, podemos remontar este problema al jardín del Edén.
Nancy: Y las mentiras no se detuvieron allí. Creo que desde ese día hasta hoy Satanás se ha dirigido a las mujeres con mentiras sobre la belleza, el significado y el valor. ¿Cuáles son algunas de esas mentiras? Cuando tú repasas tu propio caminar en este ámbito, ¿cuáles son algunas de las mentiras que se alojan en tu corazón y que se alojan en los corazones de otras mujeres, que afectan su sentido de valor y dignidad?
Erin: Creo que pensamos que son pequeños problemas; «no me siento hermosa, no me siento delgada». Eso no es gran cosa, pero tienes razón. Se albergan en nuestro corazón, y se convierten en algo feo. Satanás sabe eso.
«Tu valor viene de tu apariencia». Esa es una mentira bien grande, y nuestra cultura parece afirmar eso. Hablamos en el programa anterior de que eso es contrario a la Palabra de Dios. La Palabra de Dios nos dice específicamente: «El hombre ve la apariencia exterior, pero Dios ve el corazón» (1 Samuel 16: 7, parafraseado). Sin embargo, continuamos sintiendo como, si tan solo pudiéramos parecernos a…lo que sea, entonces vamos a tener más valor.
Me preocupan esos espectáculos que nuestra sociedad realmente ama ver, donde la gente pierde mucho peso, y el mensaje es: si tú pierdes peso, tu vida será maravillosa. Tú serás maravillosa. Tu vida será mejor. Tú tendrás más valor. Tu valía, tu valor proviene de tu apariencia.
Esa es una mentira que atrapa a muchas jóvenes.
Nancy: No se trata solo de perder peso, es ese cambio de imagen radical que muestra que si tú puedes conseguir este look totalmente diferente, entonces tú vas a valer más.
Erin: Así es, y siempre hay un grupo de familiares y amigos entusiastas que están gritando y llorando porque ahora tú eres una persona más maravillosa y más valiosa porque tu aspecto cambió.
A menudo, he querido entrevistar a aquellas personas que participaron en esos programas, luego de seis meses o un año después, y preguntarles: «¿Te hizo eso una mejor persona? ¿Te hizo tener un mejor matrimonio? ¿Te hizo una persona más feliz?» Creo que la respuesta sería muchas veces, «no», porque es una mentira. Tu valor no tiene nada que ver con tu aspecto exterior.
Nancy: Y entonces la mentira va más allá de eso, no es solo, «tu valor viene de tu apariencia, sino, tu valor proviene de lo que haces».
Erin: Así mismo, «tu valor proviene de lo que puedes lograr». Si logras evadir la mentira de la apariencia cuando eres joven, esto sin duda te atrapará probablemente en los años de universidad o posteriormente a medida que comienzas tu carrera. «Tú tienes más valor si llevas a cabo cierto número de cosas. Tú vales mucho más. Tú eres un mayor activo si, por ejemplo, tienes una educación, si estás escalando la escalera corporativa, si te las arreglas para adquirir cosas».
Creo que las personas que son así y han tratado de encontrar su verdadero valor y su felicidad en esas cosas te dirían que están vacías. ¿Es la universidad mala? No. ¿Está mal el trabajar? No. Si estás buscando esas cosas para encontrar tu valor, te vas a encontrar a ti misma vacía.
Nancy: Pienso incluso en madres que están centrando su energía y esfuerzos en sus hijos, pensando: «Valgo más si mis hijos se comportan de cierta manera o si se desempeñan de una determinada manera».
Erin: Creo que las mentiras del desempeño son extremadamente peligrosas porque invertimos una gran cantidad de energía en tratar de ganar valor mediante logros en cualquier área. Creo que el resultado número uno de creer una de estas mentiras es el agotamiento. Movemos nuestras ruedas y giramos y giramos y tratamos de ganar valor en cualquier ámbito, y no funciona. Estamos cansadas, y luego terminamos sintiéndonos como, «bueno, todavía no he ganado mi valor. ¿Dónde lo puedo buscar?» Esa es una mentira peligrosa que el enemigo nos dice a menudo.
Nancy: ¿Qué pasa con la mentira de que nuestro valor se deriva o está determinado por lo que otros piensan de nosotras?
Erin: A ese mismo grupo de mujeres que les pedí que me contaran una crítica que recibieron, también les pedí que me dijeran un cumplido que recibieron. La mayoría de ellas no pudo. Creo que nuestros recuerdos nos juegan malas pasadas en esta área. No percibimos con precisión lo que la gente realmente piensa acerca de nosotras. Pensamos que tenemos su aprobación cuando no la tenemos. Pensamos que sí nos aprueban, cuando lo hacen. Su primera impresión de nosotras puede no ser lo que piensen de nosotras a largo plazo, o viceversa. Simplemente no es consistente. Incluso las personas que nos adoran son gruñonas algunos días, están cansadas o molestas con nosotras.
Si estamos tratando de construir nuestro sentido de valor en lo que las personas que nos rodean piensan sobre nosotras o están diciendo sobre nosotras, no lo alcanzaremos porque no podemos manejarlo. No podemos saber con exactitud lo que piensan de nosotras, y eso es propenso a cambiar. Así que eso está probablemente entre los más peligrosos.
Nosotras tendemos a anhelar el aplauso del hombre, pero creo que podemos mirar a esas personas en nuestra sociedad que son los más queridos, y darnos cuenta de que están muy vacíos y esto puede ser muy doloroso.
Así que esmejor encontrar nuestro valor en las opiniones de alguien que no cambia, que sabemos por la Palabra de Dios, es Dios. Él es el mismo ayer, hoy y siempre. Eso significa que lo que Él ha sentido por nosotras ha sido siempre lo mismo y siempre será lo mismo. Él no va a despertar de mal humor y decir que le molestamos. Es consistente. Ese es un lugar seguro para construir tu sentido de valía.
Nancy: Yo sé, Erin, que para muchas de nosotras como mujeres, una cosa es saber que estas son mentiras, y mentalmente decirnos a nosotras mismas o tener a alguien que nos dice: «Dios te ama tal como eres, independientemente de cómo luzcas o de lo que haces. Tú no impresionas a Dios con tus logros. Él es un Dios de gracia». Sin embargo, para muchas de nosotras, únicamente saber eso, escucharlo, decirlo, todavía no se conecta a nuestros corazones. Sigue siendo una batalla interna del corazón. ¿Cómo podemos empezar a renovar realmente nuestra mente y nuestras emociones para alinearlas con lo que sabemos que es verdad en nuestra cabeza?
Erin: Bueno, creo que esa frase, «Dios te ama tal y como eres», para muchas mujeres es como aplicar solo una curita a una herida grave, grave, una herida sangrante. Simplemente no funciona. Es cierto. Dios realmente te ama. Esa es una respuesta muy simple, pero para muchas de nosotras las mujeres es un problema muy, muy complejo.
Hemos estado hablando los dos últimos programas acerca de algunas de las raíces. Puede que se remonte a nuestra infancia, a nuestras madres, nuestros padres, nuestras experiencias en la escuela secundaria o la universidad. No puedes resumir en una sola oración aquellas cosas que se han ido acumulando durante años, pero hay verdades complejas en la Palabra de Dios acerca de tu valor. Tienes que ir en una búsqueda por ti misma a la Palabra de Dios, para encontrar esas verdades. Estoy encantada de ayudarte en mi libro. Señalamos a la Palabra de Dios una y otra y otra vez. Dios tiene mucho que decir acerca de ti, y no es solamente, «te amo de la forma que eres». Él aplica un lenguaje rico, complejo, para Su descripción acerca de ti.
Hablamos en el programa anterior sobre el Arca del Pacto. Esa es una verdad compleja. ¿Por qué? Debido a que Su visión de ti es profunda, es ancha, es alta, es significativa. Así que este es un tema profundo.
Tú también tienes que estar dispuesta a tomar en serio lo que hay en tu propio corazón. Tienes que darte cuenta que si tienes trastornos alimenticios, hay una raíz. No puedes arreglar simplemente la alimentación. Si tienes relaciones destructivas, hay una raíz. No puedes simplemente cambiar de relación. Tienes que estar dispuesta a profundizar en tu propio corazón, y esto puede ser doloroso. Tienes que rastrear las mentiras en tu propia vida hasta llegar a la raíz y luego aplicar la verdad de Dios a ellas. Sabemos por Hebreos que la Palabra de Dios es una espada de doble filo. Es capaz de hacerse cargo de ella y entregar verdad a esas heridas (ver 4:12).
Pero tienes razón, no podemos aplicar soluciones simples a este tema complejo.
Nancy: Creo que lo que acabas de decir señala el punto de partida. Esto es: ¿De dónde sacamos nuestros mensajes? ¿Qué es lo que estamos escuchando? ¿Y cuántas de nosotras, como mujeres cristianas, estamos recibiendo más aportes del mundo, de sus películas, libros, revistas, de nuestros amigos, e influencias externas, que de lo que recibimos de la Palabra de Dios? Así que para empezar, ¿no crees que saturar nuestras mentes y nuestros corazones con la Palabra de Dios es lo que va a reestructurar nuestro sentido de quiénes somos y cómo nos relacionamos con los que nos rodean?
Erin: Sin duda, eso es lo que me llevó a la libertad. He intentado el diálogo interno. Traté de decirme a mí misma, «Erin, estás siendo tonta en esta área. Erin, Dios te ama como tú eres. Erin…» No funcionó. Pero entonces traté de saturar mi vida con la Palabra de Dios. Traté solamente de estar en una búsqueda, en una búsqueda del tesoro para encontrar todo lo que Él dijo acerca de este problema, y ciertamente no regresé vacía. Había más en la Palabra de Dios sobre mi identidad, mi belleza, mi valor, de lo que jamás podría haber comprendido.
Nancy: ¿Así que estás diciendo que tenemos que dejar que Cristo forme nuestra visión del mundo, Cristo y Su Palabra? En lugar de permitir que los medios de comunicación u otras personas le den forma a nuestro corazón, sucumbiendo a los mensajes del mundo. Así que necesitamos ser renovadas con el mensaje de Dios y Su verdad.
Una de las cosas que la Palabra de Dios nos dice es que tenemos que reconocer que realmente tenemos un enemigo que está tratando de destruirnos. Él es mentiroso, engañador, homicida; él es un destructor. Tenemos que reconocer que él tiene una agenda en nuestras vidas, que él está tratando de llevar a cabo.
Erin: Eso es correcto. Sabemos por 1 Pedro 5: 8, que anda rondando como león rugiente buscando devorarnos. Realmente puedo ver eso representado en la vida de las mujeres en los asuntos de la belleza y de la identidad. Él busca destruirnos por completo.
Creo que fue un punto decisivo para mí conocer a mi enemigo. La cultura sin duda puede jugar un papel. Creo que deberías tomar decisiones sabias sobre el tipo de medios de comunicación que consumes, pero si esto fuera solo una cuestión cultural, tú podrías cancelar todas tus suscripciones, halar del enchufe de tu televisor, cerrar los ojos cuando conduces por vallas publicitarias, y entonces nunca lucharás con la belleza de nuevo.
Nancy: Pero eso no es así.
Erin: Eso no es así en absoluto. ¿Por qué? Porque la cultura no es el enemigo, pero hay un enemigo, y creo que Satanás, nuestro enemigo, en realidad busca atrapar a las mujeres con este problema.
Nancy: Así que una vez que tú reconoces que tienes este enemigo, ¿cómo combatirlo? ¿Cómo lidiar con él?
Erin: Bueno, sabemos por Efesios que nuestras armas son: la espada de verdad, que es tu arma ofensiva (ver 5: 10-20). ¿Qué es verdad? La Palabra de Dios es verdad. Esto puede parecer una afirmación redundante: Ve a la Palabra; ve a la Palabra. Puede parecer una solución simple, pero en mi experiencia, no muchas mujeres están realmente yendo a la Palabra para solucionar este problema.
Podríamos mirar el Salmo 139, que es un gran salmo que realmente ha cobrado vida para mí, mientras lo he estudiado en el contexto de todo lo demás que Dios dice acerca de mí. Dice que estamos hechas formidablemente y maravillosamente. Podemos conocer ese pasaje, pero no sabemos mucho más allá de eso, y eso es solo la punta del iceberg de lo que Dios dice acerca de nuestro valor.
Creo que es importante reconocer los errores. Hay una teoría que los criminólogos suelen llamar la teoría de la ventana rota. Su teoría es que si el barrio es un desastre, tú vas a coger una piedra y la vas a lanzar por la ventana, si la mayoría de las ventanas ya están rotas, hay basura y la maleza está alta. Pero si el barrio está muy bien cuidado, las ventanas no están rotas, el césped está cortado, hay cajas de flores bajo la ventana, tú no vas a coger una piedra y lanzarla por la ventana.
Eso es tan cierto acerca de nuestras vidas. Si estás rota, si eres un desastre, si no estás creyendo lo que la Palabra de Dios dice acerca de ti, tú eres ese barrio en decadencia, y te conviertes en un lugar donde otras personas tiran piedras. Los riesgos son muy altos. ¿Por qué Satanás nos ataca con nuestra belleza? Creo que es por esto. Si tú abrazas la verdad de Dios, si tú crees la verdad de Dios, te convertirás en ese barrio bien cuidado.
Podemos ver esto en la historia de la mujer adúltera. Había hombres, gente, una multitud esperando tirarle piedras, pero me imagino que probablemente tuvo problemas con el tema de la identidad. Estaba atrapada en patrones de pecado muy graves y Jesús la protegió.
Realmente creo que nuestro enemigo es Satanás, y va detrás de nosotras porque los riesgos son altos. Si no creemos lo que la Palabra de Dios dice acerca de nosotras, nos metemos en relaciones tóxicas, tomamos decisiones destructivas de dieta, tomamos decisiones de citas destructivas. Así que tienes que saber esto, saber que tu espada es la verdad. ¿Qué es verdad? Es la Palabra de Dios, y pelea contra él con el arma que funciona.
Nancy: Creo que es tan importante que las mujeres sepan que hay esperanza. Hay esperanza para las chicas, para las jóvenes, para las mujeres adultas y para las mayores. Dios puede transformar las partes más profundas de nuestros corazones.
Y al escucharte describir, Erin, esos dos tipos de barrios o vecindarios, pienso que cuando tú eras adolescente, una estudiante de universidad, una joven esposa, tu vida vida podía ser descrita en términos de nuestro interior, como el barrio «roto».
Erin: Eso es correcto. Con frecuencia digo que me sentía atraída a lo que estaba roto. Si había un chico que iba a ser malo para mí, me sentía atraída hacia él. Si había una amistad que iba a ser tóxica, ese era el tipo de amistad que yo quería tener. Yo era cristiana todo ese tiempo, pero tomé un montón de decisiones realmente malas. Tienes razón. Ahora soy ese barrio limpio, y tomarlo de alguien que estaba en la esclavitud y que ahora es libre, esa es la victoria que es tan dulce y es posible.
Nancy: Dios realmente ha transformado tu corazón desde adentro hacia afuera por el poder del evangelio mientras te has metido en la Palabra. Cristo ha limpiado tu mente, limpió tus patrones de pensamiento, cambió tu vida. Ese es el poder del Espíritu Santo. No es un esfuerzo de autoreforma que hiciste, sino Cristo renovándote desde dentro hacia fuera, y ahora usándote para ser un instrumento de renovación y restauración en las demás.
Creo que tu mensaje es tan importante, no solo para las mujeres que están escuchando, que tienen sus propios problemas, que todas tenemos, sino particularmente para las madres que tienen hijas pequeñas. Quiero que les digas solo unas palabras de lo que una mamá puede decir o hacer a una hija, de seis, siete, ocho años de edad, y que está empezando a tener algunas de estas maneras equivocadas de pensamiento, algunos de estos patrones destructivos y cómo ella ve la comida o a sí misma o a su cuerpo o a los chicos. ¿Cómo puede una madre hablar palabras que alienten a esa hija a que empiece a pensar a la manera de Dios?
Erin: Bueno, en primer lugar, tienes que saber que esa debe ser una conversación continua. No es el tipo de conversación que tú puedes sentarte y tener con ella una vez y sacarla de tu lista. ¿Por qué? Porque ella está siendo inundada con mentiras en esa área por su enemigo, la cultura, quizás por sus amigos. Así que vas a tener que contrarrestarla tan intensamente como todos los otros mensajes que están le están llegando a ella. Así que aprovecha cada oportunidad.
Estoy segura de que ustedes saben esto, madres, pero la oración es su trabajo principal. Si esto quizás es algo por lo que no has estado orando, empieza ya. Comienza orando para que el Señor te enseñe cómo enseñar a tus hijos la versión de Su belleza, Su identidad, Su valor. Él te dará las herramientas.
Creo que puedes llevar a tus hijas e hijos a la Palabra. Puede que no sean capaces de descubrir estas cosas en la Palabra en su propio tiempo de devocional o en su propio tiempo de estudio de la Biblia; sin embargo, puede ser que no estén en ese punto, pero tú los puedes llevar.
Llévalos al Salmo 45 y diles: Mira este pasaje genial que encontré dónde dice, «el rey deseará tu hermosura» (v.11). Cualquier niña amará tener una gran conversación acerca de lo que significa ese pasaje.
Llévalos a esa historia en 1 Samuel donde dice claramente: «El hombre mira la apariencia exterior, pero Dios mira el corazón» (16: 7, parafraseado).
Cuando vas de compras, esa es una gran oportunidad para hablar de lo que vemos en 1 Pedro: «Que vuestro adorno no sea externo» (3: 3, parafraseado). ¿Qué significa eso?
Así que vas a tener que hablar de ello, y vas a tener que hablar de ello con mucha frecuencia. A veces vas a tener que llamarlas y sentarlas cuando digan, «oh, me siento fea. Me siento gorda». «Nosotras no decimos eso. No hablamos de nosotras mismas de esa manera, y es por esto». Vas a tener que hablar de ello y hablarlo y hablarlo.
Nancy: Tus hijos son varones todos, Erin. Si Dios los bendice a ti y a Jason con una niña, ¿cuáles serían algunas de las cosas, mientras va creciendo, que querrías que te oyera decir, que no escuchaste cuando eras una niña, que tú crees que pueden hacer una diferencia?
Erin: Quiero que ella nos escuche a su papá y a mí afirmar constantemente cosas que son eternas, que ama a los demás, que conozca a Jesús, que ella esté comprometida con Su Palabra. Espero que cuando esté al final de sus veinte y reflexione sobre el pasado, al igual que yo, que pueda hablar sobre el hecho de que esas cosas –asuntos de apariencia física y cuestiones de desempeño– no fueron cosas de las que escuchó mucho mientras crecía; escuchó mucho más sobre cosas eternas. Haré lo mejor que pueda.
Nancy: Vas a hacer un gran trabajo debido a la obra transformadora que Dios ha hecho en tu propio corazón. Ahora estás pasando el bastón de la fe a la siguiente generación. Gracias por invertir tu vida en las jóvenes.
Tú tratas un asunto muy práctico y físico de la belleza y la imagen corporal y los problemas de alimentación y peso, y nos muestras cómo estas cosas realmente son problemas espirituales del corazón. Así que quiero que nuestras oyentes escuchen esta serie de programas porque todas hemos sido, de varias maneras, influenciadas por el pensamiento del mundo en estos temas.
En nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com, en la transcripción de este programa, encontrarás enlaces a una serie de programas que te ayudarán a profundizar en temas como este que nos ha traído Erin.
Y asegúrate de acompañarnos mañana, para escuchar acerca de las presiones que las jóvenes enfrentan. Aprende cómo ayudarlas a usar los medios de comunicación y cómo manejar la presión de grupo y las relaciones. Esto será aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Annamarie: Gracias, Nancy.
Si después de escuchar este programa quieres compartir tus reflexiones con otras oyentes, te animo a visitarnos en AvivaNuestrosCorazones.com, y dejar tu comentario al final de la transcripción de este programa.
Mañana, Nancy continuará hablando con Erin Davis acerca de las presiones que las jóvenes enfrentan. Escucha consejo práctico sobre cómo puedes guiar a aquellas sobre las que tienes influencia. Esto será en la continuación de esta serie de Aviva Nuestros Corazones.
Adornando el evangelio juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se indique otra fuente.
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Recursos del Episodio
Serie, «Chica Verdadera»
Serie, «Amo comer, odio comer, con Elyse F.»
Serie, «Comida, belleza y control, con Bob Lepine»
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