Enséñame a temer al Señor | Día 13
Annamarie Sauter: El temor del Señor es el principio de la sabiduría, pero ¿qué es el temor del Señor? Aquí está Nancy DeMoss de Wolgemuth.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: El temor del Señor es esa sensación constante consciente de la presencia de Dios. Que Dios está en este lugar, que Dios está aquí, que Dios ve, que Él sabe, que Él está con nosotras en este momento.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
En un momento escucharemos de Nancy, mientras ella nos enseña acerca del temor del Señor, pero antes queremos que escuches dos de nuestras radioescuchas: Ketty Noble y Ligia Medina.
Ketty: Mi nombre es Ketty Noble y soy la esposa del Pastor Freddy Noble, somos pastores en la primera Iglesia Bautista Hispana de Manhattan. Conocí el ministerio a través de nuestra hermana Patricia Saladín, que estuvo …
Annamarie Sauter: El temor del Señor es el principio de la sabiduría, pero ¿qué es el temor del Señor? Aquí está Nancy DeMoss de Wolgemuth.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: El temor del Señor es esa sensación constante consciente de la presencia de Dios. Que Dios está en este lugar, que Dios está aquí, que Dios ve, que Él sabe, que Él está con nosotras en este momento.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
En un momento escucharemos de Nancy, mientras ella nos enseña acerca del temor del Señor, pero antes queremos que escuches dos de nuestras radioescuchas: Ketty Noble y Ligia Medina.
Ketty: Mi nombre es Ketty Noble y soy la esposa del Pastor Freddy Noble, somos pastores en la primera Iglesia Bautista Hispana de Manhattan. Conocí el ministerio a través de nuestra hermana Patricia Saladín, que estuvo en nuestra iglesia. Desde que ella me empezó hablar del ministerio, me sentí muy emocionada y con deseo de participar y de venir. Por eso este año decidimos venir.
Annamarie: Entrevistamos a Ketty en la Conferencia Revive’15 en Indianápolis. Ella asistió con algunas amigas.
Ketty: Solamente vinimos 6, pero nos hemos llenado de una manera especial. El Espíritu Santo está trabajando en nuestras vidas y es el deseo de nosotros que un grupo mayor venga el próximo año y que sigan trabajando como lo están haciendo, porque están ayudando a muchas mujeres que necesitan ese avivamiento y ese ser lleno del Espíritu Santo.
Ligia: Mi nombre es Ligia Medina, vivo en New Jersey. He estado congregándome en la primera Iglesia Bautista Hispana de Manhattan que es en Nueva York por 31 años para la gloria de Dios. He sabido del ministerio Aviva Nuestros Corazones. El hijo de mi pastor, Fredito, me comenzó hablar hace como dos años y me habló de lo que hacen como mujeres, y desde ese momento yo comencé a ver, a leer y soy una de la que lo escucho diariamente. Me está ayudando mucho la última serie que están haciendo sobre “Andando en el Desierto de la Vida”. Muy bueno, me ha ayudado y se lo he pasado a todas las mujeres, aparte de eso, yo dirijo las mujeres de la iglesia por muchos años y otros ministerios, como el Ministerio de Mujeres de Asociación Hispana que Dios me lo dio hace años, 13 años, y está formado para la gloria de Dios. Y así es, Aviva Nuestros Corazones ha sido un aliento grande para mi vida, de crecimiento y espero que sigan por muchos años en la bendición del Señor para nuestras vidas, usándolas como Dios las usa. Grandioso ministerio, yo le alabo en el nombre de Jesús y le doy gracias por eso. Amén.
Annamarie: Le preguntamos a Ligia y a Ketty ¿cómo describirían el ministerio de Aviva Nuestros Corazones a alguien que nunca ha experimentado una conferencia ni escuchado un programa?
Ligia: Yo le diría que es una enseñanza muy bíblica, enseña a la mujer a olvidar de ser más feminista de lo que habla la Palabra, que nos enseña es la Palabra clara y como Dios quiere que la aprendamos. Ha sido una guía para mi vida, especialmente en los días que he andado en desierto me ha levantado y he sabido a dónde ir. No podemos escuchar todos los programas de muchas personas, porque a veces nos dicen cosas que no es lo que Dios quiere para nuestras vidas. Y la enseñanza debe de ser bíblica y no cualquier tipo de pensamiento humano, es importante para nuestras vidas ir a la Biblia, a la Palabra de Dios y eso es lo que Aviva Nuestros Corazones ha hecho conmigo y con muchas otras mujeres que me han testificado de ello, y me han dado las gracias por recomendarle el ministerio de Aviva Nuestros Corazones. A las que saben inglés les digo que vayan a TrueWoman.com y a las que no a AvivaNuestrosCorazones.com. Están en los planes de Dios ustedes y agradezco a Dios por eso.
Ketty: Para mi el programa de Aviva Nuestros Corazones es una gran enseñanza para las mujeres, porque está fundamentado en la Palabra de Dios. Hay muchas mujeres que necesitan oír la Palabra de Dios diariamente. Cuando oigo el programa me lleno, me refresco, eso es una gran enseñanza para las mujeres. Que Dios les siga usando y ministrando a tantas mujeres que necesitan ser llenas del Espíritu Santo. ¡Que Dios les bendiga mucho!
Annamarie: Gracias Ketty Noble y Ligia Medina. Es una bendición escuchar de oyente que viven cerca de la ciudad de Nueva York y nos anima a escuchar como Dios está usando Aviva Nuestros Corazones para vivificar su iglesia. Un elemento vital para el crecimiento espiritual es la disciplina de la oración diaria y de acuerdo a Nancy DeMoss de Wolgemuth una importante oración que debemos hacer es: “Enséñame a temerte”.
Aquí está Nancy con más.
Nancy: Mientras crecía, tuve el privilegio de asistir a una escuela cristiana, tanto en la primaria como en la secundaria. Si quieres ver las fotos puedes entrar nuestro sitio web. Era una antigua mansión inglesa, que fue transformada en un colegio cristiano, Delaware County Christian School en el área de Philadelphia.
Comenzando desde jardín de infantes o preescolar y a lo largo de la primaria y la secundaria, esta fue la escuela a la que yo asistí. Ahora tiene muchos otros edificios, pero ese es el edificio inicial. Y estoy tan agradecida —solo como paréntesis aquí— que mis padres vieron el valor de darles a sus siete hijos una educación que estaba sólidamente arraigada en la Palabra de Dios.
Hablamos acerca de la sabiduría en la última sesión. Hoy hablaremos acerca del temor de Dios. Estos son dos conceptos muy relacionados entre sí. Ahora, eso no significa que si tú pones el nombre ¨cristiana¨ en una escuela, esa es realmente una escuela cristiana. Pero como padres, déjame decirte, tú tienes la responsabilidad de ver que tus hijos reciban su educación primaria en los caminos de Dios y en la sabiduría de Dios, porque si tú no tienes la sabiduría de Dios, no tienes sabiduría.
Asistí a esta escuela y tenía una gran puerta de entrada, de madera dura y sólida en la entrada principal (si ves la foto, puedes ver muestra la mansión con la puerta de entrada, y también hay una foto de solo la puerta de entrada donde puedes ver la placa y esa placa tenía inscrita Proverbios capítulo 1 versículo 7).
Estuve allí de visita recientemente, y esa placa aún está ahí, en la misma puerta. Ese versículo dice, "El temor del Señor es el principio de la sabiduria". Aquí está una escuela cristiana que ha educado a miles de personas a lo largo de los años, y su declaración clave es que el temor de Dios es el principio de la sabiduría y del conocimiento.
No es que saber sumar 1+1 o saberte el abecedario o las vocales, nada de eso es el principio del conocimiento. Eso es importante, pero el principio, el lugar del comienzo para el conocimiento, es el temor de Dios.
Así que cada día de mi vida, comenzando desde el jardín de infantes y a través de todo el camino, atravesé por esa puerta y a través de ese recordatorio, "el temor del Señor es el principio del conocimiento". Y ese versículo continúa diciendo, "pero los necios desprecian la sabiduría y la instrucción".
Al llegar al final de esta serie acerca de mis peticiones personales de oración (que espero se conviertan en tus peticiones personales), te estoy animando a que las hagas tuyas a través del año 2016, y a aprovechar la oportunidad de solicitar ese folleto que hemos producido para acompañar esta serie, para que puedas profundizar en estas peticiones.
También tenemos incluidas con el libro, cinco tarjetas, que tienen las diez peticiones en una lista. Este Paquete de Peticiones Personales está disponible totalmente gratis, pero si te animas a hacer una donación de cualquier monto, estarías ayudándonos a sostener el trabajo de Aviva Nuestros Corazones de llegar a tantas mujeres con este mensaje alrededor del mundo.
En caso de que te hayas perdido algunas de las sesiones previas, puedes ir a AvivaNuestrosCorazones.com. Puedes leer las transcripciones, escuchar el audio, pero déjame solo recordarte lo que estamos orando en estos días (tu puedes ver como estas se han ido construyendo una sobre la otra); hemos pasado aproximadamente un día en cada una de ellas:
1) Señor, guarda mi corazón. (He orado eso tantas veces a lo largo de los años.)
2) Lléname de Tu amor.
3) Lléname de Tu Espíritu.
4) Que pueda ser vestida en humildad.
5) Hazme una sierva.
6) Dame un espíritu agradecido.
7) Guarda mi lengua.
8) Dame sabiduría y discernimiento. (la de nuestro último programa).
Hoy vamos a ver en la novena petición, que el temor del Señor está conectado de manera inseparable a la sabiduría. En el último programa pedimos al Señor sabiduría, pero veremos que nunca tendremos sabiduría si no tenemos el temor del Señor.
De nuevo, algún día espero hacer toda una serie sobre el temor del Señor, pero estoy intentando envolver mi pequeña mente alrededor de este tema inmenso y entonces hoy solo daremos un poquito de esa enseñanza. Proverbios 9:10, "El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, y el conocimiento del Santo es inteligencia."
Y Señor, al aproximarnos a este gran tema hoy -tan fundacional, tan fundamental- oro que Tú me puedas enseñar, enseñarnos, el temor del Señor. Oro en el nombre de Jesús, Amén.
Este es el lugar del comienzo para la sabiduría. Esta es la base para la sabiduría. Tú puedes conseguir conocimiento del mundo y sabiduría del mundo aparte de conocer, reverenciar y conocer a Dios. Pero Tú nunca tendrás verdadera sabiduría sin una relación reverencial, de pacto con Dios.
Todo otro tipo de conocimiento es, al final de cuentas, inútil si no está arraigado en el conocimiento de Dios y en una correcta relación con Él. Temer a Dios es conocerlo, y conocerlo es temerlo. No hay nada más importante que lo que pensamos acerca de Dios y cómo nos relacionamos con Él.
Tanto así que al final del libro de Eclesiastés -ese maravilloso y misterioso libro acerca de la vida bajo el sol- en Eclesiastés 12:13 dice: "La conclusión, cuando todo se ha oído, es ésta: teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto concierne a toda persona".
Vemos en Deuteronomio 10:12, que el temor del Señor está ligado a la obediencia y al amor y al servicio. Escucha este pasaje: "Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el Señor tu Dios, sino que temas al Señor tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma..."
Así que vemos ya que el temor del Señor, tiene que ver con una relación. Tiene que ver con acercarnos al Señor, no con alejarnos de El. Tiene que ver con una devoción de todo corazón a Dios, abrazarlo, amarle, servirle, andar en Sus caminos, temerle.
¿Qué significa temer al Señor, y cómo se puede ver eso en nuestras vidas? Solo quiero comentarles sobre algunas de mis meditaciones personales de estos últimos días. Primero, cuando hablamos de la palabra "temor", nuestra mente puede ir primero a una respuesta o a una emoción que podemos sentir en una situación de miedo o peligro, no es cierto?
Entonces, es el medio de la noche, tú estás durmiendo y escuchas este ruido fuerte abajo. Y está este temor que viene a tu corazón. Pero, no nos referimos generalmente al "temor del Señor" en ese sentido, excepto, y diré esto, que si tú no conoces a Jesús, tú deberías temer a Dios de esa manera.
Debería haber un terror de caer en las manos de un Dios Santo como una persona no santa, caída y pecadora. Si tú no conoces a Cristo, si tú no estás en Cristo, entonces tú deberías estar aterrada de encontrarte con Dios. Así que no creo que hablamos mucho en ese sentido del temor del Señor. Pero una vez que estás en Cristo, el temor del Señor luce un poco diferente a eso.
Cuando hablamos de temer a alguien, a veces estamos hablando de toda el área de respeto, como tu puedes respetar un dignatario importante o un jefe, alguien a quien respetas. Hay temor en ese sentido, pero finalmente cuando hablamos acerca del temor del Señor yo creo que estamos hablando de esa sensación de profunda de reverencia y asombro que viene de darnos cuenta que estamos en la presencia de la verdadera grandeza.
El temor del Señor es esa sensación constante, consciente de la presencia de Dios, que Dios está en este lugar, que Dios está aquí, que Dios ve, que Él sabe, que Él está con nosotras en este momento. Este es el espíritu de, digamos, Proverbios 15:3, que nos dice, "En todo lugar están los ojos del Señor, observando a los malos y a los buenos."
Así que lo que sea que estoy haciendo, sea en secreto o puede que tan solo sea yo en mi computadora, pero Dios está ahí. Puedo no estar en la plataforma, a la vista del público. Nadie más puede estar viendo o sabiendo lo que estoy haciendo, lo que estoy pensando, pero los ojos del Señor están ahí!
Recuerdo el hijo de unos queridos amigos, en una ocasión (para hacerles corta una larga historia) yo terminé siendo la que llevé a este joven a su universidad. Recuerdo ayudarlo a llevar las cosas a su dormitorio de su primer año de universidad y ver los posters en las paredes, y poder percibir el espíritu de la época y de la edad en ese cuarto.
Recuerdo irme y solo orar, "Señor, le darías a este joven un sentido apropiado del temor del Señor, que Tú estás ahí. Yo no sé quiénes son sus compañeros de cuarto, no sé cómo serán, que tipo de influencia tendrán sobre él, cómo hablarán, qué tipo de cosas mirarán, qué tipo de cosas valoraran."
"Este joven ha sido criado en un hogar piadoso, que pueda estar en la universidad, aquí, en el temor del Señor, en el buen sentido, con esa reverencia, ese asombro, ¡que pueda saber que Dios está aquí!"
Tú ves eso en el Salmo 139: "Oh Señor, tú me has escudriñado y conocido. Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos comprendes mis pensamientos. Tú escudriñas mi senda y mi descanso, y conoces bien todos mis caminos.
Aún antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda." (versículos 1-4)
¿Cómo sabe Él lo que voy a decir antes de que lo diga? Porque mis palabras vienen de mi corazón, y Él conoce mi corazón.
Salmo 139:11-12: "Si digo: Ciertamente las tinieblas me envolverán, y la luz en torno mío será noche; ni aun las tinieblas son oscuras para ti, y la noche brilla como el día. Las tinieblas y la luz son iguales para ti."
Lucas 8:17 lo dice de esta manera, "Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz."
Las mujeres a veces preguntan (y estoy pisando un hilo fino aquí, porque no tengo tiempo de desarrollar esto), "Hay algo secreto, escondido en mi pasado o en mi presente. ¿Debería compartir eso con mi esposo?" Bueno, hay maneras sabias y cuidadosas, en las que algunas de esas cosas necesitan ser compartidas.
Déjame decirte esto: Cuando tú miras Lucas 8:17, te das cuenta que en el análisis final, todo sale a la luz. Así que la pregunta es, "¿Cuándo lo quieres expuesto? ¿Quieres ser la que, por la gracia de Dios, lo traiga a la luz? ¿O quieres forzar el que Dios corra la cortina y Él lo exponga?"
Yo no estoy diciendo con esto que cada cosa secreta en tu vida, tu deberías inmediatamente ir y depositarla delante de tu esposo. Si tú no estás segura, encuentra a una creyente madura, sabia y pídele ayuda para caminar a través de esto. Pero, darnos cuenta de que cada cosa escondida, todo lo que pensamos está escondido, será puesto de manifiesto. Todo lo que pensamos que es un secreto se dará a conocer y, en su tiempo, saldrá a la luz.
Vivir reconociendo eso, de que es Su luz que va a exponer toda esa oscuridad, eso es el temor del Señor. Es pensar en lo que Jesús le dijo a las iglesias en Apocalipsis 2 y 3: "Yo conozco tus obras". Él ve. Él sabe. Él lo ve todo, lo sabe todo. Vivir sabiendo eso de manera constante, consciente es vivir y caminar en el temor del Señor.
Tener este sentido de la presencia de Dios, que tú vives y respiras y caminas y te mueves en Su presencia, eso afecta todo en tu vida. ¡Todo! Afecta cómo adoramos. Con qué frecuencia pasamos por las mociones de "alabar" en la iglesia, con nuestros corazones vacíos de cualquier sentido del temor del Señor, de la presencia del Señor. ¡Estamos jugando a la iglesia!
Yo lo he hecho miles de veces, y lo mismo tú, probablemente. Cuando caminamos en el temor del Señor, tenemos verdadera adoración en Espíritu y en verdad.
Cuando tú tienes el temor del Señor, esto afecta quien eres y lo que haces y cómo lo haces en el lugar de trabajo. Afecta cómo mantienes tu hogar, cómo preparas las comidas, cómo ves las tareas mundanas, repetitivas e insignificantes que con frecuencia son parte de nuestras vidas y nuestras familias.
Afecta como tú sirves a otros. Si lo estás haciendo en el temor del Señor, entonces esas cosas que vivimos en nuestros hogares se transforman en actos de devoción a Dios. Entonces no estás sola, en este trabajo ingrato, no glamoroso, sufriendo tu salida, solo sobreviviendo, solo básicamente manteniendo tu cabeza a flote.
El hacer estas tareas de la vida en la presencia del Señor hace de tu casa, tu cocina, tu baño, tu dormitorio, tu oficina, hace de cada lugar, un santuario, un lugar santo, porque Dios está ahí.
Afecta tu recreación, hacerla en el temor del Señor. Tu preguntas, "Si tu vives en el temor del Señor, ¿eso significa que nunca te diviertes, nunca vas de vacaciones, nunca visitas un parque...?" No, definitivamente no, tu haces todas esas cosas en Su presencia: "coram Deo" como dicen en el Latín, "en el rostro de Dios, en la presencia de Dios."
Jóvenes, esto afecta cómo salen en citas, lo que hacen en esas citas y con quién tienen esas citas. Lo que estás haciendo en la presencia del Señor afecta tu matrimonio, afecta la relación con tu esposo, afecta tu intimidad, tus conversaciones con el otro, si estás viviendo en el temor del Señor.
Caminar en el temor del Señor afecta cómo eres padre o madre. Mi dulce esposo, Robert Wolgemuth, ha escrito un libro genial para padres (no es solo para padres, podría también ser bueno para las mamás). Se titula “She calls me daddy” en español sería “Ella me llama papito”; está disponible solamente en inglés y es un libro acerca de ser padres de hijas, de mujeres. Mientras discutíamos sobre ese libro, Robert me dijo, "Tú sabes, en un libro como ese, todos quieren que los primeros capítulos sean acerca de como manejar la conducta de nuestras hijas”.
"En este libro puse la conducta como el último capítulo." ¿Sabes por qué? Porque él dice a los padres que la clave para ser padres de niñas (y él tiene dos hijas adultas que aman al Señor, están caminando con Cristo, y son un gozo de verlas), es criar a tus hijos para que se den cuenta que viven en la presencia de Dios".
Él dice: “Si entienden eso, entonces eso determinará su conducta. Eso impactará su conducta. Tomarán las decisiones correctas, por la gracia de Dios, cuando se den cuenta de que están viviendo en la presencia del Señor”. Tú vives en la presencia del Señor y las otras cosas son un producto colateral. Todo se resuelve en un sentido.
Entonces, el temor del Señor: ¿Qué diferencia hace en mi vida? ¿Qué diferencia hará en tu vida, el darte cuenta de manera consciente, constante, de que vives en la presencia de Dios? Déjame mencionar varias cosas y tú podrías añadir a la lista.
Al estar meditando en esto a lo largo de los últimos días, hay algunas cosas que vinieron a mi mente: Primero, el temor del Señor nos guardará de pecar. Cuando pecamos es porque no estamos viviendo en Su presencia, en Su temor. El temor del Señor me dará un pavor de ofender a Dios y un anhelo de agradarle.
Solía tener un amigo, un hombre que estaba en el equipo ministerial. Jack y Joyce, Joyce era su esposa, eran una pareja mayor; él está ahora con el Señor. Y yo recuerdo cuando Jack y Joyce venían a casa a veces, venían a cenar o lo que fuera.
Y cuando se iban, y puedo casi verlo, verlo a él, yéndose de mi casa, alejándose por la vereda hacia su auto y después se daba media vuelta y me miraba y me decía, "¡No peques, Nancy. No peques!" ¡Me encantaba! Eso fue hace años. Bien, ¿qué me ayudará a "no pecar", a no pecar? Es vivir en el temor del Señor, ¿no es cierto?
El temor del Señor nos guardará de ser casuales o indiferentes o ligeras acerca de nuestro pecado. Nos guardará de hacer bromas acerca de cosas pecaminosas. Nos dará una santa reverencia y asombro de aquello que es santo y de temas espirituales. No podemos ser casuales o indiferentes o ligeros acerca del Señor tampoco, si estamos caminando en el temor del Señor.
Así que, mientras caminamos en ese temor, no nos estaremos acobardando en temor, en miedo si somos Sus hijas, pero estaremos deseosas de no desagradarle en ninguna manera. Yo fui una de esas niñas, y soy prototípicamente primogénita en esto, que siempre me gustó agradar a las autoridades. Yo quería agradar a mis padres, quería que estuvieran contentos.
Ahora, no siempre tenía los mejores motivos para eso, pero quería hacer cualquier cosa para asegurarme que mis padres estuvieran contentos. Cuando nos convertimos en hijas de Dios, Él pone en nuestros corazones este deseo, ese anhelo de agradarle, no porque estemos aterradas de Él, pero porque lo amamos y sabemos lo que es ser amadas por Él.
El temor del Señor nos guardará de pecar porque nos dará el deseo de no desagradar a nuestro Padre Celestial en ninguna manera.
Annamarie: Nos ayuda mucho el escuchar formas prácticas de aplicar este concepto del temor del Señor en nuestra vida diaria. Nancy DeMoss de Wolgemuth nos ofrecerá más sugerencias prácticas acerca del temor del Señor en el programa del lunes.
No te olvides de descargar tu copia del recurso que acompaña esta serie. Estamos confiando de que Dios lo usará para animarte en tus tiempos personales de oración. Puedes encontrarlo en nuestro sitio de internet AvivaNuestrosCorazones.com.
Que Dios te conceda un fin de semana tranquilo y bendecido. Espero que puedas unirte a nosotras para escuchar más acerca del temor al Señor la semana que viene, aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se indique otra fuente.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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