Elige el gozo sobre el temor
Débora: Proverbios 31 describe a una mujer que ha escogido el gozo sobre el temor.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Esta es una mujer proactiva –no como algunas de nosotras que somos reactivas y cuando llega la tormenta decimos: «¿Qué vamos a hacer?» Ella se prepara para el futuro, es proactiva en preparar su corazón, su vida y su familia para las tormentas que se avecinan. Ella toma hoy el tipo de decisiones que le permitirán enfrentar el futuro sin temor.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora de«Sea agradecido», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 1 de noviembre de 2023.
Cuando piensas en el futuro, ¿qué sientes? Muchas mujeres responderían «miedo», porque el miedo al futuro es bastante común. Nancy grabó una serie de mensajes durante una importante transición en su vida y en este ministerio. Las enseñanzas bíblicas que exploró mientras estaba …
Débora: Proverbios 31 describe a una mujer que ha escogido el gozo sobre el temor.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Esta es una mujer proactiva –no como algunas de nosotras que somos reactivas y cuando llega la tormenta decimos: «¿Qué vamos a hacer?» Ella se prepara para el futuro, es proactiva en preparar su corazón, su vida y su familia para las tormentas que se avecinan. Ella toma hoy el tipo de decisiones que le permitirán enfrentar el futuro sin temor.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora de«Sea agradecido», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 1 de noviembre de 2023.
Cuando piensas en el futuro, ¿qué sientes? Muchas mujeres responderían «miedo», porque el miedo al futuro es bastante común. Nancy grabó una serie de mensajes durante una importante transición en su vida y en este ministerio. Las enseñanzas bíblicas que exploró mientras estaba en medio de ese agitado tiempo te ayudarán a confiar en Dios cuando te sientas tentada a tener miedo.
Me alegra mucho poder decir que este tiempo difícil por el que pasó Nancy llegó a su fin y Dios la sostuvo día a día. Él hará lo mismo por ti, sin importar lo que estés pasando. Aquí está Nancy.
Nancy: Hace unos meses, el Señor puso dos versículos del Antiguo Testamento en mi corazón, para compartir con un grupo de mujeres a las que me habían pedido que hablara. Compartí esos versículos con ellas y al parecer fueron ministradas.
Así que en las siguientes semanas tuve varios compromisos para hablar sobre estos versículos. Compartí ese mensaje o una versión parecida cinco o seis veces durante unas pocas semanas. Lo que no sabía en ese momento era cuánto iba a necesitar ese mensaje y esos dos versículos, y que el Señor estaba preparando mi corazón para lo que estaba por venir en las próximas semanas.
He tenido temor de lo que no conozco sobre el futuro, y he tenido temor sobre lo que sí conozco sobre el futuro. Estoy segura de que también has tenido momentos de temor hacia lo conocido y lo desconocido.
Pero una y otra vez me encuentro volviendo a esos dos versículos que el Señor puso en mi corazón hace meses, aconsejando mi corazón con la verdad de la Palabra de Dios. He encontrado que estos dos versículos han sido una protección, un ancla, que ha mantenido a flote mi corazón y mis emociones y mis pensamientos en medio de algunas aguas turbulentas.
Así que no sé a qué te puedes estar enfrentando hoy o tal vez tu vida va bien en este momento. Pero puedo anticiparte que a la vuelta de la esquina te enfrentarás a cosas difíciles. No sé si será mañana, la semana que viene o el año que viene, pero puedes contar con ello. O estás saliendo de una tormenta o estás en una tormenta o te diriges hacia una tormenta. Así es la vida aquí en este mundo caído.
Y es posible que enfrentes cosas que te provoquen ansiedad o miedo al futuro, que tengas miedo de lo que vendrá. Creo que estas palabras de Proverbios 31 que el Señor ha hablado a mi corazón, son palabras que toda mujer cristiana necesita escuchar y abrazar. Así que durante los próximos días quiero meditar contigo en estos dos versículos y compartir contigo algo de lo que han estado hablando a mi vida.
Bueno, Proverbios 31, si estás allí… Ahora, cuando digo Proverbios 31, sé que muchas mujeres sentimos cierta insatisfacción por dentro porque pensamos en esta mujer de excelencia, esta mujer de virtud, y somos propensas a enfocarnos en todas las cosas que hace esta mujer. Y quiero decir, ella es una buena cocinera, mantiene su casa limpia, cose…hace todas estas cosas. Nunca se acuesta por la noche. Son increíbles la energía y las habilidades de esta mujer –su diligencia, su productividad.
Es importante que entendamos que las cosas que hace esta mujer, su trabajo, sus esfuerzos, todo fluye de lo que ella es, de su carácter, las actitudes de su corazón, su relación con Dios. Y vamos a abordar esa actitud del corazón mientras leemos estos dos versículos en Proverbios 31. Voy a leer el versículo 21 y luego el versículo 25.
El versículo 21 dice: «No tiene temor de la nieve por los de su casa, porque todos los de su casa llevan ropa escarlata».
Y luego el versículo 25 dice: «Fuerza y dignidad», o fuerza y honor, algunas de sus traducciones dicen: «Fuerza y honor son su vestidura; y se ríe de lo por venir». O como dicen algunas otras traducciones: «y sonríe al futuro».
Así que hoy quiero ver el versículo 21 y enfocarnos en esa frase: «No tiene temor».
El versículo 21 dice: «No tiene temor de la nieve por los de su casa, porque todos los de su casa llevan ropa escarlata».
Ahora, la nieve representa el clima frío, el viento frío, las tormentas que se avecinan. Y si has estado en Israel, sabes que Israel es básicamente un país cálido, allí no cae nieve muy a menudo, pero de vez en cuando sí y puede hacer frío. Aquí hay una mujer que ha tomado medidas para preparar a su familia para cuando caiga esa nieve. No es algo que suceda todos los días y tampoco sucede a menudo, pero ha tomado medidas para preparar a su familia para cuando llegue la nieve.
Sabe que va a nevar y sin embargo no tiene miedo. No tiene temor. Esa es una frase que Dios necesita hablar al corazón de muchas de las mujeres hoy. Ella no tiene temor.
Ahora, eso no significa que los problemas no vendrán para esta mujer o para ti. Vendrán. La nieve vendrá. Ella no tiene la cabeza bajo la arena. Ella no está ajena a los problemas. Ella es una mujer que está bien informada. Está alerta; está consciente de lo que está pasando. Ella no es una mujer que simplemente esconde la cabeza en la arena y dice: «Oh, no hay noticias ni indicios de problemas que vayan a suceder en el mundo o en mi familia». Ella sabe que van a venir.
Pero pensar en el clima frío, en las crisis, pensar en las circunstancias difíciles, no hacen que esta mujer entre en pánico. No la toman por sorpresa, y eso es porque ha pensado en el futuro. Ella ha anticipado los problemas, ha hecho planes. Ha hecho los preparativos necesarios para satisfacer las necesidades de su familia. Lo ha hecho antes de que llegue la nieve, antes de que llegue la tormenta.
Ella es una mujer proactiva, no como algunas de nosotras que somos reactivas y cuando llega la tormenta decimos: «¿Qué vamos a hacer?» Ella se prepara. Es proactiva en preparar su corazón, su vida y su familia para las tormentas que se avecinan.
Y ella toma hoy el tipo de decisiones que le permitirán enfrentar el futuro sin temor. Entonces, cuando llegue la tormenta, puede usar los depósitos que ha hecho, lo que ha preparado. Ha hecho los preparativos con antelación.
Ahora, «no tiene temor de la nieve por los de su casa, porque todos los de su casa llevan ropa escarlata». Esa palabra «escarlata» es una palabra interesante. Y hay traductores a lo largo de los años que la han traducido de dos maneras diferentes. La versión que estoy utilizando ahora, tiene una nota al margen que dice que la palabra «escarlata» podría traducirse como «doble grosor».
Y de hecho, algunas de las traducciones antiguas, la Septuaginta, las traducciones de la Vulgata Latina, traducen esto como «vestiduras dobles». Su familia está vestida con ropas dobles. Están doblemente vestidos. Y eso tiene sentido si estás pensando en la nieve que viene; ese sería el significado, que su familia está abrigada. Están adecuadamente vestidos, y tienen ropa lo suficientemente abrigada para pasar el frío invierno, la nieve y las tormentas.
Algunos comentaristas creen que esta traducción tiene más sentido que la palabra «escarlata» porque, después de todo, ¿cómo puede un color, el escarlata, mantener el calor cuando hace frío? Pero la mayoría de las traducciones modernas traducen la palabra «escarlata».
Si esa es la traducción correcta, se refiere a un color. Pero el color escarlata, la ropa escarlata en esa época, representaba la ropa de alta calidad porque era más cara. Era más difícil de conseguir y veremos por qué en unos momentos.
Así que su familia estaba vestida con la calidad de ropa que necesitaba para atravesar el clima tormentoso. Toda su casa estaba vestida de escarlata. Esta es una mujer que cuida de su casa. Diría que a modo de aplicación, para desarrollar este concepto, no es solo su familia de forma literal. Aunque si tiene esposo e hijos esa debe ser su primera preocupación, aquellos a quienes cuida.
Pero algunas de ustedes hoy no tienen esposo ni hijos. Creo que el hogar podría aplicarse a cualquiera de los que cuidamos, a los que servimos, a los que ministramos, de los que somos responsables de alguna manera. Esta es una mujer que está preocupada por las necesidades de su hogar, y no se preocupa primero por sus propias necesidades, sino por las necesidades de los demás.
Y esta es una mujer, lo ves a lo largo de Proverbios 31, que vive primero para Dios, luego para los demás, y confía en que Dios cuidará de sus propias necesidades. Y a medida que pensamos en nuestras propias vidas, creo que el llamado es a que nos aseguremos de que estamos atendiendo adecuadamente las necesidades de aquellos a quienes Dios ha confiado a nuestro cuidado, en lugar de preocuparnos primero por nuestras propias necesidades. Si servimos al Señor, servimos a los demás, entonces Dios se asegurará de que nuestras necesidades sean satisfechas.
Y esta es una mujer que planea con anticipación. Ella es diligente, trabaja duro. Ella es intencional y se asegura de que su familia esté preparada para lo que se avecina. Ahora, las Escrituras dicen que ella está preparando a su familia para la nieve. Y creo que en el contexto inmediato aquí, está hablando literalmente de tormentas, de clima frío, de tiempos malos. Ella los está preparando, asegurándose de que sus necesidades físicas estén cubiertas cuando llegue la tormenta.
Pero como he estado meditando en este pasaje, creo que podemos hacer una aplicación espiritual aquí sobre la palabra «nieve». Y la nieve puede referirse, por supuesto, y algunas veces lo hace en este pasaje, a tormentas físicas, literales. Pero hay otros tipos de «nieve» que llegan a nuestras vidas. Hay otros tipos de tormentas:
- Las tormentas de la vida
- Las presiones económicas
- Las presiones físicas
- Los asuntos relacionales
- Los problemas matrimoniales
- Los problemas de salud
- Los conflictos en las relaciones
Y hay tormentas de la vida, cosas que te toman por sorpresa, cosas que no esperabas, cosas que no sabías que estaban a la vuelta de la esquina.
Y algunas de ustedes, como he dicho, están en alguna de esas tormentas, incluso en este momento. Esta es una mujer que ha mirado hacia el futuro y se ha tomado el tiempo de preparar a su familia, aquellos que están bajo su cuidado, para las tormentas que se avecinan. Ha tomado tiempo para entrenarlos, para llenar sus mentes con la Palabra de Dios, para enseñarles cómo pensar bíblicamente sobre esas circunstancias de la vida.
Por ejemplo, y no trataremos eso ahora, pero los primeros nueve versículos de Proverbios 31 son una buena ilustración de esto. El rey Lemuel, no sabemos bien quién era, pero su madre le habla en esos primeros nueve versículos, sin duda antes de que fuera rey, pero mientras se preparaba para ser rey. Quizás de joven o incluso de niño ella le enseñó cosas que lo prepararían para su futuro como rey.
Y le habló de cosas muy prácticas. Ella le advirtió contra la inmoralidad, contra el uso del alcohol, contra la indiferencia a las necesidades de los demás. Ella trata de incorporar en su vida las cualidades de carácter como la pureza, la sobriedad y la compasión. Ella lo está preparando para la nieve, para las tormentas que se avecinan. Ella lo está preparando para el futuro.
Y la mujer sabia, la mujer verdadera, la mujer de Dios, prepara a su familia y a los que están bajo su cuidado, para el futuro. Ella los prepara también para las tormentas que se relacionan con el juicio de Dios y la ira de Dios. Esas son tormentas que vendrán algún día a cada rincón de esta tierra. Ella prepara a los que ama para esas tormentas. ¿Y cómo lo hace? Apuntándolos a Cristo, apuntándolos al evangelio.
Y esa palabra «escarlata» se refiere a un tinte. El tinte escarlata de esta ropa proviene de un insecto que se llama el gusano tola. Y de hecho, generalmente cuando esta palabra en hebreo se usa en las Escrituras, se traduce como «escarlata». Pero a veces en realidad se traduce como «gusano». Ese gusano, ese insecto, cuando es aplastado hasta morir suelta un líquido que se usa para hacer este tinte escarlata que se pone en la ropa.
Jesucristo, el Hijo de Dios, se hizo gusano, por así decirlo, por nosotros. A Dios le agradó aplastarlo, dice Isaías 53, darle muerte. Fue aplastado, Él derramó Su sangre por nuestros pecados. Creo que esa palabra escarlata en Proverbios 31, con la que se viste la casa de esta mujer, podría verse como un símbolo, un emblema, de la sangre de Cristo por la cual somos justificados y por la que podemos ser revestidas de Su justicia.
Así que al pensar en tus hijos, tu familia, las personas a tu cuidado, este es un llamado a no preocuparte solo por satisfacer sus necesidades físicas. Eso es importante y una mujer sabia se ocupa de eso. Pero también es un llamado a preocuparse de que sus necesidades espirituales sean satisfechas, de que estén revestidos de la justicia de Cristo.
Ahora no puedes hacer eso por ellos, no puedes salvar a tus hijos. Pero puedes crear un clima y un entorno en el que estén rodeados de la realidad del evangelio:
- Donde les estás proclamando a Cristo
- Donde estás viviendo lo que significa tener una relación, una relación auténtica con Jesucristo.
- Donde los estás señalando hacia la cruz
- Donde les haces saber lo que realmente importa
Y al hacerlo los estás vistiendo de escarlata. Los estás preparando para las tormentas que se avecinan.
Harold Ironside, en su comentario sobre este pasaje dice: «Jesús fue herido y asesinado para que todos Sus redimidos pudieran ser revestidos de esplendor por la eternidad». ¿No es eso lo que quieres para tu familia? ¿Estás preocupada por su futuro espiritual? ¿O estás atrapada en las demandas y responsabilidades de la vida diaria: vestirlos, alimentarlos, llegar a la escuela a tiempo, a clases de ballet, a la práctica de fútbol? ¿Tu vida está llena de esas cosas y has estado descuidando su bienestar espiritual?
La mujer sabia no tiene temor de la nieve, ni del futuro, ni de la ira de Dios, ni del juicio de Dios, ni de las pruebas futuras que pueda experimentar su familia, porque ella ha tenido cuidado, se ha preocupado y ha tomado las precauciones para asegurarse de que estén bien. Vestidos de escarlata, vestidos de Cristo.
Ahora, aquí tenemos a una mujer que no tiene miedo. No tiene temor.
Cuando piensas en el futuro, hay muchas cosas de las que podrías tener miedo, cualquiera de nosotras. Quiero decir que podríamos hacer una gran lista de cosas a las que podríamos tener temor.
- Algunas de ustedes tienen hijos preparándose para obtener una licencia de conducir. Eso es algo a lo que temer.
- Tus hijos están creciendo y en algún momento se irán de casa
- Padres con alzhéimer
- Que tu esposo pierda su trabajo
- Un hijo que muere en un accidente automovilístico (como le sucedió hace un tiempo a unos amigos míos muy queridos)
- Tu esposo decide que ya no te ama, rompe el matrimonio, te es infiel.
Y podrían pasar muchas cosas. Algunas de esas cosas están sucediendo en algunas de sus vidas. Necesitamos recordar que las personas justas no estarán exentas del mal tiempo. Pero como mujeres piadosas, mujeres verdaderas, podemos enfrentar la perspectiva del futuro de una manera que es cualitativamente diferente al resto del mundo.
La mujer natural es insegura. Acapara, guarda lo que tiene porque tiene miedo de quedarse sin lo suficiente, de no tener suficiente. Pero la mujer de fuerza y dignidad es generosa. Comparte lo que tiene con los demás, confiando en que cuando tenga una necesidad, Dios la suplirá. De hecho, eso es lo que ves en esta mujer.
En el versículo 20 de Proverbios 31 dice: «Extiende su mano al pobre, y alarga sus manos al necesitado». Ella es generosa. Aunque sabe que se avecinan tormentas, no guarda lo poco que tiene. Es generosa y confía en que Dios suplirá sus necesidades.
La mujer natural tiende a caer en la depresión y la desesperación cuando piensa en las tormentas que se avecinan. Pero la mujer de fuerza y dignidad tiene esperanza. Ella exhibe alegría sin importar cuán sombrío y oscuro pueda parecer el futuro.
Amigas y hermanas, las personas deberían poder mirar a las mujeres cristianas y ver una respuesta diferente e inexplicable a los tiempos difíciles. Y déjame decirte esto: el mundo no se impresiona cuando estás feliz, en paz y alegre en los buenos tiempos. Pero cuando pasas por momentos difíciles y no te desmoronas, no te deprimes ni te desesperas, ellos se dan cuenta. Ahí es cuando el evangelio que predicamos se vuelve creíble para aquellos con quienes vivimos.
Y pienso en una mujer que se me acercó hace un tiempo y me dijo: «Mi esposo perdió su trabajo y yo perdí mi trabajo». Y luego dijo con una gran sonrisa: «Pero todavía tenemos a Jesús». Esa es una mujer que está vestida de fuerza y dignidad.
Débora: Nancy regresará enseguida para describir un pasaje de las Escrituras que coincide con Proverbios 31. Hace unos minutos habló de una temporada de agitación en su vida. Ella compartió sobre el miedo que la tentó, el mismo tipo de miedo que nos amenaza a cada una de nosotras.
Nancy dice con frecuencia: «Cualquier cosa que te haga necesitar a Dios es una bendición». Eso incluye los problemas que causan miedo. Nancy explicará por qué mañana, mientras continuamos aprendiendo cómo enfrentar el futuro con alegría de Proverbios 31. Ahora ella está de vuelta para concluir el programa de hoy.
Nancy: En el Salmo 112 encontramos un pasaje paralelo que habla a los hombres que temen al Señor. Y permíteme leer algunos versículos de ese pasaje. Es muy similar a este pasaje de Proverbios 31. Dice:
«Bien le va al hombre que se apiada y presta; arreglará sus asuntos con juicio. Porque nunca será sacudido; para siempre será recordado el justo. No temerá recibir malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor. Su corazón está seguro, no temerá, hasta que sean vencidos sus adversarios» (vv. 5-8).
La Escritura dice que estamos viviendo días inciertos, y en cierto sentido eso es verdad. Pero hay un sentido en el que los días en los que estamos viviendo son ciertos. Porque la Escritura nos dice en 2 Timoteo 3, junto con otros pasajes, que en los últimos días las cosas irán de mal en peor. Y puedes ir a 2 Timoteo 3 y leer esos primeros cuatro versículos y recordar cómo serán estos últimos días.
«Las personas serán amadoras de sí mismas…jactanciosas, soberbias, blasfemas…ingratas, irreverentes, implacables…calumniadoras, desenfrenadas, salvajes». ¿Cuánto de eso estamos viendo en nuestra cultura? «Traidores, impetuosos» y así sucesivamente. Estos son tiempos inciertos. Sabemos que las cosas van a empeorar cada vez más.
Pero quiero retarte con este pensamiento, de que para un momento como este, Dios está levantando mujeres cuyas vidas se destacan por ser diferentes, mujeres que marcan la diferencia en su cultura, en su entorno, en sus hogares, en sus comunidades.
Verás, la razón por la que esta mujer no tiene temor al enfrentar su futuro, la razón por la que no tiene que tener miedo es porque teme al Señor. Ella es una mujer que teme al Señor. Pienso en ese versículo del capítulo 8 de Isaías que dice:
«Pues así el Señor me habló con gran poder…y me dijo: …ni teman lo que ellos temen, ni se aterroricen. Al Señor de los ejércitos… Sea Él su temor, y sea Él su terror» (vv. 11-13).
Amigas y hermanas, leemos en Job 5, «…no temerás la violencia cuando venga. De la violencia y del hambre te reirás, y no temerás a las fieras de la tierra» (vv. 21-22).
Esta es una mujer que teme al Señor así que no tiene temor del futuro. Ella confía en la soberanía de Dios. «En arrepentimiento y en reposo serán salvos» (Isaías 30:15). «No tiene temor de la nieve por los de su casa, porque todos los de su casa llevan ropa escarlata» (Prov. 31:21, 25).
Débora: Cuando llegan las tormentas, ya sean pruebas de enfermedad, caos, problemas económicos, una pandemia o una guerra, el miedo no tiene por qué ganar. Puedes elegir el gozo. Únete a nosotras mañana mientras ponemos en práctica esta mentalidad. Por favor regresa para Aviva Nuestros Corazones.
Ayudándote a escoger el gozo en lugar del miedo, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia Las Américas a menos que se indique lo contrario.
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