El valor del descanso
Débora: Ayer en Aviva Nuestros Corazones, Shona y David Murray hablaron acerca de la importancia del sueño y el ejercicio. Eso nos lleva a preguntarnos: si es difícil combinar ambas actividades ¿cuál es más importante? ¿Dormir o hacer ejercicio?
Dr. David Murray: Creo que cuando tu día termina y tienes que elegir entre hacer ejercicio o dormir, es mejor realizar un poco de ejercicio, como un paseo tranquilo, para no activar todas esas sustancias químicas que te ponen muy alerta y que luego no te permiten dormir en toda la noche. Haz lo suficiente para estimular tu cuerpo a entrar en un estado que te permita disfrutar de un mejor sueño. Eso es lo maravilloso del ejercicio, ¡te ayuda a dormir mejor!
Dr. Shona Murray: De nuevo, tienes que acomodarlo dentro de tus prioridades, dentro tus posibilidades. Si has tenido un día largo y ocupado, puedes vivir ese período de …
Débora: Ayer en Aviva Nuestros Corazones, Shona y David Murray hablaron acerca de la importancia del sueño y el ejercicio. Eso nos lleva a preguntarnos: si es difícil combinar ambas actividades ¿cuál es más importante? ¿Dormir o hacer ejercicio?
Dr. David Murray: Creo que cuando tu día termina y tienes que elegir entre hacer ejercicio o dormir, es mejor realizar un poco de ejercicio, como un paseo tranquilo, para no activar todas esas sustancias químicas que te ponen muy alerta y que luego no te permiten dormir en toda la noche. Haz lo suficiente para estimular tu cuerpo a entrar en un estado que te permita disfrutar de un mejor sueño. Eso es lo maravilloso del ejercicio, ¡te ayuda a dormir mejor!
Dr. Shona Murray: De nuevo, tienes que acomodarlo dentro de tus prioridades, dentro tus posibilidades. Si has tenido un día largo y ocupado, puedes vivir ese período de veinticuatro horas sin ejercicio, pero te costará vivir de manera exitosa o productiva si no duermes, así que yo le daría prioridad al sueño.
Y repito, es humildad. Es decir: «Si Cristo estuviera frente a mí en este momento, ¿qué diría?» Creo que, muy a menudo, cuando lo ves así, es muy fácil decidir qué hacer o qué no hacer a continuación.
David: Él diría: «Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar» (Mateo 11:28).
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 9 de febrero de 2023.
Él es pastor y ella es doctora en medicina. Se reunieron para describir las formas en que podemos vivir la invitación bíblica que dice: «Vengan a mí, todos los que están cansados…y Yo les daré descanso».
Nancy DeMoss Wolgemuth: Bueno, David, en esa introducción mencionaste el tema del descanso –que en realidad es una invitación de Jesús mismo. Nos llama a venir a Él para hallar descanso para nuestras almas –cuerpo, alma y espíritu.
Quiero hablar sobre el tema que desarrollan maravillosamente en este nuevo libro llamado Renueva tu vida: Adoptando una vida al ritmo de la gracia en un mundo de exigencias interminables, disponible en español.
Debo decirles que mientras leía algunos de estos capítulos en estos días, decía: «¡Sí, sí, sí! Necesito esto. Gracias; ¡han escrito esto para mí!» Creo que muchas de nuestras oyentes están sintiendo lo mismo mientras escuchan esta conversación. Sé que no es algo que hayan alcanzado aún y que estén aquí para darnos lecciones, sino que es un viaje en el que estamos juntos como peregrinos.
Pero este tema del descanso para nuestras almas…el shabat, es un concepto bíblico. Ayúdanos a entender por qué es tan importante. Hemos hablado del sueño; hemos hablado del ejercicio. Pero esto de hacer un alto en nuestras actividades, el descanso, ¿por qué es tan importante?
David: La mayoría de los pastores con depresión, ansiedad, agotamiento (en ese espectro) que he aconsejado…era común a todos ellos que no tenían un día de reposo. No tomaban un día de descanso en la semana.
Era casi como si el cuarto mandamiento dijera: «Acuérdate del día de reposo para santificarlo» *(Nota: «A menos que seas un pastor. Puedes trabajar siete días seguidos cada semana del año»).
Nancy: Y todos nosotros, incluso los que no somos pastores, podemos tener nuestras razones para ser la excepción.
David: Exactamente. Siempre somos la excepción. No es el único problema, pero es un problema común. Es una de las soluciones más rápidas que pueden producir resultados muy rápidos y significativos en nuestras vidas.
Este versículo nos enseña mucho: «Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios» (Sal. 46:10). Dios ha unido la quietud y el conocimiento de Él. ¡Es inquebrantable! No puedes tener conocimiento de Él –verdadero conocimiento– sin quietud en tu vida. Lo aprendí de la manera más difícil, al igual que muchos de los pastores a los que he aconsejado desde entonces.
Puedes estar involucrado en un montón de actividades ministeriales, como yo lo estaba, y sin embargo, sin saberlo, sin darte cuenta, te alejas gradualmente –o te enfrías gradualmente– del conocimiento íntimo de Dios, de la verdadera comunión diaria con Él.
Me he dado cuenta, y creo que también los hombres a los que he aconsejado, que si no hacemos nada más en la vida, ¡debemos conocer a Dios! Debemos tener esa comunión diaria, cada hora, cada minuto con Él y depender de Él y conversar con Él. El ruido y el movimiento constantes lo hacen imposible.
Nancy: No son amigos de la gracia.
David: No lo son. Una de las gracias de las que hablamos fue el sueño. Otra es el shabat, el shabat semanal. Jesús mismo dice que fue creado para el hombre, para el beneficio de la humanidad (ver Marcos 2:27). Fue creado antes de que hubiera pecado en el mundo, antes de que hubiera maldición en el mundo.
Es un concepto que sorprendentemente las fuentes seculares reconocen cada vez más como la clave para la salud y el bienestar general. El otro día me fijé en un grupo… Creo que hay algo llamado el Manifiesto del Shabat. Es un grupo de laicos y otras personas.
Básicamente, han abierto los ojos y oídos, y han visto que eso de trabajar los siete días a la semana no funciona. Y, ¡oh sorpresa, un día de descanso de cada siete parece funcionar muy bien! Me pregunto ¿por qué? Sabemos por qué: porque Dios nos hizo con ese ritmo corporal.
Pienso que una de las grandes cosas que hay que descubrir es ese shabat semanal. Cuando Shona y yo nos casamos, acordamos el uno con el otro (bueno, seamos sinceros, ella consiguió que yo estuviera de acuerdo): «David, tienes que tomarte un día libre a la semana para mí y, eventualmente, cuando lleguen los niños».
Creo que dos veces en mi vida he roto esa promesa. Dije: «Shona, tengo que hacer este trabajo esta semana; tengo que hacerlo». Normalmente, al principio, nos tomábamos libres los lunes, y «solo esta semana por favor, solo esta excepción». Resulta que al final de la semana no había logrado nada más, y estaba de muy mal humor.
Nancy: Wow, interesante.
David: Creo que ciertamente los estudios muestran, incluso fuera de la Palabra de Dios, que un shabat semanal resulta en más productividad a largo plazo.
Nancy: Entonces, como pastor, el domingo no es tu shabat. Ese es un día laboral, un día de trabajo para ti. Así que mayormente escogiste los lunes. Creo que para la mayoría de nosotros, no tenemos ese tipo de responsabilidad el domingo.
Es realmente valioso apartar ese día, el día del Señor, el primer día de la semana, como un día a la semana dentro de los siete para dedicarlo al Señor; para ser renovados en cuerpo, alma y espíritu; para descansar. Para aquellos de nosotros que el domingo va a ser ese día de descanso, ¿cuáles son algunos de los componentes –algunas de las piezas– que crees que hacen que sea realmente un día de descanso provechoso?
Shona: El principio general es que tenga un propósito principalmente espiritual. Descansar o reposar (como quieras verlo) del típico ajetreo cotidiano, ya sea tu trabajo, tus amigos, hacer ejercicio, cosas de la escuela, lo que sea.
En nuestro caso, estoy deseando que llegue el domingo. El domingo tengo una razón legítima por la que puedo decir con buena conciencia…
Nancy: «¡Deja de hacer cosas!»
Shona: «¡Detente! No haré nada de eso». El domingo no tengo que lavar la ropa ni hacer ninguna de esas cosas. Solo tengo que ocuparme de nuestra comida y bebida, porque el enfoque es adorar a Dios ese día. El foco está en el alimento espiritual, en el crecimiento espiritual.
Así que, eso se ve en la familia así: devocionales familiares en la mañana, luego llegar a la iglesia –a tiempo– para escuchar la Palabra de Dios predicada y explicada. Lo que observo a menudo es que, para cuando el servicio termina, cualquier distracción que tenías al entrar en la iglesia ha desaparecido, porque estás muy concentrado en el mensaje y la adoración. Eso es un combustible para el resto del día.
Nancy: ¡Y para la semana!
Shona: Y para la semana. El domingo tenemos nuestra cena. Nos gusta comer guisado de carne con verduras y papas, y el mejor postre de la semana. Los niños lo disfrutan. Todos los niños están juntos, toda la familia está reunida.
Nancy: Algunas madres dirán: «Eso no suena como un día libre, ¡eso suena a presión!»
Shona: Presión en un sentido, pero la comida y sus ingredientes no son lo importante, la clave es el compañerismo, la comunión alrededor de la mesa como una familia unida.
Nancy: …Estar juntos.
Shona: Ese es un día en el que tenemos que estar juntos como familia, así que no tenemos el típico: «Mamá, tengo que irme. Hoy no puedo comer». No. Estamos juntos aquí.
David: Shona también es muy buena delegando los domingos: pelar las papas, limpiarlas…
Shona: Sí, cuando vuelvo a casa, digo: «Tú te encargas de las papas. Tú haces la limpieza. Tú te ocupas del lavaplatos». Mis hijos adoran el lavaplatos y ese tipo de cosas. Me aseguro de que todos estén haciendo algo, y así no recae todo sobre mí.
Pero si no me siento bien o se me olvidó ir a la tienda de alimentos, no es algo grave. Simplemente calentamos algo. Se trata de compañerismo, de estar juntos como familia, y tratamos de centrar nuestra conversación en lo espiritual: «¿Qué estás leyendo en tu Biblia? ¿Qué has pensado sobre ese punto del sermón? ¿Qué has entendido del sermón de hoy? ¿Qué has aprendido hoy en la escuela dominical?»
Al terminar, a David y a mí nos gusta hablar un poco sobre el día, pasar un momento al sol con nuestra taza de té. Luego, por la tarde, todos se van. Fomentamos el «tiempo libre» durante un par de horas el domingo por la tarde.
Trato de leer un poco, y luego tomo una siesta. Mi hijo menor irá a tomar una siesta. David estudiará aparte. Mis hijos escucharán canciones cristianas, leerán libros o irán a la iglesia al grupo de jóvenes. Nos reunimos brevemente a las 5:00 de la tarde, y luego vamos a la iglesia por la noche y también terminamos el día en adoración.
Sé que no es el modelo para todos. Esto es lo que hacemos, y funciona para nuestra familia. Obtenemos el mejor beneficio espiritual de ello. Pero el enfoque principal, si estás confundido acerca de lo que realmente es el domingo…no se trata tanto de «no hagas esto, no hagas aquello». Se trata de: «Dios te está liberando de responsabilidad para disfrutar más de Él hoy».
Si te centras en eso, luego los niños vienen y dicen, «oh, es domingo, no puedo hacer esto, y no puedo hacer aquello».
«¿Sabes qué? ¡Hoy puedes adorar a Dios». Puedes reunirte con tus amigos de la iglesia. Tienes la oportunidad de recordarte a ti mismo de qué se trata la vida realmente».
Tenemos algunas de nuestras mejores discusiones espirituales como familia el domingo. Nuevamente, no tiene que ser un gran interrogatorio, largo e intenso para cada niño. Tiene que ser ligero. Tiene que ser atractivo.
Nancy: ¡Y vivificante!
Shona: Vivificante. También es un momento en el que les animamos a compartir las cosas estresantes que han tenido esa semana, que no han tenido la oportunidad de descargar y compartir para que nosotros lo sepamos. Queremos saber dónde están nuestros hijos espiritualmente.
Queremos saber cuáles son sus preocupaciones, cualquier cosa en la que podamos ayudarlos y guiarlos. Y tratamos de hacer lo mismo con ellos: «Mira, tenemos este problema ahora mismo. Estamos pensando en que tal vez… ¿Qué piensan ustedes?» Creo que es solo una pequeña imagen del cielo, del descanso eterno.
Nancy: Sí.
Shona: Es el único día de la semana en que…para nosotros como creyentes, ya es bastante difícil detenernos. Si alguno de nuestros hijos, algunos de ellos aún no conocen al Señor personalmente, casi intentas frenarlos para que piensen en la eternidad.
David: Shona dijo que nuestro patrón no es el patrón para todos. Esto es lo que hemos desarrollado a lo largo de los años; no puedes saltar de la nada a eso.
Nancy: Claro.
David: Considero que los dos principios a tener en cuenta son: el ejemplo de Dios en la creación. En el séptimo día de la creación hubo un cese de toda actividad física innecesaria y un compromiso con la contemplación espiritual. Eso es lo que Dios hizo; así es como santificó ese día.
Creo que esa es la pauta para nosotros, y la forma en que funcione para otras personas será diferente. En mi opinión, un shabat así te da una nueva perspectiva de la vida. No solo te baja las revoluciones para el domingo, sino que produce un cambio de lunes a sábado, porque miras más las cosas desde una perspectiva divina, desde una perspectiva eterna, y desde el beneficio de ser renovado por la adoración, por la Palabra, y por la comunión del pueblo de Dios.
Nuevamente, esto no es algo que yo haga perfectamente, pero ambos hemos encontrado que una de las cosas clave para un shabat exitoso es desconectarse de la tecnología.
Nancy: Estaba pensando en eso porque aún no habías mencionado la tecnología, ¿dónde encaja la tecnología en esto?
David: Ese debe ser el día en que dejes de freír tu mente… ¡Realmente es así!
Nancy: ¡¿Y eso es lo que estamos haciendo?!
David: Eso es lo que estamos haciendo, estamos friendo nuestras mentes, y a veces también se siente así ¿no es cierto?
Nancy: Sí, así es, absolutamente.
David: De nuevo, necesitamos quietud. ¿Cómo creamos esa quietud en la que viene el conocimiento de Dios? Entonces, tal vez revisar el correo electrónico una vez en el día, evitar las redes sociales. ¿Necesitamos saber todas las novedades del día?
Bueno, como pastor, por lo general reviso los titulares de las noticias justo antes del servicio en caso de que haya algo por lo que deba orar, pero aparte de eso, trato de evitarlo. Nuevamente, no hago esto a la perfección, pero sé que cuándo está más cerca de lo ideal, el domingo es diferente. Y eso hace que de lunes a sábado también sea diferente.
Nancy: De acuerdo, ustedes claramente no son millennials, pero tienen algunos adolescentes. Hay una mentalidad completamente diferente en aquellos que han crecido sin saber otra cosa que estar conectados las 24 horas del día, los 7 días de la semana. ¿Esto realmente importa, para cualquier época, cualquier generación?
Y de nuevo, no estamos diciendo, «aquí está la lista de qué hacer y qué no hacer», sino que hablamos de una generación que está conectada todo el tiempo (lo que todos hacemos cada vez más). ¿Qué diferencia hay entre desconectarnos o no?
David: Bueno, lo resumiré muy brevemente…nos está matando. Puedo ampliar eso si quieres. Me encanta la tecnología, soy un aficionado a ella, pero, y esto no solo lo dicen los cristianos, sino que hay una amplia gama de opiniones seculares, desde un punto de vista sociológico, educativo y de salud.
Estamos viendo, cada vez más, que la revolución digital nos está cambiando de manera perjudicial. Nos está dañando, y creo que incluso por interés propio –no me refiero al interés espiritual en este momento– repito, por interés propio, realmente creo que los jóvenes, los millennials que son capaces de controlar su tecnología y desarrollar una vida disciplinada en esa área, tendrán a largo plazo, una ventaja competitiva que los hará elevarse a nivel profesional en cualquier campo, porque nuestros cerebros no fueron creados para esto. Nuestros cerebros necesitan descanso, tranquilidad, paz; necesitan tiempo libre.
Es como un músculo. Cuando está siendo estimulado y ejercitado continuamente, se está desgastando y desgastando. Solo llevamos entre diez y quince años en la verdadera era digital, por lo que hemos tardado en darnos cuenta de lo que nos está haciendo. ¡Pero la ciencia está aquí, y es realmente malo! Desde un punto de vista físico, emocional, mental, relacional, es malo en verdad, pero desde la perspectiva espiritual es devastador. No conoceremos a Dios adecuadamente, no lo creo, hasta que tengamos esto bajo control.
Nancy: Shona, hablas de algo que se llama «la hora de ella», y creo que es algo relacionado con esto, donde hay una separación para estar quieta, estar presente con el Señor. Explica ese concepto.
Shona: La «la hora de ella», esencialmente, es un período de tiempo en el día en que estás sola. No incluyo en eso, específicamente, tu tiempo devocional. Así que, en mi caso, por ejemplo, mi tiempo devocional es lo primero que hago en la mañana antes de que los niños se levanten.
Porque una vez que los niños están despiertos… Lamentablemente, para muchas mamás de niños pequeños, los niños se levantarán antes que ellas, por lo que eso no será posible. Entonces, la «la hora de ella» puede ser un momento en el que puedan hacer sus devocionales o podría ser más tarde cuando papá esté en casa. Pero la «la hora de ella» en sí, realmente…
«La hora de ella» viene del concepto de «cobertizo». Hay un artículo que David y yo encontramos hace poco en el que una señora había construido, literalmente, un cobertizo en su patio. Ella iba todos los días durante una hora. Lo hizo y lo pintó a su gusto para sentirse tranquila, relajada y apartada del mundo. Hacía todo lo que quería para relajarse allí. La clave era que estaba sola, sin distracciones.
No necesitamos construir uno, pero podemos tener nuestro propio cobertizo. Podemos tener un cobertizo en el trabajo. Puedes usar tu hora de almuerzo para alejarte de todos los demás y simplemente estar en quietud y silencio.
Puedes hacer lo mismo como estudiante: alejarte de tus clases, tus amigos, tus profesores, solo por un poco de tranquilidad durante el día. Madres, especialmente con niños pequeños…
Nancy: …van a decir: «¡No hay tal cosa!»
Shona: Van a decir: «¡No tengo tiempo para un cobertizo! Cobertizo… ¿Qué es eso? Tiempo de ella… ¿Qué es eso?» Pero te diría que realmente lo necesitas, porque se beneficiarán tú y tus hijos también.
A los niños les irá bien si aprenden a entretenerse una hora del día, al menos. No deberías sentirte culpable por ello. En realidad, es autopreservación e inyecta combustible en tu relación con tus hijos y también les ayuda a madurar.
¿Cómo se ve este tiempo? Principalmente, estás sola, sin distracciones. Si los niños son pequeños… en el pasado ellos tenían una puerta en su habitación. Los niños jugaban al otro lado de esa puerta. Yo puedo estar en mi habitación al lado, y escuchar lo que está sucediendo, pero ellos no se acercan, y no necesito ir allá a menos que suceda algo terrible.
Así puedes leer –y a mí me encanta la lectura– y leer sin distraerme. A algunas personas les gusta hacer ejercicio. Tengo una amiga estudiante a la que le gusta hacer cestas y fabricar cosas con madera y muebles. También le gusta ir a una cafetería y sentarse a mirar por la ventana, solo para escuchar y ver la vida pasar.
Puede incluir escuchar sermones, escuchar buena música, música devocional. Puede incluir cualquier cosa, no necesariamente espiritual, pero que sea un regalo dado por Dios para ser disfrutado. No tienes que estar leyendo un libro cristiano. Puede ser algo que te interese de manera particular, como la historia o la ciencia. O simplemente una novela que –para mí– tenga realmente alguna relevancia y sea útil espiritualmente. Pero solo cada quien individualmente sabe mejor lo que le ayuda a relajarse. La cuestión es que reserves un tiempo y lo hagas.
Para algunas, es ir y sentarse con una amiga en una cafetería. Para otra amiga, es ir a sudar y hacer ejercicio; le encanta hacerlo.
Nancy: Para mí, probablemente sería tocar el piano, que está en mi casa y nunca lo hago, pero eso me relajaría.
Shona: Tocar el piano es relajante. Y para mí, a menudo encuentro que es literalmente sentarse tranquila afuera en un día cálido solo escuchando la naturaleza.
Nancy: Bueno, aquí no tenemos muchos de esos días cálidos en el norte, así que los aprovechamos cuando los tenemos, ¿cierto?
Shona: ¡Exactamente! Creo que a veces es sentarse y escuchar en silencio. El teléfono apagado, esa es la clave. Así que los mensajes…
Nancy: Desplazarse por Facebook o Instagram, eso no es…
Shona: Puedes hacerlo, pero tu mente no va a descansar. Si eres como yo, descubrirás que de repente haces clic en un correo electrónico y piensas: «Oh, debería responder a eso ahora mismo», y antes de que me dé cuenta, se me ha pasado mi hora a solas, porque he entrado ahí. Y recibo una notificación, un mensaje de alguien y digo, «oh, mejor lo hago ahora; se me va a olvidar».
Apaga el teléfono. Funciona mejor si apagas el teléfono durante una hora. El mundo no se va a detener.
Una de las cosas que supone un reto es darse cuenta de que «realmente, el mundo seguirá bien durante una hora sin mí».
Nancy: ¡Y nos llevaremos mejor si hemos estado sin el mundo por una hora!
Shona: Seremos renovadas, refrescadas y escucharemos la voz de Dios en el silencio. Si lo convertimos en un hábito diario… A menudo he encontrado que hacer algo en silencio…la pesca es algo que me gusta hacer. Es muy tranquilo. Me encanta escuchar a las aves. He descubierto que es muy favorable para pensar en las Escrituras, o recordar algo de una experiencia que fue mala o algo así, y ver lo que Dios ha hecho en mi vida. Puede ser una gran oportunidad para reflexionar, si estás haciendo algo con tus manos.
Así que, es interminable. Realmente, ¿cuál es la forma más eficaz de relajarse y desconectar?
Débora: Esta es Shona Murray. Ella y su marido, David, han estado hablando con Nancy DeMoss Wolgemuth sobre las formas de desarrollar un patrón saludable de trabajo y luego de descanso. David y Shona han escrito un libro para ayudarte a encontrar este tipo de ritmos saludables. Se titula Renueva tu vida: Adoptando una vida al ritmo de la gracia en un mundo de exigencias interminables, disponible en inglés y en español.
Te recomendamos que obtengas una copia para que este nuevo año sea un año de equilibrio y de ritmos saludables de trabajo y de verdadero descanso.
¿Piensas alguna vez en las comidas saludables –y en el sueño– como un lujo al que llegarás algún día, si puedes? ¡David y Shona Murray volverán mañana para ayudarte a hacer algunos cambios saludables ahora!
Shona: Creo que es importante ver estas cosas –el ejercicio, la comida y el sueño– como regalos de Dios. No son lujos, ni extravagancias ¡son realmente esenciales! Entonces si los desechas ¡en realidad estás rechazando recursos vitales de supervivencia!
Débora: Por favor únete a nosotras en Aviva Nuestros Corazones.
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