El temor: una invitación a confiar
Dannah Gresh:¿No te gustaría nunca tener miedo? Mary Kassian dice…
Mary Kassian: ¡Espera un momento! Así que tu propósito no es deshacerte del miedo. Tu meta es responder a ese temor de la manera correcta: cambiar el temor por un temor mayor, un temor que calmará todos tus miedos.
Así que tu propósito no es deshacerte del miedo. Tu meta es responder a ese temor de la manera correcta.
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora de Adornadas, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 13 de octubre de 2023.
Nancy DeMoss Wolgemuth: ¿Podrías describirte a ti misma como una mujer confiada, fuerte y valiente cuando debes serlo? Yo sé que me encantaría crecer en esas áreas y probablemente a ti también. Bueno, gracias a Dios que en Su Palabra Él nos da la guía que necesitamos en esa y en cualquier otra área …
Dannah Gresh:¿No te gustaría nunca tener miedo? Mary Kassian dice…
Mary Kassian: ¡Espera un momento! Así que tu propósito no es deshacerte del miedo. Tu meta es responder a ese temor de la manera correcta: cambiar el temor por un temor mayor, un temor que calmará todos tus miedos.
Así que tu propósito no es deshacerte del miedo. Tu meta es responder a ese temor de la manera correcta.
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora de Adornadas, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 13 de octubre de 2023.
Nancy DeMoss Wolgemuth: ¿Podrías describirte a ti misma como una mujer confiada, fuerte y valiente cuando debes serlo? Yo sé que me encantaría crecer en esas áreas y probablemente a ti también. Bueno, gracias a Dios que en Su Palabra Él nos da la guía que necesitamos en esa y en cualquier otra área de nuestras vidas.
Estos últimos días en Aviva Nuestros Corazones, hemos tenido el gozo de escuchar la conversación entre Mary Kassian, autora y conferencista, y nuestra coanfitriona Dannah Gresh.
El último libro de Mary se titula, La verdadera confianza. El subtítulo me encanta, El asombroso valor de una mujer que teme a Dios.
El miércoles aprendimos que la verdadera confianza es lo opuesto a la confianza egocéntrica que el mundo promueve. Ayer, Mary nos explicó la diferencia entre algunos tipos de temores equivocados y quizás te sorprenda escuchar esto –el tipo de temor correcto– que es por supuesto el temor saludable al Señor.
Si te perdiste alguno de estos programas, puedes escucharlos en la app de Aviva Nuestros Corazones o en nuestra página web, avivanuestroscorazones.com.
El día de hoy, Mary nos ayudará a dar un giro completo a nuestros temores que no son saludables. Ella explicará lo que esto significa. Dannah está con nosotras para dar inicio a esta conversación.
Dannah: Mary, ayer nosotras les dejamos…bueno, yo les dejé, ¡y nadie me detuvo!, una tarea a nuestras oyentes. Ahora yo te pregunto: ¿Crees que la hicieron?
Mary: Bueno, espero que cada una de nuestras oyentes haya tenido la oportunidad de pensar sobre estas escalas de confianza. La primera escala es: ¿Qué tan confiada te sientes? Del 1 al 10, si tuvieras que girar el botón, ¿tendrías un alto nivel de confianza, 8,9,10? ¿O tendrías un bajo nivel de confianza, alrededor de 1 o 2?
Y la segunda pregunta era: ¿Dónde te colocarías en la escala de confianza si fueras a evaluar tu dependencia, confianza y apoyo en el Señor? ¿Sería cerca de 10? ¿O estaría cerca del lado más bajo de la escala?
Dannah: Si saliste baja en la escala, hoy estás en el lugar correcto, porque Mary nos ayudará a darle un giro a ese temor equivocado hacia una confianza verdadera. Así que Mary ayúdanos a convertir nuestro temor en confianza.
Mary: Bueno, la Biblia nos reta a hacer esto, a dejar de poner nuestra confianza en el lugar equivocado y comenzar a colocarla en el lugar correcto. El tipo correcto de temor que nos dará el tipo de confianza correcta. En el temor del Señor, tenemos una fuerte confianza.
Dannah: Bueno, una persona que tuvo una confianza equivocada en la primera parte de su vida, pero que tuvo la oportunidad de cambiar al tipo de confianza correcto a medida que envejecía y maduraba, fue Moisés. Escribes sobre él en tu libro, Mary.
Mary: Sí, Moisés fue el hijo adoptado de la hija del Faraón. Así que el gran Faraón de Egipto era su abuelo. Él creció en el palacio, y las Escrituras nos dicen que fue un gran líder militar. Lo poseía todo. Tuvo riquezas y una gran educación; todo tipo de educación, y fue capaz de ascender a través de los distintos rangos.
La historia nos dice que su madre quería darle a Moisés una posición poderosa en Egipto y todo el prestigio, poder, influencia y riquezas, todo. Así que Moisés era probablemente un hombre bastante confiado.
Dannah: ¿Crees que hubiera quedado bastante bien en esa primera escala?
Mary: Creo que sí, eso fue lo que mostró. «Lo tengo todo resuelto. Tengo lo que se requiere».
Dannah: En la etapa temprana de su vida.
Mary: En la etapa temprana de su vida.
Y algo muy interesante también es que a medida que se desarrolla su historia, dice en Hebreos capítulo 11, versículo 24, que Moisés era de carácter enérgico y determinado. Él llegó a un punto donde dijo, «no, no voy a llamarme tu hijo. Me identifico como hebreo».
Un día él fue al pueblo hebreo y vio a un esclavo hebreo siendo maltratado –y para aquellas que están familiarizadas con la historia– Moisés tomó el asunto en sus manos. Mató al egipcio que estaba maltratando al esclavo hebreo y luego ocultó su cuerpo.
Cuando los hebreos oyeron esto dijeron, «¡Moisés! ¿Quién eres? ¿Quién crees que eres?»
Y cuando su abuelo, el Faraón de Egipto escuchó sobre esto, emitió un edicto para dar muerte a Moisés.
De repente, todo en lo que Moisés confiaba –su poder, su posición, la autoridad que tenía– todo su prestigio dada su alta posición, toda su confianza desapareció.
Dannah: Todo en lo que él se apoyaba desapareció, desapareció como una frágil telaraña.
Mary: Exactamente, como una telaraña.
Y lo más interesante fue que Moisés huyó a Madián, y pasó cuarenta años siendo un pastor. Los pastores eran lo más bajo en la escala ocupacional de aquellos días. Era un oficio muy humilde. Así que pasó de ser un gran gobernador y un gran líder militar y el futuro de Egipto, a ser nadie y nada.
Cuando el Señor le habló en la zarza ardiente, vimos que Moisés había perdido todo su prestigio y estaba lleno de inseguridades. Decía, «¿pero quién soy yo? No puedo hacer esto. Tienes al hombre equivocado, no soy nadie». Antes habíamos tenido una gran confianza, y de repente se había ido. Cuarenta años después, aún estaba resentido y sintiéndose sumamente inseguro.
Y lo más interesante de toda esta historia es que Dios no le da a Moisés una solución en tres pasos. No lo motiva, diciéndole, «¡tú puedes hacerlo, Moisés, solo necesitas un poco de autoconfianza y recuperar tu prestigio». Él no hace eso en absoluto. Básicamente lo reprende, lo corrige por poner su confianza en su propia capacidad o en la falta de ella, y lo reta a deshacerse de esa confianza en sí mismo o en quien era, y en su lugar, poner la confianza en el Señor.
Dannah: Mary, permíteme leer cómo Moisés expresa su falta de confianza luego de que Dios le dice, «tengo un llamado para ti; te tengo un trabajo. Quiero que vayas y liberes a Mi pueblo».
En Éxodo 3, versículo 11, dice: «Pero Moisés dijo a Dios: “¿Quién soy yo para ir a Faraón, y sacar a los israelitas de Egipto?”»
«¿Quién soy yo?» ¿Cuántos de nosotros hemos dicho esto en nuestras vidas?
¿Quién soy yo para enseñar a esta clase? ¿Quién soy yo para educar a este niño? ¿Quién soy yo para hacer este trabajo? ¿Quién soy yo? La falta de confianza sale a la luz.
«¿Quién soy yo para ir a Faraón y sacar a los israelitas de Egipto?»
Y en el versículo 12 leemos: «…le respondió el Señor…» Esto es para señalar que lo que el Señor le dijo no fue: «Por favor Moisés, tú sabes que has sido un gran líder militar. Sabes que has tenido una gran educación. Conoces Egipto mejor que nadie». Él no dice eso. En el versículo 12 leemos: «Y dijo Dios, Yo estaré contigo» (parafraseado, ver v.12).
¿Qué estaba haciendo Dios? Él estaba haciendo lo que nos enseñaste el primer día juntas, Mary: A poner nuestra confianza en el lugar correcto. A poner nuestra confianza en Dios.
Mary: El Señor quería que Moisés aprendiera a confiar en su Dios. Él quería que Moisés aprendiera a confiar en la persona y el poder de Dios, en el plan de Dios, a poner su total y absoluta confianza en el Señor, en lugar de confiar en su propia habilidad o mejor dicho dejar de estar preocupado por su falta de capacidad.
Pienso que muchas veces nos enfocamos en nuestra falta de capacidad, y decimos como tú dijiste Dannah, «¿quién soy yo? No puedo hacer esto. No tengo lo que se requiere. No tengo los recursos. No tengo esa confianza, esa seguridad».
Y el Señor retó a Moisés, y Él nos reta a nosotras a decir: «No tienes que confiar en ti misma. No tienes que tener lo que se necesita. Todo lo que necesitas es a Mí. Todo lo que necesitas Soy Yo. Y todo lo que necesitas es poner tu confianza en el lugar correcto y descansar y apoyarte en Mí en lugar de apoyarte en esa telaraña frágil que te va a defraudar».
Dannah: Pero aquí en este momento, Moisés no estaba confiando en la provisión o el plan de Dios. Parecía ser que ni siquiera estaba confiando en Dios. Así que Mary, sabemos cómo termina la historia, pero ¿cómo pudo Moisés darle un giro a esa situación? ¿Cómo pudo superar sus miedos y temores y confiar en Dios?
Mary: Fue todo un viaje. Pienso que el Señor le enseñó a confiar, a que se apoyara en Dios en lugar de apoyarse en todas las demás cosas en las que ponía su confianza; comenzó a aprender.
Lo más interesante es que vemos toda la vida de Moisés hasta el final, y vemos que era un hombre muy confiado, pero no de una manera arrogante. Era una seguridad tranquila y santa. No era como, «¡mírenme a mí! ¡Yo puedo hacer esto! ¡Miren lo que hice!», sino que era, «¡miren lo que hizo Dios! ¡Miren quién es Dios!»
Vemos al final del libro de Éxodo, que nos encontramos con un hombre que tenía temor hasta de hablar. No sabemos si era un problema del habla, pero por cualquier razón que fuera, él se lamentaba delante del Señor de que su lengua era lenta. «No puedo hablar en público. Buscaste a la persona equivocada». Y el Señor lo confrontó diciéndole, «no, Yo no busqué a la persona equivocada. Yo Soy el que hizo tu boca, y Yo Soy el que te está escogiendo».
Y al final de la vida de Moisés, lo vemos de pie dando esta gran y larga oratoria. Varios capítulos de la Biblia están dedicados a lo que Moisés dijo y donde se encontraba dando la gloria a Dios por Su poder, Su provisión, Su plan y por lo que Él había permitido.
Así que su confianza cambió. Primero estaba confiado en sí mismo, y luego cuando el Señor le habló en la zarza ardiente, él se sintió inseguro. La escala cambió de un 10, «estoy tan confiado en mí mismo», a cero, «no soy nadie. No puedo hacer nada».
Dannah: «¿Quién soy yo?»
Mary: Así es. Y al final de su vida, luego de que el Señor lo llevó en el viaje de la verdadera confianza. Vemos que Moisés empezó a utilizar una escala muy diferente para medir su confianza. Él estaba poniendo su confianza en Dios. Su confianza estaba basada en qué tanto confiaba en el Señor en lugar de cuánto confiaba en otras cosas.
Dannah: Sí. Y yo pienso: ¿Cuántas veces los israelitas se comportaron mal? Creo que ni siquiera podríamos contarlas. Pero estoy pensando en una en específico donde Dios dijo, «ya no puedo acompañarlos más». Y la confianza de Moisés ahora es tan completa, está arraigado en la confianza de Dios, al punto de ser valiente. Le dice a Dios: «No guiaré a este pueblo a menos que Tú vayas conmigo. No puedo hacerlo sin Ti, Dios. Tú eres mi confianza. Tú lo eres todo».
Él era un hombre completamente diferente. Ahora él está en el lado correcto de la balanza: la confianza en Dios. Él está diciendo: «Si Dios no está conmigo, yo no puedo ir. No lo puedo hacer».
Mary: Exactamente. Y esto es todo. Así es como le damos un giro total al miedo. Así es como empezamos a afrontar todas las cosas que nos dan miedo, todas las cosas que nos causan inseguridades.
Tal vez sea nuestra apariencia. Quizás no somos dotadas con el tipo de belleza que quisiéramos tener. Quizás nuestra nariz tiene una forma que no nos gusta. Tal vez nos levantamos y nuestro cabello está muy feo. Seguramente como mujeres todas hemos tenido este tipo de inseguridades.
Dannah: Definitivamente ponemos nuestra confianza en cosas muy frágiles, ¿no es así?
Mary: Ponemos nuestra confianza en cosas muy frágiles. O quizás tuvimos un gran brote facial o algo parecido, y nuestra apariencia no es la mejor. O cualquier otra cosa que nos hace tener una falta de confianza.
Puede ser temor a lo que otras personas piensan.
O quizás tuvimos una experiencia de fracaso. Pensamos que podíamos hacer algo, pero no pudimos. Y sencillamente tenemos temor de fracasar.
Tal vez durante toda nuestra vida estuvimos escuchando el mensaje: «No puedes hacer esto. No eres nadie. No eres buena».
Pienso que la manera en que debemos llevar esos temores al Señor y darles un giro completo es introduciendo un temor mayor. El temor al Señor calma esos otros temores. Así es como le damos un giro completo a nuestros temores.
Comenzamos colocando esos temores donde pertenecen y colocando el temor del Señor en su lugar –muy por encima de todos esos otros temores para así calmarlos. Porque cuando cambiamos el enfoque de confiar en la telaraña a confiar en la roca, la fuente sólida que es Dios, y cambiamos nuestro temor de tener miedo de todas esas otras cosas –lo que la gente piensa de nosotros, cómo nos vemos, cuánto dinero tenemos, qué éxito tenemos, cómo nos comparamos con otras personas– cuando cambiamos nuestros temores de allí al temor del Señor y lo introducimos en esa ecuación, entonces lo que le sucedió a Moisés nos sucederá a nosotras.
Veremos al temor girar totalmente, y veremos nuestra confianza crecer cada vez más fuerte. Pero no una confianza egoísta. Una confianza en el Señor, que es la única que no nos va a decepcionar.
Dannah: Hagamos esto aún más práctico para nosotras porque: «Poner tu confianza en el Señor» es una categoría bastante amplia. ¿Cierto? ¿Nos puedes detallar esto en varios pasos de cómo podemos edificar esa confianza? De manera práctica, ¿cómo llegamos a ese lugar donde colocamos nuestra confianza en el poder y la magnificencia de Dios?
Mary: Lo primero que necesitamos hacer es comprender que esa confianza no se trata de cómo nos sentimos. La confianza se trata de dónde ponemos nuestra seguridad o esperanza. Y este es un punto muy importante porque tendemos a basar nuestra medida de confianza en términos de qué tan seguras nos sentimos. Creo que el mundo nos tienta a hacerlo así porque ellos quieren que persigamos ese sentimiento, perseguir el sentimiento de confianza al poner nuestra seguridad en el lugar equivocado.
Así que lo primero que tenemos que hacer, amada hermana que nos escuchas, es entender que tus sentimientos no son lo más importante. Lo más importante es tu decisión de dónde escoges poner tu confianza.
Creo que el mundo nos enseña que es posible dejar de tener temor y si nos deshacemos de estos sentimientos detemor y avanzamos hacia adelante con valentía, entonces somos mujeres seguras. Pero la Biblia parece indicar que el miedo es algo con lo que tenemos que lidiar continuamente.
Así que tu propósito no es deshacerte del miedo. Tu meta es responder a ese temor de la manera correcta. Así es que el temor es una invitación a responder al Señor de la manera correcta.
Dannah: Me gusta esto. Es muy bueno. Repítelo. Vale la pena escucharlo.
Mary: Absolutamente.
El temor es una invitación a responder al Señor de la manera correcta.
David dice: «El día en que temo, yo en Ti confío» (Sal. 56:3).
Así que no vayamos tras el sentimiento o la idea de que podemos eliminar por completo el temor en nuestras vidas. No puedes eliminar el temor de tu vida. Satanás es el creador del temor. Él te arrojará el miedo en la cara. Arrojará situaciones que te provoquen temor. Vivimos en un mundo caído, en un mundo donde hay muchas cosas que nos infunden un temor legítimo, un mundo donde las cosas no van como queremos, donde las cosas están rotas. Vemos enfermedad, muerte, dolor y sufrimiento. Hay muchas cosas a las cuales temer.
Así que tu meta no es deshacerte del temor. Tu meta es responder al temor de la manera correcta, para que el miedo gire completamente hacia un temor mayor, el temor que calmará todos tus miedos.
«El día en que temo», esto es lo que dice David…y David ciertamente tenía mucho a lo que temer en su vida y en muchas de sus circunstancias. Había personas que querían matarlo, tenía enormes conflictos familiares, fue traicionado por sus amigos, hubo en su vida muchas relaciones rotas. Y lo persiguieron todo tipo de temores debido a sus malas decisiones. Sin embargo, él dijo: «El día en que temo, yo en Ti confío».
Así que el temor, antes que nada, es una invitación a confiar.
Hace un tiempo viví una situación muy difícil. Y hablamos de esto hace un par de días. Mi papá estaba en la sala de aislamiento de COVID, y hubo varias horas en las que solo pensé, vamos a perderlo aquí. Le tomaba la mano y le ponía himnos en mi celular; «Él día en que temo, yo en Ti confío».
Y cuando ese temor me invade, y lo hace, invade mi corazón también. Pero aconsejo mi corazón con la verdad. Aconsejo mi corazón con las Escrituras, con la grandeza de quién es Dios. De esa manera calmo mis temores.
Es una invitación siempre que me sienta ansiosa. ¿Cuántas veces durante el COVID tuvimos o sentimos esa ansiedad, de «¿y ahora qué va a suceder? Esta situación es demasiado difícil». Esta es una invitación para traer verdad a la situación en la que te encuentras, para traer el temor del Señor en medio de ella, de manera que tengamos un gran temor y un gran asombro, maravilladas de quién es Dios para calmar todos esos pequeños temores.
Dannah: Amén. Recuerdo una vez, Mary, cuando escribí mi primer libro. Una amiga me dice, «bueno, ahora tienes que aceptar invitaciones para charlas y conferencias». La verdad es que yo soy extremadamente introvertida, y en esa etapa de mi vida nunca había estado en un escenario. Jamás me hubiera puesto detrás de este micrófono. No te puedo explicar el miedo que me invadió. Le dije a esta amiga: «Yo jamás en mi vida hablaría frente a una audiencia, jamás. Eso nunca sucederá».
Y esta amiga me dijo, «bueno eso suena como una oportunidad para confiar en Dios». Eso fue exactamente lo que ella me dijo. «Parece que no confías en Dios. Si tienes una invitación para hablar en público, necesitas pensar que es una oportunidad, una invitación para confiar en Dios. No es realmente una invitación para hablar».
Tomé pastillas durante dos años mientras iba de escenario en escenario, aterrorizada, pero diciéndome, «estoy totalmente dentro de esta situación, y aún así esto está bajo los pies de Cristo. No puedo hacer esto en mi debilidad, pero cuando soy débil, Él es fuerte». Así que me sumergía en las Escrituras que venían a mi mente en ese momento. Entraba y salía atemorizada. No es algo que ahora me sucede porque me mantuve poniendo mi confianza en el Señor. Mantuve mi mente sumergida en las verdades de la Palabra. Recordando que no se trata de mí. No estaba leyendo versículos de qué «tan asombrosa y maravillosamente he sido creada», no, no, no, no. Estaba leyendo salmos sobre lo maravilloso y lo fuerte que es Dios.
Mary: Absolutamente.
Pienso en aquella historia cuando los discípulos estaban en la barca en el mar de Galilea. Hubo una fuerte tormenta y Jesús estaba durmiendo. Ellos iban a ser hundidos por esta tormenta, estaban muy atemorizados.
Dannah: Estaban aterrorizados. Estaban muy asustados.
Mary: Bueno, pienso que debió ser una tormenta horrible porque ellos eran pescadores experimentados.
Dannah: Exactamente.
Mary: Debió ser una tormenta realmente violenta. Pero Jesús estaba durmiendo, no estaba en pánico como ellos. Los discípulos lo despertaron y Él calmó la tempestad. Luego las Escrituras nos dicen que «ellos tuvieron un gran temor». Ellos tuvieron aún mucho más temor de quien Jesús reveló ser, que de aquella gran tormenta, porque de repente sus ojos fueron abiertos a Su poder.
Y aquí está lo que Jesús les preguntó, y es una pregunta muy interesante. Les pregunta, «¿por qué tienen miedo?»
Esa es una pregunta sumamente interesante porque es como, «bueno, ¿no es obvio por qué teníamos miedo? ¡Íbamos a morir! Esa tormenta era enorme. Había agua entrando por todas partes. Nuestra barca estaba llena, nos íbamos a ahogar, y no nos ayudaste a sacar el agua. No ayudaste con nada. Estabas muy tranquilo y nosotros aterrorizados».
Y en ese momento Jesús dice, «¿por qué tienen miedo?»
Si ellos hubieran entendido y reconocido quién estaba en su barca, ellos se habrían dado cuenta de que temerle a Él, temer al Señor y poner su confianza en Él, habría calmado sus temores.
Independientemente de los resultados –no podemos controlar el resultado.
Independientemente del camino que estemos recorriendo.
Independientemente de si mi papá fallece en Cuidados Intensivos.
Independientemente de lo que esté pasando en mi matrimonio, aun cuando hago lo mejor que puedo para que funcione, y solo se pone peor.
Independientemente de si mi hijo pródigo regresa mañana como yo quisiera.
Independientemente de los resultados, puedo confiar en la Persona que dirige mi barca –el Salvador. Puedo confiar en Jesús. Y cuando le temo a Él, entonces no necesito tener temor de otras cosas. O más aún, el temor que yo siento de otras cosas empieza a ponerse en perspectiva. Eso calma los demás temores.
Cuando siento temor, eso me invita a ir a Jesús y decirle, «Jesús, Tú estás en mi barca, confío en Ti. Tú eres el Salvador que calma las tormentas, que me asegura que llegaremos al otro lado. Tú eres el Salvador que camina sobre el agua, quien tan solo con decir la palabra todo se calma. Por favor, ven y calma mi corazón hoy. Calma mis temores. Ayúdame a temerte a Ti más de lo que temo a esta circunstancia».
Nancy: El temor de Jehová es el que nos lleva a una confianza segura. ¡Vaya! Es tan importante para nosotras sostenernos en esa verdad de Proverbios 14:26. Esto es lo que Mary Kassian nos ha estado ayudando a ver –la verdadera confianza.
Hemos estado escuchando una gran conversación entre Mary Kassian y Dannah Gresh, basada en algunos temas que se encuentran en el libro más reciente de Mary, titulado: La verdadera confianza: el valor asombroso de una mujer que teme a Dios.
Lo dije en estos días, y lo quiero decir de nuevo: En estos tiempos donde hay tanta confusión, incredulidad y oposición a los caminos de Dios, necesitamos un ejército de mujeres temerosas de Dios, que tengan esa extraordinaria valentía, mujeres que posean ese tipo de confianza verdadera.
Mary volverá nuevamente en unos momentos para cerrar el programa de hoy con una oración, pero primero permítanme animarlas a obtener una copia del libro de Mary. Les ayudará a tener una comprensión más profunda sobre un tema súper importante. Y ¿qué es más importante que aprender a temer al Señor y depositar toda nuestra confianza en Él?
Mary, a medida que cerramos, quisiera tomar un momento para agradecerte por tu amistad, tu ánimo, tus oraciones, y la gran bendición que has sido para mí y para Aviva Nuestros Corazones durante estos años.
Estoy muy agradecida por el gozo de haber sido coautora contigo de varios libros. Mujer Verdadera 101 y Mujer Verdadera 201. Yo sé cuántas horas y arduo trabajo has puesto en escribir libros como el más reciente, y mi oración es que Dios use este mensaje para fortalecer los corazones de Sus mujeres y darles el tipo de confianza verdadera.
Gracias por ser una gran amiga para Aviva Nuestros Corazones, y por el gran reto que tú y Dannah nos han traído a todas nosotras por medio de esta conversación durante el programa de esta semana.
Ahora Mary, me gustaría que le pidieras al Señor una bendición sobre cada mujer que nos escucha, sobre cada mujer que ha escuchado esta conversación durante estos días, y que el Señor desarrolle en cada una de nosotras el tipo de confianza correcta basada en un temor santo y sano del Señor.
Y mientras Mary ora por nosotras, si es posible, ¿podrías tomar un momento y detenerte en lo que estás haciendo –quizás detener tu carro a un lado de la calle si puedes, dejar un momento ese proyecto en el cual estás trabajando. ¿Podrías parar y unirte a nosotras pidiéndole al Señor que haga esta buena obra en tu corazón?
Escuchemos a Mary.
Mary: Padre celestial, quiero darte las gracias porque Tú eres nuestra confianza. No tenemos que poner nuestra confianza en nuestros escasos recursos, habilidades o temores, en esos momentos en que no vemos nuestra capacidad y nos quedamos mirando decepcionadas nuestras incapacidades.
Padre, yo te pido por esa mujer que nos escucha hoy que está teniendo una crisis de confianza. Los temores y las inseguridades están arrastrándole como el agua en la barca de los discípulos esa noche de tormenta, y ella está pensando que se va a hundir. Piensa que no va a poder continuar. No cree que vaya a lograrlo. Es demasiado abrumador y aterrador.
¿Podrías recordarle en este momento quién está al mando de su barca, quién es el que la acompaña? Recuérdale que Tú eres más grande y más poderoso, hermoso, maravilloso y soberano. Recuérdale que cuando ponga su temor en Ti, cuando ponga su confianza en Ti, Tú le darás la vuelta al temor y comenzarás a disminuir todos los demás temores que amenazan con abrumar su corazón.
Te pido que le des una gran calma en este momento, en el poderoso nombre de Jesús. Amén.
Dannah: ¿Hay alguna mujer dentro de tu círculo cercano que esté teniendo luchas con el pecado? ¿Esa persona está luchando con tentaciones en su mente y corazón, con formas equivocadas de pensar que han sido moldeadas por la sociedad en que vivimos? Tanto ellas como nosotras necesitamos una infusión del evangelio día con día.
En Aviva Nuestros Corazones queremos ser una infusión diaria de gracia, de esperanza y de pensamiento bíblico centrado en el evangelio que ayude a las mujeres a filtrar, a través de la Palabra de Dios, lo que el mundo ofrece. Cuando hablamos de impartir esa infusión diaria, pensamos en los colaboradores mensuales que hacen esto posible. Mes a mes ellos son de apoyo a través de sus oraciones y ofrendas, ayudando a que este ministerio siga adelante.
¡Estamos muy agradecidos por nuestro equipo de colaboradores y es nuestro deseo que Dios siga añadiendo a muchos más!
Si has sido bendecida por este ministerio, si has recibido a través de Aviva Nuestros Corazones una infusión de gracia en tu propia vida, ¿considerarías convertirte en una de nuestras colaboradoras mensuales? ¿Te unirías a la familia?
¡Te necesitamos! Tú puedes ser parte de la misión vital de nuestro ministerio permitiéndonos llegar a las mujeres con el mensaje de libertad, plenitud y abundancia en Cristo. Serás testigo de cómo Dios aviva sus corazones.
Ayudándote a darles un giro total a tus temores, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.
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