El Señor reina
Débora: Cuando parece que las cosas están fuera de control, Nancy DeMoss Wolgemuth nos dice que debemos hablarnos con la verdad.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Somos más propensas a creer lo que vemos y sentimos que lo que la Palabra de Dios nos dice. Por eso debemos apartar nuestros ojos y corazones de las noticias el tiempo suficiente y entonces enfocarlos profundamente en la Palabra, pues ella es la que nos dirá la verdad acerca de lo que está pasando.
Puedes escuchar noticias liberales, noticias conservadoras, y dicen que están hablando la verdad. Pero esta es la verdad: No podrás interpretar, entender, procesar ni enfrentar lo que está ocurriendo en nuestro mundo si no arraigas tu corazón, tu mente, y tu vida en la Palabra de Dios.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, coautora de «Confía en Dios para escribir tu historia», en la voz de Patricia …
Débora: Cuando parece que las cosas están fuera de control, Nancy DeMoss Wolgemuth nos dice que debemos hablarnos con la verdad.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Somos más propensas a creer lo que vemos y sentimos que lo que la Palabra de Dios nos dice. Por eso debemos apartar nuestros ojos y corazones de las noticias el tiempo suficiente y entonces enfocarlos profundamente en la Palabra, pues ella es la que nos dirá la verdad acerca de lo que está pasando.
Puedes escuchar noticias liberales, noticias conservadoras, y dicen que están hablando la verdad. Pero esta es la verdad: No podrás interpretar, entender, procesar ni enfrentar lo que está ocurriendo en nuestro mundo si no arraigas tu corazón, tu mente, y tu vida en la Palabra de Dios.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, coautora de «Confía en Dios para escribir tu historia», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 24 de abril de 2023.
Tu visión de Dios impacta cómo ves el resto del mundo. Hoy, Nancy DeMoss Wolgemuth comienza una serie acerca del Salmo 93. Nos animará con la verdad que nos brinda una esperanza inquebrantable aún en las circunstancias más difíciles. Aquí está Nancy.
Nancy: Hace unos días, vi un artículo de un historiador destacado, un comentarista, un columnista asociado. La primera línea llamó especialmente mi atención. Decía: «Los americanos están cada vez más enojados».
Y a continuación, este escritor resaltó una serie de temas: los retos de la inmigración y de la frontera, los problemas económicos, la inminente inflación, las políticas gubernamentales, la ola de delincuencia, los problemas raciales, la escasez de combustible y otros productos básicos, la escasez de trabajadores, la pérdida de fe que los americanos sienten en las burocracias federales que se han politizado y según su descripción, son ineptas.
Y luego dijo: «Por primera vez en sus vidas, todos los estadounidenses de todas las clases y razas están empezando a temer un apocalipsis creado por ellos mismos, que amenaza la seguridad de sus familias y el estilo de vida americano».
En ese artículo hablaba de un «caos multifacético» y de «locura colectiva»; y luego termina ese artículo diciendo que cree que estamos en una «trayectoria segura hacia la parálisis sistémica autoinfligida, seguida por el colapso de la civilización».
Bueno, son muchas palabras, pero me llamó la atención, especialmente esa última frase: «el colapso de la civilización». Eso parece muy importante. Y por cierto, no solo es para los EUA y los americanos que se sienten de esta manera. Estamos viendo estos tipos de caos similares en todo el mundo. Mientras leía ese artículo, me llegó a la mente algo que leí hace años de un pastor británico y profesor de la Biblia del siglo veinte, que se llamaba George Campell Morgan. Esta frase se me quedó grabada. La he compartido en muchas ocasiones durante años, y quisiera compartirla con ustedes en esta serie.
«La necesidad suprema en cada momento de dificultad y angustia es una visión fresca de Dios. Y sigue diciendo: Al ver a Dios, todo lo demás adquiere la perspectiva y la proporción adecuadas».
Cuando ves a Dios, puedes ver todo lo demás como debe ser visto. Ahora, no hay ninguna duda de que estamos viviendo tiempos difíciles y desanimantes. Nuestro mundo está sobrecargado y abrumado de problemas, y es por esto que el autor de este artículo se refería a: desastres naturales, crímenes violentos, efectos continuos de la pandemia que vivimos, que solamente Dios sabe cuánto durarán. Y luego, para los que amamos a Cristo y amamos Su Palabra, nos preocupa el rechazo masivo en nuestra cultura de las verdades y realidades que dábamos como un hecho…hasta ahora.
Cosas tan básicas como que hay hombres y mujeres, que hay varón y hembra. Hoy en día no se puede dar por sentado. No se pueden asumir las cosas como han sido la mayor parte de nuestras vidas. Y ante todo este tipo de tormentas en nuestro mundo, mucha gente se encuentra ansiosa, desanimada, temerosa, enfadada, a la defensiva, y muchos de ellos simplemente adormecidos o paralizados.
Es agotador, ¿no crees? Escuchar todas las noticias, ver lo que está pasando y tratar de procesar todo esto. Pero quiero sugerir que lo que la gente necesita, los que están adormecidos, paralizados, desanimados y ansiosos, lo que todos necesitamos continuamente es una visión fresca de Dios.
- Solo una correcta visión de Dios puede hacer posible que sobrevivamos, y mucho más que prosperemos en este mundo.
- Una visión correcta de Dios nos da una perspectiva correcta y proporcionada.
- Una visión correcta de Dios es lo que nos permitirá vivir y caminar en estabilidad, en paz, shalom, calma, esperanza y alegría.
Así que, mi pregunta es: ¿Dónde obtenemos esa visión de Dios? Si nuestra suprema necesidad en cada momento de dificultad y angustia es una visión fresca de Dios, ¿dónde obtenemos esa visión de Dios?
Bueno, conocemos la respuesta. Por esta razón las personas vienen a Aviva Nuestros Corazones. Por esto Aviva Nuestros Corazones existe, para llevar a las personas a la Palabra de Dios. Esa es la Palabra de Dios. Este es Su mensaje para nuestro día, para nuestro tiempo. Es para todas las épocas, para todas las personas, en todas partes del mundo. Ahí es donde encontramos la visión correcta de Dios.
Y en los próximos días quiero que nos enfoquemos en el Salmo 93. Quiero que tengamos una visión fresca de Dios. Vamos a ver el Salmo 93. Así que, si tienes tu Biblia contigo, quiero animarte a que vayas allí. Si tienes un teléfono, busca ese pasaje. Puede que estés escuchando Aviva Nuestros Corazones mientras conduces o quizás haciendo algo que no te permita ir al pasaje. Pero si existe una manera de que mientras escuchas este programa puedas ir a las Escrituras y leer el pasaje, quisiera que lo vieras.
Estaré enseñando esta serie desde la Nueva Biblia de las Américas, pero puedes utilizar la versión que sea familiar o que esté más cercana a ti. Esto nos dará una visión fresca de Dios. Es un salmo muy corto, son cinco versículos. Pero creo que este pequeño salmo nos da suficiente ánimo para toda la vida.
Voy a leer todo el pasaje, los cinco versículos, y luego te voy a pedir que lo leas en voz alta junto conmigo. Lo voy a leer, y luego te pediré que mientras leemos afirmemos la verdad de la Palabra de Dios. Porque esto es lo que nos da estabilidad cuando las tormentas se desatan a nuestro alrededor.
Salmo 93:
«Jehová reina; se ha vestido de majestad; se ha vestido Jehová; se ha ceñido de fortaleza. Ha afirmado también el mundo y este no se moverá.
Firme es tu trono desde entonces; tú eres desde la eternidad.
Alzaron los ríos, oh Jehová, alzaron los ríos su sonido; alzaron los ríos sus olas.
Jehová en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias olas del mar.
Tus testimonios son muy firmes; la santidad es propia de tu casa, oh Jehová, por los siglos y para siempre».
Versión CSB, Salmo 93:
Bueno, regresemos al versículo 1, y quiero que lo leas creyendo que es la verdad. Mientras leemos las Escrituras, una de las cosas que estamos haciendo es hablar verdad a nuestros corazones de acuerdo a la Palabra de Dios. Algunas veces tenemos que tomar nuestras ansiedades por el cuello y decirnos a nosotras mismas, «esto es lo que dice la Palabra de Dios. Así que creo que es la verdad sin importar lo que veo a mi alrededor, sin importar lo que yo pudiera estar sintiendo, sin importar lo que estoy experimentando, sin importar la etapa de mi vida o la tormenta en que me encuentre actualmente. Elijo creer que esta es la verdad». Esta es la manera en que queremos leer este pasaje.
Así que, leamos juntas el Salmo 93.
Pero primero oremos juntas, y mientras oramos, quisiera que pienses en lo que te estresa y te inquieta hoy. Quizás te estás sintiendo ansiosa con respecto a hacia dónde se dirige nuestro mundo. Quizás hay algunas tormentas que te están amenazando: retos de salud, dificultades familiares, dificultades en tu matrimonio, un hijo pródigo, cuidar de tus padres ancianos. Quiero invitarte en este momento a levantar tus ojos, y pedirle al Señor que te dé una visión fresca de Él.
Señor, esta es nuestra necesidad suprema en este tiempo de dificultad y angustia. ¡Así que te pedimos, danos una visión fresca de ti! Danos esperanza, perspectiva y estabilidad para estos tiempos. Oro en el nombre de Jesús, amén.
Bueno, mientras estudiamos el Salmo 93, vemos que el salmista enfrenta la realidad de circunstancias angustiantes en este mundo. No es nuevo que tengamos circunstancias estresantes. La gente de todos los tiempos desde Génesis 3, ha experimentado circunstancias estresantes y difíciles. Pero me encanta que el salmista no empieza con los problemas, las dificultades y los dolores. ¿Dónde empieza? Él empieza con Dios, levanta sus ojos más allá de las calamidades a su alrededor.
Versículo 1: «El Señor reina…» No empieza hablando de sus problemas, las presiones y todo lo que está mal en el mundo. Hay mucho de eso, y hablará sobre eso. Pero comienza diciendo que el Señor reina. Quiero que lo repitas conmigo: «El Señor reina». Una vez más: «El Señor reina».
El Señor, es Jehová, el auto existente, el Dios todopoderoso que se ha revelado a todo hombre.
El Señor es Rey; el Señor reina. El Salmo 93 es el primero de la colección de ocho salmos que continúan hasta el Salmo 100 acerca del tema del reinado de Dios y Su gobierno. El Señor reina. El salmista hace esta épica y dogmática proclamación. No existen dudas al respecto. Es que «¡el Señor reina!» Con signo de exclamación. No hay un signo de pregunta, no hay incertidumbre.
El Señor reina, lo parezca o no, lo sientas o no, lo creas o no. Ya sea que el mundo secular que nos rodea piense que es verdad o no. Es cierto. El Señor reina.
El Señor reina absolutamente, Él reina supremamente. No hay nadie más alto que Él. Él reina soberanamente sobre todos los reyes del mundo. Él reina soberanamente sobre todos y todas las cosas, aun las que se oponen a Él, Él reina sobre toda la historia. El reina sobre cada detalle, grande o pequeño, en este universo, en nuestro mundo y en tu mundo.
Él determina cuándo y dónde naces, cuál va ser tu sexo. Esto es parte del gobierno del Señor. Él determinó quiénes iban a ser tus padres, el tipo de experiencias que pasarías mientras crecías y las circunstancias que encontrarías en tu vida. ¡El Señor reina! El Señor es Rey. Él reina sobre toda la creación. Él es Rey, Él reina sobre todos los países del mundo.
¡Él es Rey! Él reina sobre todas las crisis en nuestro mundo. Él es Rey; Él reina sobre Su iglesia. Él reina, Él es Rey sobre los cielos y la tierra. Él reina en este preciso momento. El Señor reina, es una oración en tiempo presente. Siempre es una oración en tiempo presente; siempre es verdad y siempre lo será. Piensa en eso ahora mismo cuando veas lo que está colapsando o derrumbándose en nuestro mundo. Recuerda: ¡Él Señor reina! El versículo 1 dice:
«Jehová reina; se ha vestido de majestad; se ha vestido Jehová; se ha ceñido de fortaleza».
Y esta es una palabra que no usamos con frecuencia. Mira otras traducciones: «Él ha puesto su fortaleza en su correa», (ESV). «Está armado con fuerza», NVI. «Ha desplegado su poder», VBL. «Él usa sus mantos reales, con su poder, usado su cinturón».
El Señor se viste de rey. Lo que me encanta es que Él no se viste simplemente de rey, no es un rey de juguete, no pretende ser rey. ¡Él realmente es un Rey! Así que Él es digno de llevar esas vestimentas reales.
Ese versículo dice también que Él está vestido de majestad. ¿Qué es majestad? Es una palabra que para nosotras es difícil de comprender, particularmente porque vivimos en países donde no tenemos una monarquía, no tenemos una realeza. Entienden un poco mejor lo que significa el concepto en lugares del mundo donde hay reyes. Tienen fastuosidad, elegancia y majestad en muchas de sus ceremonias.
Y la palabra significa «esplendor, excelencia, exaltación, grandeza, magnificencia, gloria». Es como si no hubiera suficientes palabras para decir lo que significa que Él está vestido de majestad, vestido de fuerza, poder y potencia. Está armado con fuerza. Está vestido para la batalla, está listo para la acción.
Y ese es nuestro Rey. Él es majestuoso y Él es poderoso. Y como el supremo Rey, controla este mundo y todo lo que hay en él. Mira el resto del versículo 1: «Ciertamente el mundo está bien afirmado, es inconmovible».
Ahora, ¿estarías de acuerdo conmigo en que algunas veces este versículo no parece ser verdad?
Parecería que nuestro mundo se está tambaleando, que es inestable e incierto. No parece que sea inconmovible. Se siente como si hubiera ocurrido un terremoto cultural, político, religioso, espiritual y en las relaciones interpersonales. Parece que el mundo no está firmemente establecido. Pero este pasaje nos dice, que en lo más profundo, el mundo es inconmovible y no puede ser sacudido. ¿Por qué? Por lo que dice la primera frase, porque el Señor reina, porque Él es el Rey, porque está en control de todo el universo. El Señor reina y por lo tanto el mundo está firmemente establecido; no puede ser sacudido.
Y puedes ver que este mundo quiere resistirse al gobierno de Dios y Su reinado. Este mundo quiere ser su propio rey. Las personas quieren gobernar sus propias vidas. Este mundo quiere eliminar a Dios, pero no entiende que es el gobierno soberano y el reinado de Dios lo que le da estabilidad a este mundo. Eso es lo que evita que este mundo colapse. Si no fuera por el hecho de que «Él sostiene al mundo en Sus manos», nuestro planeta y otros planetas en nuestra galaxia estarían fuera de control. La raza humana sería destruida.
Considera una pequeña cosa, qué tan lejos se encuentra el sol de nuestra tierra: 93 millones de millas de distancia. Dios sabe exactamente qué tan lejos el sol necesita estar de la tierra para que no nos quememos o no nos congelemos. Dios creó este mundo y Él lo mantiene en movimiento; Él lo sostiene; Él lo controla; Él es soberano sobre el universo. Es por esto que este mundo no explota ni queda destruido. Aunque todas las evidencias parecen indicar lo contrario, ¡este mundo no puede ser sacudido porque el Señor reina! El Señor reina, y por eso tenemos que orar de esta forma:
Oh Señor, danos fe para creer lo que no podemos ver. Danos fe para creer en Tu Palabra, cuando parece contraria a todo lo que parece real y verdadero a nuestro alrededor. El problema es que somos más propensas a creer en lo que vemos y sentimos que en lo que dice la Palabra de Dios. Por eso debemos apartar nuestros ojos y corazones de las noticias y enfocarlos profundamente en la Palabra.
Y la Palabra es quien nos dirá la verdad acerca de lo que está pasando. Puedes escuchar noticias liberales, noticias conservadoras, y dicen que están hablando la verdad. Pero esta es la verdad: No podrás interpretar, entender, procesar ni enfrentar lo que está ocurriendo en nuestro mundo si no arraigas tu corazón, tu mente y tu vida en la Palabra de Dios.
El Señor reina, así que decimos, «Señor, ayúdanos a creer que esto es cierto, aún cuando parezca que no lo es».
«Desde la antigüedad está establecido Tu trono; Tú eres desde la eternidad» (v.2).
Así que hemos visto que el Señor reina en este momento. Pero también hemos visto que siempre ha reinado supremamente. Tu trono (dice el texto) se ha establecido desde el inicio antes de que existiera el tiempo. Dios estaba reinando. Dios estaba en Su trono.
Ahora, ningún trono terrenal permanece para siempre, aunque algunos de ellos pareciera que sí. Quizás has visto u oído de la reina de Inglaterra, ¿cuánto tiempo estuvo reinando? ¿Ciento cuarenta años o algo así? Estoy bromeando, el punto es que fue mucho, mucho tiempo. Pero reyes y gobernantes, monarcas, reinas, presidentes, primeros ministros, dictadores, todos se levantan y caen. El trono de Dios está establecido para siempre. Dios no es elegido, así que no puede ser eliminado por elección. Él no está por un tiempo limitado. Nunca va a dejar Su trono. Nunca será destronado.
¡El Señor reina! Tu trono, Señor, ha sido establecido desde el principio. No solo eres desde el principio, sino que eres desde la eternidad, desde la eternidad pasada hasta la eternidad futura.
Bueno, los versículos 1 y 2 del salmo son los que vamos a ver hoy. Veremos el versículo 3 en nuestro próximo tiempo juntas, por hoy solo veamos los versículos 1 y 2. ¿Qué nos dicen? ¡El Señor reina! ¡El Señor reina!
Entonces, ¿cómo debemos responder a este Rey? Antes de finalizar nuestro tiempo juntas en el día de hoy, quisiera decirte, «piensa en esto por un momento». Si el Señor realmente reina, si Él realmente es Rey, siempre lo ha sido y siempre lo será, Él es el soberano gobernante y gobernador sobre todo el mundo, ¿entonces cuál es el «¿y entonces qué de todo esto? ¿Cómo respondemos a este Rey?»
Permíteme darte algunas sugerencias, quizás tú pienses en otras:
Le debemos respeto y honor. Él reina, así que correctamente nos inclinamos ante Él y lo llamamos Su Majestad. Sabes que cuando conocemos a un gobernante terrenal, incluso a alguno con cuyas políticas y formas de gobernar no estemos de acuerdo, debemos mostrarle respeto, honra y expresarle honor. Diferentes culturas lo hacen de formas diferentes, pero ¿no deberíamos darle el mayor respeto y honor de todos al Rey del universo? Claro que sí, Su Majestad.
También debemos adorarle. Lo adoramos porque Él es Dios. Él es Dios de majestad. Él es el Dios de la fortaleza. Él es el Dios de poder. Él es el Gobernador soberano de todo el universo. Así que no solo lo respetamos y lo honramos, sino que lo adoramos. Lo exaltamos.
Le debemos también sumisión. Si Él es Rey, entonces somos Sus súbditos. Si Él es Rey, entonces debemos obedecerle. Lo adoramos y le honramos sometiéndonos y le decimos: «¡Sí, Señor! ¡Sí, Señor! ¡Sí, Señor!», mientras leemos Su Palabra.
¿Y qué acerca de la confianza? Se puede confiar en Dios porque Él es el Rey, porque Él tiene majestad y poder, y porque Su trono ha permanecido desde siempre. Podemos confiar en que Él sabe lo que hace. Podemos confiar en que Él no comete errores. Podemos confiar en que Él escribe nuestra historia y las historias de quienes amamos. Podemos confiarle este mundo. Podemos confiarle a nuestro país. Podemos confiarle nuestro futuro, esperanza y sueños. Podemos confiar en Él en medio de las tormentas que enfrentamos en nuestras vidas y en estos tiempos porque el Señor reina, podemos confiar en Él.
¿Y qué acerca del temor? No en el sentido de temblar de miedo ante Él sino el temor a desagradarlo. Si el Señor reina, queremos hacer lo que le honre a Él. Queremos vivir vidas que le agraden. Y una respuesta más.
¿Qué acerca del amor? ¿En serio? ¿Podemos amar a un rey majestuoso, soberano, gobernante y poderoso? Sí, lo grandioso de este Rey es que Él nos invita a acercarnos a Él.
¿Recuerdas a Ester en el Antiguo Testamento? Ella quería presentarse ante el rey, pero la regla era que si el rey no extendía su cetro y tú te atrevías a entrar en su presencia, te podían cortar la cabeza. Así que cuán gran gozo hubo en el corazón de Ester cuando se atrevió valientemente, con audacia pero a la vez con temor, a entrar ante la presencia del rey Asuero y que el rey extendiera su cetro.
Pero Dios no es como el rey Asuero, sino que es un Rey bueno, lleno de gracia, que nos dice, «acércate, ven más cerca». Podemos amarlo porque Él nos amó primero.
¡El Señor reina! Amigas, esa es nuestra esperanza en tiempos de desesperación y desaliento. ¡El Señor reina! Estaba leyendo un comentario de Calvino del Salmo 93. Permíteme leerte un corto párrafo, donde habla acerca de este problema de cómo debemos responderle al Señor. Él dice:
«Temores y ansiedades secretos se producen en nuestros corazones cuando no reconocemos el poder que pertenece propiamente a Dios, pues si creyéramos firmemente que “el Señor reina”, tendríamos un escudo invencible contra todo asalto de la tentación».
Piensa en esto, si creyéramos firmemente que el Señor reina, no deberíamos estar abrumadas con estrés, llenas de ansiedad, miedo, ira, depresión y desaliento. Esto no significa que no seremos probadas. No significa que no seremos tentadas, pero tendremos un escudo que nos protege durante toda nuestra vida.
Ahora, cuando llegamos al versículo 3, vemos un cambio repentino en este pasaje. No solo que el Señor reina, también que los torrentes de agua rugen. Lo veremos en el día de mañana.
Oh Señor, oro para que Tú abras nuestros ojos para ver la belleza, la grandeza y la majestad de quién eres, y el hecho de que Tú reinas por siempre y para siempre. Oh nuestro Rey grandioso, poderoso, majestuoso y amoroso, danos ojos para ver y corazones para creer y responderte. Te agradecemos en el nombre de Jesús, amén.
Débora: Amén. Estoy tan agradecida de que pudimos abrir la Palabra de Dios, examinar juntas el Salmo 93, y aprender cómo las verdades que encontramos en este salmo se aplican a nosotras al día de hoy en el 2023. Hemos estado escuchando a Nancy DeMoss Wolgemuth, y nos ha estado enseñando a mantenernos arraigadas en la verdad de la Palabra de Dios porque es importante para la forma en que enfrentamos cada día.
Una de las formas en que puedes hacer esto, es con uno de los recursos que Nancy ha escrito. El título de este es, «50 promesas para vivir», el subtítulo es, «Encontrando ánimo, paz, y esperanza en las promesas de Dios». Lo tenemos disponible gratis en PDF para que lo puedas descargar ahora mismo. Encontrarás un link de este libro en la transcripción del programa de hoy en avivanuestroscorazones.com. ¿Sabes que esta enseñanza se ha multiplicado de otras formas?
Algunas personas escuchan este mensaje en su radio. Hemos escuchado de muchas mujeres que nos han sintonizado, y han sido convencidas por la verdad. Hay mujeres que ven las enseñanzas de Nancy por YouTube.
Nancy: ¡Qué grandioso es poder estar en vivo y proclamar la verdad! Y la razón por la que podemos tener estas oportunidades para esparcir la Palabra de múltiples formas e idiomas, es gracias a ti y a otras oyentes como tú, que ven a Dios obrar a través de Aviva Nuestros Corazones, y se asocian con nosotros. Ustedes oran por nosotras, y apoyan este ministerio financieramente.
Débora: Cuando te sientes abrumada por las aguas de esta vida, ¿qué debes hacer? Mañana veremos la respuesta del salmista en el Salmo 93, pues él experimentó algo similar. Espero que puedas volver mañana mientras le pedimos al Señor que avive nuestros corazones.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth quiere alentar a la libertad, la plenitud y a ser fructíferas en Cristo.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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