El poderoso Salvador
Débora: Nancy DeMoss Wolgemuth describe al bebé que pones en tu pesebre en Navidad.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Un poderoso Dios quien es más fuerte que todos nuestros enemigos, más fuerte que Satanás, más fuerte que el pecado. Él puede librarme. Él ha traído al mundo una salvación fuerte y poderosa.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 16 de diciembre de 2024.
Un bebé es una imagen de dependencia e impotencia. Sin embargo, el bebé nacido en la primera Navidad fue un guerrero poderoso invadiendo un mundo en tinieblas. Nancy nos ayudará a reconocer el poder que tenía este bebé mientras continúa en una serie titulada, «El Himno de Zacarías».
Nancy: Estamos estudiando el capítulo 1 del Evangelio de Lucas, el Himno de Zacarías, empezando en el versículo 67 y hasta el final de ese capítulo. El contexto aquí, …
Débora: Nancy DeMoss Wolgemuth describe al bebé que pones en tu pesebre en Navidad.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Un poderoso Dios quien es más fuerte que todos nuestros enemigos, más fuerte que Satanás, más fuerte que el pecado. Él puede librarme. Él ha traído al mundo una salvación fuerte y poderosa.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 16 de diciembre de 2024.
Un bebé es una imagen de dependencia e impotencia. Sin embargo, el bebé nacido en la primera Navidad fue un guerrero poderoso invadiendo un mundo en tinieblas. Nancy nos ayudará a reconocer el poder que tenía este bebé mientras continúa en una serie titulada, «El Himno de Zacarías».
Nancy: Estamos estudiando el capítulo 1 del Evangelio de Lucas, el Himno de Zacarías, empezando en el versículo 67 y hasta el final de ese capítulo. El contexto aquí, para aquellas de ustedes que no escucharon el principio de esta serie, es que en la familia de Zacarías, Zacarías y Elisabet eran viejos y ya se les habían pasado los años para procrear, pero Dios intervino milagrosamente y les concedió un hijo. Su nombre era Juan.
Este niño había sido añorado, pedido en oración, largamente esperado, fue un regalo increíble, y la familia se encontraba reunida en el octavo día. Este niño había sido circuncidado y se le había puesto nombre y ahora la familia celebraba su nacimiento ofreciéndole una fiesta de bienvenida.
Pero cuando Zacarías abrió la boca para hablar, después de haber pasado nueve meses sin poder emitir palabra, porque recuerden que él dudó de la palabra del ángel cuando le visitó y le dijo: «vas a tener un hijo», por lo que él le había dejado mudo durante aquellos nueve meses.
Por lo que finalmente, al octavo día del nacimiento, Zacarías abre su boca. Y cuando lo hace, prácticamente no menciona a su hijo Juan, quien era el centro de atención de esta fiesta. Zacarías tenía a alguien más en el centro de su mente y de sus pensamientos.
Fue algo así: aquí está mi hijo Juan, pero a quien les quiero presentar es a Jesucristo. Juan había venido a preparar el camino para la llegada de Jesucristo. Él vino para reflejar la luz en Cristo. El reflector estaba en Cristo y de todo lo que Zacarías podía hablar en este pasaje era de Jesús. Es como si dijese: «Y aquí está Juan para contarles de Él».
Para eso vino Juan al mundo, no para promocionarse, no para promocionar su propio mensaje, ministerio o misión, sino a promover la misión y el mensaje de Jesucristo, que por cierto, es mi anhelo y carga para Aviva Nuestros Corazones.
Espero que este nunca sea el ministerio de Nancy DeMoss. Nuestro propósito no es colocar el reflector sobre mí o sobre cualquier ser humano u organización, sino dejar que la luz recaiga sobre Jesucristo. Nosotras estamos aquí solamente para hablarles de Él.
Pueden olvidar mi nombre y está bien. Nosotras lo que queremos es que recuerden el nombre de Jesús y que lo hayan conocido a través de este ministerio.
Por lo que leemos en Lucas capítulo 1, versículo 67, su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo y profetizó diciendo: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque nos ha visitado y efectuado redención para su pueblo» (v. 68). Recuerden que ya vimos la palabra redención, el concepto de redención en el programa anterior. En el versículo 69 nos encontramos con otra palabra cercana y también relacionada. De hecho, esta palabra es el tema de este himno y de todas las Escrituras.
Vayan conmigo al versículo 69: «Dios… nos ha levantado un cuerno de salvación en la casa de David su siervo…» Y esa palabra reaparece. De hecho, está presente tres veces en este pasaje aunque de formas distintas. Vean el versículo 71, Dios lo envió, «para que seamos salvados de NUESTROS ENEMIGOS Y DE LA MANO DE TODOS LOS QUE NOS ABORRECEN».
Y en el versículo 76: «Y tú, niño (Juan), serás llamado profeta del Altísimo, porque irás DELANTE DEL SEÑOR PARA PREPARAR SUS CAMINOS (v. 77), para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación por el perdón de sus pecados».
Salvación, ¡que seamos salvos! Dios vino y visitó la tierra para redimirnos, para que pudiéramos ser salvos; para que tuviéramos salvación. Dios ha levantado un cuerno de salvación para nosotras. Ahora, hay muchas personas en el mundo, la raza humana en su mayoría no está familiarizada con esas palabras, y no tienen idea de lo que significan. Si oyeran acerca de ser salvadas, de obtener salvación o de ser redimidas, eso sería algo de lo que no saben absolutamente nada.
Como resultado, hay algunos que dicen que debemos evitar el uso de estas palabras hoy en día, en una cultura postmoderna, cuando nos dirigimos a quienes no pertenecen a nuestra iglesia. No estoy de acuerdo con esto. Pienso que es importante que les expliquemos estas palabras porque es una riqueza que el mundo necesita conocer. Ellos necesitan entender lo que significa ser salvo, la salvación, la redención.
A lo largo de este pasaje, Zacarías usa muchas de estas palabras e imágenes para describir la salvación que tenemos en Jesucristo. Las veremos a medida que avancemos en esta serie, pero permítanme señalárselas rápidamente.
En el versículo 68 pueden ver que la salvación es redención. Es rescate, liberación y compra de la esclavitud. En el versículo 74, vemos que es rescate del peligro. Eso describe nuestra salvación. En el versículo 77, puedes ver que la salvación es descrita como el perdón de una deuda, perdonados de una deuda que debíamos. Luego, en los versículos 78 y 79 la salvación es descrita como el amanecer de un nuevo día. Todas estas palabras nos ilustran lo que implica nuestra salvación.
Hoy quiero detenerme en el versículo 69. Una frase de este versículo se ha convertido en algo precioso para mí al ir estudiando este pasaje. Dice: «Y nos ha levantado un cuerno de salvación en la casa de David su siervo…» Un cuerno de salvación para nosotras, «en la casa de David su siervo».
Ahora, antes de que veamos lo que significa el cuerno de salvación, solo mira esta frase: «en la casa de David su siervo». ¿A qué tribu pertenecía David? ¿Lo recuerdas? David pertenecía a la tribu de Judá. Zacarías y Elisabet, Zacarías es quien dice estas palabras mientras mira a su hijo de ocho días de nacido, a Juan. Zacarías fue un sacerdote, por lo que ¿a qué tribu pertenecía? A la tribu de Leví. Es más que obvio que Zacarías no está hablando de su propio hijo, de 8 días de nacido, quien es el centro de atención de esta fiesta.
Zacarías está hablando de otra persona, alguien que vino a través de la casa de David, del linaje de David. Él, por supuesto, se está refiriendo al Señor Jesucristo quien (seis meses después) nacería de María, la virgen. Tanto María como José pertenecían a la casa y al linaje de David. Por lo que desde el principio, estaba poniendo el reflector sobre Cristo, quien es el cuerno de salvación, nacido en la casa de David, la casa de Judá.
Cuando decimos «el cuerno de salvación», la palabra cuerno, no sé lo que viene a tu mente. Quizás has visualizado un instrumento musical, un corno. O quizás te hayas imaginado una cornucopia (vaso en forma de cuerno que representa la abundancia). Ese que vemos el día de Acción de Gracias y que contiene flores, frutas y demás, representando un desbordamiento de abundancia.
Zacarías no está hablando de ninguna de las dos opciones. Como pueden ver, el término cuerno y «cuerno de salvación», en las Escrituras, es en realidad la imagen de una bestia poderosa, una bestia que tiene un cuerno o cuernos como un toro salvaje o un buey. Los cuernos de ese animal salvaje son usados como armas para atacar enemigos y protegerse de ellos. Los cuernos son un símbolo de poder, un símbolo de fuerza. Son usados en la batalla.
Uno de mis lugares favoritos para ir de vacaciones es Jackson Hole, en Wyoming. Me encanta ir y ver la vida salvaje. Voy con algunos amigos y vamos al amanecer a pasear y a ver si podemos ver algo de esa vida salvaje. Algunas veces, nos topamos con manadas de búfalos o bisontes.
Los alces y los bisontes, usualmente, parecen ser dóciles y desinteresados… sus cabezas inclinadas hacia el suelo, y piensas: «Oh, quizás puedo acercarme y acariciarlos». Es decir, no lo haces, pero parecen mansos. En esos lugares, siempre hay letreros con enormes advertencias diciendo que no te acerques a menos de cien metros de esos animales.
A personas como yo que quisieran acercarse a tomar fotos o a lo que sea, no nos gustan esos letreros, pero estos están por una razón, ya que los alces y los bisontes son muy protectores de sus crías. Esos bisontes pueden alcanzar una velocidad de 35 millas por hora casi instantáneamente. Son conocidos porque atacan sin previo aviso. Son conocidos por dar cornadas a personas y lanzarlas yardas al aire. De ahí esos letreros que dicen, ¡manténgase lejos!
Esos cuernos son símbolos de poder. Son armas poderosas. Esos cuernos son usados, la imagen es usada en el Antiguo Testamento para representar al rey que salva a su pueblo. Él libra a su pueblo del enemigo.
En las Escrituras, se ha convertido en símbolo de la fuerza de Dios, del poder de Dios, de la salvación de Dios. El concepto de cuerno es usado en las Escrituras para representar la habilidad de Dios para salvar; la habilidad de Dios para librar, el poder de Dios. La fortaleza de Dios.
Déjenme leerles un par de versículos para ilustrárselo. 1 de Samuel 2:10 dice: «Los que contienden con el Señor serán quebrantados, Él tronará desde los cielos contra ellos. El Señor juzgará los confines de la tierra, a su rey dará fortaleza, y ensalzará el poder de su ungido».
En 2 de Samuel 22:2-3, leemos: «El Señor es mi roca, mi baluarte y mi libertador», «mi Dios, mi roca en quien me refugio, mi escudo y el cuerno de mi salvación…». Eso es una ofensiva. Ese es Dios al mando, Dios persiguiendo a sus enemigos para proteger, salvar y rescatar a su pueblo.
Por lo que, bajo la inspiración del Espíritu Santo, Zacarías reconoce que Jesús (quien nacería seis meses después) es un poderoso Salvador y Rey. Necesitamos uno porque el pecado es poderoso, porque Satanás es poderoso.
No sé ustedes, pero algunas veces (al batallar con mis pecados y con mis tentaciones) de hecho en esta semana el bombardeo ha sido intenso, el simple hecho de rendirme ante mis pensamientos y mis emociones, que sabía que no provenían de Dios, era una tentación poderosa. Se sentía muy fuerte.
He estado hablando recientemente con personas que están lidiando con adicciones fuertes a la pornografía, a las drogas, también con adicciones menos obvias como son el orgullo, la lujuria, el egoísmo, el miedo, la desesperanza y esas cosas se sienten muy fuertes, se sienten poderosas.
Son poderosas y es por ello que me siento tan agradecida de que en Navidad, celebremos la llegada al mundo del cuerno de salvación de Dios, un poderoso Dios quien es más fuerte que todos nuestros enemigos, más fuerte que Satanás, más fuerte que el pecado. Él me puede librar. Él ha traído al mundo una salvación fuerte y poderosa.
Nada puede contra este cuerno. Él puede arrancar de raíz toda la maldad. Él es quien está al ataque y no a la defensiva. Él es quien lidia con nuestro archienemigo. Nadie lo puede vencer. Nada lo puede vencer. Dios ha levantado por nosotros el cuerno de salvación.
Algunas veces vemos a nuestro alrededor y en nuestros corazones la fuerza del pecado, el pecado que mora en nosotras, la corrupción que llevamos dentro. Luego vemos cómo nos rodea un mundo caído, pródigo y pecaminoso. Quiero decir, aquí estamos en tiempos de Navidad, y la gente, en su mayoría, lo más lejos que tiene en sus mentes es a Dios.
Están tan envueltos en el mundo, en su propio yo, tan consumidos en cosas temporales. Solo mira las noticias, si te atreves, y ves las atrocidades, el terror, la guerra, el hambre, el genocidio y las cosas que pasan en ciertas partes del mundo, las religiones falsas que parecen llevarse al mundo como un tsunami, apoderándose de nuestro mundo, usurpando partes del mundo con religiones a las que nunca habían sido expuestas.
Algunas veces, cuando ves esta inundación de maldad, esta inundación de falsas enseñanzas, esta inundación de corrupción en nuestro mundo, te ves a ti misma y ves a la iglesia de Jesucristo hoy en día y parecemos tan débiles, luchando con tantas cosas (en comparación) y tan abrumadas, tan dominadas por nuestros enemigos alrededor. Pero déjenme recordarles que nosotras debemos mirar todo esto desde la perspectiva de Dios.
El enemigo puede ser fuerte, pero nuestro Salvador es el cuerno de salvación quien nunca ha perdido su poder. El cuerno de salvación nunca ha sido derrotado. Nuestro Salvador, nuestra salvación, nuestro cuerno de salvación es tan poderoso como siempre lo ha sido. Dios está en el proceso de tomar este mundo caído, derrotado y corrupto, y redimirlo, visitarlo, salvarlo, haciendo todas las cosas nuevas y lo hace a través de Cristo, el cuerno de salvación.
Zacarías dice: «… porque nos ha visitado y ha efectuado redención para su pueblo». El Redentor ha venido a la tierra. No solo nació, sino que vivió sin pecado. Luego murió en la cruz pagando el precio de redimirnos ante la justicia de Dios, con el poder de librarnos de las garras de Satanás.
La deuda ha sido pagada. Hemos sido libradas. Satanás no nos tiene bajo su control. Él no es quien da las órdenes. Él no está al mando. El cuerno de salvación está al mando.
Como ves, este concepto se encuentra expandido de varias formas en el Nuevo Testamento. Me encantan algunos de estos versículos. Por ejemplo, en 1 Juan 3:8, dice: «. .. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo».
Recuerda eso la próxima vez que Satanás venga y te tiente. Te ves tentada a rendirte ante pensamientos, emociones, acciones y palabras que sabes que no provienen del Espíritu Santo, que sabes que no son santas, pero sientes en tu corazón esta batalla entre tu carne y el Espíritu y piensas, «¡es que soy tan débil!»
Sí, somos débiles, pero Él es fuerte. Piensa que la razón de Jesús venir fue la de destruir las obras del diablo. «Satanás: no tienes ningún poder aquí. El cuerno de salvación está contra ti. Él vino a destruir y a anular las obras del diablo».
En Hebreos capítulo 2:14, dice que a través de la muerte, Cristo destruyó «al que tenía el poder de la muerte», parafraseado. Destruyó, aunque sigue en escena. Él sigue al acecho. Él todavía busca devorarnos, pero él es un enemigo desdentado.
Pienso en el pasaje del Progreso del Peregrino cuando Cristiano, de camino a la ciudad celestial, se encuentra con Apolión, el gran león. Está gruñendo, aullando y amenazando. Pero lo que Cristiano no percibe al principio es que él está encadenado. Él puede avanzar hasta cierto punto porque Jesús vino a despojarlo de su poder y eso es lo que hace el cuerno de salvación por nosotras.
El pastor John Piper predicó un poderoso mensaje a su congregación en una Navidad, basado en este texto, y déjenme leerles lo que él dijo al concluir, reflejado en Satanás, el enemigo, el diablo que aúlla, gruñe y busca devorarnos.
John Piper, dijo:
«Satanás puede ser un león rugiente buscando a quién devorar, pero a ninguno de los que estamos refugiados en Cristo, el cuerno de nuestra salvación, puede destruir. Si yo fuera un artista, pintaría un cuadro especial de navidad para mi casa y lo colgaría en la pared cerca de la escena del pesebre.
Sería uno de esos lienzos grandes. La escena sería la de una montaña distante al amanecer. El sol saliendo detrás de la montaña y sus rayos iluminando todo el cuadro. Y pintaría una silueta solitaria en esa montaña, un buey magnífico, muy oscuro y salvaje en el centro y de espaldas, midiendo siete pies de altura y con una corona en su cabeza de nueve pies de altura.
A ambos lados de su cabeza hay un cuerno curvo hacia afuera y hacia arriba, de seis pies de largo y doce centímetros de grosor en su base. Él está de pie, soberano y sereno, mirando el cielo del sur con su cuello masivo y ligeramente inclinado hacia un lado. Atravesado en la punta del cuerno derecho cuelga un enorme león muerto».
No sé si me gustaría que ese cuadro estuviera en mi sala, pero lo amaría. «Bendito sea el Señor Dios de Israel, porque Él ha visitado y redimido a Su pueblo levantando un cuerno de salvación para nosotros». Un cuerno poderoso, un poderoso Salvador ante el cual Satanás y sus huestes no tienen poder, no tienen poder ante el cuerno de salvación como tampoco lo tiene la corrupción de nuestro corazón.
Ante Su presencia, todos tienen que inclinarse. Todos tienen que adorar. Toda maldad y todo pecado será vencido por el poder de Cristo, nuestro cuerno de salvación.
Por lo que cuando veas todas esas imágenes en Navidad, de un pequeño bebé en su pesebre, lo coloques en tu hogar (como hago yo en el mío) y veas a ese bebé en su cuna rodeada de paja, recuerda que quien está en ese pesebre es el cuerno de salvación. Él es un Dios poderoso, un Salvador poderoso.
Señor, te adoramos, te magnificamos. Tú eres grande. Tú eres poderoso. Tú eres más poderoso que todas nuestras circunstancias, nuestras emociones, nuestras, luchas, nuestras tentaciones. Tú eres más poderoso que el pecado. Tú eres más poderoso que Satanás.
Tú eres más poderoso que las religiones falsas. Tú eres más poderoso que toda la maldad y la corrupción que hay en el mundo y en nuestros corazones. Por lo que venimos a ti y te alabamos. Oh, vamos a adorarlo a Él, a Cristo, el Señor, el poderoso cuerno de nuestra salvación.
Débora: Nancy DeMoss Wolgemuth nos ha estado ayudando a entender al personaje principal de la historia de la Navidad. El Salvador que nació en un pesebre, Él vive y es el único que tiene poder para salvar y transformar vidas.
Constantemente escuchamos de mujeres liberadas del poder del pecado y de patrones de conducta destructivos. Estamos agradecidas a Dios por usar Aviva Nuestros Corazones para que muchas mujeres encuentren libertad, plenitud y abundancia en Cristo.
Permíteme compartir contigo el testimonio que una mujer de El Salvador compartió con nosotras,
«Desde hace más de 4 años, el Señor comenzó a inquietar mi corazón y seguidamente también inquietó el corazón de mi esposo (quien es pastor). Servimos desde hace 18 años. Mi carga comenzó por ministrar y desafiar a un mayor crecimiento espiritual la vida de las mujeres que lideraban diferentes ministerios de la iglesia. (Estudiamos varios recursos). En el tercer año de reunirnos estudiamos el libro “Diseño Interior 201”, estudio que marcó todavía más un deseo por estudiar la Palabra y además empezó a animarnos y a desafiarnos para vivir contraculturalmente.
Compartí el sitio web de Aviva Nuestros Corazones con su respectivo blog, se abrieron grupos de lectura y nuevos grupos para diferentes horarios y necesidades, buscando un balance entre no sobrecargar la agenda de las mujeres y dar oportunidad de reunirse en diferentes horarios. El Señor está trayendo sin duda un avivamiento tremendo entre nosotras y entre las que han comenzado a mentorear. No es acelerado, más bien es un despertar constante y hemos visto la gloria de Dios manifestarse.
Abriremos nuestra cuarta jornada de estudio y ya tenemos nuestro equipaje listo: la Palabra de Dios y una dotación de materiales de Mentiras que las mujeres creen, libro de texto y guía, adquiridos por cada mujer que participará de este estudio. Lo mejor de todo es que se están añadiendo nuevas mujeres que necesitan fervientemente un encuentro con el Señor o que necesitan entender con fuerza las implicaciones de caminar con Cristo».
Esta oyente concluye su testimonio diciendo:
«Estoy emocionada de ser parte de esta revolución espiritual en la cual hemos sido bendecidas de muchas formas; a través de personas, a través de recursos y por supuesto a través del ministerio que ustedes hacen alrededor del mundo… Me despido en alabanza a mi buen Dios, quien cada día está enseñándonos a vivir por encima de nuestras emociones y de las circunstancias. Que toda la gloria sea para Él y que les continúe bendiciendo a ustedes en todos los sentidos, para llevar la palabra hasta lo último de la tierra».
Nancy: ¡Nos encanta escuchar testimonios como este! Y son posibles porque oyentes como tú han contribuido de alguna manera a avanzar la misión de Aviva Nuestros Corazones. Deseamos ver a Dios avivar a muchas mujeres más por el poder de la verdad de Dios, y si ese es tu deseo también, ¿considerarías apoyarnos? Puedes hacerlo compartiendo nuestros recursos con muchas más mujeres, orando por el ministerio y por medio de tus donaciones. Puedes unirte al equipo de colaboradores mensuales, o dar una ofrenda especial.
En este mes de diciembre tu donación es muy importante para nosotros, de modo que podamos continuar produciendo recursos acerca de la feminidad bíblica y el avivamiento, y así impactar a muchas más mujeres con la verdad de Dios.
Y no estamos simplemente buscando donantes. Es nuestra oración que Dios ponga pasión por el mensaje que transmitimos, en el corazón de cada mujer que nos escucha.
Si crees en lo que Dios está haciendo a través de Aviva Nuestros Corazones, ¿le preguntarías cómo quiere Él, Él con E mayúscula, que participes en esto? Puedes hacer tu donación a través de nuestro sitio web AvivaNuestrosCorazones.com
Débora: Amén, que así sea. Que el Señor siga levantando mujeres que quieran ser parte de lo que Dios está haciendo en todo el mundo.
Y si te pregunto, ¿qué es la salvación? ¿Qué me responderías? El término salvación se utiliza con tanta frecuencia que podemos olvidar lo que significa. Obtén una perspectiva fresca sobre la importancia de la salvación en el próximo episodio de Aviva Nuestros Corazones. ¡No te lo pierdas, te esperamos el día de mañana!
Escudriñando la Escritura juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique otra fuente.
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