El poder de la bondad en tus relaciones
Débora: Shaunti Feldhahn cuenta la historia de un matrimonio que invitó a su malhumorada madre a vivir con ellos.
Shaunti Feldhahn: Durante años la esposa decidió, «seré gentil, bondadosa y generosa, y aceptaré la forma en que me trate. Tendré mis límites, pero no le responderé de la misma manera que ella lo haga».
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 21 de marzo de 2023.
¿Hay alguien en tu vida con quien te es difícil convivir? Quizás siempre está en desacuerdo contigo o te trata mal. ¿Sabías que tus acciones tienen el potencial de hacer una gran diferencia en la forma en que actúa esa persona? Nancy conversa con Shaunti Feldhahn acerca del poder transformador de la bondad. Con nosotras, Nancy.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Estoy tan agradecida de estar aquí hoy hablando con una amiga de hace …
Débora: Shaunti Feldhahn cuenta la historia de un matrimonio que invitó a su malhumorada madre a vivir con ellos.
Shaunti Feldhahn: Durante años la esposa decidió, «seré gentil, bondadosa y generosa, y aceptaré la forma en que me trate. Tendré mis límites, pero no le responderé de la misma manera que ella lo haga».
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy es 21 de marzo de 2023.
¿Hay alguien en tu vida con quien te es difícil convivir? Quizás siempre está en desacuerdo contigo o te trata mal. ¿Sabías que tus acciones tienen el potencial de hacer una gran diferencia en la forma en que actúa esa persona? Nancy conversa con Shaunti Feldhahn acerca del poder transformador de la bondad. Con nosotras, Nancy.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Estoy tan agradecida de estar aquí hoy hablando con una amiga de hace mucho tiempo. Nos conectamos hace algunos años. Ustedes han escuchado a Shaunti Feldhahn en Aviva Nuestros Corazones, hablar acerca de su libro titulado: Solo para mujeres.
Shaunti, leí ese libro hace algunos años como mujer soltera y me ayudó tanto…ahora soy una mujer casada. Y hoy me estaba dando cuenta de que, «necesito volver y releer ese libro».
Shaunti: Ah, una idea muy divertida. Sí.
Nancy: Pero recuerdo muchos principios del mismo, y he recomendado este libro a muchas mujeres en el transcurso de los años. He compartido esos principios con otras mujeres, y debo agregar que ahora tengo la oportunidad de vivirlos de una forma nueva y maravillosa.
Shaunti es autora, conferencista y una investigadora por excelencia. Y me encanta la manera en que trabaja tu mente. Piensas en cosas en las que la mayoría de las personas no piensan. Y luego las pones en pequeños trozos y perspectivas digeribles y que son de mucha ayuda.
Estoy tan agradecida de que hayas escrito este libro del que vamos a hablar el día de hoy. Así que, bienvenida a Aviva Nuestros Corazones.
Shaunti: Estoy encantada de estar aquí contigo compartiendo sobre este tema.
Nancy: Es maravilloso estar en contacto de nuevo. Te contacté hace unos meses y te dije en aquel momento: «Me gustaría hablar contigo acerca de tu libro». Y pudimos ajustar nuestras agendas para hacer esto hoy.
Shaunti: ¡Estoy tan emocionada!, especialmente porque eres en gran parte responsable de este libro, Nancy.
Nancy: ¡Gracias!, pero bueno, hablemos de eso.
El libro se titula: El poder de la bondad: 30 días para mejorar cualquier relación. (The Kindness Challenge: 30 Days to Improve Any Relationship). Y solo quiero decir de entrada que este libro está repleto de ideas prácticas y útiles y de lecciones de sabiduría que, si se aplican, marcarán la diferencia en cualquier relación. El poder de la bondad.
Ahora, dices que una conversación que tuvimos hace tiempo tuvo algo que ver en cómo llegaste a escribir este libro. Así que, cuéntanos esa historia.
Shaunti: Tuvo mucho que ver… La gente siempre me pregunta, «¿cómo empezaste este proyecto de investigación en particular?» Este, como sabes, es el octavo libro que he escrito. Siempre digo, «es culpa de Nancy DeMoss Wolgemuth. ¡Es culpa suya!».
Porque, sí, hace algunos años, hablando contigo en un estudio acerca de Solo para mujeres, de cómo entender a los hombres, dijiste, «tenemos muchas mujeres que escuchan el programa, que de vez en cuando pueden tener problemas serios en sus relaciones. Puede que estén heridas».
Nancy: Lo escucho todo el tiempo.
Shaunti: Sí, estoy segura de que es así.
Dijiste, «quiero lanzarles un reto». Así que lo llamaste «El reto de 30 días», o el «Reto de 30 días para animar a tu esposo».
Nancy: Y quiero decir que este reto ha tenido una enorme respuesta entre las mujeres que nos escuchan. Cualquiera que ha escuchado Aviva Nuestros Corazones por algún tiempo, lo conoce.
Shaunti: Y por una muy buena razón.
Me impactó tanto eso, lo explicaremos en un minuto, pero me impactó mucho. Y como sabes, yo era investigadora, no consejera.
Nancy: Cierto.
Shaunti: Así que, como no soy consejera, me hacían preguntas en eventos de mujeres en los cuales participaba, o al hablar en iglesias, y a veces no sabía cómo contestar estas dudas porque no soy terapeuta.
Nancy: Bueno, las personas se encuentran en circunstancias realmente difíciles.
Shaunti: Sí, situaciones duras. Siempre decía, «qué difícil», y podía contribuir un poco, y tenía que estudiar un poco más.
Hace un tiempo estaba hablando en un evento en Colorado, y una mujer me preguntó algo que había escuchado muchas veces, y que no sabía cómo responder.
Ella dijo: «Sé que dices que la mayor necesidad de mi esposo es saber que lo aprecio y lo respeto, pero, ¿qué pasa si no es así? Hay tantos problemas». Y describió un problema bastante significativo en su matrimonio. Había algunas adicciones y otros asuntos. Y realmente estaban a punto de separarse. Esta mujer tenía el corazón roto.
Le dije, «mira, no soy consejera, y no conozco tu situación en particular, pero déjame compartir contigo algo que recientemente compartió conmigo Nancy DeMoss Wolgemuth». Y le compartí el Reto de 30 días para animar a tu esposo. Le dije «intenta esto durante treinta días». Y me dijo, «está bien». Se podía ver que no estaba muy feliz con esto.
Luego, me fui, igual que tú. Llegas a un evento y luego te vas. Llegas y te vas, y no necesariamente escuchas el final de la historia.
Tres años más tarde regresé al mismo estado, solo que en un extremo diferente, un área completamente diferente, a otro evento de mujeres, y otra mujer me hizo una pregunta muy similar. Para ese momento, estaba tan intrigada por las respuestas que estaba viendo a través de esto, que comencé una investigación. Y me dije, «prueba esto». Era un poco de diferentes cosas. Lo llamábamos «El reto de 30 días de bondad». No solo era para los esposos, estaba dirigido a cualquier persona.
Y ella me contestó, «está bien».
Se sentó, y otra mujer levantó la mano. No hizo ninguna pregunta. En realidad miró a la primera mujer y le dijo: «Si haces lo que ella te acaba de decir, verás que todo va a cambiar».
Después me miró, y dijo, «no te acuerdas de mí, pero hace tres años fuiste a mi iglesia y me diste una respuesta similar. Todo en mí quería ignorar todo lo que dijiste. Pero no quería que mis hijos crecieran en un hogar roto, separado, así que lo hice. Y todo cambió».
Ella empezó a llorar. Y por supuesto, en ese punto yo también comencé a llorar. Ella dijo:
«No tenía idea hasta que empecé con este esfuerzo unilateral durante treinta días, simplemente siendo amable con mi esposo y reteniendo la negatividad que había estado saliendo de mí. No tenía idea de cuánta negatividad había. No tenía idea de cuán frecuentemente lo hacía. El problema no era él solamente, ¡era yo!»
Y de pronto, al darme cuenta de ello, él se suavizó, y respondía menos a la defensiva porque yo no lo hacía estar a la defensiva. Así que empezó a mostrar esa bondad hacia mí, y eso hizo que fuera más fácil mostrársela a él. Comenzó un ciclo positivo y tres años después, ¡estamos encantados de estar casados!
No es magia. Es sencillamente la forma en que Dios trabaja cuando haces estas cosas e intentas estos esfuerzos unilaterales haciendo lo que puedes hacer».
Todas hemos escuchado acerca del poder del esfuerzo unilateral, pero honestamente, Nancy, el fundamento del «Reto de bondad de 30 días», tú lo comenzaste. Comencé a investigarlo porque me impactó muchísimo. Realmente creo que no es solo un esfuerzo unilateral, y es específicamente eso lo que lo hace tan poderoso.
Nancy: Bueno, es el poder transformador del amor, de la gracia, de la generosidad y la bondad.
Shaunti: Sí, sí.
Nancy: Y todo eso es un retrato de Jesús, ¿cierto?
Shaunti: Sí, así es
Nancy: Y cómo cambia la dinámica en una relación.
A medida que te escucho hablar pienso que han pasado quizás…no sé, años desde la primera vez que lanzamos este reto de 30 días para animar a tu esposo. Y tengo un documento en mi computadora portátil con cientos de páginas de correos que he recibido, y he cortado y pegado.
Shaunti: ¡Estoy segura de que lo tienes!
Nancy: Son de mujeres en el transcurso de los años compartiendo la diferencia que esto ha hecho en su relación, generalmente con su pareja. Las personas lo han aplicado de diversas maneras, y tú lo aplicas de forma más amplia en tu libro, por lo cual estoy tan agradecida.
Les he dicho a mujeres en el transcurso de los años, «puede que tu esposo no cambie en 30 días. Pero tú cambiarás. Lo verás de manera diferente. Y hay una buena oportunidad de que su corazón se suavice y cambie». Y hemos visto eso.
Hemos visto renacer el romance. Hemos visto reconciliación. Restauración. La esperanza restaurada. Empezar a verlo con ojos diferentes, con los ojos de Dios, los ojos del amor. Realmente hace una enorme diferencia.
Shaunti: Bueno, la razón de por qué es tan transformador es porque les das a las personas algo realmente simple que pueden hacer en vez de sentirse desprovistas, como tambaleándose.
Nancy, me permites compartir, ¿qué es el Reto de 30 días de bondad?
Nancy: Por supuesto.
Shaunti: Porque ayuda a que las personas se conecten con la idea.
Así que, empezó con lo básico que tú comenzaste, pero es lo siguiente:
Escoges a una persona con la que quieres mejorar tu relación.
Ahora, debemos decir, tú empezaste con el de los esposos, y ciertamente es el que hace la mayoría de las mujeres. Hemos encontrado estadísticamente que este lo hace la mayoría, pero no es la única opción. Hay algunas personas que dicen: «He estado haciendo esto con mi hija adolescente. Ella es una chica excelente; sin embargo, es adolescente. Puede voltear su mirada hacia otro lado cuando le estoy hablando. Y mi cabeza quisiera explotar».
Puedes hacer el reto con tu esposo o quizás tienes un novio con quien tienes preocupación por algunas cosas y quieres hacer algo positivo al respecto.
Nancy: ¿Podría ser con un jefe?
Shaunti: Sí, podría ser.
Nancy: ¿Alguien en tu lugar de trabajo?
Shaunti: Seguro. Hay muchas personas que realmente están luchando con las actitudes de su jefe.
Nancy: Y de hecho, no necesariamente escoges a la persona porque tienen una mala relación.
Shaunti: No. Puede ser una relación buena que quieras mejorar.
Así que esto es lo que tienes que hacer:
Escoges a una persona –y por cierto, encontramos que en realidad es importante elegir solo una persona. Existe la tentación de intentar hacerlo de manera más general. Encontramos que, ciertamente, es bueno para las personas que están a tu alrededor, pero no cambia tu corazón tanto como hacerlo solo con una persona.
Nancy: Eso es interesante.
Shaunti: Porque no te enfocas en ello. Así que decimos: «Escoge una persona para empezar. Hazlo con todos los demás después. Y haz tres cosas cada día durante los próximos treinta días».
Primero: No digas nada negativo acerca de esa persona, ni a esa persona ni a otras personas. Y cualquiera que haya escuchado del «Reto para animar a tu esposo» ha escuchado esta parte.
Eso honestamente es uno de los puntos claves, porque al final hicimos una investigación bastante amplia y por largo tiempo durante los dos últimos años acerca de estos elementos, para saber las cosas que funcionaban y las que no, al igual que las razones. Y esa sola cosa, acerca de no decir nada negativo a nadie acerca de la otra persona, resulta muy importante porque ahí es donde sin darnos cuenta menoscabamos o minimizamos lo que sentimos acerca de la relación.
Nancy: Correcto.
Shaunti: Porque si estoy en un momento difícil con mi esposo, puedo ser suficientemente amable con él, pero si les cuento a mis amigas en el trabajo…
Nancy: Ese tiempo de chicas. ¿Verdad?
Shaunti: Estoy diciendo, por ejemplo, «bueno, me prometió que haría esto, y no lo hizo», o lo que sea. No me doy cuenta, pero estoy debilitando lo que realmente siento por él. Y por cierto, a la vez, me estoy entrenando a mí misma para ser una persona poco bondadosa. No pensamos así, pero eso es lo que estamos haciendo. Así que eso es lo primero: nada negativo a la persona o acerca de ella.
Segundo: Cada día, durante treinta días, encuentra algo que puedas elogiar o afirmar sinceramente y díselo a la persona, y díselo a alguien más.
Nancy: Correcto. Estás reemplazando lo negativo con algo positivo.
Shaunti: También es algo que suena muy conocido para las personas que han escuchado el Reto de 30 días para animar a tu esposo.
Y es interesante, esa dinámica es tan poderosa porque en esencia, lo que estás haciendo es lo que Dios dice que hagas en Filipenses 4:8, ¿verdad?
Nancy: Exacto.
Shaunti: Pensar y enfocarte en aquellas cosas que son amables y honorables y que merecen elogio, en lugar de en aquellas que son dignas de volverte loca. Porque esas cosas aún estarán ahí, créeme, en cualquier relación.
Nancy: Algunas veces les digo a las mujeres, «quizás no puedas pensar en treinta cosas positivas que decir o afirmar acerca de tu esposo. Así que reflexiona solo en una cosa y dilo todos los días durante los treinta días».
Shaunti: Exacto. Es impresionante cuando empiezas a pensar acerca de: ¿Cuáles son esas cualidades que son dignas de elogio?
Nancy: ¿Qué fue lo que te atrajo a él en un principio? Especialmente pensando en el contexto del matrimonio, y extraer eso, y enfocarte en ello. Esto no hace desaparecer las cosas negativas. Pero te da una perspectiva diferente.
Shaunti: Una perspectiva completamente diferente. Y de hecho, les daré un ejemplo de una mujer con la que estuve conversando. Se acercó, y me enseñó una pequeña libreta, una de esas libretas pequeñas. La traía en su bolsa.
Me dijo, «llevaba esta libreta por una razón, y una sola razón» –porque había estado haciendo el Reto de 30 días de bondad. Dijo, «cuando escuché que estaban hablando de esto, no podía pensar en nada. Así que, (dijo ella), tengo que cargar una libreta conmigo, y en cualquier momento que lo descubro haciendo algo que puedo elogiar, lo escribo para guardarlo y agradecerle, porque no sé si voy a encontrar algo el día de mañana, así que tomaré la referencia de algo que está en mi libreta del día de ayer».
Y tenía esa lista.
Nancy: ¡Maravilloso!
Shaunti: Y ella dijo, «¡mira!» Y volteó la página, y estaba llena. Y volteó la siguiente página, y estaba llena. Y me dijo, «no tenía idea de cuántas cosas maravillosas me estaba perdiendo».
Nancy: Hasta que las empezó a buscar.
Shaunti: Sí, hasta que comenzó a buscarlas y a escribirlas, con el propósito, originalmente, de solo tener algo que decir a lo que se pudiera referir al día siguiente porque pensaba que no podría encontrar nada ese día. Y en cambio, tiene esta lista de docenas y docenas y docenas de cosas positivas.
Nancy: ¡Eso es tan hermoso!
Shaunti: Ella está tan impactada por eso y con tanta convicción al darse cuenta de qué tan seguido sus pensamientos se enfocaban en lo negativo.
Nancy: Y te puedo asegurar, ¡si ella está impactada, su esposo debe estar feliz!
Shaunti: ¡Exactamente!
Yo me siento igual con mi hija, honestamente. No me daba cuenta cuán frecuentemente mis palabras eran, «bueno, y ¿por qué no hiciste esto?» «¿Qué pasó con aquello?» «¿Todavía no entregas ese proyecto?» No me daba cuenta de la frecuencia con la que no decía esas palabras de elogio, y esto hace toda la diferencia.
Así que esas son las primeras dos cosas. La tercera cosa que haces cada día durante treinta días es hacer un pequeño acto de bondad, una pequeña acción generosa.
Para mi hija, por ejemplo, yo puedo estar en la computadora trabajando en algo que tengo que entregar en una fecha límite, y ella vendrá y me dirá, «mira, mamá». Y viene a enseñarme algún video corto en YouTube, algo chistoso de cinco minutos que encontró. Y con mucha razón le diría, «mi amor, tengo que entregar esto ya».
Pero reconozco que si me detengo, solo toma cinco minutos, y si tomo un momento ahí mismo, en lugar de decir, «¿podemos hacer eso en una hora?», si tomo esos cinco minutos en ese momento, es un acto de generosidad.
Nancy: Es un gran regalo para ella.
Shaunti: Lo es. Es una pequeña, muy pequeña cosa para mí. Para ella, es algo muy significativo. Le dice, «eres valiosa para mí».
Nancy: Sí.
Shaunti: Dice tanto a la otra persona… Honestamente, tuvimos más de 750 personas en nuestro grupo de estudio durante los últimos dos años. Cuando regresamos y pusimos a prueba todos estos diferentes elementos del estudio y aterrizamos sobre estas tres cosas, haciéndolas durante treinta días, encontramos que el 89 por ciento de las relaciones mejoraron entre las personas que hicieron esto –¡89 por ciento!
Nancy: No es de sorprender, realmente.
Shaunti: Bueno, no es sorprendente para ti, porque lo has estado viendo todos estos años con el Reto para animar a tu esposo, pero te diré, en términos de una investigación de índole social, este es un número enorme. Y debo confesar: originalmente, ¡pensé que mi hoja de cálculo estaba mal! Pensé que había algún error.
Y luego me di cuenta, «¡espera un minuto! Esto hace perfecto sentido porque lo que estamos haciendo ciertamente está teniendo impacto sobre la otra persona. Absolutamente. Pero, como dijiste, lo más importante que estás haciendo es cambiarte a tí misma. Así que si estás cambiando, por supuesto que hay una gran probabilidad de que la relación cambie».
Nancy: Realmente nos hace ver que los caminos de Dios funcionan.
Shaunti: Sí.
Nancy: Hay poder en la verdad. Hay poder en el fruto del Espíritu, al decir «sí» a los caminos de Dios, lo que no significa que cada relación difícil se volverá fácil o que será algo sencillo y fácil de aquí en adelante. Pero sí dice que cuando tememos al Señor y seguimos Sus caminos, eso ayuda a las relaciones humanas.
Shaunti: Es maravilloso ver el poder de esto. Mientras lo estaba analizando, me di cuenta de algo, ¿qué era eso tan poderoso acerca del Reto para animar a tu esposo? Obviamente, con ese reto empezó todo. ¿Qué tiene esto que es tan profundamente transformador? Es tan explosivo. Te lleva a tener docenas y docenas y docenas de páginas de personas que te han escrito por correo.
Nancy: ¡Cientos!
Shaunti: Cientos de páginas de personas escribiéndote y contándote acerca de estas maravillosas historias. ¿Qué es? Al ver esto, me di cuenta: es bondad. ¡Es eso!
Nancy: A primera vista piensas que la bondad no es gran cosa. Es un concepto un poco vago, algo menor en todo el esquema de virtudes, suave. Pero hablas de la bondad como si tuviera superpoderes.
Shaunti: Sí. Perdón, podría ser un poco raro, pero en nuestra familia, somos gente del tipo superhéroes de Marvel. Nos encanta ese tipo de películas. Espero que no sea la única entre los que están escuchando, a quien le gusta esto. Pero tenemos un chiste: «¿No desearías tener un superpoder?» Como mamá, quiero poder ver a través de las paredes. Pero bromeamos acerca de esto. Todos saben de un superpoder que les gustaría tener.
Estaba viendo una de esas películas con mis hijos mientras estaba haciendo esta investigación, y me di cuenta: ¿Sabes? Dios ya nos ha dado un superpoder. Se llama bondad.
La bondad, como hemos visto en este estudio, es increíblemente sobrenatural en cuanto a su impacto.
Nancy: Y eso tiene sentido porque la bondad es un fruto del Espíritu Santo. Es el poder de Dios viviendo en nosotros.
Shaunti: ¡Exactamente!
Nancy: Así que, de nuevo, eso tiene todo el sentido.
Shaunti: Sí, tiene sentido completamente. Y es interesante porque cuando comenzamos a enumerar y a tratar de pensar: ¿Cuáles son las cosas que son sobrenaturales, literalmente, que no tienen sentido si lo vemos desde lo natural? ¿Cuáles son esas cosas que hemos visto en este estudio?
Enumeramos una serie amplia de lo que llamamos superpoderes de la bondad, y solo les doy un ejemplo de uno de ellos, usando, por supuesto, el lenguaje de superhéroe de que la bondad te hace a prueba de balas. Todo el mundo ha estado probablemente en esta situación, pero pónganse en estos zapatos por un momento:
Vas conduciendo en la calle, y de pronto se convierte en una vía en construcción. Dos carriles se reducen a uno y te pones en fila, estás esperando tu turno. Y siempre está ese auto que no quiere esperar su turno, y acelera en el carril, por un lado, para tratar de entrar sin esperar su turno.
Es como, «uy, ¡no es justo! Eso me saca de mis casillas. Me agito, me enojo. Estoy como, «¡oh, no, no lo vas a hacer!» Y me acerco al parachoques del auto que va delante. «¡NO te vas a meter!» ¡Me agito! Es como si esa persona estuviera disparándome y está dando en el blanco.
Nancy: Lo está logrando.
Shaunti: Está logrando que yo salga de mis casillas.
Ahora, imagina que algo ha cambiado. Imagina la misma situación. Aceleras hasta el principio de la fila, y lo ves tratando de meterse a la fila. No lo merece. No hay absolutamente nada justo acerca de esto. Pero dices, «de acuerdo». Y desaceleras un poquito, y le cedes el paso con la mano, quizás con una sonrisa.
¿Qué pasa? De pronto, te has quitado el peso de encima. La agitación desaparece. No existe. Esa persona aún está disparando.
Nancy: Pero no está funcionando.
Shaunti: Las balas están rebotando. Le has quitado el poder a esa persona de sacarte de control solo porque has decidido ser bondadosa en una situación en la cual es totalmente inmerecido.
Nancy: Ciertamente eso es poderoso. Y también es sobrenatural.
Hablas acerca del poder que tiene la bondad para derribar barreras.
Shaunti: Sí.
Nancy: Imagino que eso es muy importante en las relaciones en las que las personas se sienten estancadas. Sienten como que hay grandes barreras que no saben cómo atravesar, y lo que sea que hayan estado haciendo no ha funcionado. ¿Cómo entra ahí la bondad?
Shaunti: Hay tantas historias que hemos escuchado durante la investigación. Me hace recordar esa frase que se le atribuye a Albert Einstein, la definición de locura. «Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes».
Nancy: Correcto.
Shaunti: Hay quedejar eso atrás. Pasar la página e intentar algo diferente. Lo que he visto es que cuando estás en una situación difícil, y has levantado esas barreras, la otra persona también pone barreras contra ti. Ahora, puede que tú no pongas barreras, pero la otra persona seguramente sí.
Lo que vimos una y otra vez es que la bondad en realidad tiene el poder de deshacer esas barreras y tocar el corazón de la otra persona. Te daré un ejemplo rápido.
Una de las personas con las que estábamos hablando tenía una relación muy, muy difícil con su suegra; el esposo y la esposa cuidaban a esta madre anciana. Era una relación donde ella, honestamente, era la suegra malvada. Quiero decir, era una persona cruel, gruñona y malhumorada.
Y durante años, esta esposa decidió, «seré gentil, bondadosa y generosa, y aceptaré la forma en que me trate. Tendré mis límites, pero no voy a responder de la misma manera».
Eso duró años. No levantaba la voz. Simplemente, la trataba con amor. Y de pronto, cinco o seis años más tarde, sucedió lo más extraño. Ella dijo, «fue como si hubiera cambiado un interruptor». De pronto, empezó a suavizarse y comenzó a hacer preguntas acerca de Dios, y preguntas como, «¿podría ir a la iglesia contigo?»
Nancy: ¡Wao!
Shaunti: Fue Dios el que la hizo más dócil debido a la bondad constante e incondicional de esta mujer, cuando en realidad era inmerecida en todos sentidos.
Nancy: ¡Y perseverar en ello!
Shaunti: Sí.
Nancy: ¡Seguro debió sentirse tentada a abandonar el proyecto antes de llegar a ese punto!
Shaunti: ¡Claro! ¿Te imaginas cinco años prácticamente de abusos?
Nancy: Sin razón alguna.
Shaunti: Era inválida. No podían dejarla en la calle. Así que ella dijo, «esta es mi realidad, haré lo que puedo hacer. Trataré de ser como Jesús sería con ella». Y Jesús conquistó su corazón.
Y literalmente, pasó de ser la persona más difícil y gruñona que conocían, a ser la persona más amable que conocían. Era una de esas mujeres a las que si en la noche le decías, «buenas noches, mamá», ella decía cosas como «¿qué tienen de buenas?» Así literalmente de difícil era ella.
Y de pronto le decían, «buenas noches, mamá. Te vemos por la mañana».
«Eso espero. Eso espero, si no me voy a estar con Jesús».
Nancy: ¡Qué transformación!
Shaunti: Fue una transformación total.
¿Qué sucedió ahí? Bondad, la bondad de esta mujer, ese amor de Cristo, deshizo las barreras de esa mujer. ¿Fue ella la que bajó sus barreras? No. La bondad traspasó las barreras y tocó su corazón, aun cuando ella no quería que tocaran su corazón, porque la bondad tiene ese poder.
No rompe las barreras. Las derrite y las traspasa, para tocar el corazón, ya sea que este quiera ser tocado o no.
Nancy: Y eso es realmente el evangelio, que la bondad de Dios nos trae al arrepentimiento. Ablanda nuestro corazón. Derriba nuestras barreras.
Nos resistíamos contra Dios. Lo odiábamos y despreciábamos. Pero apareció la bondad de Dios, nuestro Salvador. Apareció la gracia de Dios. Eso es lo que nos lleva al arrepentimiento.
Shaunti: Sí.
Nancy: Así que cuando nos convertimos en instrumentos, vasijas, canales de Su bondad hacia otros, los ponemos en contacto con Cristo.
Shaunti: Y esto es lo maravilloso no solo de esta historia, sino de cada uno de los ejemplos que hemos visto. Podía notar al principio que la persona se resistía cuando notaba que se estaba suavizando y cediendo ante el poder de la bondad, y trataba de mantener la barrera.
Nancy: Es irresistible.
Shaunti: Pero la bondad siguió traspasando y traspasando. La mujer tenía que levantar esa barrera una y otra vez, y la bondad la traspasaba completamente. Y finalmente, la mayoría de las personas solo dicen, «es demasiado extenuante, mantener todo el tiempo este mal humor mostrando que no me agradas. Mejor bajaré mis barreras».
Así que honestamente, eso es lo que ves cuando Jesús está conquistando el corazón de alguien. Es eso: «Voy a seguir amándote sin importar qué tan mal te comportes».
Débora: Nancy DeMoss Wolgemuth ha estado hablando con Shanti Feldhahn acerca del poder de la bondad.
Al escuchar esta conversación, supongo que has estado pensando en alguien: quizás en tu familia, quizás alguien en tu trabajo o en tu iglesia, o algún vecino, alguien difícil de tratar.
Quiero animarte a que obtengas una copia del libro de Shaunti titulado: El poder de la bondad.
Acompáñanos mañana en Aviva Nuestros Corazones para seguir con esta conversación con Shaunti Feldhahn acerca del poder de la bondad.
Ayudándote a que tus palabras estén llenas de bondad, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Únete a la conversación