El gozo de valorar
Annamarie Sauter: Gary Thomas dice que cuando vives conforme al plan de Dios y aprendes a apreciar a tu cónyuge –aun cuando sea difícil– eso te conducirá al gozo.
Gary Thomas: Cuando aprendí a escoger deleitarme, celebrar, disfrutar y apreciar, lo hice por obediencia. ¡Pero no tenía idea de lo bendecido que sería al hacer eso! Siempre que somos obedientes a lo que Dios nos dice que hagamos, somos bendecidos. ¡La obediencia es siempre el camino más dulce!
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Estoy disfrutando mucho esta conversación con Gary y Lisa Thomas esta semana aquí en Aviva Nuestros Corazones, más de lo que la hubiera disfrutado hace unos años antes de estar casada con Robert. Estoy escuchando con mucha atención.
Estamos aprendiendo. Estamos creciendo. Y también estamos cometiendo algunos errores y necesitamos a …
Annamarie Sauter: Gary Thomas dice que cuando vives conforme al plan de Dios y aprendes a apreciar a tu cónyuge –aun cuando sea difícil– eso te conducirá al gozo.
Gary Thomas: Cuando aprendí a escoger deleitarme, celebrar, disfrutar y apreciar, lo hice por obediencia. ¡Pero no tenía idea de lo bendecido que sería al hacer eso! Siempre que somos obedientes a lo que Dios nos dice que hagamos, somos bendecidos. ¡La obediencia es siempre el camino más dulce!
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Estoy disfrutando mucho esta conversación con Gary y Lisa Thomas esta semana aquí en Aviva Nuestros Corazones, más de lo que la hubiera disfrutado hace unos años antes de estar casada con Robert. Estoy escuchando con mucha atención.
Estamos aprendiendo. Estamos creciendo. Y también estamos cometiendo algunos errores y necesitamos a Dios y necesitamos Su gracia todos los días en nuestro matrimonio. Y lo que hemos estado hablando esta semana son cosas que marcan la diferencia en nuestra relación, y que también harán una diferencia en tu matrimonio.
Así que Gary y Lisa, gracias por estar dispuestos a venir y abrir sus corazones, y a compartir su caminar con nuestras oyentes esta semana.
Lisa Thomas: Gracias a tí por recibirnos
Gary: Gracias por invitar a Lisa. Me ha encantado tenerla con nosotros.
Nancy: Qué bueno, eso pensé… Gary, como escritor, orador y persona pública, has estado en muchos programas de radio diferentes; y en Aviva Nuestros Corazones llamamos a las mujeres a experimentar libertad, plenitud y abundancia en Cristo; entonces pensé que a nuestras oyentes también les encantaría escuchar a Lisa.
Y Lisa, me encanta escucharte decir que tu esposo vive las cosas que él escribe en sus libros. Y creo que es importante que como esposas las dos lo digamos. Mi esposo también escribe libros sobre el matrimonio y la familia, y diría que son libros increíbles, maravillosos y útiles, pero debemos reconocer que ¡ninguno de nosotros vive esas cosas a la perfección!
Las vivimos por gracia y con la ayuda de Cristo y por Su presencia en nuestras vidas y en nuestros matrimonios todos los días. Lo que realmente queremos decirles a los compañeros peregrinos y compañeros de lucha es: Dios te ayudará en tu matrimonio, en tu situación, como sea que se encuentre.
Gary, has escrito libros que me gustaría que toda mujer u hombre casado pueda obtener, leer, consumir, y que formen parte de sus vidas. Realmente creo que marcarían una gran diferencia.
Hay un libro que solo está disponible en inglés y que Robert y yo hemos estado leyendo juntos. Se titula Devotions for a sacred marriage, y son devocionales semanales para un año, para parejas. Nosotros no hemos logrado hacer uno a la semana porque viajamos mucho. Pero cuando podemos leemos un devocional. Son cortos. Lo leemos en voz alta, hablamos un poco sobre el tema, pero sobre todo estamos tratando de ponerlo en práctica en nuestro matrimonio.
Y también hemos mencionado tu último libro llamado «Valorar: la palabra que lo cambia todo en tu matrimonio», que es sobre el que hemos estado conversando estos últimos días. Mientras leía este libro pensaba: «¡Este es un concepto impactante!», especialmente para nosotras como mujeres.
Y tenemos el acceso disponible en la transcripción de este episodio para que nuestras oyentes adquieran algunos de tus libros.
Bueno y en estos días hemos estado hablando sobre lo que significa valorar a nuestro cónyuge y cómo edificar nuestros matrimonios. Queremos afirmar que cualquier matrimonio –no importa cuán corto o largo sea el tiempo que lleven casados– puede crecer, profundizar y mejorar. Y ustedes mismos, que tienen más de treinta años de casados, ¡todavía continúan creciendo!
Esto nos trae esperanza y aliento a todas nosotras, porque no siempre tuvieron el matrimonio rico y pleno que tienen hoy. ¿Y quién empieza de esa manera? Recuerdo cuando Robert y yo estábamos comprometidos… En realidad fue un poco desalentador para mí.
Cuando algunos vieron que nos íbamos a casar, nos decían continuamente: «¡Oh, qué bien! ¡El matrimonio es realmente difícil!» No sé cuántas veces nos dijeron eso. Y nos mirábamos después y decíamos: «¿Por qué la gente no nos dice que el matrimonio es increíble, ¡es maravilloso! Te va a encantar, ¡lo vas a disfrutar!?»
Las personas continuamente decían: «¡El matrimonio es difícil!» Y eso nos molestaba, y luego nos casamos y nos dimos cuenta de que…el matrimonio es maravilloso, es dulce, es genial…y es difícil. En el sentido de que tienes que trabajar duro en ello, y si no lo haces, ¡se vuelve difícil!
Así que todo matrimonio tiene sus temporadas difíciles y sus momentos y aspectos…¿no es cierto, Gary?
Gary: Así es. Sin embargo, lo que encontré fue muy alentador… Mi libro «Valorar», un par de meses antes de que saliera a la venta, noté algo… Al igual que Robert, soy una persona mañanera, y Lisa es lo contrario, así como tú; ella no es una persona mañanera. Se queda despierta un par de horas más que yo.
Y bueno, la escuché moverse en el dormitorio y la mejor manera de decirlo es que mi corazón dio un salto. Sabía que ella entraría y se cepillaría los dientes. La escucharía caminar por el pasillo y la puerta de mi oficina se abriría. Ella se acercaria a mí. Le daría un abrazo y solo compartiríamos algunas palabras. Luego ella saldría a tomar su primera taza de café.
Literalmente se ha convertido en una de las partes favoritas de cada uno de mis días, porque cuando valoras a alguien, y está despierto, ¡te hace feliz! Ahora bien, no fue así la primera década de nuestro matrimonio. No fue así la segunda década de nuestro matrimonio, porque me estaba concentrando en el amor, no en la valoración. Estaba más enfocado en estar allí, sacrificándome, sirviendo, entre otras cosas.
Pero cuando aprendí a elegir deleitarme, a celebrar, a regocijarme y apreciar, lo hice por obediencia, ¡pero no tenía idea de lo bendecido que sería al hacer eso! Porque cuando valoras a la persona con la que estás casado, la vida es mucho mejor.
Y sabes Nancy, cada vez que somos obedientes a lo que Dios nos llama a hacer, siempre somos bendecidos. La obediencia es siempre el camino más dulce. No siempre se presenta de esa manera, pero yo diría que en mi vida ciertamente esto ha sido una verdad.
Nancy: Esto implica decisiones difíciles en el camino que luego conducen a esas bendiciones y beneficios. ¡Una de las cosas de las que hablas en tus libros es la importancia de notar a tu pareja!
Ya sabes, si un invitado entra en tu casa, lo notas. Estás pendiente de esa persona y le dices, «¿qué puedo hacer por ti? ¿Cómo puedo ayudarte? ¡Gracias por estar aquí!» Si dejan caer algo y lo rompen, dices, «no te preocupes, no hay problema; ¡no significa nada para mí!» (Era solo una reliquia de cien años, pero…)
Pero con nuestros cónyuges, nuestros compañeros, tendemos a acostumbrarnos el uno al otro. Y tú dices que una de las cosas que construye valor, unidad e intimidad es estar pendiente uno del otro, notar la presencia del otro.
Lisa, cuando entras con tus pantuflas, o lo que sea, a la oficina de Gary por la mañana, estás diciendo: «Estoy al tanto de que estás aquí, y me detengo a primera hora del día para saludarte y reconocer que estás aquí en la casa».
¡Eso puede hacer una gran diferencia! Pero tienes que detenerte y pensar en decir esas cosas, expresarlas y no solo cruzar por el lado del otro como si nada hubiera pasado.
Lisa: Correcto, y creo que ese es el poder de este libro. No solo es útil para un matrimonio difícil. Creo que a muchos de nosotros la vida se nos llena de ocupaciones y casi pasamos solamente a coexistir.
Valorar trae mucha diversión y alegría. Creo que la apreciación y el saber escuchar van de la mano. Nuestros teléfonos celulares y todo lo demás que nos distrae, hacen que eso sea más difícil de hacer –tener contacto visual, detenerse y escuchar.
Gary tiene más dificultades con esto porque yo hablo más que él. Soy más extrovertida. Así que siempre comparto las cosas con él.
No siempre elijo los momentos más oportunos para compartir cosas con él, pero él es realmente bueno para detenerse, escuchar y hacer preguntas.
Gary: Una de las cosas que me sorprende de Lisa y que me hace sentir particularmente apreciado, es que a veces ella dice: «Cariño, lo siento. ¿Te está doliendo la cabeza?» Y yo respondo: «Creo que sí».
Ella me conoce lo suficiente y con solo ver mi mirada o un gesto mío o algo, ya sabe que estoy lidiando con algo antes de que yo mismo me percate de ello.
Nancy: Entonces pueden ser muchas pequeñas cosas que suman y tienen gran peso dentro de un matrimonio
Gary: Una de las cosas que noté… y estoy predicándoles sobre esto a los esposos más jóvenes… es que no creo que nos demos cuenta de lo estresados y ocupados que podemos estar –especialmente cuando tenemos niños. La vida se resume en una carrera hasta la medianoche todos los días.
Una cosa que observé –y esto es particularmente cierto en el caso de Lisa– ella educó en casa a tres de nuestros hijos hasta aproximadamente el octavo grado. Estábamos de vuelta en Houston (ahora con el nido vacío). Había salido a trotar y corrí un poco más lejos de lo que debía. Fue uno de esos ridículos días de unos 35 °C y 95% de humedad en el ambiente.
Nancy: ¡Lo que ocurre el noventa y cinco por ciento de los días en Houston! No es cierto?
Lisa: ¡Sí!
Gary: Bueno, en verano es así. ¡Cuando regresaba de correr sentía que me estaba muriendo! Entonces vi esa silueta tan familiar de mi esposa con una bicicleta; ella me había traído una toalla y un poco de agua con electrolitos.
Y me dijo: «¡Acabo de escuchar en las noticias lo caliente que estaba el día! Me preocupé de que no hubieras traído suficiente agua» (que era cierto). Ella siguió diciendo: «Te traje esto». ¡Estaba tan emocionado de que ella hubiera pensado en mí e hiciera esto!
Esto es lo que les digo a los jóvenes maridos. Cuando teníamos tres hijos que estudiaban en casa (y un golden retriever que necesitaba la misma atención) y todos esos deberes, ella ni siquiera se daba cuenta de que yo me había ido a correr. Y al regresar ella habría dicho: «¿Saliste a correr? ¿Con este clima? ¿Estás loco?»
Cuando tu esposa se ocupa de tanta gente –solo quiero decirles a los esposos– cuando tus hijos se van, esa atención se derrama sobre ti. Entonces, a una persona cariñosa le importa, se preocupa. Es solo que una persona afectuosa tiene momentos y tantas maneras en las que se puede dispersar su enfoque.
Mira el matrimonio en términos de capítulos. No dejes que los capítulos donde hay muchas ocupaciones definan a tu esposa. Si es una persona afectuosa, es una persona afectuosa –incluso si pierde algunas oportunidades para valorarte o alentarte. Ella todavía se preocupa. Es simplemente que su atención se dispersa en muchas direcciones distintas algunas veces.
Y los años del nido vacío pueden cambiar eso, y ser un tiempo en el que realmente pueden comenzar a enfocarse el uno en el otro. Esta ha sido una de las temporadas más dulces de nuestro matrimonio, porque ahora soy el único beneficiario de toda esa atención. Ya no la comparto con tres niños y un golden retriever.
Nancy: Pero para llegar a este lugar, tuviste que perseverar en esos tiempos desafiantes con muchas ocupaciones. Muchos matrimonios se detienen antes de que realmente puedan experimentar y disfrutar de los frutos de esas temporadas más difíciles.
Gary: Sí, cuando nos quedamos con el nido vacío, habría sido aterrador para mí que nos hubiéramos alejado. Por eso les digo a las parejas… No soy legalista. No me gusta hablar de legalismo, pero si hubiera una regla que recomendaría es la siguiente: tener una cita nocturna. Es algo esencial cuando tienes hijos. Si vas a ser «legalista» sobre una cosa (aparte de pasar el tiempo que tenemos todos los días), sé legalista sobre eso.
Nosotros esperamos y disfrutamos la paternidad activa; nos encantó el tiempo de crianza de nuestros hijos. Nos afligimos cuando terminó esa etapa. No éramos una de esas parejas que solo estaban aguantando esa temporada.
Pero cuando terminamos esa etapa de crianza activa todavía teníamos a nuestro mejor amigo con nosotros. En muchos sentidos, hay momentos más dulces en nuestro matrimonio desde entonces porque podemos concentrarnos el uno en el otro. Pero me imagino lo aterrador que sería si una pareja solo vive para sus hijos, y luego sus hijos se van. Y ¿qué van a hacer?
Ahora, creo que otra cosa que también nos ayuda es que desde el momento en que nos casamos queríamos servir a Dios. La misión realmente nos ha mantenido unidos y nos ha ayudado a valorarnos mutuamente.
Veo a Dios trabajando a través de Lisa; ella ve a Dios obrando en mí. Nos ayuda a valorarnos mutuamente porque es el Espíritu Santo obrando a través de nosotros, pero de alguna manera obtienes un poco de crédito por eso, porque tu pareja puede ver que Dios te usa de esa manera.
Así que creo que tener esa misión verdaderamente ayuda. No solo estamos viviendo para nosotros mismos. Si intentan vivir para ustedes mismos, terminarán aburriéndose el uno del otro.
Nancy: Recuerda que no estamos hablando de un matrimonio centrado en uno mismo o un matrimonio centrado en el cónyuge, sino de un matrimonio centrado en Cristo, y eso realmente marca una gran diferencia.
De hecho, esa es la base de tu libro anterior, «Matrimonio Sagrado». ¿Cuál es el propósito del matrimonio entonces?
Gary: Bueno, el subtítulo dice, ¿y si Dios diseñó el matrimonio para hacernos más santos y no solo para hacernos más felices? Ahora bien, no creo que ese sea el propósito central del matrimonio, pero fue una manera de explorar cómo Dios usa el matrimonio para enseñarnos a ser más perdonadores, comprensivos, más valientes y a escuchar mejor –a tener todas las características de Cristo.
Y creo que esto es sostenido por la misión. Mateo 6:33 dice: «Busca primero el reino de Dios y su justicia». Jesús no se dirige a los matrimonios aquí, pero las parejas pueden encontrar propósitos espirituales como:
- Vivir para un propósito mejor y mayor que ellos mismos
- Buscar la justicia de Cristo
- Morir a las cosas que destruyen la mayoría de los matrimonios:
- El tema de la impaciencia
- Las expresiones inapropiadas de ira
- La amargura
- El materialismo
- La envidia
- Las falsas comparaciones
- Los pensamientos negativos.
- Y están construyendo las virtudes positivas de Cristo como:
- La gentileza
- La paz
- La paciencia
- La amabilidad
Estas cosas construirán el matrimonio.
Creo que cuando nos ven a Lisa y a mí, cuando hablamos de cómo tuvimos dificultades en nuestros primeros años, ¡cuando nos casamos, yo podría haber sido calificado como el hombre de veintidós años más egoísta del planeta!
Nancy: Pero ¿acaso no somos todos así?
Gary: Bueno, pero ahora, literalmente, busco todos los días oportunidades para servir a Lisa. Y para mí, un buen día es cuando he encontrado oportunidades para servirle. Y creo que Lisa ha crecido mucho en amabilidad.
Si tomas un matrimonio y solo le derramas amabilidad y generosidad –sin siquiera mencionar las otras virtudes de Cristo, tan solo esas dos– piensa en lo bueno que sería ese matrimonio. De pronto ya están inmersos en esto.
Por eso, creo que cuando viertes rectitud y propósito en un matrimonio, hay un motivo de oración y una razón para orar el uno por el otro, para que se lleven mejor porque van muriendo las cosas que hacen que el matrimonio sea miserable.
Es realmente «más de Jesús y menos de nosotros», para estar más cerca el uno del otro.
Lisa: Pienso que algo similar que también me ayudó en nuestro matrimonio fue verlo como estar en una batalla juntos. Tenemos un enemigo en común.
Nancy: ¡Y ese enemigo no es nuestro esposo!
Lisa: Ese enemigo no es mi esposo, sino Satanás, quien desea sembrar conflictos y hacer que me sienta aburrida o irritada con mi esposo. Si lo ves desde esa perspectiva, podrás experimentar enojo contra el enemigo y empatía hacia tu marido.
A veces él está siendo tentado, o tal vez ni siquiera tiene que ser algo pecaminoso. Podría tratarse de un hábito molesto o algo así, y Satanás quiere que te irrites cada vez más por eso.
Si lo ves como, «tenemos este enemigo común», es como si pudieras estar molesta con Satanás, y fueras capaz de pelear esa batalla junto a tu esposo. Esto te da empatía por tu cónyuge, te hace querer trabajar en amar más a tu esposo porque esto irrita a Satanás. Es como si quisieras derrotarlo con eso.
Gary: Creo que las generaciones anteriores de cristianos probablemente se centraron demasiado en Satanás. Podían verlo detrás de cada puerta y debajo de cada almohada. Creo que los cristianos modernos podrían no prestar suficiente atención a la guerra espiritual que se lleva a cabo.
Nancy: Ciertamente en esta parte del mundo.
Gary: Como pastor he visto lo que sucede… De alguna manera, el divorcio se vuelve contagioso en una iglesia porque brinda un alivio inmediato a los matrimonios difíciles. Otras esposas ven eso y dicen: «Bueno, ella puede volver a empezar (o él puede volver a empezar) y tal vez sería mejor seguir ese patrón».
Eso tiene consecuencias en la vida de los hijos –la ruptura– en lo que le hace a nuestro testimonio… Tenemos un mensaje de reconciliación para el mundo. Dios reconcilia el mundo consigo mismo a través de Cristo, y nos reconcilia el uno con el otro. Cuando no podemos mantener nuestros matrimonios unidos, todo el mensaje de reconciliación se ve comprometido.
No estoy diciendo que cada momento de conflicto sea un ataque espiritual de Satanás. Estoy diciendo que es ingenuo pensar que ninguno de ellos lo es.
Cuando estaba en un ministerio provida, teníamos una conferencia anual de directores. Era uno de los momentos más intensos para el ministerio cada año. Acabábamos de salir, y había sido realmente intenso, pero era una parte importante del ministerio.
Luego de tres o cuatro años, Lisa y yo notamos que teníamos nuestros mayores desacuerdos del año una semana antes de la conferencia de directores. Entonces finalmente nos dimos cuenta: «¿Sabes qué? ¿Por qué no hablamos de esto la próxima semana? Porque tal vez lo único que conseguiremos con esto es separarnos antes del tiempo intenso que nos espera». Luego, cuando tocamos el tema más tarde, pensamos: «¿De qué se trataba?»
Entonces no es ser ingenuo, no es ser supersticioso. Pero como dijo C. S. Lewis, también existe la posibilidad de ser «subesticioso» (por decirlo así), donde se olvida por completo lo que está sucediendo a nivel espiritual. Supersticioso es estar demasiado enfocado en el diablo, «subesticioso» es no considerarlo en absoluto.
Nancy: Y al darnos cuenta de que cuando combatimos el egoísmo y el orgullo con la gracia del Espíritu con humildad, amabilidad y centrados en el otro, estamos exaltando a Cristo. Estamos señalando lo maravilloso que es. Él está ganando la batalla. No somos nosotros los que ganamos la batalla; Él está ganando la batalla.
Lo estamos adorando, lo estamos exaltando, lo estamos levantando, y Satanás está siendo derrotado. Le estamos diciendo a los demás: «Ustedes también pueden tener ese tipo de dulzura y poder del Espíritu Santo en su matrimonio». ¡Así que hay mucho en juego aquí por lo que vale la pena luchar!
Creo que lo que me ha alentado tanto de estos libros, Gary, es escuchar a las oyentes…sus correos, sus mensajes. Escuché muchas historias sobre personas que están pasando por momentos difíciles en su matrimonio, por varias razones. Puede que sea una mujer casada con un no creyente, o el hecho de que haya muchos niños que criar y estén pasando una temporada muy ocupada, o tal vez sea el cuidado de padres mayores y ese tipo de desafíos.
Puede haber muchas circunstancias que dificulten el matrimonio; pero esa es la motivación, poder infundir la gracia de Cristo… Algunas de estas opciones son prácticas.
Gary: Sí, y es lo que preferí con respecto al enfoque de valorarnos mutuamente en lugar de estar enamorados el uno del otro.
Tenemos esta noción de que… Mira, el enamoramiento es real, pero tiene una vida útil de aproximadamente doce o dieciocho meses.
Nancy: ¡Y a veces ni siquiera eso!
Gary: Sí, y puede ser algo superficial. No se sostiene. Incluso, se ha demostrado que el enamoramiento a los trece meses, es diferente a un enamoramiento a los seis meses. Se va a desvanecer.
Nancy: Es una oxitocina que comienza a desaparecer. ¿Luego, que te queda?
Gary: Así es. Pero cuando nos apreciamos el uno al otro y nos valoramos el uno al otro, es cuando podemos aprender a construir algo más rico y más profundo. Y esto se puede practicar, se puede cultivar.
Y antes de escribir el libro «Valorar» yo necesitaba estar convencido de esto. En lugar de simplemente decir: «Prometo hacerlo», piensa: ¿Es esto algo que puedo aprender a hacer? ¿Puede hacer una diferencia? Y para nosotros, ciertamente diría que al menos para mí, realmente lo hizo. Porque la valoración eleva el estándar.
En lugar de solo amarla, y decir, «está bien…pues voy a permanecer en esto…voy a mantener este compromiso».
Nancy: O, «vamos a tener paciencia el uno con el otro».
Gary: Estar comprometido con el matrimonio es como estar comprometido con algo general, pero no, yo quiero valorar a Lisa. Es una cosa completamente diferente decir estoy comprometido con el matrimonio, a decir que voy a valorar a mi esposa. Para nosotros, eso elevó el estándar, y creo que nos llevó a un nuevo nivel.
Lisa: Sí, ojalá hubiera leído el libro cuando era una esposa joven. Pienso que eso habría hecho nuestras vidas más agradables, habría facilitado nuestras vidas.
Nancy: Gary dijo hace un momento que te ha visto crecer en amabilidad. ¿Es algo que te propusiste demostrar, o es Dios trabajando en tu vida? ¿Cómo se ve eso en tu matrimonio?
Lisa: Creo que es solo Dios trabajando en nuestras vidas, y vamos aprendiendo –como dijiste antes– a notar un poco más las cosas. Tuvimos hijos muy temprano y bastante jóvenes. Creo que me envolví tanto en eso, que quería ser notada, ayudada, apreciada, y dejé a Gary un poco fuera de eso.
Uno espera crecer tan solo escuchando estudios bíblicos, podcasts y sermones…
Nancy: … y entu propio caminar con el Señor.
Lisa: Sí, y en los frutos del Espíritu, o las virtudes con las que nos dicen que nos vistamos y que van a servir en nuestros matrimonios. Y esas cosas son útiles, pero ha sido gracias a Dios. Ha sido Su obra en mí.
Nancy: Sé que muchas mujeres pueden estar participando de estudios bíblicos y conocen mucho contenido bíblico. De hecho, es algo que ellas desearían que sus esposos hicieran más. Pero creo que a veces puedes saber todo eso –saberte Colosenses 3, que habla sobre vestirse de humildad, gentileza, amabilidad, perdón– ¡y luego fracasar en realmente poder vivirlo en la relación que más importa!
Lisa: Así es lo más difícil, porque supongo que simplemente no lo vemos. Nos acostumbramos. Creo que eso es parte de lo que enseña Filipenses 4:8 cuando dice, «todo lo que es verdadero». Llegamosa creer algunas cosas sobre nuestros esposos –tal vez sobre cómo fueron en el pasado o algo que hicieron una vez– y lo convertimos en: «esto es lo que ellos son».
Entonces debemos aprender esa transformación y aplicar lo que estamos aprendiendo en nuestros hogares.
Nancy: Creo que a veces existe este sentir –y lo escucho entre las mujeres– de que «yo podría hacer eso si él fuera más de esta o aquella manera». Lo que estamos enseñando es: «Sé de esa manera que esperas que él sea. Sé motivadora, sé una mujer amable ¡y observa cómo esto tiene un impacto en el corazón de tu esposo!»
Gary: Creo que nos hemos referido a esto antes, pero, cuando escucho a Lisa elogiarme públicamente, me hace aspirar a ser más ese hombre. Lo más motivador que puede hacer mi esposa es darse cuenta y expresarlo, no solo para mí, sino para los demás. Y yo quiero construir sobre eso y quiero hacer que suceda.
Y para algunos esposos –yo me casé muy joven, a los veintidós años, y no tenía ni idea de qué hacer– pero para algunos esposos, es posible que no capten lo que realmente agrada a sus esposas. Entonces, cuando ella dice: «Eso significó mucho», o la escuchamos decírselo a otros, pensamos: «Oh, está bien, eso es lo que le gusta».
Y no queremos preguntar. Quizás es orgullo; o tal vez es solo que no tenemos idea; o quizás solo estamos preocupados. Pero cuando escuchamos a nuestras esposas decirlo… En cierto sentido puede sorprender a algunas esposas, ellas pueden decir, «¿cómo es que no lo sabe? ¡Le he preguntado eso diez veces!» Pero…simplemente no lo captamos.
Una vez una esposa me contó que iba en el automóvil con su esposo y ella le preguntó si quería parar para comer algo, y él dijo: «No, no tengo hambre». Y siguió conduciendo. Ella estaba muy enojada con él y finalmente le dijo: «Cuando te pregunto eso, esa es mi forma de decir, ¡tengo hambre!». Así que se trata de darle al menos una pista.
Nancy: ¡No esperes que él te lea la mente!
Gary: Y lo he escuchado mucho. Ella dice algo como: «¡La basura está llena!» Y él piensa que es una observación, pero ella cree estar haciendo una solicitud. Sin embargo, cuando elogias, estás dejando muy claro que eso es lo que valoras. Creo que para muchos varones eso es lo que nos hará levantarnos y querer que eso suceda.
Nancy: Gary, mi oración es que como resultado de estos episodios y de leer los libros que has escrito, más parejas, más matrimonios, puedan experimentar esa alegría y dulzura, y celebrar y reflexionar en la belleza y la maravilla del amor de Cristo por Su iglesia…¡y la belleza y la unidad de nuestra relación con Él!
Lisa y Gary: Amén.
Annamarie: Nancy DeMoss Wolgemuth ha estado hablando con Gary y Lisa Thomas sobre la importancia del aprecio mutuo en la relación matrimonial. Siendo la base de esto el amor a Dios y la gloria de Su nombre. Y creo que este es un principio valioso para cada una de nosotras independientemente de la etapa de vida en que nos encontremos.
Si no lo has hecho ya, adquiere el libro escrito por Gary titulado, Valorar: La palabra que lo cambia todo en el matrimonio. Encuentra el acceso a este en las transcripciones de estos episodios.
Si estás casada con un creyente, ¿eres consciente de que Dios es tu suegro? Esta idea tuvo un gran impacto en la vida de Gary. Él te contará más sobre esto en la continuación de la conversación. ¡Acompáñanos para ese próximo episodio!
Llamándote a reflejar la hermosura del evangelio al mundo que te rodea, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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