El engaño interno y el engaño externo
Sarah: ¿Cuál es el norte de tu brújula espiritual?
Nancy DeMoss Wolgemuth: Amigas, no se dejen engañar. Si algo no está de acuerdo con la Biblia, no es verdad. Arraiga y afirma tu vida en la Biblia, en la Palabra de Dios. Esa es la verdad. Mide todo lo que lees de acuerdo con la luz de la santa Palabra de Dios.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones, con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora de Mentiras que las mujeres creen y la verdad que las hace libres, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 13 de marzo de 2024.
Sarah: Es muy común escuchar personas decir algo como: «Jesús habló de un camino a Dios, pero otras religiones presentan caminos igualmente válidos». ¿Es esto cierto? ¿Cómo podemos desarrollar discernimiento cuando estamos rodeadas de tantos mensajes que parecen ser verdad? Nancy nos ayuda a pensar en esto como continuación …
Sarah: ¿Cuál es el norte de tu brújula espiritual?
Nancy DeMoss Wolgemuth: Amigas, no se dejen engañar. Si algo no está de acuerdo con la Biblia, no es verdad. Arraiga y afirma tu vida en la Biblia, en la Palabra de Dios. Esa es la verdad. Mide todo lo que lees de acuerdo con la luz de la santa Palabra de Dios.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones, con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora de Mentiras que las mujeres creen y la verdad que las hace libres, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 13 de marzo de 2024.
Sarah: Es muy común escuchar personas decir algo como: «Jesús habló de un camino a Dios, pero otras religiones presentan caminos igualmente válidos». ¿Es esto cierto? ¿Cómo podemos desarrollar discernimiento cuando estamos rodeadas de tantos mensajes que parecen ser verdad? Nancy nos ayuda a pensar en esto como continuación de la serie, Discierne la verdad en un mundo de engaños.
Nancy: En esta serie quiero enseñar algunas formas de cómo discernir la verdad del error. Pero también explicaré algunas de las áreas donde prevalece el engaño en la actualidad.
Como dije en el programa anterior, la mejor manera de tratar con esto es no enfocarse en el engaño, sino enfocarse en la verdad. Así que espero que después de escuchar un programa como este, vayas y satures tu corazón de la Palabra de Dios; porque me tomaré un tiempo para hacer lo que normalmente no hago, que es enfocarme en el error. Prefiero centrarme en la verdad. Pero lo que sí quiero hacer es lo que hicieron los autores en el Nuevo Testamento, que es señalar algunos ejemplos de error que encontramos en nuestro mundo del siglo XXI.
Para establecer el escenario aquí, creo que debemos reconocer que hay niveles de error. Esto me ha ayudado mientras he investigado y he tratado de averiguar en qué enfocarme en esta serie.
El Dr. Albert Mohler ha escrito un ensayo sobre esto. También encontrarás información al respecto en un libro que te recomiendo mucho, titulado, «Discernimiento: Una disciplina práctica y espiritual» (disponible en español), escrito por Tim Challies.
En ese libro, Tim Challies cita al Dr. Mohler, presidente del Seminario Bautista del Sur en Louisville, Kentucky, sobre tres categorías de asuntos o problemas teológicos, según la prioridad para abordarlos.
El primer nivel de estos temas teológicos son aquellas doctrinas fundamentales y esenciales de nuestra fe cristiana. Por ejemplo:
- La inspiración e inerrancia de las Escrituras
- La autoridad de las Escrituras
- La Trinidad
- El nacimiento virginal de Cristo
- La deidad plena y la humanidad completa de Cristo
- La expiación sustitutiva de Cristo en la cruz
- La justificación por la fe, entre otros.
Estas doctrinas son cruciales y esenciales para la fe cristiana.
Si niegas estas doctrinas, niegas el cristianismo. No puedes negar estas doctrinas y llamarte cristiana; o mejor dicho, no puedes negar estas doctrinas y ser una verdadera cristiana.
Estar equivocadas en estas doctrinas es un error fatal. Estas son doctrinas que si las niegas, no puedes ser salvo. Pueden mantenerte fuera del reino de Cristo.
No podemos tener unidad espiritual y compañerismo o comunión, con personas que niegan estas doctrinas esenciales, fundamentales de la fe. Eso no significa que no podamos ir a almorzar con ellos. No significa que no podamos trabajar con ellos. Pero no puedes tener unidad espiritual o compañerismo con personas que no están de acuerdo con los temas centrales de primer nivel de nuestra fe.
Luego tenemos lo que el Dr. Mohler llama El segundo nivel de temas teológicos. Estos son temas en que los cristianos, creyentes, pueden estar en desacuerdo, y hasta pueden crear algunos límites de organización o denominación entre nosotros.
Pero todavía nos aceptamos y nos amamos como cristianos y podemos tener comunión alrededor del evangelio de Jesucristo porque tenemos eso en común. Nuestra fe común en Cristo nos permite tener comunión unos con otros a pesar de que podemos ir a una iglesia de una denominación diferente.
No es que estas cosas no sean importantes. No es que la Escritura no trate con ellas. Pero es que no son temas centrales para el evangelio, para nuestra fe en Cristo. Puedes tener diferentes posiciones sobre esas cosas y ser un verdadero cristiano. Podríamos agregar a esa categoría temas como:
- Los dones del Espíritu Santo y cómo funcionan
- La seguridad eterna de salvación
- La perseverancia de los santos
- El rol de la mujer en la iglesia, entre otros
Todos estos son temas importantes. Hablamos mucho sobre este último: el rol de la mujer en la iglesia. Y tengo fuertes convicciones sobre todos estos que creo que la Biblia enseña. Pero estar en desacuerdo conmigo sobre estos temas no te mantendrá fuera del cielo. Sin embargo, no estar de acuerdo sobre el evangelio, eso sí te mantendrá fuera del cielo. Pero los asuntos teológicos de segundo nivel o de segundo orden no.
Luego tenemos lo que el Dr. Mohler llama asuntos teológicos de tercer orden o de tercer nivel, donde los cristianos pueden estar en desacuerdo pero aún pueden mantener una estrecha relación entre ellos, incluso dentro de la misma iglesia.
Por ejemplo, algunos aspectos de cómo observamos la cena del Señor o con qué frecuencia lo hacemos. O el tema de la escatología. Dentro de mi iglesia hay quienes no estarían de acuerdo con el orden o la secuencia de los acontecimientos alrededor del regreso de Cristo. Pero estamos en la misma iglesia. Adoramos juntos; tenemos compañerismo juntos. Estos son asuntos de tercer nivel, cosas como:
- La interpretación de pasajes oscuros y difíciles de las Escrituras
- Asuntos de libertad cristiana: algunos que sienten que pueden, otros que sienten que no pueden seguir ciertas prácticas
- Estilos de adoración
- La vestimenta de la mujer
Ahora, podemos decir que la modestia y la feminidad son estándares bíblicos claros. Pero en cuanto a cómo se aplican exactamente, yo puedo aplicarlos de manera diferente a la tuya, y aún podríamos ser amigas espirituales y tener una comunión cercana en la misma iglesia. Algunas de esas cosas no las sabremos hasta que lleguemos al cielo.
Por lo tanto, debemos mantener las cosas en la perspectiva correcta, y asegurarnos cuando hablamos de doctrina y de engaño, de que damos mucha importancia a los asuntos de primer nivel, y debemos asegurarnos de no romper la comunión, el compañerismo, por asuntos de tercer nivel.
Hay dos tendencias peligrosas que encontrarás en los creyentes del día de hoy. Una es que pasan por alto los problemas de primer nivel y dicen: «Bueno, eso no es tan importante», y piensan que podemos tener una relación significativa con personas que no creen en el mismo Cristo y el mismo evangelio. Ese es el peligro del liberalismo y tenemos que tener mucho cuidado con eso.
Pero luego está el peligro del legalismo, que consiste en elevar las cuestiones de tercer nivel a asuntos absolutos. Ambas tendencias son peligrosas. Y digo esto para entonces sacar a relucir lo que para mí son claramente algunas áreas donde hay engaño en asuntos teológicos de primer nivel, y hay millones de creyentes siendo engañados.
Hoy solo quiero enfocarme en algunas áreas que están relacionadas con la nueva era o la influencia del misticismo oriental.
Y quizás te preguntes: «¿Los cristianos estamos siendo engañados por eso?» Sí, los cristianos estamos comprando muchas de estas cosas, y siento que esta es un área donde se necesita mucha precaución y discernimiento.
El punto es que no puedes ser cristiano y aferrarte a algo sobre el evangelio y sobre Cristo que es contrario a la verdad. La Escritura dice que «aun si fuera posible (serían engañados) …los mismos elegidos» (Mat. 24:24). Pero es si fuera posible, porquesabemos que los verdaderos creyentes, los elegidos, los que pertenecen a Cristo, al final no serán guiados a otro evangelio.
Pero hay quienes piensan que están entre los elegidos, que dicen ser cristianos, que llenan nuestras iglesias, son miembros de nuestras iglesias con buena reputación, algunos de ellos en nuestros púlpitos, que nunca se han convertido verdaderamente y que están siendo atraídos y arrastrados a este tipo de enseñanzas.
Toda esta modalidad de fusionar conceptos cristianos con conceptos hindúes es lo que llamamos sincretismo: intentar unir o fusionar diferentes sistemas de creencias. El cristianismo no se puede fusionar ni unir a ningún otro sistema de creencias. Es único.
Esta clase de enseñanzas de la Nueva Era y del misticismo oriental, a menudo usan terminologías que suenan o parecen bíblicas pero no lo son. Usarán palabras como Dios o Cristo o redención y significarán algo muy diferente. Como dijo un comentarista: «Usan el mismo vocabulario pero un diccionario diferente». Usan muchas de las mismas palabras pero definen esas palabras de manera diferente.
Ves a Cristo siendo redefinido. Muchos cristos. Jesús no es Dios. Ves a este dios impersonal de la Nueva Era, que es simplemente una fuerza de energía.
Ves que llaman al hombre divinidad. El hombre es el creador de las fuerzas y por lo tanto, es dios; la creencia de que el hombre necesita despertar al hecho de que tiene poderes de divinidad que necesitan ser ejercidos creativamente.
Ves la canalización de los espíritus, la instrucción espiritual y la dirección, que provienen directamente del mundo de los espíritus, la corrupción de la verdad, la redefinición de los términos bíblicos.
Si deseas poder discernir e identificar y detectar este tipo de engaño, debes hacerlo basada en la Palabra de Dios.
En Colosenses 2:8, leemos por ejemplo: «Mirad que nadie os haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo». Ese es el engaño: alejarnos de la verdad que está en Cristo. «Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él» (v. 9).
Tú no eres Dios. Yo no soy Dios. No eres un pequeño Dios. No eres un pequeño Cristo. Si perteneces a Cristo, Cristo vive en ti. Pero Él es Cristo. Es Su vida. Él es Dios; ni tú ni yo somos Dios.
Nosotros creemos en una fe que es particularmente cristiana, que eleva a Cristo al trono y al lugar supremo en el universo y dice que somos Sus súbditos. No somos pequeños dioses.
«Él (Cristo) es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen. Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia; y Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía. Porque agradó al Padre que en Él habitara toda la plenitud, y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos. Y aunque vosotros antes estabais alejados y erais de ánimo hostil, ocupados en malas obras, sin embargo, ahora Él os ha reconciliado en su cuerpo de carne, mediante su muerte» (Col. 1:15-22).
La cruz es central para la verdad del cristianismo. Es central.
Este material de la nueva era nos aleja de la necesidad de redención o la necesidad de la muerte sacrificial de Cristo, o incluso de la pecaminosidad del hombre. Pero el apóstol Pablo nos dice que somos pecadores, separados de Dios. Éramos hostiles en nuestra mente haciendo malas obras. No somos pequeños dioses.
«Pero ahora Él (Cristo) os ha reconciliado en su cuerpo de carne, mediante su muerte, a fin de presentaros santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él, si en verdad permanecéis en la fe bien cimentados y constantes, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro» (vv. 22-23).
Esa es la verdad. Esa es la verdad que te libera. Esa es la verdad que te redime. Esa es la verdad que te libera de tu pecado. Esa es la verdad que te dará vida eterna.
Y hasta aquí hemos visto que el engaño puede venir de fuera, de otras religiones. Pero la Escritura también nos dice que en los postreros días habrá muchos engañadores y personas que nos engañarán teológica y doctrinalmente –desde dentro. Y una vez seas engañada teológicamente en términos de lo que crees, podrás ser engañada en términos de cómo debes vivir, porque la manera en que vivimos fluye de lo que creemos. Los falsos maestros no son creyentes en Cristo, y lo que están enseñando es herejía. Es totalmente opuesto al evangelio de la fe en Jesucristo.
Entonces, habiendo hablado del engaño que nos rodea, quiero hablar de algo que es un poco más sutil, y es que existen muchos autores, pastores y maestros ampliamente respetados y exitosos en el mundo cristiano, que están engañando al pueblo de Dios. No conozco sus corazones así que no puedo saber si su intención es engañar. Creo que algunos sí tienen esa intención. Pero creo que con frecuencia ellos mismos son engañados y están siendo usados por el enemigo –por Satanás, el engañador– de maneras que ellos ni siquiera se dan cuenta. Creo que muchos de ellos simplemente están ciegos.
Ya hablamos sobre diferentes niveles de asuntos doctrinales y teológicos. Algunos de los errores de los que hablaré ahora no son errores de primer nivel; algunos sí. Algunos son errores de segundo nivel, pero son errores serios que pueden afectar la manera en que vivimos y pensamos acerca de Dios y de Su Palabra.
Están en todos lados y no son completamente erróneos como los que ya vimos a grandes rasgos sobre la nueva era y el misticismo oriental. Estos son más una mezcla de verdad con error. Tienen algo de verdad y algo de error, y esto los hace más sutiles y muy peligrosos.
Quiero que entiendas cómo funciona el error. Además, no debes depender de mí ni de ninguna otra persona para decirte lo que es la verdad y el error, lo que está bien o mal. Tú necesitas desarrollar la habilidad de enfocarte y basarte en la Palabra de Dios, y tener antenas espirituales que funcionen para que sepas lo que es verdad y lo que es error.
Permíteme clasificar esto de la siguiente manera. Primero, existe un área de lo que yo llamo cristianismo superficial para sentirse bien. Mucho de esto consiste en una enseñanza de autoayuda o autoestima que está llena de terminología bíblica, pero que en muchos casos realmente carece del evangelio.
Es el concepto de que la teología realmente no importa. Solo queremos hacer que las personas se sientan mejor. Se encuentra también mucha teología psicoterapéutica conectada a esta clase de enseñanza. Ni siquiera es teología. Es un poquito de teología mezclada con mucha enseñanza psicoterapéutica y en algunos casos con mucha palabrería.
Hay mucha enseñanza acerca de cómo ser feliz, cómo sentirte plena y cómo reemplazar pensamientos negativos con positivos; y lo que queda es una enseñanza que tiende a ser lo que los teólogos denominan antropocéntrica, que significa «centrada en el hombre», en vez de teocéntrica, que significa centrada en Dios. Esta enseñanza está centrada en el yo en vez de en Cristo.
Estoy pensando, por ejemplo, en el pastor de la que sería una de las iglesias más grandes en Estados Unidos. La esencia de su enseñanza contiene siete principios para el éxito y esos principios son:
- Ampliar la visión
- Desarrollar una autoestima saludable
- Descubrir el poder de tus pensamientos y palabras
- Soltar el pasado
- Pararte firme ante la oposición y la adversidad
- Vivir para dar
- Escoger ser feliz
Este tipo de maestros en particular, instan a que uno se levante cada mañana y diga, «voy a hacer algo grandioso, este va a ser un gran día». Cuando haces esto, te pones de acuerdo con Dios, quien está tratando de «promovernos, engrandecernos y darnos más». Estas son citas directas de uno de los libros que son un éxito en ventas y están siendo leídos y absorbidos por cristianos que, en el mejor de los casos, están obteniendo algo sin sustancia.
Este es un mensaje psicológico con una delgada capa de teología. Comienza con nosotras en vez de comenzar con Dios. Dios es un Dios positivo, y por lo tanto, se incluye poco o nada del concepto de Su santidad, de Su ira, de Su justicia, y repito, no se menciona la cruz, la sangre de Cristo, la expiación del pecado ni la resurrección de Cristo.
Estos últimos conceptos no solo definen lo que somos, son lo que somos. Si se eliminan estos conceptos, quedamos sin nada, sin sustancia, sin vida, sin esperanza. Pero en esta clase de enseñanza falsa, esto no se considera realmente necesario. Se ignora el evangelio completamente. Así que el problema en que ellos se enfocan no es en que somos pecadoras caídas o rebeldes, sino en que tenemos una autoimagen negativa y que el cambio depende de nosotras.
Pero el problema es que no están dependiendo de la obra transformadora de la gracia de Dios para ser cambiadas. Entonces es moralismo. Es cambiar el comportamiento externo sin que realmente haya un cambio de corazón ni acudir al evangelio que te da una relación personal con Cristo.
Ahora permíteme avanzar hacia otra área que me han pedido que exponga en más de una ocasión. Voy a decir poco sobre esto, pero voy a hablar de lo que hoy se ha denominado «la iglesia emergente».
La iglesia emergente es, en su mayoría, un intento de alcanzar una audiencia postmoderna que no asiste a la iglesia. Lo que notas de muchos en la iglesia emergente es que son reaccionarios. Sin embargo, todo lo que voy a decir no va a ser cierto de todos ellos, pero estas son algunas de las características que parecen ser muy comunes.
- Muchos de ellos son reaccionarios
- Están desilusionados con la iglesia organizada tradicionalmente
- Sienten que la iglesia se ha vuelto irrelevante en nuestra cultura
Hay algo de verdad en todo esto. Pero su inclinación es desechar el dogma cristiano, la terminología cristiana y la teología sistemática.
A los seguidores de este movimiento los encuentras a menudo reaccionando a la verdad proposicional o a la proclamación directa del evangelio. Cuando digo la verdad proposicional, quiero decir un evangelio que está arraigado en sus proposiciones objetivas y en la verdad acerca la pecaminosidad del hombre, la santidad de Dios, la expiación sustitutiva y la muerte de Cristo. Ellos dirán que esa no es la forma de alcanzar a las personas, que se alcanzan más personas con un diálogo personal, en conversaciones. Esta palabra conversación es una palabra grande en el movimiento de la iglesia emergente.
Ellos reaccionan a lo que ellos denominan el evangelio polémico. «Dios declara ahora a todos los hombres, en todas partes» dice el Nuevo Testamento, «que se arrepientan» (Hech. 17:30). Ese no es el tipo de lenguaje que se escucha en la iglesia emergente. Ellos quieren darles a las personas la libertad para descubrir la verdad a través del diálogo y de las relaciones interpersonales. Dentro del movimiento de la iglesia emergente encontrarás puntos de vista poco ortodoxos en cuanto a las doctrinas de la expiación por la sangre de Cristo, la salvación por la fe, la existencia del infierno, etc.
Permíteme citar un libro muy popular y exitoso. Este autor dice: «Para mí, el comienzo de compartir mi fe con las personas empezó desde que deseché el cristianismo y adopté la espiritualidad cristiana, un sistema misterioso no político que puede ser experimentado más no explicado».
Ahora, no me tomaré el tiempo para explicar todo eso, pero déjame decirte que es una forma de enseñanza muy peligrosa, muy engañosa. No es que no tenga algo de verdad, y no estoy diciendo que esta persona no sea una buena persona. No conozco al hombre que escribió esto.
Permíteme mencionar otra enseñanza que está circulando hoy, algo llamado hermenéutica del movimiento redentor. Tú quizás digas, «y ¿qué quiere decir todo esto?», bueno, de hecho, en cierta forma está ligado a la teología de la iglesia emergente.
La hermenéutica tiene que ver con la forma de interpretar la Escritura, y la hermenéutica del movimiento redentor. Redentor es una palabra buena y hermenéutica es también una palabra buena, pero el significado aquí es que tienes que interpretar la Escritura progresivamente, que no necesariamente significa hoy lo que significó cuando fue escrita, y que la Biblia debe ser interpretada a la luz de dónde la cultura está en este momento y cómo ha evolucionado.
Te voy a dar un ejemplo, la homosexualidad pudo haber sido un pecado en los tiempos bíblicos, pero esos pasajes ahora tienen que ser interpretados de forma diferente, basados en cambios culturales y avances de nuestro entendimiento de la psicología y la sociología. Una de las áreas donde esta hermenéutica, este método de interpretar la escritura, ha sido más dañina y engañosa es en lo relacionado al tema del rol de la mujer en la iglesia.
La posición igualitaria que dice que no debe haber diferencias entre los roles de un hombre y una mujer en la iglesia, que las mujeres pueden ser pastoras y líderes en la iglesia, esta teología ha sido muy influenciada por esta hermenéutica del movimiento redentor.
¿Es esta una enseñanza de primer nivel o un asunto doctrinal? En algunos casos toca asuntos del segundo nivel, asuntos secundarios, pero en otros casos puede llevarte a hacer un verdadero daño al evangelio.
Permítanme mencionar otro movimiento. Este se mueve en un campo diferente. No estoy tratando de criticar a nadie. Espero que conozcan mi corazón. Lo que quiero es que sus ojos sean abiertos a la verdad que está en Cristo y al engaño que nos aparta de esa verdad. Pero hemos tenido por lo menos un par de generaciones en este movimiento llamado Palabra de fe.
En este movimiento los predicadores prometen completa sanidad física para las personas que creen en la Palabra de Dios. Dicen que en la expiación de Jesucristo viene no solo la sanidad espiritual sino también la física. El segundo dogma de este sistema teológico de la palabra de fe es que Dios quiere que Su pueblo sea próspero financieramente. Muchos de estos maestros garantizan que Dios recompensará a sus seguidores con casas nuevas, con carros nuevos, con mejores trabajos, y por supuesto, todo esto a cambio de tu donación al ministerio.
Dios quiere que seas rica y que tengas salud; y tenemos bajo esta rama de la teología la enseñanza que se conoce como «confiésalo y reclámalo», la cual en esencia dice que puedes hacer que exista cualquier cosa a través de declaraciones positivas.
Y podríamos hacer una larga serie sobre esta teología de la palabra de fe. No estoy diciendo que todo en estas enseñanza es herético. Estoy diciendo que hay abundante herejía y enseñanzas falsas introducidas e infiltradas en estos sistemas. Simplemente estoy diciendo que debemos tener cuidado. Debemos discernir porque hay mucho engaño allí.
El problema es que, mezclada con una pizca de conocimiento útil, hay una perspectiva de la naturaleza de Dios, de la trinidad, de la salvación y de otros asuntos doctrinales fundamentales, que son incompatibles con la Escritura. Y la mayoría de las personas parecen estar dispuestas a pasar por alto estas diferencias y deficiencias doctrinales, y eso es lo que me preocupa.
Al ver algunos de los libros con este tipo de enseñanzas en nuestras librerías, algunas personas dicen: «Los que tienen un problema con la doctrina se están perdiendo del verdadero mensaje». ¡La doctrina es el mensaje! También podrían decir: «El libro tiene errores teológicos y bíblicos evidentes pero el libro no se trata de teología. Es acerca del perdón, de la reconciliación y de ir más allá de la estructura muerta de las iglesias para vivir la relación del cristianismo con Dios y el hombre». Digo otra vez, ¿que no se trata de teología? El perdón es teología. La reconciliación es teología. ¡Una relación entre Dios y el hombre es teología!
Entonces, si tiene evidentes errores bíblicos y teológicos, ¿por qué lo aceptamos? ¿Por qué lo elogiamos? ¿Por qué se venden este tipo de libros en librerías cristianas?
La prueba de la validez de un libro o una enseñanza o un programa radial no es si funciona o si ayuda a alguien o si los hace sentir cercanos a Dios. La prueba es: ¿Está de acuerdo con la Escritura? Ese es el punto.
Otra vez escuchamos las palabras de Pablo en 2 Corintios capítulo 11, versículo 3: «Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestras mentes sean desviadas de la sencillez y pureza de la devoción a Cristo». Cristo, quien es la verdad.
Proverbios capítulo 30, versículos 5 y 6 dice: «Probada es toda palabra de Dios;
Él es escudo para los que en Él se refugian. No añadas a sus palabras, no sea que Él te reprenda y seas hallado mentiroso».
Amigas, no se dejen engañar. Si algo no está de acuerdo con la Biblia, no es verdad. Arraiga y afirma tu vida en la Biblia, en la Palabra de Dios. Esa es la verdad. Mide todo lo que lees de acuerdo con la luz de la santa Palabra de Dios.
Sarah: Nancy DeMoss Wolgemuth nos ha estado ayudando a diferenciar el error de la verdad, porque solo la verdad nos hace libres.
Siempre ha existido alguna forma de engaño, así que es muy necesario que aprendamos a pensar y a discernir según el norte espiritual: la Palabra de Dios. Por esto debemos conocer las Escrituras, leerlas, meditar en ellas y aprender a ver la vida conforme a lo que Dios dice que es verdad.
Y bueno, mañana continuaremos profundizando en esto, pero ahora concluyamos este programa orando con Nancy.
Nancy: Oh, Dios, cómo oramos para que abras los ojos de aquellas que están siendo cegadas, engañadas. Que nuestras vidas lleven a otros a Cristo.
Y oh Señor, amo Tu Palabra. Amo Tu verdad. Amo a Jesús. Amo el evangelio. Mi corazón se quebranta cuando veo el engaño en el mundo cristiano; personas que están comprando productos con formas de pensar que son reaccionarios y que redefinen Tu Palabra, la organizan de manera distinta y disuaden a algunos de pensar en la sencillez y la pureza de la doctrina de Cristo.
Oh Señor, oro que este mensaje sea entendido como está en mi corazón, y quiero que las personas amen la verdad porque es la verdad la que las hace libres y es la verdad la que te exalta por quién eres y exalta el evangelio por lo que es. Esta es una preciosa verdad. Ayúdanos a amar Tu verdad más de lo que amamos la vida misma y a invertir nuestras vidas en ella.
Nos rendimos y nos inclinamos, oh Cristo, ante Ti, nuestro Señor, amante y Rey. Eres el Salvador de nuestras almas, y te adoramos en espíritu y en verdad. En el nombre de Jesús, amén.
Débora: Anhelando que encuentres libertad, plenitud y abundancia en Cristo, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
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Recursos del Episodio
Serie, «La verdadera fortaleza»
Tim Challies, «Discernimiento: Una disciplina práctica y espiritual»
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