El ciclo energizante / Respeto incondicional
Annamarie Sauter: El Dr. Emerson Eggerichs tiene un consejo para ti.
Dr. Emerson Eggerichs: Tienes que entender. Él habla un idioma diferente. ¿Por qué? Debido a que Dios nos hizo hombre y mujer. Pero cuando hablas el lenguaje del respeto, él se ablanda y se mueve hacia ti para darte amor, al igual que si él habla el lenguaje del amor, la mayoría de las mujeres se suavizan y prestan oído a las necesidades de él.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
La lectura de hoy de la Biblia es Números capítulos 20 y 21.
Nos encontramos en la serie titulada, «Amor y respeto». Si no escuchaste el programa de ayer con la primera parte de la conversación, hazlo a través de nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com. Y si lo escuchaste y fue de bendición para ti, ¡compártelo …
Annamarie Sauter: El Dr. Emerson Eggerichs tiene un consejo para ti.
Dr. Emerson Eggerichs: Tienes que entender. Él habla un idioma diferente. ¿Por qué? Debido a que Dios nos hizo hombre y mujer. Pero cuando hablas el lenguaje del respeto, él se ablanda y se mueve hacia ti para darte amor, al igual que si él habla el lenguaje del amor, la mayoría de las mujeres se suavizan y prestan oído a las necesidades de él.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
La lectura de hoy de la Biblia es Números capítulos 20 y 21.
Nos encontramos en la serie titulada, «Amor y respeto». Si no escuchaste el programa de ayer con la primera parte de la conversación, hazlo a través de nuestro sitio web, AvivaNuestrosCorazones.com. Y si lo escuchaste y fue de bendición para ti, ¡compártelo con más mujeres! Allí en AvivaNuestrosCorazones.com puedes hacerlo fácilmente a través de diversas plataformas.
Aquí está Nancy con nosotras para dar inicio a nuestro programa de hoy.
Nancy DeMoss Wolgemuth: La mayoría de las cartas y correos electrónicos que recibimos en Aviva Nuestros Corazones son de mujeres, pero también recibimos algunas de parte de hombres, y creo que muchas de esas cartas nos ayudan, como mujeres, a hacernos una idea de lo que piensan los hombres en su interior, cómo responden y cómo podemos ser una influencia más piadosa y una bendición en sus vidas.
Me gustó la honestidad de un marido que escuchó un programa que hicimos sobre el tema de que las esposas respeten a sus maridos; él dijo:
«Yo estaba tan contento de escuchar este programa. Todo lo que quiero es que mi esposa me estimule y me apoye. Al crecer, yo siempre fui derribado por mi madre, y tenía la esperanza de encontrar una esposa que no hiciera lo mismo. Los hombres quieren sentirse queridos y amados. Tenemos sentimientos, a pesar de que es más difícil para nosotros expresarlos».
Me pregunto si ese hombre no estaba hablando sobre la experiencia de su propio matrimonio, «no me siento respetado en mi matrimonio».
Bueno, en el programa de hoy tenemos a un hombre con nosotros para hablar acerca de todo este asunto del respeto, y cómo cuando una esposa respeta a su marido, y cuando un esposo se siente respetado por su esposa, él se siente más motivado a llevar a cabo el mandamiento de expresar y dar amor a su esposa.
El Dr. Emerson Eggerichs fue pastor por muchos años, tiene un corazón de pastor y un ministerio que se llama, Ministerio Amor y Respeto. Escribió un libro de gran alcance llamado Amor & Respeto, y es posible que hayas escuchado hablar de él en otros programas de radio cristianos. Sin embargo, creo que todavía no es suficiente todo lo que nos dirá hoy sobre la importancia del tema del respeto como mujeres.
Dr. Eggerichs, muchas gracias por estar con nosotros en Aviva Nuestros Corazones durante esta semana.
Dr. Eggerichs: Gracias a ti Nancy por haberme invitado.
Nancy: En su libro, usted habla de una prueba de respeto que creo que es algo que muchas de nuestras oyentes –espero que todas las que están casadas– van a querer hacer. Díganos cómo una mujer puede hacer esta prueba y cómo esto podría hacer una diferencia en su relación con su marido.
Dr. Eggerichs: Bueno, una mujer que esté escuchando el programa en este momento diría: «yo no siento ningún respeto por mi esposo. Él no se lo merece. Él no se lo ha ganado». Este es un gran problema. No estamos diciendo que el hombre se lo merezca o se lo haya ganado; tampoco estamos diciendo que él sea superior a la mujer. La Biblia enseña que el esposo debe amar a su esposa, y creemos que es porque ella tiene esa necesidad, y necesita sentirse amada por quien ella es.
En Efesios 5:33, se les ordena a las esposas a respetar a sus maridos. Así que este es un mandato bíblico. La cultura respalda el amor incondicional hacia la mujer. No hay debate sobre eso. Pero cuando se habla de respetar a un hombre, las mujeres se enfurecen…no se sienten cómodas.
Nancy: Es cierto, se ve en la cultura. De hecho, los ataques y las palabras denigrantes hacia los hombres se consideran políticamente correctos.
Dr. Eggerichs: Así es Nancy.
Nancy: Un hombre no se atrevería a decir cosas denigrantes acerca de las mujeres, pero las mujeres ejercen todo tipo de libertad. Déjeme hacer una pausa aquí y decir a nuestras oyentes, espero que me hayan escuchado decirlo en algún momento, y si no, quiero decirlo de nuevo: Espero que nunca en Aviva Nuestros Corazones se escuchen palabras denigrantes hacia los hombres. Como mujeres, queremos aprender a hablar de formas –no solo a los esposos, sino a los hombres en general– de formas que reflejen que los estamos respetando como hombres hechos a imagen de Dios.
Dr. Eggerichs: Sí.
Nancy: Pero, como dice, algunas mujeres están en matrimonios donde sienten que «hay ciertos comportamientos de parte de los esposos, que no son correctos, cosas sin sentido. Entonces, ¿cómo respetar a un hombre así?»
Dr. Eggerichs: Sí, y distinguimos entre respetar esa mala conducta y respetar el espíritu de ese hombre. Puedes respetar a alguien incondicionalmente por lo que esa persona es en lo profundo de su alma. Estamos promocionando mucho que los hombres den un amor incondicional a sus esposas, y lo que estamos diciendo es que también hay otra dimensión que debe tomarse en cuenta, y ese es el respeto incondicional del espíritu del hombre. No de su mal comportamiento porque esto es absurdo. Tenemos que distinguir entre los dos. Puede enfrentarse a un hombre por su mal comportamiento, si se hace con respeto. Cuando un oficial de policía detiene a alguien, no lo hace gritando palabras de desprecio. Son muy dignos, muy respetuosos, pero se dirigen a la conducta de la persona.
Cuando empecé a hacer eso, me di cuenta de cómo las mujeres simplemente se cierran. «No hay forma de que respete porque no me siento respetada y sería una hipócrita si lo hago así; me pondría como una alfombra, como un limpiapiés.
Así que me dije a mí mismo: «¿Cómo hacemos para que este mensaje llegue?» Le estaba hablando a un grupo de 200 mujeres y no sentía que ellas me seguían. Así que les dije: «Oigan, ¿a cuántas de ustedes les gustaría…» Les estaba lanzando esto primero porque no sabía cómo las mujeres estaban tomando la palabra «respeto». No responden de igual forma que los hombres a esta palabra. No les gusta.
Así que les dije: «¿Por qué no hacen esto? Prueben esto. Deben creer esto porque la Biblia lo enseña, y aquellas de ustedes que aman la Escritura y enseñan la Biblia todo el tiempo, afirman esto por fe. Cuando se trata de su matrimonio, no se aplica lo mismo que a los demás. Hay cierta inconsistencia en algunas mujeres. Esta palabra hay que aceptarla por fe».
Dicen 1 Pedro 3:2 y Efesios 5:33, que la enseñanza fundamental para las mujeres es que respeten a sus maridos. Aun así dije: «Señor, ¿qué les puedo decir a estas mujeres que las ayude a creer en esto por su propia experiencia?» Aunque es un poco peligroso, ya que no siempre va a resultar con todo el mundo, es una gran ilustración.
Así que varias mujeres se ofrecieron como voluntarias, y les dije: «Esto es lo que quiero que hagan.Cuando él esté en su oficina esta noche o en su estudio, o no esté haciendo nada, entra a la habitación donde está y dile: «Estaba pensando ti hoy. Hay varias cosas acerca de ti que realmente admiro y quiero que sepas que te respeto. A continuación, sal de la habitación.Déjalo solo».
Nancy: ¿Y dejarlo ahí?
Dr. Eggerichs: Sí. Simplemente sal de la habitación. Entonces les pregunto a las mujeres, «¿qué crees que él va a hacer?» «Bueno, él va a seguirme». Les dije: «Eso es correcto, o si es perezoso, te llamará para que vuelvas a entrar». Así que estas mujeres se ofrecieron a hacer esto.
Una de ellas me escribió un correo electrónico, y dijo: «Fue increíble». Él llegó a casa, y le dije: «¿Podemos hablar?»
Y él contestó: «¿Qué hice ahora?»
Ella dijo: «No, no, es algo bueno». Así que ella lo siguió al dormitorio donde se estaba cambiando y dijo: «Estaba pensando en ti hoy». Él estaba buscando en el armario, no se concentró en ella. Ella buscaba dar un reporte para conectar con él, pero él no se involucraba mucho, de manera que ella dijo, «quiero que sepas estaba pensando en ti hoy. Hay varias cosas que admiro en ti, y quiero que sepas que realmente te respeto». Y ella se fue.
Cuando llegó al marco de la puerta de la habitación, escuchó un grito bien fuerte: «¡Espera! ¡Espera! ¡Espera! ¡Vuelve! ¿Qué es eso?» Él habló tan fuerte que los tres niños que estaban en otra parte de la casa oyeron a su papá. No lo habían escuchado tan animado. Ellos vinieron corriendo porque pensaron que tenía que haber un pony allí o algo por el estilo.
Así que entraron en la habitación y empezaron a saltar en la cama, y la mujer no podía decirle a su esposo lo que estaba pensando. Así que el hijo mayor salió corriendo y los demás lo siguieron, por lo que trató de salir rápidamente con los niños, pero en un susurro audible él le dijo: «No, espera. Espera, espera, vuelve. ¿Qué es? ¿Qué es?»
Luego procedió a decirle tres cosas que respetaba y admiraba de él. Ella sentía que no era ella; fue como una experiencia extracorpórea para ella. Los hombres responden a ese lenguaje como las mujeres responden al amor.
Nancy: Y esto es lo que usted ha llamado la lengua materna de los hombres.
Dr. Eggerichs: Así es la lengua materna de los hombres.
Nancy: El respeto, la admiración.
Dr. Eggerichs: Exactamente. Imagínense que yo estuviera en Mongolia durante cinco años sin nunca escuchar inglés, y un día oigo a alguien decir: «Los Medias Rojas de Boston ganaron la Serie Mundial». Estoy en el mercado de pueblo con mil mongoles hablando su idioma. No sé cómo hablar mongol, pero he escuchado mi lengua materna en la distancia. Voy a ir directamente hacia ella. Tú te moverás hacia donde están hablando tu lengua materna. Es algo inevitable.
Yo estuve en la India durante tres semanas, en el norte de la India, y yo no había oído hablar inglés en todos esos días. De pronto, un británico en el restaurante estaba hablando inglés. Me levanté de la mesa y fui derecho hacia él.
Nancy: Y eso es precisamente lo que las mujeres desean que sus esposos hagan, ¿no?, que se muevan directo hacia ellas.
Dr. Eggerichs: Oh, sí. Así es, y están expresando, «te amo, te quiero mucho», todo el lenguaje del amor que es importante en algún nivel, pero esta es su necesidad.
Lo que estamos diciendo es que un hombre sabe que lo amas, pero no está seguro de que te gusta y de que lo respetas por lo que es. Tenías un brillo en el rostro durante el cortejo y durante la boda; lo admirabas y le expresabas palabras de confianza en él y admiración.
Pero entonces él no pudo amarte en formas que eran significativas para ti, y tienes ahora esa mirada oscura y amarga esa mirada furiosa, y dices: «Yo no te respeto. Te quiero a veces, pero yo no te respeto».
Todo eso sería lo mismo que si él dijera: «Yo te respeto más que a nadie, sobre todo porque tienes diez millones heredados de tu padre, pero nunca te he amado, no te quiero y no tengo intención de amarte». Toda mujer sería devastada con esas palabras, y le tomaría la vida entera superar eso.
Todo hombre es devastado, y tarda una eternidad en superar las palabras que escucha de su esposa cuando le dice: «Te amo, pero no te respeto». Las mujeres se derrumban y lloran cuando las ofenden en el centro de su ser.Los hombres se enojan, se retraen y se alejan.
Así que lo que les estamos diciendo a las mujeres es, óiganme bien: «Tienes que entender que él habla un idioma diferente». ¿Por qué? Debido a que Dios nos hizo hombre y mujer. Pero cuando hablas el lenguaje del respeto, él se ablanda y se mueve hacia ti para darte amor, al igual que si él habla el lenguaje del amor, la mayoría de las mujeres se suavizan y prestan oído a las necesidades de él».
Pero volvamos a la prueba del respeto. Hemos dicho que cuando muestras honor incondicional hacia el hombre, él tiende a servir. Él simplemente responde. Esa es la forma en que Dios lo ha hecho. En el libro ampliamos un poco más con algunas reflexiones.
Nancy: Entonces él estará más motivado por el respeto que por tu insistencia en que haga algo. ¿Es eso lo que usted está diciendo?
Dr. Eggerichs: Bueno, creo que hay un elemento de verdad en eso. ¿No crees?
Así que creo que si las mujeres lo hicieran… Se trata de un cambio de paradigma.
Cuando esta mujer le dijo a su esposo las cosas por las cuales lo respetaba, él expresó, «wow, ¿puedo llevar la familia a cenar?» Ella estaba impresionada porque él nunca llevaba a la familia a cenar fuera, al igual que mi padre que nunca nos llevó a cenar. Le impresionó mucho. Y ella dijo: «¿Podemos hacerlo en otro momento? Los niños tienen la práctica de fútbol y otras cosas». Él dijo: «Por supuesto», muy emocionado y ella salió.
Quince minutos más tarde, él estaba en la cocina, y ella escuchó las cacerolas. Él hizo la cena. Y ella dijo: «Pastor, él no cocina». Estaba impresionada. En quince minutos, dos grandes actos de servicio habían acontecido en el hogar.
Luego, tres días más tarde me llegó este mensaje de ella. Decía: «Pastor, tengo decirle esto rápido. No va a creerlo, pastor, está en el cuarto de lavado». De verdad, fue así que sucedió. Entonces ella me dijo: «¿Tiene alguna otra prueba de respeto?»
Nancy: Sí, tomaremos todas las pruebas que nos diga.
Dr. Eggerichs: Exactamente. «Siga con las pruebas; le estamos cogiendo el piso a esto, pastor». Entonces lo último que ella dijo fue: «Literalmente, pastor, ¡creo que me va a salir un crucero de todo esto!»
Lo que hemos dicho es que nos metemos en un ciclo vicioso, y también existe lo que llamamos un ciclo energizante. El ciclo vicioso dice: «Sin amor ella reacciona sin respeto. Sin respeto él reacciona sin amor». Tenemos que salir de eso. ¿Cómo? Entrando en el ciclo energizante.
El amor de él motiva el respeto de ella y el respeto de ella, esto es lo que estamos señalando, tu respeto, no tu amor, tu respeto, ese respeto incondicional, su lengua materna es lo que lo motiva a servir, a amar y a responder.
Nos podemos preguntar, ¿sucederá esto todos los días y a cada minuto? No. Vivimos en un mundo caído. Él tiene días malos. Tú tienes días malos. Reaccionas de cierta forma... Pero el punto es que en el maratón del matrimonio, y mucho antes de llegar al kilómetro 42, hay una evidencia clara de que él se suavizará si obra en buena voluntad, al igual que cuando una mujer es amada por lo que es. Ella tiene que ser una mujer muy difícil si responde negativamente. Ella sabe que no lo hará, y por eso le estamos diciendo: «Confía en nosotros». Cuando le das ese regalo, en obediencia a la Escritura, él se ablandará.
Nancy: Y no tienes que esperar a sentir amor por él para mostrarle tu respeto.
Dr. Eggerichs: Eso es correcto Nancy. Las Escrituras asumen que la persona madura es quien da el primer paso.
Recuerdo estar orando...porque la gente dice: «Bueno, voy a hacer esto si él hace aquello», por lo que la pregunta siempre fue: «Bueno, ¿quién se mueve primero?» Siempre estamos queriendo que la otra persona sea quien dé el primer paso, pues es más fácil. Yo oraba: «Señor, ¿cómo puedo responder a esto?» La voz inaudible habló: «El que se ve a sí mismo como el más maduro se mueve primero en obediencia a Cristo, por amor a Cristo».
Nancy: Les estamos hablando hoy a las esposas que no se sienten amadas. Estás en un círculo vicioso en tu matrimonio, y la falta de amor y la falta de respeto terminan alimentándose mutuamente, y tienes la intención de salir de ese ciclo.
El Dr. Eggerichs nos recuerda mediante la Palabra de Dios que la manera de salir de ese ciclo no es esperar que tu esposo te ame en la forma que deseas sentirte amada, sino que la manera en que sales de ese ciclo es dando el primer paso al demostrar, verbalizar y expresar el respeto incondicional a ese hombre, no porque se lo merece, no porque se lo ha ganado, no porque lo sientes, sino porque Dios lo ha ordenado, y por obediencia a Cristo.
Es posible que desees comenzar haciendo la prueba de respeto de la que el Dr. Eggerichs ha estado hablando.
Dr. Eggerichs, díganos una vez más, cómo una mujer puede hacer esa prueba de respeto.
Dr. Eggerichs: Ella pudiera decirle: «Estaba pensando en el día de hoy, hay varias cosas de ti que yo realmente respeto, y quiero que sepas que te respeto». Luego salir.
Nancy: ¿Y esperar a ver qué pasa?
Dr. Eggerichs: Sí. Ahora bien, si hay mucha sospecha, puede que él no la siga; si han tenido un gran conflicto, por ejemplo, porque esto se vería como una trampa. Al igual que una mujer al ver de repente una docena de rosas luego de haber tenido grandes peleas durante seis meses. Es cínico, ella quiere creer, pero ella no va a dejarse llevar por eso. Ese hombre quiere creer. Siempre les digo a las mujeres: «No, no, no. Quizás no te salga un crucero de esto, pero no concluyas que por eso la prueba no funcionó».
Si tienen problemas graves, él quizás sea un poco cínico, pero es cínico porque, «esto es demasiado bueno para ser verdad, y yo no voy a exponerme a que me hagan daño». Es tan poderoso –tan poderoso– que probablemente él se burle, pero no malinterpretes eso. Estás haciendo grandes avances.
De verdad, si le demuestras amor, ella quizás te diga: «¿Qué te pasa, estás tomando o algo así?» No lo tomes como algo personal. Ella tiene sentimientos, y para ella, «esto es algo demasiado bueno para ser verdad», y te está diciendo «no juegues con mis emociones».
Nancy: Mientras usted comparte este concepto y mientras leía su libro, estoy escuchando a las mujeres con quienes hablo. Estoy pensando en los mensajes de correo electrónico que me envían con una lista de las cosas que sus maridos hacen mal. Y leo algunos de esos mensajes de correo electrónico y pienso: «Wow, ese hombre debe ser realmente un desastre. Algunas de las mujeres deben estar pensando: «¿Cómo respetas a alguien que realmente no es un hombre respetable?» Quiero decir, él es un adicto a la televisión, no quiere trabajar, es un adicto a esto o aquello. «¿Cómo puedo respetar a alguien que no digno de respeto? ¿Cómo puede Dios esperar que yo haga algo así?»
Dr. Eggerichs: Bueno, ciertamente la Palabra de Dios revela que los maridos deben amar a sus esposas que no son adorables y que tienen cuestiones que también son serias –él debe ser un hombre cariñoso, independientemente de la conducta de ella. Sin embargo, muchas personas piensan que si tú muestras respeto incondicional, lo que estás diciendo es: «Voy a dejar que me pase por encima como si fuera una alfombra y que me haga cualquier cosa y no voy a enfrentar nada, no voy a decir nada, no voy a diferir en nada». Hay una mentalidad de que si se muestra respeto incondicional, básicamente se debe respaldar todo lo que esta persona es y hace.
Nancy: ¿Y no estamos diciendo eso?
Dr. Eggerichs: No, no estamos diciendo eso Nancy. Lo que estamos diciendo es lo siguiente. Hay una distinción que necesita ser hecha.No se trata de él, en ese sentido, y no se trata de su comportamiento.Se trata de cómo te comunicas con él. La Escritura te ordena a «vestirte» de respeto como vemos en Efesios 5:33 y 1 Pedro 3:2. Estos son los dos pasajes más sobresalientes del Nuevo Testamento que le hablan a las esposas sobre cómo tratar a sus maridos. Esos son los versículos fundamentales.
Nancy: 1 Pedro 3, les habla a las mujeres piadosas sobre maridos que, o no son creyentes o están actuando de una forma impía… Así que encaja perfectamente en esta situación ahí.
Dr. Eggerichs: Así es, y si esto se aplica a un hombre impío, ¿cuánto más a un hombre de Dios? Describe la naturaleza del hombre.
De manera que el asunto es más bien cómo te comunicas. No es lo que dices sino cómo te comunicas, y no se trata de lo que él está haciendo, es la forma como tú lo haces.
Nancy: En su libro usted habla de todo el tema de la autojusticia.
Dr. Eggerichs: Sí.
Nancy: Usted fue verdaderamente honesto al decir que esto es algo que se ve a veces en las mujeres. Díganos lo que quería decir con eso.
Dr. Eggerichs: Bueno, las mismas mujeres han reconocido –y estaba escuchando atentamente– las mujeres se ven como muy justas. Las vemos como santas. Las vemos generosas. Las mujeres son buenas, y lo que sucede en el matrimonio es que él la ve como justa. Ella estudia la Biblia, siempre habla de Jesús. Ella es justa…
De manera que él la ve así y él se ve como poco justo, poco recto. Él ve el lado oscuro de las cosas. Él lucha con asuntos con los que las mujeres no luchan. Él tiene problemas, sea la pornografía, u otros asuntos… Hay asuntos por ahí con los que él lucha que por su naturaleza ella no los tiene. De hecho, para ella son repulsivos. Dios la hizo de manera diferente, y por cierto, ellas a veces se toman el crédito, de las cosas que Dios permitió que ellas tuvieran…
Nancy: Esto puede ser cierto, incluso en cosas pequeñas. Deja una toalla en el suelo constantemente y viene a representar lo que es su persona completa.
Dr. Eggerichs: Sí, porque ella piensa, «si realmente se preocupara por mí, me escucharía cuando le pido que recoja la toalla, y cómo no lo hace, eso significa que no le importo». Entonces durante un período de tiempo, la toalla se convierte en el símbolo de que realmente no le importa. Eso es pasar un gran juicio sobre alguien.
Así que de vuelta a mi punto de autojusticia. Él se ve como injusto. Él la ve como justa. Tú lo ves como malo porque lo encuentras en algo, y entonces un día –aquí es cuando se vuelve peligrosa la situación– te ves a ti misma como más justa que él.
El pecado más importante, Nancy, y que resulta más difícil de confrontar para Jesús, era la persona religiosa, que se creía justa. Esto se debe a que la persona religiosa, debido a su propia justicia no ve su pecado. Es por eso que la Biblia dice que Eva fue engañada. Creo que ella fue engañada en muchos aspectos en este ámbito. Las mujeres no siempre están en sintonía con su pecado. De hecho, hice la pregunta en el libro porque muchas mujeres escriben sobre estos asuntos.
¿De dónde viene el pecado de la mujer hoy en día? Ella peca como respuesta a su marido, que no es tan amoroso como debe ser, por lo que él es realmente el culpable.Ella peca cuando se siente agotada con los niños, y eso debe ser sencillamente comprensible.
Muchos de los asuntos con los que ella lucha los hemos tildado de «psicológicos», no quiero decir que no lo sean, pero escúchame un momento: El que se considera sin pecado está en una situación muy peculiar, porque lo que le sucede es –y aquí está el punto– que tu marido no va a abrirse a ti. Se va a sentir juzgado. ¿Cómo va a confesarte algo? ¿Cómo va a compartir contigo su lado oscuro si siente que tú eres mucho mejor que él? Y si actúas como su madre, quizás quieras cuidarlo, pero él no lo está viendo como algo maternal, sino como una condena.
Annamarie: Nancy DeMoss Wolgemuth ha estado hablando con Emerson Eggerichs, autor del libro Amor y Respeto. Para encontrar más recursos como este programa visítanos en AvivaNuestrosCorazones.com. Haz uso del buscador para encontrarlos por tema, por Escritura o por autor.
Quizás al escuchar al Dr. Eggerichs hubo algo de rechazo en tu corazón. Tal vez has intentado respetar a tu esposo, pero sientes que él no responde. Bueno, más allá de lo que tu esposo haga o diga, eres responsable de la respuesta que das. Mañana, escucha consejo sabio acerca de esto, en la continuación de nuestra conversación.
Te esperamos aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Viviendo la belleza del evangelio juntas, Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
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