Dios está en medio de Su pueblo
Annamarie Sauter: Nancy DeMoss de Wolgemuth nos muestra que a través de toda la Escritura vemos que aquellos que han tenido una lucha espiritual durante la noche, muchas veces encuentran liberación al amanecer.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: No es que Dios no esté trabajando durante la noche, no es que Dios esté durmiendo durante la noche, es que en la luz del alba nosotras podemos ver lo que no podemos ver durante la noche, y esto es, la forma en como Él nos ha estado ayudando.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Si estás luchando en confusión y desánimo, estás a punto de oír un mensaje de verdadera esperanza. Aquí está Nancy en la serie, Castillo fuerte es nuestro Dios, basada en el Salmo 46. Abramos nuestras Biblias en ese texto.
Nancy: Mientras vamos a través de esta …
Annamarie Sauter: Nancy DeMoss de Wolgemuth nos muestra que a través de toda la Escritura vemos que aquellos que han tenido una lucha espiritual durante la noche, muchas veces encuentran liberación al amanecer.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: No es que Dios no esté trabajando durante la noche, no es que Dios esté durmiendo durante la noche, es que en la luz del alba nosotras podemos ver lo que no podemos ver durante la noche, y esto es, la forma en como Él nos ha estado ayudando.
Annamarie: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Si estás luchando en confusión y desánimo, estás a punto de oír un mensaje de verdadera esperanza. Aquí está Nancy en la serie, Castillo fuerte es nuestro Dios, basada en el Salmo 46. Abramos nuestras Biblias en ese texto.
Nancy: Mientras vamos a través de esta serie me estoy predicando a mí misma y estoy aconsejando mi propio corazón y me alienta escuchar cómo esta serie está ministrando gracia a los corazones de muchas de ustedes también.
Permítanme leerles la primera porción de este Salmo y luego nos detendremos en el versículo 5, que ha llegado a ser uno de mis versículos favoritos en este Salmo:
Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones [Hay caos pero Dios siempre está presente,] Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares; aunque bramen y se agiten sus aguas, aunque tiemblen los montes con creciente enojo. (Selah).
Entonces, aquí viene el gran contraste, el versículo 4,
“Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, las moradas santas del Altísimo". Dijimos que ese río es la presencia de Dios, la gracia de Dios. Es un río que fluye suavemente, es el río de Su Espíritu, el río de Su Palabra.
En la última sesión rastreamos ese río desde el Génesis hasta el Apocalipsis y hay muchos otros versículos que pudimos haber añadido. Pero es un río que está en contraste con las aguas tumultuosas y destructivas de los enemigos de Dios.
Es el río de las bendiciones de Dios que fluye, la ciudad de Dios el pueblo de Dios, aquellos que conocen a Dios, aquellos cuya vida son la morada y la habitación del Altísimo.
Versículo 5 "Dios está en medio de ella".
¿A quién se refiere cuando dice ella? Se riere a la ciudad de Dios, el pueblo de Dios, Jerusalén, la Jerusalén terrenal, la Jerusalén celestial, la Jerusalén espiritual, el pueblo de Dios.
Dios está en medio de ella no será sacudida [me encanta esta frase] Dios la ayudará al romper el alba. (vs. 1-5)
Dios está en medio de ella. Esta es una de las promesas más preciosas de Dios para Su Pueblo; Él no solo habita con Su pueblo, sino en Su Pueblo. Dios está en medio de ella. Ustedes lo pueden ver en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento. Es otro de esos hilos de la Escritura.
Por cierto, aquí es bueno notar, ustedes las que son profesoras de Biblia, o para las que les gusta estudiar las Escrituras… En cuanto a mí, les digo cómo es que estudio la Palabra de Dios. Las personas me preguntan cuál es el secreto de mi metodología para estudiar la Palabra—no tengo ninguna. Cuando encuentro algo como “el río de Dios,” o “la ciudad de Dios” o “Dios está en medio de ella,” empiezo a buscar en toda la Escritura. Cuando unes las referencias de ambas partes, del Antiguo y del Nuevo Testamento, allí surge una imagen de los caminos de Dios, del plan de redención de Dios.
Por esta razón es importante leer toda la Escritura, no solo acampar en los Salmos, a pesar de lo maravillosos que son. Yo estoy en los Salmos durante toda esta serie pero ¿han podido ustedes notar cómo saco del Viejo y del Nuevo Testamento para decirles lo que estas cosas significan, de manera que nos den más luz y más entendimiento?
Así es que “Dios está en medio de ella”. Piensen en el pasaje de Levítico capítulo 26 dice así.
“Además, haré mi morada en medio de vosotros. Andaré entre vosotros y Seré vuestro Dios, y vosotros series mi pueblo.” (vs. 11-12)
Dios está interesado en las relaciones. Dios está interesado en estar cerca de Su pueblo. La proximidad es importante para Dios. Él no quiere ser un simple dios ahí del cual oímos y del cual hablamos y asentimos mentalmente.
Él quiere estar en nosotros, habitar en nosotros, estar relacionado con nosotros, tener Su lugar de habitación en nosotros. Esta es la imagen que tenemos del templo del Antiguo Testamento, del Tabernáculo. ¿Cuál era el punto? El punto no era simplemente un edificio o una tienda donde las personas asistían a un servicio religioso, sino que Dios dice, “Haré mi morada en medio de ustedes estaré en ustedes, y entre ustedes”.
Esto nos da una idea de que este era el propósito de Dios desde el Antiguo Testamento. Zacarías capítulo 2 en el versículo 10 dice, “Canta de júbilo y alégrate, oh hija de Sion; porque he aquí, vengo, y habitaré en medio de ti declara el Señor.” Y algunas de ustedes pensarán pero cuál es la gran cosa si piensas así no estás pensándolo bien. Dios, el Dios del universo, Jehová de los Ejércitos, Yahweh, Elohim, el Dios, el Dios trascendente, Creador, el preservador, Él es que dice, “Yo habitaré en medio de ti, Yo habitaré en ti, Yo viviré en tu iglesia, Yo viviré en tu familia, Yo viviré en tu vida!”
La presencia de Dios, todo lo que sea bueno y santo, valioso o maravilloso de nuestras vidas, fluye de que Dios habita en medio nuestro. Dios es el que dice, “Yo viviré en medio de ustedes.” En Juan capítulo 1 (esto viene al Nuevo Testamento) dice, “El verbo se hizo carne,” Dios se vistió de carne, “y vivió entre nosotros”. Él “hizo tabernáculo” entre nosotros. “Y hemos visto Su Gloria”. Lo conocemos como Emmanuel, Dios con nosotros. Y ahora el Salmo 46 está mirando más allá de los tiempos cuando dice, “Dios está en medio de ella”.
Cuando Jesús retornó a los cielos, Él prometió que enviaría Su Espíritu Santo. En Juan 14 capítulo Jesús dice, “Él vive con ustedes y Él vive en ustedes” (vs.17). Cristo en ti, el Espíritu Santo en ti, tu esperanza y tu gloria. Esta no es una frase que podemos simplemente pasar por alto. El Salmo 46, “Dios está en medio de ella.” ¿Y entonces qué? Hay un inmenso, “¿Y entonces qué?” “Dios está en medio de ti,” y esto hace toda la diferencia del mundo.
Entonces tenemos el “Nuevos Cielos y Nueva Tierra, la Ciudad de Dios” en Apocalipsis 21, “Entonces oí una voz que decía desde el trono: He aquí, el Tabernáculo de Dios está entre los hombres”(vs.3). ¿No es esto grandioso? Que el Dios Santo haga Su lugar de habitación con este pobre, pecaminoso, malvado y caído hombre pródigo. Claro está, Él puede hacer esto solamente porque Él envió a Su Hijo a redimirnos de nuestros pecados.
El Tabernáculo de Dios está con los hombres, y “Él habitará con ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos como su Dios”. (Apocalipsis 21:3) En su comentario del Salmo 46, Juan Calvino dice lo siguiente:
Si nosotros queremos ser protegidos por la mano de Dios, nosotros debemos de ocuparnos sobre todas las cosas de que Él habite en medio de nosotros; porque toda esperanza de seguridad depende solamente de Su presencia.
“Dios está en medio de ella”. La presencia de Dios es nuestra mayor esperanza, es nuestra máxima esperanza y bendición. Ustedes vieron en el versículo 4 que “Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, las moradas santas del Altísimo”. Ves aquí que el lugar donde Dios mora es feliz y es santo.
Pero ahora en el versículo 5, “Dios está en medio de ella, no será sacudida. Dios la ayudará al romper el alba”. Vemos que en el lugar donde está la presencia de Dios es un lugar de protección y seguridad. Feliz y santo…protección y seguridad…no hay nada mejor que esto, amigas. Esto es lo que sucede cuando la presencia de Dios mora en y entre nosotras.
Así es que Dios está en medio de ella, no será sacudida. Esto es, ella no será destruida, ella no será vencida. Esto no quiere decir que no habrá problemas, pero sí quiere decir que cuando Dios está en medio de la ciudad, en medio de Su pueblo, en medio de tu vida, no serás vencida; no serás destruida por los enemigos de Dios.
Esto hace tal contraste a lo que ya hemos visto en el versículo 2, donde la tierra sufre cambios, y los montes se deslizan al fondo del mar, y los montes tiemblan con creciente enojo, pero no obstante Dios dice que Su santos no van a ser movidos. Y esto es maravilloso.
El versículo 6 nos dice (aún no hemos llegado allí; lo haremos en el próximo programa) que los reinos se tambalean; los reinos de la tierra no son seguros. Desde el punto de vista terrenal, las montañas y los reinos aparentan ser más imponentes, prevalecientes e impresionantes más que la ciudad de Dios, más que la Iglesia, y el pueblo de Dios. Nosotras muchas veces nos sentimos débiles, frágiles y arrolladas por este mundo y por su sistema.
Pero si Dios está en medio de Su pueblo, Él tiene una estabilidad que perdurará y sobrevivirá por encima de todas las demás fuerzas y poderes en el universo, y el pueblo de Dios estará firme cuando los reinos y las montañas se desmoronen y dejen de existir para siempre. Eso es lo que sucede cuando Dios está en medio nuestro.
Porque Dios está en medio de ella, en medio de la ciudad de Dios, el pueblo de Dios está más seguro que las mismas imponentes montañas del versículo 3. El Salmo 112 dice, “El justo no será sacudido; para siempre será recordado el justo.” Eso le da estabilidad a tu vida, a tus emociones, a tu mente; es un ancla para tu alma.
Esta es la forma como lo dijo mi amigo Mathew Henry, “La iglesia sobrevivirá al mundo y estará en plenitud cuando este mundo sea arruinado. La iglesia está edificada sobre la roca, y las puertas del infierno no van a prevalecer contra de ella.” Si Dios es por nosotras, si Dios es con nosotras, no tenemos que ser movidas ante el más violento atentado en contra nuestra.
Estamos tan acostumbradas a pensar de una manera que nos debilita, que nos hace vulnerables, y que nos hace sentir vencidas. Empezamos a pensar, “el Islam está acaparando el mundo, las fuerzas del mal, las fuerzas del materialismo, el consumismo, el socialismo, los gobiernos decadentes... etc. etc...” terminamos en un estado mental pequeñísimo, y nos deprimimos. De manera que tenemos que aconsejar a nuestros corazones, renovar nuestros corazones en los caminos de Dios.
Cuando Dios está en medio de ella, ella no será movida. Nosotras necesitamos una perspectiva totalmente diferente, necesitamos la perspectiva de Dios. El versículo continúa diciendo, que no solo no seremos removidas, vencidas, destruidas, sino que Dios la va ayudar cuando llegue el alba. Él es la única verdadera ayuda y esperanza para Su pueblo.
Las Escrituras nos recuerdan una y otra vez lo efímero, lo necio de mirar hacia alguien o algo para nuestra ayuda. El Salmo 60 dice “¡Danos ayuda contra el adversario, pues vano es el auxilio del hombre! En Dios haremos proezas, y Él hollará a nuestros adversarios”.(Vs. 11-12.)
El Salmo 146 versículo 3 dice, “No confíes en príncipes, ni en hijo de hombre en quien no hay salvación. Escuchen princesas es como si tu Príncipe Encantado dice, “No pongas tu esperanza allí”.
El versículo 5 dice, “Bienaventurado aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en el SEÑOR su Dios”. El gran escritor de himnos y cofundador del Movimiento Metodista, Charles Wesley, estuvo en una ocasión predicando en los campos de Irlanda cuando él fue atacado y perseguido por una turba que desaprobaba su doctrina. El buscó refugio en la casa de un campesino local, y la esposa de éste lo mandó a esconderse donde se ordeñan las vacas.
Pero al poco rato, el grupo de personas enfurecidas, llegó a esta casa y demandaron que se les dijera dónde estaba Wesley. La esposa de este campesino les ofreció a estas personas algo de comer, y mientras ellos comían, ella fue donde estaba Wesley y le indicó que saliera por la ventana y que fuera a esconderse detrás de una empalizada que estaba al lado de un pequeño arroyo.
Fue allí en ese lugar, escondido de sus perseguidores, oyendo el eco de las voces de quienes lo acosaban, que Charles Wesley escribió lo que algunos han llamado el himno más grandioso del idioma Ingles, Jesús amante de mi alma. Permítanme leerles la segunda estrofa de este himno e imagínense a Wesley escondido en esta verja cerca del arroyo.
Otro asilo ¿dónde hallar? Indefenso acudo a ti;
Solo pude desmayar, porque mi peligro vi.
Solamente tú Señor, puedes dar consuelo y luz;
Vengo lleno de temor a los pies de mi Jesús.
No sé si exista alguna otra estrofa en los himnarios que sea para mí tan preciosa como esta. He clamado de igual forma tantas veces. “Oh Señor, con la sombra de tus alas cubre mi indefensa cabeza”. Y aunque seamos indefensos ¿Qué lugar más seguro puede existir que bajo la sombra de tus alas oh Dios, nuestro ayudador?
“Dios la ayudará cuando llegue el alba,” literalmente, cuando llegue la mañana, cuando amanezca el día. Muchas veces en las Escrituras, el alba, cuando el día irrumpe, es el tiempo cuando Dios viene a ayudarnos. Permíteme darte tres ejemplos. Solo los voy a mencionar; tú puedes volver a esos versículos para examinarlos más detalladamente.
En Éxodo capítulo 14 ¿recuerdas la historia de cómo fueron los israelitas liberados de Egipto cuando estaban siendo perseguidos por el ejército del faraón? Ellos estaban ya en el otro lado del Mar Rojo. El pueblo estaba aterrorizado, y Moisés les dice, “No tengan miedo” ¿Esto es una locura? ¿No te parece? “Estad firmes; y ved la salvación que el Señor hará hoy por vosotros… El Señor peleará por vosotros mientras ustedes permanezcan tranquilos”(vs. 14).
Entonces el versículo 24 dice,
Y aconteció que a la vigilia de la mañana, el Señor miró el ejército de los egipcios desde la columna de fuego y de nube, y sembró confusión en el ejército de los egipcios. Y entorpeció las ruedas de sus carros, e hizo que avanzaran con dificultad. Entonces los egipcios dijeron: “Huyamos ante Israel, porque el Señor pelea por ellos contra los egipcios. Entonces el Señor dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre su carros y su caballeriza.
Y extendió Moisés su mano sobre el mar, y al amanecer, regreso el mar a su estado normal, y los egipcios al huir se encontraban con él; así derribó el Señor a los egipcios en medio del mar. Y las aguas volvieron y cubrieron los carros y la caballeriza, a todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar, no quedó ni uno de ellos, mas los hijos de Israel pasaron en seco por el medio del mar, y las aguas les eran como un muro a su derecha y a su izquierda. (vs. 24-29).
Dios salva a Su pueblo, los ayuda cuando entra el día, cuando llega el alba, cuando el día amanece, y al mismo tiempo trae juicio a Sus enemigos.
En el segundo libro de Reyes en el capítulo 19 hay un pasaje que hemos visto en esta serie, porque dijimos que el Salmo 46 pudo haber sido escrito en una ocasión que Dios hizo una gran liberación a Su pueblo cuando el rey Senaquerib y el ejército asirio estaban horrorizando y aterrorizando a Jerusalén y a los habitantes de Judá. El Rey Ezequías clamó a Dios, y entonces leemos:
“Por tanto así dice el SEÑOR acerca del rey de Asiria: ‘Él no entrará en esta ciudad, ni lanzará allí flecha alguna; tampoco vendrá delante de ella con escudo, ni levantará terraplén contra ella, por el camino que vino, por él se volverá, y no entraré en esta ciudad declara el Señor”.
Ahora, nosotros creemos esto porque hemos leído ya la historia, pero si hubiéramos estado presentes en ese momento ¿lo hubiésemos creído, con un ejército pisándonos los talones? Dios continúa y dice,
“Porque defenderé esta ciudad para salvarla por amor a mí mismo y por amor a mi siervo David.” Y aconteció que aquella misma noche salió el Ángel del Señor e hirió a 185,000 en el campamento de los asirios; cuando los demás se levantaron por la mañana, he aquí, todos eran cadáveres.
¡Rescate sobrenatural, ayuda sobrenatural, no hay para esto explicación alguna, no hay para esto explicación humana!
Entonces Senaquerib, rey de Asiria, partió y regresó a su tierra, y habitó en Nínive (vs 32-36).
Dios cumple Sus promesas. “Dios la ayudará al romper el alba”.
Quizás Él no venga inmediatamente; podrá parecernos que Él no venga a nuestra ayuda inmediatamente, pero ciertamente Él vendrá. Muchas veces tendremos que pasar la noche y esperar a que llegue el amanecer. La noche puede parecer larga, y sin final, pero debemos de recordarnos a nosotras mismas, y recordarnos las unas a las otras, que pronto vendrá el alba. Como el amanecer del día vendrá Su ayuda sobrenatural en el momento preciso.
“El llanto puede durar toda la noche”, dice el Salmo 30, “pero a la mañana vendrá el grito de alegría.” ¿Cuándo? “en la mañana” (vs. 5). Algunas veces esto me ha llamado la atención y anoche mismo meditaba, que no es que Dios no esté trabajando durante la noche, no es que Dios esté durmiendo durante la noche, y que cuando amanece y el sol sale es que Él dice, “Oh! Yo debo ir y ayudar a estas personas.”
No! Lo que sucede es que a la luz del alba podemos ver lo que no podíamos ver durante la noche, y esto es la forma como Él nos ha estado ayudando. A medida que la luz del día disipa las sombras de la noche, así mismo la salida del Sol de Justicia indica la dispersión de la oscuridad de la maldad y de la adversidad.
Dios ha estado trabajando durante la noche. Él estuvo en la situación del Mar Rojo. Él estuvo durante la noche cuando los asirios. Él estaba trabajando. Pero cuando está oscuro, no podemos ver lo que Dios está haciendo, y por eso es que me fascina la cita del pastor John Piper. “En cada situación hay mil cosas diferentes que Dios está haciendo que no podemos ver ni tampoco sabemos”.
Puede ser “noche” donde tú vives ahora mismo y piensas. “Nada está sucediendo, nada está pasando, nada está cambiando”. ¿Está Dios verdaderamente obrando? Las Escrituras dicen, Dios ayudará cuando rompa el alba, y lo que pienso que realmente está diciendo es que al amanecer tus verás cómo Dios te ha estado ayudando. Dios es nuestro ayudador y Él disipará y dispersará la oscuridad de la noche.
Solo quiero recordarte que esta ayuda no es solamente una ayuda extrema para situaciones de emergencia, tanto como la necesitamos en esas ocasiones, sino que es una ayuda para cada día, porque “a cada hora te necesito Señor”. ¿No es cierto?
El amor de Dios es constante nunca no cesa, pues nunca faltan sus misericordias” (Lamentaciones 3:22-23).
Permítanme citar de nuevo a mi amigo Matthew Henry, él dice:
Algunos creyentes en particular se pueden aplicar este versículo, [esto quiere decir que tú te lo puedes aplicar] si Dios está en nuestros corazones, en medio nuestro, si Su palabra vive abundantemente entre nosotros, estaremos firmes, seremos ayudados; confiemos entonces y no temamos, todo está bien, y todo terminará bien.
A medida que medito en el versículo 5 del Salmo 46, “Dios está en medio de ella, no será sacudida. Dios la ayudará al romper el alba”. No pude dejar de pensar en otro himno que me es tan familiar, y quizás a la mayoría de ustedes. Déjenme leerles las palabras, y vamos a afirmarlas en nuestros corazones.
¡Cuán firme cimiento se ha dado a la fe
El Padre en su eternal Palabra de amor!
¿Qué más Él pudiera en Su Libro añadir
Si todo a Sus hijos lo ha dicho el Señor?“No temas por nada contigo Yo Soy;
Tu Dios yo soy solo, tu ayuda seré
Tu fuerza y firmeza en mi diestra estarán
Y en ella sostén y poder te daré.La llama no puede dañarte jamás
Si en medio del fuego te ordena pasar;
El oro de tu alma más puro será
Pues solo la escoria se habrá de quemar.
Annamarie: Nancy DeMoss de Wolgemuth volverá en breve. Sé que esta enseñanza del Salmo 46 le ha dado ánimo a muchas de las mujeres que nos escuchan [a mí en lo personal me ha traído mucho aliento]. Este mensaje es parte de una serie titulada, Castillo fuerte es nuestro Dios. Si no has podido escucharla completa puedes visitarnos en, AvivaNuestrosCorazones.com o descargar la aplicación que hemos desarrollado para ti, y escuchar los programas que te hayas perdido.
Una hermana que ha vivido grandes tormentas en su vida y ha sido edificada con nuestros programas nos escribió,
“¡Dios es bueno! Jamás nos abandonó y efectivamente trajo un gozo que sobrepasó mi entendimiento. Cuando pensaba que no podía aguantar el dolor siempre me sostuvo. Mi varón David murió... y mi niña Génesis 23min después de nacer … Nuestro maravilloso Señor guardó mis pensamientos cada minuto y los demás embarazos morían a los 3 o 4 meses; en total 7 embarazos 8 bebés. Su gracia nos sostuvo a mí y a mi amado esposo. Aprendí que debemos hablar lo que sucedió y enseñar a los demás de cómo reaccionar o ayudar. Mucha gente no me hablaba por temor o hacía como si no pasara nada, el Señor nos guardó y pastoreó..... nuestro amado Salvador. De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.”
¡Gloria a Dios por Su obra en tu vida, amada hermana! Nos da tanto gozo leer los testimonios que nuestras radioescuchas nos envían. Anímate tú también y déjanos saber cómo ha estado obrando Dios en tu vida. Puedes visitarnos en AvivaNuestrosCorazones.com y dejar tu comentario al final de la transcripción del programa de hoy.
¿Te parece que los enemigos del Evangelio tienen tanta fuerza que se han convertido en invencibles? Acompáñanos en el siguiente programa, en el que Nancy ofrecerá algunas perspectivas sobre esto. Aquí está ella de nuevo para orar, basándose en una promesa del Salmo 46.
Nancy: Oh Señor, Cómo Te alabamos por Tus maravillosas, maravillosas promesas, y por esta en particular, la que hemos visto hoy la que hemos llevado a nuestros corazones en este día”. Dios está en medio de ella, no será sacudida. Dios la ayudará al romper el alba”.
Señor, gracias porque pronto esta larga noche en este planeta lleno de pecado tendrá su fin, y la gran eternal mañana sin ninguna nube que la oscurezca romperá el alba y por siempre estaremos en Tu Presencia. Así es que ayúdanos a recordar esto cuando haya oscuridad en medio nuestro, cuando haya oscuridad a nuestro alrededor. Ayúdanos a sostenernos en Ti con los ojos de la fe, y un día será por vista. En el nombre de Jesús oramos, amén.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy de Wolgemuth DeMoss es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Únete a la conversación